Juego de Shumil gemelos

Pdv: Cattleya

Yo no quería hablar sobre mi pasado, ni siquiera se lo había contado todo a Rozemyne. Mas había obtenido la promesa de mi mentor, de que él, protegería a Myne, mi querida hermanita gemela. Ella era lo más preciado para mí, en este mundo. 

‘Yo podía entender lo que ella quería… Myne quería que mi mentor, confiara en nosotras. Pero el saber eso, no lo hace más fácil…’.

Enfrentarme a mi pasado, y recordar cosas que quería sepultar para siempre en el olvido… estaba siendo más difícil de lo que creí. Aun así con el pesar de mi corazón, respiré profundamente y me armé de valor, luego comencé a narrar mi historia.

“Ok, verán, mi vida como Hanna Walker fue normal, tranquila y feliz hasta los 7 años. Yo tenía, amigos y una familia completa; con padres amorosos. Los mejores momentos de aquellos días, eran cuando papá me leía cuentos por las noches, cuando llegaba del trabajo… yo esperaba eso con ansias todos los días. De hecho, fue él quien cultivó ese amor por las historias de fantasía y magia. Sin embargo, de la nada las cosas comenzaron a cambiar. Papá comenzó a llegar tarde del trabajo, y ya no tenía mucho tiempo para nosotras”. 

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Aún recuerdo las excusas… “Papá, ¿me lees una historieta o un cuento? Por favor”. Yo preguntaba a diario. Y cada vez el respondía. “Lo siento hija, estoy cansado ahora, tal vez mañana”.

“Ok, pero yo escogeré la historia”. La pequeña yo, respondía creyendo que así sería. ‘Vaya que era ingenua, en aquel tiempo’.

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Estos recuerdos venían a mi memoria, mientras les hablaba de mi vida anterior. “Cuando mamá descubrió que papá la había engañado con otra mujer, ellos comenzaron a pelear todo el tiempo. Aunque por supuesto, yo en ese entonces no entendía que estaba sucediendo. Pero poco después de eso, mis padres decidieron divorciarse y todo mi mundo cambió. Mamá decidió alejarse todo lo que pudo de papá, y comenzar de nuevo en su país natal. Así que nos mudamos a un nuevo país, a comenzar una nueva vida, solo nosotras dos. Eso fue realmente difícil, y tuve que adaptarme rápido a esa nueva vida… una nueva cultura, un idioma al que no estaba acostumbrada a hablar todo el tiempo, una nueva escuela sin mis amigos, y una familia que no conocía, pero que nos ayudó mucho”. Yo continué narrando esta etapa de cambio, que viví en aquel entonces.

‘Ahora que me doy cuenta, he pasado demasiado tiempo en modo supervivencia’. Con esta reflexión yo continué hablando.

“Hubieron momentos realmente malos, en los que mamá lloraba sola frente a las cuentas, cuando pensaba que no estaba viéndola. Muchas veces la vi llorar por papá, y eso dolía en mi corazón… porque yo también lo extrañaba mucho”. Nunca había hablado esto en voz alta, y estaba resultando realmente difícil.

“Como yo no quería ser una carga para mamá, decidí ayudarla en todo lo que pude, así que me volví independiente. Comencé a hacer todo por mi cuenta; si tenía que limpiar y ordenar lo hacía, aprendí a cocinar, lavar la ropa, en fin, en todo lo que podía ayudar a mamá, solo lo hacía”. ‘Pese a que era una niña, era consiente de muchas cosas, y por eso, ¿cómo podría ignorar el dolor y el cansancio de mi madre?’.

“Aunque fue difícil al principio, aún así tenía que aprender rápido, porque todos estos quehaceres nadie los haría por mí. Ya que mamá llegaba tarde y demasiado cansada del trabajo, tenía que ayudarla de alguna manera. Y a pesar de las dificultades y la tristeza, las dos salimos a delante”. En este punto, tomé una respiración profunda, antes de continuar con la siguiente parte de la historia.

“Pasaron dos años, en los que mamá se había recuperado y se veía más feliz. Viéndola emprender un nuevo negocio de la nada, solo con esfuerzo y trabajo duro, me hizo sentir orgullosa de ella. Y si ella era feliz, yo también fui feliz. Entonces… todo comenzó a cambiar de nuevo, cuando mamá me habló de la verdadera razón de su felicidad. Ella había encontrado a alguien que la amaba, esa persona le devolvió la alegría, y poco tiempo después ella se volvió a casar”. En aquellos días, yo aún guardaba las esperanzas de que papá volviera, después de extrañarnos mucho, y con eso todo volvería a ser como antes. Mas eso no sucedió, en cambio…

“Para mamá fue el comienzo de una nueva etapa de su vida, pero para mí, comenzó el infierno…”. Yo continué narrando los peores años de mi vida.  

“Nos mudamos a una nueva casa, más grande y bonita, con nuestra nueva familia; mi idiota padrastro y mis dos hermanastros, el mayor tenía 14 años y el menor 12 años. Ambos idiotas me odiaban, siempre culpaban a mamá de que sus padres se separaran”. ‘Yo sentía el mismo dolor y odio, por la mujer que separó a mi familia… por eso intentaba entender y llevarme bien con ellos, pero eso fue imposible’.

“Ellos como no podían desquitarse con mamá como les hubiera gustado, pues se desquitaban conmigo. Primero solo comenzaron con apodos ofensivos, luego empeoró a insultos, como; “Tu madre es una sucia mujerzuela… que separó a nuestros padres, y tú como su hija, eres igual, una pu…”. No pude terminar los insultos, era demasiado doloroso para mí recordar eso. Porque eso me hacía sentir que mamá y yo éramos sucias.

“¡Pero que idiotas! ¿Por qué hacían eso, si no era tu culpa?”. Rozemyne preguntó muy molesta, con mis hermanastros.

“Bueno, eso era porque su madre llena de odio, los envenenaba con mentiras, en contra de nosotras. Porque yo sabía que mamá cuando conoció al idiota de su padre, él ya estaba separado de su ex esposa”. ‘Por lo menos eso fue lo que me contó mi madre…’. Yo pensé, ahora un poco insegura de esto, pero de todos modos continué contando mi historia.

“Pero las cosas no se detuvieron ahí, ya que cada vez empeoraban más y más. Rompían mis cosas, me molestaban o me jalaban el cabello, cuando mamá no estaba en casa. Me empujaban o me hacían tropezar para que me lastimara, cada vez que tenían oportunidad o nadie estaba mirando. Luego se burlaban, diciendo; “Oye estúpida, ve por donde caminas. Jajajaja…”. Eso era como vivir con dos Shikikozas. Así que yo me  encerraba en mi cuarto apenas llegaba de la escuela, me escondía bajo la cama o en mi armario con una linterna, un libro y me sumergía en mis historias favoritas, donde todo desaparecía y me olvidaba del mundo, del miedo, del dolor, de todo”. 

‘Los libros me salvaron de mi soledad, miedo y desesperación. Me imaginaba siendo uno de esos personajes de mis libros, viviendo aventuras fantásticas o siendo un superhéroe, que le daba su merecido a los villanos’.

“Sin embargo, no siempre podía esconderme. Como aquel día especialmente malo, en el que mis hermanastros volvieron de visitar a su madre. Ellos regresaron antes aquella vez, y me atraparon leyendo en la sala de nuestra casa… me quitaron mi libro de las manos y cuando intenté recuperarlo, el mayor me jaló del cabello, mientras el otro lo destrozaba. Ese era mi libro favorito, un obsequio de mi padre y uno de los libros que él me leía cuando era pequeña, esos libros eran toda la conexión que tenía con él. Y ese mocoso idiota lo rompió justo frente a mis ojos, mientras se burlaban de mí…”. 

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Aún puedo recordar sus burlas y el dolor… “¿Qué pasa enana, no quieres tu libro? Vamos ve por él. Jajajaja…”. Nicolás decía riendo divertido, mientras me jalaba del cabello.

“¡Oh! se rompió… Jajajaja… ¿Quieres llorar fea rata de biblioteca?”. Preguntó burlándose Sebastián el otro idiota, mientras rompía mi precioso libro.

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“¡¡¿Qué?!! Como se atrevieron esos idiotas, a hacerle algo así a mi linda hermanita. ¡Grrrrr… los destruiré!”. Rozemyne gruñó con los puños apretados de pura furia, dispuesta a hacer un carnaval sangriento con mis hermanastros en ése mismo momento.

“Hermanita tonta eso ya no es posible, recuerdas? Ellos están muy lejos de aquí”. Yo dije a la tonta de los libros.

“Bueno, de todos modos, ese mismo día, las cosas cambiaron para mí. Porque mi padrastro los sorprendió esa vez, y los envió a sus habitaciones. Luego me dijo fríamente; “No te defenderé de tus hermanos, pero te enseñaré a defenderte”. Y después de decir eso, él idiota de mi padrastro me miró como si fuera un estorbo molesto y luego se fue…”. 

“¡¿Qué?! No los castigó por lo que hicieron sus hijos?”. Rozemyne preguntó con incredulidad. 

Y ante su pregunta, yo negué con la cabeza, y solo continué con la historia. “Cuando llegó el fin de semana, me llevó al gimnasio al que el asistía y comenzó a enseñarme, defensa personal. Como el hombre era un ex militar, practicaba varias disciplinas de combate, las cuales me enseñó. A mí no me gustaba nada de eso, pero era cuestión de supervivencia”. 

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Ese primer día, me había dicho. “Como te dije antes Hanna, no te defenderé de tus hermanos, pero te enseñaré a defenderte de ellos o de cualquier idiota que conozcas en el futuro”.

“¡Tus estúpidos hijos no son mis hermanos, y tú jamás serás mi padre!”. Yo le había gritado, apretando los puños con impotencia y furia contenida.

“Cierto, yo no soy tu padre y no me interesa serlo. Pero él no está aquí para defenderte, por lo que yo soy todo lo que tienes, niña. Ahora decide, ¿quieres vivir toda tu vida, como la víctima de alguien más o tomarás toda esa furia y la transformarás en fuerza y habilidad?”. Él había preguntado, y me presionó para que tomara una decisión.

“¿Quieres vivir como un asustado conejito, encerrado en su cueva toda tu vida? ¿Qué es lo que quieres ser, Hanna, el depredador o la presa? Tú decides”. 

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‘Al recordar esto, me di cuenta, de que yo hice esto mismo con Myne… La hice escoger, como ése idiota me hizo escoger a mí’. Ahora siendo consciente de esto, con un dolor punzante en mi pecho, continué con el relato.

“Pronto mi padrastro dejó de verme como un estorbo, y comenzó a verme como un cadete o algo así. Él no solo me enseñó artes marciales, también me enseñó a usar y hacer mantenimiento a las armas. Y en cuanto cumplí la edad suficiente, me llevaba a los campos de tiro. Para cuando se reunía con sus antiguos camaradas, me llevaba a hacer un deporte llamado “Airsoft”, con réplicas de fusiles militares, como la M-16, aunque yo prefería el rifle, también habían granadas de humo, de luz o cegadoras, entre otras armas, que no eran letales por supuesto”. Yo crecí entre un montón de hombres rudos, y un montón de idiotas. 

Pero en medio de este ambiente, yo me volví buena en este juego, ya que para mí, no era solo un juego como si lo era para mis hermanastros. Para mí, esta era la única oportunidad que tenía de castigar y vengarme de ellos. Por esta razón yo los cazaba, hacía estrategias no solo para ganar, yo los aplastaba por completo. 

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Sin embargo, al hacer esto, llamé la atención de uno de los ex compañeros de mi padrastro. El cual era un superior veterano de las fuerzas especiales, él aún conservaba buenas conexiones. Por eso el hombre se me acercó, diciendo. “Hanna, tienes talento para esto, has pensado en hacer una carrera militar. Yo podría recomendarte para las fuerzas especiales”. 

Pero yo lo rechacé en el acto, ya que no me interesaba nada de esto, yo solo lo hacía como una forma de sobrevivir o adaptarme a mi entorno. Mi sueño era escribir libros, eso era lo que yo realmente quería. 

“No desperdicies tu talento niña. Si cambias de opinión en el futuro, contáctame”. Eso fue lo último que él, me había dicho dejando esa posibilidad abierta.

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Con estos recuerdos, yo continué adelante con mi historia. “Pero esos idiotas, me enseñaron estrategia militar y tácticas de combate para ganar las misiones; no voy a negar que eso era divertido, aunque lo que no era nada divertido, era cazar. La primera vez que maté a un conejito, lloré por varios días, sin embargo, las veces que siguieron no lo pensaba demasiado, solo les disparaba y ya...”. 

Cuando íbamos de cacería, mi padrastro solía decir que sería muy útil para mis hermanastros, y para mí, saber cosas de supervivencia. Ya que si algún día nos perdíamos en algún lugar lejos de la civilización, en un bosque o montañas, saber estas cosas, nos podrían salvar la vida. ‘No puedo creer que el idiota tenía razón’. 

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Al pensar en esto, recordé a uno de sus amigos, quien justificó estas acciones, diciendo. “Alex es un idiota duro, y tal vez no quieras oír esto, Hanna. Pero esta es la forma que él tiene, de demostrarte que le importas”. 

“Oh, vamos, ¿estas hablando en serio~? ¿Justificarás al idiota, que no tuvo el valor de corregir a sus hijos, y eligió equiparar fuerzas”. Yo había respondido con ironía y asco.

“Ahora no lo entiendes, Hanna. Pero un día entenderás, que él en realidad te fortaleció para que puedas enfrentar, no solo a idiotas como él y sus estúpidos hijos. Alex te preparó para que puedas enfrentar la vida con valor, y lo que te depare la maldita”. Él dijo esto con su particular forma de hablar. 

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‘Y yo crecí escuchando a este montón de idiotas, con su forma tan grosera de hablar… ¡Maldición! No puedo creer que el amigo de mi anterior mentor, tenía razón’. Con mi corazón en conflicto, yo continué hablando.

“Con todo lo que aprendí, me hice fuerte y pude defenderme de mis hermanastros y de cualquier idiota que se me acercaba. Aun así, ellos se las arreglaban para hacerme la vida miserable, aunque ya no podían lastimarme físicamente. Por eso, ya cansada de pelear y de fingir que todo estaba bien, decidí pedirle a papá que me llevara con él devuelta a norte América, ahora que ya tenía edad para escoger con quien quería vivir”. Yo ingenuamente, creí que él me extrañaba como yo a él…

“Mas él dijo que no podía, porque mamá tenía mi custodia… y que todos esos trámites eran complicados de hacer. Pero en realidad, todas esas fueron un montón de excusas tontas, porque él luego dijo la verdadera razón de su negativa. Resultaba ser, que papá en ese entonces, había formado una nueva familia… él dijo que las cosas eran complicadas en ese momento…”. 

‘Cuando escuché esto de mi padre, yo entendí… que él no me quería allí. Yo entonces por fin comprendí, que estaba sola en realidad, y que tendría que salir adelante sola y luchar sola…’. 

“Yo no era parte de la nueva familia de mamá, y jamás lo sería, lo mismo pasaba con la nueva familia de papá. Ellos rehicieron sus vidas, y yo no era parte de ellas. Viví en la nada toda mi niñez y adolescencia, como una intrusa en mi propia casa…”. Y lo más triste de esto, es que ése sentimiento no se ha ido.

“Sin embargo, tenía los libros y un sueño, yo estaba dispuesta a luchar para lograrlo. Por eso estudié duro y trabajé en el negocio de mi madre, para poder ahorrar dinero y obtener una beca para volver a norte América, por mis propios medios, y así cumplir mi sueño. Pero… morí sin siquiera poder comenzarlo…”. Al decir esto, mi voz se apagó y no pude continuar, porque aún me sentía frustrada por esto, y recordarlo estaba resultando demasiado doloroso.

“Ya veo... Ahora entiendo porqué eres así”. Mi mentor dijo finalmente, rompiendo el prolongado silencio que se había instalado en la habitación.

“Shniff… No puedo creer que lo pasaste tan mal, hermanita… Ahora entiendo porqué me dijiste, que no te gustaba regresar a casa temprano. Yo pensé que era, porque no te gustaba estar sola en casa, y preferías ganar dinero ayudando a tu madre. Pero en realidad, el salón de tu madre era tu refugio, verdad?”. Rozemyne preguntó, derramando grandes lágrimas de tristeza. 

“Si, bueno, eso y porque podía ganar dinero para comprar mis libros, pero más importante, me preparaba para mi futuro como escritora”. Yo respondí tratando de que Rozemyne dejara de verme así, y desviar el tema a los libros.

Pero no funcionó, porque Rozemyne hizo una mueca de dolor, y preguntó. “¿No le dijiste a tu madre nada de esto, cierto? De seguro dejaste que tu madre pensara que disfrutabas pasar tiempo con esos idiotas. Cuando solo buscabas la forma de aprender a defenderte… y lo cargaste todo sola, como siempre lo haces”. 

“Ya me conoces, verdad hermanita? Además como podría haberle dicho a mamá, si ella por fin era feliz de nuevo?”. Yo respondí, intentando sonreír, pero estoy segura que eso, fue más una mueca que sonrisa.

Al ver esto, mi gemela me dio un fuerte abrazo, diciendo. “Mi hermanita está triste, por eso necesita muchos “Gyus”, verdad?”. 

“Hermanita tonta, eres tan pegajosa”. Yo respondí a la pegajosa Myne.

“Basta las dos. Haaaah… ¿Qué haré con ustedes?”. Mi mentor dijo esto, soltando un pesado suspiro de cansancio, y aunque trataba de mostrarse exasperado, en realidad él tenía una mirada triste en sus ojos.

“Sumo Sacerdote…”. Rozemyne dijo volviéndose hacia mi mentor, mientras se secaba las lágrimas con la mano. 

Pero mi mentor la interrumpió, diciéndonos. “Ferdinand. Llámenme Ferdinand en privado, y cuando estemos fuera del templo”. Él dijo esto, entretanto le secaba las lágrimas a mi llorona hermanita con su pañuelo.

“Yo prefiero llamarte mentor, ¿puedo seguir llamándote así?”. Yo pregunté, ya que me había acostumbrado a llamarlo así.

“Como quieras, Cattleya”. Él respondió asintiendo con la cabeza.

“Oye Ferdinand ¿Nos das “Gyu”?”. Mi gemela preguntó con seriedad. “Estamos muy tristes, necesitamos muchos “Gyu” de Ferdinand”. Y luego dio las razones de su petición.

‘¡Y ahí está! ¡Lo sabía! Aunque se había tardado en pedir sus tan anhelados “Gyu” a su novio~’.

“¿Qué es “Gyu”?”. Mi mentor preguntó.

“Son abrazos, Rozemyne les dice “Gyu”, y si no se los das, ella no te dejará en paz”. Yo expliqué a mi mentor con una advertencia al final.

Ante esta advertencia, él levantó una ceja, y luego preguntó. “Que su familia adoptiva, ¿no les da suficientes abrazos?”.  

“Eso no es para nada suficiente. Además, ahora ni siquiera podemos abrazarlos todos los días, y solo los abrazamos un día a la semana, ¿cómo sería eso suficiente?”. Rozemyne preguntó con una queja, y luego continuó diciendo. “Los “Gyu” son como la comida, no puedes sobrevivir sin la comida, verdad?”. Ella siguió con su perorata e interminables quejas, a nuestro pobre mentor, quien la miraba fastidiado.

“Te equivocas, Rozemyne. Si puedes sobrevivir sin comer, con pociones nutritivas puedes hacerlo”. Mi mentor dijo como réplica, mientras la miraba con burla en sus ojos, junto con una expresión de triunfo, creyendo que había ganado esta partida. 

‘No se si es porque estoy acostumbrándome a mi mentor, o es porque está bajando la guardia con nosotras, pero cada vez estoy leyendo mucho mejor sus expresiones’.

Entonces yo decidí echarle una mano a mi gemela, respondiendo a su declaración. “Si mentor. Para Rozemyne los abrazos de “Ferdinand” serían como una “poción nutritiva”, verdad hermanita?”. Yo pregunté, para desviar los abrazos a mi mentor, y para que ella por fin pudiera tener sus tan anhelados “Gyu” de su novio~. ‘Así todos ganan, no? Bueno, mi mentor no parece muy feliz, pero esos son detalles. Jejejeje…’

“Uh… Uhm…”. Rozemyne asintió con la cabeza enérgicamente.

“Solo ríndete mentor, y dale lo que quiere, o no te dejará en paz”. Yo dije con diversión a mi incómodo y complicado mentor.

En ese momento, Rozemyne extendió sus brazos para que mi mentor la abrazara. Por lo que él con el ceño fruncido algo molesto, tomó a mi pegajosa hermanita y la sentó en su regazo. Pero ella no contenta con eso, se volteó hacia mí, y dijo extendiendo su mano. “Bien hermanita, es tu turno, ven aquí”. 

“¡¿Q-qué?!”. Yo dije algo sorprendida por el repentino movimiento de mi gemela. “N-no… yo no necesito Gyu”. Luego dije esto, desviando la mirada incómoda. 

Pero no fue mi hermanita quien respondió a mi negativa, sino que mi mentor. “Si Cattleya, ríndete o no te dejará en paz~”. Él dijo esto en un gesto y un tono burlón.  

“Solo ven aquí hermanita, tu necesitas este “Gyu” más que yo, en este momento”. Ella me regañó, y yo sabía por experiencia que si no le daba lo que quería, no me dejaría en paz… Así que accedí a su capricho.

Por lo que extendí mis brazos a mi mentor resignada. Entonces él extendió su brazo libre y me ayudó a subir a su regazo. “Hermanita tonta”. Yo dije dándole un golpecito en la frente con mi dedo, en cuanto estuve en el regazo de mi mentor. 

Pero lejos de enojarse o quejarse, ella se sobó la frente mientras decía. “Ufufufuu… Ahora todo está completo, con un gran “Gyu” familiar”. Mi pegajosa hermanita dijo esto, con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro, mientras nos abrazaba a mi mentor y a mí al mismo tiempo. 

Luego continuó diciendo. “Ahora ya no estás en la nada, ni tampoco eres una intrusa hermanita. Ahora eres nuestra familia, verdad Ferdinand?”. Ante esta declaración de Rozemyne, pude ver a mi mentor abrir mucho los ojos con un “error de procesamiento”, como los llama ella.

Y para cuando por fin se recuperó, él preguntó. “¿Por qué me considerarían parte de su familia?”. 

“Da~, no es obvio mentor, eres el primo de padre Karstedt. Además, juraste protegernos y nunca dejarnos solas, recuerdas?”. Yo respondí algo divertida por su reacción, ya que él se veía incrédulo y bastante sorprendido.

“Mocosa desagradable”. Mi mentor respondió con molestia.

“Ja, quien lo dice~. Pues has de saber, que tú tampoco eres muy agradable que digamos, mentor”. Yo dije como réplica.

“Jajajaja… Cattleya y Ferdinand se llevan muy bien, eh?”. Mi tonta hermanita dijo esto con diversión.

“Par de idiotas sin vergüenzas…”. Mi mentor refunfuñó con molestia.

Ese intercambio se sintió tan familiar, que me hizo bajar completamente la guardia, sobre todo ante las palabras de Myne. “Oye hermanita, ya no tienes que pelear sola, nosotros como tu familia te ayudaremos. Solo deja ir el dolor que has estado guardando en tu corazón, durante todo este tiempo”. Ella dijo esto, derribando por completo mi fachada de chica ruda. Porque mientras decía esto, Rozemyne besó mi frente como yo siempre lo hacía, para consolarla a ella.

“¡Aaaaaah!”. Lloré soltando por fin todo lo que había estado guardando, no solo como Hanna, sino que también como Katy y Cattleya… 

Aunque mi llanto en realidad fue más un alarido de dolor, que llanto. Y no me gustaba mostrar este tipo de debilidad, por lo que oculté mis lagrimas,  enterrando mi rostro en el pecho de mi mentor para ahogar mis sollozos. Entretanto mi hermanita me abrazaba y me consolaba, diciendo que ya no estaba sola, que todo estaría bien, que lo sacara todo…

Con el ambiente cálido y seguro en el que estaba ahora, y después de haber sacado todo lo que guardé por años en mi corazón; la tristeza, el miedo, la culpa, la frustración, el odio y el rencor. Me sentí realmente ligera, como si me hubiera sacado un enorme peso de encima. Soltándolo todo, dejándolo atrás, perdoné a la madre y al padre de Hanna, incluso al idiota padrastro y hermanastros, que a pesar de que me hicieron la vida miserable. Ahora me doy cuenta que eso me hizo más fuerte y valiente. Como dicen por ahí, “Lo que no te mata, te hace más fuerte”. Con todo lo que aprendí, podré defender a mi nueva y hermosa familia. La cual, es cada vez más grande, y estoy dispuesta a defenderla con todo lo que tengo.

Mientras reafirmaba mi determinación, comencé a sentir mis párpados pesados y al parecer yo no era la única, porque mi hermanita estaba igual que yo. Debido a que mi mentor, en algún momento comenzó a acariciar nuestros cabellos, y eso me relajó tanto, que me quedé profundamente dormida.

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¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también! 😉 

Espero que con éste capitulo, haya podido lograr explicar el porqué, el personaje de Katy es como es. El porqué de su recelo y desconfianza hacia los hombres, y porqué es tan violenta, masculina, y de donde obtuvo los conocimientos que tiene de estrategia, combate, armas, etc… 

En fin, como dije antes, Hanna es el resultado de una familia disfuncional o rota, de la negligencia y la violencia. Bueno, espero les haya gustado el desarrollo de este personaje, es el primer personaje original que he creado. Y no fue fácil, ya que no es solo poner nombres, edades y apariencia, también tienen que tener; historia, personalidad, carácter, sueños, intereses, virtudes y defectos, para que empatices con ellos o los odies.🤷‍♀️

Por último, para algunas partes de este capítulo, me inspiré en otros fic e historias que leído.😁👍

Próximo capítulo: “Entrenando con el abuelo”.

Y sin nada más que decir, travesura realizada Gracias por leer mi fic! 😘