Luz Verde (Green Light)

Harry Potter - J. K. Rowling
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Luz Verde (Green Light)
Summary
Hermione Jean Grange fue abandonada por alguna razón desconocida en el mundo muggle a corta edad y posteriormente fue adoptada por el matrimonio Granger, quienes le dieron su apellido y una verdadera familia.Una década más tarde, a la edad de once años, ella es visitada por un par de extraños, dos magos que le cuenta la verdad de su origen mágico y le ofrecen la posibilidad de asistir al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería para convertirla en una gran bruja.En el trancurso de los días previos al inicio escolar se relaciona con Albus Dumbledore, la familia Malfoy y el profesor Severus Snape, que se convierte en su tutor legal para todo fin relacionado con el mundo mágico. Hermione forjará poco a poco una amistad con Draco Malfoy luego de un encuentro que, tal vez, cambie sus vidas para siempre.
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Dulces

CAPÍTULO 9: DULCES

Los tres se detienen en la tienda de dulces y bebidas donde ven a Severus Snape de espaldas mirando hacia dentro del local. El hombre se da vuelta al escuchar a la señora Malfoy llamarlo por su nombre, mientras Draco y Hermione se acercan a abrazarlo.

−Hola, niños –dice dedicándoles una sonrisa en agradecimiento y acariciando sus cabellos.

Los dos lucen muy felices y entusiasmados al verlo nuevamente, por lo que les pregunta que han estado haciendo en los últimos días.

−Leer –dicen casi al unísono.

Severus piensa que es obvio que estuvieron leyendo los libros que compraron. Sobre todo, Hermione que necesita informarse sobre todo lo que ella no sabe aún. Pero le asombra que estén tan conectados como para reconocerlo simultáneamente. De hecho, sabe que ambos tienen la misma habilidad para el estudio y las lecturas complejas.

−Le puse nombre a mi lechuza, Severus –agrega la niña emocionada.

Eso es nuevo, hasta hace dos días no tenía nombre, por lo que Hermione le confesó en la carta.

−¿Ah, sí? ¿Cómo se llama?

−Psique. A ella le gustó, también.

−Es un precioso nombre, Hermione.

−Fue dificil, porque quería ponerle un nombre mitológico que no tuviera una connotación mala en ningún sentido. No encontré muchos que cuadraran con esa descripción –explica.

−Me parece una decisión acertada.

Severus trata de hacer memoria sobre quien es Psique, y recuerda que es la esposa de Eros en la mitología griega. Curioso. Pero igual es un nombre ideal, para una lechuza tan blanca, pura y amistosa como esa. No existe ninguna leyenda o versión paralela donde se hable mal de Psique hasta donde recuerda, como sucede con la mayoría de los dioses o semidioses.

−¿Se ha adaptado a ti?

−Bastante, ama estar sobre mi brazo, mi hombro o mi cabeza mientras estoy haciendo mis cosas y creo que le gusta comer de todo un poco. Nunca se aleja demasiado de mí.

−Eso es bueno. Fue una buena elección adoptarla, entonces.

−Lo fue. Gracias por la propuesta.

−Yo también te ayudé a elegirla –interviene Draco en un tono que los adultos saben que evidencia algo de celos. Y con justa razón, ese día, él fue el mayor responsable de que ella adoptara a Psique y Hermione no dijo ni una sola palabra al respecto. Él quiere obtener la atención de su más reciente amiga nuevamente.

−Lo tengo presente, Draco. También quería agradecerte por eso.

Y lo abraza por los hombros, apoyando su cabeza en el hombro del chico, que por unos segundos se queda con sus manos en los costados por ese gesto inesperado. Internamente esperaba otro beso como había sucedido anteriormente, no un abrazo. Pero, claro. Hermione siempre hace cosas que lo toman desprevenido.

−Gracias, Draco.

Esa voz tan dulce y sincera lo hace ceder cuando algo cálido se extiende en su interior, algo a lo no logra ponerle nombre... una sensación completamente diferente a la frialdad a la que estaba acostumbrado experimentar en su vida. Eso lo confunde y le agrada al mismo tiempo. Tal vez es porque nunca ha conocido a una persona, hombre o mujer, que no le tenga miedo a expresar sus sentimientos abiertamente, a excepción de sus padres cuando estan en privado. Él cierra los ojos y le devuelve el abrazo, apoyando tímidamente sus manos en la espalda de ella.

Cuando se apartan, entran a la dulcería los cuatro juntos.

−Pueden comprar lo que quieran, niños. Pero confío en que no se coman todo hoy. No quiero tener que llevarlos a San Mungo por una indigestión –les dice Narcissa.

−No, mamá –acepta Draco obediente.

−No le hagas probar productos raros a Hermione aún, solo porque parezcan divertidos o misteriosos. Ya tendrá tiempo para descubrirlos cuando empiece a estudiar y tenga sus visitas a Hogsmeade. 

−Entendido. Hoy solo dejaré que escoja dulces normales sin magia, ni pociones. Y definitivamente, no le daré grageas Bertie Bott –el aludido asiente.

−Bien, tienen quince minutos. Los esperamos aquí abajo –les habla con cariño.

La tienda parece chica desde fuera, aunque cuenta con tres pisos llenos a rebosar de bebidas, sándwiches, galletas dulces con muchos rellenos y dulces de todo tipo. La escapada perfecta para cualquier niño. La planta baja sirve de cafetería también y en este momento hay muchas personas sentadas comiendo, sobre todo adultos que ya pasaron su edad de obsesionarse con dulces y prefieren disfrutar de un buen jugo, café o té.

La mujer observa como su hijo toma la mano de su nueva amiga y la lleva escaleras arriba en busca de golosinas. Una sonrisa surca su rostro al verlos juntos. Se ven adorables.

Severus y Narcissa se acercan a un sector poco atractivo para el resto de los clientes y seleccionan unas botellas de jugo para los cuatro y un par de sandwiches para ellos dos. Severus se ofrece a pagar y luego se sientan en una mesa a esperar a Draco y Hermione que posiblemente demoren más tiempo del que ella les indicó.

−¿Me parece o lo estás consintiendo mucho más que de costumbre a Draco últimamente? –pregunta Severus a la mujer.

−No te parece, lo estoy haciendo. Me he dado cuenta que Draco ha tenido una vida muy solitaria hasta ahora, y me siento algo culpable por eso al verlo como actúa como Hermione y los pocos amigos que tiene. Está entusiasmado. Él ha estado solo con nosotros todos estos once años; y quiero pasar un tiempo más de calidad con él antes de que se vaya a estudiar a un colegio lejano por primera vez. Será raro para ambos no tenerlo en casa gran parte del año –reflexiona.

−Solo es una etapa, Cissy. Esto lo ayudará a crecer y convertirse en el mejor mago. Draco tiene mucho potencial. Aparte, tus padres también debieron sentirse igual en su momento.

−Sí, es verdad. No los entendí hasta ahora. Sobre todo, a mi madre que lloraba cada vez que nos despedíamos en los primeros años. ¿Crees que sea seguro ahora, Sev?

El hombre sabe a lo que se refiere, por supuesto. Desgraciadamente, lo vivió en carne propia.

−Estos últimos diez años han sido muy tranquilos, Cissy. Albus Dumbledore se aseguró de hacer del colegio un buen lugar para estudiar y vivir. Espero que siga así. El problema es que el futuro es impredecible y no sabemos si de un día para el otro, él quiera volver a recuperar lo que perdió. Si lo hace, seguramente lo sentiremos; Y en consecuencia, extremaremos las medidas de seguridad.

Severus se pasa la mano instintivamente por el brazo donde tiene la marca tenebrosa, un símbolo de sus malas decisiones pasadas que lo tortura hasta el presente, y que, sin embargo, fue una experiencia que lo ayudo a redimirse de alguna forma. Si "él" llegara a volver, Severus ya no estaría de su lado, aunque la realidad, es que nunca lo estuvo del todo, fue un doble agente la mayor parte del tiempo.

−¿Es verdad que el niño que sobrevivió estudiará este año en Hogwarts?

−Así es, Hagrid fue a buscarlo personalmente el día de su cumpleaños hace casi tres semanas. Según Dumbledore, fue una gran travesía. Sus desagradables tíos tuvieron a toda la familia mudándose de un lugar a otro por semanas para que Potter no descubriera que era un mago.

−¿Peor que con Hermione y su madre rompiendo cartas y ocultándole información a su familia?

Narcissa no la culpa del todo por eso. Tal vez, ella reaccionaría de una forma muy similar en su lugar. Si pensara que su Draco está en peligro y no supiera ni que es la magia. La preocupación materna o paterna, y el instinto de protección hacia los hijos, es algo completamente natural. No debió ser agradable para un matrimonio muggle que de pronto les llegaran cartas con lechuzas informándoles que su hija de corazón, la misma que criaron desde bebé, era una bruja.

−Es diferente, la madre adoptiva de Hermione actuó desde el miedo ante lo desconocido y la ignorancia. Debimos ir a visitarla directamente en esas fechas, solo que, con el problema de Potter, se postergó ese momento. Ahora, la señora Granger está aceptando medianamente que su niña, no es como ellos. En cambio, los Dursley, sabiendo la verdad, le mintieron toda su vida por maldad y rencor; y su tía, en particular, desde la envidia.

−¿Después de tantos años no pudo perdonar a su hermana fallecida? –Narcissa está atónita.

−Eso parece, Cissy. Me comentaron que le hizo vivir a Harry un infierno, no lo trataba como parte de la familia. Jamás lo hubiera imaginado, aunque no me sorprende tampoco. Entiendo que quisiera alejarlo del mundo mágico para protegerlo, pero no sé en qué estaba pensando Dumbledore cuando llevó al bebé con Vernon y Petunia.

Severus toma un trago de su botella de vidrio y come un poco, después de eso no vuelven a hablar de Potter, porque descubren algunos pares de ojos curiosos mirándolos. Y ella lo imita, hasta que notan que al estar en silencio han perdido el interés en ese nombre tan famoso.

−¿Me puedes prometer una cosa, Severus? –pregunta ella cuando ya nadie los mira.

−Lo que sea.

−Cuida mucho a Draco por nosotros.

−Es como hijo para mí, por supuesto que lo cuidaré. Bueno, en realidad cuidaré a ambos. Me convertí legalmente en el tutor de Hermione ayer. El Ministerio de Magia, lo aprobó y procesó para enviarlo a la siguiente área. Solo estoy esperando que me entreguen los documentos para enviarles unas copias a sus padres. Me dijeron que eso puede demorar.

−Lo imaginé. Lo harás bien, Severus. Aparte se nota que ella te quiere.

−Eso espero, porque ahora tendré que aprender a lidiar con todo lo que implica tener una niña en tu vida de la cuidar.

−Soy la menos indicada para aconsejarte en eso. Solo puedo decirte a las mujeres les gusta que las consientas, las escuches y les permitas expresar lo que sienten.

−Lo sé –dice con una media sonrisa.

Los dos chicos bajan por las escaleras más lento y con dos frascos grandes de vidrio casi llenos con un poco de todo. Se trata de un surtido de galletas, grajeas, gomitas, caramelos, chocolates, bolsitas de plumas de azúcar y otros snacks bastante coloridos que hacen contraste con la ropa oscura que llevan puesta.

−¿Ya terminaron? –pregunta Narcissa dedicándoles una sonrisa amable.

Ambos asienten.

−Vayan a la caja para que les pesen todo y tomen... paguen ustedes –interviene Severus, entregándole a Draco muchas monedas en su mano vacía.

Ambos le agradecen y van a formar fila hablando entre sí animadamente.

−Es increíble que se lleven tan bien en poco tiempo. Solo se han visto dos veces –comenta la mujer observándolos con curiosidad.

−Tienen algunos intereses en común y ambos son muy inteligentes, eso ayuda –explica Severus.

−O tal vez algo más, Sev. Igualmente, solo el tiempo lo dirá. Dejemos a los niños ser niños.

−¿Y te importaría? –pregunta curioso.

−Me agrada Hermione. Si es eso lo que quieres saber. Deseo que se la pueda ayudar a encontrar a sus padres o descubrir algo. No me quiero ni imaginar cómo se siente cuando está sola, luego de descubrir todo esto. Es demasiado para procesar para una niña de su edad. ¿No lo crees?

−Estoy de acuerdo. Es un cambio muy radical para ella. Ahora debe estar cuestionándose porque la abandonaron en un mundo desconocido cuando todo estaba en llamas aquí.

−Espero que haya una buena justificación que no la decepcione. Como se lo pediste, Lucius ya está intentando contactarse con algunas personas, seguro te contara esta noche los detalles.

Severus asiente, haciéndole entender que estaba seguro podía contar con él para poder encontrar juntos información prohibida de la Primera Guerra Mágica.

Los aurores no quisieron ayudarlos con la información confidencial que mantienen bajo siete llaves en el Ministerio de Magia desde la guerra, porque para ellos es una "era acabada y no se debe remover el pasado" según el Ministro. Snape cree que la razón es otra, no confian en que la información se la pidan solo para descubrir el paradero de personas teóricamente desaparecidas.

Así que, Severus y Albus decidieron ingeniárselas para conseguir información por otros medios no oficiales. Recurrir a ex mortifagos lo consideraron un riesgo, pero una de sus pocas alternativas, porque el bando del Señor Tenebroso, en su tiempo, manejaba listas muy detalladas de todo.

Severus siendo consciente que son contadas con una mano las personas de confianza que no utilizarán toda esa información para reabrir una puerta que no debe abrirse nunca más de ser posible, por el riesgo de traer más destrucción y muerte que en el pasado, ha decidido a recurrir a la única persona con contactos en la que confía en la actualidad.

Y ahí entra, Lucius Malfoy, quien dice que no va a arriesgar su puesto en el Ministerio hasta estar seguro donde debe buscar la información requerida; pero que accedió a buscarla extra oficialmente. Para finalmente, pedir acceso a información específica actualizada sobre algún hechicero relacionado con Hermione sin levantar sospechas y dar con el pasado desconocido de la niña.

 

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