Draco Malfoy y El Diario de R.A.B

Harry Potter - J. K. Rowling
F/F
F/M
M/M
Multi
G
Draco Malfoy y El Diario de R.A.B
Summary
El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor.Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo.Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad.Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.
Note
Este libro va dedicado a mi querida Beta: Majo y a mi querida Gala, quienes me acompañaron en la escritora de este libro capitulo por capitulo :3
All Chapters Forward

Sacrificios y Amor

Capitulo: Sacrificios y Amor

 

Draco vuelve a sentir una vez más el efecto del giratiempo. Siente la mano de Harry sostener su brazo con fuerza mientras son jalados por la propia magia del giratiempo. Pestañea cuando el sentimiento termina y mira alrededor para notar el vacío vestíbulo.

“Hermione, ¿qué?” escucha que dice Harry con nerviosismo.

“¡Ahí dentro!” dice su leona antes de agarrar a los dos niños de sus brazos y comienza a arrastrarlos hacía el lugar que apuntó para después meterlos a ambos dentro de un armario y ella ingresando para cerrar la puerta.

Harry deja de sostener su brazo para mirar alrededor con el ceño fruncido.

“¿Qué? ¿Cómo? Hermione, ¿qué ha pasado?” pregunta Harry acercándose a su amiga en búsqueda de respuestas.

“hemos retrocedido en el tiempo” responde Hermione “tres horas”

“Tres vueltas” dice Draco “Una por hora. Suficiente tiempo para rescatar a Sirius, pero ahora ¿cómo haremos eso?”

Harry frunce el ceño. En su mirada se denota como el chico comenzaba a analizar la situación en su cabeza. Draco también quiere hacer eso, pero en su interior un sentimiento extraño comenzó a aparecer.

“Shh” dice Hermione de repente “Escucho pasos. Alguien viene. Creo que somos nosotros” dice acercándose para escuchar con la oreja sobre la puerta “Pasos por el vestíbulo… Sí, creo que somos nosotros yendo hacia la cabaña de Hagrid cuando nos avisó que tenía una sorpresa para Ron” le explica a Draco.

“¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahí fuera?” pregunta Harry asombrado mirando a la puerta del armario.

“Así funcionan los viajes en el tiempo, Potter” responde Draco tratando de ignorar su mal presentimiento “Lo que llevaste en el cuello por segundos es un giratiempo. Un artefacto mágico muy custodiado por su nivel de peligro en manos equivocadas. Te da la capacidad de viajar en el tiempo con solo girar el reloj. Solo personas con permiso del ministerio tienen el poder de usarlo. Reglas básicas, no hagas muchos cambios o puede que no nazca tu hijo del futuro” dice en un intento de bromear “Pobre Harry Junior”

“No le pondría Harry a mi hijo” dice Harry para luego suspirar “Tres horas, ¿qué haremos? ¿Draco?” Draco niega con una mueca sin tener algún plan en mente.

En primer lugar, ni siquiera debía estar ahí.

“no tengo mi varita” dice Draco con una mueca “La dejé caer cuando Lupín se transformó, no me culpen por tener una fobia a ese tipo de monstruos” dice para luego tratar de asegurarse que tenía filtros de paz.

Nota con horror que no le quedaba nada. Él último se fue en el enfrentamiento. Maldijo sin creerse su suerte. ¿cómo es que permitió que se acabaran así?

“El profesor Lupín no es un monstruo” dice Harry algo molesto distrayendo del pequeño pánico que estaba sintiendo Draco.

“Potter, lo es cuando se transforma. Son contagiosos. Los hombres lobos pueden convertir a otros en lo que son, animales peligrosos. No hay que ser un genio para entender que son peligrosos, mucho más si… si no toman la poción matalobos. No son humanos mientras están allí con la luna”

“Podríamos ir y decirle al profesor Lupín que tome la poción” dice Hermione “No, eso es tonto. En ese momento no deberíamos de saber que es un hombre lobo”

“Creo que ya se fueron” dice Harry mirando a la puerta.

“Falto yo” comenta Draco con una mueca “También pasé por aquí para ir a ver a Sirius”

“¿Desde cuándo es que hablas con él?” pregunta Harry curioso más que sospechando de él.

Draco hace una mueca.

“No quiero hablar de esto” dice simple.

“Está bien, Draco. Creo que escucho pasos” dice Hermione volviendo a pegar su oreja sobre la puerta.

Harry esta vez se une a Hermione para escuchar con la oreja sobre la puerta.

“Pareces apresurado” comenta Harry “¿Viste a Pettigrew en el mapa? ¿Por eso estabas apresurado?”

Draco hace otra mueca. Asiente y Hermione abre la puerta cuando los pasos se alejan. Los tres miran a Draco Malfoy del pasado caminar apresurado sosteniendo algo que cubría su espalda. Draco suspira y mira a Harry, quien aún tenía sus ojos en su versión pasada.

“Bien, ¿qué haremos?”

“Quizás podamos cambiar algo” dice Harry aun mirando al Draco del pasado convertirse en un punto por lo lejos que se encontraba “Pero ¿qué puede ser?”

“Dumbledore dijo que” Hermione hizo una pausa para pensar “Podemos cambiar el destino de un inocente ¡Buckbeak ha estado encadenado desde el incidente! Si lo liberamos y lo usamos para sacar a Sirius, no tendrá que irse de Hogwarts a final de año. Con eso Hagrid podrá demostrar al consejo de padres que no es peligroso”

“¿Qué?” dice Draco “¿Qué pasa con ese pollo psicópata?”

“Bueno, Lucius Malfoy estuvo exigiendo que sacaran a Buckbeak de Hogwarts” comenta Hermione “Se estaba tratando en secreto, como nunca fuiste a visitar a Hagrid este año y nosotros no podíamos decirle a nadie… ¿Estás molesto? Sé que hubieras hecho algo al respecto, pero dimos nuestra palabra a Hagrid”

“No hubiera movido un dedo más por ese pajarraco” dice Draco de forma firme, tratando de no pensar en su padre en el asunto del pollo endemoniado. No quería tener más esperanzas de que su padre lo amaba, no soportaría otra caída así de dolorosa “Suficiente hice evitando que lo mataran”

“Sí, lo sé” responde Hermione algo triste y comprensiva “Vamos, desatemos a Buckbeak”

“Vayan ustedes, yo los espero aquí” dice Draco “No quiero acercarme nunca más a ese hipogrifo o ninguno. No puedo. No tengo filtros de paz y no quiero que pierdan su tiempo lidiando con mi ataque de pánico” dice Draco mirando a sus amigos.

No iba a ser una carga en ese momento. Sabía sus limitaciones y debía aceptarlas, aunque eso lo estaba avergonzando.

“Draco, yo te cuidaré. No te puedo dejar atrás” dice Harry.

“No, lo siento” dice Draco firme “No me obligues, por favor”

Harry parece frustrado. Sus ojos verdes comienzan a maquinar algo. Hermione parece nerviosa a cada segundo que pasa.

“¿Qué tan lejos debe ir Sirius Black?” pregunta Harry luego de que parece obtener una idea por como abrió sus ojos.

Draco frunce el ceño.

“¿Por qué lo dice?” pregunta Hermione.

“Vamos a la torre Gryffindor. Sacaremos mi Saeta de fuego y se la daremos a Sirius” dice Harry “No dejaremos a Draco solo. Es la manera que podremos ayudar a Sirius todos unidos”

Draco mira a Harry sin palabras.

“Te daré tu escoba cuando me contacte con Sirius en vacaciones” dice Draco con seriedad “realmente podrían solo haberse ido y yo los esperaba cerca del sauce boxeador”

“Vamos, no perdamos tiempo” dice Harry ignorando las palabras de Draco.

Comienzan a correr por el castillo. Subir las escaleras así de rápido casi provoca que Harry se cayera cuando una se movió. Hermione y Draco lo sostienen de su túnica y esperan hasta llegar a otra. Por alguna razón, parecía que todas las escaleras trataban de alentar el recorrido de los tres. Cuando más cerca estaban, las escaleras más se movían a partes más lejanas o se conectaban a escaleras que no llegaban a alguna parte.

Draco sentía que esto estaba pasando por él. Una parte de él le decía que debió insistir más en que sus amigos se vayan a liberar a pollo alienígena. Su instinto le decía que la Saeta de Fuego nunca debió ser una opción.

“Estoy harta” dice Hermione, antes de agarrar a sus amigos y jalarlos para saltar a la otra escalera.

De esa manera. Entre salto y salto llegan a la torre Gryffindor. Entran y Draco nuevamente se topa con la sala común de los leones. Allí, estaban Neville y Ginny junto a Luna.

“¡Draco!” dice Luna corriendo hacía él “Estábamos preocupados. Millie y Theo dijeron que simplemente saliste de tu cuarto con un libro y comenzaste a correr a un lugar sin decir nada. Estábamos a punto de salir al bosque a buscarte”

Draco sintió que su corazón se salía de su pecho. Toma de los hombros a su bella Luna y la mira a los ojos.

“No salgan al bosque esta noche” gruñe molesto, antes de suspirar “Hagrid tiene a Buckbeak atada porque pronto se irá, quería ir con los chicos a resolver unos problemas” decide usar dos verdades incompletas.

No estaba mintiendo, por lo tanto, Luna no sospecharía nada.

“Así que no te preocupes. Estaré de regreso en tres horas”

“Bien, le diré a los chicos” dice Luna aliviada “ten cuidado allí afuera. Es luna llena. Los hombres lobos salen estas noches y ni a los torposoplos les gusta” comenta acariciándole la mejilla.

Draco besa su mano y ve como Ginny junto a Neville van con Luna para ir a reunirse con sus serpientes. Ginny le saluda, pero lucía triste. Neville en cambio, parecía muy avergonzado de verlo.

Sí, no tenía tiempo para esto.

“lo tengo” dice Harry saliendo con la saeta de fuego entre sus manos.

Draco frunce el ceño al sentirse muy incómodo de ver el objeto entre las manos de Harry.

Bien. Sabía que algo saldría mal. Era el plan de Harry, pero Draco estaba envuelto en esto. Nada bueno salía cuando él se veía en la situación. 

Hermione lo encoge con maestría. Comienza su recorrido de regreso con Harry a la cabeza. El problema de las escaleras nuevamente se presentó, así que comenzaron a sacar en cuanto estás se movían y al ir de bajada, era mucho más sencillo.

Cuando salieron del castillo, Draco miró por los árboles, para notar la posición del sol. Tenían un poco más de dos horas.

“Bien, ahora debemos de esperar que el peligro se vaya para poder ir a ver a Sirius con la escoba para dársela y así se vaya volando” comenta Hermione nerviosa mirando también entre los árboles “Esto será difícil, falta dos horas para eso”

“Tendremos que movernos” Harry comienza a pensar “Tenemos que ir donde podamos ver el sauce boxeador o no nos enteraremos de lo que ocurre”

“De acuerdo” dice Hermione “¿Draco?” pregunta la castaña.

“Quiero ir primero a un lugar” comenta Draco con una mueca “No tendré una oportunidad. Luego de esto, si mi madre se entera estará tan enojada y no permitirá que salga del castillo o de mi sala común” comenta Draco “Vamos”

Los dos lo siguen. Draco los toma de las manos cuando se nota a los lejos y los empuja hacía los arbustos. Gruñe molesto cuando nota que estaban en la parte final de la pelea con Sirius. Cuando cae al suelo, Draco jala a sus amigos y siguen avanzando.

“¿De qué estaban hablando?” pregunta Harry preocupado “Parecían que estaban peleando”

“Solo estaba molesto de saber algo que no me gustó de Sirius. Algo mucho más familiar” responde Draco incómodo “Y simplemente descubrir que puede que también tenga ese problema me dejó muy cansado”

“Oh, Draco” dice Hermione “Cualquier cosa, aquí estamos para ti”

“Lo sé, pero no es momento” comenta Draco con una mueca.

Draco mira el lugar donde discutió con Sirius. Suspira y mira el diario de Regulus en el piso con una marca de una pisada. Se apresura a recogerla y la limpia con sumo cuidado y cariño. Sus dedos se llenan de tierra, pero no importa.

Mira en el piso las cartas abiertas pero que seguramente tenían su contenido dentro. Comienza a recoger una por una. Harry se acerca a querer ayudar, pero Draco alza la mano.

“No. No es algo que debas hacer, Potter” dice mirando que muchas de esas cartas tenían el nombre de James Potter “Ni yo tengo derecho a tocarlas, solo lo hago porque el dueño de esto nunca tendrá la oportunidad de hacerlo”

“¿De quién es el diario?” pregunta curiosa Hermione.

Draco mira el diario y descubre un pequeño compartimiento en la parte de la caratula dura. Esta se encontraba encantada con un hechizo permanente de expansión. Coloca las cartas allí.

“De mi tío. Murió. Era el hermano menor de Sirius. Estuvimos discutiendo por eso. Es un asunto familiar muy privado”

“Está bien” dice Harry “Entendemos”

Sus dos amigos se quedan parados mirando a Draco recoger cada carta a mano. Al no tener su varita, no podía usar la magia para hacer el trabajo. Sus pantalones se llenaron de humedad y Draco hizo una mueca al sentir las rodillas mojarse, pero no importa. Recolecta cada carta que puede. Cuando toca las fotos, camina para recoger cada una. Había unas que habían volado hasta quedar muy alejados de ese lugar despejado. Draco se acerca con el ceño fruncido. Cuando va a recoger las últimas fotos, se queda quieto al ver un Thestral pastoreando por el lugar.

“Salazar” gruñe al ver que una de las fotografías estaba en la zona del thestral.

Comienza a caminar. No podía simplemente dejar una fotografía allí. El animal lo observa. Este se mueve retrocediendo. Draco alza ambas manos tratando de mostrarse inofensivo.

“Vale, solo quiero esa foto. Quédate allí… ¿bonita?” no creía que los thestral tuvieran un sexo, pero sentía que podría crear un mejor vínculo con algo femenino que masculino.

Sí, por algo tenía más amigas que amigos.

El thestral relincha. Draco da un paso atrás. Por instinto quiere sacar su varita, pero no la tiene.

Está jodido.

El thestral nuevamente queda en sus cuatro patas y se agacha. Su nariz toca en suelo y sus patas delanteras se doblan para reverenciarlo. Draco aprovecha ese momento para tomar la fotografía. Comienza a retroceder, pero el thestral avanza. Draco se da media vuelta y quiere correr, pero es alcanzado. Es tomado por la camisa. El animal lo alza y de manera magnifica hace que quede sobre su lomo para comenzar a cabalgar como si se tratara de un caballo adiestrado.

“¡¿Draco?!” pregunta Hermione totalmente asustada.

“No lo sé ¿bien? Un thestral simplemente me tomó de la ropa e hizo que lo comenzara a cabalgar. Tengo la jodida suerte de haber llevado clases de equitación” comenta sujetándose del cuello de la criatura mientras sus piernas tratan de estar bien unidas al cuerpo del animal.

“¿Es ese animal que no se puede ver a no ser que hayas visto a alguien morir?” pregunta Harry igual de asustado observando a Draco flotar de manera extraña.

“Bingo, cara rajada” comenta Draco “Chica, ya. Necesito bajar” pide.

El Thestral se queda quieto. Se inclina y Draco toca el suelo. Camina hacia el diario y coloca las últimas fotos.

“Gracias, le diré a Luna para que los alimente más seguido” comenta acercándose para acariciar al animal tratando de no sentirse incomodo de la conexión mágica que estaba sintiendo en esos momentos.

“Vamos” dice Harry comenzando a liderar.

Draco ignora el llamado del Thestral. Sigue a sus amigos y llegan al sauce boxeador.

Los tres llegan para ver a Severus entrar al agujero del árbol de manera apresurada. Él hombre lucía preocupado y decidido mientras cruzaba el agujero. Draco jamás vio a su padrino moverse con tanta velocidad.

“Padrino” dice triste, apretando el diario con más fuerza “Mione, encógelo, por favor” pide.

Hermione obedece. Esconde el diario en su bolsillo y vuelven a esperar.

Harry comienza a quejarse. Draco rodó los ojos cuando este simplemente comenzó a decir que no podía estar allí sin hacer nada. Tonto Gryffindor.

“Bien, tenemos que distraerte” dice Hermione con los brazos cruzados “¿Cómo es que Sirius logró escapar de los dementores? Recuerdo que ellos se aproximaban a ellos antes de que yo me desmayara.

Draco abre los ojos. Mira a su leona con la boca abierta.

¡¿Dementores?!

“Me estás jodiendo” dice Draco sin pudor “¿Cómo que dementores? Explíquense ahora”

“luego de que tu huyeras detrás de Pettigrew, fuimos a tratar de rescatar a Sirius, pero aparecieron dementores” responde Hermione “No me acuerdo de mucho, lo siento”

“Estábamos rodeados de dementores” dice Harry esta vez “intenté invocar el patronus que te mostré ese día” Draco asiente “Pero no pude” Harry se sonroja “Creo que no funciona si no estás… digo, si no estoy concentrado. Nunca hice un patronus con tantos dementores”

“Cara rajada” dice Draco sin poder evitarlo “Está bien, solo tienes trece. Ni siquiera tendrías que hacer uno en primer lugar. Ningún mago a esa edad necesita aprender a hacer un patronus”

“Gracias” dice Harry con una sonrisa “Pero no fue necesario. Un patronus poderoso nos salvó. Lo vi antes de desmayarme. Era mi ciervo”

“pero no es posible” dice Draco con el ceño fruncido “no pudiste hacer uno ¿cómo es que se manifestaría un patronus así? Escuché sobre patronus compartidos porque son de dos personas que se aman demasiado, pero nunca que uno pudiera reproducir un patronus igual a otro… a no ser que…” draco abre los ojos y mira a Harry “Potter…”

“Creo que era de mi padre. Me pareció verlo” dice Harry confirmando sus pensamientos.

Draco en ese momento lleva su mano a la parte trasera donde estaba el bolsillo que contenía el diario de Regulus.

¿Eso era siquiera posible?

“Harry, tu padre” dice Hermione en voz baja “Está muerto”

“Lo sé” dice Harry rápidamente “Draco, ¿tú me crees verdad?” pregunta esperanzado de no quedar como alguien loco.

Draco siente la boca seca, así que asiente lentamente.

“¿Crees que era su fantasma?” pregunta Hermione buscándole una lógica sin intentar destruir las creencias de su mejor amigo.

“No lo sé. No… Parecía sólido”

“Pero entonces”

“Quizás solo alucinaba” dice Harry para detener a su amiga de sus hipótesis “Pero se parecía a él. Tengo fotos suyas” Harry se avergüenza por como Hermione lo miraba “Sé que parece una locura”

“Potter. Estuviste rodeado de dementores” habla Draco “Tus padres siempre serán tu lugar seguro. Vivos o muertos, no te sientas mal por haber visto a tu padre. Está bien. No estás loco”

Draco extiende sus brazos. Harry se apresura y lo abraza. Hermione suelta un suspiro de tranquilidad.

“Gracias, Draco” dice Harry sincero “Realmente necesitaba un abrazo”

“Para eso está los amigos” dice Draco en respuesta.

“¡Ya salen!” dice Hermione alertando a ambos.

Draco y Harry se separan de su abrazo. Harry lo toma de la mano y Draco toma la mano de Hermione.

Los primeros en salir son Lupín, Ron y Pettigrew saliendo con dificultad del agujero. Luego, sale Hermione llevando como podía a Libra y Crookshanks. Ambos gatos bajan al suelo y comienzan a correr satisfechos directo al castillo para no regresar. Después, salen Draco y Snape. Ambos parecían hablar tranquilamente. Draco notó por primera vez como su padrino lo miraba como antes lo miraba su padre cuando Draco era un niño y buscaba el consuelo de sus padres por pesadillas.

Protección.

Harry y Hermione aprietan más sus manos al notar lo tenso que se puso.

“Chicos” dice Hermione “No, Draco sabe las reglas. Harry. Debemos quedarnos aquí. No nos deben de ver. No podemos hacer nada”

“¿Y vamos a consentir que Pettigrew vuelva a escapar?” pregunta molesto.

“Potter” dice Draco “Realmente no es bueno jugar con el tiempo” comenta con una mueca.

Sabía que después de esta noche vendrían consecuencias si es que habría. Una parte de él recordó la última vez que hizo una tontería y fue salvado por alguien extraño conocido como “Maestro” pero no podía confiarse… bueno, sí podía más algo en su interior le hacía sentir incomodo.

“Tenemos que hacer algo, Draco. No podemos… dijiste qué harías lo que te pidiera”

“Harry, por favor ¿cómo piensas buscar a una rata en la oscuridad?” pregunta Hermione cansada.

Draco mira al cielo y ve como la luna nuevamente se muestra orgullosa y brillante. Suelta la mano de Harry y Hermione para llevársela a la pierna. Como puede entierra sus uñas sobre el pantalón y comienza a contar para tratar de dejar de pensar en el hombre lobo transformarse.

“Mira a lupín” habla Hermione “Se está transformando”

“¡Hermione! ¡tenemos que hacer algo!”

“no podemos. Draco ayúdame a convencerlo, te hace más caso” suplica Hermione antes de gimotear “¿Draco?”

“hombre lobo” dice Draco como puede antes de volver a hacer presión con sus dientes y comience a inhalar con fuerzas.

“¿Draco? ¿Qué te pasa? Hermione, ¿qué debemos hacer?”

“Les tiene miedo a los hombres lobos” dice Hermione antes de ir y rodear a Draco. Lo apretuja y comienza a susurrar que cuente con él y respire lo más profundo que puede.

Draco puede ver a Greyback. Siente sus garras sobre su piel. Sobre sus piernas, sobre sus brazos, sobre su pecho. Siente como su cuerpo es transportado a la mansión en sus días más oscuros. Puede sentir su brazo quemar. Ya no está en 1993, sino en 1996… en sus vacaciones.

La risa estridente de Bellatrix domina su mente. Los gritos de esa mujer pidiendo que Greyback clavara sus garras sobre Draco hasta que el dolor dejara de sentirse porque dañó tantos nervios que era imposible sentir otro grado de dolor. Una manera de entrenarlo para soportar el dolor en las batallas, así podría seguir peleando hasta morir sin detenerse a lloriquear por el dolor. Puede ver como el hombre lobo hablaba sobre su cuerpo. Como describía con todo detalle todas las cosas que quería hacerle. Esas sucias manos más de una vez tocaron partes que Draco creía olvidado que tocaron. Es más, hasta ese momento no se había acordado que había pasado.

Y ahora todo le sofocaba.

“Draco” dice una voz.

Draco deja de estar en presencia de su tía. Ahora está en su cuarto llorando en los brazos de su madre. Ella se disculpa con él. Le suplica su perdón por permitir esto. Su madre se lamenta por no haber huido con él en cuanto Voldemort regresó como le pidió su abuelo quien ese año había muerto hace apenas unos meses atrás, no como en esta nueva vida que murió en segundo año.

“Respira, Draco. Vamos, hazlo conmigo” dice la voz.

Draco obedece. Respira como puede. Abre los ojos y mira como su versión del pasado está corriendo detrás de la rata, mientras Severus deja de ver al hombre lobo para gritar su nombre. Eso le bastó a la bestia para golpear a su padrino provocando que Severus fuera lanzado lejos para caer al piso. El golpe duro provocó que se desmayara. Hermione y Harry comienzan a correr detrás de Sirius y Lupín dejando a Ron despierto y gritando por ellos en el piso y tratando de arrastrarse para estar con ellos.

“No” dice Draco.

“¡Lupín se va adentrar al bosque!” grita Harry “¡Vamos!” grita tratando de cargar a un Draco apenas recuperándose “¿Dónde nos ocultamos?” pregunta desesperado.

Draco no escucha. Seguía recuperándose, pero ver a su versión joven correr detrás de él mientras sus amigos de esa línea del tiempo dejaban de verlo para salvar su propia vida. Lleva su mano a su cinturón. La varita reacciona. Se levanta del piso y llega a sus manos.

Era su única oportunidad.

“¡Volveré!” grita Draco empujando a Harry para correr ignorando la preocupación que dejaría en sus amigos.

Hermione intenta agarrarlo, pero Draco la esquiva y sigue corriendo. Se sentía agitado por el ataque que había tenido, pero su mente estaba tan alborotada como para pensar en algo o en su propio bienestar.

El sentimiento de ser torturado seguía a flor de piel. Su deseo de que nadie más pase por eso lo destruye. Su varita parecía estar disgustada por todo.

“Por favor, solo déjame hacer dos hechizos. Eso es lo único que te pido” suplica.

La varita parece aceptar ese trato.

Draco se acerca a su versión joven y la rata. Sin duda, desmaya a su versión. Algo leve para que lograra despertar y viaje en el tiempo. Sigue a la rata. Esta se gira porque escucha el sonido de lago caer. Eso es suficiente para que Draco petrificara a la rata.

“Eso es por mi mano” dice Draco corriendo para coger a la rata en sus manos “Maldita rata de alcantarilla”

Agarra a Peter Pettigrew. Allí, justo en ese momento. Siente como todo se vuelve oscuro. La varita comienza a vibrar. Algo pasa, porque Draco tiene la sensación que algo dentro de él se corta un poco. Escucha gritos en su oído y siente como la tierra comienza a temblar.

“Mierda. Mierda” dice Draco cuando cae al piso.

De la tierra que se movía se generó una grieta. La calma llega por un instante, antes de que la grieta aumentara el tamaño y comenzara a salir fuego en forma de animales.

Fiendfire. Fuego maldito.

Draco quiere gritar cuando ese fuego aumente y en vez de animales comienzas a salir runas que se juntaron una con otra hasta formar un cráneo.

La misma que formaba parte de la marca tenebrosa.

“¡Hicimos un trato!” articula la figura formada por el fuego.

Draco quiere decir algo en su defensa, pero no sale absolutamente nada. El fuego se evapora y del humo se forma la misma marca en su brazo que desaparece. Para luego la suya comenzara a quemar.

Aprenderás a seguir un trato”

Es lo último que escucho Draco antes de que la grieta comenzaran a salir dementores.

Draco siente por primera vez los efectos de los dementores. Sus ojos grises escuchan los gritos de Harry pidiendo refuerzos mientras le pide a su madre que huya de allí. Draco cierra los ojos y abraza a la rata para cubrirla de los dementores. Pettigrew con vida era más importante.

“¡No te dejaré solo, Harry!” escucha el grito de su madre “¡Hijo, cuidado!”

“Mamá” dice Draco con dolor.

“¡Narcissa!” grita Harry “¡No! ¡No tú, Cissy! ¡Por favor!”

Draco siente como su magia es robada. Abre los ojos confundido y nota como muchos dementores vuelan hacía él. Cada dementor que se alzaba a lo alto del cielo procedía a volar en picada para impactar contra Draco. Cada uno se convertía en polvo. Se evaporaba como la primera vez, pero esta vez Draco sentía como una parte de su magia se iba con el dementor. Estaba protegido, pero si no hacía algo moriría por magia drenada.

Saca la varita.

“¡Expecto patronum!” grita, pero ni un halo de luz se manifiesta.

“¡Expecto patronum!” vuelve a gritar mientras sentía como la mano le temblaba.

Era verdad, había pedido solo dos hechizos. No más…

“Por favor” suplica.

Estoy de acuerdo con mi antiguo dueño. Tienes que aprender

Draco estaba a punto de gritar a su varita, pero entre los dementores aparece un Thestral.

El mismo thestral de hace menos de dos horas. Esta emite un ruido que aleja levemente a los dementores. La criatura camina hacia él. Draco no duda en correr hacía él. La toma como puede y se sube sobre ella. Esta extiende sus alas y comienza a cabalgar para obtener impulso antes de saltar para volar. Ya en el aire, el thestral comenzó a relinchar, provocando que los dementores se abrieran para darles el paso. Draco como pudo cabalgó al thestral con una sola mano. Se adentraron al bosque y Draco divisó a lo lejos la cabaña de Hagrid.

“Vamos, chica. Abajo” pide.

El thestral obedece. Draco se queda sorprendido de ver a Harry afuera viéndose muy estresado y ansioso.

“¿Potter?” dice Draco con el ceño fruncido acercándose a él.

“Draco” dice Harry “Volviste”

“Claro que volvería idiota” gruñe Draco antes de palidecer al mirar al cielo.

Los dementores no se detuvieron. Lo habían seguido.

“Tengo que ir. Le dije a Hermione que vería para ir a sacar a Sirius con la escoba, pero no me puedo quedar” dice Harry.

Los dementores que siguieron a Harry ahora comenzaron a volar directo al otro lado del bosque. Draco se quedó completamente inmóvil al ver como se iban y se unían a otros Dementores y comenzaban a rodear esa zona.

“Harry” dice Draco “Si Lupín ni Severus avisaron que ustedes estaban allí heridos, ¿quién fue?” pregunta Draco sin comprender eso.

“Ron” responde Harry “Y él dijo que fue Hermione quien lo acompañó hasta al castillo”

“¡Hermione!” grita Draco abriendo los ojos al entender eso.

Habían cambiado cosas.

“Lo siento, no puedo esperar más” escucha por boca de Harry antes de que este comience a correr y Hermione a la vez abre la puerta.

“¡Harry Potter!” grita antes de ver a Draco “¡Draco!”

“ve con Ron ahora” dice Draco con el ceño fruncido “Búscalo. Esto es lo que tiene que pasar, Hermione. Ron avisó que ustedes estaban allí, pero él dijo que tú le ayudaste a llegar al castillo ¿es verdad?”

“Sí, pero” su leona abre los ojos “Oh, por Dios ¡¿qué hicimos?!”

“No hay tiempo de pensar, Mione. No hay tiempo para pensar en nada más” dice Draco “Busca a Ron y vayan al castillo a pedir ayuda” pide.

Draco corre con la rata en sus brazos.

“Vamos chica” dice al thestral.

Los dos vuelvan y llegan al bosque. Los dementores los esquivan. Eran demasiado.

“Harry” dice bajándose para correr hacía él.

“No aparece. Mi padre… él” balbucea confundido.

Los dementores comenzaron a ser más fuertes. Rodeando todo. Draco se dio cuenta de que su presencia había movilizado más a aquellas cosas.

“Potter” dice Draco comprendiendo todo “Eras tú… tú fuiste quien hizo el Expecto Patronum”

Harry se queda completamente congelado. Mira su varita y parece entenderlo antes de lucir tan triste. Draco toma su mano.

“vamos, solo somos nosotros dos ahora” pide para darle apoyo “Y yo no me iré a ningún lado”

Harry aprieta su mano, mira adelante y alza su varita orgullosa.

“¡EXPECTO PATRONUM!” grita.

Draco cierra los ojos. Inhala profundo para dejar que la magia de Harry le regrese todo lo que perdió. Se siente renovado y con vida una vez más. Al abrir los ojos, solo puede observar maravillado como un ciervo creado de la magia de Harry se pasea por el lugar, eliminando a los dementores con solo su brillo tan precioso. Este galopea orgulloso por todo el lugar, antes de detenerse para girarse en medio del agua. Este comienza a regresar hacía ellos para reverenciarse.

“Prongs” dice Harry mirando las enormes y majestuosas astas del cierno.

Su cornamenta distintiva.

“Tu padre” dice Draco entendiendo “Después de todo, sí lo viste” comenta con una sonrisa.

Harry ríe antes de mirar al cielo.

“No se han ido todos” dice Harry “Hay muchos allí en el cielo”

Draco mira al cielo. Hace una mueca. Esos dementores esperaban a por él.

“Al menos tenemos a tu patronus por si intentan algo” dice con humor.

Harry le sonríe. Draco se pierde en esa bella sonrisa por un instante, antes de recordar que tenían el tiempo contado.

“Lo que no entiendo” dice Draco mirando a Sirius, Harry y Hermione desmayados en el piso “Es ¿por qué el ministro está aquí? Debieron haber sido unas horas más las que hubiéramos tenido… él debió de estar en el castillo”

“Vino a hablar con Dumbledore” responde Harry con los brazos cruzados “El director dijo que lo había invitado para tranquilizarlo. Estaba muy preocupado por mí” Draco mira a Harry “Esas dos veces que Sirius logró ingresar al castillo. El director solo quería demostrar que estaba a salvo, pero creo que eligió un mal día”

“Demostrar que estabas a salvo el último día de los exámenes” dice Draco con el ceño fruncido.

Sí, no creía nada de eso, pero era absurdo pensar que Dumbledore invitó al ministro justo el día que atraparon a Sirius Black. Lo del heredero de Slytherin podía entenderlo… porque… bueno, el director parecía siempre saber todo lo que pasa dentro del castillo… pero fuera no.

Aunque con Dumbledore nunca se sabía.

“Mira, el director junto a Hagrid” dice Harry distrayéndolo.

Draco miró hacía allí. Se sintió enfermo al ver la clara tranquilidad del anciano con todo esto. Una mente tan fría y calculadora que ordenó a Hagrid que los levantara a todos sin mostrarse realmente afectado.

Si realmente hubiera querido ayudar, hubiera usado hasta un oblivio a Hagrid y hubiera escondido de Sirius.

“Ya casi es momento” dice Draco.

Harry asintió y los dos caminaron de regreso a la cabaña de Hagrid. Allí, estaba Hermione muy cansada y con la escoba de Harry.

“¡Chicos!” dice aliviada “Ya es hora”

Draco asiente. El thestral le golpea la espalda. Draco abre los ojos.

Sirius vio a gente morir. Podría usar a su chica para eso. Harry no tendría que sacrificar su escoba.

“Potter, sé que esto puede sonar algo extraño y loco, pero ¿alguna vez te has montado a un thestral?” pregunta.

Harry frunce el ceño. Niega con la cabeza y Hermione suspira.

“Draco, faltan 45 minutos ¿no crees que es mala idea cambiar los planes así?” pregunta molesta Hermione.

“Bien, llevemos la escoba y al thestral ¿bien?” dice Draco “Pero un thestral podría ser mejor. Potter no se quedaría sin su escoba”

“Bien, con que lleven la escoba me sentiré tranquila” dice Hermione.

Draco quiere decir algo, pero el verdugo aparece. Draco siente asco al saber que estaba haciendo.

“vamos” dice Harry decidido.

“Hermione, quédate aquí” dice Draco con seriedad “Por favor” pide.

Hermione no parece convencida, pero asiente con una mueca.

“Iré con Buckbeak si se demoran demasiado” amenaza la Gryffindor.

Draco se sube al Thestral y ayuda a Harry. Ambos cabalgan. Harry se aferra a su cintura cuando comienzan a volar. Draco trata de apresurar a la criatura, quien comprende y los lleva hasta donde estaba Sirius encerrado. Harry golpea la ventana y Sirius abre la boca.

“Harry, usa Alohomora” dice Draco.

“¿Por qué?” dice Harry refiriéndose al porque no lo hace Draco.

Draco sonríe y por primera vez muestra orgullo el bulto que llevaba y todos ignoraron. Harry abrió los ojos sin palabras al ver que era nada más y nada menos que Peter Pettigrew.

“¿Cómo?” dice Harry.

“Potter, la ventana” dice Draco volviendo a ocultar a la rata.

“Eres increíble, Draco” dice Harry para luego abrir la ventana y Sirius se asoma.

“¿Cómo?” pregunta Sirius casi sin voz.

“¿Creíste que te dejaríamos morir así nomás?” pregunta Draco “Aún nos queda una última conversación, señor Black”

“Sabía que secuestrarte fue mi mejor decisión” se regocija Sirius Black.

Draco mira rápidamente a Harry, este pareció no tomarle importancia a las palabras de Sirius, porque parece desbordar de la alegría.

“Vamos, monta. No hay mucho tiempo” dice Harry con felicidad “Los dementores está viniendo.  Seguramente ya fueron a buscarlos”

Sirius se apresura a montar el Thestral sin cuestionar demasiado. Draco acaricia el lomo del animal y comienzan a volar. El lugar para llegar sería un poco más allá de la cabaña de Hagrid, para poder encontrar a Hermione más rápido, pero nada le sale a Draco Malfoy.

Navegando por los cielos, la horda de dementores que había atormentado a Draco Malfoy vuelve a tener su última revancha. De poco a poco esas criaturas oscuras comienzan a volar alrededor del Thestral. Harry saca la varita furioso.

“¡EXPECTO PATRONUS!” grita Harry una vez más.

El bello ciervo azul plateado se manifiesta una vez más. Esta galopa directo a los dementores para crearles un camino, pero no funciona. El patronus se evapora en cuanto toca a uno de los dementores, quien ni se inmuta. Pronto comenzaron a intentar hacer más pequeño el espacio en el que estaban.

“James” dice Sirius con dolor.

“¿Por qué no funciona?” pregunta Harry asustado. Draco siente como Harry lo toma de la cintura y lo acerca mucho más para poder cubrir su cuerpo en caso de que empezaran a atacar los dementores de manera directa a ellos.

Draco aprieta a su thestral sintiendo como sus temores le llegan.

Él no debió venir. Si no hubiera venido, nada de esto estuviera pasando. Tal vez ahora Sirius Black podría estar huyendo lejos de allí… sin Pettigrew, pero seguiría vivo. Ahora, por su idiotez, morirían los tres.

O solo Draco. Tal vez le quede un poco de suerte.

“No son dementores normales” dice Sirius con el ceño fruncido “Dame tu varita, Harry. Veamos” ordena.

Harry le da su varita. Sirius grita a viva voz el hechizo y un perro plateado se manifiesta. El perro corre directo a los dementores, quienes ni se inmutan una vez más.

“No es posible” dice Sirius “Esto no puede ser posible”

Draco mira a la escoba de Harry. Sabe lo que tiene que hacer. No puede permitir que por su culpan todo se vaya a la mierda.

Cuanto mas segundos pasaban, más dementores comenzaban a rodearlos. Pronto, quedarían cubiertos por completo en una especie de domo formado de puros dementores. Draco debía hacer algo. Tenía que hacer algo. No iban a hundirse de esa forma. Ahogados por dementores.

“Potter” dice Draco decidido a tomar la responsabilidad por su error “Toma” extiende a Peter.

Harry frunce el ceño. Agarra en sus manos la rata congelada.

“¿Qué?” dice Sirius sin palabras “¿Lo atrapaste?” pregunta con una sonrisa de victoria.

“Merecen una familia” dice Draco con una sonrisa “Los dos merecen una familia. Ahora, lleven a Peter con Dora. Sirius, lleva a la rata con ella, por favor. Es la única manera en la que te crean. Si una auror está de tu lado”

“Bien, cuando salgamos de acá” gruñe Sirius.

“De eso me encargo yo, Potter, dame la escoba” pide extendiendo su mano.

“¿Qué?” dice Harry frunciendo el ceño. Le toma poco tiempo comprender “No, estás loco. No te lo daré, Draco”

“Potter, es la única manera” dice Draco “Yo distraeré a los dementores”

“¡Ellos quieren a Sirius!” dice Harry “Y no te dejaré solo con esto. No lo haré. Encontraremos otra manera”

Draco frunce el ceño. Ignora a Harry y toma la escoba. Harry reacciona y también la sostienen. Los dos forcejean, hasta que Draco de cansa.

“¡Déjame hacer esto por ti, Harry!” grita. Harry se queda quieto.

Era la primera vez que Draco lo llamaba por su nombre.

“No puedo” dice cuando se recupera “No quiero que salgas más lastimado por mi culpa. No tú, Draco. Me gus-” es interrumpido por Draco.

“Harry, no tienes la culpa. Yo quiero esto. Quiero ayudarte. Harry, mierda” se lleva una mano al cabello “Eres mi amigo, idiota. Eres importante para mí. Quiero hacer esto, si no me das esa jodida escoba, saltaré del thestral. Solo quiero darte una familia. Mereces una jodida familia. Quiero que ambos tengan una familia”

Draco cree que ha ganado esto. Harry se había quedado completamente maravillado de sus palabras. Esos ojos verdes parecían mirar a Draco como si fuera la cosa más bella que el mundo haya creado. Draco confiaba que Potter ahora estaría dispuesto a colaborar, pero se equivocó. Harry sale de esa ensoñación con mucha más fiereza a mantenerlo a salvo.

“No así. No quiero una familia a costa de tu vida, Draco Malfoy. No te daré la escoba” gruñe Harry.

“Eres tan noble, Harry. Lástima que no seamos iguales” dice Draco.

Harry frunce el ceño. Quiere preguntar, pero el puñetazo de Draco en su cara lo deja sin palabras. Draco aprovecha el momento y toma la escoba para saltar del Thestral y vuela sobre la escoba. Siente como Harry lo intenta tomar del pie, pero logra liberarse antes de que el agarre se afianzara. Siente como la mano que Peter se encargó de destrozar le reclama al sentir una leve corriente, pero eso no impide que sujete bien la escoba.

Escucha que lo llaman, pero aumenta la velocidad. Mira hacia atrás y nota como los dementores van tras él dejando a Sirius y Harry libres. Sirius parece tomar el control del animal, mientras Harry solo grita su nombre de forma desesperada.

“Lo siento” dice Draco “Eres un idiota, pudo haber sido por las buenas” Comienza a hacer piruetas para esquivar a algunos dementores que intentaban tocarlo y robarle algo de su magia.

Cuando estuvo con la lejanía correcta, se quedó quieto. Los dementores como un enjambre lo rodearon. Draco saca su varita una vez más.

“Si no me ayudas, voy a morir ¿lo sabes?” dice Draco con una mueca.

La varita parece comprender. La magia nuevamente se conecta con él.

Aprendiste tu lección ¿verdad?

Draco mira a los dementores. Estos comienzan a repetir su táctica. Su magia era drenada de apoco con cada dementor cayendo empicada hacía su cuerpo. Pronto a su alrededor se llenó de polvo de dementores.

“No” dice honesto “Lo volvería a hacer” piensa en Sirius brillando al ver a la rata “Porque es lo que me hace sentir humano. No soy un mortifago si hago sonreír a las personas así”

La varita no dice nada. Los dementores parecen coordinarse para volar todos juntos en tres columnas que comenzaron a llegar a su punto más alto para después bajar hacía él.

Está bien. Todo lo que haga bien a mi amo, estará bien. Yo te protegeré.

Draco extiende el brazo. No siente que dice algo, solo observa como de su varita nace un Thestral elegante e imponente. El bello animal de color plateado azulado se reverencia a él antes de extender sus alas. Este comienza a volar y elimina uno por una las tres columnas de Dementores hasta no quedar ninguno. El espectáculo era digno de ser fotografía. El polvo de dementor era barrida por los vientos de la noche comenzando a mezclarse con las estrellas y las constelaciones de la noche como una especie de nebulosa terrestre y mágica.

Draco siente que se va a morir de lo débil que estaba, pero mira a su varita y sonríe.

“Gracias” comenta con una sonrisa.

Agarra a la escoba de forma correcta y emprende el viaje de regreso. Aterriza en el lugar correcto gracias al thestral que esperaba por él. Draco hace un aterrizaje forzado por la poca magia que le quedaba. Se baja de la escoba fingiendo que estaba bien, solo para ser casi tacleado por Harry Potter en un posesivo abrazo.

“Draco” dice desesperado el niño que vivió mientras afianzaba el abrazo “¡No vuelvas a hacerme esto, Draco!” dice totalmente aliviado.

Draco mira a Sirius allí parado con los brazos cruzados y una sonrisa divertida. Hermione parece haber estado llorando, porque trata de secarse sus lágrimas mientras caminaba hacía ellos.

“Te dije que quería darte una familia” dice serio.

Harry se separa. Parece muy molesto por la forma en como lo miraba. Draco se sintió mal.

“Harry, por favor. No me mires así. También lo hice porque Sirius es mi tío. Un tío inocente que no merece morir. Solo quise hacer lo correcto por ambos”

Harry parece ablandarse por esas palabras.

“Eres simplemente increíble” suelta el niño que vivió.

Draco se siente incómodo por la forma en como Harry lo miraba ahora.

“Draco” dice Hermione ya con la cara limpia “tenía mucho miedo, no vuelvas hacer eso”

Draco se deja abrazar. Mira a Sirius y este sonríe.

“ve, Harry. Despídete de Sirius” dice con Hermione entre sus brazos.

Harry se acerca. Ambos comienzan a hablar un poco, antes de que Sirius se subiera al thestral. Draco con Hermione aún en sus brazos se acerca a acariciar al thestral.

“Cuídala, es preciosa” pide.

“Lo haré, sobrino” Sirius mira entre Harry y él antes de sonreír satisfecho “Y avísale a tu padrino que tendrá noticias mías pronto”

“¿De qué color quieres tu ataúd?” pregunta Draco en cambio.

Sirius con una carcajada satisfecha se va con la rata en sus brazos directo a la futura libertad.

Los tres adolescentes se quedan allí. Hermione mira su reloj y chilla cuando nota que le quedaban diez minutos. Comienza apresurarlos. Los tres corren. Cuando llegan al lugar de donde salieron, Draco es detenido por Harry.

“Jamás olvidaré esto, Draco” dice Harry mirándolo en los ojos “Fuiste tan valiente, tan fuerte… Dios, simplemente eres… eres perfecto”

Draco se sonroja por esas palabras.

“Eso es lo que hacen los amigos, Harry” dice eso no solo para el chico con cicatriz, sino para sí mismo.

Lo único que serían.

Draco por mirar a otro lugar avergonzado no nota como los ojos de Harry Potter que brillaban como un tonto enamorado se entristecían al recordar eso. De estar mirando con devoción a alguien, el golpe de realidad y aceptación le quitan ese brillo.

Harry sonríe con impotencia y aceptación. Mientras Draco esté con Nott, él debía de respetar eso. Era lo correcto y Harry sabe que a él no le gustaría que irrespetaran su relación. Las conversaciones con Ron y Hermione le hicieron entender eso, pero era algo que solo Harry Potter sabía.

Draco jamás sabría que con su intento de sacrificio para proteger tanto a Sirius como Harry había provocado en el corazón de Harry Potter que la semilla de amor que ya había sido plantada desde la última visita a Hogsmeade acaba de florecer y jamás se marchitaría. De ahora hasta el final, tendría tontamente enamorado a Harry James Potter.

De ser el niño que vivió para odiar a Draco Malfoy a convertirse en el niño que vivió para amar a Draco Malfoy, pero eso era otra historia aparte.

Forward
Sign in to leave a review.