
Un enfrentamiento con resultados desastrosos
4. Un enfrentamiento con resultados desastrosos
Las clases comienzan con normalidad. Las clases de transformaciones con Ravenclaw fue placentera para Draco. Millie tuvo que pedirle ayuda para obtener los botones que se requerían. Theo solo hizo un par y se metió a leer más del libro de transformaciones. Pansy hechizo sus botones mientras McGonagall no veía para que se estrellaran en la nuca de Draco. La niña no iba a hacer esa estupidez contra Millie si no quería recibir un puñetazo. Bonita e inteligente.
Draco ignoró todo. Este año también debía ser el primer lugar.
Sí que estaba decidido a ganarse el odio de Hermione Granger.
Bueno, las notas son muy importantes de todas formas. Podría maldecir a cualquiera que se atreva a decir lo contrario.
Las siguientes clases fueron con naturalidad, hasta que DCAO llegó. La primera clase con gryffindor. Millie y Theo se apresuraron a llegar antes de los leones. Millie le dedicó una mirada de apoyo y Draco cobardemente agarró el libro de Lockhart como forma de fingir estar distraído. Comenzó a escuchar la ruidosa llegada de los Gryffindor’s y metió más la cabeza dentro del libro.
“Si sujetas así de fuerte el libro, nadie te creerá que estas leyéndolo” comenta Theo.
Draco saca la cabeza para mirar mal a su amigo. Grave error.
Hermione Granger se había parado con las manos en la cintura mirando fríamente a Draco.
“Granger, tu grupo de cretinos está por allí” dice Theo, apuntando al desastre de rojo y dorado que estaban al otro lado del salón.
“Granger, ¿qué sucede?” dice incomodo Draco.
Hermione está a punto de decir algo, pero escucha las voces de Ronald, Potter y Pansy discutiendo afuera del salón. Hermione mira por encima del hombro y luego vuelve a poner su atención en él. Parecía decidida a hablar e ignorar a sus amigos leones. Mala elección. Tonto uno y tonto dos iban a terminar en un desastre sin Hermione cerca. Era natural en esos idiotas cometer estupideces cuando usaban su cerebro.
Draco se sintió culpable por eso.
“Vete a salvar a tus idiotas, Granger” dice Draco “Estoy ocupado leyendo”
“Draco, ¿qué sucede?” dice la niña ignorando la orden del Slytherin “Solo dime una razón y te dejaré en paz”
Por supuesto. Hermione nunca aceptaría algo sin saber hallar un motivo antes. La niña amaba la lógica y el conocimiento.
“Vete, Granger” dice Draco débil.
Draco en cambio, se movía de forma egoísta y cobarde. Un Slytherin que no dudaría ante nada por lograr sus objetivos, aunque sea de una forma rastrera.
“Draco” insiste la niña. Parecía lastimada, pero no iba a doblegarse solo para saber la verdad.
Draco no tiene nada que decir, los gritos de Pansy llaman la atención. Draco se queda sin palabras al ver al profesor Lockhart tirado en el piso mientras Ronald tenía la varita extendida. Draco miró como la varita estaba rota y dedujo que ese hechizo iba dirigido a la pelinegra. Por un momento cree ver las mejillas del pelirrojo llenarse, pero vuelve a mirar a Hermione antes de poder llegar a una conclusión de que hechizo usó el niño.
“¡Ron Weasley!” gritó Hermione “Hablaremos, Draco Malfoy” dijo sin gritar, pero con la misma molestia.
Las clases de defensa se cancelaron. Draco, Millie y Theo se dirigieron al patio. Draco estaba cansado.
“Deberíamos decirle, Draco” dice Millie “Ella entenderá”
“No, cuantas más personas sepan, mayor la posibilidad que se esparza por todo el mundo” gruñe Draco “Además, Hermione tendrá demasiado problemas este año como para lidiar conmigo”
“Se nota que Granger está preocupada, ¿por qué tú no le quieres decir?” pregunta serio Theo “¿Qué ocultas, Draco?” parece fruncir el ceño “No, ¿a qué le tienes miedo?”
Draco parpadea. Mira a su amigo y suspira. Hijo de perra.
“No le tengo miedo a nada, Theo” gruñe.
“No parece. Si no le dices la verdad a Granger o es que tienes miedo o es algo vergonzoso”
Draco se enfada.
“¿Qué sabes tú de mí?” mira amargo al castaño.
“Mucho. Crecí en tu entorno, idiota” el castaño se acerca “Siempre le contabas todo a Pansy a no ser que sea algo que te hiciera quedar mal con la mocosa de Pansy” gruñe Theo claramente celoso “Es eso. No le quieres decir a Hermione porque tienes miedo que piense que te importa más el dinero. Te aterra que te vean como una mala persona”
“Vete a la mierda” dice Draco furioso.
Millie intenta seguirlo, pero Draco le grita que lo dejara solo. Escucha de fondo como Millie regaña enfadada a Theo.
Se lo merece. Imbécil.
Draco camina hasta adentrarse un poco en el bosque perdido. Siente la magia del bosque recibirlo. Cierra los ojos y respira hondo. No quiere darle la razón a Theo.
Porque la tiene.
Saca de su túnica una cajita adornada. Era el regalo que había planeado darle a Hermione. Se siente tan mal como los planes que había pensado mientras le preguntaba a la niña por su cumpleaños nunca tuvieron la oportunidad de ser puestas en práctica.
“Hola, primo” la voz de Luna lo hace saltar.
Draco mira a la niña. Tiene hoy unos aretes en forma de rábano. Estaba claramente descalza.
“¿Qué les pasó a tus zapatos?” pregunta molesto Draco.
Solo llevaba un día la niña y ya la estaban acosando.
“Desaparecieron misteriosamente después de mis clases” dice la chica con tranquilidad “Ya han de aparecer, seguramente salieron a dar un paseo”
Draco suspira. Se sienta en el piso y se quita sus zapatos. No iba a cuestionar a la muchacha.
“Ten, usa los míos” le extiende el par.
La niña los usa.
“Veo muchos torposoplos alrededor tuyo. ¿Qué sucede?” pregunta la niña con naturalidad.
“Solo problemas con idiotas” responde Draco con una mueca.
“Sí son idiotas, no deberían afectarte tanto” hace una observación la niña mientras se coloca un par.
“Tienes razón. Es Theo diciendo estupideces”
“Debe ser algo muy acertado. Solo las personas que no quieren ver la verdad reaccionan así”
Draco suspira. No puede enojarse con Luna.
“Te lo diré, solo si tú vienes y me dices cuando se te pierdan los zapatos”
Luna asienta. La niña no intentaba sacarle información, pero parecía complacida de que alguien la quisiera cuidar.
“Te diré”
Draco pasa la siguiente hora contándole todo lo que puede sobre Hermione. Como se hicieron amigos. Como esa niña se volvió su mejor amiga sin que Draco lo notara y el dolor de tener que dejar a la niña aparte.
“Creo que Theo tiene razón” dice la niña “Nosotros solemos esconder todo lo que creemos que no les agradará a las personas. No eres egoísta por querer complacer a tus padres. Todos amamos a nuestros padres” la niña comienza a dibujar en la tierra “Esa Hermione se escucha muy compresiva, pero no puedes forzarte a decir cosas que no quieras”
“¿Qué me aconsejas?” pregunta Draco dejando de sentirse mal por las palabras de la niña.
“Solo tú podrás ver la respuesta” dice la niña “Pero puedo decirte que dejes de llamar idiota a tus amigos. Theo seguramente lo dijo porque tú no pudiste hacerlo. Alejarte de Hermione sin decir nada sí que la va a herir, pero tus razones no te hacen mala persona” Draco observa como ella dibuja un sol en el piso junto a una flor “El que sientas que estas hiriendo a tu amiga, es prueba de que no eres egoísta ni cobarde. Porque solo es de valientes hacer cosas que sabes perfectamente que van a doler”
Draco siente el calor llegarle al pecho. Va y abraza a Luna. Ella le regresa el abrazo con los dedos sucios.
“Tengo hambre, espero que la cena en la mesa slytherin sea agradable” comenta la niña aun rodeada por los brazos de Draco.
Ambos caminaron. Draco notó como la niña tenía dificultades al caminar con los zapatos del niño. Draco la carga en la espalda el resto del camino ignorando la mirada de algunos alumnos.
“Veo que te reemplazaron, Granger” dijo en voz alta Pansy mirando a la mesa de los leones cuando todo notó la llegada de ambos niños.
Draco solo miró por un instante la mueca de Hermione. Ronald parecía decepcionado, mientras Potter parecía incomodo por ver a su amiga triste.
“¡Cállate, Parkinson!” grita Potter.
“Anda, vengan a ganarse otro castigo” chilla la niña alegre.
“Son todos unos idiotas” se queja Millie “Me alegro que el imbécil de Theo no te haya afectado”
“No, Luna me ayudó” dice Draco bajando a la niña.
“Oh, Draco. Eso es muy dulce de tu parte” dice Luna contenta.
Draco se había olvidado por completo que su padrino no estaba por enterado que había logrado dominar a su varita. Bueno, de todas maneras, Draco debía pretender no tener la más mínima idea que pasaba con la varita. Severus intuiría que Draco sabe mucho más si solo el niño rubio le avisaba que ya no necesitaba sus clases.
“No entiendo a dónde vas cada noche” dice Theo cuando regresan de las mazmorras “Sé que tu padrino debe de saber algo”
Draco rueda los ojos. Saca más de su uniforme para los siguientes días. Nota la caja con el libro maldito. Había intentado dejarlo en casa, pero en un ataque de paranoia de que sea encontrado lo trajo. Sacó la cajita y la puso debajo de su cama siendo observado por Theo.
“Clases privadas” responde simple, volviendo a su baúl a seguir intentado acomodar sus cosas mientras Libra jugaba con su ropa doblada.
“Por supuesto, el primer lugar de nuestra generación debe estudiar más que nosotros los mortales” se queja Theo.
Draco rueda los ojos por eso. Agarra, entre todos los libros que se trajo, “Magia oscura a través del tiempo” para examinarla mejor y planear cuando comenzar a practicar. Siente como Theo se acerca a ver su libro. Draco la oculta en su pecho, mirando mal al niño castaño.
“Tengo muchos libros de magia oscura, ni que necesitara el tuyo” se cruza de brazos Theo.
Draco nota por primera vez que este nuevo año había hablado demasiado con Theo a diferencia de los años pasados donde el niño solo se limitaba a observar. Se siente contento por eso. La soledad lo iba a consumir si fuera de otra manera.
“¿Esos son lloriqueos?” dice Draco, mientras dejaba su libro en su mesita con llave y aplicaba hechizos de protección que usaba mucho en su otra vida cuando la guerra comenzó.
“Lo que te haga feliz pensar, Draco” dice Theo regresando su atención a los libros “Comenzarán pronto los entrenamientos de Quidditch” agrega “Y no creo que vayan a aceptar a Millie”
Draco recuerda las donaciones de su padre. Perfecto.
“Me encargo yo de eso” dice sonriente.
Theo no pregunta, pero parece entender lo que va a hacer. Sonríe al ver nuevamente a su viejo amigo por momentos, pero no conservaba esa maldad de antes. Ahora usaba su mente aguda para cosas que valieran la pena.
Millie valía un tesoro completo.
“Ten, olvidé de darte los juguetes para Libra” Theo extiende un paquete para Draco.
Este lo recibe incomodo. Está a punto de negarse a tenerlo, pero Theo habla primero.
“Perdón por las cosas que te dije” habla sincero “Me es difícil controlar las cosas que pueden herir. Millie me explicó que lo que te dije fue demasiado hasta para mí y lo lamento”
“Oh, no” dice Draco sin palabras “Lo sé, Theo. Crecimos juntos. Como tú dices conocerme, yo también lo hago contigo. Solo que me enoje porque tenías razón” confiesa “Tengo miedo de que Hermione piense esas cosas terribles de mí, como Potter lo hizo el año pasado. No quiero que me mire…” recuerda a la Hermione Granger del tercer año que le dio un puñetazo en la cara con odio en la mirada “Como si fue la peor persona que haya conocido”
Theo lo mira por un momento. Nunca había sido una persona de consolar, pero el suspiro que suelta es un signo de lo que dirá podría ayudar a Draco.
“Si te hace sentir mejor, creo que eso no pasará” Draco lo mira totalmente vulnerable “Honestamente, Granger parece esa persona que abandona difícilmente a sus amigos y tú Draco Malfoy, pareces ser su mejor amigo”
El desayuno del viernes llegó.
Recordaba que las elecciones no se dieron, simplemente lo aceptaron en el equipo y reutilizaron a los integrantes del año pasado. Draco de ese entonces no vio lo estúpido y poco correcto que fue eso, estaba más contento de presumir a todos que había sido elegido como buscador… quitando el hecho que su padre compró su puesto.
Draco caminó directo hacia pararse en la zona donde usualmente se sentaba el capitán de Slytherin. Flint lo miró para luego sonreír con complicidad.
“¿Tu padre ya te dijo sobre las donaciones? No te preocupes Malfoy, tu puesto está asegurado” dice el slytherin.
“Lo sé, serían unos cretinos si no me eligieran” responde simple “Pero no entraré si no haces algo por mi” dice serio.
“¿Qué? Serás buscador, ¿qué más necesitas?” Flint parece sorprenderse e irritarse porque un niño le exija.
“Millicent Bulstrode es la mejor golpeadora que he conocido” no miente con eso. Recordaba lo fuerte que la niña fue en los antiguos juegos que tenían de niños “Métela al equipo. Esa es mi condición”
“No, tenemos ya a nuestros golpeadores. Piérdete” dice Flint mientras con la mano indicaba que el niño se alejara.
“Perfecto, busquen a su buscador” Draco se gira “¡Ah! También, mi padre se enterará de esto” añade, saboreando la frase que tanto usó en su vida pasado.
Flint se levanta de su asiento. Draco gira el rostro y se siente contento de ver el rostro colérico del slytherin mayor. Extrañaba causar ese efecto en las personas, no lo iba a negar.
“Bien, la mocosa se volverá golpeadora” dice con rabia el mayor.
“¿Ves? Hablando nos entendemos” sonríe Draco “Le diré a Millie” añade contento, caminando a donde estaba la niña que observaba todo sin disimular.
“Hola Draco” saluda Luna cuando el niño se sienta.
“Noticias, noticias” dice alto el rubio para que toda la mesa se entere y el resto también “Tenemos a la primera golpeadora en décadas” comienza a golpetear la mesa “Millicent Bulstrode” mira a su amiga.
El cuchicheo comienza como Draco esperaba. Podía ver otras mesas también comenzar a hablar de ello. Mira levemente a la mesa de los leones y mira como Hermione de cubre la boca ante la impresión, antes de comenzar a zarandear el brazo de Potter con su característica y bella sonrisa con los dientes de conejo mostrándose levemente.
La caja con su regalo pesó un poco más.
“¿Qué hiciste, baboso?” gruñe Millie sonrojada.
“Que buenas noticias, Millie” aplaude Luna.
“Nada, como el buscador de Slytherin, solo fui a dar mi más humilde opinión sobre el equipo. Flint como el animal pensante que es, aceptó mi sugerencia de volverte la golpeadora” explica mientras se sirve su desayuno.
“¿Qué? ¿No habrá selecciones?” pregunta la niña curiosa.
“No, son unos idiotas” eso es todo lo que el niño dice y Millie parece entender.
“Bueno, enviaré una carta a Magna para contarle” dice alegre la niña, levantándose de la mesa para correr a la lechuzería. Draco agarra una tostada y la acompaña seguida de Luna con su taza de pudín y un Theo quejándose sobre la falta de respeto a la comida más importante del día.
Todos los alumnos solo vieron a cuatro alumnos correr felices
El sábado llegó. Draco sabía lo que iba a suceder. Flint los había citado y previamente había ido a visitar a Severus solo para hacer algo que ahora Draco veía extraño: Molestar al equipo gryffindor.
¿Por qué hacer todo eso solo para molestar?
El capitán Flint era muy extraño.
Millie susurró sobre la posibilidad de querer llamar la atención de alguien de la peor forma posible. Draco solo sonrió incomodo, porque él también fue así con Potter, solo que no sabía que estaba desarrollando sentimientos por el niño de cicatriz en ese momento.
Theo se quejó sobre la hora para ver el entrenamiento, mientras Luna vino con lana y tela diciendo que comenzaría a confeccionar un sombrero de serpiente para apoyar al equipo de su primo. Millie se llevó la mano al corazón quejándose de lo tierna que era la niña rubia, golpeando levemente a Draco por no ser igual.
“Bien, con la barbilla en alto” dice Flint.
Draco sujeto la escoba fuerte. Millie no entendía que intentaba decir el capitán, hasta que suspiro sin palabras al notar como los gryffindor bajaban del cielo para verlos.
“Joder, ¿por qué Flint quiere entrenar cuando lo están haciendo los gryffindor?” pregunta Millie “Mierda, ahí está Mione” añade, encogiéndose al ver como Hermione se acercaba con Ronald detrás furioso.
“Ya te dije, el capitán es un idiota” responde Draco, haciendo una mueca al ver lo que se acercaba cuando notó como Pansy también caminaba acompañada de Greg y Vincent “¿Por qué me persigue la desgracia?” se quejó.
“¡No puedo creerlo!” chilla el capitán de gryffindor.
“¿Draco?” dice Hermione “¿por qué están aquí?” dice acercándose.
“No ves que van a practicar, niña estúpida” se mete Pansy.
Draco suspira. No podía meterse a defender a Hermione, aunque lo deseaba.
“Cállate, Parkinson” dijo colérico Ronald.
“¡Pero yo he reservado el campo! ¡Lo he reservado!” grita con rabia Wood, llamando la atención de Draco.
Bien, toda la mierda estaba a punto de explotar.
“¡No me grites, pobre de pacotilla!” chilla Pansy mientras Vincent y Greg se acercaban amenazantes a Ronald.
“¡Ah! Pero nosotros traemos una hoja firmada por el profesor Snape. “Yo, el profesor S. Snape, concedo permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo de quidditch debido a su necesidad de dar entrenamiento al nuevo buscador”
Draco dio un largo suspiro que notó Hermione. La niña estaba a punto de volver a hablar, pero Draco solo se acercó al capitán con la frente en alto tomando su papel.
Su padre se enteraría de esto. Si él flaqueaba, su padre sabría todo y volvería a estar en la mira. Si le llegaban rumores de que su hijo fue quien metió en su lugar a los leones, Draco habría ganado por el momento.
“¿Nuevo buscador? ¿Quién es?” dice furioso Wood.
Draco se hizo espacio entre los jugadores para quedar al frente, respondiendo a la pregunta de Wood.
“¿Tú no eres el hijo de Lucius Malfoy?” pregunta una de las copias pelirrojas.
Draco deja que su capitán presuma de las escobas. Ahora, sentía vergüenza que Flint dejara en evidencia la compra de su puesto. Es difícil no notar la mirada decepcionada de Hermione o la de asco de Potter y Ronald.
“Son buenas, eh” dice Pansy ya que Draco se quedó callado “Una lástima que no puedan juntar el dinero para hacer lo mismo, aunque podrían vender a un Weasley. Pagan muy bien por elfos domésticos”
“Pero en el equipo de Gryffindor nadie ha tenido que comprar su acceso” dice Hermione mirando a Parkinson. Draco hace una mueca, porque eso lo golpea a él “Todos entraron por su valía”
“Mione” dice lastimada Millie.
Hermione se da cuenta de lo que dijo. Miró a Millie con arrepentimiento. Estaba tan molesta con Pansy que no pensó en sus palabras.
“Nadie ha pedido tu opinión, asquerosa sangre sucia” dice Pansy acercándose.
Y todo pasó tan rápido. Draco intentó acercarse mientras sacaba su varita con rabia. Ronald y Potter también se acercaron al ver como las dos copias se acercaron a intentar empujar a la niña, siendo detenidos por Flint, Greg y Vincent. Los gritos de molestia no se esperaron, hasta que el silencio se hizo al ver como Millie estrellaba sin piedad su puño en la nariz de Pansy, provocando que la niña cayera al suelo mientras se sujetaba la nariz y sus ojos se llenaban de lágrimas.
“¡¿Cómo te atreves?!” grita Pansy mientras su mano se llenaba de sangre.
Millie le había roto la nariz a Pansy.
“¿Cómo te atreves tu?” dice furioso Draco llegando para ponerse delante de Millie y Hermione, apuntando su varita sin ninguna pizca de compasión a Pansy.
No podía detenerse. No podía pensar. Estaba completamente furioso.
“¡Defiendes a la sangre sucia!” grita Pansy “¡Controla a tu gordo animal!” chilla.
Millie intenta acercarse a Pansy para volver a golpearla. Draco le grita que se calme.
“¡Pansy, esto ya es suficiente!” dice furioso.
Sentía las miradas sobre él. El golpe de Millie había provocado que el silencio se diera y la atención se pusiera sobre ellos.
No solo su padre se enteraría de esto, pero Draco no podía parar.
“Escúchame bien. ¡Escúchenme todos!” apunta con varita a Greg y Vincent que intentaba acercarse a él “Un paso y los mando a enfermería. Me importa una mierda si fueron mis amigos” amenaza frío “Me dan ascos, todos ustedes los que piensan que llamar sangre sucia a Hermione y muchos otros magos nacidos de muggles” vuelve apuntar su varita a Pansy “¡Atrévanse a molestar nuevamente a Hermione y terminarán en San Mungo! Me encargaré de eso” escucha la queja de Flint “¡Lo juro! Maldeciré a cada uno si se vuelve a meter con Hermione Granger. Me dan asco, todos ustedes magos y brujas supremacistas” mira a todos los slytherin del equipo, Greg, Vincent y Pansy “Me das asco, Pansy” dice mirándola a los ojos.
La niña se para y huye del lugar.
“Esto estuvo fuera del lugar, Malfoy” dice Flint completamente molesto.
“Jodete” escupe Draco “Jodanse todo ustedes, no saben que esos pensamientos solos los llevarán a la muerte” y comienza a alejarse.
“¡Draco!” grita Millie.
“¡Lo pagarás, Malfoy!” gritan muchos integrantes del equipo Slytherin.
Draco camina hasta llegar al inicio del bosque prohibido. Escucha los pasos de todos muchas personas acercarse. El niño rubio se sienta en el piso y procesa todo lo que dijo.
Iba a estar en muchos problemas.
“¡Draco Malfoy!” grita Hermione y Millie a la vez.
Draco se hecha y cierra los ojos. Quería desaparecer.
“Déjenlo, está lidiando con los torposoplos” dice Luna de fondo.
“¿Qué se supone que es eso?” dice Ronald.
“No preguntes, Weasley” dice Theo en respuesta.
Draco comienza a reír. Todo era tan bizarro. Theo hablando con Weasley a propósito. Su estupidez reciente cuando quería lograr lo contrario. Si antes no lo veían como un traidor a la sangre, todos lo confirmarían y lo llamarían el defensor de sangre sucias. Sentía que iba a vomitar. Él no iba a ir por la vida defendiendo nacidos de muggles, solo Hermione era la excepción.
“Por favor, Draco. Háblame. No te entiendo” dice Hermione sentándose en el piso junto a él.
Draco niega con la cabeza.
“Déjalo, Hermione” dice Ronald “Malfoy no dirá nada”
Volvía a ser llamado Malfoy. Estaba obteniendo lo que cosechó.
“Cállate, Ron” gruñe Millie “¿Cómo se atreve esa perra a llamarte sangre sucia? Nadie debería usar esa palabra. Si tan solo Draco me hubiera dejado darle una atada. Merlín, deseo volver a poner mi mano en esa cara de perro”
“Eso fue un buen golpe, Millie” halaga Potter.
“¿Verdad?” dice orgullosa la slytherin.
“¿Qué significa el termino sangre sucia?” pregunta Hermione al notar que Draco no iba a hablar.
“¿Qué? ¿No sabes?” dice Theo curioso “Vaya Granger, pensé que un término tan simple sea obviado por la sabelotodo de gryffindor”
“Theo” gruñe Draco, abriendo los ojos.
“Sin ofender” añade el niño “Así los sangre pura solemos llamar a los nacidos de muggles. Mis padres lo usan en las reuniones. Es normal que nosotros los usemos como ofensa. No es nuestra culpa ser mejor. Venimos de un árbol familiar de puros magos”
“Theo” esta vez Millie y Draco reprenden al niño a la vez.
“Solo digo un hecho” responde el niño castaño.
“Eso es mentira. Mira a Neville Longbottom. Tiene sangre limpia y es un inútil en pociones” dice Ronald sin pena, mirando mal a Theo.
“¿Sabes lo que es ser un squib?” pregunta con una sonrisa Theo.
“Theo, cállate de una vez. Weasley tiene razón. Todos tenemos las mismas posibilidades de ser mejores o unos idiotas como Longbottom” se sienta. Luna comienza a colocar flores en su cabello “Hermione es nacida de mugles y no existe conjuro alguno que ella no sea capaz de aprender”
“Draco” dice conmovida la niña.
“Ese término es un insulto. La mayoría de magos tienen la sangre mezclada. Nos hubiéramos extinguido si no nos hubiéramos mezclado con muggles” sigue Ronald quejándose del término.
“Solo miren a Draco” añade Millie “Viene de la familia Black que por conservar su limpieza se casaron entre primos”
“Gracias, Millls” rueda los ojos Draco.
“De nada, Draco” dice Millie.
“¿Ya me dirás que pasa?” pregunta Hermione.
“Lo siento, Hermione” dice Draco.
“Por supuesto, ¿Se trata de tus padres verdad?” cuestiona Potter hablando por primera vez con el ceño fruncido.
“¿Tú por qué te metes?” dice furiosa Millie al escuchar esa pregunta tan directa.
“¡Porque hizo llorar a Hermione!” brama Potter disgustado.
Draco entiende. Él también estaría molesto si hubieran hecho llorar a Hermione en su delante.
“Lo siento tanto, Hermione” dice Draco mirándola a los ojos.
“Solo quiero saber, Draco” suplica “Dime una razón y me alejaré.
Draco se queda callado. Las manos de Luna sobre su cabello paran.
“Yo creo que, como su amiga, deberías hacerlo sin una razón” interviene Luna con la voz dulce “Muchas veces confiar es hacer lo que te piden tus amigos sin saber” añade antes de extenderle una flor “Si crees que Draco es una buena persona, sabrás que no hace esto con maldad”
Hermione agarra la flor. Mira a Draco y a Luna antes de a sentir. Se levanta despacio.
“Vamos chicos, visitemos a Hagrid” propone la leona caminando hacia la cabaña del semigigante.
“Hermione” dice en voz alta Draco.
La niña se detiene para verlo esperanzada.
“Toma, feliz cumpleaños adelantado” dice el niño sacando una cajita entre sus ropas.
Hermione se acerca, mira la cajita y la abre. Suspira mientras sacaba la bella pulsera con su inicial. Se la pone, lo cual demuestra el contraste perfecto entre la piel morena de la niña.
“Gracias” susurra la niña, mirando a Draco con esperanza y una confianza renovada.
Draco suspira. Esa mirada le indicaba que la niña tenía esperanza en el futuro volver a ser cercanos. Draco la dejó ir, suprimiendo la tristeza ante toda la situación.
“Luna, ¿te casas conmigo?” dice Millie para romper el silencio.
Los tres se quedan en el bosque. Theo se saca un libro que por su calidad parecía provenir de los muggles. Luna comenzó a cantar mientras juntaba flores y comenzaba a tejer coronas de flores y Millie comenzó a dormir acostada en las piernas de Draco.
“¿Quién te enseñó a hacer coronas de flores?” pregunta Draco mirando a la niña.
“Mi madre. Mi abuela le enseñó a ella. Es curioso como mamá solía decir que era una buena manera de conquistar. Ella me explicó que la abuela le solía regalar coronas de flores al abuelo y mi mamá hizo lo mismo con papá. Cuando conozca a la persona adecuada también espero seguir con eso”
“Ya veo, así que tu abuela si amo a mi abuelo”
“Me gusta creer que los dos se amaban” respondió Luna sin ninguna maldad, aunque sus palabras significaban que la abuela de Draco no fue amada.
Draco suspiró. No tenía el corazón de decirle a la niña que su abuelo no amó a su abuela. Alguien que ama no repudia al fruto del amor. Buscaría la manera de tenerlos a su lado.
“Eso es dulce” dice en cambio.
“No tienes que mentir, sé que no piensas eso” comenta la niña “El amor es tan complejo. Hay muchas maneras de manifestarlo y recibirlo. Tú amas a Hermione y lo demuestras cuidándola, aunque debías alejarte. Millie los ama y lo deja muy claro. Theo”
“Luna, yo que tú pienso lo que diré” dice el niño sin quitar su mirada en su libro.
Luna ríe ante eso.
“Lo que quiero decir. Esas formas de amar pueden salir de nuestro entendimiento. Mientras no tengamos la versión del abuelo Abraxas, solo nos mentimos para cubrir esa falta de información. Si tú crees que no amó a nadie, es tu manera de llenar esa falta de información con lo que deseas que sea. Yo deseo que mi abuelo haya amado a mi abuela”
Draco asiente.
“Eres muy sabía” dice Draco.
“Me gusta pensar que solo digo cosas que otras personas no ven” dice la niña “Toma, esta corona está lista”
Cuando llega la hora del almuerzo. Los cuatro niños llegan al comedor con coronas de flores en las cabezas. Luna lleva una en las manos, se aleja del grupo para ir a la mesa de los leones. Draco observa con el corazón cálido al ver como la niña coloca la bella corona en la cabeza esponjosa de Hermione. La niña parece confundida, pero brilla al notar que tanto Millie como él usan unas.
Draco solo por esta vez no piensa en las consecuencias.
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En la tarde, Draco sale de su habitación con el libro de magia oscura, decidido a usar algunos hechizos y así satisfacer su falta de magia oscura en su vida.
Camina apresurado por los pasillos, pero salta hacia atrás cuando mira a Luna sin zapatos en su camino.
“Joder, Luna” se lleva la mano al pecho.
“Hola, Draco ¿Qué te trae al séptimo piso?” pregunta la niña.
“¿Y tus zapatos?” decide esquivar la pregunta.
“Oh, se perdieron. Papá dice que los nargles se lo llevaron”
Draco parpadea por eso. No había notado que esta era la primera vez que Luna le menciona de esas criaturas que en otra vida la niña solía mencionar.
“Bien, eso explica mucho”
“¿Qué tienes en las manos?” pregunta la niña.
“Solo un libro de magia oscura” responde sin pensar, maldiciendo al instante.
“Oh, que interesante”
Draco frunce el ceño.
“¿No piensas que es malo?” pregunta el niño.
“Yo creo que todo tipo de magia es digno de aprenderse. Lo que alijas hacer con eso ya depende de ti” dice la rubia “¿Podría acompañarte? Me causa mucha curiosidad”
Draco quiere negarse, pero este podría ser algo que solo compartan Luna y él. Algo de familia. Mira a su varita y está parece estar de acuerdo.
“Solo si haces lo que te diga, no quiero que salgas lastimada” dice el niño rubio.
“Sí”
Ambos niños rubios se dirigen a la sala de menesteres. La niña caminaba dando saltitos y Draco se comenzaba a arrepentir por aceptar. Una niña como Luna no podía verse rodeada de esa magia, era como darle un arma a un bebé.
“Este es la sala de menesteres” dice el rubio entrando.
Draco suspira al ver como la sala toma la apariencia de lo que una vez fue el cuarto que usó para practicar con su magia y nunca más regresó. Esperaba esta vez no abandonarlo.
“Me parece más que encantador” dice la niña.
“Bien, comencemos con lo básico. Debemos prepararte, usar magia oscura sin una iniciación podría enfermarte”
Se pasa toda la tarde para guiar a la niña en el mundo de la magia oscura.
Draco no sabe mucho del tema, pero está seguro que debía proteger a la niña de las consecuencias que podría ser para alguien que antes no había practicado la magia oscura. Se sintió aliviado al ver que las primeras hojas de su libro narraban con claridad las cosas básicas. Desde maneras de hacer un rito de iniciación, hasta maneras de rendirle honor a la diosa Hécate o la bruja Circe.
Luna parecía encantada. Las primeras páginas dejaban en claro algo que Draco no había notado.
Conócete a ti mismo.
Para la magia antigua no había conocimiento posible de la Naturaleza, sin un previo conocimiento de sí mismo del que pretende lanzarse hacia la Naturaleza. El «conócete a ti mismo» no es tan sólo saber quién eres, cómo eres, qué hace, qué te gusta o qué no te gusta; es un proceso de reflexión, en el que no se trata de conocer tan sólo la parte superficial y externa del hombre, sino de conocer lo mejor del hombre. Y para conocer lo mejor hace falta meditación. Así se abre una forma de sentido interior, que permite ahora sí, captar de una manera más sensata, más tranquila, más profunda.
Para la magia, el sentido de la vida es evolución, crecimiento; es superación constante, es lograr que cada hombre, en su medida, dentro de sus particularidades, encuentre el lugar exacto donde pueda desenvolverse lo mejor posible y rendir lo mejor de sí mismo. Si se logra ese proceso individual, mágicamente este ser humano se ha incorporado en ese gran complejo que llamamos Universo.
“Eso es hermoso” dice Luna cuando toman un descanso para leer en voz alta aquel pasaje inicial “Eso se puede aplicar a todo tipo de magia ¿No lo crees?”
“Sí” dice Draco abrumado.
Reflexionar implica muchas cosas que Draco no es capaz de hacer. Era detenerse a pensar en cosas que él estaba ignorando, ver hechos que no quería admitir.
“Un mago con claridad mental es capaz de dominar todo tipo de magia. La magia siempre existirá, pero solo se manifestará en aquellas almas que vayan más allá de ellos mismos, para así comprenderla” parece flexionar Luna “Que bello”
“¿Quieres comenzar a practicar?” dice Draco
La magia negra es conocida por ser la versión destructiva de la magia en general. No muchos se atrevían a incursionar en aquel mundo. Su propósito es tener poder sobre cualquier manifestación de magia blanca sin importar las consecuencias. La razón detrás de la mala fama de esta, eran que la mayoría de magos que lo practican se vuelves egocéntricos y tiránicos. Su voluntad para él es ley: la única ley. Voldemort era la prueba de ello.
Draco no estaba dispuesto a cometer ese error. Todo lo que aprendería sería solo para proteger lo que quiere y tener un mejor final.
“Oh, mira Draco. Magia talismanica ¿Y sí hacemos amuletos?” dice curiosa la niña.
Así pasan el resto de la tarde creando amuletos, dejando la sala de menesteres casi al anochecer para regresar las mazmorras para ver a sus serpientes.
“¡¿Dónde estuvieron?!” chilla Millie corriendo hacia ellos.
Draco parpadea confundido. No entendía la preocupación de Millie. Ella usualmente no se preocupaba demasiado.
“¿Qué?” dice confundido Draco.
Luna tararea y habla sobre tener un momento de primos. Millie parece alegre por eso, pero cambia su expresión a una de preocupación.
“Draco” dice la niña “Joder, si no te lo digo siento que vomitaré”
“Habla, me asustas” chilla el niño.
Millie se muerde el labio. Parece indecisa.
“Entraron al cuarto” dice Theo llegando serio “Todas tus cosas están rebuscadas. Revisé y se llevaron algunos cuadernos que dejaste en la mesa… y la caja debajo de tu cama también desapareció”
Draco siente que todo da vueltas.
No… el jodido libro de T.M Ryddle.
¿Cómo es que sucedió?
“¿Qué?” dice sin palabras.
Millie asiente triste.
“No sabemos quién es, pero todos parecen saber sobre el tema porque han hablado sobre eso en la sala común… parece que lo hicieron los del equipo de quidditch” dice Millie.
Draco siente las piernas débiles. No podía ser esto posible. Ese jodido libro debía quedarse con él. Sí lograban abrirlo, todo se repetiría.
“¿Qué tenía la caja?” pregunta Luna curiosa.
“Solo te puedo decir que cosas malas vendrán, Luna. Cosas que yo no podré controlar”