
Retorno
Cuando abrió los ojos sintió como el cansancio y todo el mal en su cuerpo había desaparecido, soltó una pequeña sonrisa nada divertida porque había tenido su jodido celo luego de largos meses creyendo que no era real, todo era real y había tenido una reacción fisiológica que solo los animales tenían. ¿Esto qué significaba? ¿Cuál era la proporción animal-humano en su cuerpo? ¿Era más criatura que mago? Las preguntas inundaban su cabeza y le asustaba buscar una respuesta, tenía miedo de que sea algo que no le agradara.
Lentamente se fue levantando para poder ver a sus padres a su lado acompañándolo y cuidándolo como pasó en la primera vez que tuvo su celo, sin embargo, frente a él estaba una mujer muy, pero muy anciana que nunca en su vida había visto, asustándolo.
“¡Ah!” gritó poniendo el mayor espacio entre él y la desconocida, tanto así que terminó cayendo de aquella suave cama “Auch” se quejó desde el suelo de madera porque había caído de coxis, aunque todo dolor fue anestesiado cuando la mujer empezó a acercarse por lo que colocó una mano al frente de él “Detente” gruñó.
La señora lentamente se iba acercando sin hacer caso a su pedido, estuvo tentado a lanzarle un hechizo o alejarla a la fuerza, pero su conciencia seguía reclamando en no hacerle daño debido a su edad tan avanzada, con un simple empujón creía que podía lesionar de gravedad. Estando la señora a centímetros de él levantó un trapo húmedo que lo fue pasando con cuidado y suavidad por el rostro de Draco, limpiando el sudor que había sido consecuencia del calor “¿Estás mejor?” preguntó con voz temblorosa en un lento chino mandarín.
El rubio asintió siendo ayudado a levantarse por la señora “¿Gracias?” dijo observando la habitación que se encontraba. Era pequeña y muy simple con pocos adornos para poder descifrar los gustos del propietario, se quedó viendo en un espejo debido a que su apariencia se encontraba hecha un completo desastre. Sus despeinados cabellos rubios blanquecinos le daban una imagen descuidada, mientras que sus mejillas se encontraban levemente rojas por la fiebre que recorría su cuerpo durante aquellos momentos, además de que el conjunto de ropa que usaba no era la suya porque era obvio que le quedaba como tres a cuatro tallas más grandes, también porque él nunca había usado aquel raro ¿vestido? “¿Qué… mi ropa?”
“Tuviste una fiebre muy alta estos días, por el calor la rompiste” ¿Calor? ¿Con la nieve que siempre tenía esta parte del Tíbet? El celo es algo bárbaro.
Espera… ¿días?
“¿Cuántos días estuve aquí?” el miedo iba hormigueando su cuerpo a la espera de la información, no podía haber pasado mucho, ¿verdad? Seguro dos días como máximo y tenía tiempo para poder llegar a Hogwarts en el tiempo establecido y no meterse en proble…
“Cinco días” estaba muerto.
¡¿Cinco?! Entonces hoy debe ser lunes… el comienzo de clases. Mierda, mierda, mierda. “Tengo que irme” susurró intentando buscar sus objetos en esta habitación, su bolso, su ropa, su pin, su varita, sin mucho éxito “¿Dónde…?”
“Eso será un poco difícil” le respondió la anciana. ¿Era una amenaza? ¿No lo iban a dejar ir? “Tu poder nos ha encerrado”
¿Mi poder? se quedó pensando lo que le estaban diciendo, en eso todos los recuerdos sobre su huida de la avalancha, el ataque de Nhung y su uso de magia en presencias de muggles para protegerlos de una muerte segura le dieron con fuerza. Estaba en más problemas de lo que creía, ¿verdad? Seguro le había activado la alarma de la Oficina del Uso Incorrecto de la Magia de China en esta zona ante una actividad mágica inusual, debido a que si a la ‘magia’ lo llamaran ‘poder’ era obvio que estas personas nunca supieron de esta.
Lo más probable es que los aurores de China estén pensando en encerrarlo de por vida por romper el Decreto para la Razonable Restricción de la Brujería en los Menores de Edad y el Estatuto Internacional del Secreto Mágico.
Sin embargo, antes de entrar en pánico lo que le dijo la señora cruzó como un relámpago por la cabeza “¿Encerrado?” lo escoltó a la única ventana de la habitación que se encontraba cerrada con unas cortinas azules, le señalaron de que tenía el permiso para abrirla así que con ansias lo hizo. Frente a él pudo apreciar cómo este pueblo seguía siendo rodeado por aquella cúpula negra semitransparente que antes de desmayarse había convocado “¿To… todavía no se desvanece? Ya pasaron varios días, eso no tiene sentido.”
¿Cómo era posible que siguiera en pie? El hechizo protego solo dura hasta que se rompe con una maldición superior o cuando el que lo activó lo hace desvanecer o este queda fuera de combate. Él se desmayó así que tuvo que haberse desactivado hace mucho, hace cinco jodidos días. Además, tenía otra duda de porque aquel escudo era de un color tan extraño, nunca había leído de un escudo negro.
Antes de salir de aquella casa le tendieron un pequeño bolso que no era el suyo cocido completamente de lana. Agradeció por el regalo observando que adentro estaba su varita, su ropa rasgada -sin oportunidad de reparación ni con magia-, revolvió el bolso intentando encontrar su pin, pero lastimosamente no lo encontró, no sabía cómo preguntarle a la anciana sin parecer que le estaba echando la culpa de robarlo.
“Todos han estado preocupados por ti” susurró la mujer al abrir la puerta. ¿Todos? Si ni siquiera los conozco, pensó. Daron una cuantos pasos fuera cuando un ‘gong’ resonó por el pequeño pueblo con un eco, logrando que en menos de cinco minutos lo rodearan diversos ciudadanos quienes lo miraban maravillados “Por favor, antes de que empieces tu búsqueda de soluciones para este domo dales un tiempo ya que te quieren presentar algo como agradecimiento” ¿agradecimiento? Iba a preguntar de qué hablaba cuando los pobladores le saludaban con una sonrisa o les daban las felicitaciones por superar su enfermedad o decaída.
Eran tan amables, con un aura muy familiar entre todos.
Que extraño lugar.
“Al fin se levantó el espíritu lobo” dijo con una gran sonrisa una niña de siete años con coletas muy adorables. Su madre le regañó para que hiciera una reverencia hacia él, no fueron las únicas en hacerlo, sino que los demás pobladores también se inclinaron “Alabado sea nuestro espíritu salvador” dijeron en conjunto todos los ciudadanos.
¿Espíritu del qué? ¿Qué estaba pasando? ¿También debería inclinarse?
¿Se había encontrado con fanáticos religiosos? Solo a él le pasaban estas cosas.
“Yo… yo no soy un espíritu” susurró intentando mantener la mayor distancia entre él y los ciudadanos, siendo esto difícil por el pequeño espacio que le daban al ¿alabarlo? Los demás rieron como si hubiera dicho una broma para después levantarse y el grupo de niños entre 3 a 10 años lo empezaron a jalar varios metros hasta quedar -a su parecer- en el medio del pueblo donde unos hombres estaban prendiendo una fogata y los demás se sentaban alrededor de este en diversas filas circulares consiguientes.
“Es una fiesta de agradecimiento” le dijo emocionada una de las niñas mayores “Creímos que moriríamos por la avalancha, pero tú llegaste y nos salvaste con este gigantesco domo, eres nuestro espíritu guardián”
“¡El espíritu lobo!” gritaban los demás niños muy felices. ¿Esta era una secta? ¿Lo iban a sacrificar como en esos libros históricos de la cultura muggle que había leído en la biblioteca del colegio? ¿un grupo satánico? Sin embargo, si pensaban matarlo, ¿no lo hubieran hecho cuando estaba en su momento más delicado, en su celo? Su mirada se fijó en un pequeño niño de no más de tres años que se había caído por estar saltando y riendo con los demás niños pequeños que querían verlo bien ya que los mayores le tapaban la vista.
“¡Oh! Bao se lastimó” susurró lastimosamente un niño “Debes tener cuidado Bao, siempre te lastimas y tus heridas tardan en sanar”
Se acercó con cuidado al pequeño niño que estaba tocando su rodilla donde tenía un fuerte raspón. Bueno ya había usado magia y parecía que estas personas no les importaba, así que sacó su varita de su bolsa de lana, lentamente lo fue pasando por la rodilla herida desinfectando, curando y cerrando la herida hasta que ya estaba completamente sano, como si nunca se hubiera raspado “Listo, ¿te sigue doliendo?” le susurró con una sonrisa amable al pequeño niño que se iba sonrojando rápidamente por sus regordetas mejillas, solo recibió una rápida negación “Me alegro mucho” los demás niños estaban asombrados y empezaron a preguntar si eso era uno de sus poderes como espíritu lobo. Para no ensuciar más su historial decidió asentir con vergüenza, esperaba poder mantener esta historia para que no descubran que es un mago y no un espíritu ancestral o lo que sea que crean que es.
Fue conducido a la primera fila de los círculos frente a la fogata -aunque había un espacio considerable entre su asiento y el fuego- junto a todos los niños quienes parecían tan asombrados de solo tenerlo ahí, alabando su presencia. No iba a negar que se sentía un poco presumido por tanta admiración “¿Tiene nombre espíritu de lobo?” preguntó inocentemente un niño de ocho años. Los demás niños lo miraron expectantes como si tener aquella información fuera tan importante para ellos.
“Draco” se le soltó decir su nombre. Los pequeños empezaron a repetir su nombre muy feliz, haciéndolo reír por su inocencia y alegría por tan poco.
No esperó mucho para poder saber lo que estas personas querían brindarle porque en eso diversas mujeres y varones empezaron a bailar de una forma muy agraciada y elegante entre ellos, era tan hipnótico verlos hasta les daba ganas de bailar y al parecer sus sentimientos fueron percibidos muy bien por los pequeños niños quienes lo arrastraron a bailar muy feliz, primero estuvo reacio, pero ante su pedido y ruego de aquellos bribones no pudo negarse.
Se estaba divirtiendo, bailando y riendo al lado de estos niños olvidando su preocupación de tener que ir a Hogwarts, de que podía estar siendo buscados por el Ministerio de China o sobre cualquier problema que le estuviera persiguiendo como el Torneo de los Tres Magos. Bailó y bailó con Bao, Hayou, Li Jie, Tai, Shi y más niños que querían su atención. Cuando se cansaron volvieron a sentarse mientras les pasaban vasos con agua para que se refresquen junto con algunos bocaditos muy sabrosos. Así que al estar comiendo creyó que los pobladores adultos lo estaban tratando como un niño y no como adolescente, era tan extraño, como si buscaran protegerlo y hacerlo feliz con todo.
La música iba bajando el tono hasta que todo quedó lo único que se escuchaba era la conversación de cada habitante, todo se detuvo cuando la anciana mujer llamó la atención con un fuerte aplauso “Quiero agradecer a Draco, nuestro espíritu lobo salvador por haber detenido aquella avalancha que estaba destinada a acabar con nuestro pequeño y viejo pueblo” se sintió un poco culpable porque no fue su destino, fue su culpa “Según las leyendas de nuestros pueblos la loba o el lobo han sido un símbolo de protección, que vendrá a nuestra presencia para salvarnos del infortunio como hace siglos lo hizo cuando los dioses decidieron castigar a los humanos porque se descarrilaron del camino del bien” esta historia le parecía tan conocida “La loba fue capaz de desterrar, de protegernos de aquellos demonios que habían sido mandados para acabar con nosotros. Sin embargo, al corromperse fueron alejados de nuestro mundo” claro, era la historia del libro sobre hombre lobos que había leído Gilderoy “Afortunadamente una profecía se fue esparciendo por diversas partes del mundo para que estas criaturas volvieran a mostrar aquel lado protector”
“¿Profecía?” no pudo evitar preguntar interrumpiendo el relato de la mujer. ¿No que la adivinación eran puras mentiras?
“Sí, una profecía” extendió sus manos al cielo como si estuviera haciendo un pedido de ayuda “El humano que se ha creído un dios, quien trajo terror y sufrimiento por diversas partes del mundo, también ha creado su propia destrucción… inyectado con el antiguo linaje de la loba salvadora se levantará entre el dolor y la agonía para buscar derrocar el reinado de depravación… Se levantará para intentar acabar con aquel humano y sus criaturas corrompidas, sin embargo, el camino estará plagado de padecimientos y pérdidas…” terminó de decir la profecía la anciana, una profecía que era muy obvia que todos habían escuchado porque parecían tan calmados por esta información a diferencia de él que se encontraba temblando. ¿Ellos creían que él era ese descendiente? ¿Por eso le decían espíritu lobo? No, no, no, después de todo estas cosas de adivinación, de profecías, de leer cartas, tés eran mentiras, ¿no?
Adivinación era un curso completamente ridículo.
Se levantó con una sonrisa incómoda para empezar a alejarse del grupo de ciudadanos, fue un error quedarse ahí, debía buscar la forma de cómo romper o deshacerse de esta cúpula. Escuchó cómo los pobladores intentaron acercarse, pero la anciana mujer los detuvo con un “Déjenlo, necesita tiempo para reorganizar sus ideas, de entender su posición en la vida”
“Nada de que reorganizar ideas vieja loca” gruñó para empezar a correr hacia un extremo de la cúpula pensando que si se alejaba de ese grupo de locos tal vez no tendría que nunca volver a escuchar sobre sus tontas profecías, que se olvidaría de la información brindada. Decidió concentrarse en el gran escudo que todavía no se había caído, creyó que podía ser por la nieve que tal vez seguía alrededor del pueblo y si este se desvanecía las grandes capas de nieve caerían en el lugar, sin embargo, cuando acercó su rostro lo máximo que podía al domo pudo apreciar como afuera estaba todo libre, despejado, no había nieve, ni siquiera los residuos de lo que arrastró. Había algo extraño en toda esta situación debido a que no podía escuchar nada afuera.
Lo golpeó levemente y solo se creó una leve onda, pero siguió en alto. Se sobresaltó cuando una persona caminó por el otro lado del domo con una varita en alto y haciendo movimientos muy extraños con esta e igual forma que él, sin mucho éxito hasta la frustración estaba grabada en su rostro. Pensó en llamarlo para poder pedirle ayuda, se detuvo porque si este hombre era parte del Ministerio Chino seguro lo terminará apresando, se fue alejando lentamente del domo para no ser notado.
“No importa lo que hagas ni lo que digas ellos no te verán ni escucharán” dijo la anciana para luego lanzar una roca al frente del mago que ni se inmutó “Solo nosotros podemos verlos con un poco de dificultad, este domo no les permite interactuar con lo que hay adentro” estaba sorprendido por lo que hizo sin darse cuenta, ¿cómo lo hizo? ¿Podría alguna vez repetirlo? ¿Podría deshacerse de él? Esta última era su mayor duda. Volviendo ignorar a la dama lanzó algunos hechizos más para romperla, desde ‘sectumsempra’ hasta un ‘bombarda’, pero nada, no cayó el escudo. Liberó sus garras de sus manos para destrozarlo con un zarpazo, pero de igual forma que con su magia nada pasó.
Había estado sin parar lanzando hechizos y ataques físicos, así que cuando llegó la tarde se lanzó al suelo cansado y sudando por el esfuerzo. No le había hecho ni siquiera una rasgadura pequeña al domo, seguía igual de imponente y fuerte como en el comienzo. Dándose su descanso merecido se quedó enfurruñado porque no sabía cómo salir “Esto es inútil” lloriqueó pensando que tal vez ahora su vida sería quedarse en aquel pueblo de locos y se volvería igual de loco, nunca volvería a ver a su manada, eso lo puso más triste porque no podía imaginarse estar tanto tiempo lejos de su familia. “¿Cómo lo invoqué?” se quejó y preguntó intentando rememorar aquel momento. Decidió comenzar desde el inicio, de cómo lo activó y recordó que muchos sentimientos negativos se acumularon en su pecho para luego sentir como estos se trasladaban a su varita.
Tal vez si lo repetía esto desaparecería.
Estaba preparándose para hacer fluir la negatividad, y justo en ese momento su estómago decidió gruñir con fuerza. Se avergonzó porque sabía que estaba siendo observado por aquellos niños del pueblo que al escuchar sus hambrientas tripas corrieron lejos de él para a los segundos regresar con algunos alimentos “Come Draco, come” la sonrisa de Bao era contagiosa, de la misma forma que los demás niños así que con un poco de pesar fue comiendo lentamente “Rico, ¿no? Mamá hizo los Dim sum porque son mis favoritos” se rio divertido cuando los demás empezaron a decirles de sus comidas o bocadillos favoritos. ¿Cómo uno podía enojarse con estos niños?
“Mi plato favorito es la tarta de manzana” respondió a una de las dudas de los niños que empezaron a decir que nunca habían comido eso en su vida, así que lo arrastraron a la cocina de una de las casas para que pudiera prepararlas para ellos “Está en una receta de mi familia por lo que es la mejor del mundo” alardeó empezando a preparar aquel delicioso postre teniendo como sus ayudantes a los pequeños bribones quienes jugaban con la harina o la masa, eran más una distracción que una ayuda. Algunos adultos de vez en cuando se acercaban a la cocina para observar que todo estuviera bien.
Por su parte él esto lo veía como un desestresante luego de un horrible día. Mientras amasaba con fuerza la masa para la base de la tarta solo se ponía a pensar qué hacer para lograr que el domo cayera. No podía permitirse mucho tiempo en este pueblo porque sus padres y amigos deberían estar muy preocupados por su larga ausencia.
Si tan solo funcionara el accio a su pin, lastimosamente parecía que este se encontraba roto o algo malo le había pasado porque no importaba cuánto lo intentara, no llegaba a él.
Hicieron en total 5 tartas de manzana que compartieron con todos los pobladores disponibles en ese momento que felices probaban aquel nuevo postre “Hace tiempo no los veía tan feliz” soltó un suspiro cansado cuando la vieja mujer volvió a su lado, parecía no querer dejarlo en paz “Sé que ya te quieres ir, debes tener otras responsabilidades que cumplir fuera de nuestro pueblo, pero sería difícil huir de aquellos hombres con pequeños palos, ¿no?”
Ahora que ella lo decía sería complicado hacer caer aquel domo y tener que escapar de varios magos quienes tenían la orden de atraparlo y seguro llevarlo a la cárcel por haber usado magia siendo menor de edad y frente a muggles.
Estaba jodido.
“Podemos ser nosotros la carnada” continuó la anciana ganándose toda su atención “Cuando hagas caer el domo nosotros correremos muy asustados hacia estos hombres para que nos ayuden mientras tú tienes tiempo para escapar” le parecía muy simple, pero sabía que los planes sencillos podrían ser los más funcionales.
“Gracias” la mujer asintió con una sonrisa.
“No te preocupes, es una forma de que nosotros podamos pagar que nos salvaras la vida. Es un placer haber conocido al lobo de la profecía” susurró y no tuvo el valor de decirles que había una gran probabilidad de que les borraran la memoria de estos días, pero era lo mejor, ¿no? Así ellos no estarían involucrados con los problemas que acarrea el mundo mágico.
Terminó de comer la tarta para empezar a emprender el camino de nuevo hacia otro extremo del domo e intentar acumular de nuevo aquel sentimiento negativo para expulsarlo. Todo fue un fracaso, no volvió a sentirse así de mal, especialmente porque al haber tenido el celo hace poco su cuerpo se encontraba liberado y desestresado. Así se quedó dormido en la tierra a entrada de la madrugada.
Al despertarse se percató de que le habían colocado una gruesa frazada encima, además de que al lado de su cabeza había un termo con chocolate todavía caliente y dos sándwiches de huevo. ¿Cómo podía odiar o ignorar a estas personas que hasta ahora solo habían sido amables con él?
Después de desayunar y seguir pensando que hacer, una mujer con pasos dubitativos se acercó con mucho temor “Sé que debe estar ocupado espíritu lobo, soy Wan Yu” iba a corregir a la señora de que no era un espíritu, pero no quería retrasar más su pedido “pero mi pequeña hija se fracturó la pierna hace meses y no curó bien, no sé si podría arreglarlo” rogó con pena.
¿Curar una fractura ya soldada? Eso nunca lo había hecho e iba a negarse, pero imaginar a una pequeña niña sin poder caminar por el dolor de aquella fractura le hizo pensarlo “Lo podría intentar.”
“Gracias, gracias”
La niña en cuestión también debería estar en los tres años, era como todos los ciudadanos de aquel pueblo. Cabellos negros y ojos de color azabache, con una piel trigueña. Cuando la niña lo vio entrar se levantó de aquel sillón para acercarse a él con un leve cojeo, hasta eso parecía dolerle un poco, por lo que se acercó para recortar el espacio entre los dos ”¡Eres el espíritu lobo! Bao en la noche vino a contarme todo de ti” hizo una leve reverencia “Soy Lian mucho gusto, espíritu lobo Draco” ¿cómo los niños de este lugar podían ser tan adorables y respetuosos? Le daba ganas de tener uno así en el futuro.
“Mucho gusto Lian, estoy aquí para revisar tu pierna” se arrodilló para poder pasar su varita por toda la zona herida, pudo percibir un callo grueso y duro en la zona donde debería haberse soldado la fractura “Vas a sentir que la pierna se te calienta un poco, no debes preocuparte, ¿bien?” la pequeña asintió. Recordó sobre aquel hechizo que había leído para disminuir los cayos de las fracturas, solo sabía la teoría así que era un buen momento para hacerlo práctico.
Cuando sintió que el hueso se ablandaba lentamente fue presionando con sus manos el cayo para que se solidifique correctamente. Escuchó un quejido de la niña que abrazaba con fuerza aquella muñeca de trapo.
“¡Todo bien, Lian?” la niña asintió, por lo que continuó por unos diez minutos más hasta que creyó que todo estaba correcto “Camina un poco” estaba expectante por si había funcionado y la niña con lentitud empezó a caminar hasta que lentamente empezó a trotar por toda la casa de madera.
“Ya no duele, aunque ahora mi pierna está gelatinosa”
“Ve yendo despacio, Lian, luego de dos semanas podrás correr sin sentirte cansada ni con molestia” se acercó a la madre para decirle que todas las noches por alrededor de un mes le diera masajes a esa pierna, recibiendo las gracias de una madre completamente feliz de ver a su niña mejor.
Se despidió para volver a retomar su misión. El domo.
Mientras se ponía a pensar en sentimientos negativos para poder derribarlo, solo podía escuchar cómo los niños jugaban detrás de él, los adultos hablaban calmadamente entre ellos hasta reían felices, este era un lugar donde todos eran amables con cada uno, hasta con un completo extraño. Verlos a todos actuar como una gran familia solo le hizo pensar en esos bellos momentos con su familia, cuando bailó con Harry, cuando jugó paintball con todos sus seres queridos -salvo Black y un poco el profesor Lupin-, en el almuerzo que tuvo con todos cuando estuvieron en el Callejón Diagón, el viaje con Severus y Gilderoy, su ida al santuario de los dragones, cada momento feliz.
Este calor en su pecho fue siendo absorbido por la varita y una luz blanca empezó a crecer hasta que lo cegó por unos segundos. Al abrir los ojos notó como el domo poco a poco empezó a resquebrajarse y desde la parte arriba de la cúpula se iba deshaciendo en una escarcha blanca… ¿lo había logrado? ¡Podía regresar a casa! Estaba emocionado, pero en eso se percató que frente a él justo estaba ubicado el campamento de los aurores chinos.
Mierda, que mala suerte tenía.
Empezó a retroceder porque solo faltaría unos segundos para que el domo se resquebrajaba completamente, en eso de nuevo el gong se escuchó y los padres cargaban a sus hijos, mientras se iban distribuyendo para correr en las distintas direcciones, aunque una mayor parte era por donde se encontraba el campamento.
“Buena suerte y gracias espíritu lobo/Draco” escuchó decir a varios de los adultos y niños, mientras él por su parte se iba colocando la capucha de la extraña ropa que tenía, de la misma forma que lo tenían los demás. Y cuando el domo se deshizo por la base el caos comenzó.
Varias personas corrían en diversas direcciones mientras escuchaba como detenían a algunos aurores creyendo que eran policías para decirles: “Estábamos tan asustado” “Ese domo gigante apareció de la nada” “Creímos que nos quedaríamos atrapados para siempre” “Ayúdenos a saber que no volverá a pasar” sujetándolos de la túnica para evitar que se alejaran de ellos.
Rio divertido porque los demás aurores que se salvaron del agarre mortal, estaban confundidos de a quienes perseguir porque todos estaban encapuchados. Algunos tomaban de los hombros a los pobladores para discretamente mover debajo de su túnica la varita para saber si tenían magia propia, pero era difícil saber de todos porque la cantidad los sobrepasaba.
Corrió hasta poder seguir un camino con pocos árboles, cuando estaba recreando mentalmente un mapa de esta zona y buscar un lugar con una ciudad mágica se percató de que se acercaba la anciana.
“Es momento de despedirse” dijo con una pequeña sonrisa.
Asintió “Nunca pregunté su nombre”
La mujer cambió con una sonrisa burlona “No puedes culparte, después de todo estabas desconfiado con nosotros. Soy Huan pequeño Draco y espero un día volver a verte” comentó dándole algunos billetes chinos en su mano junto con un bolso de papel con comida y un termo, se iba a negar, pero la señora continuó “La ciudad más cercana está a cinco horas si sigues este camino, puedes pedir un aventón, pero ten cuidado en leer a las personas, ¿eh?”
“Gracias”
“Es lo mínimo que podemos hacer por ti, además de que debo advertirte sobre aquella profecía” no pudo evitar hacer una mueca ante esta tonta mentira, ¿profecía, por favor? “La última parte se encuentra perdida mi niño, según se ha contado en generación por generación es la más importante. Se nota que eres amable y de buen corazón, no deseo que sigas siendo lastimado porque así decidieron los dioses, así que, si puedes darte el tiempo de tomarlo en serio, sería algo bueno”
“Pero…”
“¿Por favor?”
“Está bien, me la tomaré en serio” la abrazó como muestra de despedida “¿Podrías despedirme de todos los niños?” la mujer asintió “Nos vemos luego señora Huan” empezó a emprender su caminata hasta que recordó de algo que había olvidado y que no encontró “Si una vez encuentra un broche de una personita extraña y el pueblo están en problemas, tómelo en su mano y pida ayuda. Intentaré llegar lo más rápido posible” el rostro confundido de la mujer fue su respuesta “Solo hágalo si lo llega a encontrar. Nos vemos”
Se alejó lo más rápido posible en su versión lobo porque deseaba llegar con su familia. Estuvo corriendo alrededor de 3 horas hasta que se percató de que frente a él iba apareciendo una gran ciudad.
Transformándose en humano de nuevo decidió caminar por la ciudad para intentar captar la entrada mágica, estuvo alrededor de varias horas caminando, intentando no llamar la atención de los demás ciudadanos, aunque fue difícil de hallar la entra al mundo mágico ese día porque la ciudad era grande y siempre había muchas personas abarrotando las calles.
Así que decidió ‘acampar’ en un parque, debajo de un gran árbol. Sacó lo que le había empacado Huan para comer y luego de estar satisfecho se transformó en su versión más pequeña para dormir. A la mañana siguiente fue despertado por unos adultos que le lanzaban piedras para que se fuera del parque en dónde se encontraba prohibido traer animales. Se fue no sin antes de gruñirles y ladrarles a esos hombres desalmados.
Siguió caminando hasta que en un callejón viejo y sucio la descubrió, una tienda de tatuajes que era la fachada para el ingreso del mundo mágico. Volviendo a ser humano entró.
“¡Este no es un lugar para ti, niño!” le gritó el hombre que atendía “¡No ves que estoy ocupado como para ser de niñera!” miró alrededor de la tienda en dónde no había nadie, solo estaban los dos. Sacó con lentitud la varita de su bolso para mostrárselo y hacer un hechizo de chispas, el señor solo frunció el ceño para acercarse a una pared y darle unos golpes rítmicamente para que al segundo se abra esta. Era la entrada a la ciudad mágica.
“Disculpe, podrá cambiarme este dinero por knut o Sickles” sabía que en el banco no lo aceptarían por ser menor de edad, el hombre de forma desconfiada se lo cambió “¡Muchas gracias!” dijo feliz entrando al mundo mágico.
Ya había trazado lo que debería hacer.
Se iba acercar a una zona de chimeneas que funcionan con polvos flú para comunicarse a La Madriguera -esperaba que sea el señor Weasley quien le respondiera porque era más relajado que su esposa- e iba a decirles que se encontraba atrapado en China y necesitaba su ayuda para regresar a Inglaterra. En un comienzo había pensado hacer la comunicación directamente con el colegio, pero la única chimenea era la del despacho del director y obviamente no quería hablar con ese hombre.
Usó todo el dinero que tenía para poder solventar unos minutos la comunicación, que caro era todo. Esperó que respondieran la llamada porque o sino quedaría varado en una ciudad sin dinero, ni formas de cómo llegar a su casa.
A los segundos se conectó la llamada y la cabeza flotante de la señora Weasley se presentó. Tragó saliva porque sabía que desde ahora comenzaría la regañiza de su vida “¡Draco! ¡¿Qué haces en China?! ¡Tengo una llamada desde China!”
Varios minutos después de que la señora Weasley entendiera que el problema era que no tenía forma de regresar a Inglaterra, le dijo que se mantuviera cerca a esta chimenea, se iba a comunicar con su esposo para poder abrir una entrada por flú desde esa zona de China hasta su casa. Estuvo nervioso de que lo botaran de la tienda mientras esperaba, se sintió aliviado cuando la chimenea salió un fuego verde haciendo su entrada triunfal la señora Weasley.
No pudo evitar correr para abrazarla. Sabía que le iba a seguir regañando cuando llegaran a La Madriguera, pero ahora con un adulto que él quería se sentía seguro.
“Nos vamos a casa” dijo la señora Weasley correspondiendo el abrazo para volver a tomar el polvo flu en sus manos y lanzarla en la chimenea para ser arrastrados por unos largos tres minutos hasta que salieron por la chimenea de la casa antigua casa. Ya en la sala se encontraba el señor Weasley que estaba dando leves saltitos emocionados en el mismo lugar “Esto no es algo gracioso, ni menos para estar emocionado, Arthur” regañó a su esposo.
“Pero no puedes negar Molly que también tienes curiosidad de cómo llegó a China”
“No es curiosidad, es ganas de regañarlo por estar en China cuando debería estar en el colegio estudiando” ahora lo miraba fijamente a él, esperando una respuesta creíble para no castigarlo ante el susto de muerte que le había generado al llamarlo desde otro continente.
“¿Un accidente?” respondió ganándose la mirada furiosa de la señora Weasley que siempre iba dirigida a los gemelos.
“¿Quieres intentarlo de nuevo?” dijo entre dientes mientras atrás de ella su esposo le rogaba que dijera la verdad con mímicas.
¿Cómo decirles que se fue al Tíbet para poder averiguar información sobre alguien que quería hacerle daño? ¿De qué estuvo solo con un experimento inestable y quién terminó lanzándole una avalancha que casi le mata? ¿Qué por sus tonterías casi se moría un pueblo entero?
Sintió sus mejillas calientes porque ahora que lo repetía en su cabeza comprendió que su actuar fue una completa tontería, especialmente porque toda la información ganada no sabía si era verídica o no.
“Volé hasta el Tíbet”
“¿Volaste?” dijeron los dos adultos con el ceño fruncido, como si no le creyeran “¿Me estás diciendo que volaste en una escoba desde Escocia hasta China?” preguntó la señora Weasley con un pequeño tic en el ojo, sintió con firmeza “Esto es demasiado para mi” dijo tocándose la frente con pesar, se sintió mal “Ve a darte un largo baño porque parece que te ha pasado un tren, Arthur te llevará a la habitación donde siempre te quedas la ropa más pequeña de Ron para que la uses. Luego bajas a almorzar” ordenó, empezando a caminar hacia la cocina.
“Señora Weasley, pero debemos avisar a mis padres de …”
“Ya les mandé una nota, campeón” dijo con una sonrisa amable el señor Weasley empezando a empujarlo para subir las escaleras “Deberán estar llegando aquí en una hora así que tienes ese tiempo para pensar en tu mejor excusa” susurró lo último para que nadie más que él lo escuche.
“Gracias señor Weasley” el pelirrojo mayor le desordenó sus cabellos con cariño mientras guiñaba el ojo divertido.
Llenó con magia la tina que había en el baño, el agua caliente se veía deliciosa por lo que sumergió sin dudar todo su cuerpo, salvo su cabeza. Sus músculos agarrotados se fueron aliviando poco a poco, parece que dormir en el suelo le estaba pasando factura a su cuerpo que ya se había acostumbrado a las camas suaves y acogedoras.
Al estar tan relajado y sabiendo que ya estaba en un lugar seguro con personas que conocía, repasó toda la información que había obtenido en este viaje.
Primero, que Tom estaba involucrado en todo el tema del Torneo o al menos tuvo la capacidad de poder involucrar a sus secuaces en este.
Segundo, que aparte de Nhung hay alguien más involucrado, sin embargo, no está seguro de que sea en verdad el señor Crouch.
Tercero, todo este plan era para atraparlo y pensaban usar su celo para llevárselo en su momento más vulnerable. Afortunadamente ya lo había pasado y según el libro faltaría unos 6 meses para poder sufrir otro.
Cuarto, una de las misiones secundarias era el de acabar con Thuban. Deberían ponerle una escolta a su hermano porque no iba a permitir que le hicieran daño.
Quinto, que Nhung cada vez que hipnotizaba sus ojos cambiaban a un espiral blanco y marrón. Debía poner una alerta en el aprendiz de Moody y por consiguiente con ese horrible profesor porque sería imposible no reconocer si era o no su alumna, ¿verdad? Si la habían suplantado.
Sexto, ¿Por qué Nhung cambió el tiempo en que fue ‘secuestrada’? ¿Por qué tuvo que saltarse meses? ¿Estaba encubriendo a alguien? ¿A quién?
Todo estaba tan revuelto, no sabía qué creer y que no. Empezó a vestirse cuando sintió que la temperatura del agua bajó. La ropa era vieja, percudida, pero era mejor que estar usando aquel raro vestido.
Fue recibido por un festín por parte de la señora Weasley quien discretamente preguntó si su viaje a otro continente había sido culpa de sus hijos, especialmente de sus gemelos y sus raros experimentos de broma. Estaba tentado a decir que sí, aunque decidió morderse la lengua y decirles que ni siquiera ellos sabían de que se había ido lejos, no estaba mintiendo.
Luego de haberse saciado y estar hablando con el señor Weasley sobre las vestimentas de aquel pueblo que visitó y las calles del pueblo de China, fue cuando tocaron la puerta de la casa. Supo que estaba condenado mientras la señora Weasley iba rápidamente a abrirla y entraban sus padres, aunque sabía que iba ser castigado hasta que tuviera cuarenta no pudo evitar correr para abrazarlos. Los había extrañado demasiado, nunca había estado tanto tiempo alejados de ellos, sin poder verlos o abrazarlos, así que sentirlos respondiendo el abrazo con tanto cariño lo calmó y llenó de felicidad, al fin estaba con su querida y amada familia.
Al momento de soltarse los dos adultos empezaron a revisarlo por si tenía alguna herida o enfermedad “No sabes lo preocupado que hemos estados estos días, fuimos al laboratorio de Sudamérica durante las vacaciones para saber si estaban ahí, nos asustamos cuando no los encontramos, especialmente cuando terminó las vacaciones y ni siquiera aprecias”
“¿Por qué no nos llamaste con tu pin? Pudimos ir a China sin dudarlo”
“Lo perdí” susurró con vergüenza “Pero no deben preocuparse, estoy bien” dijo calmando a sus padres.
“Nos diste un susto de muerte cuando nos llegó la carta” gruñó Severus “Y espero sepas que estás castigado”
“Lo sé”
Se despidieron de los señores Weasley, no sin antes agradecerles por su apoyo. Los pelirrojos tienen reacciones distintas, mientras la madre de su amigo estaba de acuerdo de que recibiera un castigo ejemplar para que no vuelva a huir a un continente distinto, el señor Weasley le lanzaba una mirada de apoyo y fortaleza.
Se aparecieron hasta las afueras de Hogsmeade y caminaron en silencio hasta que pudieron ingresar a la Casa de los Gritos, escuchó que Remus y Black se encontraban en el segundo piso de la casa, mientras ellos se quedaron en la planta baja y levantaron un muffliato para que no los escucharan.
Severus lo evaluaba con la mirada para luego sisear enojado “¿Me puedes decir que estaba pasando por tu cabeza para huir lejos con esa mujer, niño problema? ¿Qué pensaste en dejarnos esa carta sin alguna pista de dónde encontrarte si algo malo te pasaba? ¿No creíste que estaríamos llenos de preocupación que te llevarás a esa joven que desde el comienzo ha proclamado un odio intenso por ti?” rabió haciéndolo sentir más culpable de lo que estaba antes “¿Por qué no puedes pensar en tu familia antes de tomar decisiones premeditadas y peligrosas?”
No pudo evitar bajar la mirada por la culpa de sus acciones “Lo siento, solo estaba pensando en mi” no era tan tonto para negar sus acciones, había sido egoísta y se fue dejando a su familia en completo desconocimiento sobre su paradero, especialmente porque la única que lo acompañó fue alguien que ha buscado matarlo en tres ocasiones “Quería superar mi miedo por aquellas paredes y saber quién estaba detrás de todo esto… al final solo terminé siendo de nuevo lastimado”
“¿Qué pasó?” susurró Gilderoy acercándose y en ese momento sintió las lágrimas picar sus ojos al recordar cómo se sintió al correr por aquella avalancha, como creyó que iba a morir y que tenía como deseo poder ver a su manada al menos una última vez.
“No sé qué hizo, pero una avalancha me persiguió colina abajo… creo que ahí Nhung murió, murió con su propio ataque. Fue horrible, frío, todo blanco y doloroso cuando terminé cayendo” ¿En verdad terminó muriendo la joven? “Caí y caí hasta que quedé frente a todo un pueblo muggle, yo no pude dejarlos ahí para morir, especialmente cuando fue mi culpa”
“¿Qué hiciste?”
“Usé magia frente a ellos. No… no estuvo mal, ¿verdad? ¿Fue correcto salvarlos sin importar que rompí el estatuto secreto?”
“Por supuesto que estuvo bien” Severus expresó determinantemente “El estatuto tiene excepciones y ello es cuando el mago se encuentra en peligro de muerte ¿No llegaste en el tiempo expresado porque fuiste acusado de algo?”
Negó con la cabeza “No me atraparon, escapé antes de que pusieran sus manos encima míos. No llegué a tiempo porque tuve mi celo”
“¿Tu celo? ¿Estuviste solo en tu celo?” la preocupación estuvo plasmada en Gilderoy sabiendo que en esos momentos él se encontraba muy susceptible y débil.
“Los pobladores me ayudaron, la jefa del pueblo estuvo cuidándome todo este tiempo” lo cuidaron muy bien, fueron amables y muy cariñosos.
“No te lastimaron, ¿verdad? ¿Te cuidaron bien?”
“Si, fueron muy amables y comprensivos, hasta creían que era un espíritu protector” se puso serio “Lo que quería preguntarte Severus es de si existe algún hechizo que invoca un escudo negro”
Esto tomó desprevenido a su padrino quien frunció el ceño con extrañeza “¿Negro?” miró al otro adulto en la sala quien también parecía muy confuso “No, nunca he escuchado sobre un hechizo que invoque un escudo de tal color… ¿lo invocaste?”
“Fue extraño, como si todos mis sentimientos negativos fueran llevados hacia mi varita, todo mi odio y enojo explayó en ellos con aquel hechizo”
“Voy a investigar, pero tal vez hayas creado un nuevo hechizo” soltó Gilderoy un poco confundido “A veces los jóvenes cuando están en una situación llena incierta y con miedo pueden lanzar hechizos para protegerlo”
Seguro era lo que le había dicho su padre, tal vez estaba pensando demasiado por el raro color que tenía aquel oscuro.
“No nos vamos a desviar en el tema a cuestión” comentó Severus sentándose en aquel viejo sillón “Debes tener un castigo por lo que hiciste. Puedo entender que quieras superar tu miedo, pero no estoy de acuerdo cuando lo haces solo y especialmente al lado de esa loca mujer, así que nada de televisión ni películas o juegos a tu elección en las vacaciones” Draco no pudo evitar soltar un jadeó sorprendido “¿De acuerdo?” Draco quiso refutar que era muy fuerte el castigo, pero también lo que hizo fue muy malo así que solo asintió desganado “¿Llegaste a descubrir algo del pasado de Nhung?”
Les contó sobre que aquella auror aprendiz de Moody era el experimento disfrazado, de que según ella su cómplice era el señor Crouch y que querían secuestrar en las pruebas para llevarlo ante Voldemort, aunque resaltó que lo primero era lo único seguro que sabía porque lo demás estaba en duda. Esto último hizo poner alerta a sus padres.
Iban a seguir discutiendo lo que iban a hacer, pero en ese momento el profesor Lupin empezó a bajar por las escaleras con una gran tristeza grabada en su rostro, que al verlo un poco de esta desapareció para acercarse -Severus supo que no iban a poder hablar más por lo que deshizo el hechizo- y abrazarlo, pudo apreciar que estaba ojeroso y muy cansado, no creía que fuera por él, pero notaba como la tensión en sus hombros se había reducido un poco.
“Me alegra que estés bien, Draco. No sabes lo preocupado que estábamos cuando te fuiste dejándonos una nota. Revolviste todo por aquí, pero pudimos solucionarlo”
“¿Solucionarlo?” escuchó dos suspiros por parte de sus padres quienes estaban cansados por lo que le iban a decir “¿Qué pasó? ¿Qué hicieron?” se percató de que en ningún momento apareció Black en este salón, en cambio lo podía escuchar moviéndose molesto arriba “¿Y Black, por qué no baja?”
Lupin estaba avergonzado, eso solo le dio malas vibras “Está un poco … enfermo” frunció el ceño “Ya estamos miércoles Draco y ese idiota no tuvo mejor idea de que no descubrieran tu desaparición que …”
“Remus” gruñó su padrino silenciando al exprofesor.
Sus padres se encontraban tensos de que continuara con la historia, lo que había pasado no parecía ser algo muy agradable o fácil de tragar hacia su persona, como si quisiera protegerlo de algo “Por favor, Severus”
El mayor se quedó en silencio por unos segundos, repasando si debía o no decirlo, Gilderoy dio un paso adelante para tomarlo con cariño el hombro “Fue fácil pasar desapercibido tu desaparición durante las vacaciones porque solo firmamos tu salida y que íbamos a tener un viaje familiar, así que nos llevamos a Thuban a Sudamérica mientras te buscábamos, pero al llegar y todavía no aparecías surgió una muy mala idea por parte de Black” siguió Gilderoy con un rostro de disgusto.
“Horrible idea y yo estuve en contra porque era una tontería” le rogó a su padrino que le dijeran que hicieron “Poción multijugo”
Parpadeó ante ello “¿Entonces Black se hizo pasar por mí?”
El profesor Lupin continuó “Otro Black distinto al que crees lo hizo al final, lo más probable es que ahora esté tomando tu última clase de la tarde”
“¿Tonks?”
Severus se puso a su lado “Black tomó la poción multijugo en contra de nuestra recomendación…”
“Los chicos habían comentado que él se había podido transformar correctamente con esta poción en su segundo año, no creíamos que habría problema Severus” interrumpió Lupin “No puedes echarnos completamente la culpa”
“Al final sí hubo problemas” siguió Gilderoy ignorándolo “A Black le salieron orejas y colas de un lobo blanco”
Su primera reacción fue de aguantar la risa divertida de solo imaginar a Black así, seguro es por esa la razón de que no quería bajar, estaba avergonzado. Su segunda reacción fue de confusión, ¿por qué le salieron cola y orejas de lobo? A Blaise le aparecieron estas características animales cuando tomó la poción con pelo de gato… pero ellos tuvieron que tomar uno de sus cabellos, no de un lobo verdadero o sí.
“Eso significa que…” ¿que él era más animal que humano? “La Poción Multijugos está diseñada sólo para uso humano” recordó lo que decía en aquel libro que señalaba la creación de esta poción “Eso significa que yo no soy … que no soy un …”
“Que eres un hombre lobo” sentenció Lupin silenciando aquella voz en su cabeza que paraba señalando de que no era un verdadero mago, que no podía sentir la presencia de sus padres a su lado intentando calmarlo, solo pudo ver en toda esa oscuridad a Lupin “Los humanos no pueden transformarse en semi-humanos como nosotros, los hombres lobos, y por consiguiente tampoco nosotros, pero al parecer tu si pudiste. Míralo como un regalo de protección, no como un problema”
“Pero… soy un mago, no un semi-humano”
“¿Hay algo malo en eso?” contestó inmediatamente el mayor “Tu amigo, Hagrid, es un semi-humano, ¿eso te da terror, miedo, asco?”
“¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Hagrid es asombroso, amable y muy cariñoso, un poco torpe, pero no por ser medio gigante significa que deba darme miedo!”
“¡Exacto!” se acercó hasta quedar frente a él “Eres un hombre lobo y tú debes aceptarlo. Nosotros fuimos infectados de una forma que no fue justa y no quisimos, pero debes aceptarte, no solo el lado humano debes abrazarlo, sino también el lado criatura mágica. ¡Tú no puedes odiarte, no cuando esto no fue tu culpa, no cuando eres una persona asombrosa para otros, no cuando puedes controlar aquel lado de criatura y proteger a los que amas! ¡No cómo los demás qué perdemos el control en la luna llena!” la respiración del hombre era irregular “¡No como yo que si alguien se acerca durante esa noche puedo terminar matándolo, que no tengo consciencia hasta que llega a la mañana siguiente y veo todo el mal que hice!”
“¿Profesor Lupin?” preguntó ante aquellos ojos heridos, cada palabra que había salido de sus labios había sido lanzadas con tanto dolor y envidia.
El profesor pareció haber salido del trance que había sido envuelto hasta que escuchó que lo llamaban “Lo… lo siento, yo quise ayudarte y terminé diciendo… Lo siento” terminó subiendo las escaleras para seguro ir con Black.
Gilderoy soltó un silbido asombrado “Eso fue crudo”
“Creo que entiendo su punto” siempre se sintió mal por ser más animal que humano, por eso había decidido amar solo su parte humana mientras su lado animal lo dejaba de lado, echándole a veces la culpa de cosas que no le agradan de sí mismo, odiando que no sea considerado cien por ciento un mago u hombre, pero… ¿no es hipócrita decirle a Hagrid que lo quería siendo medio gigante cuando él no se podía querer siendo mitad lobo? ¿En qué se diferenciaban si las dos criaturas atacan a los humanos, son tratadas como seres salvajes? “Pero será difícil asimilarlo completamente porque todo lo malo vino con esta criatura. El celo, el dolor, el secuestro… sin embargo, eso sería injusto, ¿no? porque mi lado humano también trajo cosas malas como mi apellido y el posible embarazo”
Cada lado de él tenía algo malo, pero también provenía cosas buenas. Su criatura le daba sentidos mejorados, más fuerza y velocidad, mientras el otro lado le dio la magia, la consciencia y tranquilidad. Eran un equilibrio entre lo bueno y lo malo… no como lo que vivía el profesor Lupin quien en lunas llenas solo tenía enojo y sed de sangre. Podía ser que tuvieran casi lo mismo, pero al final uno tuvo ventajas de esta criatura.
Iba ser un camino largo, pero esperaba poder aceptarlo. Dentro de él sintió un calor recorriendo su cuerpo, como si su lobo estuviera de acuerdo con su decisión.
“Sé que tenemos mucho que hablar sobre tu viaje, pero… pero qué es eso de… de…” por primera vez parecía que Severus estaba sin saber que decir hasta se iba volviendo cada vez más pálido, golpeó con un codazo a Gilderoy para ordenarle que siga su idea.
Gilderoy parpadeó rápidamente para luego abrir y después cerrar la boca todavía incrédula para lo que sea que los haya puesto en esa catatonía.
“¿Papás?” lo estaban asustando, especialmente porque sus rostros pasaron de la confusión a la incredulidad, al espanto en todos esos segundos de silencio “¿Qué pasa?”
El suspiro de Gilderoy sonó por la vieja sala, para luego reconsiderar lo que estaba planeando decir “¿Em… embarazo?” ¿eh? “¿Dijiste embarazo? Estás bromeando, ¿verdad?” ¿Nunca les dijo sobre eso? Parece que se le olvidó con todo lo que había estado viviendo estos meses “¿Verdad?” Draco no pudo evitar soltar una risa nerviosa “¡¿Verdad?!” Gilderoy soltó conmocionado.
Luego de un largo monólogo -porque sus padres quedaron en silencio desde que comenzó a explicar- sobre el embarazo masculino de los segundo hijos sangre puras, al terminar los adultos estaban conmocionados por la avalancha de información sobre una ‘cualidad’ que no sabían que Draco tenía.
Hizo un puchero “Lo sé, es horrible”
“¿Qué? No, no es horrible … es una facultad asombrosa, eeh, traer vida es algo mágico y milagroso” susurró Gilderoy intentando calmar su desprecio a esta ‘facultad’ mientras él intentaba comprender lo que podía hacer.
“Pero yo no estoy seguro de si quiero quedar embarazado”
“Si no los quieres nadie puede obligarte a tenerlos Draco, como dices hay unas condiciones para poder lograrlo así que si en ningún momento quieres quedar embarazado no va a pasar, esto al final de cuentas queda en total tu disposición” calmó Severus “¿De acuerdo?”
“De acuerdo” salieron de aquella casa debido a que podía empezar a escuchar una leve discusión entre Black y Lupin, intentaban ser silenciosos, pero todavía podía oírlos con claridad. Al parecer el motivo de la discusión era porque el profesor Lupin había sido frío en algún momento de la semana pasado con Black, haciéndolo sentir herido y desplazado, sin embargo, el otro hombre señalaba que no recordaba de qué estaba hablando.
En medio del camino hacia el castillo se encontraron con un doble suyo que al verlo poco a poco fue transformándose en Tonks “¡No sabes cuánto te hemos extrañado, Draco! ¡Tú sí que eres un verdadero torbellino!” dijo corriendo hacia él para abrazarlo y reír a carcajadas “Nunca se me hubiera ocurrido escapar fuera del colegio por más de una semana” susurró en su oído divertida “Tu sí que superas todas las travesuras”
“Disculpa las molestias por haberte hecho pasar por mí estos días.”
La joven negó con la cabeza “Fue divertido ser de nuevo un estudiante, cuando uno crece las responsabilidades te persiguen, pero aquí una busca ser más rápida” los otros dos adultos negaron con la cabeza “Fue un soplo divertido, ahora que estás aquí seguiré con mis vacaciones en Rumania, Charlie me invitó a tener una aventura con dragones, ¿lo puedes imaginar? Si me salgo con la mía podré subir al lomo de uno, será divertido” le dio un brusco beso en la mejilla como despedida “Nos vemos, Draco, profesor Snape, Gilderoy, no se olviden lo que le dije, vigilancia constante” eso lo descolocó porque parecía una frase clase, luego lo señaló con el dedo “Y tú, espero me escribas la razón de por qué te cubrí, ¿eh?” dijo empezando a acelerar hacia la casa de los gritos sin dejar de mirarlos y agitar las manos con una velocidad impresionante hasta que desapareció de su vista.
Soltó una risa divertida “El torbellino Tonks, como siempre incansable”
“Desde que estaba en el colegio era así” rodó los ojos Severus “No podía mantenerse quieta ni un segundo, siempre debería estar moviéndose o hablando”
Sus amigos lo abrazaron con fuerza cuando lo vieron debido a que también estuvieron muy preocupados, pero después lo regañaron mucho por haberse ido así sin avisar, se sentían traicionados y desplazados ya que siempre, en cada ataque que sufrían a manos de Voldemort, estaban juntos. Se disculpó varias veces, los comprendía porque si fuera al revés igual que ellos estaría molestos.
“No lo vuelvas hacer” gruñó Harry sin dejar de abrazarlo con fuerza, sin dejar que Ron o Hermione pudieran hacerlo “Promételo” sintió cómo sus cuerpos estaban tan juntos que podrían fusionarse. Sus mejillas empezaron a calentarse por la cercanía y su corazón como siempre galopaba rápidamente en su pecho al sentir el aroma tan único de su amigo.
“Lo intentaré” eso no fue lo que Harry necesitaba por lo que lo apegó más “Lo siento” devolvía el abrazo con la misma intensidad hasta que fueron separados por un Severus molesto.
“Ya es suficiente, Potter, eres muy empalagoso”
Harry miró con enojo a Severus -el responsable de haberlos separado- “¿Yo? ¿Ha visto con quién está usted?” señaló con la cabeza a Gilderoy que tenía un brazo sobre los hombros de Severus de forma muy cariñosa “Creo que el profesor Lockhart es más empalagoso” en vez de avergonzarse Gilderoy dio un apretón más fuerte a su agarre.
“¿Celoso?” preguntó entre burla y molestia Gilderoy hacia Harry, quien pareció ver algo diferente en los ojos azules que le hizo alejarse un poco de Draco.
“¿Por qué están tan susceptibles?” susurró Hermione debido a que los dos adultos estaban envueltos en un aura oscura y se ponían en el medio de Draco y Harry, apartándoles, poniendo un espacio entre ellos, como si creyeran que le pegaría algo con solo tocarlo.
“Creo que es porque se han enterado sobre aquella ‘condición’ que tengo”
“¿Condición?” Ron parecía curioso “¡Oh! Sobre que puedes embarazarte”
Harry bufó molesto “No es como si pudiera embarazarte solo con darte un abrazo” ante lo dicho por el de ojos verdes, todos se quedaron en silencio por un par de segundos hasta que el rostro de este junto a Draco explotaron de calor, nunca antes ninguno de los dos había sentido aquel nivel de vergüenza; Hermione estaba sorprendida y lista para leer un libro de anticonceptivos mágicos para enseñarle a Harry como evitar sus tonterías; Severus y Gilderoy estaban preparándose para castrar a Potter; mientras Ron se carcajeó por las caras divertidas de todos.
Al parecer la actuación del tornado Tonks solo había sido convincente para las personas que no lo conocían bien, ya que sus Slytherin más cercanos estuvieron todo el tiempo muy alerta de su raro cambio de actitud, de igual forma que los demás campeones quienes le preguntaron qué le pasó esos tres días y dónde en verdad estaba. Solo terminó contándoles que se había quedado un poco más de lo esperado con un amigo que vivía en el extranjero. También descubrió que su presencia había sido necesaria el martes ya que Skeeter hizo una entrevista final a los campeones antes de la famosa última prueba.
Esa entrevista salió el jueves en la mañana donde lo resaltan como un competidor osado y que no le tenía miedo a la muerte, aunque le pongan todas esas trabas en el camino siempre buscaría la forma de cómo salir adelante y que nadie lo detendría. Se sintió avergonzado por todo eso.
Sin embargo, la vida iba tomando cada vez más forma, especialmente cuando Remus Lupin volvió para enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras, según su padrino había llegado en un consenso con el director para que el antiguo profesor regresara a sus funciones, aunque solo enseñando desde primer año hasta cuarto, mientras Moody enseñaba quinto hasta séptimo año. La excusa que se dio a todo el alumnado para este cambio era de que el profesor Moody se había estado quejando de estar cansado por su avanzada edad, además de que el piso de piedra le causaba más dolor en su prótesis de palo, además de que debía ayudar más a los estudiantes de quinto y séptimo año por estar próximos a tomar sus T.I.M.O.S. y É.X.T.A.S.I.S.
Según sus padres era una forma de mantener al sospechoso profesor lo más lejos posible de él, que habían llegado a un ‘acuerdo’ con el director para que aquel hombre no tuviera ningún contacto con él, aunque lo que ellos buscaban era poder botarlo o descubrir si tenía algún conocimiento sobre Nhung, no pudieron decirle nada porque el director parecía empezar a sospechar de todos. Sin embargo, lo que sí hicieron fue revisar a todos los aurores que entraron a Hogwarts, revisando si entre ellos volvía a estar Nhung encubierta, no había regresado. Tal vez en verdad si había muerto, esto aunque lo negara, a Thuban le dolía mucho, estaba inconsolable y le rompió el corazón ver a su hermano mayor sufrir así, pero lo entendía completamente. Por otro lado, el señor Crouch no estaba en su casa, según Percy y demás aurores con quienes todavía tenía contacto se había retirado a una casa de verano para recuperarse de su enfermedad, sin embargo, nadie sabía dónde estaba residiendo actualmente, pero todos defienden su honorabilidad y que regresaría inmediatamente de que se recuperara.
Al menos con la llegada de Lupin en los salones todo siguió con tranquilidad, debido a que este era el mejor profesor de Defensas que habían tenido, y el mayor parecía estar muy feliz de volver a enseñar, era como si para esto hubiera nacido, ser profesor.
Las semanas siguieron pasando, en sus noches que salía a correr para liberar a su lobo se sintió observado, sin embargo, cuando intentaba registrar el aroma este desaparecía con rapidez, dejando solo un aroma dulzón en el aire, ese aroma era tan popular actualmente que no sabía si alguien lo había visto transformarse, pero decidió mejor volver a correr dentro del cuarto ‘Necesito’ intentando olvidar de que era una habitación y no un verdadero bosque, aunque a su lobo aquello no le gustaba.
“Odio a Rita Skeeter” susurró Hermione en un desayuno del sábado, estaban los cuatro juntos “Parece saber mucho de todos, información que no debe saber” dejó con fuerza el periódico que estaba leyendo. Draco, Ron y Harry dejaron de desayunar para observar a su amiga que estaba refunfuñando por lo que estiraron un poco el cuello para observar el título en la sección sobre el Torneo de los Tres Magos.
“¿Rechazaste a Víktor?” preguntó levantando la ceja curioso mientras veía como su amigo búlgaro a lo lejos se levantaba y salía rápidamente del Gran Comedor “¿Por qué?”
“¿¡Cómo qué por qué!?” dijo escandalizado Ron.
Harry quien estaba a su lado también entró a la conversación “Sí, ¿cómo qué por qué?” aunque lo dijera de forma tranquila podía sentir su rabia que perseguía la huida del búlgaro.
“Víktor es agradable, muy amable, también muchas personas dicen que es guapo” defendió a su amigo extranjero.
“¿Para ti es guapo?” preguntó Harry ahora mirándolo directamente y aquellos ojos verdes brillaban haciéndolo estremecer, no por miedo, nunca por miedo, sino por algo diferente, algo que provocaba un calor en su bajo vientre “¿Draco?”
Parpadeó rápidamente para intentar salir de aquel trance “Ah… ¿sí? Digo, ¿no? ¿Más o menos?” la confusión corrió por sus amigos haciéndolo avergonzar, así que escondió su rostro en sus brazos mientras recostaba su cabeza en la mesa. Parecía que Ron y Harry querían seguir discutiendo, pero Hermione los detuvo.
“Eso no importa ahora, sino de que esto fue una conversación privada y aquella horrible mujer no tuvo que saberlo” interrumpió molesta “No es la primera vez que ella escribe sobre charlas privadas como cuando habló sobre cómo nos quedamos a cuidarte en la enfermería después de la segunda prueba o de cómo Víktor me invitó al baile regalándome un libro de Durmstrang o sobre aquel estudiante del mismo instituto que cada vez que me encuentro con Víktor le habla sobre ti” miró a Draco “O cuándo escribió sobre el ‘nuevo novio’ de Delacour o …o …” parecía tan molesta.
“¿Todo eso escribió?”
“¡Sí, eran situaciones privadas! ¡Parece que nos vigila en todo momento para escribir su estúpida nota! ¿Tú no te has sentido observado?”
Se quedó pensativo y susurró muy bajo “En mi última carrera por el bosque me sentí observado y pude percibir un aroma dulzón, aunque no había nadie cerca”
“¿Ese aroma dulzón no lo has olido antes?” preguntó Ron aún molesto por el tema de Víktor, pero con curiosidad y desagrado de que sus amigos hayan sido acosados por una reportera chismosa.
“Siempre lo huelo, el colegio está lleno de esos aromas en esta época del año. Cómo estamos en primavera las estudiantes deciden usar aquel horrible aroma fuerte, perfumes de aroma a flores o frutas, que hacen insensible mi olfato, es molesto” movió su nariz para despejar su nariz.
“Te ves adorable cuando mueves la nariz así” soltó Harry haciéndolo sonrojar.
“Tonto, no es momento para tus bromas” empujó a su amigo molesto, quien respondía de que no estaba bromeando.
“Voy a descubrir lo que esconde aquella mujer” siseó Mione callando la pelea entre Draco y Harry, mientras se levantaba de la mesa, obligándolos a seguirla.
A intermedio de mayo, una tarde él y Cédric lloriquearon mucho ante la ‘destrucción’ que estaba sufriendo su campo de Quidditch, fue triste ver como empezaban a crecer setos largos y anchos. Fue doloroso y creó una nota mental de hacer lo posible para que su capitán ni siquiera asome sus narices por aquí o sino destruiría todo por el dolor de ver su lugar favorito del colegio en tan mal estado, situación que estaba viviendo con Cédric que parecía listo de asesinar ahí mismo a Bagman quien se pavoneaba de haber construido este laberinto y que estaría listo para la tercera prueba dentro de un mes.
“Tendrán que recorrer el laberinto en el que habrá obstáculos dado por el mismísimo profesor de Cuidados de Criaturas Mágicas de Hogwarts hasta llegar al centro donde encontrarán la copa, el primero en tocarla obtendrá el máximo puntaje” decía Bagman con una sonrisa ansiosa, lo que les estaba contando le era muy divertida para ese hombre “Obviamente saldrán según el puntaje acumulado hasta ahora. Primero saldrá el señor Diggory, siguiendo el señor Krum, en tercero el señor Malfoy” frunció el ceño porque no le gustaba que lo llamaran así “Y al final la señorita Delacour, aunque no deben de resentirse por el orden de ingreso, todos tendrán la oportunidad de ganar. Divertido, ¿no?” nadie respondió “Bien” dio un aplauso “Mejor voy entrando al castillo porque hace frío y también tengo que reunirme con Bartemius, ese hombre debe recibir la actualización sobre la última prueba y si hay algo que modificar para su seguridad porque esa será nuestra mayor preocupación, no queremos que pase en la final lo mismo que en las pruebas anteriores. ¡Nos vemos!”
“No le creo” soltó cuando el hombre estuvo fuera de su vista “No creo que busquen nuestra seguridad”
Los demás campeones también asintieron “Eso es lo último que buscarrán esos hombres ambiciosos” contestó Víktor con el ceño fruncido.
“Solo espego que esos obstáculos no sean un problema” comentó con pesar Fleur sin despegar su vista del campo.
“Conociendo al profesor Hagrid estoy seguro de que esos obstáculos serán peligrosos” apoyó las palabras de Cédric, quería a su amigo medio gigante, pero no podía cegarse de que seguro estaban tan emocionado de ayudar que buscaría las criaturas más fieras de su arsenal. Estaban jodidos. “Así que no deben confiarse con esta prueba, no quiero imaginar con qué idea nos saldrán”
Se alejaron del destrozado campo de Quidditch, sin embargo, no querían regresar todavía al bullicio del colegio que estaba desbordante por el final del Torneo y buscaban acaparar sus tiempos para obtener fotos o autógrafos de futuros víctimas de la negligencia de las autoridades de ese tonto torneo, nadie estaba confiado de que algo saldría bien, así que estaban caminando por los grandes campos del castillo mientras se reían de las tonterías que podían hacer uno de sus compañeros de escuela. Estaba tan entretenido hasta que pudo percibir un aroma que hace tiempo no olía, tal vez desde la primera prueba que le dio un puntaje perfecto.
Bartemius Crouch.
Su aroma era tan raro, tan único porque nadie podía tener ese olor que dominó a ‘recto y cansado’. ¿Qué hacía por aquí?
“¿Drraco?” Víktor lo tomó del hombro debido a que detuvo su andar “¿Qué pasa?”
Se quedó observando el bosque prohibido, intentando poder percibir al hombre moviéndose por ahí. En eso caminando desorientado entre las orillas del bosque y adentrándose estaba Crouch. Se acercó lentamente siendo seguido por los otros tres que se sorprendieron al verlo.
“¿Señor Crouch?” escuchó decir a Diggory acercándose al mayor quien parecía haber pasado por un infierno, sus ropas se encontraban rasgadas, sucias y descuidadas, su barba estaba sin afeitar y su rostro había envejecido rápidamente, las arrugas y ojeras estaban más notorias de lo que fue hace algunos meses. Sus ojos parpadeaban entre el reconocimiento y la locura, variaba a cada segundo.
El hombre tomó por los hombros del tejón “Weatherby estaba buscándote, debes enviarle una lechuza a Dumbledore para confirmarle los alumnos que asistirán por parte de Durmstrang” ¿Weatherby? ¿Así no era como le decía a Percy? ¿Creía que estaba frente a él?
“¿Señog Crouch?” Fleur también intentó acercarse debido a que el mencionado iba apretando cada vez con más los hombros de Cédric “Está lastimándolo”
“¡Bertha! ¿Dónde has estado?” pretendió también tomar entre su agarre a la francesa, pero Draco lo retuvo tomando uno de sus brazos y colocándolo en la espalda, para estrellarlo contra un árbol. Buscaba inmovilizarlo sin hacerle daño porque parecía tan maltratado y herido “¡¿Qué?! ¡No, no, déjame, déjame!” gritó asustado, como no lo soltó se desplomó entre sus manos “No me hagas hacer más daño, ya no más… son solo muggles, no merecen eso” lloró mirando el suelo por unos segundos, no pudo evitar soltarlo debido a la sorpresa de que mencionara a muggle, ¿por qué habló de muggles?
Víktor dio un paso al frente “Debemos llevarrlo a la enferrmerría” tenía razón, ese hombre no estaba nada bien. Su amigo intentó levantarlo, pero justo en ese momento el hombre empezó a llorar con más fuerza, mientras miraba el rostro del búlgaro.
“Lo siento querida, no pude hacer nada por nuestro hijo, sabes que merecía ir a Azkaban por lo que hizo, lo siento tanto… me duele más porque lo amo, nuestro niño, nuestro hijo amado” su voz cambió a rabia en la siguiente oración “Todos los miembros del tribunal decidieron ser ciegos ante las acciones de Bagman, pero no de nuestro hijo. La vida es injusta, querida.”
Está delirando, los estaba confundiendo a los cuatro con otras personas.
“Llevémoslo” sentenció para tomar al hombre y empezar a arrastrarlo hacia el castillo, pero este empezó a moverse como loco, intentando soltarse “Lo voy a desmayar señor Crouch, así que mejor cálmese” amenazó sin mucho éxito.
“¡Debo ir con Dumbledore! ¡Debo verlo!” se movió tanto que decidió soltarlo para no lastimarlo porque estaba demasiado delgado, sin una capa de grasa y podía romperlo si lo sujetaba con mucha fuerza, se encontraba desnutrido ¿Qué le había pasado a este hombre? “Yo… yo hice cosas malas por tu culpa, hice tanto daño” todas sus facciones estaban llenas de terror y odio hacia él, como si lo odiara y temiera al mismo tiempo, intentó sacar su varita para desmayarlo, pero el hombre empezó a correr dentro del bosque aterrado.
“Mierda” gruñó para empezar a seguirlo, pero lo retuvieron los otros tres campeones.
“Tal vez debas quedagte escondido, te tiene miedo” comentó Fleur.
“No sé con quién nos confunde, pero tiene una mayor confianza hacia nosotros y lo podremos llevar con Madame Pomfrey para que lo revisen” Cédric empezó a entrar al bosque siguiendo el rastro del loco Crouch, por su parte él quedó atrás del grupo siendo tapado por los mayores.
“A ustedes los confunden con Percy Weasley su secretario” señaló al tejón “Bertha Jorkins una empleada de su departamento que ha estado desaparecida por meses” le dijo a Fleur y al final miró a Víktor “Y bueno es obvio que a ti te confunde con su esposa” eso le dio un poco de risa porque al más ancho, musculoso y varonil lo confundía con una mujer “Sobre mí, no tengo idea”
Alcanzaron a Crouch que se encontraba recostado en un árbol con una respiración cansada.
El tejón se acercó con suavidad “Señor Crouch, no se preocupe, iremos con Dumbledore, pero debe acompañarnos” Cédric comentó empezando a dirigirlo con un suave toque en su espalda.
“Gracias, Weatherby” comentó empezando a tambalearse hacia el castillo con seguridad por ver a alguien que ‘conocía’, aunque se dirigió a Fleur “Bertha, por favor, llévanos té porque tendremos mucho que hablar con … el director” después habló con Víktor “Vamos querida, sé que estás feliz porque nuestro hijo sacó … 12 timos, pero debemos hablar seriamente con Dumbledore” todo ese tiempo estuvo procurando pasar desapercibido, pero al final fue descubierto “¡Pero él debe quedarse lejos, no lo quiero en mi vista! ¡No lo quiero, no hará daño!”
Rodó los ojos cansados “Solo desmayémoslo” nadie estuvo de acuerdo con su propuesta, en cambio le pidieron que se alejaran un poco de ellos para poder llevarse al hombre, entonces se adentró al bosque -nada de acuerdo a este plan- hasta que se quedó fuera de la vista de Crouch que se calmó y empezó a caminar con los otros tres, se sentó en las raíces de un árbol refunfuñando esperando unos minutos para poder también ir hacia el castillo y que el viejo no sufra de nuevo un ataque de pánico.
Estaba pensando sobre todo lo que dijo Crouch, le daba una mala vibra todo lo que había sucedido… ¿Tal vez Nhung dijo la verdad de que ese hombre estaba confabulado con ella? ¿Pero por qué se veía tan inestable, tan loco? ¿Cómo alguien pudo cambiar tan drásticamente en unos meses? Todo se detuvo cuando escuchó un grito por el camino que se fueron esos cuatro, y luego risas.
Corrió hacia aquella zona y un gran humo blanco rodeaba aquel lugar, ese humo era de un horrible aroma así que rápidamente tapó su nariz, percatándose que en el suelo estaban Fleur, Cédric y Víktor riéndose histéricamente parecía tan doloroso porque sus ojos empezaban a lagrimear y se abrazaban sus vientres bajos.
Filtro alihotsy.
El humo rápidamente se desvaneció y se percató como a lo lejos iba corriendo un hombre encapuchado.
¡Crouch estaba escapando!
Decidió perseguirlo cuando pasos acercando lo detuvo junto con que lo tomaron del brazo, no se había percatado que Karkarov se acercaba debido a que el aroma en el aire solo era de la horrible planta alihotsy. Se sorprendió que aquel hombre estuviera ahí luego de semanas desaparecido “¡Ve por los profesores!” le ordenó el director de Durmstrang.
“¡Se está escapando!” gritó soltándose del agarre porque su primera misión era atrapar a ese imbécil “¡Estamos perdiendo el tiempo!” comenzó a correr, pero las siguientes palabras lo detuvieron:
“¡Ve por la enfermera! ¡Ellos están sufriendo por la poción!” sus ojos se fijaron en sus amigos que seguían riendo histéricamente, pero ahora se estaban arrastrando hacia él, pidiéndole ayuda entre risas de tormento.
Los efectos de aquella poción serían graves si no se les proporcionaba el antídoto inmediatamente, la risa histérica podría ocasionar daños en el corazón por el bombeo rápido de sangre provocando un infarto o podría ocasionar que se ahogaran por la falta de aire u ocasionarse daño solo por parar de reír. Tomó una decisión, corrió hacia la enfermería por Madame Pomfrey y el antídoto, mientras observaba como Karkarov corría para perseguir a Crouch.
Tal vez luego se arrepentiría.