Indiferencia.
—Maldición ¿cómo pude ser tan idiota?— maldijo mientras lanzaba su corbata al suelo.
—Recién te das cuenta de ello, eso es lo que me he preguntado desde hace ya bastante tiempo—
Draco lo fulmino con la mirada, sacando el frasco de supresores que guarda en su mesita de noche, leyó repetidas veces las contraindicaciones de su uso y los efectos que tendría el consumo continuo y excesivo de dichos supresores, los cuales son, la nula percepción de las feromonas omegas, dolores de cabeza continuos, falta de apetito sexual, inestabilidad en el ciclo de Rut, incapacidad de marcar a un omega solo tres meses después de la suspensión del medicamento le sería posible el generar la marca en el receptor. A pesar de que eran cuestiones que Draco ya conocía desde que comenzó a consumirlas, consumo que inicio incluso antes de su examen de diferenciación había olvidado por completo todas estas implicaciones, y el hecho de que él pueda oler a Harry sin siquiera haber suspendido el uso de estas. Su mente estaba dando vueltas por más que buscaba una respuesta lógica ante esta situación no podía encontrar nada que le resolviera todas las dudas que por su mente ahora circulaban.
—Me resulta realmente extraño que puedas oler sus feromonas, pero lo que más me tiene con bastante duda es el hecho de que no las rechaces como a las demás— comentó Zabini quien de igual forma que su amigo se encontraba bastante contrariado por toda la situación.
—Al inicio no le tome mucha importancia el hecho de que Potter tuviera un olor particular, no es extraño que los betas usen colonia, pero era un olor que aunque lo negué al comienzo me hace sentir bastante bien— “me ayuda a respirar mejor” pensó Draco.
—No pensé que tendrías una preferencia por los olores como la canela, pensé que tu olfato era más delicado— dijo Zabini con cierto tono de burla.
—Es cierto, realmente no es un olor que sea del agrado de todos, pero… Potter tiene una mezcla de aromas que armonizan realmente con este aroma—
—¿Mezcla de olores?— Zabini miro con cierto grado de confusión.
—Si, es raro, normalmente solo puedo identificar el aroma a canela en él, pero el día que se desmayo y en otras ocasiones, había una mezcla de otros aroma, toques de lavanda y de algo más, realmente no he podido descifrar cual es el otro aroma en toda esta armonía—sin darse cuenta Draco no pudo evitar sonreír cálidamente al recordar no solo aquel aroma sino que el rostro de Harry paso por su mente, aquellos ojos esmeraldas le miraban con cariño y esos labios que desde hace ya un tiempo a anhelado besar no dejaban su mente, incluso aparecía en su sueños.
—¿Enserio?— Zabini reflexiono sobre aquel comentario, era verdad que habían alfas y omegas que podían tener hasta dos aromas en sus feromonas, en su mayoría eran los alfas quienes tenían aquella peculiar característica pero era sumamente extraño que se presentaran individuos con más de dos —No estarás equivocando con ello, ya sabes Potter recién esta transicionando a su género como omega puede que te hayas confundido, no es común por no decir casi imposible que se tenga tres aromas en las feromonas—
—No puedo estar equivocado, han sido ya varias ocasiones en las que he podido percibir estos tres aromas, aunque como te comento normalmente la canela es la que más se puede apreciar—
—Bueno pero eso no resuelve el hecho de que no lo rechaces, hasta el aroma a flores si proviene de feromonas te causan malestares—
—También me sorprende que pase eso, hubo un tiempo que incluso no podía soportar estar cerca de familiares omegas que no fuera mi madre, por eso fue que inicie a tomar los supresores desde joven—
Los dos no podían entender que era lo que sucedía, ni porque era posible que Draco aceptara las feromonas de Harry y no de otros omegas, Harry no era el único estudiante masculino o femenino omega que tenía el olor a canela, no era especial, era solo un omega con un desarrollo retrasado de sus glándulas pero fuera de eso no era especial, o al menos no para los demás pero para el cuerpo de Draco lo era, tanto así que era a quien anhelaba tener siempre cercas poder abrazarlo, monopolizar su existencia, todo lo que representa Harry lo quería para él. Ya era tarde cuando ambos amigos se fueron a dormir tratando de hallar alguna explicación coherente a todo esto.
Por otro lado Harry se encontraba en su dormitorio, había tomado un par de pastillas para dormir junto con sus supresores la dosis que la enfermera le había recetado, ya que por todo el desequilibrio que tuvo su ciclo de sueño podría no ser el adecuado por lo que estas pastillas le ayudarían a mejorar de a poco, ya entrada la noche el sueño de Harry se hizo menos pesado aligerando su estado, pero había algo raro, Harry estaba consiente que estaba dormido pero no podía hacer nada en su sueño, “esto es lo que llaman un sueño lucido” pensó Harry, en aquel sueño Harry se encontraba en la biblioteca estudiando para su sorpresa algo raro más estando solo, no estaba Hermione quien era la responsable de hacer que tanto él como Ron estudien.
Mientras sus ojos leían aparentemente el libro frente a él una mano se posó sobre la suya al girar su rostro a la derecha se encontraba sentado a su lado un chico más alto que él, el rostro del chico estaba oscurecido no podía distinguir quien era, solo podía ver un par de ojos grisáceos mirándole fijamente, aquella mirada estaba cargada de emociones, cariño, felicidad y comodidad eran algunas de las cuales se podían transmitir, aquel chico había dicho algo pero Harry no pudo escucharle, solo podía mirar aquellos ojos que le hacían sentir paz, sumergido en aquel mirar no noto la cercanía del uno con el otro, hasta que sintió la calidez y humedad en sus labios fue que recobro un poco los sentidos, pero su cuerpo no se movió como él quería, por el contrario su cuerpo se movió correspondiendo el beso profundizándolo, su corazón latía como aquel primer partido de Quidditch en el que jugo en su primer año, el brazo izquierdo de aquel chico le rodeo la cintura por detrás mientras que con su mano derecha tomo la barbilla de Harry levantando ligeramente su cabeza, esto ayudo a que ambos chicos pudieran besarse con mayor comodidad, el beso fue prolongado, y apasionado, pero pese a esto no habían intenciones sexuales pero el sentimiento que Harry no pudo dejar de sentir era anhelo, y tristeza. A la mañana siguiente cuando Harry despertó podía aun sentir la sensación que le dejo aquel beso en los labios, no sabía quién era aquel chico en su sueño, pero al despertar tenía un gran deseo de llorar.
Ron quien se encontraba sentado en su cama estirando un poco los brazos ya que recién había despertado, noto los movimientos en la cama de su amigo, al voltear a verlo vio como Harry tocaba sus labios con su mano derecha sumido en sus pensamientos, trato de llamar su atención al hablarle pero Harry parecía estar en trance, no le escuchaba, levantándose de su cama movió ligeramente los hombros de su amigo despertándole por fin.
—¿Qué sucede?— pregunto algo exaltado Harry.
—Eso quisiera saber yo, te hable varias veces y no parecías escucharme—
—¿Enserio? No es nada solo pensaba en todo lo que pasa últimamente—
—Tranquilo, Mione y yo estaremos apoyándote como siempre—
—Lo sé, por eso no me siento tan perdido, con su apoyo no será nada difícil— Dijo Harry sonriendo, ambos chicos terminaron de alistarse y bajaron a su sala común, el ambiente en el lugar era un poco extraño, los murmullos se escuchaban por todos lados, y las miradas de varios sino es que de todos de vez en cuando se desviaban a Harry, quien tuvo un mal presentimiento de todo esto, charlando con Ron esperaron a que la castaña hiciera su aparición y en cuanto bajo los tres salieron de ahí y fueron directo al gran comedor, durante el trayecto la misma situación que se presentó en el vestíbulo de la sala común se presentó por los pasillos del castillo.
—¿Por qué siento que todos me miran más de lo común?— pregunto Harry mientras las miradas indiscretas de los alumnos no se dejaban de notar.
—No lo sé, pero no creo que sea algo bueno— dijo Hermione fulminando con la mirada a un grupo de chicos que claramente estaban hablando algo de ellos, no podían escuchar con claridad su conversación pero estaba segura que los estaban insultando.
Cuando entraron al pasillo donde se encentra el gran comedor las miradas de Harry y Draco quien había entrado junto a Pansy y Zabini, se cruzaron, Harry tuvo una sensación extraña en el pecho, deteniendo inconscientemente sus pasos, por su parte Draco no pudo evitar contener la respiración, desde el día en el que Harry se desmayó hasta ahora no habían hablado, lo había estado evitando desde que se enteró de su segundo género, ambos grupos se quedaron de pie mirándose los unos a los otros, era raro, de ser otra ocasión Draco seria quien iniciaría insultando a alguno de los tres chicos, pero esta vez los seis se encontraban en una guerra de miradas silenciosa, silencio que se vio interrumpido como en los últimos días por Cedric.
—Harry debes saber algo, escucha— dijo Cedric quien se acercó a los chicos corriendo desde el lado del pasillo donde se encontraban Draco y los otros, Harry siguió mirando a Draco sin apartar su mirada de él aun cuando Cedric le hablaba, no solo él, sino que Hermione y Ron tampoco apartaron la mirada de los otros chicos, Cedric quien no había notado la presencia de las tres serpientes a pesar de haber llegado del mismo lado que ellos, siguió la mirada de Harry y al notar al rubio no pudo evitar fruncir el ceño.
—Harry hay algo muy importante que debes saber— dijo nuevamente Cedric parándose frente a Harry bloqueando la mirada del chico hacia el rubio.
Harry quien solo hasta ese movimiento noto al castaño parpadeo varias veces tratando de salir de su aturdimiento —¿Qué sucede?—
Cedric miro hacia su espalda y regresando la mirada al pelinegro tomo su mano —Vayamos a otro lugar esto es algo delicado— dijo dando un ligero jalón a la mano de Harry quien asintió ligeramente y le siguió, seguidos de Ron y Hermione. Solo cuando los cuadro se habían ido y no se encontraban a la vista de las serpientes Draco quien desde que apareció Cedric no había dejado de apretar sus puños resoplo enfadado y dando pasos largos y pesados entro al gran comedor, su expresión era tal que todo alumno que se encontró con él se apartó de inmediato evitando hacerlo enfadar más de lo que ya visiblemente estaba por miedo a cualquier represalia, Pansy y Zabini solo pudieron suspirar y seguirle el paso a su espalda.
Los cuadro llegaron hasta un pasillo vacío y cuando Cedric se cercioro que no había nadie mas dijo —Por todo el castillo corre el rumor de que ahora eres un omega y que estuviste ausente durante tres días debido a tu celo—
Tanto Harry como los otros dos se quedaron sin palabras no habían pasado ni 24 horas desde que despertó y ya se sabía por todo el colegio su condición, esto podría explicar el porqué de las miradas de todos no solo en la sala común sino por todo su trayecto hasta el comedor.
—¿Cómo es posible que se enteraran de ello dan rápido?— cuestiono la castaña bastante indignada.
—Según lo que escuche de algunas personas, ayer cuando Harry despertó había otros chicos en la enfermería y escucharon sobre su condición y al contarlo a sus conocidos poco a poco y como no es raro se propago por todo el colegio en tan solo una noche—
Al escuchar esto Harry estuvo bastante enojado pese que no noto la presencia de los otros estudiantes, no tenían por qué hablar algo tan privado sin su permiso, no solo Harry era el enojado Cedric , Ron y Hermione se encontraban igual de indignados por la situación.
—¿Qué vas a hacer Harry?— pregunto Ron
—Nada, pese que no fue mi intención que se enteraran todos de esta forma es algo que no podría ocultar por mucho tiempo, solo ignorare a los que estén curiosos solo por curiosidad y a los que considero compañero le daré la explicación que pidan—
—Entonces ¿no negaras tu cambio?— pregunto Cedric.
—Es algo que no se puede ocultar, tú ya oliste mis feromonas sin que yo lo notara, cabe la probabilidad de que en el futuro alguien más la llegue a oler y no podrá negarlo, así que no tiene caso que niegue una realidad tan inevitable, solo ignorare, como siempre lo he hecho—
Cedric asintió, tenía sentido lo que decía por lo que estuvo de acuerdo con él, y expresó su apoyo y diciendo que podía contar con él para cualquier situación los cuatro se fueron de regreso al gran comedor que para este momento ya se encontraba completamente lleno de los alumnos de las cuatro casas.
Miradas de incredulidad, morbo y apoyo se podían ver en los rostros de los alumnos que miraban a Harry, aunque eran más las cuales expresaban una sensación inquietante de morbo más por parte de los alumnos alfas, Harry paso de largo y no les prestó atención se concentró en degustar su desayuno, al finalizar el desayuno el trio de oro se dirigió al aula de pociones la cual era su primera clase de este día, durante la clase algunos murmullos fueron silenciados por el profesor Snape y muchos otros fueron silenciados por la mirada fulmínate y feromonas opresoras de cierta serpiente.
Al finalizar la clase Hermione y Ron se encontraban lavando los calderos mientras Harry se dedicó a la limpieza y ordenar su mesa de trabajo cuando un grupo de tres alfas de la casa Ravenclaw se acercaron a él.
—Harry ¿es verdad lo que se dice por todo el colegio?— pregunto un chico que tenía los ojos almendrados.
Harry alzó ligeramente la mirada pero ignorando su pregunta siguió en lo suyo, al notar su indiferencia los chicos no ocultaron su enojo.
—Oh vamos Harry, es una buena noticia ahora podrás estar con un alfa para limpiar un poco tu sangre— comento con sarcasmo un chico con el cabello rizado.
—Eso es Harry, es afortunado, aun siendo el niño que sobrevivió eras un beta simple ahora tienes una utilidad— el chico con un lunar bajo su ojo izquierdo comento mientras rodeaba los hombros de Harry con su brazo derecho.
Harry al notar dicho movimiento tomo el paño húmedo y sucio y se lo lanzo al rostro al chico quien para su mala suerte tenía la boca abierta mordiendo el paño con todo tipo de suciedad, el olor desagradable entro por sus fosas nasales mientras que el sabor repúgnate recorrió su garganta haciéndole toser.
—Es mejor que no me molesten mi humor no es el mejor en estos momentos— dijo Harry quien tomo sus cosas y las de sus amigos marchándose de ahí dejando a los tres chicos molestos y maldiciendo.
Al verlo llegar con las cosas Ron y Hermione supieron que algo había sucedido, Harry no quiso preocupar a sus amigos y solo dijo que le incomodaban las miradas y por ello decidió mejor irse, Ron y Hermione aun debían dejar los calderos en su lugar por lo que fueron rápidamente al aula para guárdalos y no dejar nuevamente a Harry solo por mucho tiempo.
Harry estaba con la espalda recargada en la pared esperando a que regresaran sus amigos cuando pasos tranquilos y constantes resonaron desde su derecha haciendo que levantara su vista en la dirección de la que provenían, sus ojos se encontraron con los de Draco quien caminaba en dirección a su siguiente clase, aunque sus pasos no se detuvieron si se volvieron más lentos, quería aprovechar la oportunidad al ver a Harry solo para hablar con él, formulando lo que estaba a punto de decir, de sus labios solo pudo escapar el apellido del pelinegro cuando este ignorando su llamado paso de largo al rubio quien se detuvo en seco, y mirando a su espalda solo pudo ver la espalda de Harry quien se alejaba con indiferencia, Draco quedo boquiabierto ante la actitud de Harry, todo aquello que había estado pensando, las palabras que estaba guardando y los pensamientos mezclados con sus sentimientos que había decidido expresar todos y cada uno de ellos quedo atascada en su garganta formando un nudo en ella, ira y tristeza subieron y recorrieron todo su cuerpo, pasaron algunos minutos antes de que pudiera por fin calmar todo aquel torrente de emociones antes de poder por fin seguir su camino.
Por otro lado Harry quien caminaba por el pasillo camino sin rumbo fijo, aunque en apariencia parecía indiferente no sabía por qué había actuado así, antes de darse cuenta su cuerpo ya se había movido por su cuenta y se había marchado del lugar, tenía un sentimiento de temor, pero no sabía la razón de ello, se encontraba confundido por su propio actuar, pensando en ello siguió caminado, recordando la mirada atónita de Draco al pasar a su lado y al ver sus ojos con una expresión que no pudo descifrar camino hasta su siguiente clase sin siquiera recordar que debía esperar a sus amigos para ir juntos. Cuando ron y Hermione llegaron al salón estaban a punto de que no pudieran asistir ya que llegaron a tan solo un minuto para que las puertas se cerraran habían estado buscando a Harry, cuando le vieron sentado en su lugar alivio y molestia se vieron en sus rostros, Ron no solo estaba visiblemente molesto sino que se lo dejo saber a su amigo, antes de sentarse junto a Harry le dio un golpe en la cabeza en forma de regaño, Harry quien fue tomado por sorpresa miro con claros signos de interrogación en el rostro a Ron, solo después de que este se sentara y exhalara exasperado recordó y se sintió culpable.
—Lo siento, me encontré con Malfoy y por evitarlo olvide que debíamos venir juntos— dijo Harry con voz baja para que el profesor no le regañara.
—¿Malfoy?¿te dijo algo?—
—No, nada solo paso de largo—
—Entiendo, bueno solo olvídalo y que no se repita— comento Ron, Harry asintió con la cabeza y continúo prestando atención en clase.
Las clases continuaron con normalidad, la normalidad del momento, miradas y murmullos y uno que otro comentario hecho con el fin de que fuera escuchado por Harry fueron el pan de cada día, ese día, por lo que el trio no queriendo desgastarse y estresarse más de lo que ya se encontraban tan solo ignoraron a todo aquel que tomara estas acciones y tomaron nota de sus rostros desde este día no serán personas gratas para ninguno de los tres.
Las clases habían concluido, la cena había finalizado y los alumnos se encontraban en su sala común o dormitorios, estos días la tranquilidad se había recuperado tranquilidad que por desgracia no duraría más, un chico se encontraba saliendo de la biblioteca, el chico era un alumno de cuarto año de la casa Ravenclaw quien le gustaba estudiar y cultivarse en todo tipo de conocimiento teórico y practico una gran virtud de todos aquellos de la casa de las águilas, los pasillos tranquilos y silenciosos de la noche daban una sensación distinta a la que dan durante el día, el chico se encontraba inmerso en su lectura cuando sintió una ráfaga de aire frio desde su espalda, al voltear su vista se nublo una cuerda fue atada en su boca y su cuerpo paralizado fue tomado por otro individuo.
Aquella persona camino tranquilo abrigado por el velo de la noche, con paso constante se dirigió hacia el bosque prohibido, mientras caminaba tarareaba una melodía armoniosa, una melodía parecida a una canción de cuna, el joven durante todo el trayecto trato de luchar por zafarse del agarre del sujeto, pero todos sus intentos fueron en vano, su varita fue tomada por la persona que lo llevaba a cuestas, al llegar a una parte profunda del bosque el sujeto conjuro un hechizo silenciador, haciendo que todo en un área a 50 metros a su alrededor no fuera escuchado, una vez conjurado el hechizo desato la cuerda que imposibilitaba hablar al joven.
—¿Quién eres?¿Qué quieres de mí?— fueron las primeras preguntas que hizo el joven cuando su boca fue liberada, con aquella voz temblorosa al parecer estaba a punto de llorar. A pesar de haber cuestionado la persona no respondió, lo se quedó ahí de pie frente al joven mirándole era como si lo estuviera analizando.
Al no escuchar respuesta alguna, el joven comenzó a gritar, pidiendo por ayuda, “Quien sea, por favor que me escuche” pensó el joven quien por más que gritaba nadie respondía a su suplica, ni persona ni animal o bestia, cansado de todo aquel teatro sin sentido el sujeto tomo ambas manos del joven quien se encontraba en el suelo con una de sus manos mientras que con la otra desabrochaba el pantalón del joven, en chico tuvo una premonición y algo en su mente se aclaró, supo de inmediato que esta persona era aquella que abuso del joven hace ya un tiempo y del cual no se pudo encontrar rastro, el joven trato de luchar pero sus esfuerzos fueron en vano, un líquido fue vertido en su boca obligándole a tragarlo, el líquido era caliente, durante todo su trayecto desde su garganta hasta su estómago sintió que una bola caliente hacia todo aquel recorrido, su cuerpo comenzó a doler, ardiendo por completo sus entrañas y sus feromonas comenzaron a liberarse, inductor, le habían suministrado un inductor de celo.
El sujeto al ver que los efectos de la droga estaba haciendo efecto comenzó a realizar aquel acto por el cual había traído al joven hasta lo profundo del bosque, no tuvo compasión alguna, pese a las constantes suplicas del joven no se detuvo, cada que este trataba de negarse una serie de golpes era lo que recibía en respuesta, no le importaba que le golpeara solo no quería ser profanado, se había resignado a ser un omega, pero pese a esa resignación quería enamorarse, realizar aquel acto tan íntimo con aquella persona a quien amara y lo amara, quería por mas infantil que fuera hacerlo con su alma gemela, con aquel que fuera su destino, pese al ardor y el deseo primitivo de querer hacerlo debido a la droga, lucho, lucho lo más que pudo aun cuando sus intentos fueran en vano no dejaría de luchar, rogaba porque alguien sea quien sea le ayudara, prefería vivir con la humillación de un intento de abuso, no sería capaz de seguir viviendo si el abuso fuera realizado, no se creía capaz de superar algo como esto.
El tiempo paso rápido para el sujeto, pero fue eterno para el joven omega, su rostro estaba mallugado por todos los golpes que había recibido ante su negatividad, hematomas estaban por todo su cuerpo, el sangrado desde su cavidad recorrían sus muslos, un dolor intenso y punzante desde su interior le hacía imposible levantarse, los daños no solo fiscos en el exterior eran aún mayores las lesiones internas que le había realizado el sujeto durante su acto, sin mencionar a todo el daño emocional y psicológico, los ojos del chico habían derramado todas las lágrimas que su organismo tenia por derramar, ahora estaban secos y sin vida, sus labios partidos sangraban, el sujeto al ver al joven solo pudo mostrar una expresión de asco, el joven no lo había satisfecho había escogido a la persona equivocada para tranquilizar su espíritu, limpiando todo aquello que pudiera delatarlo, nuevamente se alejó para deshacerse de la evidencia dejando al joven a su suerte. El joven aun con la vista nublada solo vio una silueta alejarse y sin poder hacer nada al respecto perdió la conciencia.