
Charlas incomodas en enfermería
5. Charlas incomodas en enfermería
Draco corrió a su cuarto como se le dieron las piernas. Luna tenía su libro de magia oscura, por lo tanto, no tenía temor a que todos leyera el título de aquel libro. Draco chilló cuando notó todo su lado hecho un desastre. Buscó con la mirada y suspiró al ver como Libra salía de la cama de Theo para correr y saltar a sus brazos. Draco la sujetó y la abrazó tratando de calmarse. Quiso gritar al no ver el jodido libro por ninguna parte.
Pero lo podía sentir. La magia estaba en las mazmorras.
Draco intentó buscar pistas, pero solo se encontró en el desagradable descubrimiento de que todos sus uniformes estaban completamente rotos. Con magia los reparó y siguió en su búsqueda. Suspiró aliviado de ver su diario intacto. La magia para hacer invisible el contenido había ayudado bastante.
“Libra, creo que es momento de amenazar” dice mirando a su pequeña princesa Malfoy.
Millie, Theo y Luna llegan. La niña parece brillar al ver a la pequeña gata entre los brazos de Draco. El niño entrega a su princesa y Luna deja el libro en su cama.
Draco se apresura a meter el libro en su mesa con llave. Coloca los hechizos y comienza seriamente a pensar que deberá de usar protecciones de sangre para cuidar mejor aquel libro que no solo tenía parte práctica, sino mucha historia interesante.
“¿Qué harás?” pregunta Millie.
“Vamos, quiero dejar cosas bien en claro” gruñe furioso Draco.
Draco camina con la cabeza en alto hasta llegar al centro de la sala común.
“¡Idiotas!” grita furioso.
Muchos de los slytherin dejaron sus cosas para ver al niño.
“Escúchenme idiotas. Acaban de cometer el error de meterse con Draco Malfoy” dice molesto “Si no me devuelven todas mis cosas, créanme que habrá problema”
“¿Ah sí? ¿Qué nos harás?” se burló Flint, seguido de muchas risas.
“Bien, pareces ser más animal que hombre. Les dejaré bien en claro esto. Si les dejo hablar de mí, es porque me importa una mierda sus opiniones” se pasa la lengua por los labios, ansioso por lo siguiente “Fui piadoso, pero veo que a los ignorantes no hay que darles más de lo creen que pueden tener. Si no me llegan mis cosas, tendré que dejar mi bondad a un lado. ¿Quieres que las personas sepan sobre tu situación familiar, Flint?” comenta, el niño parece algo pálido, pero aún no lo rompe demasiado “O que tal, ¿Hablemos de cierto Gryffindor? ¿Quieres que continue con el resto?”
Tiene siete años de vida. Había recolectado demasiada información de personas que no conocía gracias a Pansy. Podía avergonzar a quien quiere y lo va a hacer.
“No, mejor hablemos de los problemas económicos de tu cazador favorito. ¿Qué tal si hablamos de infidelidades? ¿Alguien quiere que saque los trapitos de sus padres? Vamos, niéguense a darme mis cosas y soltaré todo lo que se de sus familias” mira a toda la sala, cada uno parece callado “Soy el hijo de Lucius Malfoy. No solo les voy a joder la puta reputación si se siguen metiendo conmigo, sino les joderé los negocios. Seré el futuro Lord. Todo lo que mi padre tiene lo heredaré y si quieren un techo donde vivir en su futuro, será mejor que entiendan su lugar”
Nadie dice nada. Las risas y miradas burlonas del inicio desaparecen. Ese fue el error de Draco. Ignorar todos los rumores y charlatanería que iba en su contra en primer año. Si hubiera cortado todo de raíz, nada de esto hubiera pasado.
“Quiero mis cosas, tienen hasta mañana en la tarde. Si son tan cobardes, déjenlos mientras desayuno. Si no y me entero quienes fueron, no me culpen cuando sus vidas se hagan mierda después”
El desayuno fue incomodo. Millie dijo en voz baja que muchos integrantes del equipo de quidditch no habían asistido.
Draco gruñó ante eso. Imbéciles.
Pansy no parecía tenerle miedo a Draco y tenía razón. Draco no tenía nada que decir en contra de ella y sus propios padres habían decidido parar sus negocios con sus padres. Ella estaba a salvo de sus amenazas.
“Bu” se queja la niña “Que lástima que el bebé Malfoy haya hecho una rabieta, como deseaba poder ver como quemaban sus cosas para Samhain en los rituales” dice la niña con una sonrisa “Ya que como ahora es un traidor de sangre, no se hubiera enterado de quienes fueron a su cuarto a quitarles sus biberones”
“Parkinson, te juro que iré a romperte la nariz si vuelves a hablar” amenaza Millie.
La niña se pone pálida y abandona la mesa minutos después acompañada de Daphne, Vincent y Greg.
Draco niega y se queda quieto al ver como una carta le llega. Maldice al ver que era su madre. Eso había sido demasiado rápido, lo que significaba que sus padres de verdad lo estaban vigilando y estaban cerca de Hogwarts.
Recuerda que su abuelo vive en escocia y suspira. Seguramente su padre había ido a ver como avanzaba su enfermedad. Una mierda total.
“Una carta de tu madre” dice Millie en un susurro al ver el nombre de su madre como remitente.
Draco asiente y se para para leerlo en privado.
Camina y se dirige a la lechuzería solo para darle una respuesta rápida.
“Querido Dragón:
Tu padre y yo estamos muy devastado por la información que llegó a nuestros oídos el día de ayer. Lo cual lamento demasiado porque se vio manchada la clara alegría por tu nuevo puesto como buscador de nuestra preciada casa de Slytherin.
Tu padre se encuentra muy molesto de saber cómo amenazaste a tus compañeros de casa y te comportaste como un salvaje frente a los hijos de nuestros socios al defender a Hermione Granger, una persona que dejé en claro que no deseaba que frecuentes.
Espero de todo corazón puedas notar tu error y comprenderás perfectamente mi decisión de dejar tu castigo en manos de tu padre.
La situación delicada de tu abuelo Abraxas es el único motivo por el cual quedas libre de recibir una mayor reprimenda. Espero comprendas con esta carta que debes parar con estas actitudes y pienses más en la familia como nosotros pensamos en ti y la situación con tu varita.
Solo quiero lo mejor para ti dragón. Tu felicidad depende mucho de tus acciones en Hogwarts y si mamá tiene que ponerse recta con esta situación, lo haré. Sé que ahora no lo ves, pero alejarte de esas amistades y obedecer a tus padres es lo mejor para ti.
Con amor,
Narcissa Malfoy”
El libro maldito no aparece. Draco siente que podría quemar todas las mazmorras por la rabia.
Llega el día de Halloween. Draco se queja porque en todo ese tiempo el libro no había aparecido. Las practicas con su padrino lo habían distraído junto a las reuniones para practicar magia negra con Luna.
Ella había sido tan curiosa y dulce, que Draco dejó de lado los planes originales de practicar hechizos y educar a la niña en todo lo que la magia negra podría ofrecer. Desde la historia de la magia, ignorando datos poco reales que la niña soltaba, hasta los ritos de iniciación, rituales y festividades comunes de los sangre pura como la candelaria, los Equinoccios, Samhain y los solsticios.
La bruja comentó emocionada sobre la posibilidad de celebrar Samhain, a lo cual Draco tristemente se negó debido a que solo iban a ser cuatro y se necesitaban siete para hacer su círculo para el ritual a la magia y el señor de las sombras.
Así que Draco se encontraba caminando de regreso de sus entrenamientos con Severus, saltándose la cena de celebración. Estaba cansado y solo quería ducharse.
Y se topó con el trio de oro.
“¿Draco?” dice Hermione con sorpresa.
“Hermione” saludó inseguro.
“¡No hay tiempo! ¡Las voces!” dice Potter, comenzando a correr por la dirección la que venía Draco, hasta doblar en otro pasillo.
“¿Qué?” pregunta Draco. Cara rajada podría a decir cosas muy raras.
Hermione le agarra de la muñeca y comienza a correr detrás de Potter. Draco solo sigue resignado. No importaba que pasara, parecía que terminaría siendo parte las aventuras del trío de oro al parecer. Era frustrante y cómico a la vez.
“Harry dice que está escuchando voces”
Draco frunce el ceño. Se concentra y solo escucha un leve siseo. Mira a su amiga y ella parece igual de confundida que él.
Perfecto, Potter había caído en el mundo de los estupefacientes. Era la única explicación.
Si él tenía que llevar a algún centro de ayuda, juraba que se iba a lanzar al lago negro. No iba a estar enamorado de un consumidor de drogas a tan corta edad. Entendería si lo hiciera en séptimo año, tampoco iba a actuar de santo.
“¿Están seguros que su amigo no está alcoholizado?”
Draco se siente nuevamente vivo al sentir le golpe en la nuca por parte de una molesta Hermione por su falta de seriedad.
“¡Miren!” grita Potter.
Draco de ver a su amiga para ver donde apunta Potter. Su corazón de detiene al ver lo que San Potter apunta. Siente su mundo volverse negro al ver claramente las palabras en sangre en la pared decir:
“LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.
TEMAN, ENEMIGOS DEL HEREDERO”
“Mierda” dice Draco mirando las letras.
La persona que se llevó el puto diario había logrado abrir la caja y ahora el diario se encargaría de que todo lo que sucedió en el pasado, se repita. Se acerca a la pared y nota al maldito gato de Filch petrificado.
“Vámonos de aquí” dice Ron de fondo.
“¿Draco?” dice Hermione nerviosa, mientras ayuda a Potter a levantarse porque al parecer había caído por el agua en el piso.
“La cámara de los secretos” dice Draco, sin poder salir del shock.
“¿Sabes qué es?” pregunta la bruja.
“Chicos será mejor que no nos encuentren aquí, vámonos” insiste el pelirrojo.
Tarde. Draco gruñe al ver como la fiesta había acabado y todos salían al corredor. Draco maldice, dejando de lado el pánico que sentía con todo esto. Va y camina para cubrir a la niña de los ojos ajenos con su capa.
“¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris?” chilla Filch entre la multitud.
Draco siente las manos de Hermione agarrarle el brazo. Cuando el hombre se acerca a Potter, Draco empuja levemente a la niña para atrás, dando como sacrificio al niño con cicatriz.
Lo protegería si fueran amigos. No lo son.
“¡Argus!” grita el director.
“Ven conmigo, Argus” pide el anciano para luego ver a los niños “ustedes también, Potter, Weasley, Granger y Malfoy”
Draco ayuda a una temblorosa Hermione mientras el profesor Lockhart ofrece su despacho. Los cuatro caminan en silencio en lo que parece un desfile de la vergüenza por los cientos de ojos curiosos, burlones y temerosos del resto de alumnos. Millie y Theo parecen impresionados de ver a Draco metido en todo esto, mientras Luna se despide con la manita.
“Bien, reglas del juego. Negar todo y no decir algo que pueda verse sospechoso” susurra Draco a los tres Gryffindor’s “Solo luzcan inocentes” mira como Lockhart comenzaba a parlotear mentiras “Si preguntan, digan que no saben nada si no saben mentir. No muestren sentimientos si pueden hacerlo. Cualquier pequeña cosa podría ser su fin y ser castigados” dice Draco.
“¿Cómo sabes tanto de esto?” pregunta sospechoso Potter.
“Créeme, Potter” dice molesto al notar que tipo de pensamientos tiene el niño “Ser un Malfoy es más que tener dinero o ser bonito”
Eso no parece tranquilizar las sospechas del niño, pero no dice nada.
Entran al despacho. Draco se queda algo embobado al ver las fotografías del profesor. No pueden culparlo por encontrar atractivo a un mago amante de las mentiras.
“No está muerta, Argus” habla el director.
Hermione suspira aliviada. Ronald recupera el color y Potter… él seguía mirándolo con sospechas. Idiota cuatro ojos. Baboso con cicatriz. Cara rajada con cabello feo.
“¿Qué no está muerta?” pregunta Filch entre sollozos.
Draco está impresionado de ese mago tenga sentimientos. Siempre creyó que era algo así como una especie de dementor con apariencia humana. Tan insufrible y amante de ver el dolor en otros. Un cretino.
“La han petrificado” responde el director a una pregunta que Draco no escuchó.
Draco recolecta esa información. Investigaría por su cuenta que tipo de animales pueden generar ese efecto.
“Pero no podría decir como” vuelve el director a llamar la atención del niño rubio.
“¡pregúntale!” el hombre dirige su mirada a Potter.
Draco solo observó como el director saltaba a defender a su alumno dorado. Draco ve en primera fila como el director mostraba una vez más su favoritismo hacia Potter. Podría servir para salir sin consecuencias, ni siquiera tendrían que hablar ni defenderse.
“No le he tocado a la Señora Norris” se defiende san Potter furioso e incómodo “Ni siquiera sé es un squib”
Draco sabe. Mira que Hermione lo mira y hace una mueca, su expresión al sentirse satisfecho de saber algo que Potter no debía ser obvia.
“¡Mentira!” Draco mira a Filch irritado “¡Él vio la carta de Embrujorrápido!”
“Si me permite hablar, señor director” Draco salta al escuchar la voz de su padrino. Maldice, porque una vez más Snape observa las estupideces en la que se mete su ahijado.
Al final, Snape cuestiona porque estaban fuera de la fiesta. Eso mismo se pregunta Draco y mira curioso a Potter, porque él estaba dando cara por sus amigos y valoró eso. Quiso detener a Hermione cuando se metió a la explicación junto a Ronald. Draco dejó de intentar cuando mencionaron una fiesta de en muerte.
Luna hubiera amado ir a uno.
“Lo que no sabemos, señor” añade Potter molesto “Es por qué Malfoy estaba fuera de la fiesta muy cerca del pasillo donde encontramos el mensaje”
Imbécil.
“director, Draco no sería capaz de hacer algo” interviene Hermione, mirando decepcionada a Potter.
“Claramente, señorita Granger” interviene Severus mirando severo a Potter “El señor Malfoy estuvo ayudándome a clasificar ingredientes para mis siguientes clases”
Draco asiente tranquilo cuando tanto el director como el niño que vivió lo miraron. Su mascara de indiferencia estaba bien colocado, porque de otra manera estaría asesinando con la mirada a Potter.
EL niño con cicatriz frunce el ceño. Mira profundamente a Snape, hasta que su mente comienza a conectar cosas y comenzar a lucir culpable por la forma en la que se encogió en su lugar.
“Bien, eso explica todo” dice Dumbledore, pero su voz no suena muy convencida.
Draco siente la mirada profunda del director sobre él. Quiere defenderse, pero se queda callado al sentir sus barreras ser atacadas levemente. Bloquea su mente y deja de mirar a los ojos del director con temor.
¿Por qué hizo eso el viejo ridículo?
“¿Por qué no se unieron a la fiesta después?” dice Severus brillando en un salvaje deseo de hundir a Potter como este trató de hundir a su ahijado.
“Porque… porque” dice Potter totalmente pálido. “Estábamos muy cansados. Íbamos a ir a la cama” es un pésimo mentiroso.
Así una vez más ninguno de los leones imprudentes decide hacer caso a los consejos de Draco Malfoy. El niño ni siquiera sabía porque intentaba decirles algo. Es demasiado frustrante a este punto y obvio que ninguno de los gryffindor se tomaría la molestia de seguir sus consejos.
“Comimos antes de ir a la fiesta” añade Ron, aunque el ruido en su estómago lo delata.
“Señor, creo francamente que Potter no está siendo sincero” interviene Severus “Y sería bueno que le quitemos ciertos privilegios hasta que venga a contarnos la verdad” mira al niño “Como ser apartado del equipo de quidditch hasta que decida no mentir”
“Severus, no veo razón para que el muchacho deje de jugar al quidditch…”
Draco mira a su amiga prepararse para defender. Rueda los ojos, cansado de todo esto. Sin duda, no debió encariñarse con leones imprudentes.
“Podrían llamar a Millicent Bulstrode para constatar la versión de Potter” decide ser quien se encargue del desastre, como lo estaba haciendo desde el año pasado “Ella suele mirar a la mesa de los leones, cosas de niñas chismosas” añade para que crean su versión “Si no, llamen a Theodore Nott. También una buena fuente de información” eso era mentira, Theo nunca observaba cosas que no le interesaran y mirar a los gryffindor no estaba ni en lo bajo de sus intereses “Si desean otro testigo de otra casa, Luna Lovegood también habrá visto a los niños comer”
Tres personas que mentirían por él. Era más que perfecto.
“No es necesario señor Malfoy” responde complacido el director con el niño rubio, dejando de asfixiar a Draco son su magia para leer mentes.
Severus lo ve con molestia. Draco se encoge de hombre y le indica con la mira a Hermione. El hombre rueda los ojos y parece murmurar sobre niños idiotas.
“¡Han petrificado a mi gata!” grita Filch “¡Exijo que se castiguen a los culpables!”
“Podremos curarla, Argus” consuela el anciano “La señora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris”
Los niños se marchan dejando a Severus mirar furioso a un charlatán Lockhart por su comentario inapropiado sobre pociones. Draco se apresura a alejarse de los niños problema, pero el grito de Potter lo hace detenerse.
Bien, van a pelear.
“¿Por qué huyes?” pregunta Potter.
“Harry, basta. Estás volviendo a ser un tonto como el año pasado” dice Hermione “Luego estarás quejándote por haber sido malo con Draco. Me estarás pidiendo consejos de cómo ganarte el perdón de Draco y no te ayudaré” expone la niña.
“Hermione, déjalos” interviene Ronald.
“¿Qué?” se gira Draco “Comprenderás que no tengo entre mis deseos quedarme cerca de un imbécil que se atrevió a insinuar que tengo parte de la responsabilidad de algo tan horrible”
“¿Entonces que hacías a fuera de la fiesta de Halloween?” chilla el niño. En sus ojos verdes puede ver la inseguridad y el conocimiento de la respuesta real de Draco. Después de todo, Potter observó en primera fila como su varita lo atacó, pero es un gryffindor impulsivo que se dejará llevar por sus impulsos.
“La varita” dice Draco sin dudar, apretando esa herida de culpa en Potter “No pido que comprendas algo que nunca has vivido, San Potter” escupe con rabia “Pero lidiar con una varita no es fácil y estaba regresando de mis clases con Severus”
Potter luce más culpable, antes de fruncir el ceño y preguntar lo siguiente.
“¿Por qué Snape no dijo eso, entonces?” pregunta como si eso fue todo lo que necesitaba para ganarle a Draco Malfoy.
Una lástima, porque está vez Draco estaba siendo honesto.
“Bravo, animal” comenzó aplaudir Draco “Cinco puntos para gryffindor por tal estupidez comentada. Severus obviamente no dijo eso porque sabe perfectamente lo que es la privacidad” mira mal a Potter “Que las personas no te la den, no significa que el resto de personas no tengan derecho a tener privacidad y pedir al resto de personas que no divulguen cosas vergonzosas sobre mi falta de control con mi varita. No todos apreciamos ser vistos mal como Longbottom, porque esa es la única explicación a su falta de evolución neuronal”
Hermione suspira antes eso, siendo la única en entender lo último.
“¿Ves, Harry? Obviamente Draco no sería capaz de eso. Deberías dejar de verlo como alguien malo, a este punto ya es agotador” regaña Hermione al niño.
“¡No! ¡Él te hizo llorar, Hermione!” dice molesto Potter.
“No pidas demasiado, apenas puede unir dos palabras sin sonar como un cretino” ofende furioso Draco.
“Basta tú también, Draco” dice enojada la bruja “¿Qué sabes de la cámara de los secretos? Sé nota que sabes”
Draco suspira
“Solo sé que fue una cámara construida por Salazar Slytherin, uno de los cuatro fundadores de Hogwarts. Los otros tres” dice mirando a Ronald y Potter “Son Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff y Rowena Ravenclaw” aclara “Con el objetivo de dar un lugar seguro a los jóvenes magos de esa época. Como todo no dura lo suficiente, Salazar y Godric tuvieron una pelea, porque el fundador de mi casa creía firmemente que solo a los magos de familias únicamente conformadas por magos deberían asistir a la escuela. El odio a los magos nacidos de muggles nunca ha sido nuevo” mira con tristeza a Hermione “Así que, Salazar abandonó Hogwarts, dejando atrás una cámara oculta con un horror que nadie conoce y solo el heredero de Salazar podría abrir ese lugar y usar a la criatura para eliminar a todos los nacidos de muggles prácticamente”
Hermione parece comprender todo.
“No sabes que criatura es” dice la niña levemente frustrada.
“No. Así que, como puedes ver Potter. Jamás abriría algo que lastimara a Hermione. Usa tu cerebro en cosas más importantes como respirar, que no puedes desperdiciar las pocas neuronas que tienes”
Potter parece avergonzado.
“Bien, mañana vamos a investigar a la biblioteca sobre este monstruo” dice Hermione seria.
“Suerte” les desea Draco, girándose.
“¿No vas a ayudar?” pregunta la única bruja del lugar.
“No” dice sin explicar más.
“Eso es lo que haría un culpable” añade Potter.
Draco le saca el dedo del medio mientras se alejaba.
Draco llega a su sala común con alivio. Respira la tranquilidad del lugar. Nadie parece hablar de él cuando entra. Debió amenazarlos el primer día del año pasado, así se estaría ahorrando todos sus problemas.
“Tú” dice Millie mirándolo enojada.
“Hola, Draco” dice Luna detrás de la niña pelinegra.
“Hablaremos” gruñe la bruja mayor, jalando como muñeco de trapo al niño rubio, caminando al cuarto de los niños.
Entran al cuarto del niño y Draco se queda sorprendido al ver como una parte del cuarto se encontraba cubierto por sabanas que claramente pertenecieron a la cama de Draco Y Theo. Las almohadas hacen una pequeña barrera y se encontraban peluches que Draco nunca se imaginó que su amiga tendría.
“Los peluches son míos” dice Luna “Millie habló sobre una pijamada y los traje para que se unieran a la fiesta”
Draco siente que debía proteger a ese adorable ser.
EL niño rubio mira y observa como Blaise, Vincent y Greg se encuentran mirando toda la escena. Del baño sale Theo con el cabello mojado y detrás de él Libra sale para maullar contenta de ver a su dueño.
“Cuando no estás, me sigue” aclara el niño castaño caminando al pequeño refugio para meterse.
Luna camina y se une a Theo. Millie espera a que Draco se meta para hacerlo. Draco hizo flotar las persianas de su cama para cubrirlos y antes de tapar completamente su zona, mira como Blaise miraba con tristeza como claramente era apartado de todo eso. Que se jodiera.
No recibió ni una carta.
“Bien, nadie nos va a escuchar” anuncia Draco.
“Deberías enseñarme ese hechizo” dice Theo mientras se acomodaba en las sábanas que tenían el clásico hechizo para hacerlas suaves.
“Sí, creo que lo haré” concuerda Draco.
“Explícate. Por las tetas de Helga, no te puedo dejar solo porque terminas metido en problemas” gruñe Millie.
Draco suspira.
“¿Se acuerdan de la caja que nunca me devolvieron?” decide decir la verdad, solo porque confiaba en ellos e iba a pasar largas horas en la biblioteca leyendo sobre la posible criatura.
“Claro, estuviste malhumorado por eso por días”
“Bien… puede que esto no tenga sentido y créanme que no tengo la más jodida idea como es que funciona esa cosa, pero contenía un libro maldito que posiblemente sea el responsable de la petrificación de la gata de Filch” suelta, antes de correr a cubrirse detrás del cabello de Luna.
“¡Tú!” dice Millie “¡¿Por qué carajos nos cuentas esto ahora?!” agarra una almohada furiosa.
“No pensé que lograrían abrir la jodida caja, ¿Okey? Tuve un poco de esperanza en mis encantamientos”
Y también estuvo distraído siendo miserable por la situación de su padre y el jodido árbol Malfoy junto a la carta de su madre.
“¡Draco! ¡Eso no se debe tomar a la ligera!” chilla Millie “Maldito idiota, pudimos ayudarte a encontrar el jodido libro. Ahora, un slytherin debe de estar siendo manipulado por magia extraña de un libro maldito”
“¿Me crees?” dice Draco sorprendido.
Pansy se hubiera reído y exigido pruebas. Hermione le hubiera preguntado hasta el más mínimo detalle antes de decidir creer o no que los libros malditos puedan ser capaces de algo así. Millie era slytherin, no confiaría así.
“A veces olvido que eres un idiota que no comprende realmente cómo funcionan las amistades” dice Millie “Claro que confío en ti, Draco. Por eso somos amigos. Todos” dice firme.
“Oh, ¿Son mis amigos?” pregunta Luna sorprendida.
“¿Qué creíste? ¿Qué te tendríamos aquí en esta conversación sin que fueras nuestra amiga?” dice Theo sorprendido “Ravenclaw, estaba esperando algo más brillante”
“Cállate Theo” gruñe Millie “Sí, Luna. Somos tus amigos”
“Eso es muy encantador” dice con los ojos brillantes la niña de la casa de colores azules.
“Sobre el libro. Lo siento, ¿Bien?” Draco quiere que se concentren en el libro. Está vez, era importante “No quería que supieran, lo admito. Pensé que conservaría ese libro hasta que encontrara la manera de destruir, porque al parecer es indestructible. Luego, lo roban y no tengo la más mínima idea de quien puede ser o que horror oculta la cámara secreta”
Millie y Theo arrugan la cara por eso, teniendo una idea sobre lo que dice Draco.
“¿Qué dices?” gruñe Millie.
“Ese libro es responsable que aparezca el heredero de Salazar Slytherin. No tengo de idea como, pero sí el por qué”
“Es para eliminar a los nacidos de muggles” dice Theo de frente “Eso es obvio. Bien, iremos mañana a la biblioteca y estaremos atento ante cualquier slytherin sospechoso”
“¿Me ayudarás?” pregunta Draco sin palabras.
“A veces eres brillante, pero otras eres un idiota” rueda los ojos Theo “Llevo ayudándote desde inicios de este año. Estoy de tu lado”
Draco sonríe y se tira a abrazar a Theo. Joder, no importaba si el niño tuviera sentimientos, se sentía bien tener un amigo fiel.
Pasan el resto de la noche con Draco contándoles su aventura para robar el diario junto a sus prácticas con magia oscura para intentar quemar el diario. Luna le logró trenzar partes de su cabello, al tenerlo más largo.
Se lo iba a cortar, no quería parecerse a su padre más de lo que ya lo hacía.
El rumor del heredero se espació como pólvora. Por alguna razón que Draco entendía, todos lo apuntaban como el primer sospechoso. Draco no hizo nada para callar los rumores, mucho menos cuando Pansy comenzó a apuntarlo y proclamar que era el legítimo heredero.
Era mejor así. Salazar Slytherin era el epitome de un sangre pura.
Pasaba sus mañanas en la biblioteca con Millie, Luna y Theo. El niño se quejó más de una vez como Hermione se llevaba los mejores libros sobre criaturas. Draco en cada una aplaudía orgulloso la habilidad de la niña de escoger buenas fuentes de información.
Draco también ayudó a la búsqueda, depositando su libro de magia oscura. Theo pareció brillar por eso y Draco comentó que existía una sección de monstruos de magia oscura que cualquier sangre pura como Salazar podría haber elegido.
“Yo creo que es un Basilisco” dice Luna entre los miles de nombres que estaban sueltos en la mesa.
“¿Por qué dices eso?” comenta Draco curioso.
Basilisco. Cree haber escuchado de esa criatura antes.
“Solo piénsalo. El basilisco es el rey de las serpientes. Una mascota adecuada para el fundador de la casa de las serpientes” el razonamiento de Luna no estaba de todo desquiciado.
Millie alza una ceja y se dirigen a leer sobre basiliscos. Draco suspira frustrado al ver que la información en el libro dejaba en claro que esas criaturas solo provocaban muerte segura si los veías a los ojos. Theo apuntó fascinado al ver que el libro te daba los ingredientes y los pasos para crear tu propio basilisco. Draco bromeó sobre crearle su propio Basilisco, pero lo hizo en el peor de los momentos.
Hermione acompañada con sus idiotas se habían acercado para hablarle al grupo de serpiente y una águila. Potter frunció el ceño.
“¿Esa no es una criatura malvada?” dice Potter mirando entre Theo y Draco. Arrugando más la cara al verlos tan cerca.
“Sí, leímos sobre ella. Es una criatura sumamente peligrosa y se prohibió su crianza siglos atrás, ¿por qué le piensas regalar algo así a Nott?” pregunta Ronald con sospechas.
Draco siente la mirada de la niña sobre su libro. Cierra rápido el contenido, maldiciendo al olvidar el claro título culposo que tenía. Hermione pareció aterrada al leerlo, mirando a Draco en búsqueda de una respuesta que nunca tendría.
“¿Por qué lees un libro de magia oscura?” pregunta la niña de frente.
“Mione, solo estamos haciendo cosas normales de slytherin. Nuestra casa es conocida por tener magos que usan magia oscura” intenta decir Millie.
“¡Mills!” chilla Draco. Eso fue estúpido.
“Y por eso digo que mejor me quedo en silencio”
“Granger, esto es una biblioteca. Si nos dejarías leer en paz, te lo agradeceríamos” dice Theo con seriedad.
La niña le mira a los ojos, pero Draco no da su brazo a torcer. La niña suspira y se aleja molesta seguido de tonto uno y tonto dos conversando entre ellos dedicando de vez en cuando miradas de sospecha a Draco.
“Genial, ahora ellos creen que soy el heredero” se queja Draco.
Millie suspira cansada. Le da un empujón de consuelo y mejor se deciden salir de la biblioteca.
Pasan los días y las clases se vuelven más exigentes. Millie se había quejado de que, si seguía en la biblioteca, se volvería loca. Draco solo río por eso y comentó que el partido contra gryffindor se acercaba, por lo tanto, dejarían de venir porque Draco debía concentrarse en sus entrenamientos. Todos menos Theo se sintieron aliviados por un descanso.
No habían petrificado a nadie más.
Draco comenzó a practicar con Millie duramente las siguientes semanas. Todo debía salir perfecto para la competencia. Draco de cierta manera, con todo lo que había pasado, no se había detenido a pensar en su miedo a las escobas o los recuerdos de su amigo cayendo. No tenía tiempo para eso. Estaba más sumergido en la emoción que destilaba Millie.
Cuando las prácticas de quidditch comenzaban, Draco dejaba que su mente se vacíe como el día de su juicio en otra vida. No pensaba más que en su escoba. Se alzaba y solo observaba el lugar en busca de la snitch dorada en todo el lugar.
Millie, por su parte, había comenzado a levantar cosas pesadas para hacer más duros sus golpes. La niña todas las madrugadas levantaba pesas en secreto de las demás niñas con las que dormía. Odiaba que Pansy arruinara sus entrenamientos.
Así, en una práctica. Mientras Draco comenzaba a cansarse de no encontrar la snitch, vio a Potter escondido entre las gradas mirándolo.
“Es todo un acosador” gruñe Draco.
Intenta dirigirse a las gradas, pero al ver los ojos verdes de Potter su mente sin que él pudiera controlarlo viaja al pasado. Siente todo llenarse de llamas y pierde el equilibrio de su escoba. Millie grita, pero él no puede hacer nada. Estaba cayendo de una gran altura. Lo último que siente es el increíble calor que su cuerpo atravesaba con los problemas para respirar.
Abre los ojos y se da cuenta de que se encuentra en la enfermería.
Millie se encuentra ahí para él. Ella parece triste.
“Tuviste un ataque de pánico” dice la niña “Parecías tan perdido. Cuando caíste, parecía como si te estuvieras ahogando” explica.
Pomfrey ingresa y lo mira con severidad.
“Señor Malfoy, es la segunda vez que viene a mi enfermería por un ataque de pánico. Ya informé a su jefe de casa para ver con esta situación”
Draco se siente frustrado. No sabía qué diablos había pasado. Podía sentir la impotencia recorrerle el cuerpo. Su varita parecía enojada como él.
Era como si Potter hubiera activado todas las pesadillas que creía haber controlado. No era justo.
“¿Qué pasó?” dice la niña.
“No lo sé, Millie” dice incómodo “Me siento cansado, eso es todo”
“Descansarás después” dice Severus “Señorita Bulstrode, retírese” ordena frio.
La niña le da un pequeño empujón y camina fuera de la enfermería. Draco mira a su padrino y espera paciente a lo que tenga que decir aquel hombre.
“Creí que este año te comportarías” comienza el profesor de pociones “Alejarte de Granger fue de cierta manera muy placentero de ver, pero últimamente parecer querer regresar a ser el niño problemático del año pasado. Dígame señor Malfoy, ¿acaso se cree invencible como para no acudir a mí a tratar tus problemas cuando específicamente te ordené que me avisaras si estos episodios se repetían?” pregunta Severus enojado.
“Perdón, padrino” dice avergonzado Draco.
“No tengo tiempo para lidiar con problemas de niños, pero en vista de que pareces esta vez tomarte en serio mis clases por los avances patéticos que tuviste estos meses, seré benevolente. Irás cada fin de semana a mi despacho a llevarte un lote de filtros de paz” gruñe Severus.
Draco asiente. Su padrino se retira sin despedirse. Draco suspira y deja caer su cabeza en la cama.
El partido con gryffindor llega. Draco puede sentir el miedo llegarle. Mira cansado a la multitud. Millie parecía incapaz de formular una oración sin trabarse.
“Vamos, Millie. Demuestra que eres una buena golpeadora” trata de alentarle Draco.
No podía ser capaz de expresar su miedo. El filtro de paz le impedía a su cuerpo manifestar ese temor que Draco sabía que tenía.
“Claro, como tú estás prácticamente drogado” se queja la niña.
“¿quieres? Sería un galeón el frasco” ofrece el niño rubio con una sonrisa maliciosa.
“¡Malfoy! ¡Bulstrode! ¡Es hora!” llama Flint de un grito.
Draco se sube a su escoba. Suspira cansado y choca el puño con Millie para subir a sus escobas.
El equipo se saluda con el equipo de rojo y dorado. El grito de las personas hace que la mente de Draco deja por un momento de imaginarse el escenario donde casi muere quemado. Le da una rápida mirada a Potter y siente que podría vomitar. La lluvia tampoco era una buena señal de que las cosas serían buenas.
“Respira” dice Millie, pero solo escucha la voz de Hermione.
Draco recuerda como su amiga lo ayudaba a combatir sus ataques. La snitch lo rodeó y Draco la observó mientras inhalaba y exhalaba de forma pausa.
“¿Todo bien, cara rajada?” dice Draco sonriendo petulante a Potter cuando el silbato suena para salir disparado por el campo. Alza la mirada y mira como una bludger casi impacta con Potter.
Draco decide mirar al responsable y se sorprende que haya sido Millie quien había lanzado ese bludger. La niña parece fingir cierta inocencia antes de articular con sus labios.
“Se lo merece por intentar inculparte”
Draco suela una risotada y deja a la niña seguir con su juego.
Sobre vuela el campo, buscando la snitch. Recordaba perfectamente donde la había visto Potter, así que se fue sin llamar mucho la atención por el lugar. Se colocó allí y observó como Potter huía de una bludger claramente encantada. Draco parpadea confundido.
¿Dobby?
Podía sentir claramente la magia de Dobby por el campo. Dejó un momento su puesto para acercarse y sintió la magia de su elfo en el bludger. Hizo una mueca al ver como el niño trataba de escapar y las copias pelirrojas trataban de ayudarlo. Joder, si esas cosas impactaban con el niño, terminaría con algo roto.
Millie pareció notar eso, acercándose a donde estaba Draco mientras golpeaba una bludger que impidió que la cazadora de Gryffindor anote un punto. Esa era su chica.
“¿Qué pasa?” pregunta Millie.
“Parece que alguien manipuló esa bludger, parece empeñada en seguir a Potter” dice Draco “Es eso o la fama de San Potter pasó los límites de lo posible”
Millie le golpea levemente la nuca, antes de regresar a su puesto y seguir protegiendo a los cazadores. La niña era rápida y fuerte. Podía sentir los gritos alentando a su amiga y Draco se llenó de orgullo. Dirigió su atención a Hermione. Ella miraba preocupada a Potter, claramente era el único que estaba corriendo peligro de muerte.
Iba a hablar seriamente con Dobby.
Madame Hooch para el partido. El equipo en vez de aprovechar el momento para formular una mejor táctica, se dedicaron a reírse de los gryffindor. Draco entendió en ese momento porque no había ganado la copa. Eran unos completos cretinos.
“¿Cómo te encuentras?” pregunta Draco a la niña.
“Acabo de entrar en calor, creo que podré apuntar a un par de cabezas” dice la niña con alegría.
Draco sonríe. Mira a Luna y le devuelve el saludo.
La niña se encontraba en las gradas de Slytherin usando su sombrero de serpiente terminada mientras Theo la cuidaba de posibles personas desagradables. La niña chillaba envuelta en plateado y verde.
“Escúchame” dice Draco “Si puedes, protege a Potter de esa maldita bludger” pide.
Millie asiente. No comenta nada burlón al respecto. El fuego se reanuda y Draco vuelve al lugar donde Potter atrapó la snitch. Draco comenzó a sentir la escoba más resbalosa y pesada por el agua. Suspiró y siguió observando a Potter. Se sintió orgullosa cuando Millie se lanzó a golpear la bludger, alejándola lo suficiente. Potter pareció notarlo y agradecer, al menos no era tan bestia.
Y luego, Harry lo miró.
Draco se puso nervioso, porque el niño no apartaba la mirada él. El mundo pareció detenerse y sus manos perdieron parte de la fuerza para mantenerse en la escoba. El mundo nuevamente se llenó de fuego y se estaba sofocando. La bludger que Millie envió lejos regresó para estrellarse en el brazo de Potter. Draco gimoteo al respecto, cerrando los ojos y mirando hacia otro lado. Sus ojos se abrieron al ver la jodida snitch.
Potter claramente no lo estaba mirando a él. Eso era ridículo.
Con amargura y resentimiento. Draco emprendió el vuelo recto a la pequeña pelotita con alas. Potter le siguió por detrás casi con una velocidad anormal. Draco extendió la mano a la vez que Potter se lanzaba a agarrar el mismo objeto. El tiempo es relativo, lo que para Potter fueron solo segundos, para Draco fue una eternidad preciosa como sus dedos rozaron con los del niño, pero todo acabó abruptamente. Draco mira a Millie lucir aterrorizada cerca suyo con una pose de haber golpeado una Bludger. Draco siente a continuación el dolor más intenso que jamás en su vida a experimentado y nuevamente vive la experiencia de caer de su escoba a una gran altura.
Joder, en esos momentos odiaba volar en escoba y nadie le iba a cambiar la opinión.
Draco despierta en el hospital con el torso vendado. Puede sentir que le falta la respiración y deduce que se habrá roto una costilla, porque la bludger le pegó directo en el pecho.
Draco intenta volver a dormir, pero escucha una voz conocida en fondo. Draco se para curioso y molesto, quita las cortinas de golpe para ver a su elfo domestico hablar con Harry Potter.
“¿Dobby?” pregunta molesto Draco.
“¡Amo Draco!” chilla el elfo “Joven amo Draco, dobby… dobby lo siente tanto” se quiebra el pobre elfo para comenzar a retorcerse con angustia.
Draco intenta sentarse. Se queja y siente como la magia de su elfo lo cubre por completo para aliviar sus heridas.
“Gracias, Dobby” dice Draco al no sentir dolor.
“Dobby lo lamenta, Dobby es culpable de que el joven amo Draco esté lastimado. Dobby es un elfo malo” dice la criatura comenzando a jalarse de las orejas.
Potter parece aterrado por eso. Mira a Draco pidiendo que hiciera algo.
“Dobby, para. Explícate que haces aquí” ordena Draco frustrado.
“Dobby vino a advertirle a Harry Potter sobre un gran peligro que habrá en Hogwarts, joven amo Draco” responde Dobby triste “Dobby no puede estar aquí. Dobby debe ser castigado”
“No, Dobby. Basta” dice Draco “Está bien, quisiste hacer algo bueno”
“¿Ese es tu elfo? ¿El elfo sabe sobre el heredero?” pregunta Potter sacando conclusiones apresuradas.
“Dobby no sabe nada de eso. Dobby solo sabe que hay un gran peligro en Hogwarts y Harry Potter debe irse” dice la criatura apresurada “Harry Potter es un símbolo de esperanza para los elfos. Cuando el señor Tenebroso subió al poder, Harry Potter se alzó como un faro de esperanza, joven amo Draco” parece brillar al contar eso “Dobby solo quería hechizar el bludger para que Harry Potter regrese a casa”
Potter parece irritado. Frunce el ceño.
“Dobby” dice Draco “No eres un elfo malo, pero eso fue peligroso. Pudiste haber matado a tu foco barato de esperanza” hace una referencia a un objeto muggle que le contó Millie.
“Dobby malo. Dobby malo” chilla la pobre criatura.
Draco suspira cansado.
“Lo lamento, Potter. Dobby no es mal elfo” aboga el niño por su elfo “Solo debe estar preocupado por la cámara secreta de Salazar”
“Claro, ¿cómo no estarlo? Si su dueño es el heredero” dice enojado Potter.
“Señor, está equivocado. El joven Draco Malfoy no es el heredero”
“¿Entonces quién es, Dobby?” dice furioso Potter “Vamos, Dobby. Hermione Granger es mi mejor amiga y es de familia muggle. Ella está en peligro. Debo saber, si es que en verdad la cámara ha sido abierta”
“Ha sido abierta, Potter” dice Draco mirando al niño “Y volverá a ser abierta durante todo este año mientras no sepamos quien es el heredero” comenta con pesar “Solo nos queda cuidar a Hermione”
“Claro, como eres el heredero. Puedes elegir no lastimar a Hermione” escupe Potter furioso.
“¿Por qué siempre piensas lo peor de mí? Sabes, este tema lo terminé el año pasado” dice Draco con disgusto “Dobby te dijo que no soy el heredero. Si su palabra no vale nada para el gran san Potter, tu problema. Dobby” mira a Dobby “Esta es una orden de tu amo. Deja en paz a Potter. El niño no se irá a ninguna parte, estas gastando tu tiempo. Regresa a la mansión y olvidaré todo lo que hiciste. Regresa o tendré que informarlo a mi padre” no lo hará, pero debe sonar duro.
Dobby mira con tristeza a Draco y luego, se despide de Potter con aún más pena. Draco se siente fatal, pero no iba a observar cómo su elfo prácticamente moría de admiración viendo a la persona que pensaba lo peor de Draco.
Solo quedaron los dos. Draco quería maldecir su suerte. Estaba molesto con toda la situación. Se intentó recostar y dormir un momento al notar como Potter intentaba hablar con él. No quería ni siquiera escuchar su estúpida voz en esos momentos. Los pasos apresurados lo tranquilizaron.
Personas.
El director entró junto con una estatua. Draco maldijo bajo al notar que era otra víctima. Miró a Potter y él lo miraba ignorando la llegada del director.
“Traigan a la señora Pomfrey” susurra el director.
En ese momento Potter gira a ver al director. Entre los dos escucharon como el director informaba a madame Pomfrey el ataque de otra persona mientras dormían.
“Tenía a su lado un racimo de uvas” comenta McGonagall “Suponemos que intentaba llegar hasta aquí para visitar a Potter”
Draco suspiró al ver como el rostro de Potter reflejaba la pena e inmediatamente intentó mirar lo que era la estatua de Creevey, el niño que había acosado al pobre niño que vivió. Draco sentía que se lo merecía. Solo un idiota vagaría por Hogwarts sabiendo perfectamente que un heredero que odia a los nacidos de muggles está suelto petrificándolos.
Merecido por su falta de supervivencia básica. No es como si estuviera celoso.
“¿Petrificado?” susurra la señora Pomfrey.
“Sí” dice McGonagall “Pero me estremezco al pensar… Si Albus no hubiera bajado por chocolate caliente, quien sabe lo que podría haber pasado…”
Draco cierra los ojos al pensar en la mínima posibilidad que esa serpiente en realidad hubiera intentado llegar a la enfermería. Siente como su verita palpita, entendiendo perfectamente su mensaje:
Te protegeré.
La acaricia con cariño, volviendo a prestar atención.
“Significa” habla el director “Que es verdad que han abierto de nuevo la Cámara de los secretos”
Vuelve a sentir la mirada de Potter. No gira a verlo, pero no lo necesita. Era claro.
¿Ese idiota sigue pensando que es él cuando claramente Draco no pudo salir a atacar al molesto gryffindor de la cámara?
Draco se llenó de tanta rabia. De ignoró el resto de la conversación para meterse entre las sábanas. Abrazó la almohada y toda la noche tuvo pesadillas donde Hermione terminaba petrificada y era metido en Azkaban porque Potter lo acusaba de ser el culpable.