
Granger y Weasley
Draco odiaba a la sangre sucia de Granger, pero de una manera impensable. Y, al contrario de lo que todos pensaban, no era por su sangre, ya que si era honesto consigo mismo, siempre le dió igual, pero él era un Malfoy, y los Malfoy desprecian a los hijos de muggle.
Su odio iba más dirigido al hecho de que ella siempre sobresalía, ¡En todo! Lo único en lo que Draco podía superarla era en pociones, pero de resto, siempre quedaba en segundo lugar con sus notas. Más de una vez eso le trajo problemas con su padre, y lo entiende.
¿Cómo va a quedar más abajo que una sangre sucia?
Draco rayaba con fiereza el pergamino de su mesa. Recibió un codazo de Blaise, y fue cuando notó que estaba viendo estúpidamente a Granger, quien simplemente seguía anotando todo lo de la clase.
Frente a ella estaba la comadreja como de costumbre. No sabía que era peor, si quedar abajo de Granger o compartir un mismo oxígeno con el pelirrojo.
Weasley era un completo desastre. Si alguien creía que Potter era un desastre en cuanto a vestimenta, escritura y orden, era porque no habían visto a su mejor amigo.
Justo ahora ni siquiera traía su corbata de Gryffindor, y su uniforme estaba mal arreglado, además de que tenía una lancha de pasta dental en la comisura de la boca.
Sus ojos pasaron a Potter, quien al menos tenía medianamente arreglado todo, quizá no tanto como él mismo o Granger, pero algo era algo. El cabello desaliñado de Potter lo hizo rodar los ojos. Tomó su pergamino y lo transformó en una pequeña bola de papel antes de lanzarsela al morocho.
Cuando Harry volteó, Draco solo fingió estar anotando algo, sin embargo, poco después vió un origami volar hasta su mesa, hecho con el mismo papel que lanzó. Cuando alzó la vista, Harry le dirigió una mirada y luego volvió al frente.
Tomó el origami y lo guardo, sacando a su vez su diario que últimamente llevaba consigo.
« Razón número 6: Su amistad con la sangre sucia y la comadreja. Aunque admito que Granger resulta menos irritante que Weasley, ello no implica que deje de ser molesta en absoluto. Si me concedieran la elección, preferiría pasar un día entero encerrado con Potter que soportar su compañía durante tan solo quince minutos consecutivos. »