
Wolfsbane para un lobo solitario
Es una mala idea, es objetivamente una mala idea.
Pero los huesos se le rompen,
La carne se le desgarra,
La mandíbula se le descoloca,
Y no hay más ideas que pensar.
Por las mañanas siempre es igual:
Sabor a sangre en la lengua,
pesadez en las extremidades,
niebla en la memoria.
Pero esta vez hay algo distinto.
Duele, pero no tanto,
pesa, pero puede moverse.
Lo que no cambia, nunca cambia,
es la niebla.
Sus amigos le miran con sonrisas en la cara,
sus palabras le cuentan el éxito de la noche,
sus miradas me explican la comprensión adquirida,
pero ellos no tienen niebla.
Correr, saltar, morder, jugar.
Palabras, pero no recuerdos.
Por muchos años.
La primera vez que recuerda, está solo,
No hay tanto sabor a sangre,
No hay tanto dolor en las extremidades,
No hay niebla.
Pero no hay sonrisas que alivien,
No hay palabras que expliquen,
No hay ojos que comprendan.
No cambiaría el dolor,
Pero una parte de si
Sin duda preferiría la niebla.