
Su risa
« 10 Razones para odiar a Harry Potter. »
Fue el título que escribió en medio de la hoja con un trazo algo más grueso del que solía utilizar. Habia decidido que si sus amigos no tenían la suficiente paciencia para escucharlo odiar a Potty, al menos su querido diario sí.
« Número uno: Su risa, la cual, en mi -no tan- humilde opinión y seguramente en la de muchos otros, se caracteriza por su excesivo estruendo. Tal alboroto llega incluso a perturbar los sentidos hasta el punto en que uno desearía desprenderse de sus propios oídos. Sin duda alguna, siento compasión por aquella persona que, en caso de que tal acontecimiento llegue a ocurrir, contraiga matrimonio con Potty, pues se verá obligado a soportar dicho sonido horripilante en repetidas ocasiones a lo largo del día. »
Terminó de escribir y con su índice acarició su barbilla, analizando cada una de las palabras escritas antes de suspirar. Sonaba estúpidamente formal ¡Y no debería hacerlo! Menos con algo que se trataba de Potter.
De todas formas dejó el texto tal y como estaba, no le iba a dar muchas vueltas, era demasiado tonto hacerlo.
La puerta del dormitorio se escuchó detrás de sí y de inmediato giro sobre sus talones ocultando su diario sigilosamente entre sus otros libros. Puso una expresión de enfado al ver a Blaise y Theo.
"Así que finalmente se dignan a venir después de que me abandonarán descaradamente en el comedor." Con una vigorosa expresión, Draco se enfrascó en un fastidioso reproche dirigido a sus dos amigos, desvelando así una acusación implícita pero evidente.
Pasaron al menos 30 minutos antes de que Draco dejara su drama y finalmente pudieran alistarse para dormir.