
Reunión con los Linkberg. (parte 2)
Pdv: Ferdinand
“Ejemm…”. Me aclaré la garganta para interrumpir, una atmósfera rara e incómoda que se había instalado entre ellos dos.
Para cuando tuve su atención nuevamente, yo dije. “Elvira, como has aceptado ser la madre biológica de las niñas, ahora procederé a explicarles la historia de portada, que diremos a todos”. Con esto dicho, comencé a narrar la historia que había elaborado. La cual no era muy diferente de la historia real de las niñas, pero con ciertas modificaciones para hacer coincidir los tiempos.
Entonces comencé diciendo. “Haremos creer a todos, que Elvira ocultó que llevaba la carga de Geduldh. Y como esto es la norma dentro de la sociedad noble, que lo ocultara no sería algo sospechoso, correcto?”. Yo pregunté lo obvio, ya que todas las damas nobles ocultan su estado de los demás, pero no de sus esposos o familia más cercana.
Es por esta razón, que yo continué diciendo lo siguiente. “Diremos exactamente lo que hizo Rozemary, pero lo cambiaremos diciendo que fue Elvira quien lo ocultó de todos incluso de ti Karstedt. Y las razones serán las mismas”.
“E-espera Ferdinand, Elvira no me ocultaría algo así, verdad?”. Karstedt preguntó un tanto nervioso a su esposa.
Sin embargo, Elvira no negó esta posibilidad, solo miró a su esposo con una sonrisa enigmática en su rostro. Al parecer, ella en las circunstancias desesperadas en las que estaba Rozemary, no habría actuado muy diferente… ‘Aunque con lo lista que es Elvira, estoy seguro de que se las habría arreglado mucho mejor y habría sacado adelante a sus hijas, de haber estado en estas circunstancias’.
Con estos pensamientos, yo intervine continuando con la conversación. “Karstedt, es una versión modificada de la historia real de tus hijas. Tenemos que mantenerla lo más cerca posible a la original”. Yo expliqué al ansioso y preocupado Karstedt.
Dicho esto, yo continué explicando mi plan. “Bien, ahora pasaré al siguiente punto de la historia. Karstedt, debido a el conflicto y la guerra declarada entre tus esposas. Elvira tuvo que ocultarte su estado para no alertar a las otras esposas, dirigiendo los ataques y acoso hacia ella. Pero esto trajo consecuencias a las gemelas, ya que Elvira no pudo proporcionarles el suficiente maná a las niñas. Eso sumado al estrés constante, provocó que las niñas nacieran prematuras, débiles y casi sin maná. Hasta aquí, todo es lo más cercano a la historia real de las niñas”.
Mientras yo les narraba la historia de portada, tanto Karstedt, como Elvira escuchaban con mucha atención. Sin embargo, Elvira encontró un problema en ella. “Lord Ferdinand, creo que la historia estaría bien hasta aquí, pero creo que habría que modificar las edades de las niñas un poco”. Elvira dijo esto de forma pensativa.
“¿Y eso porqué, Elvira?”. Karstedt preguntó algo extrañado.
“Por dos razones, primero; ese año cuando tu querida Rozemary, se quedó con la carga de Geduldh. El conflicto había escalado al punto en que la situación entre nosotros no era la mejor… No sería para nada creíble, que en medio de lo peor del conflicto, yo llevara la carga de Geduldh, debido a que mi Dios oscuro estaba más ocupado defendiendo a su Efflorelume ambiciosa de su Flutrane venenosa, por lo que no tenía tiempo para atender a su Diosa de la luz, no es así?”. Preguntó Elvira a un culpable y avergonzado Karstedt.
Luego continuó explicando la siguiente razón de porqué, ella creía que debíamos modificar las edades de las niñas. “La Segunda razón es; que cualquiera que tenga los datos necesarios, como por ejemplo, los Joisontak, sacarán conclusiones demasiado pronto y llegarán a la verdad, o me equivoco? Por esta razón, y con el fin de evitar que eso suceda, yo propongo modificar la edad de las niñas, agregando un año”. Con esto, Elvira terminó de explicar su razonamiento.
Y al ser consciente de estos dos puntos expuestos por Elvira, no pude negar que en efecto, ella tenía razón. Así que yo dije en comprensión. “Ya veo, y tienes toda la razón Elvira. Pero, ¿por qué agregarles un año y no quitarles uno?”. Luego pregunté esto, para entender el porqué piensa de esta manera.
“Bueno Lord Ferdinand, eso es porque en aquel tiempo el conflicto no tenía mucho tiempo de haber comenzado, por lo que las cosas entre Karstedt y yo no estaban tan mal, como lo estuvieron durante el año en que Rozemary se “enfermó” y se retiró a la casa de su familia. Después de que Rozemary subiera la imponente escalera, las cosas entre Karstedt y yo no mejoraron, hasta ahora…”.
Cuando Elvira explicó esto, con una mirada triste en sus ojos, yo entendí la situación. La cual, al parecer, en los comienzos del conflicto no fue tan crítica entre ellos, como lo fue en medio y después del conflicto. Ya qué el idiota de Karstedt culpó y se resintió con Elvira, por ponerse del lado de Trudeliede en aquel entonces.
Comprendiendo más a detalle la situación, yo dije en conclusión. “Entiendo. Y debido a estas circunstancias, las niñas deberían tener 6 años y no 5, para que la historia de portada encaje a la perfección, y no quepa duda de que las niñas son tus hijas, Elvira. De todos modos, éste cambio, no altera demasiado la historia central”.
‘Mmm… Aunque existe otro problema, ya que las niñas difícilmente parecen de su edad, y mucho menos parecerán niñas de 6 años. Sin embargo, si las tratamos con una Jureve de calidad media, y dejan de comprimir, estoy seguro de que crecerán lo suficiente como para parecer niñas de por lo menos su edad. Aún tenemos tiempo hasta su bautismo para tratarlas, y si aún así, para entonces no parecen niñas de 7 años, aún se puede explicar su pequeño tamaño por su prematuro nacimiento’. Yo comencé ha planear los siguientes pasos a seguir para pasar a las gemelas como hijas biológicas de Elvira.
Como habíamos llegado a un acuerdo hasta este punto de la historia, yo continué explicando mi plan. “Con todo esto resuelto, pasemos a la última parte de la historia de portada. La cual es más sencilla de explicar, ya que debido al bajo nivel de mana de las gemelas, su delicada salud, y el peligro de las otras esposas no es muy extraño que las escondieran en el templo bajo mi cuidado. Donde yo les brindé protección y educación, hasta que se definiera su futuro en la sociedad noble”. Dije finalizando la historia de portada.
Como tanto Elvira como Karstedt parecían de acuerdo, seguí adelante con la conversación. “Bien, esto será suficiente, lo demás sería hablar con todos los que conocen la historia real de las niñas, y asegurar que no mencionen jamás sus verdaderos orígenes”. Yo dije, pensando en las pocas personas que saben quién es la verdadera madre de las gemelas. De mi séquito sabe; Justus, Eckhart y Heidemarie, pero ellos no dirán nada si se los ordeno. En cuanto a Sylvester… será un poco más complicado. En cuanto a las gemelas y su familia adoptiva, tendré que hablar con ellos y explicarles el plan. ‘Solo espero que estén de acuerdo’.
“Yo sigo pensando, que esto no es necesario. Las semillas de esa Chaocipher, quien causó tantos problemas y sufrimiento a madre, no merecen tal consideración”. Heidemarie dijo esto con reproche y cierto odio en su voz.
“Heidemarie hija, no seas prejuiciosa, las pobres niñas no escogieron a su madre, ni tienen culpa de sus errores”. Elvira regañó severamente a su obstinada nuera.
“Entiendo lo que dices, madre. Pero no puedes negar que esa flor ambiciosa y manipuladora, trajo ruina a tu casa, verdad? Recuerda que esas dos, son ramas del mismo Trombe...”. Heidemarie continuó oponiéndose a que Elvira tomara a las niñas como sus hijas. Y yo podía entender sus prejuicios, ya que yo pensaría igual, si no supiera que fueron criadas por plebeyos, por lo que las niñas no tienen ni una pizca de la malicia de la sociedad noble en ellas.
Es por esta razón, que sus palabras venenosas, comenzaron a molestarme a un nivel personal. La forma en que se refirió a la mujer, como “flor” y como estaba juzgando a las niñas, sin siquiera conocerlas, me estaba poniendo de muy mal humor. ‘Las niñas fueron descartadas, y destinadas a convertirse en piedras mágicas… ¿Cómo podrías juzgarlas por ello? Pero así es la sociedad noble, los hijos son responsables de los pecados de sus padres, y ejecutados en consecuencia… De hecho, mi propio destino no era muy diferente al de ellas. En realidad, Heidemarie no está equivocada en su forma de pensar… Aún así, no permitiré que les hagan daño a mis protegidas’.
“Mi Lord, ¿se encuentra todo bien? ¿Algo lo a molestado?”. Preguntó Justus preocupado.
Estaba tan metido en mis oscuros pensamientos, que no me di cuenta que se estaba filtrando parte de mi maná, en mi creciente molestia. Sin embargo rápidamente recuperé el control de mi maná y de mis emociones, luego me disculpé. “Mis disculpas, y no hay de que preocuparse, Justus. Ahora, regresemos a la conversación importante”. Yo dije a un Karstedt con el rostro pálido. Más no era el único, ya que todos habían palidecido en la habitación.
Pero yo decidí ignorar esto, y continué diciendo. “Necesitaré hablar con Sylvester, sobre este asunto. Y de igual forma, tendré que hablar con las gemelas y su familia adoptiva. En cuanto a todos los aquí presentes, tienen absolutamente prohibido mencionar el origen de las niñas, entendido?”. Yo pregunté con más severidad, de lo que quería expresar, al dar esta orden.
“Entendido mi Lord”. Respondieron Eckhart y Justus.
“Como ordene, mi Lord”. Respondió Heidemarie bajando la mirada.
“Cuenta con ello, Ferdinand. Haré todo lo necesario para proteger a mis hijas”. Dijo en acuerdo Karstedt.
“A de saber lord Ferdinand, que como Wiegenmilch de mis futuras hijas, haré todo lo necesario para protegerlas”. Elvira respondió esto, muy segura y con una sonrisa resuelta en su rostro.
Sin embargo, Heidemarie con el ceño fruncido agregó. “Me disculpo lord Ferdinand, pero aunque usted lo ordene, yo sigo creyendo firmemente que esto es un error. Y que al igual que su madre, esas niñas traerán ruina a ésta casa. Solo espero, que no sea demasiado tarde, cuando se den cuenta de ello”.
Ya harto de esta actitud de mi erudita, dije en respuesta. “Heidemarie, si haces algo en contra de mis protegidas, no te volveré a considerar parte de mi séquito”. Yo amenacé a la obstinada y molesta mujer, se estaba comportando de manera bastante desagradable.
“P-pero mi lord, yo…”. Intentó protestar, pero fue detenida por Eckhart. “¡Heidemarie, no sigas haciendo enojar a mi lord, quieres?!”.
“Esta bien…”. Ella dijo molesta y dolida por la situación... Algo que no me gusta nada, porque esto de seguro alimentará su resentimiento hacia las niñas.
‘Espero que cumplas Heidemarie, y no hagas alguna estupidez en el futuro. Porque no tendré piedad, si arruinas de alguna manera mis planes de proteger, a las pequeñas hijas de Karstedt’. Pensando en esto, yo di por terminada la reunión. Como ya todo estaba dicho, me despedí, y me fui de regreso al templo.
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¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también!😉
Espero hayan disfrutado de esta segunda parte del punto de vista de Ferdinand, quien está empeñado en proteger a sus pupilas, incluso de sus propios sirvientes.😈
Hubo un momento de tensión en este capítulo, con una Heidemarie resentida por el acoso que sufrió ella, por alguien muy parecida a Rozemary y Trudeliede.
Próximo capítulo: “Examen médico. (Parte 1)”
Y sin nada más que decir, travesura realizada ¡Gracias por leer mi fic! 😘