LUCIUS.

1978.

—esto es una vergüenza, has avergonzado a mi familia de una forma que no te imaginas—dijo Abraxas claramente molesto.

Lucius se mantenía en silencio absoluto mientras la discusión se procesaba frente a él, el hombre que discutía con su padre trataba de disculparse y la esposa de este solo agacho la cabeza en signo de vergüenza.

—Abraxas, te ruego que perdones esta ofensa—rogo el hombre.

El solo soltó un suave suspiro, así que la odiosa Andrómeda Black huyo con un sangre sucia, a él no es como que le importe mucho que su supuesta “prometida” huyera con un don nadie, en realidad él ya estaba planeando que hacer ahora, conociendo a su padre organizara otro compromiso para que todo siga su curso y su futuro no se vea truncado por este pequeño inconveniente.

—tengo una hija menor, su nombre es Narcissa, ella tomara el lugar de su hermana—dijo Cygnus Black en un acto desesperado.

En parte entendía al hombre con este compromiso fallido quien pierde más son los Black, no solo dinero si no reputación en general. Por otro lado, Lucius no estaba convencido de desposar a la Black más joven, nunca hablo mucho con ella y bueno ella es simplemente extraña, de hecho, en su opinión la chica esta más loca que Bellatrix Lestrange.

Su padre se quedó en silencio, seguro está pensando en los pros y contras de dicha posible unión, a él no le importa realmente con quien llegue a casarse, siempre y cuando dicha mujer no arruine los planes trazados en su futuro.

—es admisible supongo y aceptare la opción que propones solo por el respeto que le tengo a tu familia. Bien Cygnus, tu hija menor se casará con mi hijo y la boda se realizará como estaba planeada inicialmente—contesto su padre finalmente aceptando la oferta de los Black.

El matrimonio se mostró bastante complacido con que su progenitor aceptara el trato. El trato de mantener su rostro neutral y sin emoción alguna, en serio no quería mostrar una mueca y ser reprendido por su padre.

Charlaron un poco más definiendo unas cosas sobre el futuro matrimonio mientras él se limitaba a escuchar o fingir que escuchaba, en serio era aburrido estar ahí como si fuese un simple objeto a exposición, pero él sabía que para su padre este matrimonio no era más que una transacción que lo beneficia. Soltó un suspiro apenas perceptible antes de perderse en sus pensamientos.

<<—Abraxas Jr. Espero y no me extrañes demasiado ahora que ya no estaré en el colegio—dijo con burla Alexander.

El junto a Thomas solo rodaron los ojos ante la actitud poco humilde del mayor. Lucius estaba al tanto de que Parkinson se graduaba este año y que se casaría en verano, sabe muy poco de la chica con la que Alexander se casara y es extraño ellos recién inician una etapa de su vida y el otro culmina dicha etapa.

—¿Cómo se llama tu prometida?, ¿Cuántos años tiene?,¿desde cuándo la conoces? —pregunto, siempre hace preguntas impertinentes pero concretas.

Alexander parecía divertido con las preguntas.

—Abraxas Jr. Sabes eres muy preguntón.

—si no preguntas siempre te quedaras con dudas y no sabrás como moverte en el tablero sin conocer los posibles movimientos de tu adversario—respondió con tranquilidad.

—¡Oh! Pero que tenemos aquí un sabelotodo, bien te daré esa. Ella se llama Mary Avery, tiene mi edad y la conozco desde hace un año aproximadamente, nos conocimos el día de nuestro compromiso.

—es lo esperado supongo.

—solo dirás eso, ¿no te parece extraño que no hayamos salido antes? —pregunto Alexander mientras entrecerraba los ojos.

—hermano, Lucius sabe que lo importante no es como se desarrollen las cosas si no las elecciones que se tomaron previo a eso y vamos es una chica sangre pura, educada y agradable, no es como si necesitaras realmente algo más—comento Thomas mientras alzaba los hombros en signo de aburrimiento.

—siempre has sido un bicho raro hermanito.

—es verdad lo que Thomas menciona, si hay algo que te retrasa en tus objetivos, sácalo de tu vida y es mejor tener algo más sólido. Los matrimonios tácticos son mucho mejores.

—en serio los dos son un par de raros, porque no se casan entre los dos, serian la pareja ideal.

—¡Puaj que asco! — respondieron en coro.>>

Salió de esa ensoñación y en parte ese recuerdo le ayudo a comprender ciertas cosas, por un lado, Black no es de su agrado y está seguro de que él tampoco del suyo; ella y el solo tendrán un heredero y cada quien puede vivir por su cuenta, al fin y al cabo, Manor es gigante. El matrimonio ya no se ve tan mal si lo toma desde esa perspectiva y con surte su futuro sigue como lo trazo inicialmente.

Los dos Black charlaron un poco más con su padre hasta finalmente despedirse y abandonar el lugar.

—Lucius.

—¿si padre?

—te casarás con Narcissa Black Rosier, sé que inicialmente no se te indico eso, pero debido a este “inconveniente”, espero y entiendas que debes proseguir sin mayor contratiempo—dijo con firmeza.

Él sabía que su padre no estaba preguntando si quería o no, simplemente le esta informando de un hecho que se llevará a cabo con o sin su autorización.

—si padre.

—bien, ahora retírate, tengo cosa que hacer.

—con permiso padre—dijo haciendo una reverencia y saliendo con rapidez del lugar.

Camino con tranquilidad por el pasillo hasta su habitación, una vez dentro noto un búho parado en el alfeizar de su ventana, era un gran búho negro.

“Thomas”, si, es era el búho de Thomas. Con rapidez abrió la ventana y vio que el animal traía una carta en su pata, la tomo con delicadeza antes de entregarle una galleta al búho que en cuanto tomo el premio emergió un vuelo, cerro la ventana y decidió abrir la carta.

Querido Lucius.

Me entere que tu compromiso se rompió por la huida de Andromeda Black con un impuro, en serio que les pasa a las Black, cada una está más loca que la otra; asumo que tus planes de boda siguen en marcha ya que no creo que Lord. Abraxas se quedará callado con tal ofensa y créeme yo tampoco lo haría.

El hecho es desafortunado, pero mira el lado bueno te deshiciste de esa mujerzuela que no es más que la sucia copia de la loca Bellatrix, tal vez era una señal, nunca en la vida veas algo como un retroceso si no como un simple empujón para un futuro mil veces mejor y más brillante.

Thomas Parkinson Crabbe.

Representante de la casa Parkinson.

Heredero de la noble casa Crabbe.

Ese Thomas, sí que estaba en todo, el bastardo era un chismoso de primera, pero tenía razón en ciertas cosas, después de todo siempre fue muy agudo al pensar. El negó suavemente antes de sacar papel y un poco de tinta, necesitaba enviar una carta al hombre.

Querido Thomas.

Veo que estas al tanto de mi infortunio, descuida dicha eventualidad ya está solucionada, mi boda sigue en pie y me casare con Lady. Narcissa Black, se lo que dirás ella probablemente sea la menos cuerda de la tres Black; pero no es como si necesitara una esposa cuerda, solo necesito una que conozca su lugar.

En fin, espero que en tu matrimonio te esté yendo bien y que tu esposa este a la altura de tus expectativas, aunque por nuestra corta conversación en tu boda puedo asumir que es una dama adecuada.

Lucius Malfoy.

Representante de la honorable y ancestral casa Malfoy.

Termino de escribir y envolvió con cuidado la carta antes de asomarse a la ventana y con un silbido llamar a Fergus, su halcón, el cual en menos de cinco segundos se posó en ventana.

—llévala a la mansión Parkinson y entrégala a Thomas Parkinsom.

Coloco la carta en pata del animal y este de inmediato alzo vuelo.

Decidió leer un libro mientras esperaba, ya que está seguro de que Thomas contestara casi de inmediato la carta, el libro que Alexander le dio hace ya casi dos años era interesante permitía dejar notas y tenía muchos hechizos antiguos y poco conocidos por la gente, pasaron unos cuantos minutos antes de que su ventana fuese golpeada por el ave.

Soltó un suave suspiro y se levantó para abrir la ventana, tomo la carta que Fergus traía y la abrió con rapidez.

Querido Lucius.

¡Estás loco o te fumaste las mandrágoras de madame Lork!, si no la controlas no la consumas, en serio mejor te casabas con el pulgoso Black o el rarito de Regulus.

¡Por Merlín!, no entiendo cómo puedes siquiera escribir tan tranquilo, sabes que si no sobrevives te recordare con aprecio, pero en serio, bueno no es que sea fea o algo así; sin embargo, solo imaginarte casado con esa loca de remate me da escalofríos.

Lucius rodo los ojos ante lo escrito, de inmediato comenzó a escribir una respuesta.

Querido Thomas.

Se que sueno algo descabellado, pero solo debo casarme con ella y engendrar un heredero, no es complejo. No le estoy prometiendo amor eterno o algo así.

Firmó con suavidad y envió la carta.

A los pocos minutos el ave estaba devuelta en su ventana con una nueva carta.

Lucius estas mal de la cabeza, este cucú, pero te entiendo, solo tienes que cogértela y la embarazas, ¡pum! En cuestión de unos cuantos intentos tu heredero estará ahí, vez lo que ocurre por burlarnos de los Lestrange, te casaras con la loca que no asistía a los bailes del colegio porque hacia hechizos vudús raros.

De inmediato comenzó a escribir de nuevo.

Thomas no seas exagerado, Black no fue al baile no porque este “loca” o por los “hechizos vudú” sino porque nadie la invito a dichos eventos.

Envió la carta y soltó un suspiro, solo le tocaba esperar a la semana siguiente, solo espera que este matrimonio no interfiera en su vida de forma negativa.

*

Había llegado el gran día, todo estaba muy tranquilo, aunque se escuchaba el ligero bullicio en la casa, todos estaban preparando el banquete de su boda y los distintos detalles.

“toc, toc”

—pase.

—Lucius.

El rubio se dio vuelta y vio a Augustus, su hermano mayor.

—hermano—respondió con tranquilidad mientras hacia una reverencia.

El hombre parecía querer decir algo, pero si algo sabia Lucius es que a su hermano mayor no le gustaba que lo apresuren así que espero a que soltara lo que deseaba decir.

—no me agrada tu matrimonio, es una inglesa y su familia es poco digna de confianza, no te fíes de ella y tampoco te aferres a ella, eso podría destruirte, si soy franco no estoy seguro de la elección de padre.

Lo sabía, su hermano siempre es algo predecible, él no estaba contento con esta unión, pero no es como si el estuviese rebosante de alegría por amor a Merlín, solo debe casarse y ya.

—hermano mayor, no es importante lo que yo piense. Lady. Black tampoco es de mi agrado y descuida jamás me aferrare a ella o algo así, ella solo es una útil herramienta para mis propósitos, nada más y recuerda no dejes que los deseos infructuosos nublen tu juicio para mal.

Augustus era un desgraciado, pero siempre supo que su hermano menor era algo peculiar, había algo en el que lo asustaba, parecía no poseer emociones reales y siempre actuaba con frialdad, ante todo, para su hermano menor todo se trataba de tácticas y no sabía si eso era bueno o malo.

—bien.

—bueno hermano, mejor ya bajamos, la ceremonia esta por empezar—comentó con tranquilidad.

El mayor solo asintió y ambos salieron de la habitación.

Pasaron los minutos y la ceremonia dio inicio, mientras el estaba en el altar de pie pensaba algunas cosas “estoy haciendo lo correcto”, “esto no va truncar mi futuro”, prefirió dejar sus dudas para otra ocasión y por fin vio caminar a la Black de la mano de su padre.

Ella traía un vestido sencillo y su cabello estaba recogido con suavidad, al poco tiempo la mujer ya estaba frente a él y cuando la vio evito fruncir el ceño, ahí estaban esos ojos de arpía que tiene cada Black, ni siquiera escucho lo que decía el ministro que los casaba solo estudiaba a la mujer, cuando menos lo espero escuchó la pregunta que tanto temía.

—¿Lucius Malfoy acepta a Narcissa Black como legitima esposa?

Soltó un suspiro y dijo las líneas previamente practicadas, todo lo decía de forma automática.

—Yo Lucius Abraxas II Malfoy Malfoy te recibo a ti Narcissa Druella Black Rosier para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.

Ya lo dijo, la pregunta se repitió de nuevo, esta vez para la mujer que tenía a su lado, por primera vez escucho realmente la voz de Black.

—Yo Narcissa Druella Black Rosier te recibo a ti Lucius Abraxas II Malfoy Malfoy para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe—respondió con suavidad.

Estaba hecho, su matrimonio se realizó y su futuro está en marcha, ya no hay vuelta atrás.