
Dolores en la Sangre
Se retorció de dolor, se apretó el abdomen con fuerza esperando qué esto alivie el dolor, pero no paso nada. Gruño, se mordió el interior de la mejilla para no gritar, jamás había sentido en toda su vida tanto dolor como ahora. Se apoyo contra la pared, el ruido de risas y conversaciones más la música quedo a su espalda, mientras daba un paso a la vez e utiliza la pared como apoyó se fue alejando de la fiesta, le costo mucho poder salir de ahí sin alertar a nadie, pero le pareció que alguien lo siguió cuando salía.
Logro llegar a unos metros de la entrada cuando lo sintió, una fuerte patada en su vientre, calló de rodillas con fuerza. Esta vez no se aguanto, grito a todo pulmón, se hizo chiquito sobre si mismo como un ovillo, el sudor le cayo por el rostro, su estomago ardía como si lo estuvieran quemando vivo, lo que no debería ser posible a menos de que haya consumido verbena sin que lo supiera.
¿Alguien lo quiere muerto?
El dolor bloqueo todo pensamiento coherente, trato de ponerse de pie, pero no podía moverse ni un solo centímetros sin sentir como algo lo golpea desde el interior tratando de salir.
-Lo siento hermano, pero no puedo permitir que intervengas en esto...
Stefan... su voz sonó tan lejana a los oidos de Damon.
-Pero no te preocupes, todo acabara en tres días y cuando despiertes estarás libre de la compulsión de Kol - apretó los dientes con fuerza, quería gritarle, pero ni las fuerzas para eso tiene. Stefan le clavo una aguja en el cuello y Damon ni siquiera pudo defenderse, solo pudo maldecirlo mientras iba perdiendo la conciencia.
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-¿Has visto a Damon? - Kol se paró al lado de Rebeka. Su hermana ni lo miro cuando le negó. No contento con su falta de respuesta verbal, miro lo que tanto está llamando la atención de su hermana, lo que encontró fue a un hombre que si no se equivoca su nombre es Matt Donovan uno de los amigos de Damon - ¿Encerio hermana? Acaso no has aprendido después de las últimas veces.
-Cierra la boca Kol - Rebeka lo fulminó con la mirada - ya he tenido suficiente de Klaus y Elijah, no quiero escuchar nada que salga de tu boca.
-Comparado con nuestros hermanos, te aseguro que de mi boca no escucharás más que buenas cosas.
-Aja, solo sigue mintiendo te a ti mismo
Kol miro al hombre por el que Rebeka tanto suspira y ya cansado de ver tal patética escena, sujeto el brazo de su hermana y los acercó a los dos a la mesa de aperitivos. Tomo una copa llena y se lo metió en la mano antes de que Rebeka pudiera rechazarlo.
-Toma, esto es una fiesta no un funeral. Así que en vez de andar deprimiendo te por un imbécil, ve y disfruta del baile, hay muchos otros hombres aquí que te miran y estoy seguro de que uno de ellos podría darte lo que tanto deseas si le das la oportunidad. Pero si sigues volviendo al mismo tipo de hombres como Stefan o ese Matt terminarás sola para siempre, ya es hora de que mires en la otra dirección, estoy seguro de que te sorprenderá lo que puedes llegar a encontrar.
Dicho eso Kol se fue antes de que Rebeka le salté encima.
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Elijah escuchó la conversación entre Rebeka y Kol, lo que lo dejó asombrado como pensativo. Jamás en sus mil años creyó posible que su hermanito sería capaz de decir palabras tan maduras, lo que es una gran sorpresa viniendo del psicópata de su hermano con un gran historial por detrás.
Lo que también lo dejó reflexionando sobre sus propias aventuras que terminaron mal.
Durante años ha estado buscando a la indicada, pensó que la había encontrado en Tatia, pero terminó matandola por accidente. En Katherine que no llegó a nada, en Céleste que más tarde Klaus terminó matando y finalmente una vez más en Katherine la cual él tuvo que terminar la relación para ayudar a klaus, pero su relación con Katherine finalmente llegó a un punto en que Elijah debe admitir que ella no es para él y nunca lo será.
Y si lo ve con más cuidado siempre termina con las mismas mujeres. Es de esperarse que siempre termine mal, si puede tomar las palabras de Kol para si mismo, ya es hora de un cambió y dejé de lado una vez por todas el pasado y continúe en otra dirección.
-¿Elijah?
Salió de sus pensamientos ante la voz familiar, Katherine se paró frente a él en un hermoso vestido rojo que resalta su pecho y las curvas de su cintura. Una sonrisa coqueta que lo tuvo embobado en cuestión de segundos, Katherine se le acercó y lo sujeto del brazo pegándose a su costado, sintió como presionó su pecho contra su brazo. También vió a Klaus al otro lado de la sala, sus ojos se encontraron por unos segundos, pero fue suficiente para Elijah.
Algo ha sucedido.
-Lamento no poder detenerme a charlar contigo Katherine, pero debo asegurarme de que ninguno de mis hermanos se metan en ningún problema hasta el brindis - Elijah la dejó detrás, sintió sus ojos sobre él e hizo todo lo posible por no voltear a verla. Pasó hasta el otro lado del salón, solo se detuvo tres veces para saludar a los invitados, Klaus lo recibió con su propia copa - Klaus, ¿me dirás qué te está molestando está noche?
-Que más podría ser que nuestra querida madre - Klaus exclamó sarcástico, a Elijah le sorprendió su calma, en casos pasados Klaus ya se hubiera dejado consumir por la ira y ya habría arremetido.
-Klaus ¿Qué sucede?
Enterarse de que su madre planeó todo un plan para volver a matarlos no es lo que había esperado escuchar.
***
Damon despertó con el sonido de pasos y una fuerte discusión de fondo, la verbena en su sangre pareció disminuir lo suficiente para recuperar la conciencia. Pero no lo suficiente como para que su mente aún permanezca en blanco. Permaneció tan quieto como su cuerpo se lo permitió y en silencio para no alertar a sus captores de que ha despertado.
-¡¿Te has vuelto loco?! - grito una voz femenina.
-A mi tampoco me gusta, pero no podemos arriesgarnos a qué intervenga.
-Ese no es el problema, el problema es como lo hiciste. Se que su repentina relación con Kol Mikaelson es sospechoso y todo puede ser una trampa por parte de ellos para tomarnos con la guardia baja, pero a Damon no le va a gustar lo que le hiciste por más de que solo estés tratando de ayudarlo - la mujer expresó con preocupación.
-¿Y qué se supone que debía hacer entonces?, Dejarlo seguir con esa farsa y a merced de ellos - Damon noto que la voz se está volviendo inestable, más violenta y/a muy poco de explotar.
-No, por supuesto que no - se apresuró a decir y al final se fue apagando - solo que...
-¿Solo qué? - exigió una respuesta.
-¡Está mal! - grito la mujer ya no pudiendo contenerse más, ya no podía seguir escondiendo sus emociones de exasperación, cansancio, ira, miedo, pánico y preocupación, las dejó salir todas contra el hombre frente a ella.
-... Es verdad, está mal, pero piensa en lo que los Mikaelson pudieron haberle hecho a Damon en el momento en que se dieran cuenta del plan de Esther. Hubieran usado a Damon para que nos rindiéramos a ellos.
Damon escuchó con la mayor atención posible, la verbena en su cuerpo se fue diluyendo con rapidez ahora que la mayor parte paso por su sistema. Las voces de Elena y Stefan se escucharon cerca, pero no sé arriesgó a ser descubierto para comprobarlo. Lo único seguro es que su hermano le hizo esto y cuando se liberé lo va a hacer pagar, la conversación llegó a un punto muerto con Elena saliendo de la casa y Stefan corriendo tras ella.
Con solo él en la casa se apresuró a moverse de su lugar, solo entonces noto que Stefan lo dejó en su habitación sin ningún tipo de precaución en caso de que despierte, aveces la confianza y estupidez de su hermano puede ser asombrosa. Pero en este caso resultó a su favor, no tiene la menor idea de cuál es el plan, pero no cambia el hecho de que la madre de Kol, Stefan y sus amigos deben estar involucrados.
Y con Stefan profesando su deseo de venganza contra Klaus, puede terminar en la muerte de todos los Originales.
No va a permitir que eso suceda.
Corrió hacía la puerta abierta de su habitación solo para verse chocando contra una pared invisible que lo hizo retroceder varios pasos.
-¿Qué? - atontado por la sorpresa volvió a la puerta e intento una vez más pasar. Solo para que la misma pared invisible se lo impida - tienes que estar bromeando - incrédulo golpeó la pared con todas sus fuerzas, ni una sola de sus extremidades paso hacía el otro lado - no, no, no, no, ¡NO! - grito enfurecido.
Por supuesto que Stefan no se lo va a dejar fácil, no lo dejaría suelto en la casa sin una manera de mantenerlo bajo control. Y qué mejor manera que encerrarlo en su habitación con magia, no hay duda de que esto fue obra de Bonnie, es la única bruja al lado de su hermano con el suficiente poder para hacerlo.
No pudiendo salir de su habitación por la puerta corrió hacía la ventana, solo que se encontró con el mismo destino que la puerta, no hay manera en que pueda salir ahora y se aseguraron de ello.
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Damon esperó pacientemente el regreso de Stefan, sin su teléfono no puede contactar a nadie que pueda ayudarlo, por lo que está atrapado hasta que alguien note su ausencia y no tiene la menor idea de cuánto tiempo ha estado fuera gracias a la verbena.
No pudo hacer más que sentarse en la cama y esperar.
Las horas fueron pasando y no había rastro de Stefan por ningún lado o hasta donde puede ver desde su habitación, tampoco ha habido visitantes desde que Stefan y Elena abandonaron la casa. Damon empezó a inquietarse con cada hora que pasa sin saber que es lo que está sucediendo haya afuera.
Harto de estar quieto, Damon camino alrededor de toda la habitación con la esperanza de distraerse de su encierro.
De seguro Kol notará que lleva bastante tiempo fuera y lo buscará... A menos que piense que su ausencia se debe a su pelea por atacar a Elena.
Lo cuál no es así.
Tiene fe en Kol, pueden pelear pero jamás llegará al punto en que uno se desaparecerá sin dejar rastro o no deje ninguna nota atrás, con la ubicación de su paradero.
No es como si no fuera la primera vez que pelean, seria mas raro si no lo hicieran.
Damon salio de sus pensamientos al escuchar el ruido de un motor de auto acercándose a la casa, corrió hacia la ventana, al ver afuera justo al mismo tiempo un auto de color rojo se estaciono en la entrada de la casa. No reconoció el auto, nunca antes lo había visto, espero pacientemente a que el ocupante baje, pero este después de varios minutos no se movió del volante.
No parece tener la intención de bajar.
-Vamos maldita sea... - escupió frustrado.
Nada parece estar yendo-le bien hoy en día, la suerte no esta de su lado.
Paso una eternidad hasta que finalmente vio movimiento y la puerta del auto se abrió, finalmente pudo ver a la persona detrás del volante.
-¿Que hace el aquí?
Puede que no reconozca el auto, pero reconoce al conductor.