Identidad genuina

Harry Potter - J. K. Rowling
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Identidad genuina
Summary
James Potter decide descargar una aplicación de citas debido a su mala suerte en el amor. Sirius Black usa la aplicación por diversión. Potter no estudia en un colegio privado, Black si. Potter no tiene un estatus alto, Black si. Potter sólo ha salido con una chica en toda su vida, Black tiene una vida amorosa envidiable. Un día ambos hacen match, ¿qué pasaría si James miente para salir con el chico más atractivo que ha visto en toda su vida? y ¿qué pasaría si Sirius se entera que su atención la ha captado un chico que es inferior a él?
Note
Tengo que dejar de subir a Tik Tok mis ideas antes de subirlas a esta maravillosa plataforma. Y empezar a actualizar más mis otras fics.La idea de este fic surgió porque estaba escuchando Fuerza Regida cuando estaba estudiando, entonces, espero que les guste el tema. En este fic, Sirius es un chico "fresa" por así decirlo, un mamón arrogante narcisista, así que disculpen sus acciones.
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El comienzo

James había esperado por mucho tiempo aquellas vacaciones, sus padres habían ahorrado mucho para ese viaje e incluso él trabajó en un lugar de comida rápida para ayudar con los ingresos. Y gracias a ello por fin viajarían en avión. Su familia solía viajar en automóvil o en camión cuando iban de vacaciones, pero él soñaba con viajar como los millonarios que aparecían en la televisión o en el periódico. Uno de sus sueños se había cumplido finalmente, además pasarían sus vacaciones en Mónaco. Un lugar que su madre añoraba visitar desde que era una niña. 

—No te alejes mucho James. -Fleamont, su padre, desconfiaba del transporte pues había visto varios vídeos de accidentes aéreos.

Buscó su asiento, que para su sorpresa estaba del lado de la ventana, sonrió levemente al estar un poco alejado de sus padres que estaban ubicados en la fila del centro. 

—Cámbiate de lugar James, para estar juntos. -Su madre, Euphemia, miró con desconfianza el asiento que le asignaron.

—No se puede madre, si no le quitaría el lugar a otro pasajero. -Respondió James ocultando su sonrisa. 

—Mia, cariño, tal vez podamos movernos de lugar. -Su padre agarró el asiento delantero con fuerza. 

Al principio sus padres estaban emocionados por viajar hasta que vieron el gran avión que los llevaría a Mónaco. James era muy paciente con sus padres, eran mayores que los padres de sus amigos. Aunque a veces se desesperaba un poco.

—Por favor, pasen a sus asientos. -Se acercó una azafata a ellos, obligando al matrimonio Potter a dirigirse a sus asientos con nervios y tristeza. 

James una vez que los vio sentarse sacó su celular para mensajear por el grupo que tenía con sus padres. Ellos no eran tan modernos como él, sin embargo, su hijo los ayudó a adaptarse.

 

Familia Potter

Yo

Estoy bien papás, es una lástima que no haya asientos de tres personas. Cualquier cosa nos mensajeamos por aquí.



James dejó su teléfono para observar a las personas que pasaban por ahí, todos tenían características de personas de alto rango social y económico. Algunos de ellos llevaban trajes y vestidos elegantes, con maletines o con bolsas de marca, pero ellos se dirigían a otra zona del avión. Se preguntaba qué sería tener una vida de lujos como la de ellos. Si los requisitos eran ser arrogantes, prejuiciosos, orgullosos, narcisistas e inteligentes, él podía ser uno de ellos. Y aunque admiraba el porte de aquellas personas, le desagradaba lo insoportables que podían ser, lidiar con ellos era un dolor de cabeza. Los clientes de sus padres podían ser de ese tipo y era muy desesperante hablar con ellos.

 

Mamá Effie

Cariño, si tienes hambre ven conmigo. Hice sándwiches para el camino.

 

James sonrió al leer el mensaje en la bandeja de entrada de su celular. Y aunque iría por uno más tarde, no desaprovecharía la oportunidad de probar la comida del avión. Espero un poco más hasta que los asientos de la zona en la que estaban se llenara, para su suerte nadie se sentaría a su lado. De pronto una azafata se paró frente a ellos para dar las instrucciones, Potter estaba muy emocionado como para poner atención. Al dejar de escuchar la voz de la mujer, sacó su teléfono para grabar por la ventana el despegue del avión,  estaba tan emocionado que olvidó ponerse el cinturón. Aquella experiencia la guardaría para siempre en su memoria. Sonrió enormemente cuando vio la ciudad alejarse. No podía esperar para grabar la primera nube que estaría a su lado. Y cuando lo hizo dio un pequeño brinco. Lo subiría a su cuenta de Instagram para presumir su viaje. A los pocos segundos sus amigos reaccionaron a su vídeo.

—Bien hecho James. -Se dijo para él mismo al guardar su celular en el bolsillo del pantalón para ponerse el cinturón.

Imaginaba cómo sería Mónaco, había visto miles de vídeos y leído muchas reseñas de aquel maravilloso lugar. Se visualizaba manejando un Red Bull por las calles como un piloto de automovilismo o tomando el sol en uno de los cruceros más grandes junto a su familia. Su mente lo llenó de fantasías que poco lo arrullaron hasta quedarse dormido. Sus fantasías se manifestaron en sus sueños donde era un participante de Fórmula 1 y ganaba la gran carrera con un viaje gratis en un yate de lujo con artistas famosos que él admiraba, por supuesto, a su alrededor chicas y chicos suspiraban por él. Al despertarse, movió su cabeza para que los rayos del sol no lo molestaran. Su cuerpo estaba cubierto por una pequeña cobija, estiró sus manos hacia arriba para estar completamente despierto. A su lado estaba una pequeña mochila. Sonrió al pensar en lo cuidadosa que era su madre con él. Sacó su celular para revisar si tenía algún mensaje.

 

Mamá Effie

En la mochila dejé dos sándwiches para que te los comas. Tu papá y yo nos vamos a dormir, si sucede algo, nos despiertas.

 

Gracias mamá, descansen

 

Suspiró antes de entrar a Instagram.

 

A remlupin,peterpett, y a otras personas más han reaccionado a tu historia. 

 

Sonrió de lado mientras revisaba sus notificaciones hasta que vio uno en particular.

 

Lilyflorevans respondió a tu historia: Qué envidia James!!!

 

James borró su sonrisa unos segundos antes de entrar al perfil de la pelirroja. Sintió una pequeña presión al ver la reciente fotografía que había subido la chica. Sabía que no debía de sentirse así, pero no podía evitarlo, Lily Evans había sido su primer amor, su primera novia y su primera ex novia. Y aunque habían terminado en buenos términos, aún sentía esa pequeña tristeza al verla. La razón por la que su relación no podía seguir fue porque ambos se trataban como amigos. Su amistad con la pelirroja era una de las cosas que no podía perder. La quería, si, pero su conexión con ella como amiga era mágica. Además tenía más posibilidades de explorar su sexualidad, cuando descubrió que se sentía atraído por los de su mismo sexo la pelirroja fue la primera persona a la que acudió, de la misma manera en la que la ella descubrió que también se sentía atraída por las de su sexo. Remus y Peter, sus amigos, fueron las segundas personas a las que le reveló su orientación. Sus padres no lo sabían, esperaría el momento adecuado para decirles. Cuando aceptó su bisexualidad, pensó que tendría muchas parejas; sin embargo, no fue así. Tenía muy mala suerte para coquetear, en cambio  Lily tenía muy buena suerte. Potter a veces se cuestionaba si no era lo suficientemente atractivo para llamar la atención, pero al mirarse en el espejo, su ego subía por los cielos. Solía coquetear más con los chicos que con las chicas y sus intentos terminaban en un fracaso total, se ponía nervioso o decía cosas sin sentido. Era un completo desastre.

Salió de Instagram para jugar en un simulador de basquetbol. James amaba jugar tanto en línea como físicamente aquel deporte. Era el capitán del equipo de basquetbol de su escuela, gracias a él, a su perspectiva, tenía premios y trofeos. Hogwarts, su escuela, era reconocida por la calidad académica de sus estudiantes; sin embargo, era un poco menospreciada porque no era un colegio privado. Y Potter amaba competir contra los equipos que provenían de privadas para bajarles el ego.

—Vamos amiga, descárgate la app.

—¡Qué vergüenza Anne!, no voy a descargarme esa aplicación.

James alzó el oído para escuchar la conversación de las chicas que estaban sentadas detrás de él mientras jugaba con su teléfono. Le gustaba escuchar conversaciones ajenas para después platicarles a sus padres con una taza de té.

—Si quieres un novio, descarga la app. Quieres un novio, ¿no?

—¡Por supuesto que quiero, Anne!, pero me da mucha vergüenza. En ese tipo de aplicaciones solo lo descargan los que quieren tener sexo.

James abrió los ojos y subió sus gafas. Sabía que existían ese tipo de aplicaciones, pero jamás las había descargado. Creía que era mejor conocer a alguien en persona que a través de una app. Sin embargo, sus experiencias, lo orillaron a seguir escuchando a las chicas.

—Lo puedes usar para lo que tu quieras, Maddy. Ya es tu decisión si la quieres para satisfacer sus deseos sexuales o para encontrar el amor.

—No voy a encontrar el amor en esa app. 

—Dale una oportunidad Anne. Te ha ido pésimo en el amor. ¿Hace cuánto que saliste con un chico?

La chica se quedó en silencio y James dejó de jugar para pensar en su situación amorosa. Antes de Lily, no tenía ningún ligue y después de Lily tampoco. Jamás tuvo ligues, amigos con derechos, ni casi algo. Y tenía que admitir que a veces se sentía solo. Aunque tenía la esperanza de que algún día conocería a alguien, no lo haría si no hacía las cosas correctamente.

—¿Lo ves? Vamos Anne. Por la anécdota.

—Está bien, Maddy. Por la anécdota.

—Además, tal vez encuentres a un buen novio. Una prima mía conoció a un brasileño y ahora están felizmente casados con tres niños.

Ambas chicas se rieron y James pensó en las palabras de la chica de nombre Anne. Conocía esos casos peculiares, pero también otros en los que desaparecían los usuarios.

—¿Cómo se llama la app? 

—Grible. Y si no te gusta descarga Bumder.

James frunció sus labios analizando aquella información. Jamás había escuchado aquellos nombres que además eran horribles, ¿a quién se le había ocurrido elegir tales nombres? Se sumergió en sus pensamientos hasta que una azafata se acercó a él para ofrecerle unos ricos postres. Al ver las apetecibles cerezas olvidó por completo lo que había escuchado.

 

♠︎

 

—¿Crees que manejen palomitas orgánicas? 

—Deben de hacerlo Cissy.

—¿Tú crees?, hace rato pedí un Vainilla Bean Mocha Frappuccino y me dieron café. ¡Qué horror!

—Tal vez no lo pronunciaste bien. -Sirius recibió una patada en su asiento por parte de su prima. Estaba demasiado aburrido.

—Cierra la boca Sirius. -Chillaron sus primas detrás de él. —Tú pediste un brownie con nieve, ¿sabes cuántas calorías tiene eso?

Sirius se giró sobre su asiento para bajar sus lentes de sol y mirar a sus dos primas. —¿Celosa?

Narcissa giró su cabeza para mirar a otro lado. Le gustaba molestar a sus primas, en especial a Narcissa y a Bellatrix. Su relación con ellas era diferente a la que tenía con su prima Andrómeda. Se preguntaba por qué sus primas eran tan diferentes a pesar de ser hermanas un ejemplo claro era el físico. Bellatrix tenía el cabello negro, Narcissa el cabello rubio y Andrómeda el cabello marrón.

—¿Quieres algo, mon ange?

Sirius rodó los ojos y se giró nuevamente en su asiento al ver a Lucius, la pareja de Narcissa. Sus primas habían decidido invitar a sus parejas a su viaje familiar, todos habían llevado a un invitado, incluso Regulus, su hermano menor, pero a excepción de este, su mejor amigo lo acompañaba. 

—Por Merlín. -Suspiró para él mismo antes de colocarse los airpods para escuchar algo de música.

No entendía porque su familia había elegido Mónaco para vacacionar, ya tenían una casa ahí. ¿Para qué visitar Mónaco cuando podían ir a nuevos lugares como Suiza o Portugal? y además de que no estaba de acuerdo con el lugar, no quería vacacionar con su familia. ¿Su razón?, creía que lo limitaban a ser como era realmente. Como la vez en la que ninguna de sus primas, ni siquiera su hermano, quería aventarse con un paracaídas desde un helicóptero en movimiento. A su perspectiva, su familia era aburrida.

Prendió su teléfono para revisar sus notificaciones, sus seguidores en Instagram habían aumentado por la instastory que subió. Rodó los ojos nuevamente antes de entrar a su cuenta privada, su cuenta pública le aburría. En su cuenta privada subía más cosas que en la pública, aunque la usaba más para espiar a la gente o compartir estúpidos reels que le daban risa. 

 

mulcib.er respondió tu historia: ¿Por qué no me llevaste?

 

Sirius sonrió de lado.

 

privv.sblack

No llevo a becados.

mulcib.er

Ni que fuera uno de Hogwarts.

¿Cuándo regresas?

privv.sblack

Antes de entrar a clases, ¿por qué?

mulcib.er

Avery está jodiendo sobre la fiesta de bienvenida, ¿puede ser en tu casa?

privv.sblack

¿Por qué en la mía?

mulcib.er

Porque es más grande que la mía.

privv.sblack

No tenías por qué confirmarlo.

mulcib.er

Imbécil.

privv.sblack

Mejor que sea en la casa de Wilkes, porque tiene alberca.



Sus amigos y él hacían las mejores fiestas de bienvenida, todos querían ir a la suya aunque no pertenecieran a la misma escuela; sin embargo, tenían un filtro muy especial, solo entraban los estudiantes de colegios privados. Los demás no eran bienvenidos.

De pronto le llegó otro mensaje, esta vez del grupo que tenía con sus amigos.

 

Wilkes

¿Por qué estás diciendo que la fiesta será en mi casa, Black?

Yo

¿Y por qué no? Tú casa es más grande que la mía.

 

Avery

Tiene razón Black, aparte no hemos hecho una bienvenida con alberca.

 

Rosier

Estoy de acuerdo con Black.

 

Quejicus

Yo también.

Yo

Tú no estás invitado Snape.

Quejicus

Vete a la mierda Black.

 

Mulciber

Entonces está decidido, la bienvenida será en casa de Wilkes.

 

Wilkes

Váyanse a la mierda todos ustedes.

 

Rosier

Gracias cariño.

 

Avery

Es todo un placer.

Yo

Cuando quieras.

 

Sirius apagó la pantalla de su teléfono antes de sonreír levemente. Le agradaban sus amigos, a excepción de Snape, que lo tenía registrado como “Quejicus”, su razón era simple. Había sido transferido de una escuela que no era privada.

—¿Cómo que no manejan comida cien por ciento orgánica? -Escuchó a Narcissa quejarse con la azafata.

—Será un viaje muy largo. -Suspiró para él mismo antes de prender la pantalla de su celular y entrar a una app de citas para pasar el rato. —Veamos, que encontramos aquí.

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