
¿Hormonas?
Las últimas dos semanas antes de la llegada de los estudiantes extranjeros fueron ajetreadas para él, estuvo dándoles los últimos toques para su presentación y haciendo nuevos amigos, terminaba sus últimas clases de nivelación de Runas Antiguas y además que limpiaba todas las semanas la biblioteca, la enorme e interminable biblioteca. Se encontraba cansado por todo el ajetreo que se le había acumulado, especialmente por el castigo que había sido más difícil de lo que pensó inicialmente. Ya empezaba a dolerle los brazos por estar fregando aquellos estantes, podría apostar que eran ensuciados a propósito por alguien debido a que le era imposible de creer que en menos de tres días vuelva a llenarse de tanto polvo.
“¿Por qué estás castigado? No has hecho nada que lo merezca” Harry le dijo sujetando la escalera en donde se había subido para limpiar la parte más alta del librero, tuvo que pedir ayuda ya que el primer día de su castigo casi se cae de la escalera cuando estaba estirándose para limpiar. A la altura de su amigo de ojos verdes (que era en el suelo, en el fijo y nada peligroso de sufrir una caída del suelo) se encontraban Thuban, Hermione y Ron limpiando también los estantes, los cuatro se habían ofrecido ayudarlo en este castigo extenso cuando lo vieron agotado en la primera semana y asustado de casi morir por una caída mortal.
“Además estoy seguro de que, si hubieras hecho algo, el profesor Snape no te hubiera puesto esta tortura” Ron soltó un estornudo cuando levantó polvo de más “Ugh, voy a terminar con una alergia”
Mordió sus labios deteniéndose de limpiar. ¿Debía decirles? No quería preocuparlos con el asqueroso de Moody, especialmente que no deseaba ponerlos como nuevos objetivos de este hombre, que no se les quede viendo tan fijamente y se sientan incómodos. Sin embargo, ellos debían saber sobre lo horrible que era ese profesor, después de todo el conocimiento es poder, ¿verdad? No quería que se les acercara como si fuera un amigo o alguien confiable cuando él sabía que eso era una vil mentira, además ellos estaban dándose un tiempo de sus agendas para ayudarlo “El director me castigó” sus palabras fueron recibidos por diversos ceños fruncidos “El profesor Moody le convenció de que le estaba faltando el respeto y acosándolo desde que entró al colegio, así que ahora estoy aquí, limpiando los libreros” dijo bajando las escaleras y poniéndose frente a frente de Harry.
Su amigo parecía furioso “¿Acosando al profesor Moody? ¿Pero a quién se le ocurre que vas a hacer eso?” su hermano y amigos apoyaron lo dicho.
“No me agrada el profesor, pero él es quién me ha estado acosando” gruñó apretando con fuerza el trapo con que limpiaba los estantes, se estaba desquitando con aquel trapito indefenso porque no podía hacer lo mismo con el cuello de ese maldito “Levantó falsos contra mí y el director le creyó completamente”
“¿Él te estaba acosando?” dijo en susurros Hermione sorprendida “¿Por qué estaba haciendo eso? ¿Por qué no dijiste nada?”
“No tengo idea porque me acosa y solo quería ignorarlo, creí que así se detendría. Fue un error” tomó a Harry de la capucha de su túnica “¿A dónde piensa ir?” preguntó preocupado y alterado ante la casi ida de su amigo de la biblioteca hacia un futuro incierto, sin embargo, esos ojos verdes furiosos le daban la idea de que no sería para hacer algo tranquilo.
“A hablar con ese hombre, que decir hombre, ese imbécil” gruñía cada palabra que salía de su boca, en realidad parecía muy enojado. Y llámenlo loco, pero verlo así agitado, con el pecho subiendo y bajando por las fuertes respiraciones que tomaba, ese rostro fruncido por el enojo, esos ojos verde brillantes como si fueran fuego y listos para arrasar a todo el mundo, hicieron que su corazón se agitara de una forma muy extraña, además que de un calor muy diferente subiera por todo su cuerpo al verlo en tal estado.
“Oh” tenía ganas de que Harry lo tocara, y nunca se detuviera. Quería… ¿Qué quería?
Lo tomaron del codo para separarlo de Harry (quien dirigió su mirada enojada a lado de él) en ese momento se dio cuenta que Thuban lo estaba observando con la ceja levantada y ojos confusos, como si no comprendiera lo que estaba pasando… él tampoco sabía lo que le estaba pasando. Draco le lanzó una pregunta silenciosa de ¿Qué pasa? por lo que fue respondido con un “Hueles extraño” lo dijo tan suave que solo él escuchó y le hizo fruncir el entrecejo.
¿Oler extraño? él no percibía algún de aroma diferente en él… todo era normal. Tal vez esto era algo que debía averiguar lo más pronto posible.
“Harry no puedes ir” tanto Ron como Hermione estaban deteniendo de nuevo la ida de su amigo “¿Qué vas a hacer? Si deseas hacerle algo a ese hombre al menos debemos tener un plan de acción” Ron comentó empezando a pensar un plan para molestar al profesor Moody y algunas coartadas para no ser señalados como los responsables.
Hermione por su parte lanzaba datos que había recolectado del profesor “Moody es un ex-auror y tiene un gran entrenamiento en hechizos de ataque; su caminar es lento y muy ruidoso, da alrededor de 10 pasos casi al doble del tiempo que nosotros lo hacemos; y ese ojo extraño que tiene parece poder observar objetos escondidos hasta me podría a arriesgar a decir que puede ver objetos que están atrás de él, detrás de su cabeza” esos tres empezaron a hablar sobre su venganza.
“Se ve que si se preocupan por ti, ¿eh?” Thuban dijo viendo aquel plan maquiavélico que se estaba gestando a un par de metros de ellos “¿En serio están pensando quitarle su prótesis? ¡Yo quiero ayudar!” se acercó feliz a ellos y por primera vez Harry incluía a su hermano a la conversación, el joven de piel oliva estaba complacido de tener a otro integrante en sus planes.
Se alegraba, solo esperaba que no se metieran en problemas porque sabía que él no podría detenerlos si ya estaban con esa mirada llena de expectación.
No supo lo que planearon (no es que él no quisiera, sino que ellos querían que él estuviera a oscuras por si los atrapaban y no deseaban que tenga más castigo) hasta unos días después. Estaba caminando hacia su clase de Transformaciones con sus amigos Slytherin cuando escuchó susurros de los demás estudiantes “¿Qué está pasando?” la curiosidad impregnaba todo el rostro de Pansy.
“¿Tú no lo sabes? Entonces estás perdiendo el toque” dijo burlón porque su amiga de cabellos negros siempre sabía los chismes del colegio.
“Que mal, en lo único que eras buena y ya estás perdiendo el toque” Blaise fue empujado por una enojada Pansy que refutó con un:
“No me molestes, Zabini, o sino contaré sobre lo que hiciste este verano”
“¿Qué hice?” levantó una ceja el moreno, para luego abrir los ojos sorprendido y sus mejillas rojas “Ni te atrevas, Parkinson, prometimos olvidar ese día”
“Ahora estoy más curioso” solo esperaba que un día saliera aquella información cuando deseen molestarse, después de todo rompen la promesa de discreción cuando es algo vergonzoso, en otros temas esa información se lo llevan hacia la tumba. Se mantuvo concentrado en las palabras de los demás estudiantes que seguían cuchicheando.
“¿Sabes lo que le pasó al profesor Moody?” comentó una tejona emocionada de compartir el último chisme del colegio, sus demás compañeras negaron muy ansiosas por saber “Dicen que algo le explotó quemándolo todo su lado derecho”
Una Ravenclaw interrumpió “Yo escuché que fue atacado por un grupo de criaturas extrañas, escuché que fueron unas pequeñas criaturas que están estudiando los de cuarto año”
“Yo escuché que alguien le lanzó un hechizo doloroso… aunque no cómo cuando el profesor parece saber todo lo que está pasando” comentó otro Ravenclaw pensativamente “Nadie ha tenido algún problema con aquel profesor, salvo…”
No lo culparían, ¿verdad? Fue muy inocente al creer eso cuando un Hufflepuff dijo:
“Draco Malfoy” y como si supieran que estaba ahí, voltearon a mirarlo. Él por su parte fingió seguir escuchando la discusión que se había formado entre Blaise y Pansy sobre el secreto que podía ser revelado en cualquier momento.
Apretó con fuerza sus puños por la impotencia, al parecer siempre era el culpable de todo lo que sucedía en el colegio. Tal vez si un día el director aparecía muerto -haya estirado la pata por un asesinato o muerte natural- él sería el principal culpable. Tomó aire intentando controlar aquellas ganas de gritarles a esos idiotas, no merecían su tiempo ni su atención.
Podía escuchar ahora las teorías locas de lo que supuestamente él le había hecho al nuevo profesor favorito de Hogwarts, desde lanzarle una bomba muggle hasta mandarle una manada de criaturas del bosque para deshacerse de aquel ‘buen e inocente’ profesor a quien Draco le había hecho su vida imposible desde que ingresó a trabajar a Hogwarts.
“No me sorprende que hablen mal de las personas a sus espaldas, después de todo que se podía esperara de mestizos como ustedes que no tienen ni tacto ni modales que un verdadero sangre pura a tenido que aprender” para su sorpresa el que dijo eso fue Nott, todos sus compañeros de Slytherin de su año que estaban ahí reunidos lo miraron en shock, como si le hubiera crecido una nueva cabeza, como si lo hubieran cambiado., debido a que pensaron que no volvería a defenderlo nunca más en su vida después de lo de Moody.
“¿Dónde está nuestro Theo?” Goyle dijo con voz entrecortada -totalmente falso por aquella sonrisa- a Nott.
“Soy yo el verdadero Theo, idiotas. Y no vuelvo a defender a Malfoy si después de todo serán unos imbéciles” empezó a caminar lejos de ellos, haciendo que todos corrieran detrás de él riendo por sus mejillas rojas e ignorando todo lo que decían los demás estudiantes -que se habían callado ante las palabras de Nott-
Blaise pasó un brazo por los hombros de Nott con una sonrisa ladina “Oh, nuestro querido Theo ha abierto su corazón para uno más, ¿qué era eso de que ya no había espacio para más amigos?”
“Jódete, Zabini” gruñó Nott alejando el brazo de Blaise que se divertía “No tengo espacio para más amigos en mi vida, solo estaba siendo amable con tú amigo” gruñó y nadie le creyó.
“Gracias, Nott” susurró con una sonrisa amable, haciendo que este volteara molesto a gritarle:
“¡Nada de gracias! No fue por ti, fue por Blaise y Pansy” gruñó Nott.
“Repítelo hasta que te lo creas, Nott” la burla se deslizó por sus labios haciéndolo rabiar más “Ahora vamos rápido a clases o la profesora McGonagall nos va a quitar puntos” empezó a correr lejos de Nott que parecía listo de arrancarle la cabeza de un mordisco.
Esa misma tarde durante la clase compartida de Pociones con los Gryffindor se sentó junto a Harry, ignorando la mirada juzgadora de Severus que le ordenaba regresar con las serpientes, pero es que necesitaba saber que le hicieron a Moody ya que había muchas versiones y todo era tan confuso, especialmente cuando no se vio al profesor y Madame Pomfrey estuvo buscándolo para atenderlo sin ningún éxito. Le daba un poco de lastima Neville Longbottom que, al sentarse Draco con Harry, lo había obligado a sentarse en la misma mesa que Blaise quien lo ignoraba completamente, pero Longbottom parecía listo de desfallecer en aquel salón del miedo y lo pálido que se encontraba,
Mientras su padrino ordenaba a los alumnos a no dejar de mover el líquido en sentido antihorario, se colocó lo más cerca a Harry “Ahora cuéntamelo todo, ¿qué le hicieron?” susurró lo más bajo posible cerca del oído de su amigo que empezó a sonrojar furiosamente “¿Sientes mucho calor? ¿Es la poción?” la preocupación inundó su voz. Harry solo negó con la cabeza rápidamente.
El adolescente de ojos verdes se acercó a su oído -de la misma forma que él lo había hecho- y le susurró “Solo un pequeño escarmiento dado por los Escregutos de cola explosiva. Sabíaa que si están juntos y uno explota los demás también lo hacían, fue una explosión en cadena. Y puede ser que durante ese aturdimiento le haya lanzado un hechizo punzante, los que me enseñaste” dijo orgullosos haciéndolo reír.
“¿Y si descubren que fueron las criaturas de Hagrid?” dijo dejando de reír ante la mirada severa de Severus… ahora rio más por tal coincidencia.
“No te preocupes, esas pequeñas cositas horrorosas no han sido registradas como criaturas mágicas o en cualquier otro registro, así que no habría como señalar a Hagrid como su dueño. Si las encuentran podíamos señalar que son solo criaturas del bosque, como este es extenso es imposible registrar a todos los seres vivientes de ahí” dijo de forma sabionda “Y por curiosidad entraron al colegio, y por coincidencia se asustaron al estar cerca del profesor Moody haciendo explotar sus colas.”
“Eso dijo Hermione, ¿verdad?”
Un jadeo indignado se escuchó de Harry “Me ofendes que creas que no fue mi idea sobre cómo evitar ser señalados”
Rodó los ojos ante el dramatismo “Pero fue Hermione, ¿no?”
Con un puchero respondió “Si, pero yo…” fueron silenciados ante un libro que se estrelló en su mesa “Profesor Snape, estamos moviendo la poción como nos dijo” Harry siguió moviendo aquella poción que se estaba volviendo ¿celeste? Oh, oh, esto iba a salir mal si no dejaban de manipularla.
“Si, lo veo señor Potter, aunque tengo una duda. ¿Ese es el color que dije debía ser?” Harry miró el preparado y parecía perdido, sin saber qué color debería estar la poción “No me sorprende que se encuentre perdido en mi clase. Y deje de mover la poción señor Potter, a menos que quiera que le explote en la cara… aunque eso sería divertido” su amigo dio un paso atrás del caldero, tomándolo de la mano para también alejarlo de la posible explosión. Severus desapareció con un movimiento de varita aquel líquido celeste “Ahora, los dos se van a separar o sino harán un completo desastre en mi aula. Draco regreso con el señor Zabini, y Longbottom” el mencionado se estremeció y saltó ante el llamado de su nombre “Regrese con Potter”
“Pero solo fue un descuido” intentó replicar Harry que parecía no tener miedo de perder su vida al ir en contra de las decisiones de Severus.
“Un descuido que casi les desvanece la piel de su rostro” siseó Severus y supo que estaba en su límite de Harry Potter, así que se levantó y cambió de sitios con Longbottom, al llegar notó como esos dos no dejaban matarse con la mirada. Le parecía tan infantil y gracioso a la vez, especialmente ver a su padrino comportarse así con un estudiante. Iba a tardar más tiempo en que esos dos se lleven bien alguna vez.
Decidió no decir nada sobre que a él lo estaban culpando por lo sucedido al profesor Moody, sin embargo, su buena acción no fue escondida por mucho tiempo cuando vio un día después como Harry hechizaba a un alumno que estaba calumniando a Draco. Afortunadamente el director intervino ante el castigo que la profesora McGonagall pensaba darle a Harry… esto solo le hizo pensar que tal vez el director prefería a unos estudiantes sobre él, ¿Dumbledore podía permitirse eso? ¿Qué le hizo para estar en su lado malo?
El penúltimo día antes de la llegada de las demás escuelas, se encontraba haciendo sus últimas prácticas sobre la entrada y acrobacias que debía hacer. En estos últimos ensayos estuvieron presentes también los estudiantes de séptimo año para no chocar con ellos cuando estén entrando, aunque hubiera sido divertido lanzarles una patada y que todo cayeran como dominós… pero bueno imaginar también es divertido.
“No sabía que podías ser tan flexible” le dijo Flint cuando estaban tomando un descanso sentado en el duro suelo del Gran Comedor que se encontraba cerrado para cualquier estudiante que no sea participe en el performance “Deberíamos entrenar más esa flexibilidad, tal vez lo puedas usar en los partidos de Quidditch y de una buena vez volver a ganar la copa” rodó los ojos, sabía que tarde o temprano mencionaría el Quidditch. Le gustaba el deporte, pero no de la misma forma obsesiva que a su capitán Marcus Flint.
Tomó un trago de agua intentando calmar su respiración “Yo no sabía que podías usar bien la varita o un hechizo” lo empujaron haciéndolo recostarse en el suelo. Se rio por aquella reacción “Es broma, es broma” susurró cuando Flint le seguía haciendo pequeños piques en la cintura o estómago, dándole algunas cosquillas “Pero lo has hecho bien, Flint. Fue increíble ver la serpiente verde hecha de agua, debes enseñarme aquel hechizo” todavía seguía echado en el suelo cuando una sombra se posó encima de él “Hola, Lovegood” le dijo a la niña que lo observaba desde arriba con una sonrisa amable, siempre ha sido amable desde que la conoció hace casi dos meses, un poco rara con sus charlas de criaturas que ella solo podía ver, pero muy amable y preocupada por otros “¿Pasa algo?”
La pequeña rubia negó “Por mí, no; pero noto que estás bajo mucho estrés. ¿Los nargles te están molestando?”
Flint susurró “¿Nargles?” negó con la cabeza para que no pregunte más porque sabía que podía ser un poco hiriente su capitán cuando se entere que son criaturas imaginarias.
“No me están molestando los Nargles, Lovegood, aunque estoy agradecido por tu preocupación. Solo estoy un poco nervioso por la presentación. Ya sabes es dentro de dos días y uno no sabe que error se puede cometer en vivo” dijo con una sonrisa intentando tranquilizar a la niña que solo asintió.
“Cuando estoy nerviosa me gusta cantar un poco, me tranquiliza. Si quieres te enseño mi canción favorita” empezó Lovegood empezando a mover sus dedos como si estuviera dirigiendo una orquesta y moviendo su cabeza. Se veía adorable “Amor, amor, amor~ El dolor es temporal, el amor es eterno~ Ven y baila conmigo para poder volar, eres mi vida, mi gran amor, mi luz y felicidad, no llores por favor porque me harás llorar~ No llores mi niña hermosa, que estoy cantando para ti, esto viviendo para ti porque era lo más sagrado que conocí~ Amor, amor, amor. En cada caricia del viento, en cada brasa del calor del sol, en cada mariposa que se acerque, seré yo amándote y protegiéndote del dolor porque es temporal; pero mi amor eterno será ~” cantaba con una sonrisa la pequeña rubia y con los ojos cerrados, su voz estaba lleno de amor y dolor como señalaba la canción “Vamos canta conmigo, te hará sentir mejor” se sintió mal rechazarla porque sus ojos brillaban con tanta expectación por tener a alguien que le siguiera la corriente. Atrás de ella, Ginny lo miraba con ojos entrecerrados con una promesa de muerte si no cantaba con Luna Lovegood, con aquella amenaza cualquiera cantaría.
“Amor, amor, amor~ El dolor es temporal, el amor es eterno~” Solo podía recordar cada suceso doloroso en su vida, que caló en su corazón un sufrimiento ante la pérdida de su manada, sin embargo, lentamente y a pasos pequeños estaba avanzando, esto se ha logrado gracias al amor, amor de su nueva manada, de su familia “Ven y baila conmigo para poder volar, eres mi vida, mi gran amor, mi luz y felicidad, no llores por favor porque me harás llorar~” solo quiere una larga y feliz vida para su familia, que ellos no tengan que sufrir lo que él una vez sufrió, desea protegerlos y darles todo el amor que estaba guardado dentro de él. La siguiente oración de la canción le hizo comprender que esta fue creada por el padre o madre de Lovegood por el corte en su angelical voz, tal vez perdió a uno de ellos y eso es un dolor muy grande. Solo recordar de como creyó hace unos meses que había muerto Gilderoy le hizo apretujar el corazón, solo pensarlo era doloroso, vivirlo tuvo que ser peor “En cada caricia del viento, en cada brasa del calor del sol, en cada mariposa que se acerque, seré yo amándote y protegiéndote del dolor porque es temporal; pero mi amor eterno será~” ese era una promesa de alguien que ya no iba a estar físicamente cerca de uno, pero que su alma estaría cuidándote en tu camino. Era una canción triste, pero al mismo tiempo hermoso. Al final sentía como un peso se iba a de ti, que al dejar salir aquellas palabras uno pueda liberarse del peso del dolor, un entendimiento de que la vida estaría mejor después de todo, porque los que se van, en realidad siempre estarán junto a ti, tal vez no los veas, pero si te amaron, ellos buscarán dirigirte a la felicidad “Tienes razón se siente mejor” dijo tocándose el pecho. La pequeña Lovegood sonrió amablemente.
“No sabía que fueras cantante, cada vez me sorprendes más mini Malfoy” dijo con burla Flint haciendo que ahora le tocara a él empujar a ese idiota.
Siguieron con las últimas prácticas de aquella presentación hasta una hora antes de la cena, Gilderoy les había pedido que se vayan a bañar y luego descansaran todo es día y el día siguiente, que ese había sido su última práctica con una despedida se fue. ¿A dónde? Ni idea, pero estaba apresurado.
Se quedó un rato más en aquella habitación dando sus últimos estiramientos “Creo que el profesor Gilderoy está apresurado de ir con el profesor Snape, seguro van a tener una cita” comentó con una voz melosa y suspirante Lovegood.
“O fueron a foll…” lo que sea que iba a decir su capitán fue silenciado por un codazo de Cedric Diggory “¿Qué mierda, niño bonito? ¿Tienes algo contra mi o qué?” gruñó sobándose el lado de su costilla.
El tejón solo rodó los ojos “Solo que eres un bruto completo, como piensas decir aquello frente a estos niños”
“¿Niños? Yo no veo ninguno aquí” junto a ellos cuatro estaba solo Ginny que esperaba a Lovegood para salir juntas, le alegraba que fueran tan amigas. Cedric señaló con su cabeza a los tres más jóvenes, que se encontraba incluido él “¿En serio? Ellos no son niños, ya deben saber que cuando a un chico le gusta una chica u otro chico, porque aquí no discriminamos sobre sus gustos, ellos van a meter sus pen…” fue empujado de nuevo por Cedric “¡¿Qué mierda?!” gritaron los dos jóvenes adultos.
“¡¿Qué estabas a punto de decir?! ¡Y con tan poco tacto!” Cedric se encontraba colorado por gritar, le pareció gracioso no verlo como el siempre amigable y accesible Cedric Diggory, sino como un joven que tenía impulsos y arrebatos.
Flint al escuchar su grito solo sonrió divertido “¿Qué iba a decir?” repitió la pregunta del tejón con una ceja levantada “Solo que van a meter sus pensamientos adorables de amor en las cabecitas de quien le gusta. ¿O qué creíste que iba a decir, pervertido?”
“¡¿Pervertido?! Yo no soy un pervertido, y tú no ibas a decir eso” gruñó Cedric “No me hagas quedar como el malo de la historia” apunto a Flint con el dedo y este solo intentaba controlar su risa lo mejor que podía, sin éxito “¿Te estás riendo de mí?”
Ginny, la dulce y un poco malvada Ginny habló “¿Qué iba a decir Marcus Flint, Cedric? Estoy curiosa” si no la conocías podrías haber caído en su trampa, pero él sabía que esto era actuado, ella sabía de qué estaban hablando, pero obviamente prefería que otro lo dijera para su diversión.
“Si, ¿qué iba a decir?” en su caso la duda era sincera.
“Si, Diggory, ¿qué supuestamente iba a decir?” Flint no parecía inocente con esa pregunta.
Obviamente Cedric lo sabía y entre dientes le dijo a su capitán “No sabes cuanto te odio” generando más risas en este, mientras tanto él, Lovegood y Ginny estaban expectantes a la respuesta de su superior tejón “Sé que los tres ya son niños grandes, sus padres tuvieron que haber tenido esta charla con ustedes…”
“El profesor Snape y el profesor Lockhart todavía no tienen la charla con Draco” interrumpió Ginny.
“¿Charla? Siempre charlamos” dijo a la defensiva.
Flint solo le dio algunas palmadas en su cabeza como si fuera un perro “Si, siempre charlas con ellos. Ahora calla para que Diggory nos cuente que pensaba que iba a decir” le dio una suave patada en la espinilla al mayor haciéndolo gritar de dolor “Tú… maldito mocoso”
“Prosigue Cedric” estaba ansioso por su respuesta.
“Yo… ah… bueno…” el tejón parecía avergonzado de seguir hablando, trabándose a cada palabra “Ya sabes… cuando mamá y papá se quieren…” e hizo un movimiento extraño con las manos y luego entrelazó sus dedos con fuerza.
“¿Se quieren y…?” Ginny y Flint dijeron al mismo tiempo.
Cedric les lanzó una mirada enojada a esos dos “Se quieren y hacen… ya sabes… eso”
“¿Eso?”
“Creo que quiere decir tener relaciones sexuales” comentó Lovegood a un extremo mirando la discusión con completa calma y paciencia junto a una sonrisa amable.
La risa de Ginny se escuchó por todo el salón “¿Quién iba a creer que sería Luna la que terminaría diciéndole eso a Draco… y debe ser una vergüenza para ti que alguien menor sea la que te de la charla, mal Draco, muy mal”
Por su parte solo se sentía confundido. ¿Relaciones sexuales? “¿Qué es eso?” susurró intentando darse una idea, sabía lo que era una relación… ¿pero sexual? Sabe lo que es el sexo, es lo que determina si uno es varón o mujer, es algo biológico.
Flint parecía preparado para responder su pregunta con mucha emoción, sin embargo, Cedric le tapó la boca con su mano. Su capitán solo frunció el ceño sin alejar aquella mano.
“Deberías preguntarles a tus padres, Draco, ellos te podrán responder todas tus dudas”
Asintió lentamente, tal vez esta era ‘la charla’ que Ginny había mencionado antes, seguro era una conversación que solo podía darle los padres a sus hijos. Se preparó para salir de ahí despidiéndose de los presentes, cuando estaba cerca del portón Flint no pudo evitar decir “Tal vez si los visitas ahora veas explícitamente lo que es” para reír a carcajadas suelta hasta que se calló por un golpe “Auch, maldita sea, ¿Por qué ahora me golpeas?”
“Es que tú eres un animal” gruñó Cedric haciendo reír a Luna y Ginny “Pero será mejor irnos a bañar para cenar, ya mañana con más tranquilidad se lo preguntas”
Así fue como al día siguiente, un día antes de la llegada de los demás colegios es que se acercó a sus padres para tener aquella famosa ‘charla’. Estaban los tres sentados en el despacho de Gilderoy tomando un poco de té cuando decidió lanzar la pregunta “¿Qué son las relaciones sexuales?” tal vez tuvo que haber preguntado después de que tomaran el té debido a que sus dos padres se atoraron con la bebida “¿Lo siento?”
“¡¿Dónde… cof, cof… escuchaste eso?!” gritó entre tosidos Gilderoy completamente rojo no sabía si era por haberse atorado o por la pregunta que lanzó.
“¿Eso importa? Siento que algo me esconden sobre ese tema, ¿qué tan malo es?” frunció el ceño, todos parecían saberlo y no le gustaba estar a oscuras sobre un tema tan conocido, así que si ellos no eran capaces de decirle, entonces lo investigaría por sí mismo… puede que la biblioteca le dé las respuestas que necesitaba.
Sus padres se miraron por un par de segundos, como si se estuvieran lanzando la responsabilidad entre uno y el otro, sin embargo, al final Severus soltó un suspiro de sufrimiento para empezar a hablar con voz monótona, mientras Gilderoy parecía aliviado “Uno crece y con ello existen cambios visibles y no visibles en el cuerpo. En los jóvenes su voz se va haciendo más grave, se hacen más grandes, su cuerpo se llena de hormonas… estas últimas provocan que uno desee… tontear con otras personas”
“¿Tontear?”
Severus le lanzó una mirada de ayuda a Gilderoy que con un leve sonrojo en sus mejillas continúo. Le habló sobre las relaciones sexuales en sí, de como hombres y mujeres (o entre hombres o entre mujeres) buscaban experimentar sobre su sexualidad, sobre el placer que cada persona tiene de tocar a otra, de que uno desea lo toquen de forma íntima para sentirse bien, obviamente esto siendo completamente consensual entre las dos partes “Es algo normal entre las personas sentir el deseo, no es algo de lo que debas avergonzarte. Hombres y mujeres lo sienten, además de que si no se tiene los cuidados conceptivos podría desencadenar un embarazo no deseado” luego siguió hablando sobre métodos anticonceptivos conocidos por los magos y mugles, sobre como uno debe ser cuidadoso en la primera vez porque puede ser doloroso, que debería estar cien por ciento seguro de querer comenzar una vida sexual y que a veces era mejor dar aquel paso con alguien quien uno tenía una relación romántica, pero ya eso era mediante la decisión de cada uno.
Se sintió mareado y avergonzado por todo lo que se le había dicho en solo unos quince minutos de forma rápida… todo eso se había perdido y por lo que tanto se habían reído los demás de su inocencia.
“Esto no significa que ya puedas ir a experimentarlo, después de todo solo tienes catorce años” sentenció Severus con el ceño fruncido “Debes vivir todas tus etapas con tranquilidad y sin apresurarte”
Asintió ante lo dicho, pero tenía una última duda “¿Cómo… cómo se siente este deseo?”
“Te toca, Severus, yo ya dije la parte difícil” pasó la pelota de la conversación a su padrino que lo fulminó con la mirada.
“Idiota” susurró para luego mirarlo a él “Es… es un calor que abruma tu cuerpo” solo pudo pensar en aquel raro sentimiento que últimamente había estado percibiendo cuando estaba cerca de Harry, del calor extraño que había estado creciendo por su cuerpo de forma rápida. Sus mejillas explotaron por la vergüenza, sintió sus orejas rojas… ¿Deseaba a Harry? ¿Quería que él lo tocara?
Si.
“Yo lo… lo entiendo. Si es… si es todo me voy” se levantó rápidamente de la silla en la que había estado sentado, necesitaba sentir el frío del viento para que su vergüenza baje o sino sufriría una combustión. Mientras iba corriendo hacia la puerta, Gilderoy le decía a Severus:
“Ahora que lo pienso tendremos también que darle la charla a Thuban, tuvimos que haberlo hecho estando los dos juntos para evitar el doble de sufrimiento” un pequeño gruñido de acuerdo de Severus fue lo último que escuchó.
Odiaba llegar a la adolescencia, no podía creer que estuviera sintiendo ese tal deseo, ¿verdad? Especialmente por Harry Potter ¡Era su amigo por amor a Merlín! Solo era fiebre, sus síntomas eran de fiebre… si debía ser eso, lo que había leído es que sube la temperatura corporal. Si, debía ser eso, solo eso.
Cerró los ojos y su traicioneramente mente le trajo la hermosa sonrisa de Harry con aquel cuerpo que había estado madurando con el pasar de las semanas. No pudo evitar golpearse la cabeza con la pared para sacar esa imagen mental… es un simple flechazo y no estaba deseando a su amigo, muy pronto se acabaría todo esto y volvería a mirar a Harry como siempre.
No le gustaba el rumbo que había tomado su vida…¿Por qué ser adolescente era tan malo?
Para la noche de la presentación seguía sumergido en su cabeza… aquella conversación que le habían dado sobre el deseo y relación sexual le hizo sentir extraño y sin querer seguía con la mirada a las personas que él consideraba atractivas, pero solo apreciaba su belleza, no sentía aquel calor que trepaba en él como cuando estaba cerca de Harry y presenciaba sus hombros que se iban ensanchando con algunos músculos duros, como iba creciendo de forma acelerada en altura, su voz que se iba haciendo cada vez más gruesa por la edad, esos bellos ojos verdes que lo miraban con ese brillo abrasador, en la sonrisa especial que solo se la dedicaba a él, en aquella sonrisa que le hacía temblar las piernas, en las ganas que tenía que Harry lo tocara por todas partes.
Se dio unas suaves palmadas en su cara para dejar de pensar en su amigo de quién había estado evitando desde ayer. No podía verlo sin que las palabras de Severus y Gilderoy rebotaran por toda su cabeza como una campana.
“Estás hermoso, Draco” la voz de Lovegood lo distrajo “Aquella ropa se ve increíble en ti, aunque no sea similar a lo que nosotras estamos llevando”
Ginny hizo un silbido apreciativo “Vas a dejar a varios con la respiración atascada en sus gargantas, especialmente a alguien que nosotros dos conocemos bien” le dijo con una sonrisa divertida haciéndolo sonrojar porque presentía de que hablaba de Harry.
¿Le gustaría verlo así? Llevaba un top suelto sin mangas de color verde y en el centro decía ‘Hogwarts’, además de que sobre su corazón estaba el escudo del colegio, además de eso llevaba un short con volantes en la parte final de este, el short le llegaba a la mitad del muslo… “No creo que Gilderoy haya aprobado esto” debajo de toda la ropa se había puesto un polo manga acero pegado a su cuerpo de color negro que cubría su vientre, además de llevar un calentador en las piernas porque se sentía muy descubierto “¿Cedric también está vestido así?”
“No lo creo” Lovegood señaló detrás de él. Cedric se iba acercando con un conjunto de camiseta y pantalón amarillo, que en el medio decía ‘Hogwarts’ y sobre su corazón llevaba el mismo escudo que él, un conjunto completamente diferente a lo que él estaba usando.
“¿Por qué estás vestido así? Los de las otras escuelas ya están entrando al comedor haciendo su presentación, nos va a tocar dentro de unos minutos ponte el verdadero uniforme” dijo frunciendo el ceño el mayor que estaba sorprendido con lo que llevaba puesto.
“La verdadera pregunta es ¿por qué nuestro uniforme es diferente?”
“Esto me señalaron que debía ponerme y tuyo debe ser igual, pero en color verde”
“Me dieron esto” ¿alguien le estaba jugando una mala broma? ¿fueron los gemelos o alguien más? ¿por qué lo estaban queriendo vestir así? “Voy a buscar el otro uniforme” dijo preparándose para salir y revolver el salón en dónde supuestamente debía estar su verdadera ropa y no está vestimenta tan reveladora, pero se paralizó cuando escuchó la voz del director diciendo:
“Los estudiantes del Instituto Durmstrang junto a su director Igor Karkarov” ¿Escuchó bien? ¿El director dijo Igor Karkarov? ¿El padre de Morado… de Antom Karkarov? Todo pensamiento de su vestimenta fuera de lugar desapareció de su cabeza y lo único que quería era alcanzar al hombre y decirle el paradero de su hijo, de que su último miembro de la manada al menos sea despedido por un miembro de su familia de sangre “Y ahora damos paso a nuestros representantes de Hogwarts”
“Mierda, mierda, mierda, no hay tiempo para que te cambies, deberás salir así mini Malfoy, siempre metiéndote en problemas, ¿eh?” la voz de su capitán se escuchó nebulosa, su cuerpo entró en un estado automático mientras era arrastrado afuera hacia el comedor.
Daba las volteretas y giros que había practicado por meses mientras observaba al hombre que se encontraba al lado de su director -su director quien parecía enojado al verlo, tal vez por la ropa nada adecuada, bueno que se joda, estaba más atento por quién estaba a su lado- Igor Karkarov tenía los ojos celestes de Morado, además de su quijada y color de cabello, pero de ahí no encontraba más parecido entre ellos, tal vez su querido amigo se parecía más a su madre que a su padre. Intentó descifrar en aquellos ojos algún dolor oculto como lo habían tenido los padres de los otros miembros de su manda, sin embargo, no había nada.
No había dolor por la pérdida.
¿Al menos amaba a Morado? ¿Lo había estado buscando todos estos años? ¿O ni siquiera le importó que este desapareciera? ¿Al menos desapareció para este hombre?
Sus miradas se encontraron y sintió un frío recorrer su cuerpo, tenían el color de ojos tan similar, pero Morado nunca se hubiera atrevido a mirarlo con tanta frialdad. No, su amigo lo hubiera visto con cariño y respeto, con amor. Sus ojos no dejaron de verse en ningún momento, el hombre ahora lo miraba con una ceja levantada, seguro preguntándose por qué un adolescente desconocido estaba observándolo tan detenidamente.
El director Dumbledore se acercó para susurrarle al otro director “¿El joven Malfoy te está molestando, Igor?”
La risa divertida del otro resonó, esta no llegó a sus ojos “¿Qué? No, es solo un adolescente, Albus, no me está molestando” cuando terminó de hablar, ellos también terminaron con la presentación y al siguiente segundo se escuchó los aplausos y gritos de celebración de los demás estudiantes que opacaron cualquier otro ruido, así que fue difícil escuchar lo que hablan entre esos dos. Aunque en su opinión cree haber escuchado el nombre del profesor Moody entre ellos.
“Sabes, esa ropa te queda muy bien” a un lado suyo susurró con una voz extraña un joven. Un reconocible joven de ojos dorados.
“¿Por qué estás aquí?” gruñó molesto dando un paso alejado de Nikola Petrova, no deseaba que lo siguiera molestado y ahora debería soportarlo por todo ese año escolar, la vida no lo amaba.
“Soy estudiante de Durmstrang, estoy aquí para participar en el Torneo. ¿Te parece hacer una nueva apuesta?” sus ojos bajaron y subieron por todo su cuerpo haciéndolo sentir incómodo por esa mirada ¿hambrienta? y obligándolo a abrazarse para cubrirse un poco al menos “Vamos, será divertido”
Iba a gritarle de que no lo molestara cuando una túnica se posó sobre sus hombros y el aroma potente de Harry inundó sus sentidos haciéndolo sonrojar explosivamente, además de volver sentir aquel calor en su vientre que empezó a extenderse por todo su cuerpo rápidamente.
Malditas hormonas… no, no, era solo la fiebre, tenía fiebre de nuevo.
“Te ha dicho que te alejes, imbécil” gruñó su amigo poniéndose en el medio de él y Petrova, quién parecía divertido por toda la situación “A menos que quieras que te vuele todos los malditos dientes en este mismo instante con magia o sin ella” su voz fue baja y amenazadora, provocando en Draco un estremecimiento en sus piernas por tan autoritaria voz, mientras Petrova tembló, pero de miedo.
Sin embargo, el joven de Durmstrang parecía no temerle a la muerte, aunque tuviera miedo “¿Crees que voy a retroceder por un creído como tú?” sus palabras eran temblorosas y tenía un leve temblor en sus manos al momento que Harry dio un paso más cerca del estudiante extranjero.
Dos manos distintas se colocaron sobre los hombros de Petrova por atrás “Por lo que veo sigues molestando a mi hijo, ¿eh?” gruñó Severus empezando a arrastrar al de ojos dorados junto a Gilderoy a las afueras del salón, Petrova ni siquiera pudo gritar por ayuda porque el miedo le enrolló la lengua. No iba a negar que estaba curiosos por lo que le iba a pasar, pero no estaba preocupado.
Que se joda ese idiota.
Harry cambió repentinamente de ánimo, ya no estaba furioso ahora solo se encontraba feliz y levemente avergonzado “¿Qué pasó con esa ropa?” susurró y si las mejillas de Draco estaban rojas, con aquella pregunta se volvieron más brillantes “No… no digo que te veas mal, te ves bien… muy bien” el pelinegro tosió sobre su puño avergonzado “Pero ese no es tu estilo” decía mientras cerraba la túnica debido a que antes solo estaba sobre sus hombros.
“Era la ropa que me dieron para ponerme, pero Cedric no vestía igual”
“¿Diggory? ¿Él también estuvo en la presentación?”
Su pregunta lo indignó “¿No estabas viendo la presentación? ¿Qué estabas haciendo entonces?”
“La estaba viendo, la estaba viendo… aunque te miraba solamente a ti” decía mientras le colocaba un mechón de sus cabellos rubios detrás de su oreja. ¿Es que Harry no podía dejar de hacer que su corazón latiera como un loco en su pecho? ¿Por qué le estaba haciendo esto? ¿Él sabía que tenía un flechazo por él y se estaba burlando? No, Harry nunca le haría eso “Fue increíble como te movías y dabas vueltas, nunca nadie me había deslumbrado como tú, pero sentí que no estabas ahí, que tu mente estaba pensando algo más”
No le sorprendía que Harry sea tan observador, siempre parecía saber cuándo una situación o persona le molestaba. Alrededor suyo los estudiantes de las otras escuelas hablaban animados -esperaba que fuera animados- con sus compañeros de presentación, además de que al fin su director había dejado de hablar con Karkarov y ahora se encontraba susurrando con la directora de la Academia Mágica Beauxbatons. Con una señal le indicó a Harry que lo siguiera mientras alcanzaba al director del Instituto Durmstrang que estaba mirando todo con una sonrisa falsa.
“Director Karkarov” llamó al hombre que giró a verlo sin sorpresa.
“¡Oh! El niño problema de Albus, ¿eh?” dijo con un acento extranjero, escandinavo tal vez “¿Qué deseas pequeño? Debo advertirte que tu director no está feliz contigo, dice que lo que usaste fue una falta de respeto hacia las demás escuelas, así que siendo tú me escondería de él por un tiempo” la malicia envolvía su voz, parecía que en verdad ello lo encontraba divertido “Sin embargo, lamento el desagradable actuar de uno de mis estudiantes, hablaré con Nikola para que se aleje, lo que menos quiero es que un estudiante mío sea acusado por acoso”
Sujetó con más fuerza la túnica de Harry sobre él “Yo quería hablarle sobre…”
“Joven Malfoy” Albus Dumbledore con su ceño fruncido se acercaba a él, parecía que en verdad estaba en problemas.
“Mierda” fue lo único que pudo decir al saber que su tiempo de castigo iba a aumentar exponencialmente.
“Te lo dije, está furioso” Karkarov silbó sorprendido por el notable disgusto que expresaba el director que siempre había sido todo despistado y amable “No debes preocuparte amigo” dijo dirigiéndose a Albus con una falsa calma en su voz “El joven Malfoy solo está saludándome, después de todo sabes que Severus y yo fuimos conocidos anteriormente, quería saludar al amigo de su padre” ¿ese hombre era amigo de Severus? pensó sorprendido.
Parecía que sus palabras habían calmado levemente al director, pero no para el profesor Moody “No me sorprende lo manipulable que puedes ser Karkarov” su nombre lo soltó con todo el asco posible, logrando hacer estremecer al director de Durmstrang “Después de todo tienes un historial muy conocido para todos nosotros”
“Alastor” dijo en advertencia su director.
“Bien, bien, pero solo quería hacerle comprender que el joven Malfoy no es alguien que uno debe defender, un completo niño molesto y problemático” se encontraba indignado por lo dicho del profesor Moody, lo estaba pintando como alguien horrible con una persona que recién conocía… aunque sabía que no podía decir nada por la mirada todavía de advertencia puesta sobre él por parte de su director, se sentía tan impotente, con las manos amarradas.
“¿No está hablando de usted, profesor?” dijo entre dientes Harry con el ceño fruncido, quien se había puesto en el medio de él y el profesor Moody, los dos se observaban retadoramente a los ojos-ojo “Me sorprende que un profesor hable mal de un alumno, especialmente le levante falsos”
“Harry” intentó detener el director la confrontación.
“Por favor, Potter, ese niño atrás de ti solo es un hijo nacido del mal y crueldad, puede ser exteriormente lo más bello que hayas conocido, pero se encuentra podrido por dentro. Solo busca llamar la atención y protección de tontos e ingenuos, cuando sabe que es lo suficiente capaz de dar él mismo sus propias batallas, pero prefiere tener a personas que lo sigan y alaben. Un ejemplo es aquella ropa que lleva puesta, sabía que iba a llamar la atención de los estudiantes de las otras escuelas para poder usar…”
“¿Qué mierda estás dicie…?” Harry parecía listo para saltar sobre el profesor de Defensa lo tomó de la camisa porque sabía que esto acabaría mal.
“Harry, vámonos no vale la pena” empezó a arrastrarle lejos de los profesores tapándole la boca para que ni se le ocurra decir un improperio sobre aquel ‘delicado’ profesor. Escuchó un silbido impresionado de Karkarov, un suspiro cansado del director Dumbledore y las últimas palabras del profesor Moody:
“Sé lo que les estoy diciendo, no se vayan a sorprender de que sea capaz de poner su nombre en el cáliz” ¿cáliz?
“No digas tonterías Alastor, sabes que no podrá, la magia no lo permitirá”
“Mejor comencemos a decirle a los alumnos sobre cómo se dará la selección de los tres campeones, ya tuvieron su tiempo para conocerse” comentó Karkarov dirigiéndose a la mesa de profesores y sentándose cerca de la silla del director de Hogwarts.
Obligó a Harry a sentarse en la mesa de Gryffindor cuando Dumbledore empezó a exhortar orden en el comedor “No te metas en problemas innecesarios, Harry. Ese hombre está loco, no merece la pena”
“Es que me hierve la sangre con solo escucharlo hablar tan mal de ti, no sabes cuanto lo odio” gruñó sin dejar de fulminar con la mirada al profesor, le calentó el pecho su protección ante él “Eres importante para mí y no me agradan las personas que te hacen daño”
Harry, su dulce y protector Harry que siempre buscaba cuidarlo tanto física como mentalmente, al final era su caballero de armadura roja, ¿no? No pudo detenerse a agacharse -porque su amigo estaba sentado, mientras él todavía seguía parado- y darle un suave beso en su mejilla “Gracias, Harry. Más tarde te cuento sobre lo que estaba en mi cabeza, ¿sí?” Con sus demás amigos (especialmente su primera manada) sentía que él era el responsable de protegerlos, que debía hacerse el fuerte porque no deseaba sumarles a ellos sus problemas personales, sin embargo, con Harry sabía que podía protegerlo, pero también él lo protegería. Con Harry no debía ser siempre el más fuerte del grupo, sino que podía compartir sus problemas con él y su amigo también compartiría sus problemas, los dos se ayudarían.
Se fue rápidamente a su mesa, intentó ignorar el calor que estaba rodeando sus mejillas. Odiaba que sus sonrojos fueran tan notorios por su pálida piel. También intentó ignorar las burlas por parte de Blaise y Pansy, solo a él se le ocurría sentarse en el medio de esos dos cuando era un punto para todas las burlas. Cuando miró frente a él se sorprendió de que se encontrara Viktor Krum quién lo examinaba con curiosidad, sin embargo, esto no duró mucho cuando un pálido Nikola Petrova se sentó al lado del búlgaro y que al ver directamente a Draco se estremeció, girando su vista a cualquier otro lugar menos a él.
“Creí que querías tener una cita con él, ¿Por qué ahora pareces ignorarlo?” preguntó en búlgaro Krum hacia su amigo de ojos dorados quien volvió a estremecerse.
“Conocí a sus padres y me intimidaron mucho, pero mañana seguiré con mi cruzada” respondió también en búlgaro Petrova.
“¿Y crees que mañana ellos cambiarán de opinión sobre tu mal intento de cortejo?” se burló Krum en susurro porque el director empezó a presentar a los miembros del Departamento de Deportes y Juegos Mágicos “Te dije debes dejar de ser un imbécil, sé más cortés y amable, a la mayoría de las personas les gusta alguien humilde y no egocéntrico y molesto”
“No espero que para mañana ellos cambien de opinión sobre mí, lo que espero es que para mañana me habré olvidado de todo este temor y volveré a la cacería” ¿Dijo cacería? ¿Qué creía que era ese idiota? Se distrajo de la conversación de esos dos cuando Filch ingresó al comedor con un cofre grande de madera con joyas incrustadas.
El director hablaba sobre el trabajo que habían estado haciendo el Departamento de Deportes, sobre las características que deberían tener los tres campeones, la cantidad de pruebas y el sistema de puntos “Los campeones serán elegidos por un juez imparcial: El cáliz de fuego” con un golpe de varita el cofre se abrió mostrando un cáliz de madera con las llamas prendidas “Todo el que quiera proponerse como campeón tiene que escribir su nombre y el de su colegio en un trozo de pergamino con letra bien clara y echarlo al cáliz, háganlo lo más pronto posible porque para mañana, para la festividad de Halloween, tendremos los nombres de nuestros tres campeones” ahora escuchaba como los estudiantes de 17 años para arriba estaban emocionados para poner su nombre, hasta escuchaba como varios estudiantes de Durmstrang estaban seguros que el campeón de su escuela sería Viktor Krum.
Mientras el director comentaba sobre que uno debía estar seguro de ser partícipe porque cuando ponías tu nombre y eras seleccionado ya no había vuelta atrás, Petrova bufó “Vamos Viktor, es mejor que dejes a alguien más brillar, siempre eres tú”
Krum que estaba feliz por el coro con su nombre de sus demás compañeros de escuela, cambió drásticamente de expresión ante lo dicho por el joven sentado a su lado “Oh… al final es la decisión del cáliz, ¿no? Todos tenemos las misma oportunidades”
“¿Crees que tenemos las mismas oportunidades contra el mismísimo Viktor Krum? No me hagas reír amigo” el más joven buscador de la historia solo bajó la cabeza mientras empezaba a comer en silencio porque la comida acaba de aparecer frente a todos. Frunció el ceño, siempre supo que Petrova era una mierda andante, pero ser así directamente con quien te considera tu amigo era demasiado cruel.
“¿Quién creen que sea nuestro campeón?” dijo Pansy terminando de servirse su cena y distrayéndolo de la sonrisa falsa que lanzaba Krum a cualquiera que le hablara “¿Creen que sea un Slytherin?”
“Solo espero sea competente” dijo sin despegar su vista de un triste Víctor Krum, no iba a negar que le molestaba ese cambio de actitud, solo tener como amigo a Petrova debería ser una verdadera tortura “El Garash está muy rico, ¿verdad?” preguntó a Krum mientras comía un pedazo de aquel pastel de nueces y chocolate.
El joven buscador pareció animarse y asintió de forma brusca “Si, está muy sabroso, aunque deberías probar el de mi madre, ella hace el mejor Garash de toda Bulgaria, que digo Bulgaria del mundo” el joven empezó a hablar sobre la receta de su madre hasta que fue interrumpido por un codazo a sus costillas.
Petrova le susurró a Krum al oído, seguro esperando que Draco no los escuchara “¿Ni siquiera eres capaz de respetar el código de amigos? Ya te dije que me fijé en el primero”
“Solo estaba siendo amable. No soy un maleducado cuando alguien me habla” los dos estuvieron discutiendo en susurros de cómo uno era un mal amigo por interponerse en su cacería-decidió que durante todo lo que iba a durar este torneo nunca iba a estar solo con Petrova ni aunque este le rogara- y el otro se defendía de que no era un mal amigo y le dolía que creyeran eso.
“No sabía que hablabas búlgaro” Blaise dijo sorprendido “Cuándo mi madre me ordenó a estudiar idiomas extranjeros, ni siquiera se me ocurrió aprenderlo. Solo lo normal, ya sabes español y chino, aparte del inglés y francés que hablaba desde niño”
“Después de todo es una tradición de sangre puras saber 4 idiomas, especialmente para poder controlar los negocios en el extranjero” comentó Pansy “Yo todavía sigo atrapada en mi último idioma, el ruso, ¿Por qué elegí el ruso?”
“Tal vez porque Theo se había inscrito también en ese idioma” dijo con burla Blaise, pero apretando demás el tenedor con el que comía el postre.
Pansy se sonrojó levemente “Eso es una mentira, una difamación”
Y sintió que le cayó toda una nueva información: “¿Te gusta Nott?” no lo podía creer, en serio no podía.
“Por supuesto que no, solo le dije a Blaise que Theo se ve mejor con ese corte y es agradable ver como deja de ser ese niño larguirucho, se va volviendo más fuerte” no pudo evitar fijarse en Nott que se encontraba hablando con unos estudiantes búlgaros muy diplomáticamente.
Theodore Nott había crecido mucho durante las vacaciones, sin embargo, no era tan grande como Harry que había crecido como nunca ese verano; aquel corte de Nott si le favorecía mucho, pero para él nadie se veía mejor que Harry con el cabello más corto en los lados, pero en la parte arriba de su cabeza sus rizos rebeldes sobresalían; y aunque Nott esté volviéndose más fuerte, nadie podía sacarle en la cabeza que Harry también estaba empezando a ensancharse en todos los lugares correctos, con hombros cada vez más amplios y unos brazos más tonificados, una prueba irrefutable era aquella túnica que llevaba puesta y le quedaba suelta. Inconscientemente giró para ver a su Gryffindor amigo quien estaba conversando con una enojada Hermione mientras les daban miradas a Ron quien parecía hipnotizado por las estudiantes francesas. Al estar Harry sin su túnica pudo apreciar como la camisa le quedaba perfectamente bien, abrazaba cada uno de los músculos que se iban desarrollando.
Sintiéndose observado el adolescente de ojos verde dirigió su mirada a Draco, lanzándole una sonrisa brillante y hermosa, quitándole el aire al rubio quien rápidamente giró para seguir hablando con Pansy y Blaise, siendo inconsciente de cómo esa sonrisa desaparecía para formarse un ceño fruncido ante la persona que se encontraba frente a él. Nikola Petrova que seguía discutiendo en susurros con Krum se estremeció de nuevo al sentir que se encontraba en peligro inminente.
“No veo el por qué te gusta Nott” dijo volviendo a comer el postre de chocolate que dejó a la mitad.
“Obviamente no tienes ojos para nadie más que Potter” se atragantó con el pastel al escucharla “Hubiera sido agradable que fuéramos cuñados” se lamentó la niña.
“¿De qué hablas? No… no me gusta Harry” hasta para él se escuchó endeble sus palabras, pero era verdad, ¿no? Solo era un flechazo que podía desaparecer con el tiempo… pero para ser sincero no le gustaría que desapareciera. “¿Cuñados?”
“Por favor, de que no te guste Potter nadie te cree” se volvió a sonrojar ante lo dicho por Blaise a quien tuvo que empujar por sus mentiras y haciéndolo casi caer de las sillas, haciéndolo bufar molesto.
“Y sobre cuñados, solo puedo decir que como no notas a nadie más que Potter, no vez que hay más personas que están perdidamente enamoradas de ti”
“¿Qué? ¿Quién está enamorado de mí?” sus dos amigos Slytherin solo le lanzaron una mirada de ‘Eres tan denso y tonto, me sorprende que sigas siendo nuestro amigo’.
Iba a seguir preguntando cuando la leve inclinación de Krum, como intentando esconderse lo distrajo “Solo me tienes a mi como tu verdadero amigo, ¿crees que los demás te aceptaran como eres? Ya sabes blando y amable, cuando te has hecho un perfil de inalcanzable y temible”
Iba a replicarle que deje de molestar a Krum que parecía tan inseguro de sí mismo en ese instante, tan diferente al buscador confiado y aguerrido que había visto en las repeticiones de la final del Mundial de Quidditch, ese buscador que parecía no importarle romperse los huesos para alcanzar la snitch y darle la victoria a su equipo; sin embargo, el director decidió terminar la cena y sus palabras de despedida fueron “Cómo les he advertido a los alumnos mayores de 17 años, si colocan sus nombres en el cáliz deben estar cien por ciento seguros de participar porque se creará un contrato vinculante y nadie será capaz de romperlo y serán obligados a participar en el torneo si son elegidos como campeones, aunque al final se hayan arrepentido” luego esos ojos cansados se dirigieron a él, haciéndolo tensarse porque todos iban a saber que sus siguientes palabras iban dirigidas a su persona “Estudiantes menores de 17 años no serán capaces de burlarse del cáliz, así que ni siquiera lo intenten” y mudamente supo que el director le estaba diciendo que si del cáliz salía su nombre por algún error o cualquier otro motivo su castigo sería mayor de lo que él podía pensar, un castigo ejemplar.
No debía de preocuparse, ¿verdad? Después de todo no tenía ninguna intención de ingresar su nombre en aquel maldito cáliz.
Todo estaría bien, ¿no?
Los ojos fijos de Moody hacia su persona le hicieron dudar hasta de su existencia.
“Además, joven Malfoy su castigó aumentó dos meses más. Buenas noches a todos” estaba jodido.