
Espiando a nuestros enemigos. (Parte 2)
Pdv: Ferdinand
Pronto llegué a mi destino, la residencia de invierno de Gerlach. Y apenas la vi, descendí en la parte de atrás del edificio, y desmonté, luego deshice mi bestia alta. Al ver una puerta me dirigí a ella, la cual debería ser la que utilizan los sirvientes. Así que formé mi Schtappe y dije en un susurro. “Alohomora”. Mientras apuntaba el cerrojo de la puerta, la cual se abrió al instante. 'Que hechizo más eficiente y a su vez, muy conveniente’.
Entonces abrí sigilosamente la puerta, con mi Schtappe listo para realizar el siguiente hechizo. Al asomarme dentro, revisé el lugar mejorando mi visión y audición, completamente alerta. Pero como no vi ni oí a nadie cerca, me deslicé dentro de la mansión.
Una vez dentro, traté de hacer el mínimo de ruido y moverme con agilidad y presteza. Como mi objetivo era el despacho de Gerlach, debía encontrarlo para obtener cualquier documento o cartas, que nos de algo de información sobre sus movimientos o sus planes.
Con este objetivo, caminé por los pasillos de la primera planta de la mansión en completo silencio, y aunque vi algunos sirvientes, fue fácil evadirlos. Y cuando estaba llegando a la sala de recepción, de pronto escuché unas voces de hombres acercándose. La cual era de Grausam, hablando con dos hombres, a quienes identifiqué enseguida; uno de ellos era Wiltord y el otro era Joisontak.
‘Esto no podía ser más perfecto, tenía a los tres hombres juntos en el mismo lugar. Mmm… No creo que esto se deba a la poción del par de Shumil, o si? Aunque eso no importa ahora, ya que tengo que seguirlos para averiguar, qué están tramando el trío de idiotas’. Con esto en mente, los seguí a una distancia segura hasta una habitación, la cual debería ser el despacho privado de Gerlach.
Para cuando los tres Giebes entraron en la habitación, comenzó a haber movimiento entre los sirvientes para atender a su señor, junto a sus visitantes. Entonces yo aproveché ese momento, para colarme dentro de la habitación, creando una pequeña distracción, para que así nadie notara mis movimientos o mi presencia en el lugar. “Levioso”. Dije en un susurro, haciendo levitar momentáneamente una taza de té, provocando que se callera al suelo. Y con esto distraje al sirviente que se disponía a entrar, empujando un carrito con tazas de té y bocadillos para los señores.
Mientras el sirviente estaba ocupado limpiando el desastre, yo me colé con éxito en la habitación, por la puerta que el sirviente había dejado abierta. Luego me escondí en una esquina en el fondo de la habitación. Y desde mi escondite, pude ver la irritación en los ojos de Grausam, para con el sirviente, debido al desastre. Por lo que, a penas terminó de limpiar y servir el té, lo despidió de la habitación.
Y en cuanto el sirviente salió, los tres Giebes comenzaron una conversación casual sobre la socialización de invierno, y fiestas de té a las que habían asistido. Asimismo, tocaron el tema del nuevo restaurante de las gemelas, el cual se estaba volviendo bastante popular en el barrio de los nobles. Por esta razón, los tres se comenzaron a quejar, de que ninguno de ellos logró obtener una invitación de Elvira.
De igual forma, hablaron de Verónica y el ataque que recibieron sus aposentos. La cual, se mudó a otra parte del castillo debido al atentado. ‘Obra del par de Shumil traviesos’. También hablaron de su locura y paranoia, que debido a ese ataque, Verónica les está exigiendo que le den sus nombres, a todos los que no se lo han dado aún. Pero no contenta con eso, también les está pidiendo que todos sus sirvientes le prueben su lealtad, encontrando al autor del atentado.
Y debido a esta travesura, Sylvester no dejó de quejarse, de que Verónica había enloquecido, exigiéndole que interrogara a todos los nobles que estuvieron presentes durante el debut. ‘Por lo que puedo ver, el par de dolores de cabeza, si que lograron agitar el avispero, enloqueciendo aún más a la ya trastornada abeja reina’. Pero Verónica les pidió algo más a sus sirvientes, ella pidió que obtengan las tendencias y negocios de mis protegidas o que los destruyan. ‘Y esto en realidad no me sorprende, ya que era cuestión de tiempo’.
Al tocar este tema, comenzó la conversación importante. Entonces Gerlach instaló una herramienta anti escuchas de rango específico. Y yo al ver esto, me adelanté con mucho cuidado, para quedarme dentro del rango de audición, muy quieto y fuera del camino de cualquiera que pudiera tropezar conmigo. En cuanto al maná no me preocupa, ya que ninguno de ellos puede sentirme.
Una vez estuve seguro, de que nadie había percibido mi presencia, me quedé escuchando la conversación. “Tengo todos los preparativos listos para esta primavera. Es por eso, que no tiene de que preocuparse Giebe Joisontak, recuperaremos a sus queridas sobrinas”. Gerlach dijo esto, con una sonrisa noble, pero desagradable en su rostro.
“Sin embargo, solo tenemos dos opciones, la primera es; durante la oración de primavera, y la segunda es; durante la conferencia de archiduques. Para la oración de primavera, dependerá de que tan vigiladas estén. Y eso tendríamos que averiguarlo… Pero según la información que poseo, en el momento en el cual estarán menos vigiladas, será para la conferencia de archiduques. Ya que lord Bonifatius estará en el castillo, ocupado con los deberes de Aub, y lord Karstedt estará con Aub en la conferencia. En cuanto al bastardo del templo, en algún momento también tendrá que subir al castillo”. ‘¡¿Qué significa esto?! ¡Estos estúpidos están planeando secuestrar a las hijas de Karstedt!’. Yo exclamé con furia contenida para mis adentros. Y necesité hacer todo el uso de mi auto control para no matar en el acto al trío de idiotas.
Entonces Gerlach, continuó explicando el plan. “Es ahí donde daremos el golpe, irrumpiremos en el templo cuando el bastardo se dirija al castillo, entraremos y rescataremos a tus queridas sobrinas del sucio templo. ¿Qué dice a este plan, Giebe Joisontak?”.
“¡Maravilloso! Estoy completamente de acuerdo con su plan, Giebe Gerlach. Mis pequeñas y talentosa sobrinas, no merecen pudrirse en el sucio templo, teniendo a la familia de su verdadera madre para apoyarlas y criarlas. ¡Oh! Si mi querida hermana estuviera aún con vida, subiría la imponente escalera de pura tristeza, al ver como son tratadas sus pobres hijas. Y por el hombre que ella tanto amó”. El despreciable hombre dijo esto, hablando de su hermana como si la horrible mujer, fuera una maravillosa madre y una santa… Mas yo apreté los dientes con fuerza y me tragué mi desprecio y furia. ‘No podía perder los estribos aquí, esto es solo una misión de recopilación de información’.
“Bien, entonces está decidido, las rescataremos para la conferencia de archiduques. Y déjenme el resto a mí, yo personalmente me haré cargo de todo. Por ahora dejemos esta conversación hasta aquí, para reunirnos en una fecha posterior y afinar los detalles. No es bueno reunirnos tan seguido, y levantar sospechas sobre nosotros, ya que no queremos eso, verdad?”. Gerlach preguntó con fingida preocupación, pero también pude notar un brillo de burla maliciosa en sus ojos.
‘Por sus palabras y gestos, puedo deducir que Grausam está planeando algo más…’.
“Pero por supuesto que no queremos levantar sospechas, mi estimado Giebe Gerlach. Estoy agradecido más allá de las palabras, por el apoyo que me está brindando, y mi gratitud también es para con usted, Giebe Wiltord”. La asquerosa rata, como llaman las gemelas a hombres como Joisontak, dijo en agradecimiento.
“No necesita agradecernos Giebe Joisontak, ya que esto nos beneficiará a todos nosotros. Si le entregamos las nuevas tendencias de sus sobrinas a lady Verónica, ella volverá a confiar en nosotros. Y una vez más, tendremos su favor”. La escoria de Wiltord dijo con un brillo de codicia en sus ojos.
“Muy cierto, mis queridos compañeros Giebes. Y espero con ansias, que Dregarnuhr la diosa del tiempo, vuelva a tejer los hilos de nuestros destinos con prontitud”. Gerlach dijo dando por terminada la conversación.
Después de haber llegado a ese acuerdo, se levantaron de sus asientos, y salieron los tres de la habitación con enormes y desagradables sonrisas codiciosas en sus rostros. En cuanto a mí, me quedé un momento procesando la información y calmando mi maná, que se había comenzado a filtrar por mi creciente furia. Tenía que salir de aquí antes de que cometa una locura, y envíe a saludar a la pareja suprema de forma prematura, a los tres asquerosos insectos. ‘No podía darme el lujo de actuar desde la ira, con la vida e integridad de mis protegidas en juego. Debía pensar mis siguientes movimientos con la cabeza fría’. Me dije esto para tranquilizarme.
Cuando todo quedó en silencio, abrí la puerta y me dispuse a salir de la habitación. Ya fuera del cuarto, recorrí el mismo camino por el cual vine. El problema es, que ahora había sirvientes en el lugar, que me dificultaban la salida. Por lo que esta vez, necesitaba una distracción lo suficientemente grande, como para salir por la puerta sin ser visto.
Por eso dije en un susurro “Desmaius”, apuntando con mi Schtappe a una sirvienta, quien se desvaneció cayendo al suelo en el acto. Y como todos los demás sirvientes corrieron en ayuda de la mujer en el piso, yo aproveché la conmoción y alboroto para salir con éxito de la mansión de invierno de Gerlach.
****
Después de acabada mi misión, me reuní con Justus en mi mansión para escuchar su reporte, y hablarle sobre los planes de nuestros enemigos. El cual, había regresado de su misión antes que yo, por lo que él se adelantó diciendo, apenas entré. “Mi Lord, tengo noticias alarmantes sobre los planes de la vizcondesa Dahldolf. La odiosa mujer ha unido fuerzas con Trudeliede. La cual está convencida, de que las gemelas son hijas de la difunta tercera esposa de Lord Karstedt, Rozemary. El cómo ha descubierto esto Trudeliede, lo desconozco mi Lord, pero las dos maliciosas mujeres están planeando eliminar a las princesitas”.
‘¡¡¡Maldición!!! Esto es peor de lo que esperaba, no solo tengo que lidiar con el trío de escorias. Sino que también con ese par de diosas del agua venenosas, de Verónica’. Con estas preocupaciones en mente, yo no pude tomar asiento para tener esta conversación, ya que no podía quedarme quieto.
“Justus, esto es malo, las gemelas están en un peligro mucho mayor del que creíamos. Ya que hoy he descubierto que Gerlach, se ha aliado con Wiltord y Joisontak. Y este último, está convencido de que las gemelas son sus sobrinas. Es probable que Trudeliede, se haya enterado del origen de las niñas por medio del idiota de Joisontak. Hay una probabilidad, de que él supiera que su hermana llevaba la carga de Geduldh”. Yo dije, deduciendo la fuente de la información de Trudeliede, aunque también pudo ser al revés, y fue ella la que sabía del estado de Rozemary. Tal vez esa fue la verdadera razón, de que la enviara a saludar a la pareja suprema, junto a todos sus sirvientes… para eliminar a las criaturas.
Como sea, eso no importa ahora, por eso yo continué diciendo. “El trío de idiotas está planeando secuestrarlas para esta primavera, durante la conferencia de archiduques”. Yo dije mientras me paseaba por la sala de recepción de mi mansión, frotando mis sienes por el creciente dolor de cabeza, que me estaban dando el montón de estúpidos lacayos de Verónica.
“Tanto Wiltord como Joisontak, quieren a las gemelas, junto a sus negocios y tendencias para entregárselas a Verónica. Pero Gerlach, está planeando algo más... y lo que sea que esté planeando, de seguro tiene que ver con Georgine…”. Yo dije dándome golpecitos en las sienes, pensando en las verdaderas intenciones de Gerlach.
“Mi Lord, ¿si me permite?”. Justus preguntó.
A lo que yo asentí, instándolo para que continuara hablando. “En mi opinión, creo que deberíamos hablar de esto, con la familia Linkberg. Pero en especial, con las princesitas, estoy seguro de que ellas tendrán un plan o alguna estrategia para cazar a las ratas. No creo que mi Lord, deba cargar con todo esto usted solo, las princesitas se enfadarían mucho, si lo hiciera”. Mi asistente erudito aconsejó.
Y no puedo negar, que tenía razón en todo lo que dijo, ya que en nuestra reunión secreta, habíamos quedado en que haríamos los planes los tres juntos, y estoy seguro, de que el par de Shumil problemáticos se enfadarán mucho si yo actúo solo. Sin embargo, con lo que más debo tener cuidado, es con Cattleya. La cual, puede usar esto como excusa para hacer planes por su cuenta. ‘La mocosa astuta, siempre encuentra la forma de salirse con la suya’.
“Ya veo… y tienes razón Justus, sé que esas dos no me dejarán en paz, hasta que les dé un informe completo sobre lo que averigüé en esta “misión de espionaje”, como la llaman ellas. No obstante, tenemos que tener cuidado al momento de compartir esta información, ya que Bonifatius será un dolor cuando se entere de esto… Él querrá matarlos a todos, en el mismo momento en el que se entere de los planes de todas las escorias que quieren dañar a sus queridas nietas”. Dije exponiendo uno de los problemas de hablar con los Linkberg, sobre esta información.
“Bueno mi Lord, creo que ese problema lo pueden solucionar las mismas princesitas. Creo que deberíamos hablar con ellas primero, estoy seguro de que ya deben estar planeando algo. No por nada, elaboraron y nos dieron esa extraña poción de suerte líquida, a la que llamaron “Felix felicis”. La cual, al parecer fue muy efectiva, no cree mi Lord?”. Justus preguntó, atribuyendo el éxito de nuestra misión al extraño brebaje.
Y una vez más, Justus tenía razón en esto, ya que en nuestros otros intentos de espiar a nuestros enemigos, no habíamos tenido tanto éxito como hoy, incluso usando los mismos hechizos. “En efecto. Tal vez era la gracia de Greifechan, la que necesitábamos para tener éxito en esta misión recopilación de información”. Yo dije en comprensión, luego continué diciendo más para mí, que para Justus. “Y eso quiere decir, que Rozemyne y Cattleya, descubrieron como hacer que una bendición se pueda ingerir, logrando que sea igual de efectiva, que darla rezando. Mmm… Interesante”.
“Exactamente mi Lord. Y estoy seguro, de que las princesitas prepararon la poción, pensando en protegernos durante la misión de hoy. Por eso, ¿no cree mi Lord, que debería agradecerles a las princesitas su amabilidad? ¿Qué tal si les prepara obsequios?”. Justus preguntó de pronto, desviando el tema hacia otro lado, uno que no me gustó nada. “He oído de lady Elvira, que las princesitas están preparando obsequios para usted mi Lord”. Él mencionó esto último con una sonrisa divertida, pero desagradable en su rostro.
A lo que yo respondí secamente. “Estoy preparando amuletos de protección para mis protegidas, eso será suficiente”.
“Eso es una buena idea mi Lord. Pero, ¿si mi Lord me permite darle un consejo?”. Justus preguntó, y aunque no quería escuchar su consejo, aún así le permití que continuara.
“Mi Lord, si bien las princesitas son iguales en apariencia, ambas niñas son muy diferentes, y debe tener en cuenta esto al darles obsequios. Debe dejar claro que los hizo pensando en cada una de ellas de manera individual”. Aconsejó Justus algo que yo ya sé. Sin embargo, yo he priorizado la eficiencia a la apariencia o individualidad. ‘¿Tal vez debería elaborar algo más bonito y personalizado?’.
“Entiendo, y tomaré tu consejo Justus”. Yo dije poniendo fin a la incómoda conversación. “Ya es suficiente de charla. Por ahora no podemos hacer nada más, así que regresemos al templo”. Y con esta resolución, me puse en marcha con rumbo al templo. En este momento, tengo cosas más importantes en que pensar, que en obsequios personalizados o con significado. Debo hacer planes y tomar decisiones importantes, para poder mantener a salvo al par de Shumil problemáticos.
‘Todo esto me tiene realmente fastidiado; primero los egoístas Dioses con sus exigencias irracionales, luego la realeza incompetente, sumado al peligro constante de Verónica. Y como si todo esto no fuera suficiente… ahora este montón de escorias maliciosas y codiciosas, que creen estúpidamente que podrán poner sus sucias manos sobre mis protegidas. ¡Ja! Eso jamás, porque destruiré a cualquier idiota que lo intente. Y en cuanto al maldito jardín de los Dioses, si quieren que siga existiendo, seguirá, pero bajo mis términos, ya que he decidido tomarlo y convertirlo en el parque de juegos del par de Shumil traviesos. Si es lo que necesito hacer para mantenerlas a salvo, y cumplir mi juramento, entonces que así sea’.
********************************************
¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también! 😉
Y así fue como el rey demonio 😈 o señor del mal se despertó de su letargo🤭. Que mejor decisión podría tomar Ferdinand, que secuestrar el jardín de los Dioses con Erwaermen y todo, para construir un parque de juegos para sus dos pequeños y traviesos Shumil🐰🐰Jajajajaa… 🤣
Bueno, espero que hayan disfrutado de este capítulo y para el próximo: “Creación de las varitas” con un punto de vista de Cattleya.
Y sin nada más que decir, travesura realizada ¡Gracias por leer mi fic! 😘