Juego de Shumil gemelos

Pdv: Cattleya

El restaurante de la ciudad baja quedó bastante bonito, lujoso, pero no demasiado. Según Rozemyne, está a nivel laynoble, y como es un restaurante para principalmente plebeyos, no queremos ofender a los nobles con algo de mayor calidad en el centro, que en el barrio de los nobles. Así que nos moderamos bastante en la decoración, de los muebles y el servicio, nada demasiado ostentoso. Pero lo suficientemente elegante como para que tanto nobles como plebeyos dueños de tiendas o gente adinerada en general, puedan sentirse cómodos en él.

Y como nuestra reunión de hoy, sería en la Zona Vip del restaurante, la cual si estaba un poco más decorado con cosas lujosas, pero manteniendo el mismo estatus, con Rozemyne revisamos que todo estuviera en orden. Al terminar de dar un recorrido completo, guiados por una Freydís muy entusiasta, junto a un Gustav bastante nervioso y a un Benno muy estresado, nos quedamos en la puerta principal para recibir a nuestra familia. 

‘Jajajaja… Vaya Benno, y eso que no vendrá el archiduque esta vez, como en los recuerdos de Rozemyne. Aunque habría sido divertido molestarlo o hacerle alguna travesura. Je, je, je…’. Yo me lamenté por esto, pero eso no quiere decir que no pueda hacerlo en el futuro, verdad?

Poco después de terminar el recorrido al restaurante, llegó nuestra familia plebeya. Pude notar lo guapo que se veía Papá Gunther en su ropa de plebeyo rico, al igual que mamá Effa se veía hermosa en su atuendo de plebeya adinerada. En cuanto a Tuuli, ella estaba vestida como aprendiz de la compañía Gilberta, como Lutz y los demás aprendices.

Momentos más tarde, llegó nuestra familia noble, los cuales fueron recibidos por todos nosotros. Y como de costumbre, se les ofrecieron los saludos de temporada de parte de los plebeyos, cumpliendo con todos esos protocolos de estatus. ‘Algo a lo que aún no me acostumbro. Debido a que es bastante tedioso y un verdadero fastidio, con todos esos largos saludos con Dioses, oraciones, bendiciones y todo eso’. Entretanto yo pensaba esto, las presentaciones pertinentes fueron hechas, por lo que toda nuestra familia tanto noble como plebeya, fuimos guiados a la segunda planta del edificio, a la zona Vip del restaurante. Pero Benno y Gustav se quedaron en la primera planta para atender al resto de los invitados, junto a los aprendices de la compañía Gilberta.

Cuando todos estuvimos en nuestros lugares, con; el abuelo Bonifatius y mi mentor como cabeceras de mesa, con nuestros padres plebeyos del lado derecho y nosotras con nuestros padres nobles del lado izquierdo de la mesa. Entonces se comenzó a servir la comida de inmediato. 

Yo había pedido un plato especial para consentir a mi hermanita, el cual era pescado asado y sazonado solo con sal, acompañado con verduras al vapor con una salsa cítrica hecha de frutas ácidas. La otra opción era una deliciosa ensalada de patatas o “Potatoffel” con mayonesa y pollo al horno. Por lo que cuando se sirvió el plato, pude ver la brillante sonrisa en el rostro de Rozemyne al ver su tan anhelado pescado asado y sazonado solo con sal. 

“Oye hermanita, ¿cómo conseguiste pescado en esta época del año?”. Rozemyne preguntó con extrañeza.

“Pues le pedí a Freydís que consiguiera pescado de otro ducado, pero resulta que la provincia de Illgner tenía pescado en esta época del año. Y como me dijiste que no lo querías a la sartén, sino que asado y sazonado solo con sal, entonces les pedí a los Chefs que lo prepararan así para ti, hermanita”. Yo expliqué como elaboré esta sorpresa a mi gemela. 

Y esto lo hice, porque yo había tenido la oportunidad de comer varios platos, que pude recrear de mi vida anterior. Sin embargo, para mi hermanita es mucho más difícil recrear platos japoneses en este mundo, ya que aquí es complicado conseguir pescado o mariscos, y ni hablar de la soja o el arroz que ni siquiera sabemos si existen aquí. Fue por esto que me esforcé bastante en consentirla un poco, haciendo que le prepararan su pescado asado. Aunque podríamos experimentar para conseguir una sopa ramen.

“¡Gracias Cattleya, eres la mejor hermana gemela del mundo!”. Ella agradeció con un brillo de alegría en sus ojos.

“Ok hermanita, solo disfrútalo”. Yo dije feliz de haber hecho feliz a mi hermanita, mientras disfrutaba de la deliciosa ensalada de patatas con mayonesa y el pollo asado. Al igual que los demás, parecieron disfrutar mucho de los platos de entrada.

El siguiente plato fue el favorito de nuestro mentor, el consomé. Ya que Rozemyne, pidió que prepararan otros tipos diferentes de consomé en esta ocasión, para consentir un poco a nuestro mentor.

“Esta sopa es cada vez más perfecta, de sabores complejos y profundos. Es simplemente hermoso como se mezclan a la perfección los sabores, y bla, bla, bla…”. Nuestro mentor alabó el plato de sopa con un interminable discurso sobre la perfecta sopa. ‘Ok, creo que nos quedó claro, que a mi mentor le gusta mucho la sopa, no?’. Y junto con el consomé se sirvió también el delicioso pan esponjoso, algo muy familiar para mí. 

El siguiente plato fue una deliciosa lasaña, la cual era un plato nuevo en el menú. Y este fue un completo éxito, ya que a todos les gustó mucho la lasaña. En especial a madre Elvira, quien pidió. “Hijas este plato está realmente delicioso, espero que lo podamos servir en “The Magic Roze” también”. 

“Si, no hay problema madre Elvira. Pero como es un plato nuevo, hay que pulirlo y mejorarlo un poco más para poder servirlo en el restaurante del barrio noble”. Rozemyne explicó a madre Elvira, que este plato aún tiene que elevarse y perfeccionarse, antes de ser servido en el restaurante de alta cocina.

Como plato fuerte, se sirvió un filete de res a la sartén, con verduras salteadas y salsa blanca con champiñones. Este plato fue el favorito de nuestros dos padres, ya que tanto papá Gunther como padre Karstedt, lo disfrutaron mucho. Aunque al abuelo Bonifatius, también le gustó mucho este plato, por eso él alabó nuestro talento para crear comidas realmente deliciosas. 

Al terminar con la comida, la cual estuvo deliciosa,  llegó el postre, y estos eran una variedad de hermosos pastelitos, que se acompañaron con una taza de té. Pero esto también quería decir, que había llegado el momento de la conversación importante e incómoda. Por lo que en cuanto el té estuvo servido, mi mentor le indicó a Justus que instalara la herramienta mágica anti espionaje.

Una vez que la herramienta estuvo instalada, todos los asistentes se retiraron fuera de la barrera y mi mentor dio comienzo a la importante conversación. Y como nuestros padres plebeyos no entienden los eufemismos nobles, ni nada de eso, esta conversación sería bastante directa y franca. Es por esta razón, que nuestro mentor fue directo al grano, diciendo. “Gunther, Effa, queríamos aprovechar esta ocasión, para hablar de dos temas muy importantes con referente al futuro de las gemelas. Puede que ellas ya les hayan hablado de estos asuntos, pero aún así, es bueno que sepan las razones del porqué se tomaron estas importantes decisiones”.

“Sumo Sacerdote, si usted se refiere a la adopción de el abuelo de nuestras hijas, Lord Bonifatius. Debo decir que si, nuestras hijas ya nos hablaron un poco sobre eso”. Mamá Effa dijo esto en respuesta a nuestro mentor, para confirmar qué sabían y que no.

Y lo cierto es, que nosotras les habíamos hablado un poco de la adopción, pero no les dijimos todo… De hecho, omitimos la parte del compromiso… ya que ninguna de las dos, estaba lista para hablar del tema con nuestros padres. ‘¡¡¡Demonios!!! Si yo ni siquiera lo asimilo aún. Y lo peor es que madre Elvira y nuestro mentor, usaron nuestro plan de pedir compensaciones a Zent, en mi contra. ¡¡¡Maldición!!! Aunque me he resignado al compromiso… Aún tengo bastante tiempo para huir del matrimonio’. 

“Ya veo. Pero aun así, creo que es mejor explicar a detalle, todos los peligros y problemas a los que nos estamos enfrentando. De este modo, será más fácil para ustedes comprender el porqué, de estas medidas de seguridad que estamos tomando para la protección de las niñas…”.

Y con estas palabras, nuestro mentor comenzó a explicarles a nuestros padres plebeyos, cada uno de los peligros a los que estamos expuestas. Partiendo por las dos maliciosas mujeres que estaban planeando envenenarnos, pero que ya fueron arrestadas. Luego les habló del peligro que representa Verónica, la cual codicia nuestras tendencias y negocios. Por último, les habló sobre los planes de secuestro de algunos nobles de la facción de Verónica, para entregarnos a su señora, junto con todos nuestros negocios y tendencias. 

Mientras mi mentor explicaba todas estas cosas, pude ver a papá Gunther y mamá Effa palideciendo, ante la cantidad de enemigos que tenemos al acecho. ‘Y eso que aún no llega a la parte de los grandes ducados y la soberanía’. Yo dije para mis adentros, justo en el momento en el que nuestro mentor, llegó a la parte de los peligros de los grandes ducados y la Soberanía. Los cuales querrán sacarnos del ducado, ya sea forzando una adopción o un compromiso, con la finalidad de obtener; nuestro maná, tendencias e industrias, junto con todos nuestros valiosos conocimientos. Y por todo esto, mamá Effa y papá Gunther se veían realmente preocupados. 

En ese momento, pude ver a papá Gunther con los puños y dientes apretados. Desde mi lugar, podía sentir la impotencia de papá, por no poder hacer nada para protegernos. Al igual que mamá Effa, pero ella se recuperó rápido, diciendo con determinación. “Sumo Sacerdote, veo que nuestras pequeñas están en un peligro mayor del que nos imaginamos... Ahora puedo entender mucho mejor, las medidas de protección, que han tomado ustedes como su familia noble, para proteger a nuestras hijas. Y si la adopción las eleva a un estatus mayor e impide que las saquen del ducado por ese medio, yo estoy completamente de acuerdo, como su madre que las crió”. 

Luego papá Gunther nos miró a las dos con una expresión complicada y culpable en su rostro, por no poder protegernos, pero decidido a aceptar cualquier medida o decisión que se tome, para mantenernos a salvo. “Hijas, como su padre, lamento tanto no poder protegerlas de todos estos peligros… Pero me tranquiliza el saber que tienen a su alrededor a muchas personas que las aman, y que les brindan toda esta protección. Saber que las decisiones que está tomando su familia noble y su tutor las mantendrán a salvo y en casa, eso es suficiente para mí”. 

Cuando papá Gunther terminó de hablar, yo tenía un nudo en la garganta. Por lo que no pudimos evitar exclamar. “¡Papá!”. Las dos completamente conmovidas, por las palabras de papá.

Luego mamá Effa finalizó expresando su decisión. “Sumo Sacerdote, Gunther y yo, estaremos completamente de acuerdo con cualquier decisión y medida de protección que se tome, para mantener a salvo y en casa, a nuestras hijas”. Cuando mamá Effa dijo esto, pude entender el profundo miedo que estaban sintiendo de perdernos, y la frustración e impotencia, de no poder hacer nada para evitarlo. 

“¡Mamá!”. Exclamamos las dos al unísono, con lágrimas en los ojos, anhelando un abrazo de mamá Effa. Mas, este no es el momento para esas muestras de afecto.

El que habló a continuación, fue el abuelo Bonifatius, quien dijo con seriedad. “Puedo ver el profundo amor, que ustedes sienten por mis queridas nietas. Y ahora, también puedo ver de dónde aprendieron y obtuvieron mis adorables nietecitas, esa calidez y amor que demuestran sin reservas a las personas que son importantes para ellas”. 

Cuando el abuelo Bonifatius reconoció a nuestra familia plebeya, supimos que el tampoco intentaría separarnos de ellos y eso nos hizo muy felices. Y más,  cuando el abuelo Bonifatius hizo esta promesa. “Yo protegeré esa calidez y ese amor que les han entregado e inculcado a mis maravillosas nietas. Y prometo, como el futuro padre adoptivo de mis nietas, no intentar separarlas de ustedes”.

“¡¡¡Abuelo eres el mejor!!!”. Exclamamos al unísono con brillantes sonrisas a nuestro genial abuelo.

“Conténganse las dos par de tontas, o les subirá la fiebre”. Nuestro mentor nos regañó, preocupado por nuestra salud.

“Lo sentimos Ferdinand, es que estamos muy felices”. Rozemyne se disculpó entre lágrimas de felicidad.

“Si mentor, lo sentimos, es que el abuelo sonó supergenial en este momento”. Yo me disculpé, tratando de controlar mis emociones y retener las lágrimas sin éxito. ‘Esto del maná, es molesto en momentos como este. Y más cuando colapsas, solo por sentirte abrumadoramente feliz’.

Entonces mi mentor, quien estaba como cabecera de la mesa a nuestro lado, sacó su pañuelo, y rápidamente extendió su mano para limpiar con suavidad las lágrimas de Rozemyne y luego las mías. Y una vez calmadas, y el asunto de la adopción hablado, continuamos con la siguiente medida de protección, para mantenernos juntas y en el ducado. ‘O sea, el compromiso… Ok, esta charla será superincómoda’.