
En una playa en el '82 que se quedó en el '77
Era una tarde de verano,
perdida en mitad del '77,
con el sol pegando en la piel
y la brisa refrescando los pulmones.
El mar se perdía en el horizonte,
y entre las olas de espuma Lily observaba,
el rojo de su cabello resplandecía,
pero sus ojos verde esmeralda miraban más allá.
A su lado, tranquila,
con su bañador a rayas verdes,
flotaba en el agua Marlene,
los dedos jugando a atrapar lo imposible.
Dorcas caminaba y la arena se pegaba a sus pies,
recogía caracolas y miraba a través de ellas,
buscando un infinito que no podía tener,
pero que no necesitaba si su alma gemela estaba a su lado.
Un poco más lejos, tumbada,
Mary ríe y se siente en un sueño,
en un recuerdo, en otra vida,
observando desde dos puntos de vista.
Es una tarde de verano,
perdida en mitad del '82,
con el alma de un ayer que sigue vivo
y la ilusión de un rencuentro en un lugar,
más allá.