Draco Malfoy y El Árbol de Los Malfoy

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y El Árbol de Los Malfoy
Summary
Draco Malfoy tuvo un primer año complicado y sobre todo: nada planeado.Desde que hizo un trato con un anciano completamente desconocido en Askaban para viajar el pasado y así lograr un mejor futuro (salvar a sus padres de morir sobre todo), su vida se ha visto en vuelta en situaciones que no planeo y tiene que solucionar sobre la marcha.Ahora, en su segundo año en Hogwarts, tiene que lidiar con el heredero de su casa Slytherin para evitar que Hermione Granger (su querida amiga leona) sea petrificada mientras trata de evitar ser quemado de su árbol familiar y cumplir con la parte del trato que le corresponde con el anciano.
Note
Este libro como cada uno de los capítulos va dedicado a mi querida beta:Majo <3
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¿Impostores o malos actores?

7. ¿Impostores o malos actores?

Al día siguiente, Pansy se burló sobre como Potter solo podía hablar con serpientes porque su cerebro no podía entender a los humanos pensantes. Draco rio por eso, no lo iba a negar. Se sintió incomodo al ver el rostro pálido de la niña cuando este soltó la carcajada.

Volvió a sonreír cuando sintió la mirada de muerte que le dedicó Potter. Dejó de hacerlo cuando Hermione se cruzó de brazos.

“Miedoso” dice Millie con burla.

“No te sientas mal, Draco” dice Luna “Ese chiste fue muy bueno. Sí eres buena con los chistes, Pansy Parkinson” elogió la niña rubia a la pelinegra.

Pansy parpadeo y refunfuñó decidiendo ignorar a Luna en vez de hacerla víctima de sus crueles bromas. Draco se alivió por eso. No era tan tonta como Draco creyó que sería.

“Si la miras con cariño una vez más, te voy a estrellar la cara en tu plato. Ya deberías haber aprendido tu lección” gruñe Millie en un susurro.

“Déjalo, es tan Hufflepuff que a veces me enferma” acotó Theo sin apartar su mirada de un libro que sacó de la biblioteca sobre criaturas mágicas en la era medieval, siendo el único que seguía con la búsqueda.

Draco gruñó y continuó con su desayuno.

Los días pasaban y todos parecían ignorar a Potter como la peste. Las copias pelirrojas parecían maravilladas con eso, anunciando en voz alta al supuesto heredero. Millie comentó más de una vez lo irritante que debía ser convivir con esos dos idiotas. Draco suspiró aliviado de que no haya sido víctima de ninguna broma Weasley en esos dos años. Evitar ser una molestia al fin traía una recompensa.

“No puedo creer que casi la mayoría se quede” gruñe Millie.

A Pansy se sumaron Blaise, Greg y Vincent. Daphne no se quedaría a no ser que la pequeña Astoria hubiera seguido este año la escuela. Ella era un año menor que Luna.

“Merlín, creí al fin poder pasar al menos una hora en la sala común sin tener que ignorar sus comentarios odiosos” gruñe Millie “Juro que, si esa maldita me arruina las vacaciones, le dejo el ojo morado”

“¿No has pensando en solucionar todo con algo más que violencia?” pregunta Theo con la ceja alzada al ver como Millie hacia el gesto de pegar algo imaginario.

“No comprenderías la belleza en un buen golpe. Extraño a Mione, ella podía entenderme. Le daba golpes con su libro a Draco cada que se pasaba de payaso”

“¿Payaso?” pregunta Theo.

 “Oh, Theito” dice Millie con una sonrisa “Ay tanto del mundo muggle que te falta comprender”

Theo no dice nada al respecto. No intenta callarla por decir tal bobada como intentar enseñarle de un mundo que le enseñaron odiar. Solo observa a la niña con indiferencia.

“Me acuerdo que te llevaste libros muggles” comenta Draco.

Todos observan al niño.

“¿Sí?” pregunta Theo confundido.

“¿Las leíste? ¿Qué te pareció? Tal vez los lea si te gustaron” intenta sonar casual. Ver como Theo rueda los ojos le hace entender que falló.

“Si quieres saber si esos libros me hicieron tolerar a los muggles, te puedo decir que estás en la razón. Veo en sus libros un mundo que no creí que ellos comprenderían y aprecio mucho las mentes brillantes” Draco siente tranquilidad por sus palabras “Y la música tampoco estuvo mal”

Millie chilla emocionada. Draco se siente mal por la niña. Había celebrado contenta su cumpleaños y ahora todo era tan diferente. Draco había arruinado el grupo estable formado el año pasado solo por su cobardía.

“A veces uno logra ver las cosas con otros ojos cuando encontramos algo de nosotros en ellos” dice Luna con sus frases sabías y calmadas “Eso es bello. Theo te aseguro que amarás este mundo. Los chocolates muggles son tan mágicos como los unicornios”

“Supongo que tendré que probarlos” dice Theo con una sonrisa.

Draco agrega eso al regalo que le daría a Theo. Ajedrez y chocolates muggles.

“Amarás cuando te enseñe la música de Whitney Houston y Michael Jackson” asegura la pelinegra.

Draco suspira. No se imaginaba que iba a pasar en el cumpleaños de Millie. Le dolería que Hermione no esté. Millie tenía derecho a invitar a la niña. Ambas habían formado una bonita amistad durante los meses que la pelinegra se unió a la investigación de la piedra filosofal.

“¿Cuándo es tu cumpleaños, Luna?” pregunta realmente curioso al notar que no sabía el cumpleaños de la niña.

“Oh, el 13 de febrero” dice la niña radiante.

Un día antes de san Valentín. El año pasado ni siquiera se había fijado en la celebración.

“Bien, tenemos tiempo de planear tu cumpleaños” dice Draco con una sonrisa.

Luna se vería bonita con aretes con su inicial y mandaría a hacer otro gemelo como los que tenía con las iniciales de Millie y Hermione.

“El mío es el 1 de mayo” dice Theo.

“Yo el 21 de agosto” dice Millie siguiendo.

Los tres mirando a Draco. Draco recuerda que no le dijo a Hermione su cumpleaños.

“El 5 de junio” responde.

“Bien, veré la manera de traer música muggle a Hogwarts” dice Millie maliciosa.

“¿Sabes que, si pillan a Draco escuchando música muggle, va a dejar de tener el apellido Malfoy?” pregunta Theo mirando incrédulo a la niña.

Así pasan las horas discutiendo sobre planes de cumpleaños, ignorando el enorme problema que era buscar al heredero de Salazar Slytherin.

Los días posteriores fueron tranquilos. Los niños decidieron parar su búsqueda para disfrutar esas fechas tan importantes que sus padres les enseñaron a respetar. Luna les hizo para cada día unas coronas de pino, que eran parte de las tradiciones de brujas más relacionadas con la naturaleza. La niña comentó como su madre le enseñó muchas tradiciones que hoy en día se habían perdido.

Draco usó orgulloso las coronas de pino. El mundo no podría decir nada, eran parte de las tradiciones sangre pura que todos los sangre pura deberían replicar pero dejaron de hacerlo.

Severus aceptó a regañadientes que los niños lo ayuden a armar el árbol de yule con él. Llenaron la sala de slytherin de campanillas de colores verde, plateado y blanco. Luna agregó flores al árbol, Millie prendió los inciensos de pino. Theo comenzó a explicar a los slytherin de primer año sobre el yule y la importancia de la luz. Draco dejó que Luna prendiera la primera vela para después él prender otra junto a sus otras dos serpientes.

El ritual del tronco de yule fue el único momento donde Pansy no habló ni fue cruel con nadie. Todos se reunieron en la sala común. Severus lideró el ritual al ser el jefe de casa. Todas las serpientes recibieron a Luna sin comentar nada, porque al final del día era una sangre pura más que tenía el derecho a participar en las celebraciones de mucha importancia. Mientras el tronco se quemaba, los niños de primer año que se quedaron comenzaron a arrojar sal junto a gotas de agua. Luna se llevó a todos sus amigos a bailar alrededor de la chimenea mientras tocaba su pandereta con la insignia de la casa Malfoy que Draco dejó a su prima usar solo porque Luna siempre la tocaba cada año y no quería quitarle algo preciado por su egoísmo.

Ese día iba a ser la entrega de regalos. El niño rubio se encontraba durmiendo tranquilamente cuando el bullicio lo despertó. Intentó sacar su varita, siendo esa acción que parecía su cuerpo jamás dejaría ir de los días de la segunda guerra. Para sorpresa de Draco, las persianas encantadas para estar cerradas se abrieron dejando al descubierto una Luna con un hermoso vestido blanco con bordados de runas relacionados con la luz y las flores típicas de esta estación. Millie usaba el mismo vestido, pero con las mangas arremangadas y la corona de flores tapando casi todo su cabello negro, a diferencia de la niña rubia que había amarrado su cabello con trenzas muy nórdicas.

“¿Azul o verde?” pregunta la niña mostrando dos túnicas.

Draco no dudó en agarrar la túnica verde. Corrió al baño al notar que Theo seguía durmiendo. Pidió en un susurro estar para despertar al niño castaño. Se miró en el espejo y por primera vez en meses se dejó el cabello al natural sin ningún gel solo por ser navidad.

Al salir, junto a dos de sus chicas que caminaron a la cama de Theo y gritaron para levantarlo. Theo por primera vez chilló asustado por la sorpresa y solo pudo reaccionar para sujetar a Draco de la cintura mientras Luna le mostraba la única túnica sobrante y Millie cargando a Libra se encargaban de molestarlo.

“Juro que, si vuelven a hacer eso, las maldigo” gruñe Theo.

Draco sonrió y se quitó incomodo por el agarre. Theo se fue al baño. El niño rubio observó el resto de la habitación en silencio. Podía notar como Greg y Vincent observaron todo con muecas mientras Blaise parecía más triste de lo usual.

Draco casi se sintió tentado a acercarse.

Theo salió con la túnica colorida y Luna dijo contenta que fuera a ver a Severus para abrir los regalos, porque Draco le contó que el hombre era su padrino y la niña se había encariñado. Millie cargó en su espalda un saco con regalos. Draco colocó allí los suyos y uno extra que encontraría la manera de dárselo a Hermione durante el día. Tal vez pasar por lechuzería.

“Yo se la daré” dice Millie “Últimamente para en el baño de mujeres, aprovecharé para darle sus regalos” explica la niña.

Los cuatro caminan al despacho de Severus. El hombre gruñe al principio, pero Luna con su encanto apacigua el mal humor del profesor de pociones y deja que los niños le den un regalo. Millie regaló frascos para almacenar ingredientes con hechizos de seguridad por el último robo que el profesor reportó días después molesto. Draco le regaló un libro con hojas vacías con el nombre de su padrino grabado en un bello verde brillante y con la particularidad de solo abrirse con la magia del hombre. Theo regaló una copia de un libro de pociones muy raro (según él) y Luna le tejió medias con figura de calderos. Nadie mostro ni burla o gracia al respecto, para que el hombre considerara usarlas.

Draco solo respiró tranquilo al ver que su padrino no corrió a quemarlos en cuanto los vio y solo se los guardó en silencio.

Draco dio sus regalos primero. Luna recibió un hermoso collar con un corcho con el nombre de la niña grabado para reemplazar el que tenía y así “protegerla” de los nargles. La niña lo abrazó y no lo soltó por un buen rato. Millie chillo cuando observó unos guantes de protección para golpeadores de piel de dragón y un bordado de hilos de oro la patita de un gato. Theo recibió el ajedrez y los chocolates muggles que Millie recomendó con picardía, pero esta vez no hizo ningún chiste solo porque Severus estaba presente.

Draco recibió en cambio cosas que adoró. Theo, muy diferente al resto de sus regalos, le obsequió un collar con un dragón de dije. Draco reconoció la magia rodear el objeto, Theo le dijo sobre hechizos de protección y como daba señales para avisar al resto del peligro en el que se encontraba. Draco no entendió hasta ver como sus chicas también recibían collares, pero ellas no tenían un dije así de bello como él. Millie le regaló pintura para dedos, diciendo que necesitaba ver al Draco de su cumpleaños y Draco solo le dijo que le dejaría sus manos después del desayuno. Luna le regaló una bufanda tejida con la flor que su madre lleva de nombre como decoración junto a lirios.

Millie le regaló unos adornos muggles para el cabello a la niña rubia y al niño castaño un libro muggle que Draco no alcanzó a leer el título, pero su autor fue un tal Shakespeare. Luna por su parte le dio una gorra tejida con una bludger bordada mientras a Theo le regaló una bufanda con libros bordados.

Con sus regalos ya guardados. Draco se encargó de llevar en su espalda a una Millie quejándose de ser pesada para el niño, mientras Theo se llevaba a Luna. Todos miraban a un grupo de dos niños y dos niñas reír mientras se dirigían al comedor que había decidido unir las mesas para el desayuno de navidad. Draco corrió con Millie en la espalda solo para que la niña gritara de miedo y así reír fuerte. Miró a Hermione junto a Ronald, sin la presencia de Potter. Eso fue extraño.

“Bájame o te mato” chilla Millie.

Draco la deja y toma asiento antes de sentir como luna lo abrazaba.

“Hubiéramos traído a Libra y al señor Bigote” habla la niña tomando asiento a su lado.

Theo se sienta al costado de Draco mientras Millie se queja para tomar asiento junto a Luna al no querer estar cerca de Theo.

Draco mira a Hermione y la saluda con la mirada. La niña hace lo mismo.

“Ay” Millie lo distrae.

Draco voltea a ver a la niña y ella estaba tocándose la cabeza con el ceño fruncido. Theo intenta decir algo, pero también hace una mueca y se lleva rápido la mano a su cabello con confusión.

“Nargles” dice Luna mirando detrás de Theo “En esta época se manifiestan más”

Millie se queja de los nargles mientras Theo mira a Draco. Draco niega con la cabeza, él no había visto nada que pudiera explicar el suceso y era mejor no pensar mucho en eso.

Pansy toma asiento al otro lado de la mesa con Vincent y Greg al no tener a nadie más. Blaise parecía haberse aislado de todos.

“Sabes” dice Pansy “Una lástima que estas celebraciones no sean exclusivas para sangre puras distinguidos como yo” mira con asco a Luna.

Draco está punto de abrir la boca, pero su atención llega cuando ve a Potter llegar corriendo sacudiendo su mano para después irse junto a Hermione y Ronald. Cuando regresa su atención a Pansy, la niña parece enojada al no conseguir una reacción de Draco.

Y decide tomar así el camino de la indiferencia.

Antes de continuar con su desayuno, llega Stella al comedor volando majestuosa con una carta y una cajita que indicaba que su madre le había enviado un regalo.

Draco la leyó en el comedor solo para presumir que seguía siendo el importante heredero que todos debían temer.

Querido Dragón:

Lamento desde el fondo del corazón que no puedas estar con nosotros en estos momentos difíciles. La enfermedad de tu abuelo va avanzando de manera rápida, debemos comenzar a asimilar la idea de su perdida próxima. Espero que puedas pasar estos momentos difíciles con los amigos más adecuado para el apellido, como el heredero que eres.

Tu padre te manda los buenos deseos por Yule.

Por mi parte, te extraño como no tienes idea, pero tus acciones tienen consecuencia y si la mejor manera de que entiendas esto es tomando la decisión de dejarte en Hogwarts a pasar un momento tan importante solo, lo haré porque te amo.

Disfruta del regalo. Lo elegimos con mucho amor.

Con amor,

Narcissa Malfoy.

Draco le dio la carta a Millie solo porque no podría decirle nada al respecto. Miró el regalo inexpresivo. El logo de su familia colgaba en la punta de la cinta sobrante del lazo plateado. Desgarró el papel verde y destapó la caja en completo silencio.

Un anillo con el logo de su familia era el regalo. Draco se quitó uno de sus anillos y se colocó la pieza de joyería en silencio. No la apreció, simplemente la aceptó. Dejó que Luna se quedara con la cinta plateada y el pequeño logo familiar que por derecho debería usar también.

No pensó en el regalo ni el hecho que lo estaba usando en la misma mano que tenía la marca que le recordaba la deuda que tenía. Estaban en épocas de Yule, momento de celebración.

El dolor lo retomaría en el nuevo año que se acercaba rápido.

Millie gimoteo mirando la llegada del búho de su familia. Draco parpadea y recuerda que en su otra vida la niña había ido a su casa para las vacaciones de invierno. Solo fueron Vincent, Greg y él en ese tiempo.

Frunció el ceño al ver como su serpiente abría su carta, la leía rápidamente y le entregaba la carta como él hizo.

“Querida Millicent Bulstrode.

Es lamentable que mi querida hermana haya escogido pasar sus días de descanso en compañía del hijo rebelde de Lucius Malfoy.

No sé si eres consciente pequeña hermanita que estás comprometida con el heredero de la familia Goyle. Si te respetaras, te alejarías del niño Malfoy para evitar los rumores degradantes que dicen sobre ti. Decisión tuya si deseas terminar la escuela viviendo con los tíos.

Espero que te guste el collar. Si deseas regresar a casa, ya sabes que debes hacer.

Con amor.

Meinrad Bulstrode”

Draco sintió culpa. Mira a su amiga, quien acababa de abrir su regalo dejando a la vista un collar con el logo de su familia, como el anillo en su mano. Draco recuerda que él le dio en su cumpleaños un collar que la niña muestra estar usando al mirar el dije con su letra. El niño rubio piensa que se lo va a quitar para usar el regalo de su hermano, pero la pelinegra lo vuelve a poner debajo de sus ropas para llegar el regalo a su bolsillo como si no fuera nada importante.

“¿No lo vas a usar?” pregunta Draco sin palabras.

“¿Qué?” ella parpadea para luego negar “No, ya tengo uno mejor que me dio alguien con un mejor significado que quiero recordar”

Draco se siente más culpable. Estaba provocando que Millie se aleje de su familia con su amistad.

“Pero tiene el escudo de tu familia, creo que deberías usarlo” pide en un susurro.

“No, Draco. Meinrad es un idiota que cree que sigo siendo esa niña que hará todo por la familia. Estoy cansada” dice enojada Millie bajando la mirada.

“¿No es así? La familia es importante”

“No, construiré mi propia familia. Amo a mis padres y mi hermano, eso no lo puedo negar. Solo estoy cansada de que me pidan demasiado y me dejen de lado. Ya acepté que son así y decidí buscar a mi gente” la niña mira a Luna, Theo y luego a él “Y ya los encontré”

Draco pasa un brazo por su hombro para darle su apoyo. Millie era fuerte.

“Gracias por eso, Mills”

“No digo que tu debas hacer lo mismo, pero es bueno que sepas que no importa que pase” la niña hace una pausa para agarrar la mano de Draco “Estamos ahí, idiota” acaricia el anillo nuevo de Draco “El idiota Draco Malfoy que quiero”

Draco se encontraba solo en la sala común leyendo el libro que su padrino le regaló. Era un libro avanzado de pociones de séptimo año. Draco quiso el de sexto, pero su padrino comentó que ese lo tenía su viejo profesor y lo dejó así.

Theo había acompañado a Millie y Luna, porque Draco no confiaba que ambas niñas caminaran solas con Pansy enojada.

El salón estuvo en un tranquilo silencio, hasta que los pasos de tres personas se escucharon. Draco quitó la atención de su libro para mirar a sus amigos, creyendo que ya habían llegado. Hizo una mueca al ver a Pansy junto a Greg y Vincent.

La niña parece pensativa, pero recobra su mirada de maldad al notar a Draco completamente solo por primera vez desde que iniciaron la escuela. La pelinegra comienza a caminar como si fuera la dueña del lugar mientras Greg y Vincent la siguen como perritos. Draco suspira y deja su libro a un costado.

“Miren lo que me dejaron de regalo de yule” chilla la niña aplaudiendo “Un traidor de sangre completamente solo como merece estar”

“Pansy, estamos en Yule” dice Draco cansado “Solo déjame en paz”

“¿Quieres paz? Lo hubieras pensado dos veces antes de cambiarme por una sangre sucia, una gorda y una loca ¿Tan bajo has caído como para tener a Loony Lovegood como amiga? ¿Tan desesperado en tener amigos, Malfoy?”

Vincent y Greg rieron como si hubiera sido el mejor chiste del mundo. Pansy se pavoneo acercándose.

“Para ser una persona que se burla de no elegir buenos amigos, parece muy dolida por no ser el tuyo” dice Draco tranquilo “Bueno, teniendo en cuenta que la persona que ahora está sola eres tú… puedo notar de donde sacas tanta rabia”

“¡¿Qué dices?! Tengo a Greg y Vincent, dos herederos sangre pura que no se contaminaron con la peste” chilla la niña roja.

“Cuando aprendan a usar el cerebro, buscarán a alguien mejor” se cruza de brazos Draco “Porque la Pansy que tengo al frente no vale ni un galeón… ¿Un Weasley es más caro? Creo que sí”

Pansy boqueo ofendida por las palabras de Draco. La niña se sonrojo de la vergüenza. Draco notó como detrás de la niña llegaban sus amigos caminando apresurados.

“¡¿Cómo te atrevés?!” grita Pansy deteniendo el recorrido de sus amigos “¿Quién te crees? Te apuesto que ahora valgo más que tú. Si tus padres solo te toleran es porque eres su único hijo, pero te apuesto que en estos momentos deben de estar planeando tener otro heredero que no salga roto como el que tengo en frente. ¿Qué piensan? ¿Greg? ¿Vincent? Seguramente se negaron a organizar el baile de Yule porque están ocupado tratando de reemplazar a su vergonzoso hijo”

Draco sintió que el estómago se hundía. Las palabras de Pansy tenían algo de verdad y tocaron un lugar que Draco tenía vulnerable. Si él hubiera tenido un hermano menor, su padre no se hubiera tomado la molestia de amenazarlo y solo lo hubiera quemado. Se hubiera enterado en la escuela el año pasado… ¿y si de verdad estaban planeando eso?

No, no podía dejar que las palabras de Pansy lo afectaran.

“Bueno, que se… ¿estás llorando?” dice la niña totalmente sorprendida observando al mago rubio derramar lagrimas involuntariamente “Draco”  

Draco no podía ver su rostro. Solo se paró y caminó a su habitación para alejarse de Pansy. Su varita quemaba en su cinturón con deseos de embrujar a la niña pelinegra.

Draco estaba a punto de encerrarse en su cama, pero el grito de Millie le hizo acordar que no estaba solo.

“¡Draco!” dice la niña.

Draco se dejó abrazar. Sintió caricias en la espalda mientras ella le pedía en susurros que respirara. El niño se dejó mimar mientras regularizaba su respiración.

“¿Siempre es así?” pregunta Millie con rabia.

Draco asiente. No estaba pensando como para pensar muy bien que le decía la niña.

“No sé qué quiere de mí. No sé si quiere que la odie o la deje en paz. Si sigue así, me dolerá odiarla, porque crecimos juntos Mills” se desahoga “Ella era mi mejor amiga, mi confidente… mi hermana” comienza a llorar a moco tendido, aferrándose a su pelinegra favorita tratando de que sus gimoteos paran de una vez.

No podía evitar sentirse así. La carta de su madre ya no había afectado demasiado.

“Cuanto lo siento Draco” dice Millie en cambio.

Draco mira a Luna. Esperaba que la niña dijera muchas de sus frases sabias para hacerlo entrar en calma. La niña se puso pálida e incómoda, como si no estuviera a gusto con su propio cuerpo. Draco ignoró eso solo porque de verdad necesitaba hablar o correría a la sala de menesteres a quemarlo todo y quemarse en el proceso.

“No es justo, Millie. No es justo lo que ella me hace solo porque decidí ser amigo de Hermione. Ella no sabe todo lo que estoy viviendo ahora como para que se una a mi lista de problemas. Aún no descubrimos quien fue el desgraciado que se robó el diario o mucho menos que es el horror que existe en la cámara de slytherin” se separa de la niña para pararse “Odio este año, pero no quiero ir a casa. Odio a Pansy, pero la extraño. Odio alejarme de Hermione, pero tengo miedo” se separa para ir donde su prima “Odio que estes en todo este problema, Luna”

Caminó y abrazó a Luna.

“tú eres lo único bueno que me trajo este año. Gracias por todo”

“Sí, amigo” dice la niña, pero no tenía ese algo especial que contenía la voz de Luna.

Draco frunce el ceño, pero no suelta a la niña. Tenía mejor claridad una vez que sacó lo que más gritaba en su cabeza. Miró los cabellos de la niña. Se separó y caminó a volver a abrazar a Millie.

“Solo dime que todo irá bien, Millie” dice Draco.

La niña lo abrazó y le acarició la espalda. Eso no era algo que su Mills haría.

“Todo estará bien, Draco” dice la niña con una dulzura que le recordó a Hermione.

Draco miró a la niña. Esa no era su Millie. Su chica ruda le hubiera empujado levemente con el hombro y hubiera comenzado a despotricar en contra de Pansy llamándola de apelativos que haría llorar a cualquier madre. Miró a Luna. La muchachita no solo parecía incomoda, sino demasiado despierta para ser su prima. Su niña rubia siempre parecía irradiar una calidez extraña junto a una mirada perdida incluso cuando te miraba de frente.

“Theo” llama Draco mirando a su amigo.

Se queda quieto. Ese no era su Theo. La persona que estaba en el cuerpo de Theo era un jodido libro abierto ante sus ojos. Theo nunca había sido tan expresivo con su rostro, siempre serio y observador de todo en silencio. Esta persona gritaba con sus ojos que estaba pasando por un momento de arrepentimiento. Sus ojos mostraban la total culpa y tristeza solo para Draco. Cualquiera pensaría que el niño estaba a punto de saltar a pedir cientos de disculpas al rubio.  

 Draco se sintió enfermo.

“Tráeme a Libra, por favor” pide Draco saliendo del trance.

El niño caminó a su cama para traer a la gata. Draco observó cómo su princesa comenzaba a moverse incomoda en los brazos del niño cuando ella siempre había adorado los mimos del Theo. Llegó un momento donde Libra comenzó a arañar a la persona que claramente no era Theo.

Draco sintió miedo. ¿Dónde estaban sus amigos? ¿Qué hicieron estos importares con sus chicos?

“Auch” dice el falso Theo. El real se hubiera quejado con Draco por haber sembrado odio en el corazón de Libra.

“Dámela” gruñe Draco quitando a Libra de las manos del desconocido.

“¿Pansy no estará así por el heredero?” habla la falsa Luna “Eso pone irritante a cualquiera”

Draco parpadea y la voz de Hermione asegurándose de que ella hará algo para convencer a sus amigos de que no era culpable le llegó.

Su niña genio. Ella fue capaz de hacer una poción multijugos, estaba seguro.

“Créeme, Luna” comienza a acariciar a su pata “Cuando encuentre a ese maldito heredero, juro que la maldición cruciatus será el mínimo de dolor que le causaré por atreverse a intentar petrificar a Hermione” decide ayudar a su amiga a que sus esfuerzos no sean en vano “Es ridículo, vivimos prácticamente cerca del culpable y aún no tenemos nada”

“¿Por qué dices eso?” habla la falsa Millie que al parecer era Hermione por su manera en la cual tranquilizó al niño rubio.

“¿El desayuno de navidad te hizo olvidar? Claramente es un slytherin el heredero. No sé cómo creen que es el idiota de Potter si es un gryffindor” aprovecha para ofender al niño en su cara “Además, ¿hablar parsel te hace un mago supremacista de sangre? Eso es la cosa más absurda que haya escuchado. Potter apenas y puede sobrevivir a pociones como para que se pusiera a jugar con una criatura que lo comería a la primera”

“Sí, tienes razón” se apresura la falsa Millie, intentando callarlo.

“Cómo sea, no hablemos de ese idiota que me lleno de rabia ¿Cree que soy el heredero?” se queja de ello con rabia “Por favor, si fuera por mi mato a esa monstruo sediente de sangre de muggle solo porque está en el mismo lugar que está Hermione y Merlín es mi testigo” apunta al cielo “Pero que puedo esperar. La cicatriz horrible en su cara es prueba de que no está bien de la cabeza como para hilar ideas sin sonar descendiente de trols en vez de magos”

La falsa Luna ríe mientras el falso Theo se sonroja avergonzado y culpable. Se le ocurrió otra idea.

“¿Te molesta que hable de él?” pregunta Draco mirando a Theo “No estes celoso, Theo. Mi corazón te pertenece. Tenemos la tutela compartida de Libra. No podemos pelearnos en frente de nuestra hija” se acerca a sujetarle de las mejillas.

Iba a disfrutar todo el momento.

“¡Draco!” chilla Millie revelando claramente que era Hermione.

Su Millie hubiera gritado beso a viva voz.

“Te pertenezco” dice Draco mirando a los ojos de lo que parece es ser Potter. Puede ver el nerviosismo en esos ojos ajenos junto a un brillo desconocido para Draco.

“¿Qué?” susurra el niño sin aliento.

Draco se aleja satisfecho. Camina y agarra a Libra.

“Iré al baño, quiero quitarme la rabia” dice caminando hacia Luna “Toma Luna, cuida a mi niña”

“Por supuesto, amigo” dice la falsa Luna mientras Libra comenzaba a tensarse en sus brazos.

Draco entra en el baño y la cierra. Pasan diez minutos cuando decide salir para no ver a nadie.

Idiotas gryffindor creyéndose más listos como para engañar a una serpiente.

“¡No!” chilla Millie mientras Draco le contaba todo con lujo y detalles.

Al parecer. Mientras Millie buscaba a Hermione, la niña la noqueo con un hechizo. Luna contó que se dejó desmayar completamente curiosa en saber cómo se sentía estar desmayada (describió el sentimiento de igual manera) y Theo solo tuvo tiempo a sacar su varita cuando le golpeo el hechizo.

“¡Sí!” dice Draco.

Theo suspiró mientras Libra se encargaba de frotar su cabeza en su pecho mientras maullaba como si le estuviera reclamando. Toda una Malfoy dramática.

“Eso fue muy estúpido de su parte” dice Millie “No fueron muy buenos imitándonos si dices que Theo no supo que llamas princesa a Libra y Luna dijo más de una vez amigo” dice con gracia la pelinegra.

“Que no me empujaras para consolarme encendió mis alarmas. Al fin tu violencia fue muy útil” alagó Draco.

“Gracias, lo convertiré en mi marca personal” comenzó la niña a dar besos por todo el lugar.

Nuevamente había construido un fuerte para dormir todos juntos.

“¿Qué pasó cuando despertaron?” dijo Draco en cambio.

“Oh, se disculparon con nosotros” habló Luna “Fueron muy amables, solo Harry Potter parecía estar lleno de torposoplos”

“¿Qué le dijiste? Parecía totalmente metido en su cabeza y muy culpable” dice Millie mirando con humor a Draco “Y se sonrojó cuando vio a Theo”

“Debería estar avergonzado, usó mi cuerpo sin permiso” gruñe Theo “Deberíamos decirle al profesor Snape que ellos le robaron”

“Claro y que castiguen a Hermione” bufa Draco “Lo haces y te olvidas de mi gata”

“Bien, supongo que los conocimientos que posee Granger me han impresionado lo suficiente como para perdonar la ofensa” dice Theo en cambio cruzándose de brazos.

“¿Qué haremos con todo esto? ¿Dijiste algo mientras te desahogabas por las palabras que dijo la perra de Parkinson?” se pone seria Millie.

“No, disfrutemos de estos días” dice en cambio Draco con una sonrisa.

“Mi madre solía contarme en la noche de navidad uno de los cuentos de la historia de la abuela” habla Luna con una sonrisa.

Draco pestañeo. Eso podría ser muy útil. Tal vez descubrir algo de su abuelo. Nunca había convivido con él y le causaba curiosidad si ese hombre distante y frío alguna vez tuvo corazón.

“¿Podrías contarnos alguno?” pide Draco.

La niña brilla por eso. Draco se acomodó con Millie abrazada a su costado mientras Luna descansaba su cabeza en su pecho y se acomodaba con una almohada debajo de su espalda mientras Theo se colocaba en una posición que le permitía ver claramente a los tres niños.

“Hace muchas décadas atrás, entre las montañas de Escocia” comienza a relatar la niña

<<Existía una comunidad mágica muy antigua que vivían libres del control del ministerio. Al ser solo magos en un lugar muy alejado de los muggles, la magia no era ocultada.

Las brujas verdes abundaban a montones. Al ser una comunidad que sobrevivía de lo que cosechaban y criaban, aquellas brujas que creaban lazos fuertes con la naturaleza siempre eran necesarias.

Mi abuela, una bruja verde, se encargaba de conocer a los extranjeros. Ella era parte importante de la comunidad al elegir si los magos ajenos al lugar podían quedarse o abandonar el pueblo de manera inmediata. Ahí, entre los días comunes y más entretenidos conoció al abuelo Abraxas.

Un hombre flaco, con el alma tan perdida como sus ojos y una soledad asfixiante. La abuela se quedó cautivada con tal personaje. Cansada de vivir entre la alegría y la satisfacción de los varones de su comunidad, ella buscaba alguien que pudiera entender su mundo menos colorido.

Era una Rosier, la mayor que había sido quemada por ser mujer y dejada en aquel pueblo. Solo buscaba poder expresar su tristeza sin que la apunten. Un alma igual de perdida había encontrado un lugar donde podría ser entendida.

Así. Mis abuelos se conocieron. Al inicio, era caótico. Una bruja verde y un mago lleno de oscuridad por cicatrices del pasado que nunca lo iban abandonar, siendo sus ojos rojos su principal recuerdo.

“¿Que buscas, joven perdido?” preguntó mi abuela que llamaban Amy.

El abuelo nunca le respondía, simplemente dejaba que la abuela revoloteara a su alrededor, aunque nunca intentaba alejarla ni abandonar el pueblo.

Las estaciones avanzaban. La vida en aquel pueblo se hizo familiar para el abuelo Abraxas. Levantarse de madrugada para ayudar con el ganado. Por las tardes llevar la leña para las fogatas y cada fin de semana presentar ofrendas a la magia por permitir una vida amena. Todo tan monótono, fuera de la diversión. Lo que buscaba el abuelo lejos de un hogar que no lo llenaba.

El amor siempre es algo que los humanos persiguen ansiosos y desesperados. No se trataba de atracción como muchos se equivocan en pensar cuando piensas en esa palabra. Un lugar donde ser abrazado cálidamente y dejarse ser vulnerable con la confianza de nunca ser lastimado, eso era lo más cercano a reconocer que es en realidad el amor. La verdadera definición era tan compleja que nadie en realidad puede tener un significado correcto. Era como magia, sagrada y siempre existente.

La abuela lo creyó sentir por el abuelo al inicio.

Fue una navidad que descubrió que no era así, pero se implantó la semilla para que el árbol que representaba el amor de Amy creciera junto a las estaciones en aquel pueblo.

Era muy temprano por la mañana. El sol no parecía querer salir y todos se apresuraban a cumplir sus tareas para preparar la comida para las festividades de yule.

La abuela se encargó por primera vez en una década de recoger las flores para las coronas que usaban las mujeres durante el quemado del tronco.

El abuelo la acompañó solo porque Amy se lo pidió desesperada por demostrar sus habilidades como buena esposa. Era parte de sus costumbres educar a las mujeres en los conocimientos de plantas para ser consideradas actas para el matrimonio.

Esa mañana, la magia parecía alejarse de Amelia Rosier.

Mientras el mago y la bruja caminaban entre los árboles dejando que el viento los guíe, el ambiente se enfrió y la felicidad no fue suficiente para protegerlos. Ante ellos aparecieron criaturas con túnicas sucias y oscuras que parecían flotar sin nadie dentro, si no fuera por unas manos delgadas casi esqueléticas junto a dos ojos completamente negros que se observaban en cada uno de esos seres.

Los dementores son criaturas peculiares que tienen la característica de absorber el alma de las personas.

Ellos no parecían interesados en el alma del abuelo. Persiguieron a la abuela, quien no parecía reaccionar. Entre el miedo y la tristeza por ser dejada de lado por el abuelo, una criatura de luz iluminó aquel bosque de Escocia. Aquella belleza llena de una luz de un bello azul tomó la forma de un cisne. Blanco o negro, no se sabía, pero era aquel animal que salvó a la abuela.

Amelia Rosier conocía perfectamente que se trataba del hechizo del expectro patronus. Un encantamiento que solo podría realizarse con los recuerdos más felices que una persona tenga. Magos con el alma oscura se decía que eran incapaces de hacer ese hechizo.

Y el abuelo Abraxas lo logró para salvar a la abuela.

En ese momento, Amelia descubrió que en realidad no sintió amor por Abraxas Malfoy. Amor es algo que se construye con la confianza y lo que conoces de alguien. La bruja no podía sentir amor, porque no conocía nada del mago que llegó hace meses a su pueblo, pero podría hacerlo.

Todo lo que abarcaba Abraxas Malfoy gritaba peligro y oscuridad, pero ese Patronus corpóreo era la prueba de que el ser humano es mucho más complejo de lo que vemos a primera vista.

Amar. Una acción muy poderosa en muchos sentidos. Implica confiar, conocer, proteger y nunca abandonar.

En ese día de navidad, la abuela Amelia descubrió que estaría dispuesta amar a Abraxas Malfoy si este le dejara entrar a su corazón, pero eso es algo que solo ellos deberían de contar>>

“Fin” dice Luna con una sonrisa brillante.

Draco parpadeo. Habló demasiado y a la vez nada. La curiosidad lo consumió, una lástima que su abuelo se esté muriendo en Escocia.

El país donde conoció a la abuela de Luna.

“Eso fue hermoso, Luna” dice Millie con la voz cansada, apunto de dormirse “Sí que creo que se llegaron a amar”

“Mamá siempre dijo que, si la abuela hubiera vivido para conocerme, hubiera escuchado su historia de amor” comenta la niña “Lo siento si te incomoda, Draco”

“No te preocupes, Luna” dice Draco “Tampoco conocía a mi abuela como para sentirme ofendido” es sincero.

“Creo que eso es triste” habla Luna mirando al techo “La familia no debería ser así. ¿Cómo habría amor si no conocemos nada de cada miembro?”

“Amar también es querer lo que no conocemos. Como el amor de madre. Ellas nos aman incluso con solo tener un par de horas de nacido” dice Draco.

“Oh, no lo creas Draco” habla Luna “Las mujeres que en verdad quieren ser madres, tiene todos  eso meses para conocer a sus hijos y amarlos al nacer es natural” la niña tararea “Es distinto que darte un bebé de la nada. Tú lo creaste, lo debes de conocer incluso ciega”

Draco no dice nada al respecto. Cierra los ojos y piensa en su madre.

“Mi madre no sabe de las amenazas de mi papá o que Pansy me odia” dice Draco triste “¿No me ama?”

“A veces la vida hace que el amor flaquee, pero nunca se destruye. Llegará el momento en donde tus padres sepan todo de ti” dice Luna “Y decidan amarte de todas maneras, porque son familia. La familia no acondiciona, si no lo entienden ahora, lo harán más adelante” siente una mano suave “Pero tendrán que hacerlo solos”

“No, yo los ayudaré” gruñe Draco mirando enojado a Luna “Tengo que hacerlo”

Se iba a negar a aceptar que ellos no puedan cambiar. Lo iban a hacer. Draco los ayudaría.

Los siguientes días pasan con naturalidad. Draco observa como Potter y Ronald lo miran a través de las mesas. Sus miradas parecen ser de perritos regañados, más en el pelinegro que el pelirrojo. Hermione parece satisfecha saludándolo cada mañana.

Pansy se alejó después de navidad. Parecía que ese día algo hicieron los leones antes de abandonar la sala común, porque la niña parecía evadirlo y también lucía muy triste y pálida.

Era la única explicación.

Luna dejó de hacer las coronas, prometiendo hacer mejores para el siguiente yule.

“¿Qué creen que nos depare el próximo año?” pregunta Draco mirando a sus serpientes y Ravenclaw.

“Espero que podamos atrapar al heredero” gruñe Millie.

Theo se encogió de brazos e hizo su movimiento con el caballo, para luego mirar a Draco a la espera de su movimiento.

“¿Sabías que Ronald sabe jugar ajedrez?” dice Draco mirando al castaño.

“Los puntos que le dieron el año pasado me dejó en claro eso, Draco” dice Theo rodando los ojos “Y si lo que dices es un intento en dar a entender que podría compartir un pasatiempo con un Weasley, arrojaré tu regalo al lago negro para que lo usen la gente de mar”

“¿Amanecimos sensibles?” se burla Millie.

El hechizo punzante de Theo hizo reír a la niña antes de quejarse por el dolor, siendo mimada por Luna.

Draco hizo su movimiento, maldiciendo al notar el claro jaque mate que solito se provocó.

“Merlín, ahora entiendo porque necesitabas nuestra ayuda” dice Theo sin intentar ser ofensivo, así era Theo “Jaque mate”

Así pasaron los días, el año nuevo llegó sin ser realmente esperado. Como deseo para un año nuevo, Draco pidió que sus acciones tuvieran un buen resultado. No iba a soportar fracasar como el año pasado intentando buscar información sobre un sujeto que parecía no existir para el mundo a pesar de su gran poder.

Los primeros días de enero, Draco sonrió al ver a Hermione usar una vincha con un diseño inspirado en la corona de la fundadora de Ravenclaw para evitar que su cabello esponjoso estorbara cuando la niña leyera.

 

 

 

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