Condenados al fuego

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Condenados al fuego
Summary
Ser el único humano que no busco ver la verdad, Roy Mustang no es una alquimista común, aun sabiendo que esta siendo usado y todo es mas complicado que lo que afirma la verdad el acepta, no busco hacer una transmutación humana y nunca se atrevería a intentar hacerlo, pero el universo da vueltas extrañas y el necesita recordar que aunque es solo un hombre aun puede continuar, dejando de verse como un monstruo y aceptar que es humano... pero necesita un empujón.
Note
Llevo años literales sin escribir, es algo lindo volver, mi primer pensamiento fue escribir en ingles, pero realmente espero que el traductor pueda cubrirme en eso.Si tienes dudas de tiempo o algo mas seré feliz de contestarlas en su momento, por ahora espero que disfrute por que hice caldo de pollo para mi alma que aun duele con la perdida de Roy.
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Nunca los combines

¿Debería estar preocupado por el uso cotidiano del chantaje? Aunque es tentador, no creo que tenga manera de llevar a cabo algo así, no es mi campo.

 

Mientras no haga algo particularmente riesgoso para comprobar la teoría creo que puedo vivir con eso, pero espero que seas tu quien lo controle de ser así, entonces… no estoy particularmente preocupado.

 

¿Te refieres a Hogwarts? hasta donde sé solo contratan profesores y no estoy seguro de cómo vaya a ser este año, el único puesto que parece liberar cada año es DADA ¿Roy o tu tienen conocimiento en eso?

 

La respuesta llegó en una carta al día siguiente mientras desayunaban, considerando un momento la posibilidad, el debate fue rápido y casi  impulsivo por parte de ambos buscando algún cambio de rutina.

 

Leyeron la carta con rapidez, dejando sus platos a un lado con sus desayunos a medias.

 

“Quitando la mala influencia que puedes ser, de alguna manera dudo que alguno de nosotros esté calificado, sin contar la preocupación constante de ser descubiertos por nuestro nulo manejo en magia teórica” le dice Roy con una sonrisa cansada mientras se deja caer en su asiento.

 

Refuta Hughes casualmente con la carta en mano “siempre podemos decir que es por ser extranjeros o viajeros”.

 

“¿Y qué haremos con el hecho de que somos dos?” Le cuestionó incrédulo.

 

“¿Somos un paquete?” Pregunta encogiéndose de hombros “aunque evitó mi pregunta, no me dio ningún contacto” añade mirando la carta con burla.

 

“Me di cuenta, es como si hubiera pensado esa respuesta para evaluarnos ¿no? casi sutilmente preguntando: ¡hey! creo que podrían ser una amenaza, ¿son capaces de pelear? ¿o tienen algún conocimiento del que deba preocuparme? ¿o solo llegaron casualmente en este momento?” Bromea Roy soltando un resoplido con su propia exageración.

 

“Creo que es lo bastante cercano, pero considerando lo que está pasando con los magos no los culparía” dice Hughes con una risa “¿les damos un hueso?”.

 

Roy lo mira con una sonrisa, contestando con algo de burla en su voz y en sus ojos se notaba un toque de malicia “supongo que mientras seamos vagos…”

 

“Sin mencionar la alquimia de fuego quieres decir” declara mirándolo con una expresión similar.

 

“Particularmente” contesta encogiéndose de hombros “también sería bueno omitir la transmutación humana y otras cosas…” menciona frunciendo ligeramente el ceño

 

“Por supuesto” contesta con una sonrisa mientras empieza a acomodar una hoja para escribir una respuesta mientras Roy se coloca detrás de él para leer y complementar la carta.

 

Descuida torpe e ingenuo discípulo, yo te guiaré por el camino correcto, déjame mostrarte la próxima vez que nos veamos

 

Creo que vivirá, puede ser despistado pero no estúpido ¿puedes decir lo mismo de tu amigo?

 

Pero en realidad estaba pensando en algo diferente, por lo que pude ver no han tenido un profesor de alquimia en un largo tiempo ¿Qué tal uno que cubra lo básico y un poco más?

 

Ambos miraron la carta con aprobación, Roy feliz de contestar tan vagos como lo hizo Remus y Hughes alegre de burlarse ligeramente del hombre. asintiendo a la carta antes de mandarla de forma descuidada con el pájaro que esperaba en la ventana, dejándolo marchar antes de continuar con su mañana.

 

Esa tarde decidieron tomar un descanso del mundo mágico y centrarse en el poder político de Inglaterra, tomándose el tiempo de ubicar al gestor/intermediario de los muggles con en mundo mágico.

 

Estaban sumamente incómodos al saber que solo el primer ministro tenía ese conocimiento, limitando mucho todas las opciones y dándoles un mal sabor de boca con la gestión del mundo mágico con respecto a sus conexiones con el mundo no mágico.

 

Haciendo una nota en un diario solo pudieron anotar un nombre al inicio “Kyle W. Bailey” con una mueca por el nombre. pasando el resto del día buscando las menciones del ministro en cualquier periódico para tomar notas generales en el resto de la hoja.

 

Tan frustrados como estaban, fueron a dormir esa noche, pero al menos la mañana siguiente se sintió mejor al recibir una respuesta más abierta de Remus, tanto con preguntas, como historias de su impresión limitada con la alquimia y lo que más les interesó, una cita con el director de la escuela.

 

Se sintió como una pequeña victoria que usaron para tener energía mientras planeaban el nivel de prioridad de algunos aliados útiles que podrían utilizar si consiguen un ingreso fijo y algo de estabilidad.




Una semana después de la muerte del estudiante hacia ver a todos en el callejón Diagon realmente deprimentes.

 

Ambos caminaron hacia el pub nuevamente, aun sin vestirse como los magos del lugar, aunque se hizo más fácil dejar pasar las características mágicas que los acompañan, seguía siendo mejor quedarse al margen por su propia salud mental.

 

En el pub, no se logró ver a nadie más allá de un hombre en una mesa alejada y el propio cantinero, quizá por la hora pensaron, de hecho fue un logro que por una vez Hughes no lo arrastrara.

 

“Sin señales de Remus, supongo que estamos por nuestra cuenta” murmura Roy caminando hacia el único hombre que no reconoce mientras Hughes se mantiene a su espalda “¿es usted el director de Hogwarts?”.

 

“Ese sería yo, supongo que eres Maes Hughes ¿o Roy Mustang?”.

 

“Mustang, ¿usted es?”

 

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, un placer, entonces debo preguntar ¿eres alquimista?” pregunta con interés en sus ojos brillantes mientras extiende su mano a ambos hombres.

 

Ninguno hace mención de la presentación ostentosa del hombre, manteniendo una sonrisa cordial en su rostro mientras se acomodan en la vieja mesa de madera frente a ellos. “creo que podrías llamarme así” le contesta con una sonrisa mientras toma asiento después de soltar la mano del director.

 

“En ese caso espero que no tengas problemas con que haga algunas preguntas”.

 

“Por supuesto, adelante Director Dumbledore” contesta Roy con confianza dejando que Hughes vigile al hombre mientras centra su atención en él, sin decepcionarse cuando lo ve acomodarse a su lado con una sonrisa amistosa, claramente atento de cada movimiento realizado alrededor de ellos de forma disimulada.

 

Si Dumbledore noto esto no lo demostró, hablando tranquilo con Mustang y una vez que ve a ambos cómodos en la mesa comenta “de acuerdo, entonces, me podrías explicar ¿Qué te llevó a considerar ser uno de nuestros profesores?”.

 

“Supongo que es justo, aunque no creo que sea un puesto muy solicitado” Expresa con ligero humor.

 

“Le sorprendería” le asegura en contraposición con ligero orgullo.

 

“En realidad lo haría” le contesta con los ojos el blanco, conteniendo la burla que quiere nacer de él con esa posibilidad, imaginando los locos magos que pueden querer entrar en una escuela condenada a la locura, reajustándose, apoya sus manos sobre la mesa al mismo tiempo que contesta con confianza “pero contestando su pregunta, dio la impresión de ser un trabajo bastante viable para mi” .

 

Albus no comenta sobre la burla, centrándose en la respuesta tan general con intriga “¿le importaría formular?”.

 

“Parecía que podía usar mis conocimientos y bien podría aprovechar algunos de los beneficios como profesor” suelta el pelinegro con una pizca de descaro, ignorando la patada bajo la mesa que Hughes le da.

 

El director no parece comprar el argumento, pero no remarca el hecho “siendo así ¿puedo suponer que tienes experiencia enseñando?”.

 

Debajo de la mesa él le devuelve el golpe a su amigo, cambiando su tono con el director “me temo que no, pero siempre se puede tener una primera vez” afirma con encanto.

 

“No estaría equivocado, pero me resulta intrigante que se ofrezca para el puesto considerando sus respuestas y lo que me han comunicado de usted” implica el, dejando al aire la muestra de la extraña situación que los rodea ”pero entiendo que estás realizando una investigación ¿hay alguna razón por la que esté llevando a cabo esta?”.

 

“Si bien la estoy realizando, no creo que tenga mucho que ver con ser o no apto para ser profesor” dice dejando una amenaza sutil y fácil de perder, manteniendo su sonrisa sin sorprenderse de que el conocimiento de su investigación llegara tan lejos “pero me gusta encontrar la lógica en lo que hago” explica parcialmente.

 

Viendo al anciano permanecer imperturbable, contestando fácilmente “no hay muchos magos que hagan eso” le señala casi descarado.

 

“Quizá en Reino Unido” le refuta con la misma gracia.

 

“... Quizá…” Albus murmura de acuerdo dejando el tema quitándole importancia “¿qué te llevó a aprender alquimia?”.

 

El no duda en tomar el cambio de tema, contestando tranquilo con una respuesta vaga “siempre fui curioso y encontrar un libro una vez fue suficiente para llevarme a estudiarlo”.

 

A su lado Hughes está tranquilo, pasando sus ojos descuidadamente alrededor de vez en cuando, dejando a ambos hablar como un espectador silencioso, el se da cuenta de que todo está muy tranquilo, cosa de la que puede culpar al humor pesimista que ha envuelto al mundo mágico desde la muerte del estudiante, pero no descartaron que el director hubiera preparado el lugar.

 

Mirando al hombre, asegurándose que parezca solo curiosidad debido a la falta de interacción, puede notar que el viejo es la definición de un mago sabio de los libros de cuentos de hadas, no puede decir que hay más a destacar, pero el brillo que muestran los ojos azules del hombre lo ponen un poco a la defensiva, de ahí en más solo nota cuan tranquilo se hace ver, tomando eso como una peculiaridad aunque se podría considerar una máscara como la de confianza usada por su amigo.

 

Continuando con la entrevista improvisada, ambos se mantienen sin problemas a su ritmo ante su pregunta “¿padres magos?” pregunta el.

 

“Uno, pero ambos murieron mientras era joven, dejaron muy poco atrás, pero el libro que mencioné era una de las cosas que quedaron” contesta Roy con confianza y fingida tristeza en su tono.

 

“Lamento escuchar eso” le compadece en un tono empático antes de continuar con otra pregunta “siendo así ¿cree que pueda mostrarme su nivel?”.

 

Con una ceja alzada, el duda un momento antes de sacar un cuaderno y escribir una matriz simple, cortando la hoja antes de colocarla en la mesa y activar la transmutación.

 

La energía cripta alrededor mientras el papel se dobla entre chispas azules que lo envuelve unos segundos antes de dejar una grulla de origami donde antes estaba la hoja del cuaderno.

 

El viejo se mostró sorprendido, pero tomó la grulla entre sus manos mirando a detalle, su vista pasa mientras la curiosidad adorna sus ojos.

 

“Veo que eres más diestro que la media” el comenta con cuidado, a su lado Hughes parece moverse un momento, pero Roy evita mirarlo.

 

“No preguntaría por un puesto como profesor si no fuera así” le contesta, siendo observado por el director, que mira directo a sus ojos de una forma casi inquietante, haciendo un esfuerzo real por no mirar desafiante en respuesta.

 

Su voz nunca se alza en volumen, pero pareciera tomar un aire autoritario, que tanto Roy como Hughes relacionan con su puesto como director “me haz dado en que pensar, solo tengo una pregunta si no le molesta”.

 

“¿La que sería?” cuestiona Roy sin titubear.

 

El director suena sabio y comprensivo, pero se nota su interés en Roy mientras habla al poner sus manos encima de la mesa unidas mientras se apoya ligeramente hacia el frente “se que debe de tratarse de un tema doloroso, aun así debo hacer hincapié en el, mencionó a sus padres, pero ¿Quién lo crio señor Mustang?”.

 

“Oh, una tía, tuvo la amabilidad de cuidarme hasta que fui un adulto” revela con una sutil nota de cariño, dándole una media mentira con gracia propia de él.

 

“¿Muggle?” pregunta con curiosidad.

 

Roy siente su ceja tensarse ligeramente pero no permite que su sonrisa se pierda al contestar “si ¿es un problema?” dice conteniendo la molestia personal a la despectiva palabra de los magos.

 

“Ninguno…” responde Dumbledore en tono suave sin mencionar nada más “permítame darle una respuesta cuando las cosas se calmen, por ahora tengan un buen día” Finaliza listo para terminar en el acto la conversación.

 

Pero Roy interrumpe en ese momento, enderezándose en su asiento, comentando con una voz tranquila que no deja espacio para una objeción “solo me gustaría aclarar una cosa mas director”

 

Los movimientos del hombre se detienen volviendo a recuperar su atención con el cambio del pasivo hombre que ha visto a uno más firme en solo unos segundos “¿qué podría ser eso?”.

 

“Me temo que si voy a trabajar no iré solo, mi compañero” dice señalando a Hughes “también vendrá conmigo aunque solo tengamos un salario” afirma cruzando sus brazos con una sonrisa socarrona.

 

Hughes mira a su amigo con diversión en sus ojos, viendo el autocontrol que presenta a pesar de lo que el solo pudo determinar como un te voy a usar hasta que que no me sirvas por que me pareces incompetente.

 

 La declaración es recibida por un asentimiento del director sorprendido “ya veo… de acuerdo, gracias por el aviso” comenta pensativo antes de retirarse.

 

“No es problema, buen día director” contesta tendiendo su mano, dando una despedida rápida, dejando a ambos solos al retirarse apresurado de vuelta a la escuela por lo que dedujeron.




“¿Qué viste?” preguntó con una sonrisa astuta tan pronto como siente que pasó el tiempo suficiente, aprovechando la falta de clientes en el bar.

 

Hughes sonríe acomodando sus lentes “él se dio cuenta de que no eres un principiante” le dice con una ligera burla.

 

Obteniendo una ceja alzada y ligera sorpresa de Mustang “¿en qué te basas?”.

 

“Su sorpresa fue la rapidez con la que hiciste el círculo y lo activaste, probablemente mucho más rápido de lo que los magos con conocimiento limitado pueden hacer” Explica en respuesta tomando la grulla de papel de la mesa, apuntando con ella a su amigo.

 

“Oh…” contesta con un resoplido palmeando ligeramente la frente con su mano.

 

Hughes lo mira con una mezcla de cariño y humor en sus ojos al ver a su amigo dándose cuenta del error tan tarde.

 

“Bueno, no importa ¿está todo listo?” pregunta restando importancia al error que no puede arreglar. revisando que todas sus cosas estén en orden en sus bolsillos.

 

Caminando de vuelta a su departamento la energía casi chispeante de su amigo solo lo mantuvo con los ojos en blanco.

 

Un tiempo después de llegar, en sus camas, se posaban dos trajes colocados pulcramente, con Roy dando una última verificación a sus notas frente a ellos “bien, deberíamos tener todo, ahora todo queda en manos de la suerte” cometa Hughes a un lado.

 

“Siempre está el plan b” dice dando un paso al frente con una sonrisa, tomando uno de los trajes con apreciación, habiendo tenido un cariño por el diseño y material de los trajes de éste mundo… al menos por parte del mundo no mágico.

 

“Creo que correr como una gallina sin cabeza a la salida más cercana no es un plan” escucha detrás de él.

 

“Depende a quien le preguntes” murmura Roy recibiendo una mirada en blanco, hasta  rendirse dejando salir una pequeña risa mientras sujeta su propio traje frente a él.

 

Tomando su tiempo para cambiarse el atuendo para esa noche.

 

Así, una vez que ambos estuvieron vestidos con sus trajes, solo fue cuestión de acomodar sus varitas, tan ocultas como pudieron del mismo modo que los cuchillos de hughes debajo de sus ropas y los guantes de Roy.

 

Su plan para la noche empezó caminando casualmente por las calles de Londres, la calle era tranquila y el cielo ligeramente despejado daba la impresión de una noche perfecta para una velada tranquila.

 

Hughes se veía divertido al ver a su amigo más animado con el nuevo plan loco que idearon, mientras Roy avanzaba con confianza.

 

Roy se movía fácilmente, sin dar demasiadas miradas a su amigo, empezando a acostumbrarse a la idea de tenerlo de vuelta, no termina de acostumbrarse a la sensación de hundimiento en su estómago si lo piensa demasiado, últimamente agradeciendo cualquier avance o distracción, el  empieza a notar la ansiedad de no tenerlo luego de su muerte, más que nada en los últimos días más lentos.

 

Así es como nuevamente, pueden ver como el elefante de la habitación es ignorado, piensa Roy y niega la idea tan pronto como pasa por su mente, por que si lo mira está seguro de que vería a ese elefante cambiar de colores y bailar.

 

Ambos se acercaron a un edificio fuertemente custodiado. Las luces cálidas iluminan el interior y los guardias se muestran cerca de cada puerta y ventana. una mirada rápida les confirmó que no entrarían por ningún medio común, haciendo que su única solución fuera trepar al edificio de al lado.

 

No es necesario más, ambos caminan a un lado del edificio entrando a un callejón, por fortuna vacío, fue Roy quien vio la escalera de incendios, señalando Maes pone sus manos juntas como les enseñaron en la academia militar haciendo un movimiento con la cabeza a su amigo para que este se acerque.

 

Usando las manos de Hughes como apoyo para bajar unas escaleras deslizantes, Roy las sujeta para él antes de empezar el ascenso hasta el último piso.

 

Maes usa las escaleras, avanzando por la salida de incendios de forma silenciosa, tan pronto como esta en lo más alto revisa cauteloso el terreno antes de pisar la azotea con el otro pelinegro detrás de él limpiando su traje, Hughes busca un trapo para sus manos mientras ambos se acercan lentamente al borde del edificio, viendo su objetivo a solo unos metros.

 

El edificio frente a ellos se veía imponente en un mármol bien pulido para cubrir el exterior, con un domo encima de él que dejaba ver parcialmente el interior fuertemente iluminado bajo algunos candelabros.

 

Mirando el espacio entre edificios se escucha su voz rompiendo el silencio “¿listo?” Pregunta Roy calculando el momento adecuado mientras un guardia camina por el callejón entre los mismos.

 

“No creo que haya ningún momento donde eso se pueda contestar completamente en serio” le contesta con ironía colocándose a su lado.

 

Con una pequeña risa el alza tres dedos visiblemente mientras mira hacia abajo, mirando el guardia acercarse a la esquina mientras se prepara, tensando sus piernas.

 

Dos dedos.

 

Uno.

 

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