Chapter 4
James no sabía qué responderle, habían pasado horas desde que leyó su mensaje. Nunca le coqueteaban de esa manera, ni siquiera lo hacían, y no sabía qué responderle.
—¿No quieres surfear cariño? -Le preguntó su madre desde el camastro. —Parece que hay un pequeño curso de ello en el hotel.
Su familia había decidido relajarse en la playa después de su cansado día, había recorrido una gran parte de Mónaco, visitaron un museo, las villas más cercanas y las iglesias, por insistencia de su madre. También habían probado los platillos más comunes del lugar. Su larga caminata había cansado a sus padres, pues su edad no les permitía moverse al ritmo de su joven hijo.
—Cobran muy caro, mamá.
Su madre sacó unos cuántos euros. —¿Cuánto cobran?
James sonrió con ternura antes de tomarle la mano a la mujer con cariño. —No es necesario mamá. Mejor lo guardamos para visitar el teatro.
—Tenemos más euros, James. ¡Por Merlín! -Su madre rodó los ojos dejando caer los euros en la mano de su hijo. —Ve y diviértete. Sé que es aburrido para ti viajar con gente mayor como nosotros.
—¿Pero qué dices madre?, adoro viajar con ustedes.
Euphemia acarició la mejilla de James con afecto. —Vete ya, James. Pero antes de que lo hagas, conecta la bocina a mi celular. Quiero escuchar a Hombres G.
—¡Mamá!
—¿Qué?, si no, pon a Luis Miguel. A menos que quieras que tu padre despierte y ponga su música. -Su madre se colocó unos grandes lentes de sol a pesar de que su enorme sombrero la cubría del sol.
James rodó los ojos con ironía y obedeció a su madre, una vez que lo hizo se alejó de sus padres dirigiéndose al hotel. Subió unas pequeñas escaleras pasando por la gran alberca donde jugaban los niños y las familias los acompañaban en las orillas. Algunos turistas tomaban el sol en los camastros de la zona, otros comían en el pequeño restaurante y bebían alcohol en el minibar…Intentaba no mirar por mucho tiempo a los que le llamaban la atención por sus atractivos cuerpos. Aceleró el paso y preguntó en el lugar donde entregaban las toallas sobre el curso que su madre le recomendó. Para su mala suerte, el curso ya había comenzado y no podía ingresar. Y aunque insistió que aprendería rápido, la encargada lo miraba despectivamente, volviéndole a negar la entrada. Insistió en darle los euros que tenía en la mano, pero ella de igual manera lo rechazó, pero esta vez de una manera más despectiva.
—Ya le dije que no puede ingresar, tiene que esperar al siguiente curso que será la otra semana. -Le repitió la francesa con un terrible acento.
—Pues que mal servicio, ¿sólo un curso por semana?, ¡Merlín!, ni que enseñaran tan bien. -Se dio media vuelta de mal humor. Sin embargo, se dio cuenta que unos jóvenes turistas se reían de él. —¿De qué se ríen?
Los jóvenes lo miraron de arriba a abajo con burla antes de caminar hacia donde estaba la encargada. James no sabía de qué hablaban hasta que la francesa les sonrió guiándolos por el camino hacia donde se llevaría a cabo el curso de surf. Él, como todo un Potter, se enfureció. No toleraba la injusticia, mucho menos si él era el involucrado. Se dirigió a ellos a grandes zancadas, una vez que la encargada les dio el pasó a los jóvenes por una pequeña puerta que guiaba al curso, se plantó frente a ella con furia.
—Creí que usted dijo que ya no podíamos ingresar porque el curso ya había comenzado. -No le importó que su acento fuera más golpeado que de costumbre.
—Y es cierto. -La francesa cerró la puerta con molestia.
—¿Y por qué los dejó entrar? -James apuntó a los jóvenes turistas que se giraron para reírse de él.
—Había vacantes disponibles. -Contestó fríamente la mujer.
—¡¿Y por qué me rechazó?! -James estaba empezando a enfurecerse.
—No cumple con los requisitos, usted no tiene la estatura ideal para surfear. Y no me grite, solo hago mi trabajo.
—¿Siendo racista?
—¿Disculpe? -La francesa abrió sus ojos.
—¡¿No me dejó entrar porque no cumplo con los requisitos o porque no uso el traje de baño de último modelo de París?! -James intentó calmarse. —Tiene suerte de ser una mujer, mis padres me educaron bastante como para tocar a una mujer aunque sea una racista.
Uno de los jóvenes turistas se acercó a ellos alzando las manos. —¡Lenguaje! no le hable así a la mujer, ella solo está haciendo su trabajo.
—Tú, ni te metas. Que no estoy hablando contigo, niño mimado. -James lo apuntó con su dedo antes de dirigirse a la mujer. —Y usted, sufrirá las consecuencias.
—No puede amenazarme. -Se defendió la francesa. —Lo voy a reportar con mi jefe.
James se burló. —Hágalo, sirve que le confieso que clase de trabajadores tiene este lugar.
Dicho aquello, se fue indignado de aquel lugar. Entró a la recepción con furia; sin embargo, su expresión se relajó al ver una pareja de edad avanzada por el pasillo.
—Me temo que sólo tenemos hasta mañana para dejar el hotel, querida. -Le dijo el hombre a su esposa que caminaba con un fino bastón.
James pensó en sus padres, ellos se habían esmerado en hospedarse en ese hotel. Y enfrentarse a las autoridades del hotel no era buena idea a pesar de que no era justo. Cerrar la boca sería difícil para alguien tan impulsivo como él. Maldijo al hotel antes de salir de la recepción. De mala gana regresó a donde estaban sus padres, ellos se habían quedado dormidos bajo su grande sombrilla. Desde su lugar podía ver los pocos alumnos del curso de surf.
—Malditos sean, niños mimados. -Murmuró entre dientes.
Agarró su teléfono al sentarse en el camastro y entró nuevamente al chat con itspadfoot. Pensó en su respuesta una vez más, no podía ocultar que aquel mensaje lo había hecho sonreír como las protagonistas que su madre veía en la televisión a la hora de la comida. Pero estaba tan de mal humor que hasta maldijo al usuario.
La única forma para calmarse era caminar, se levantó del camastro sin antes colocarse los grandes audífonos de cable que conectó a su celular. Abrió Spotify y le dio play a la primera canción del Top Global. Caminó sin dirección alguna con la vista al frente.
—Odio a los privilegiados.
♠︎
—¿Cómo que ya no tienes el bloqueador con minerales?, ¡Por Merlín!, ¿qué voy a usar, Narcissa? -Sirius se llevó una mano a la cara.
—Debiste pensarlo antes de usar el mío. -Narcissa acomodó su cabello con arrogancia.
Bellatrix pasó a su lado dándole una mirada burlona. Lestrange, su novio, hizo lo mismo. —¿De qué te preocupas? Ni siquiera vas a venir.
Sus primas y respectivas parejas se dirigeron al yate privado que tenían. Sus primas y parejas darían un recorrido e incluso Regulus y Barty los acompañarían. Toda la familia Black iría, menos él porque estaba castigado. Sus padres lo habían regañado a gritos y no tuvo más remedio que defenderse. No participaría en ninguno de los viajes de ese día. Se quedaría en la solitaria mansión hasta que terminará el día. Sus llaves fueron restringidas, incluidas las de los autos de lujo. Y aunque se las ingeniería para escapar, no sería los mismo sin su Mercedes.
Desde las escaleras miró a su familia zarpar y una vez que se alejaron de la orilla, regresó a la solitaria casa de playa para darse un baño en la elegante tina. Rápidamente abrió el grifo y vació un frasco de burbujas antes de agarrar una toalla. Esperó pacientemente mientras buscaba algo de beber en la cocina, se decepcionó al no encontrar ninguna bebida de su gusto más que una triste cerveza. Una vez que regresó a la tina, cerró el grito, se desnudó y entró en ella con la cerveza en mano. El agua estaba a una temperatura agradable y las burbujas eran agradables de ver, abrió la cerveza y sacó el celular de su pantalón que yacía en el suelo.
mulcib.er te ha enviado una foto
Abrió la foto con desinterés hasta la vio, no pudo evitar reírse a carcajadas sin antes darle un trago a la cerveza. Su amigo inmediatamente borró la foto del chat.
sirius_black
Sabía que te gustaba, pero tampoco a ese grado en enviarme nudes.
mulcib.er
Cállate. Me equivoqué te iba a enviar esta.
Mulciber le envió una selfie en el campo de golf.
sirius_black
Ya me había emocionado.
mulcib.er
Cierra la boca Black.
Por cierto, creí que estabas en el yate.
sirius_black
No, ¿cómo te enteraste?
mulcib.er
Narcissa. ¿Por qué sigue con Lucius? Debería de estar conmigo o Andrómeda, ella es muy guapa también.
sirius_black
Mejor quédate con Bellatrix.
mulcib.er
Es muy guapa, pero me da miedo.
Antes de que respondiera, le llegó una notificación.
prongs.com te ha enviado un mensaje: Lamento no haberte respondido.
Alzó una ceja antes de entrar al chat.
prongs.com
Para serte sincero, no sabía qué responder.
mulcib.er te ha enviado un mensaje:¡Narcissa me respondió mi mensaje!, va a dejar a Lucius por mi.
itspadfoot
Te entiendo, yo tampoco sabría qué responder si me dijera eso un chico guapo como yo.
Mentía, si sabía.
prongs.com
Narcisista.
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Vamos a ser familia Black, estás invitado a mi boda.
Sirius intentaba ignorar los mensajes de su amigo.
itspadfoot
Obvio. ¿Acaso no has visto mis fotos?
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Narcissa Mulciber suena muy bonito.
prongs.com
A este punto ya no estoy seguro si estoy hablando con un hombre cuarentón que sacó las fotos de Pinterest para hablar con chicos.
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Oye te estoy hablando.
itspadfoot
¿Me siento halagado u ofendido?
prongs.com
Depende. ¿Si eres real?
Sirius se tomó una selfie de su rostro para enviarla; sin embargo, se la envió a su amigo que en aquel momento le envió un mensaje. Con vergüenza la borró y se la envió al usuario de la app.
prongs.com
¿Seguro que no eres un hombre cuarentón?
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Le tomé screenshoot, valiste.
sirius_black
No soy un hombre cuarentón, entiende.
—Como jodes Mulciber. -Dijo para él mismo.
itspadfoot
Jódete
Suspiró antes de darle un trago a su cerveza, al fijar la vista nuevamente en la pantalla se dio cuenta que envió mensajes diferentes.
—Carajo
mulcib.er te ha enviado un mensaje: ¿Qué?
prongs.com
Jódeme
Black no supo qué responder ante el comentario de prongs.com, lo había tomado por sorpresa y levemente se ruborizó, sin saber si fue por el alcohol o por el chico de la app.
prongs.com
¿Qué?, ¿no sabes qué responder?
mulcib.er te ha enviado un mensaje: ¿De qué me hablas Black?
Le dio un último trago a la cerveza antes de dejar el envase en el suelo.
itspadfoot
Y yo soy narcisista.
prongs.com
Y yo arrogante. Qué cosas, ¿no?
Por cierto, ¿ya viste el atardecer?, está precioso.
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Contesta o te bloqueo.
itspadfoot
Los atardeceres son bonitos, pero los amaneceres son mejores.
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Haber quien más va a salir contigo cuando regreses de tus vacaciones.
Entonces se le ocurrió una idea.
itspadfoot
¿Cuánto tiempo vas a quedarte en Mónaco?
prongs.com
Unos días más supongo, al menos hasta que conozca la mayoría de los lugares turísticos. ¿Y tú?
mulcib.er te ha enviado un mensaje: Black, contesta.
itspadfoot
También. Pero conozco Mónaco como la palma de mi mano.
prongs.com
¿En serio?, que envidia. Recomiéndame algunos lugares.
itspadfoot
¿Por qué no mejor te llevo a conocerlos?, al menos los días que nos quedan.
wwilkes te ha enviado un mensaje: Ya contéstale a Mulciber, me está jodiendo.
prongs.com
¿Quieres que nos veamos?
itspadfoot
¿Por qué no?, tengo curiosidad si con el que estoy hablando no es un viejo pervertido.
prongs.com
Pienso lo mismo.
itspadfoot
Si no quieres está bien.
prongs.com
No, sí quiero. ¿Cuándo salimos?, ¿mañana?
itspadfoot
¿Tanto te apresura verme?
prongs.com
Tu lo propusiste.
Sirius sonrió de lado, sería muy interesante.
itspadfoot
Bien, ¿en donde te veo?
prongs.com
¿Conoces el Hotel MetroPort?
itspadfoot
¿El jodido?
A su perspectiva no entendía porque aquel hotel se encontraba en la zona de los hoteles más lujosos. Sabía que era para los turistas que no podían pagar un hotel de lujo, pero no era lógica que se encontrara en aquella zona.
prongs.com
No, el de al lado.
itspadfoot
¿Le Fairmont?
prongs.com
Si.
itspadfoot
Bien, paso por ti a las ocho. Te veo afuera del hotel. Ponte guapo rey.
Al escribir aquello apagó el celular para dejarlo en la mesita de al lado. Sumergió la nuca en el agua para relajarse. No pudo evitar sonreír al imaginar su encuentro con el chico que le había hecho reír.
—Veamos si eres tan interesante como en línea.