Condenados al fuego

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Condenados al fuego
Summary
Ser el único humano que no busco ver la verdad, Roy Mustang no es una alquimista común, aun sabiendo que esta siendo usado y todo es mas complicado que lo que afirma la verdad el acepta, no busco hacer una transmutación humana y nunca se atrevería a intentar hacerlo, pero el universo da vueltas extrañas y el necesita recordar que aunque es solo un hombre aun puede continuar, dejando de verse como un monstruo y aceptar que es humano... pero necesita un empujón.
Note
Llevo años literales sin escribir, es algo lindo volver, mi primer pensamiento fue escribir en ingles, pero realmente espero que el traductor pueda cubrirme en eso.Si tienes dudas de tiempo o algo mas seré feliz de contestarlas en su momento, por ahora espero que disfrute por que hice caldo de pollo para mi alma que aun duele con la perdida de Roy.
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Palos

Tres días después de empezar a aprender sobre el mundo mágico los dos habían decidido de forma unánime considerar a los magos locos ignorantes que se mantenían vivos por pura suerte y gracia divina.

Roy se mantenía especialmente ofendido por la falta de respeto que la magia mantenía a cualquier ley natural, mientras Hughes estaba particularmente molesto con el manejo del estatuto secreto, pero ambos acordaron que ese no era su problema después de considerar en un acalorado debate quemar el gobierno desde los cimientos.

“Ya sabes… saben tan poco de alquimia que si quemara su ministerio no lo descubrirían…” repitió Roy mientras terminaba de tomar nota del último libro leído, cerrando el diario no mágico que utilizó para las notas no tan importantes que podía permitirse mantener sin ningún código.

Hughes río desde su cama negando la cabeza “el fuego no siempre es la solución lo sabes”.

“Pero casi siempre es un camino” murmura entre dientes.

Decidiendo ignorar eso Hughes continúa con una nueva línea de pensamiento “¿ya te mentalizaste que necesitamos varitas?”.

Roy frunce el ceño en respuesta y sus labios forman una línea mientras suelta un gruñido “por desgracia”.

“Bien después de comer y mañana podemos ver a Remus ¿le escribirás a Bogrot?”

“lo haré después de terminar con esto” contesta mientras toma su gabardina, colocándosela con desgana.

Recibiendo un asentimiento mientras Hughes sigue su ejemplo, saliendo ambos con una aire de molestia después de acomodar sus cosas, juntas por si necesitan moverse rápido, aunque Hughes luciendo un poco más entusiasta.

“Y yo que pensé que tu alquimia no tenía sentido” comenta juguetón en amestrian.

Recibiendo un suspiro mientras arrastra los pies “pero al menos tenía lógica y reglas”.

“Cierto” contesta en acuerdo acompañado de un asentimiento.

El camino se hizo de forma automática, caminando sin dificultad a través de algunos puestos del callejón desde su hotel a la cafetería.

Ambos comieron en una cafetería que encontraron el segundo día después de que Hughes tuviera que arrastrar a Roy fuera de la habitación a pesar de este aferrarse al marco de la puerta negándose a lidiar con los magos paganos.

Hughes aún ríe recordando eso, haciendo solo un poco más fácil lidiar con sus pendientes de ese día al solo tener un Mustang malhumorado, pero no terco.

Se sentaron en silencio solo pidiendo su comida con fatalidad oculta, casi como si ambos aceptaran esa como su última comida y resignados a tener que fingir la nueva normalidad como eso mismo, normal, a pesar de su reticencia a aceptarlo de cualquier manera.

Una vez terminado y con la misma actitud pesimista esta vez fue Roy quien tomó la delantera, habiendo encontrado la tienda de varitas el día anterior al descubrir el uso de estas como amplificadores, preguntado por más información, reciclando su argumento de investigar el uso de energía en la magia.

Roy empezaba a considerar usar eso como su tapadera por un tiempo con tal de ser constante y facilitar la mentira.

Al ver la tienda Hughes alzó una ceja hacia su amigo, quien no se inmuto y abrió la puerta para terminar de una vez con la condena de traicionar todas sus creencia o puede solo estar siendo dramático, pero que jodan a los magos se volvió un mantra.

“oh clientes, que los trae por aquí parecen un poco mayores para venir por una varita” comenta animadamente un hombre detrás del mostrador con una energía demasiado animada.

Roy se concentra para no poner los ojos en blanco al comparar su energía con su propio amigo, contestando cortezmente “entonces te equivocarias, venimos por dos”.

“¿Es así? ¿Qué pasó con las anteriores?” pregunta el hombre acercándose hacia el más de lo que le hubiera gustado a Roy.

“Un pequeño descuido mientras viajábamos, la perdí en el mar” le comenta dando un paso atrás.

“La rompí accidentalmente” comenta Hughes con una falsa sonrisa arrepentida.

Él mira a ambos con ligera desaprobación antes de sacar una cinta métrica “no puedo creer que sean tan descuidados, espero no verlos pronto ¿cual es tu brazo de varita?”.

Ignorando el comentario con tono ligeramente molesto, Roy considera un momento antes de extender dubitativamente el brazo derecho con su guante puesto “¿haremos lo mejor que podamos?” contesta dudoso.

Eso no parece apaciguarle, pero no tarda en darle una varita “abedul, 16 pulgadas, pelo de cola de unicornio” dijo poniendo la varita en su mano.

El la mira con duda y luego al vendedor “agítala” el ordena alzando la ceja.

Roy hace eso después de dudar un segundo, siendo seguido de una pequeña explosión de fuego.

El mira con los ojos bien abiertos, alejando la varita lo más que puede de su cuerpo sin soltarla, mirando con casi tanta duda y desconfianza como Hughes detrás de él.

“Oh, si, al menos no fue tan malo como la vez que intentaste usar el horno para hacer un pastel para mi cumpleaños” comentó Hughes recibiendo una mirada fastidiada de Roy.

La mirada del vendedor se ilumina de forma imperceptible rodeándolo de lo que solo se puede traducir en energía maníaca mientras le arrebata la varita y pone una nueva en su mano “genial, avellano, 13 pulgadas, pluma de fénix, pruébala” el anima como si no le importara la reacción.

Haciendo lo mejor que puede para adaptarse sin levantar sospechas, él mueve la varita con mucha más cautela esta vez generando chispas, semejantes a las del metal caliente al ser golpeado, que terminan quemando unos papeles en el mostrador de la tienda “disculpe…?” el murmura sin estar muy seguro de lo que sucede.

“Tonterías” contestó él retirando la varita, repitiendo su discurso sobre los materiales con una nueva “estas son las reacciones más interesantes que he tenido en un tiempo”

Con una mirada resignada ambos aceptaron su destino, agradeciendo haber comido antes de empezar, luciendo como una tarea a largo plazo.

Quizá fue una hora después que Roy logró terminar, habiendo soportado muchas de las burlas de Hughes sobre sus deseos de ver el mundo arder o similares, como si en controlara la reacción de esa cosa, nada tiene que ver el verdadero deseo de quemar todo lo relacionado con magia.

Hughes por otro lado solo tomó 30 minutos y poco menos de la mitad de pruebas para conseguir su propia varita con un mucho más animado Ollivander.

“Bien serian dos varitas, fibra de corazón de dragón, manzano 14 pulgadas, rígida, una contradicción en si misma, con la capacidad de las artes oscuras pero sin el deseo de hacerlas, para una persona de altas aspiraciones” dijo muy alegremente guardando la varita de Roy en su caja. “ y pluma de fénix, Cedro 13 pulgadas, flexible, para personas perspicaces y perceptivas, muy leales” continuo mientras guardaba la otra varita “¿seria todo?”.

Los dos se veían tan aliviados como perturbados, agradeciendo las chispas naranjas que salieron de la varita de Roy señalando el final de los intentos de quemar la tienda y las verdes pálido de Hughes después de volver la tienda un desastre desorganizado.

Siendo Hughes quien contesta “supongo que podríamos llevar algo para su mantenimiento…”.

Eso saca una sonrisa mientras añade dos kits de mantenimiento “espero, como dije, no tener que verlos pronto, estas dos son grandes creaciones, si las destruyen o pierden voy a tener que tomar medidas” comenta ligeramente amenazante.

“Por supuesto” contento Roy con los ojos en blanco mientras Hughes tomaba las cajas y los kits metiéndolos en la mochila que llevaban con ellos, antes de aclararse la garganta “pero tambien me gustaría preguntar si estaría dispuesto a explicarme el funcionamiento de las varitas como catalizadores en algún momento”.

“¿Te interesa?” le pregunta con genuina curiosidad.

“Claro, es parte de una investigación que estoy haciendo por mi cuenta” le contesta mientras Hughes guarda el último kit y da un paso atrás.

“Si estás dispuesto a hablarme de esa investigación puede que te de algo de información útil” le contesta con entusiasmo.

Él sonríe un poco, asintiendo “suena como un intercambio equivalente” contesta mientras ignora el resoplido de Hughes detrás de él y acepta una tarjeta de Ollivander.

“En ese caso escríbeme en algún momento señor Mustang” afirma dándole una sonrisa, pero con una mirada calculadora y ojos brillosos que le dan una ligera mala espina, pero no da sensación de peligro inmediato.

Despidiéndose ambos finalmente salen de la tienda realmente agotados y listos para volver a su habitación.

“Creí que odiabas la magia”.

“odio no entenderla”.

“Punto justo, la verdad hace años que no te veo tan dispuesto a investigar de esa forma”.

“Somos adultos Maes, no puedo solo dejar todo para investigar…”le dice con burla antes de susurrar “y sabes cual es el segundo encargo”.

Él hace un sonido de acuerdo mientras caminan de regreso “¿cuando piensas escribirle?” pregunta seguro de que será un cuando en lugar de si lo hará o no.

“Quizá mañana temprano, antes de ver a Remus”.

“Suena como un plan ¿café?” pregunta señalando la cafetería que pasaron antes de ir por sus varitas.

Mirando con mejor humor, Roy contesta con una sonrisa irónica “no tienes que preguntar”.

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