Querido Gryffindor, cuanto te odio

Harry Potter - J. K. Rowling
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Querido Gryffindor, cuanto te odio
Summary
Blanche Malfoy y Franchesca Nott son las abejas reinas de Hogwarts, las perfectas sangre pura. Apesar de tener todo a su favor, hay una cosa en la que no están satisfechas. Y es que están comprometidas con alguien que no aman. Su último año ha comenzado para vivir sus vidas antes de la gran catástrofe. Pero qué sería peor que enamorarse de un Gryffindor y que encima sea mestizo o que sea un traidor se sangre. ¿Cuál será peor para que una abeja reina caiga?
Note
Como algunos saben, cambie de plataforma por ciertas políticas. Disfrútenlo!!!Hola! Este es el segundo fanfic que escribo pero el primero que hago de este tipo jajaja. La perspectiva de las principales puede ser un poco molesta por su personalidad "fresa" o mandona al principio, pero cambiarán.
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El primer banquete de Hogwarts

Remus miraba el chocolate con el ceño ligeramente fruncido. No le apetecía comérselo a pesar de que unas horas antes estaba desesperado para calmar su mal humor. La luna llena del día anterior lo había fastidiado. Y agradecía enormemente ser suplido como prefecto en ese momento.

—¿Qué opinas Moony? 

Lupin alzó la mirada hacia sus amigos, no estaba seguro de cuánto tiempo había estado perdido en sus pensamientos. -¿Qué?

—¡Por Merlín Moony!, ¿no nos escuchaste? -Sirius soltó una risa burlona. —Parece que el chocolate es más importante que nosotros.

—No lo culpes Pads, es su dulce favorito. -James sonrió de lado. —¿En qué tanto piensas Moony? No has dejado de ver ese chocolate. ¿Acaso la bruja del carrito te hizo ojitos? 

Black y Potter se rieron junto con Pettigrew, Remus adoraba a sus amigos pero a veces podían ser unos idiotas. Rodó los ojos con diversión.

—¿Celoso? 

James frunció los labios mirando hacia arriba. —Un poco, aunque no quisiera dejar a Rosmerta con el corazón roto. 

—Por favor Prongs. Todos saben que yo le agrado más. -Sirius le guiñó un ojo a sus amigos. 

Rosmerta era una bruja muy atractiva que trabaja en Hogsmeade, James y Sirius coqueteaban con ella para no pagar las bebidas que pedían. 

—¿No podemos hablar de otra cosa? Ya tenemos suficiente de James hablando de Lily y de su plan de cómo le va a pedir matrimonio. -Se quejó Peter recargando su brazo en la puerta.

—Noviazgo. -Lo corrigió James.

—Es lo mismo. -Remus sonrió y sus amigos se rieron. 

James Potter estaba enamorado de Lily Evans desde el primer momento en que la vió. A pesar de que ella lo rechazaba cada vez que la invitaba a salir; sin embargo, la pelirroja había cambiado su perspectiva de él, de ser un arrogante abusón a un compasivo y ejemplo a seguir. Y por esa razón, James estaba seguro de que ella no lo rechazaría esta vez.

Los chicos cambiaron de tema para distraerse un rato, pero en cuanto Peter abrió la boca el tren se detuvo. Habían llegado a su destino. Bajaron sus baúles con facilidad y esperaron a que pasaran los demás estudiantes, además James quería ayudar a Lily a bajar su baúl. Al salir de su compartimiento, Remus se comió de un bocado el dulce consigo al decirle a sus amigos lo que había pasado con la hermana de Lucius Malfoy. Escuchó a sus amigos hablar sobre las bromas que harían el primer día de clases, pero no les prestó mucha atención. Su mente estaba ocupada en otro lugar. ¿Por qué Malfoy había sido "amable" con él cuando sus amigos se burlaban de él cada vez que se encontraban?

Sus pies lo llevaron hacia los carruajes mágicos que transportaban a los estudiantes al castillo, sonrió con tristeza al pensar que era la última vez que lo llevarían al colegio, su segundo hogar. La noche era cálida y la brisa era relajante, era una lástima que no podía apreciar el ambiente de buen humor, aún sentía cansado por su transformación. Odiaba ser un licántropo, pero gracias a ello había conseguido buenos amigos...que estaban discutiendo cuál carruaje tomarían. Agarró fuertemente el baúl y lo arrastró hacia donde estaban ellos.

—Por Merlín, Prongs. Es el mismo carruaje. -Rodó los ojos Sirius con molestia al igual que Peter.

—El otro es más veloz. -Respondió James cruzándose de brazos.

Remus miró el carruaje que James proponía, estaba solo...y cerca del grupo de amigas de Lily Evans. Se giró para decir un comentario pero cerró la boca al ver al grupo de Malfoy acercarse al carruaje más cercano. Era imposible no distinguir a la bruja del grupo, su cabello platinado era demasiado llamativo. Ella parecía explicarle a Theon Nott, un Slytherin que no le agradaba, algo sobre los carruajes. Lo sabía porque ella apuntaba su dedo hacia el carruaje. Parecía ser más amigable cuando estaba rodeada de sus amigos abusones. No soportaba a ese grupo como sus amigos y su disgusto aumentó cuando Snape se unió a ellos.

—Prongs, es el mismo carruaje. Solo di que quieres estar cerca de Lily Evans. -Peter agarró fuertemente su baúl y lo arrastró hacia el otro carruaje cerca de la pelirroja.

James le sonrió socarronamente a Sirius antes de agarrar su baúl y caminar hacia donde iba Peter. Black y Lupin miraban a su arrogante amigo, que trataba de colocar el baúl en su espalda para impresionar a Lily. Ella al verlo rodó los ojos con una sonrisa en cuanto Potter se paró frente a ella y colocó una mano en el carruaje.

—A veces pienso que Prongs está obsesionado con Evans. -Comentó su amigo con burla.

—¿A veces? -Remus alzó una ceja recibiendo un golpe amistoso en el hombro.

Ambos magos agarraron sus baúles y caminaron hacia donde estaban sus amigos; sin embargo no pudo evitar girarse para ver a la bruja platinada subirse al carruaje que habían abandonado, detrás de ella subió la otra bruja que parecía molesta. 

Era una lástima que fueran atractivas con esa personalidad grosera, pensó sin apartar la vista de Malfoy.

Los siguientes minutos se esforzó en ocultar su mal humor y saludar a las brujas que estaban cerca de Lily Evans. Se sorprendió como ellas lo habían saludado con mucha alegría, en especial Lily, pero después de todo eran amigos y prefectos de Gryffindor.

-—¡Remus! -La pelirroja lo abrazó con fuerza y no pudo evitar corresponderle. Era una bruja simpática, agradable, inteligente y atractiva. Entendía porqué su amigo estaba profundamente enamorado de ella. —Dime que sigues siendo prefecto, no puedo tener un mejor compañero como tú.

Su amistad era una de las cosas más preciadas que tenía.

—Sigo siendo prefecto Evans. Además me alegra que sigamos siendo compañeros. -Sonrió de lado alejándose de su amiga.

—Mientras ustedes dos sean prefectos podrán bajarles puntos a los Slytherin...y a Potter y a Black. -Bromeó Marlene subiendo su baúl al carruaje.

—Moony tendrá piedad sobre nosotros y en cuanto a Evans...tal vez sea piadosa con James. -Sirius sonrió de lado mirando a la pelirroja que rodó los ojos con una sonrisa al igual que Peter, pero su risa era de burla. Las amigas de la bruja se rieron un poco. —¿O me equivoco?

—Eso dependerá de ustedes. -Respondió ágilmente Lily con una sonrisa. —No me gustaría bajarle puntos a nuestra casa.

—Tienes razón Lilyflor, -James le sonrió —aunque nadie tiene que enterarse que le bajas puntos a nuestra propia casa.

Todos ellos se rieron por la reacción de la bruja. Sin embargo, Remus sintió la mirada de Mary sobre él y al darse cuenta, ella solamente le sonrió. Mary era una bruja muy agradable y simpática, aunque un poco más reservada que Marlene. 

Después de unos minutos, subieron a los carruajes para dirigirse al castillo. Era tan majestuoso a sus ojos. Recordó la primera vez que entró por esas puertas, en aquel entonces era un joven Remus Lupin con baja autoestima, temeroso a que su licantropía podría generarle problemas en sus estudios. Las diferencias entre aquel Remus con el actual eran muchas, lo único que no había cambiado era su personalidad tranquila. A veces se preguntaba si el sombrero seleccionador no se había equivocado, pero descartaba esa idea cuando mostraba su coraje y determinación.

—No puedo creer que sea nuestro último año en Hogwarts. -Peter miró con tristeza el castillo. 

—Tampoco yo. -Comentó James con una sonrisa. —Tenemos muchos recuerdos aquí y es nuestro deber hacer más. 

—Y hacer lo que queramos antes de salir de Hogwarts. -Sirius recargó sus antebrazos en el asiento con arrogancia antes de mirar a Peter. —Es la última oportunidad de Wormtail para invitar a salir a Nozumi. 

Pettigrew se ruborizó y deslizó su cuerpo hacia abajo para evitar ser el centro de atención. Nozumi era una bruja que le gustaba mucho.

—¡Cállate Sirius!, puede escucharte.

Los chicos se rieron por la reacción de Peter. Sus risas llamaron la atención de los otros carruajes. Era gracioso cuando alguien del grupo se ponía nervioso al hablar de chicas, casi siempre eran James y Peter.

—Tranquilízate Wormtail, al menos así sabrá de tus intenciones. -James recargó su antebrazo. 

—Y son buenas, ¿verdad? -Remus bromeó con una ceja alzada, provocando que Peter tapara su rostro carmesí. Así colocando su mano en el hombro de su avergonzado amigo.

—Esperemos que así sean, por lo menos las tuyas. -Sirius miró a James y ambos se guiñaron un ojo con complicidad.

Remus no tenía idea de lo que sus amigos harían en el último grado por mantener sus pensamientos centrados en Malfoy. Aún se preguntaba porque la bruja le había entregado un chocolate o más bien aventado. Inclinó levemente su cabeza para mirar a la bruja platinada que se encontraba a unos carruajes delante de ellos. Era imposible no divisarla, su cabello brillaba bajo la oscuridad como la luna.

 

◇◇◇

 

—¿Cuándo va a acabar esto? 

Lupin vió como Peter pegaba su rostro a la mesa con aburrimiento. Rodó los ojos al verlo. En aquel movimiento observó a James mirar a Lily, ella estaba a cuatro lugares delante de él. Sonrió levemente al verlo así, finalmente valdrían la pena después de seis años intentando conquistar a la bruja.

—Sam Snow...-La profesora McGonagall leyó el penúltimo nombre del pergamino, dicho nombre le pertenecía a un niño de cabello castaño.

—Apuesto que será Ravenclaw. -Le susurró Sirius cuando el niño se sentó en un pequeño asiento.

—Parece Hufflepuff. -Respondió James en cuánto le pusieron el sombrero al niño. 

Después de unos segundos, el sombrero con voz grave gritó. —¡Slytherin!

La mesa de Slytherin aplaudió con alegría, todos los estudiantes pertenecientes a esa casa se emocionaron. Remus giró levemente su cabeza para mirarlos, detrás de la mesa de los tejones y de las serpientes, Blanche Malfoy rodaba los ojos con una sonrisa y en cuestión de pocos segundos, sus ojos grises se posaron en él. Él enseguida se giró con la vista hacia abajo, ignoró sus pensamientos para pretender que nada había pasado. Sin embargo, al alzar la mirada notó que James apartó la mirada.

—¿Otro Slytherin? -Escuchó a alguien decir a su lado. —Ya tenemos suficientes, no necesitamos más.

—No importa cuantos sean, no nos van a quitar la copa de Quidditch. ¿No es así Potter? -Comentó otro estudiante en voz baja.

James era el capitán del equipo de quidditch, el mejor cazador de todo Gryffindor según los rumores...que eran ciertos. Aquello aumentaba su ego y su arrogancia en todos los aspectos. —Esa copa es nuestra, tenganlo por seguro. 

—Por supuesto, esa copa será fácil de conseguir.-Susurró otro estudiante cerca de ellos. —Escuché que nombrarán como capitán a Nott. 

—¿Theon Nott? -Peter alzó la cabeza uniéndose a la conversación. Ahora Remus prestaba atención. —No me sorprende, Merlín sabe cuánto le pagó a sus compañeros para que lo eligieran. 

—Estoy de acuerdo con Wormtail. -Sirius se cruzó de hombros. 

—Al menos no eligieron a su hermana. -Comentó otro estudiante.

James miró al estudiante, casi sorprendido. —¿Qué?

—Eso es lo que se especula, según Ever, la vio hablando con los del equipo de quidditch de Ravenclaw y Slytherin. Pero dudo que ella quiera pertenecer al equipo, el deporte es demasiado rudo para una chica como ella. Dejaría el equipo si alguien le toca una uña. -El estudiante sonrió con burla. —Al menos, el equipo de Ravenclaw no tendrá ese problema. Blanche Malfoy jamás tocaría una escoba.

Franchesca y Blanche eran conocidas por ser exageradamente cuidadosas en su aspecto; sin embargo, no dejaban de ser rudas de vez en cuando.

Antes de que alguno pudiera decir algo, el director de Hogwarts pidió un aplauso a los alumnos nuevos y después de una larga ovación, alzó una mano para poder hablar. Su discurso era el mismo que todos los años, sólo había cambiado algunas palabras.

—También quisiera anunciar a los estudiantes que serán el premio anual de este ciclo escolar, para recordarles lo que es un premio anual. Estos estudiantes son elegidos por su rendimiento académico, su destacada reputación como estudiantes y su personalidad honesta, buena y trabajadora. -Dumbledore sonrió antes de leer el pergamino que tenía enfrente. —Y quisiera felicitar a la señorita Lily Evans y al señor James Potter por recibir este premio.

James alzó el mentón con orgullo mientras los alumnos aplaudían y Lily sólo sonreía al ser halagada. Para Remus, sus amigos tenían ganado aquel puesto. La reputación de ambos era muy buena. Y pertenecían a la casa de los leones.

—Parece que trabajaremos juntos, Evans. -Potter se dirigió a la pelirroja con una sonrisa. —Es inevitable que podamos separarnos ahora.

—Estoy de acuerdo contigo, Potter. -La bruja le guiñó el ojo con una sonrisa, provocando que la mesa de Gryffindor silbara. Todos sabían que tarde o temprano ellos serían pareja.

Dumbledore alzó la mano para que todo el estudiantado guardará silencio. —Y para terminar, a cada estudiante del último año se les asignará un libro en blanco para que escriban o firmen y sus compañeros puedan también hacer lo mismo. —Aquella noticia emocionó a los alumnos, elevando un poco más la voz. -Los libros se les asignarán en una semana y su tiempo de duración será hasta Marzo. Y las fotografías de su anuario empezarán en enero del siguiente año. Así que, -Albus alzó las manos con una sonrisa —¡disfruten su último año!

Mágicamente apareció la comida en la mesa. Peter fue el primero en servirse la comida. Papas, salchicha, pescado, puré...la comida de Hogwarts era exquisitamente deliciosa. Cuando el banquete comenzó, los alumnos hablaban sin parar sobre la última noticia del director. 

—¡No puedo esperar para escribir en el libro! -Escuchó decir a una Hufflepuff con emoción.

—¡Ni yo!, al fin podré escribirle antes de que él deje la escuela. -Chilló otra Hufflepuff.

—Entonces...Premio Anual, -Se burló Sirius recargando su brazo en el hombro de James —¿ya no podremos hacer travesuras?

—Por supuesto que sí, pero esta vez serán más discretas. -Potter le guiñó un ojo con picardía. —Después de todo soy el Premio Anual.

Remus rodó los ojos al cortar una papa. —Por Merlín, si ser capitán del equipo de quidditch no te aumentó más el ego, esto lo sobrepasa. 

—Estoy de acuerdo con Moony. -Peter le dio un gran mordisco a la pierna de pavo. —Pero lo sobrepasará cuando James sea novio de Evans.

—Lo qué será más pronto de lo que pensamos. -Sirius sonrió de lado revolviendo los cabellos de James. —Y mientras que tú pasas tiempo con Evans, yo me superaré este año con las chicas.

Remus alzó una ceja con incredulidad. —¿Hablas en serio?

—Me ofendes Moony. -Black se llevó una mano al pecho con exageración. —Pero si, hablo en serio. Este año me animaré a salir con ellas un par de veces, porque no creo que le den un "no" a este rostro. -Sonrió con arrogancia. —Y no te preocupes Wormtail, no aceptaré salir con Nozumi si me lo pide.

—¡Sirius, cállate! -Peter casi se atragantó con el pedazo de pavo. El rostro de Pettigrew se tornó rojo y sus amigos se rieron a carcajadas, provocando que un grupo de chicas de Hufflepuff los mirara y se riera, entre ellas Nozumi.

—¿Lo ves? Tiene el paso libre Wormtail. -James se llevó un pedazo de pan a la boca. —¿Qué hay de ti, Moony?, ¿tienes pensado salir con alguien?

Remus abrió la boca pero Sirius se le adelantó. -Y antes de que digas que tienes que estudiar porque es el último año en Hogwarts, no lo vamos aceptar como respuesta.

—Entonces tendrás que salir con alguien. -James apoyó sus hombros sobre la mesa. —Y creo que conozco a alguien que quiere salir contigo.

Remus no podía decirle un "no" a sus amigos; sin embargo no le interesaba salir con nadie en ese momento. Y aunque pareciera muy estúpido preferiría estar pegado a un libro en su último año. Porque sabía que al salir del colegio no tendría muchas posibilidades de conseguir un empleo por su condición. Su situación le entristecía, pero debía de acostumbrarse a estar detrás de un libro sin ninguna relación amorosa de por medio. No quería que ninguna chica sacrificara su vida por ser un hombre lobo. Ellas siempre podían conseguir a alguien mejor como sus amigos.

—Sólo lo haré si Wormtail invita a salir a Nozumi. —Remus le dio un trago a su vaso ignorando las grandes sonrisas de James y Sirius y él rostro atónito de Peter. Tenía que encontrar una manera de escapar de las insistencias de sus amigos, además sabía que Pettigrew preferiría comer babosas que hablarle a la bruja que le gustaba.

Durante la cena sus amigos se dedicaron a molestar a Peter, hasta que Dumbledore ordenó que todos se fueran a sus respectivas habitaciones. James y Remus se levantaron para guiar a los alumnos de primer ingreso a sus dormitorios. Lupin se despidió de sus amigos para hacer su deber como prefecto, pensó que también tendría que hacer el trabajo de Lily, ya que ella haría sus deberes como Premio Anual y no le gustó la idea.

—¿Sabes quién nos va a decir dónde está nuestra sala común? -Un pequeño niño rubio se acercó a él junto con los nuevos alumnos.

—Yo se los mostraré, siganme. -Remus les sonrió y los guió por el castillo hasta la sala común. Perdiendo a James y a Lily de su vista.

Durante el recorrido se dio cuenta que le gustaba responder las preguntas que le hacían los infantes, como el nombre de los retratos y de los fantasmas, cómo llegar a sus respectivos salones de clase, los nombres de los maestros que estaban sentados frente a ellos durante la cena y sobre la casa Gryffindor. Les decía la información que necesitaban sin ser aburrido. Las sonrisas brillantes de los alumnos le agradó. Por un momento creyó que tal vez pudiera dedicarse a la docencia, aunque aquel pensamiento se desvaneció cuando uno de los estudiantes le preguntó por sus cicatrices.

—Por Merlín, Jackson. -Una niña pellizcó al dueño de la pregunta. —Eso no se pregunta.

—Está bien. -Remus se giró para ver al estudiante que se ruborizó de la vergüenza. —Tengo esto porque...peleé con un hipogrifo. -Abrió los ojos usando su tono dramático, provocando que los estudiantes le pusieran atención.

—Eso no es posible. -Dijo una niña.

—Claro que lo es y les recomiendo que tengan cuidado con esos animales. Pueden verse muy pasivos, pero son verdaderas bestias. -Los niños se miraron entre ellos por unos segundos haciéndolo reír. —Sigamos caminando, ya casi llegamos.

Llegaron a las escaleras que se detuvieron para que un grupo de Ravenclaw pudiera subirse. Remus miró por el rabillo del ojo al grupo, que resultaban ser estudiantes de cuarto grado que lo miraron con rareza antes de seguir hablando sobre los acertijos de su casa; atrás de ellos la rubia platinada estaba recargada contra la barda mientras se miraba las uñas. No estaba sola, Theon Nott le hablaba sin percatarse de la falta de atención de la bruja. 

—¿Cómo dices que te llamas? -Le preguntó una niña al jalarle la túnica.

Lupin apartó su mirada para prestar atención a los niños. —Remus J. Lupin. 

—Está bien señor Lupin. -Respondió otro niño que recibió un empujón de una niña.

—No es señor, porque no tiene barba.

Remus no pudo evitar soltar una carcajada. —Por favor no me llamen señor, sé que me veo muy grande para ustedes, pero sólo tengo 17. 

—Eso no aparentas...-Dijo una niña que enseguida se quejó porque otra le pisó el pie.

—¡No seas grosera Molly! 

Lupin rodó los ojos con diversión, ese grupo sin duda pertenecía a la casa Gryffindor. Cuando las escaleras se detuvieron y el grupo de Ravenclaw avanzó para dirigirse a su sala común, Blanche subía las escaleras con elegancia. La mirada de los infantes se enfocó en la bella bruja que ni siquiera los miró.

—Te espero mañana en el comedor, querida. -Theon agarró la mano de la bruja y la besó con delicadeza. Ella por otra parte parecía molesta, su labio se había fruncido un poco que tenías que mirarla bien para darte cuenta. —Descansa.

—Descansa, Theon. -Ella alejó su mano para mirar a Nott con una sonrisa y después de unos segundos lo miró a él con brevedad.

Ella se dió la vuelta y caminó con elegancia por el pasillo, moviendo ligeramente los hombros y cruzando las piernas al andar. Nott apartó su mirada en cuanto las escaleras se movieron, percatandose de la presencia del mestizo.

—¿Qué ves Lupin? 

Theon caminó hacia abajo con las manos en su pantalón captando la admiración de los niños. ¿Por qué Theon Nott había llamado "querida" a Malfoy?, ¿acaso eran novios?, aquellas preguntas rondaron por su mente al levantar la vista para ver a la bruja que seguía caminando con más rapidez. 

—¿Esa es la novia del otro? -Preguntó un niño que miraba boquiabierto a la rubia. Sus compañeros varones también la miraban.

—Obvio, ¿viste cómo le besó la mano? qué romántico. -Una niña juntó sus manos con una sonrisa soñadora. —Yo también quiero ser así de bonita para tener un novio guapo.

Una vez que Remus vio que Blanche entraba a su sala común, apartó la mirada y continuó con el recorrido. —Vengan chicos, aún nos faltan algunos pisos.

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