"ᴀᴍᴏʀᴛᴇɴᴛɪᴀ: ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴏs ᴇʀʀᴏʀᴇs ᴍᴜᴇsᴛʀᴀɴ ᴠᴇʀᴅᴀᴅᴇs"

ɪғ ʏᴏᴜ ᴅᴀɴᴄᴇ

ɪғ ᴏᴜ ᴅᴀɴᴄᴇ ᴅᴀɴᴄᴇ, ɪ'ʟʟ ᴅᴀɴᴄᴇ, ᴀɴᴅ ɪғ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴅᴏɴ'ᴛ, ɪ'ʟʟ ᴅᴀɴᴄᴇ ᴀɴᴀɴᴀ ᴀ ᴘᴇᴀᴄᴇ ᴏғ ᴄʜᴀɴɢᴇ ᴄʜᴀɴɢᴇ ʟᴇᴛ ғᴇᴀʀ ᴏᴜ ᴏᴜ ʜᴀᴠᴇ ғᴀʟʟ ᴀ ᴀᴀ ᴀ ɪ'ᴠᴇ ɢᴏᴛ ᴍ ᴀ ᴀ ᴏɴ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ ᴏᴜ.

sᴀʏ ʏᴇs ᴛᴏ ʜᴇᴀᴠᴇɴ - ʟᴀɴᴀ ᴅᴇʟ ʀᴇʏ.

»»----- ★ - ★ -----««

[ 𝑆𝑒𝑣𝑒𝑟𝑢𝑠 ♡ ]

Tenía que ser sincero consigo mismo, diría que esto es algo que solo aparecería en sus más locos sueños (cofcofpesadillascofcof).

Pero aquí está él, en compañía del grandísimo idiota, Aka James Fleamont Potter, en una "cita", si es que se pueda llamar así a una salida que implicaba ser observados de una manera poco discreta por el resto de merodeadores y mis amigos. (¿Enserio Lucius y Regulus creían que él no podía verlos? Porque si es así, se sentirá muy ofendido) , porque, si es sincero, puede sentir la mirada matadora de Sirius en su persona y casi puede asegurar que Regulus estaba apretando con demasiado. fuerza el tenedor que estaba sosteniendo en esos momentos.

'... Y así fue como Sirius terminó con la cara llena de barro.' - ¿En qué momento Potter empezó a hablar? Porque no le preste atención y ahora me da vergüenza decirle que repitiera lo que dijo.

-¿Severus? ¿Todo está bien? - Muy bien, ¿quién le dio el derecho a James-jodido idiota-Potter ser tan lindo?

- Si te soy sincero... No te escuché, estoy más concentrado en tratar de ignorar la mirada matadora de tu amigo 'Padfoot', así que perdona si no te presto demasiada atención. - Es perfectamente normal que mantenga la mirada en mi plato, no es como que quiera evitar su mirada para que el idiota no pueda darme una de esas miradas suyas que parecen de un cachorro triste, no, claro que no.

- Oh... Creí que me estabas impidiendo porque no querías estar aquí conmigo. - Levanté la vista en el momento en el que terminó de hablar y pude ser testigo del lindo rubor que apareció en sus mejillas, en serio, ¿quién le dio el derecho de ser lindo?

- No es eso... Yo... Yo realmente quiero estar aquí, Pot-James. - No pude evitar casi decir su apellido, me acostumbré tanto a llamarlo así que decir su nombre me resulta extraño. Pero si quiero hacerle entender que mis sentimientos por él son reales, entonces es algo que tengo que hacer.

A todo esto, ¿cómo es que terminó de esta manera? Si mi yo del pasado pudiera verme estoy seguro de que me lanzaría un imperdonable sin dejarme explicarle las cosas.

Pero, ¿pueden culparlo? Estoy aquí, con mi matón de hace 5 años, en una maldita cena romántica, mientras trato con todas mis fuerzas de hacerle saber que lo amo cuando hace poco creía que lo único que sentía por él era odio.

Esperan, ustedes tampoco saben cómo es que llegué aquí, ¿verdad?

Pues qué bien que estoy de ánimos para contarles. Así que pónganse cómodos, ya que esta es una historia algo extensa.

Todo comenzó una semana después de la "broma" que Black me hizo, broma que casi me mata, pero esos son detalles. En todo este tiempo ninguno de los merodeadores se acercó a mí, (a excepción del primer día, cuando Lupin se me acercó para pedir disculpas por casi matarme, y James, quien se aseguró de que estaba a salvo, lo cuál era lindo, pero extraño).

Si soy honesto, en todo ese tiempo no pude evitar estar en guardia. Sin importar el qué, seguía sintiéndome alerta. Aun así, algo cambió en la dinámica cuando, una tarde, mientras ordenaba las pociones en el aula de pociones, escuché la puerta abrirse. No le di importancia al principio, suponiendo que era uno de los estudiantes rezagados, pero percibí pasos que se detuvieron cerca del escritorio donde me encontraba.

Levanté la mirada y allí estaba, Potter, con una expresión entre preocupada y ansiosa. No pude evitar fruncir el ceño ante su presencia. 

- ¿Qué demonios quieres, Potter? - preguntó, intentando mantener mi tono de voz inalterado.

- Escucha, Severus... lo de la otra vez... fue un error, una broma estúpida que salió de control. No era mi intención que... te lastimaras de esa manera. - dijo, con una mirada que no lograba descifrar del todo.

La sorpresa me invadió. ¿Estaba James Potter, el mismísimo tormento de mi existencia durante años, disculpándose? Era algo que no esperaba en absoluto. Mi mente estaba luchando por procesar aquellas palabras cuando continuaron.

- No quiero que pienses que... bueno, que lo que ocurrió fue algo personal. Fue una tontería, una broma infantil. Y estoy aquí para... bueno, para decirte que lo siento de verdad. - añadió, su mirada clavada en la mía, buscando alguna reacción en mi rostro.

Mis pensamientos se agolparon, pero antes de que pudiera responder, la campana sonó anunciando el fin de la clase. Potter se volteó para marcharse, pero mi curiosidad superó mi orgullo.- Espera, -lo llamé.- ¿Por qué vienes a decirme esto ahora?

James se giró hacia mí, sus ojos reflejaban una sinceridad que no recordaba haber visto antes en él. - Porque... porque creo que hemos pasado mucho tiempo malinterpretándonos, y me gustaría intentar... empezar de nuevo, si es que estás dispuesto.

El timbre sonaba cada vez más fuerte, pero en ese instante, parecía que el mundo había dejado de girar. No sabía qué decir. ¿Aceptar su disculpa? ¿Empezar de nuevo? La idea era completamente ajena a mí.

- ¿Cómo se... -tome aire mientras pensaba en las siguientes palabras que diría- ¿Cómo se que está no es otra de tus bromas? ¿Cómo me puedes asegurar de que esto no es un engaño? 

- Sal conmigo este fin de semana, acompáñame a las 3 escobas... Bueno, puede ser en otro lugar, tu puedes elegirlo. - Dijo mientras llevaba sus manos a su cabello castaño y lo alborotaba más de lo que ya estaba. - Mientras, podemos ir a clases, ya es tarde. 

- Bien... Pero que sepas que aún no confio en ti. - Termine de colocar las últimas pociones que estaban en mi escritorio en su lugar correspondiente, para después tomar mi mochila y salir del aula en compañía de Potter.

- Se qué no va a ser fácil, pero sabes que soy muy persistente. - Me dijo mientras me guiñaba el ojo, a lo que me sonroje. 

¿What? No soy ciego y se que Potter es uno de los chicos más atractivos de mi generación, esa es una de las cosas por las cuales se que a Lily le gusta, a pesar de no querer demostrárselo.

- Por cierto, Severus... -Lo escuché decirme- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Técnicamente, la estás haciendo en este momento. -Respondi mientras observaba como su rostro se iba enrojeciendo poco a poco- Si, puedes hacerme una pregunta.

- Bien... Bien... Entonces, ¿aún sientes algo por Evans? -Escucharlo hizo que me detuviera en seco, para después dirigirle una mirada llena de molestias. No podía creer lo que escuchaba, aunque debía de suponerlo, este cerdo no es muy listo.

- ¿Estás hablando en serio?, porque si es así déjame decirte que eres un idiota. -Fue lo que dije mientras reanudaba mi caminata- Lily es mi mejor amiga, una hermana para mí, el amor que siento por ella es como de hermanos. 

- Espera, ¿Me estás diciendo que jamás has amado a Evans? - No pude evitar rodar los ojos ante su pregunta.

- ¿Te refieres a amarla de una manera romántica? Porque si es así, déjame decirte que no, jamás ame a Lily de una manera romántica. -Detuve mi caminar, mientras esperaba a que la escalera dejara de moverse- A decir verdad, creo que jamás me he sentido atraído hacia una mujer, o bueno, hacía ningún sexo en particular.

- ¿Pero encuentras atractivo a alguien? - Pregunto Potter mientras continuamos caminando hacia nuestras respectivas aulas.

- ¿Que clase de preguntas son esas Potter? -Me rei mientras paraba frente a un aula- Aquí me quedo... -Dude un momento pero al final decidió arriesgarme- ¿Nos podemos encontrar ahora en la noche? Quiero que sepas que aún no confió en ti, pero, me gustaría intentar lo que tú dices.

Pude ver cómo su rostro se iluminaba ante lo que dije... Si lo pienso bien, parece un perrito emocionado, es... lindo. 

Espera, ¿acabo de pensar que James Potter es lindo? ¿Es en serio? 

- Entonces... ¿A dónde te gustaría que nos encontremos? - Antes de siquiera ponerme a discutir conmigo mismo sobre mis pensamientos anteriores Potter habíablo -lo cuál agradezco-.

- ¿Te parece bien en el árbol que está cerca del lago negro?, y... ¿Puedes ir sin que te descubran? Se que no querrás que Sirius se entere de que te estás encontrando con Snivellus - Cuando termine de hablar subí la mirada, ya que sin querer la había bajado y, pude ver el momento exacto dónde el rostro de Potter se transformaba en uno de tristeza, y sorprendentemente, eso no le gustó.

- Potter, ¿estás bien? - Sin querer llevar una de mis manos hacia las del otro, tomando una de las suyas y dando un suave presionado. - Si quieres podemos vernos en otro lugar tu solo-

- No hace falta, el lugar que escogiste es perfecto, nos vemos a la hora de la cena, ¿vale? -sin soltar mi mano la alzó y me dió un pequeño beso en mis nudillos- No te preocupes por la comida, yo la llevaré.

Sin querer me congelé ante el tacto de sus labios en mi mano, dándome la oportunidad perfecta de irse sin que yo pudiera decirle algo, no es como que tuviera algo que decir en realidad. El simple hecho de sentir sus labios hizo que mi mente se hiciera papilla y mi mano cosquillara de manera extraña.

Estuve el resto del día con la mente en las nubes, aún sin poder procesar el hecho de que James Fleamont Potter me beso en la mano. Algunas veces, sin darme cuenta, acariciaba mi mano y una pequeña sonrisa atravesaba mi rostro y, cuando me daba cuenta de lo que estaba haciendo, sentía que mi rostro se ponía tan caliente que bien se podría cocer un huevo en el. 

Paso el tiempo y cada vez más se acercaba la hora en la que se encontraría con Potter, lo que lo ponía muy nervioso. No sabía por qué, pero estar en un mismo sitio a solas, con la compañía del chico que hizo de su vida un infierno, no era fácil de manejar, pero trataría de encontrar una manera en la cuál poder lograrlo. 

[𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚘𝚖𝚗𝚒𝚜𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎]

El sol comenzaba a ocultarse detrás del horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos y anaranjados. Severus llegó al árbol cerca del lago unos minutos antes de la hora acordada, encontrándose con James, quien ya estaba allí, sosteniendo una cesta con comida.

-Hola, Severus. Espero que te guste la cena que preparé... Bueno, no fui yo... Osea, si colabore, pero los elfos no me dejaron hacer mucho. -James sonreía mientras se levantaba de la manta colocada en el césped para recibir a Severus.

Severus no pudo evitar notar cómo James se veía más relajado en esta atmósfera más tranquila. Ambos se sentaron en la manta bajo el árbol, disfrutando de la paz que ofrecía el lugar.

-Es un buen lugar para... conversar, supongo. -Severus rompió el silencio, tratando de aliviar la tensión entre ellos.

-Sí, está tranquilo aquí. Además, hay algo que quiero decirte, Severus. -James tomó un respiro antes de continuar-. Sé que ha pasado por mucho por nuestra culpa y que... quizás mi disculpa no fue suficiente. Pero quiero que sepas que realmente lo siento. No deberías sentirte incómodo o presionado por estar aquí conmigo.

Severus se sorprendió por la honestidad en la voz de James. No esperaba tal confesión.

-Está bien, James. Aprecio tu sinceridad. De hecho, la cena se ve deliciosa. -Severus intentó cambiar el tema, no quería que la atmósfera se volviera incómoda nuevamente.

Mientras compartían la comida, James decidió empezar una conversación con el contrario, y sorprendentemente, la conversación fluyó con bastante naturalidad entre ellos. Hablaron de clases, de sus intereses, de pequeñas anécdotas de la infancia, (más por parte de James que de Severus) , y de los problemas comunes que enfrentaban como estudiantes.

A medida que avanzaba la conversación, Severus se encontraba cada vez más relajado en presencia de James. Era extraño, pero se sentía bien estar allí, compartiendo un momento íntimo con alguien que alguna vez había considerado su mayor rival.

El sol se sumergiría completamente en el horizonte, dejando lugar a la oscuridad de la noche. La brisa suave del lago acompañaba sus palabras mientras continuaban hablando. Y en medio de esa conversación, James se detuvo de repente, mirando fijamente a Severus.

-¿Sabes, Severus? Nunca imaginé que estaríamos aquí, charlando como lo hacemos. Pero me alegro de que hayamos tenido esta oportunidad. Eres más interesante de lo que creía.

Severus se encontró sonriendo, algo que no había hecho con tanta sinceridad en mucho tiempo. La noche avanzaba, pero ninguno de los dos parecía querer irse.

-Supongo que... puedo decir lo mismo de ti, Potter. Ha sido... agradable. -Severus se sorprendió al admitirlo.

La noche se hizo más oscura, y los murmullos del lago se convirtieron en el único sonido que los acompañaba. En medio de la quietud, sus miradas se encontraron y por un instante, ambos sintieron una conexión especial que ninguno sabía cómo explicar.

-Creo que deberíamos... volver. Ya es tarde. -James se puso de pie, rompiendo el momento.

Severus ascendió, sintiendo que algo había cambiado entre ellos esa noche, pese a lo corta que fue. Caminaron juntos en silencio de regreso al castillo, pero esta vez, el silencio era cómodo, cargado de una nueva complicidad que ninguno esperaba encontrar.

Al llegar a las puertas del colegio, James se detuvo, mirando a Severus con una sonrisa suave.

-Gracias por esta noche, Severus. Espero que podamos repetirla. Y... por favor, llámame James.

Severus asombró, sorprendido por la amabilidad genuina de James. Con un gesto de despedida, se separaron para dirigirse a sus respectivas casas.

La noche continuó, pero para Severus, algo había cambiado. Había descubierto un lado de James que desconocía, un lado que lo hacía reconsiderar todas las impresiones que tenía del chico que alguna vez demostró su peor enemigo.

[ 𝑆𝑒𝑣𝑒𝑟𝑢𝑠 ♡ ]

Cuando llegó a su sala común se dejó caer en uno de los sillones situados en ella, tomando una almohada que estaba en el y presionando su rostro en ella. Sentía que lo que acababa de vivir era un sueño, pues inconscientemente esperaba que la oferta de James fuera un engaño, una broma más de parte del Gryffindor para burlarse de él. Pero lo que pasó en aquel lugar dejo a su corazón latiendo a un ritmo algo acelerado ya su rostro sonrojado, de solo recordar lo bien que se sintió estar con el chico de cabello castaño era suficiente para que una sonrisa involuntaria se creará en su rostro.

Si bien sentía que estaba confiando muy rápido en el Gryffindor, quiso darle el voto de duda. Queria ver como se comportaria el chico de cabello alborotado en los siguientes días, si James, (¿Porque se siente tan extraño llamarlo James?), si James no está siendo sincero y todo lo que pasó ese día quedó como parte de una broma lo sufriría tanto.

- ¿Estaré haciendo lo correcto? - pregunto al aire mientras observaba con cariño a su mano, acariciándola con gentileza y dulzura. 

Después de unos minutos decidido levantarse y dirigirse a su habitación, con suerte sus compañeros de cuarto ya estarían dormidos y no tendría que responder preguntas incómodas. 

Tal como pensó, sus compañeros ya estaban dormidos, lo que le dió la tranquilidad de bañarse y cambiarse sin tener que escuchar sus interrogaciones como las buenas viejas chismosas que son. Después de entrar a su cama, se tiró la sábana encima y se dejó caer en los brazos de Morfeo.

» »————- ★ - ★ ————-««

Noa_Castro ♡