Draco Malfoy y El Diario de R.A.B

Harry Potter - J. K. Rowling
F/F
F/M
M/M
Multi
G
Draco Malfoy y El Diario de R.A.B
Summary
El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor.Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo.Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad.Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.
Note
Este libro va dedicado a mi querida Beta: Majo y a mi querida Gala, quienes me acompañaron en la escritora de este libro capitulo por capitulo :3
All Chapters Forward

El reemplazo

Capítulo 14: El reemplazo.

 

El año estaba por culminar. El grupo estaba fragmentado. Ron y Potter por su lado, aunque el niño parecía mirar siempre a la distancia a un mago rubio que siempre iba a acompañado de su novio y Ron parecía cansarse cada vez más.

Las tareas estaban hechas. Todo preparado para darle inicio a un nuevo año de estudios. Luna había recibido de regalo de navidad un telescopio y solía hablar de las estrellas como pequeñas criaturas de fuego, provocando que Hermione se frustrara, pero Millie la pararía como la buena guardiana que era con la pequeña rubia.

Justin le regaló a Draco algunos pines muggles que decían “Líder #1” “100% gay” y una carita feliz. Draco las adoró y ahora las usaba religiosamente como el anillo de su madre que nunca reclamó de regreso. Theo le regaló unas botas de dragón nuevas con un bordado de la constelación de Draco en la parte donde debería ir su tobillo, cosa que ganó varios besos por parte de Draco. Hermione le regaló un bolso con hechizos de expansión que la niña aprendió por su cuenta. Millie le dio un set de maquillaje que quedaba excelente con su piel. Pansy le regaló una túnica preciosa. Luna le confeccionó un collar de piedras preciosas que podían recargarse con magia para protecciones generales y mantenerte calentito. Draco se lo puso y mostró el collar que Theo le había regalado tiempo atrás.

Por su parte, Draco no dudó en comprar cosas para dar. Incluido a Potter y Ron.

A Luna mandó a confeccionar una diadema con el escudo de su casa y protecciones para neutralizar hechizos para mantener alejados a los “nargles”. Theo cumplió y entre ambos le compraron una saeta de fuego a Millie, quien lloró tanto y prometió convertirse en una jugadora profesional cuando sea adulta y siempre los mencionaría en sus entrevistas. Draco estaba seguro que así sería, su Millie brillaría cuando acabara la guerra. A Hermione le dio un separador con la peculiaridad de ser como un candado para evitar que otros aparte de la usuaria pudieran abrir el libro. Una magia rara y algo cara, pero Draco gastaría todo por sus amigos. A Theo le regaló un perfume que le recordaba al Quidditch y a tarta de melaza, secretamente era consciente de que ese era el aroma de su Amortentia. A Justin le regaló un set adecuado para un estudiante de gastronomía mágica, provocando que el niño abrazara a Draco. En la sala común de Gryffindor, se acercó a darle a Ginevra y Neville sus regalos. A Ginevra un bonito vestido de material fino y caro, provocando que la niña lo abrazara contenta. A Neville, una guía básica de pociones para que al fin el niño dejara de explotar cosas… bueno, cree que el que explota cosas es otro gryffindor, pero su pequeño león también hace desastres. Cuando se acerca a Ron y Potter, ambos lo miran curiosos. Draco les extiende dos paquetes torpemente envueltos. Potter mira su paquete como si fuera la cosa más bella del mundo mientras Ron destroza la envoltura y se sonroja al ver que era un equipo de protección para Quidditch. Potter, en cambio, recibe varios ungüentos que Draco se encargó de hacer por su cuenta. Severus no dijo nada al respecto y le dejó arrasar con todo su lote de dictamos creyendo que estaba haciéndolos para él, ya que, algunos cortes en la parte de los brazos habían dejado cicatrices que aún no eran borrados.

 “Amigo, esto es increíble” dice Ron con emoción y agradecimiento.

“¿Qué son esto?” pregunta Potter abriendo uno y oliéndolo.

“Díctamo. Nada nos asegura que en tu siguiente partido de Quidditch salgas completo, así que úsalo. Es muy bueno para sanar heridas”

“Lo usaré”

“Draco, espera. Te traeré tu regalo” dice Ron.

“Yo también” añade Potter parándose de un salto.

Draco se queda parado ahí. Ron regresa con un regalo envuelto con papel algo viejo, mientras Potter apenas puede cargar los múltiples regalos que tiene, provocando que Draco se sonroje.

“Potter...” dice Draco.

“Los compré en el pequeño tiempo que viví en callejón Diagon. Te compré más cuando Hermione dijo que vinieron por mi gracias a tu carta. No pude agradecerte antes, pero ahora puedo. Tómalos. Son todos tuyos”

Draco apenas puede con todos. Potter insiste en ayudarle, pero Draco huye lejos de allí gritándole que aceptaría si trataran bien a su leona.

Esa es la última vez que les habla a ambos en un largo tiempo. Ambos no querían estar cerca de Hermione y Draco jamás se alejaría de Hermione cuando la ve tan apagada por culpa de dos idiotas.

La niña realmente parecía apunto de saltar de la torre de astronomía por el estrés en el que vivía con los estudios.

Los entrenamientos paran esa primera semana de clases. No servía de nada sin el niño que vivió dentro. Draco no le daría clases especiales.

Millie parecía demasiado aliviada de la cancelación de esos entrenamientos, porque con su nueva saeta practicaba en sus horas libres para su partido de esa semana. Ganaron y Draco terminó festejando subido a los hombros de Theo como si él hubiera sido el que atrapó la Snitch, solo para alegrar a Millie, quien río de forma honesta y libre luego de todas esas semanas desde que Draco regresó a ellos. Durante todo el partido y la fiesta, ignoró la presencia de su padre en los palcos animando a Blaise a su manera o el hecho que su madre no apareció en ningún momento.

Las cartas de tía Andy y su madre llegan con normalidad. Dora también le envía una carta asegurándole que llevó a Sirius como su versión animaga a su casa para que su madre lo cuidara. Le pregunta sobre la rata y Draco no tiene corazón para decir que estaban jodidos por carta.

A la par que Draco recibía cartas de amor y anécdotas de ambas mujeres, Theo recibía cartas que tenían el emblema de su casa, las cuales no dudaba de quemar. Luna parecía ser la única que sabía respecto a eso, porque terminaba abrazando a Theo mientras le susurraba cosas que Draco no lograba escuchar y cuando intentaba preguntar, era su misma prima quien terminaba manejando la conversación a temas demasiado extraños que solo Greg y Vincent estaban dispuestos a escuchar y creer.

En la privacidad de su cama, el diario de Regulus esperaba. Draco comenzó a leerlo con mayor respeto. Desde la primera hoja hasta la última. No era una fuente de información, era una vida tormentosa que merecía ser recordado. 

25 de junio de 1969- 8 años.

Querido diario, no sé porque te estoy escribiendo. Si Sirius supiera, se reiría de mí como el tonto que es, pero eres un regalo de mamá y ella casi nunca me da regalos.

Soy Regulus A. Black, un placer. Tu nuevo dueño. Tengo ocho años y soy un Black. Mamá dice que es importante recalcar eso. Somos una familia muy importante y sangre pura. No entiendo muy bien qué importancia tiene la sangre. Sirius dice que es popo de hipogrifo, pero mamá siempre dice que Sirius solo es un tonto.

Quiero hacer feliz a mamá. Papá no está mucho en casa y ella a veces llora. Lo detesto. Sirius es un tonto también por ser malcriado con mamá.

Merlín, esto se siente bien. Es tan relajante decir lo que pienso. Agradeceré a mamá mejorando mis calificaciones. No más abrazos, ella lo dejó en claro.

1 de julio de 1969- 8 años.

Sirius hizo enojar a madre. Ahora por su culpa ella ahora me exigió que la llame madre. Algo sobre ser más severa conmigo para evitar ser como Sirius. Lo sé, pobre de ella por tener que soportar a Sirius.

Kreacher me preparó galletas. Fue un gran día. También, padre regresó de muchos de sus viajes y me regaló una escoba nueva. Seré el mejor buscador de Hogwarts y ganaré todas las copas. Sirius también juega al Quidditch ¡Seremos los hermanos Black imparables! Traeremos gloria a nuestra casa.

31 de julio del 1969- 8 años

Tuve una pesadilla. No me acuerdo de que se trataba, pero Sirius estaba ahí. Todos celebrando, menos yo. Había una cuna y el llanto de un bebé mientras una pelirroja tarareaba meciendo la cuna. No conocía a nadie de allí, pero parecía que deseaba estar ahí. Fue extraño, porque nadie me vio. Los sueños son tan raros.

Y Sirius parecía estar feliz, así que supongo que es una más de sus travesuras. Madre sufre cuando Sirius es feliz. Por eso no seré tan feliz, así madre estará bien.

3 de noviembre de 1969- 8 años.

Hoy es cumpleaños de Sirius. Toda la familia está reunida y algunos niños de su edad. Avery y Mulciber son niños muy groseros, pero madre dice que son buenos aliados. Sirius como el heredero deben entablar amistades con ellos o estará solo en Hogwarts en las mazmorras de Slytherin. No quiero que esté solo.

Extraño a Cissy, está en su segundo año en Hogwarts junto a sus hermanas y no pudo asistir a la fiesta. Tuve que estar callado toda la cena como Sirius. Madre ni padre están contentos, espero mejorar mis habilidades. Ser un mejor hijo para madre.

1 de enero de 1970- 8 años.

Perdón por no escribir demasiadas estas últimas semanas. Padre y madre no nos dejaron descansar con los bailes y las preparaciones de yule y año nuevo. Cissy me enseñó nuevos trucos con su varita y Bellatrix cada vez tiene el cabello más largo. Da miedo, no me gusta cómo se está volviendo. Andromeda es la única que parece querer hablar con Sirius, espero que le ayude a dejar de ser un niño malcriado.

Estoy cansado de las canciones por las festividades. Sinceramente, no es gratificante escuchar a la tía Druella ni mucho menos de Bellatrix. Ambas cantan muy mal.

Madre me regaló un nuevo libro de las líneas sangre puras. Ella dijo que comenzara a ver esposa. No encuentro ningún nombre que me llame la atención. Sirius nuevamente dijo que es popo de hipogrifo y lanzó mi regalo a la chimenea y me regaló un peluche extraño que le regaló el tío Alphard. No es justo. Él es premiado por su desobediencia mientras yo me quedo sin el regalo de madre.

2 de enero de 1970- 8 años.

Le jugamos una broma a mi hermano. Bellatrix dijo algo sobre controlar futuros traidores de sangre en la familia y mi madre dijo que la obedeciera en todo. Fuimos a su cuarto y destrozamos su diario. Me sentí mal porque jamás perdonaría a la persona que te arruinara, eres mi único amigo. Intenté borrar las frases más oscuras que dicen “Traidor de sangre” pero es inútil. Sirius no se molestó conmigo, pero me siento mal. Fui un mal hermano. Madre estuvo orgullosa… pero no fue justo para Siri.

Iré a su cuarto a disculparme.

1 de febrero de 1970- 8 años.

Madre envió a Sirius a una casa en Francia para herederos problemáticos. Algo sobre adiestrarlo. Estaré solo el resto del año y tal vez los siguientes hasta que Sirius aprenda a ser un buen hijo.

Seré un buen hijo, no quiero irme de casa. No sería justo y tendría mucho miedo. Le devolví el peluche que me dio por navidad y me prometió escribir.

Cuando vuelva, será un mejor heredero.

25 de junio de 1971- 10 años.

Sirius regresó para mi cumpleaños. Han pasado dos años y él nunca había dejado de enviar cartas. Ha crecido bastante y no fue capaz de decirme que vendría par mi cumpleaños. Es un idiota.

Descubrimientos más personales, odio tocar el violín. Soy más de los clásicos y elegantes pianos. Espero que madre pueda entender eso antes de que mis dedos dejen de ser suaves. No quiero que sean toscos como los de Sirius.

Andrómeda está extraña. Está en su sexto año de Hogwarts, pero parece que estaría por acabar por lo triste que se ve. Espero que no esté enferma y me contagie en mi cumpleaños. Detestaría enfermarme cuando queda tan poco para ir a despedir a Sirius en la estación del tren. Escuché por madre que estará comprometida con Lucius Malfoy, espero que sea tratada como una princesa o como le digan. No es que me importe para ser honestos.

Estoy cansado. No hay nada emocionantes estos días. Lamento llenarte la semana pasada de información sobre distintos tipos de madera. En fin, es medio día de mi cumpleaños, espero que mejore”

1 de setiembre de 1971- 10 años.

Acabamos de llegar a casa. Sirius me prometió enviarme muchas cartas, estoy feliz de saber cómo será estar en Hogwarts el próximo año. Mi objetivo principal será en convertirme en el buscador de Slytherin, el primero de mi clase y un futuro prefecto, ya que, conociendo al idiota de mi hermano, debo disminuir la decepción de madre.

Leeré sobre la historia de Hogwarts esta semana, espero que la carta de Sirius llegue pronto.

1 de octubre de 1971- 10 años.

Ha pasado un mes y no ha llegado ninguna carta. Comienzo a molestarme. Le envié una, pero dejé que madre lo enviara porque no tuve tiempo por las clases. Si no me contesta esa carta, sabré que no quiere hablar conmigo. Bueno, no estoy sorprendido.

Es un Gryffindor. Mi hermano es un sucio gryffindor.

Madre me explicó sobre la importancia de las casas. Entre la escoria bajo nuestros zapatos están esas personas que pertenecen a esa insulsa casa. Pobre Sirius, debe estar tan avergonzado.

1 de diciembre de 1971- 10 años.

Sirius no regresará a casa. Madre dijo que él no va a regresar porque no quiere. Me duele el corazón, es demasiado extraño, pero realmente me duele el pecho. No es justo, él prometió volver siempre que podía para verme. Él no me iba a olvidar.

Ni una carta.

Duele.

Jodete Sirius.

14 de febrero de 1972- 10 años.

Hoy soñé con un joven extraño. Fue demasiado raro. Me dio pavor porque nunca antes lo he visto, pero sentía que quería conocerlo un poco más.

No importa. Debo concentrarme en estudiar. Pronto inicia Hogwarts y debo ir a enorgullecer a mamá.

Sirius sigue sin enviarme cartas, ¿y si lo hice enojar?

1 de mayo del 1972- 10 años.

No es justo. Sigue sin enviarme cartas. Diario, comienzo a creer que madre tenía razón y Sirius nos odia. Realmente es un traidor de sangre.

Al fin comprendo mejor la importancia de la pureza. Está bien, es parte de nuestra cultura y nuestra familia ama nuestra cultura mágica. Así que, nada de sangre sucias y mestizos en mi vida. Que mueran si es posibles, contaminadores de nuestra sangre y exterminadores de nuestra cultura. Por su culpa, en Hogwarts celebran más esa festividad horrenda llamada navidad y no nuestro sagrado Yule.

1 de junio de 1972- 10 años.

En dos semanas Sirius regresa. Lo mataré. Realmente estoy enojado.

25 junio de 1972- 11 años.

Me llego mi carta de Hogwarts. Estaré yendo este setiembre y todos hicieron una reunión para celebrar mi magia. Sirius no ha salido de su cuarto desde que llegó a casa y solo lo escucho cuando le grita a madre.

Es lamentable cómo se comporta.

Y duele, porque acaba de salir y solo habla con Andrómeda. Ella tampoco está muy conectada con la familia y este será su último año. Además, parece que se negó a desposar a Lucius Black. Merlín. ¿eso también me pasará? ¿ir a Hogwarts me convertirá en un mal hijo?

No, claramente no. Cissy sigue siendo la gema de la familia y Bellatrix es todo lo que mi madre aspira a que seamos nosotros.

Sí, me juntaré con ellos y trataré de salvar a mi hermano de esas estúpidas creencias. Volverá al camino correcto. Cuidaré a mi familia. Un Black nunca abandona a su familia.

Esas fueron las hojas que Draco releyó una y otra vez con tristeza. Imaginarse a un pequeño Regulus confundido y confiando en las mentiras de una bruja que lo crio, sin saber que lo estaba llevando a ese nefasto final.

La muerte.

El cómo Regulus al inicio no entendía la importancia de la sangre, para al final aceptarlo como su dogma. Era tan terrible, porque eso le estaba pasando en esos momentos a muchos niños sangre pura.

Así, se sentó a hablarlo con sus amigos. Hermione, quien se veía tan destrozada por todos sus estudios, se dio el tiempo de hablar con él, sobre la posibilidad de crear un movimiento.

Draco no evitó pensar en el P.E.D.D.O. Derechos para los elfos.

“Solo digo, podríamos crear un movimiento para concientizar la mala educación que los padres imponen a sus hijos. Créeme, muchas personas toman valor si ven que no están solas”

Draco se quedó pensando sobre ellos. Un movimiento. Lástima que su año estaba jodidamente ocupado con lo de Sirius como para tomarse el tiempo de crearlo.  Tal vez más adelante.

Así, con la lectura extensa del diario, llegó el juego de Gryffindor. Draco y todas sus serpientes eligieron ese día para permanecer en la mesa de Slytherin. Draco quería gritar de ansiedad, porque realmente esperaba que Potter perdiera. Quería ver a su Millie contenta. Brillante y bonita sosteniendo la copa.

Vincent y Greg no lo habían abandonado en todas esas semanas. No molestaron ni ofendieron a sus leones, solo lo seguían como un extraño cuerpo de seguridad. Incluso ahora que estaban en la mesa de Slytherin, ellos habían preferido permanecer callados y jugando entre ellos o con Luna, quien muchas veces terminaba hablando de sus criaturas. Draco sospechaba que ellos secretamente la ayudaban a buscar a los nargles para que dejaran de esconderle sus cosas sin saber que esos nargles eran Ravenclaw que la molestaban. Si supieran, hubiera corrido sangre.

“Espero que pierdan. Realmente merecemos ganar” dice Millie ansiosa.

Draco suspira. La abraza y dirige su mirada a la mesa de Gryffindor. Ahí estaba Potter mirándolo y más allá estaba Ginny mirando al niño que vivió.

Draco Celestino debía regresar. En ese partido Cho Chang aparecería en la vida de Harry Potter y Draco detestaba a esa bruja. No podía permitir que su gallo de pelea pelirrojo quedara opacado. Bueno, gallina. No, sonaba terrible.

“Volveré, solo voy a la mesa gryffindor a hablar con Ginny” anuncia Draco a sus grandulones.

Ambos parecen querer levantarse, pero Luna interviene.

“Chicos, me da mucha curiosidad aprender sobre el snap explosivo” comenta risueña.

Vincent y Greg se miran entre ambos antes de asentir y comenzar a explicar de forma lenta y torpe a su prima.

Draco camina rápido. Llega a la mesa de Gryffindor y Ron lo saluda.

“¿Vienes a desearle suerte a Harry?” pregunta el pelirrojo algo sugestivo, codeando a un avergonzado Potter. 

Draco frunce el ceño. Por supuesto que no haría eso.

“Ginny, quiero hablar contigo querida” dice en cambio.

Ginny deja de ver al niño que vivió para mirarlo con duda. Draco extiende la mano con una sonrisa. Ella parece brillar y se levanta para correr a él como un patito pelirrojo.

“Gracias a dios eres gay” dice Ron.

“Creo que Ginny es muy hermosa, podría ser bisexual” bromea Draco solo para molestar a Ron.

Este hace una mueca y mira a su amigo con cicatriz con terror, pero aparece Hermione con un libro y el cabello desordenado. Sus ojeras lastimaron el corazón de Draco. Esa chica necesitaba abandonar al menos un curso.

“Pensé que estabas saliendo con Theo” comenta la leona antes de bostezar.

Draco suspira.

“Déjame ser feliz molestando a Ron, Mione” dice con una sonrisa.

“Ignórala, ella siempre arruina todo” dice Ron molesto mirando mal a su leona.

Draco frunce el ceño. Mira a Potter, quien parecía que había chupado un limón agrío.

“Potter” llama, antes de sentir la mano de Ginny sostener la suya “Hazme un gran favor y golpea a Ron por mí por ser un idiota con mi leona”

Draco se regocija cuando Potter le golpea el hombro de Ron.

“¿Está bien así, Draco?” pregunta como un cachorro.

“Buen chico” le guiña el ojo y se gira para desordenar los cabellos de Neville antes de llevarse a su pelirroja.

“¿Estás loco?” dice Ginny totalmente sonrojada.

“No, estoy desesperado” responde Draco cansado “Escúchame Ginevra Weasley. No hay nada más romántico que estar allí en medio de unas gradas apoyando al chico que te gusta. Irás, te pondrás bonita y mostrarás un estúpido cartel. Cuando él atrape esa estúpido Snitch, no saltarás, estarás en el medio mirándolo como si fuera el mejor. Auméntale el ego. Solo demuestra que te gusta por una maldita vez”

Ginny baja la cabeza. Se muerde el labio y vuelve a verlo con decisión en sus ojos.

“Lo haré” responde con emoción “Harry se fijará en mí. Tienes razón”

Draco sonríe.

“¿Estarás a mi lado?” pregunta Ginny esperanzada de tener compañía.

Draco rueda los ojos.

“Ginny, no confío en ti, claramente estaré a tu lado”

Ginny parece aliviada. Ambos regresan y ella lo abraza feliz antes de alejarse contenta. Draco cree imaginarse a Potter mirando mal a la pelirroja.

Merlín lo ampare si eso era verdad.

“Así que eso era tú plan” dice Millie harta “Potter y Ginny serán novios en el futuro y por eso los quieres unir ahora” repite las palabras de Draco sin creérselo “¿Tan siquiera te has fijado en como estuvo actuando Harry estos días?”

“Millie” gruñe Theo mirando a su amiga “Si Draco no lo notó, déjalo así ¿quieres?”

Draco decide ignorar las palabras de Millie para alegrar a Theo, porque se había amargado demasiado y él quería ver a su novio contento.

“Es perfecto. Potter hará caso a todo lo que Ginny diga si se enamora. Será fácil tenerlo vigilado” dice Draco acercándose para posar sus manos en el pecho de Theo esperando a ser correspondido. Comenzó a pestañar de forma coqueta y graciosa.

Theo rueda los ojos mientras suprimía una sonrisa. Con una mano sujeta la cintura de Draco y con la otra ponía su bufanda de Slytherin sobre la de Gryffindor que Ginny se encargó de darle para que el chico rubio no tuviera escapatoria.

“¿sabes que tus planes siempre fracasan?” pregunta Pansy con los brazos cruzados.

“¿Tú no tienes a un Blaise a quien hostigar con tus hormonas de enamorada?” pregunta Draco con el ceño fruncido.

Pansy parece ofenderse por eso y luego hace una mueca.

“Eso fue grosero, Draco” dice Luna “El amor no debe ser usado para ofender”

“Eso, bien dicho Luna” dice Millie con cariño.

Luna ríe cuando Theo se encarga de ponerle de forma correcta su gorro de Gryffindor. Draco se queda embobado al ver como Theo acomoda el cabello de Luna con delicadeza y amor.

“Deja de babear por tu novio y vete ya a las gradas a fracasar como siempre” dice Pansy.

Justin llega con palomitas de maíz recién hechas.

“¿Quieres unas?” pregunta con preocupación “Luego tendrás hambres, te desmayarás y volveremos a la enfermería” dice, antes de ser rodeado por Greg y Vincent, quienes extendieron sus manos para que el tejón con miedo pusiera palomitas de maíz en sus manos como si fueran niños pequeños.

Draco sintió el corazón calentarle. Justin a pesar del temor lo estaba intentando.

“Vaya, estas palomitas están deliciosas” dicen Greg y Vincent a la vez.

“Las hice a la manera muggle. Tienen mantequilla” explica Justin nervioso.

Draco mira a ambos herederos de dos de las familias más puristas después de la suya. Ambos niños fruncen el ceño mirando las palomitas.

“No sabe sucio” dice Greg confundido.

“¿La comida muggle no está hecha de barro?” pregunta Vincent.

Pansy ríe mientras se acerca a comer de las palomitas de maíz.

“Tenemos mucho que hacer” dice Millie con una mueca

“no son idiotas, solo son producto de la mala educación” secunda Theo, provocando que tanto Draco como Millie le miraran sin poder creer “Vamos, hasta yo sé que la comida muggle no está hecha de barro” dice sonrojado.

Draco sonríe antes de acercarse a besarle con amor. Ignora el hecho que hubiera preferido darle un abrazo, estaba contento.

“Tienes razón” dice Draco “Pero al menos no parece que quieren rechazar la información del mundo muggle”

Los tres miran como Justin explica los distintos platillos ingleses que provienen del mundo no mágico. Cuando menciona los postres, ambas serpientes comienzan a exigir esas comidas.

“Okey, podría hacer algo para mañana que es domingo” dice Justin.

“Sí, Hufflepuff. Hazlo” dicen ambos chicos emocionados.

Draco ríe, se acerca a llevarse un puñado y corre a las gradas. Saluda a su leona favorita, a quien jala para estar con Ginny. Luna aparece minutos después con una bolsa de palomitas.

“Que interesante sombrero” dice Ginny “¿Pero eso no me va a opacar?”

Draco mira a Luna. Tenía un punto, pero su niña se veía hermosa con ese sombrero.

“No, estarás bien” responde.

“¿Qué planeas?” pregunta Hermione curiosa.

Draco la abraza por los hombros.

“Fortalecer el amor”

Hermione frunce el ceño, pero no le dice nada. Los jugadores entran a la cancha. Ron grita el nombre de Harry y apunta a la bella escoba que maneja. Draco sonríe al ver como Potter parece mirar hacia ellos. Draco suelta a Mione para abrazar a Ginny con orgullo. Potter no le había dedicado ni un segundo a la buscadora de Ravenclaw. Solo él… Ginny, solo Ginny.

“Te está mirando” asegura, porque era verdad.

Potter estaba acercándose a ellos, pero es detenido y parece frustrado por eso. 

Ginny parece emocionarse. Se arregla el cabello con nerviosismo.

“Sí, Draco. Tienes razón” chilla emocionada.

Draco la suelta se cruza de brazos. Neville se sienta a su costado y le pasa un banderín.

“Ron dijo que te diera esto. Que a Harry le gustaría verte con eso”

Draco acepta y se gira para darle a Ginny el banderín, quien acepta encantada al ver el número de Potter en ella. Neville parece no creerse lo que ve y se aleja para regresar a su grupo de Gryffindor’s torpes.

“¡Vamos Saeta de Fuego!” alguien grita entre las gradas, provocando que muchos se rían. Draco también lo hace.

El partido comienza. Draco alienta. Se deja llevar por el ánimo de los gryffindor y sigue las olas y festejos con cada anotación de las cazadoras, los golpes protectores de los gemelos pelirrojos y Oliver Wood defendiendo con valentía para evitar que anoten. Potter vio dos veces la Snitch, antes de que Draco sintiera que se le corta la respiración.

Dementores.

Pero no había pensado en ellos. No había desolación.

Potter realiza un patronus sin detenerse. Draco se le acelera el corazón al sentir la magia de Potter llegarle a la cara a pesar de estar tan lejos.

“¿Viste? ¿Cómo no me puede gustar? Fue estupendo” dice Ginny contenta.

“Sí, lo fue” dice Draco con pánico.

No, no podía caer más en lo profundo. Theo, tenía a Theo por la santa mierda.

Debía alejarse de Potter. Debía hacerlo en ese instante o jamás lo superaría. Él no podía hacerle eso a Theo. Era verdad que ambos lo estaban intentando, pero Draco no podía simplemente terminarle por Potter. Sería un fracaso más que no estaba dispuesto a aceptar.

“¡Se está acercando aquí! ¡Draco! Tú plan funcionó, se está acercando a hablarme” chilla Ginny.

Draco mira a Potter… él lo estaba mirando mientras volaba lentamente hasta ellos. Por reflejo propio se levanta.

“Draco” dice Hermione preocupada “¿Estás bien?”

Draco no responde. Se gira y corre. Huye lejos hasta donde sus piernas dieron. El lago negro. Ahí se sentó el resto de la tarde mientras trataba de buscar la manera de dejar de pensar en esos ojos verdes.

Le gustaba Theo, solo debía ver la manera de potenciar esos sentimientos. Sabía cuál era el primer paso… alejarse de Potter.

Draco llegó a las mazmorras por la noche.

“¿Eres idiota? ¿Dónde estuviste?” pregunta Millie molesta.

“Déjalo, pareces asustado” dice Pansy con una mueca.

“No pueden ser los dementores, porque eran falsos” gruñe Millie “Parkinson, ¿realmente no sabías que el idiota de tu novio iba a hacer eso?”

“¿Cómo te atreves? En primera, Blaise no es mi novio” niega sonrojada, pero es interrumpida.

“Aunque quisieras” responde Theo con sarcasmo “Y Millie, ella no está mintiendo. Se le arruga la nariz cuando miente”

Draco se queda quieto al escuchar eso.

¿Blaise fue uno de los disfrazados?

“¿Cómo saben que fue él?” pregunta Draco sin poder creer lo que le decía.

“El profesor Lupin los expuso a todos y bajaron muchos puntos a la casa por eso. Tu padrino está completamente enojado” responde Theo.

Ambas chicas se miran y suspiran para mirar a Draco.

“¿Qué pasa con eso?”

“Yo fui quien se había disfrazado de Dementor en la otra línea temporal… el anciano había dicho que…”

Alguien tomaría su lugar. Ahora que Pansy estaba de su lado… no.

Draco ignoró la pregunta que le dijeron. Camina rápido hacía su cuarto, abre la puerta y mira a Greg y Vincent con sus pijamas.

“Draco” saludan contentos.

“Chicos, ¿Dónde está Blaise?” pregunta intranquilo.

“En el baño” responde Vincent confundido.

“Por favor, quiero hablar a solas con él” pide.

Ambos chicos se miran y asienten.

“Yo les llamo ¿okey?”

Cuando Draco se queda en el cuarto solo, cierra la puerta y la bloquea con magia. Libra maúlla, pero Draco la lleva a su cama, la tapa con sus cortinas y aplica hechizos silenciadores. Camina a la cama de Blaise y se sienta ahí.

Blaise sale con una toalla en la cabeza y con el pijama puesto. Draco se tomó el tiempo para observar a Blaise. Había crecido. Sin duda comenzaba a tomar forma como un futuro chico que disfrutaba pasar sus noches en diferentes camas. Joder, literalmente fue Blaise quien fue el primero en traer a las conversaciones entre hombres cosas relacionadas con los besos, chicas bonitas y el sexo, antes de que Draco saliera del closet con sus amigos y comenzara a molestarlo con chicos guapos que podría presentarle hasta que simplemente se rindió al ver que su amigo simplemente había nacido para estar enamorado de Harry Potter. Cosa ridícula para los ojos del libertino Blaise Zabini, pero cuando el corazón quiere, nadie puede escapar.

Bueno, Draco no había intentado escapar hasta ahora.

“Draco” dice Blaise sin realmente mostrar cariño a su amigo.

“Blaise” dice Draco “¿Por qué?” pregunta.

“¿Por qué, qué?” pregunta Blaise de regreso.

“¿Por qué hacer esa estupidez? ¿qué querías lograr?” pregunta Draco.

El motivo de Draco en su antigua vida para disfrazarse se debía a su deseo de ser el centro de la atención de Potter, pero ¿qué quería Blaise?

“¿Por qué no? Mi equipo lo pidió” responde Blaise “Y ellos ahora son todo lo que me queda. ¿Tanto me odias, Draco?” pregunta Blaise.

Draco se levantó de la cama de Blaise.

“No te odio, ¿por qué dices eso? ¿por qué crees que te odio?” pregunta Draco con el corazón doliendo.

“Pansy. Está bien, no digo que no puedas arreglar tu estupidez con ella, pero usarla para intentar arreglar esto conmigo en vez de venir como un hombre a hablar cara a cara”

“Yo no le pedí nada. Ella lo quiso porque nos ama y quiere que estemos bien” responde Draco “Y ahora vine a hablar contigo, porque lo que hiciste… me preocupas, Blaise”

“No, lo haces porque estoy afectando a tu querido Potter. Solo me da lástima Theo, cuando se dé cuenta que su novio estuvo babeando por Potter en toda su relación estará devastado” dice Blaise “Tú no estás aquí por mí. Si quisieras estar aquí por mí, lo hubiera hecho hace bastante tiempo atrás. Solo una prueba más de que no te importo como Millie, Theo, Lovegood y Granger”

“No, estoy aquí por ti. Solo por ti y porque tengo miedo en las cosas que harás en ese estado. El Blaise que yo conozco jamás hubiera hecho el ridículo así. Tú eres mucho mejor que esto. Eres el que mayor clase tiene de todos nosotros”

Blaise se acerca y agarra la cara de Draco para que se miren a los ojos.

“Dime que importo igual que Millie, Theo, Lovegood y Granger” dice frío “Dímelo y creeré que realmente estás aquí por mí”

“Sí me importas” miente.

Blaise deja de tocarlo. En su expresión parecía que ahora tocar lo quemaba para Blaise Zabini.

“Púdrete, Draco Malfoy” dice Blaise.

“Blaise, por favor” suplica Draco “Somos amigos, realmente somos amigos. No me hagas esto”

Draco sintió que perdía la estabilidad en las piernas. Intentó levantarse, pero la magia en sus piernas impedía que se moviera. Blaise abre la puerta y sale. Draco quiere gritar, pero la lengua no funciona. A su imagen le viene la imagen del diario. Draco se levanta y lo busca.

Deja en paz a Blaise Zabini.

Era una nueva orden. Draco va a buscar el cuaderno. Al abrirlo allí estaba escrita la orden en dorado. Cuando intenta romper el papel, una corriente le recorre todo el cuerpo. Mira la varita, la sostiene y un susurro le deja en claro que era inútil.

Obedece. Blaise Zabini será tu escudo. Alguien debe ser tu reemplazo. No quieras empeorar esta situación.

Draco se queda quieto. Escudo.

¿Escudo de qué?

Las palabras de Luna le llegan a la cabeza. El equilibrio. Nacer y morir. Draco ahora era bueno, el mundo necesitaba reponer la persona mala en la historia.

El mortifago que dejarían entrar a los mortifagos a Hogwarts.

Blaise.

“Sí” dice sin saber que más decir.

Él no quería la marca. Tampoco quería que sea Theo. Tal vez Greg y Vincent, pero ellos eran demasiado idiotas… la única opción que no dolería tanto era Blaise.

Se limpia las lágrimas y se dirige a su cama para agarrar el diario y comenzar a leer. La culpa jamás lo abandonaría, pero era mejor Blaise que él o sus amigos. No podía aceptar la marca por Blaise.

Era Draco Malfoy al final del día. Pondría a las personas que ama sobre todos, incluso de Blaise. No era un gryffindor con bondad sincera, solo era un Slytherin que quería sobrevivir y proteger a los suyos.

La noticia de Sirius Black en la torre Gryffindor llega. Draco va a la mesa para llevarse a Hermione, quien cuenta todo con lujo y detalles. Ella le suplica que iniciaran nuevamente con los entrenamientos, pero Draco no puede estar cerca de Potter. Su salud mental no podría, ni su corazón.

“no, Mione. Está vez diré que no”

Hermione se frustra y se va. Draco no la ve en la mesa de Gryffindor, por lo que supone que está con el semigigante.

Neville parecía un pobre gatito herido. Había sido víctima de la furia de la profesora McGonagall y estaba castigado junto a la prohibición de visitar Hogsmeade. Se fue a sentar con ellos en Slytherin porque en su propia mesa lo repudiaban.

Theo se apiadó de él y le dio la última rebana de pastel de manzana que habían servido, ya que, Draco se había encargado de comerse la mayoría de las rebanadas por ansiedad. Neville aceptó avergonzado y Luna le trató de alegrar comentando la posibilidad de estar con ella y Ginny en el lago negro mientras el resto estaba en Hogsmeade.

“Sí, gracias Luna” dice Neville.

Justin llega despeinado y totalmente lloroso.

“¿Es verdad? ¿Sirius Black estuvo en la torre Gryffindor anoche?” exige saber con temor.

“Sí” responde Neville “Y fue mi culpa”

“Oh, Dios no. Estamos perdidos. Vendrá por nuestras cabezas ¡No quiero morir!” lloriquea el tejón.

“Si preparas esos platillos muggles y nos gusta, te protegeremos” dice Greg.

“Sí, la comida te va a salvar” añade Vincent.

“Iré a las cocinas. No quiero morir” dice Justin.

“Iremos contigo. Siempre quisimos visitar las cocinas” dicen emocionado ambos niños.

Así Justin sale con menos temor al ser protegido por dos grandes Slytherin que serían capaz de cuidarlo.

“Merlín, no puedo creerlo” dice Pansy “Ellos realmente van a proteger a Justin, un nacido de muggles”

“Todo de acuerdo a mi plan” dice Draco con una sonrisa.

“Tú no planeaste nada” se burla Millie “O hubiera fracaso”

Pansy ríe y Millie se regocija en su sitio con orgullo de hacer reír a la pelinegra.

El correo llega. Una nueva carta le llega a Theo. El chico lo parte a la mitad.

“¿No leerás?” pregunta Neville.

“Es de mi padre” responde simple.

Draco suspira frustrado. A él no le había dicho nunca de quienes era, pero a Neville le respondía fácil. No tiene tiempo de reclamar, porque una carta roja le llega al Gryffindor.

“Joder, creo que tendrás que abrir eso en otro lugar” dice Millie mirando con pena a Neville, quien obedeció y desapareció.

Draco siente la mirada de Potter sobre él. Draco lo ignora olímpicamente.

“El cumpleaños de Luna es la próxima semana como la salida a Hogsmeade” comenta Millie.

Luna tararea contenta. Draco suspira.

Algo lindo en lo que fijarse.

Hermione está molesta con él. Draco no la culpa. Si ella se hubiera negado en ayudar a sus amigos, él estaría igual. Así que pasa el resto de la semana planeando. La carta regañando a Sirius no había tenido una respuesta. Su madre parecía emocionada con su primer San Valentín con Theo ese sábado.

Una cita con Theo. Divertido.

Las clases continuaron con normalidad. Draco comenzaba a sentir más la mirada de Potter sobre él, pero no le dedicó ni un segundo de su tiempo.

Por las tardes, desaparecía con Pansy, Millie, Theo, Justin y, por más increíble que sonara, Greg junto a Vincent. Ginny y Neville se encargaban de distraer a Luna, quien parecía sospechar, pero no le daba importancia.

Así, el trece llegó. Draco tuvo que invitar a regañadientes a Potter y Ron, quienes recibieron la invitación por parte de Ginny y Neville.

“¡Feliz cumpleaños!” gritan todos, sobre todo Draco.

Está vez habían decidido hacerlo en la cuarto de menesteres, solo porque si sacaban a Potter fuera del castillo, tendrían que tener a un profesor pendiente y no. Draco quería que todo fuera íntimo.

“No debieron” dice la niña con una sonrisa “Pero lo adoro. Son demasiados”

Y tenía razón. El número de asistentes este año había aumentado demasiado.

“Todos te amamos Luna” dice Draco en cambio.

Justin muestra con orgullo la comida que preparó. Todos aplauden y el niño se hace rojito antes de ser abrazado por Draco. Ignora como dos personas mencionan el nombre de Justin con rencor.

“Justin el cocinero oficial” canta Draco, siendo seguido por Millie, Luna y Ginny repitiendo “oficial” muchas veces.

Luna pide abrir los regalos primero, siendo aceptados por todos.

“Oh, Hermione son hermosas las plumas” dice abriendo primero el regalo de la leona “Así ya no tendré que buscar las plumas que los nargles me ocultaron hace unos días”

Draco, Millie, Theo, Ginny y Hermione tratan de controlarse.

“Algún día atraparemos a esos nargles. Amenazaremos con matar al que capturemos para hacer un trato con su rey” gruñe Greg.

“Sí, ellos tendrán que aceptar que deben dejar a Luna en paz”

“Oh, chicos. Eso es tan dulce, pero creo que los nargles no tienen rey” dice Luna con una sonrisa.

“Tendrán que crearse uno si quieren a su compañero nargle de regreso” responde uno de los dos grandulones.

Pansy se cubre el rostro. Millie se lleva la mano al corazón mientras mira al horizonte. Theo mira a Draco, quien lo mira de regreso sin palabras. Hermione era la única que realmente luchaba por no saltar a negar la existencia de esos nargles.

“Sí, creo que es mejor que abras mi regalo” dice la pelirroja.

“Esperen, ¿los nargles realmente existen?” pregunta Justin.

“Sí, ¿ellos existen?” secunda Neville.

“Oh, por supuesto” dice Luna con una sonrisa.

“Es grosero no abrir el regalo de Ginny, Luna” dice Draco cortando la larga charla.

Luna asiente. Abre los siguientes regalos, mientras Draco se llevaba en silencio a sus amigos más cercanos y Ginny.

“Debemos de poner un pare a los nargles” gruñe furioso Draco.

“Es una pena como unos imbéciles hacen tanto daño a una niña tan inocente” dice Pansy “Patearemos culos, supongo”

“Oh querida, me leíste la mente” dice Millie “Romperemos caras”

Draco ríe por eso.

Cuando regresan, Draco se sorprende al ver que Potter estaba ahí parado para hablar con él.

“Hola” dice “Siento que me has ignorado todos estos días y mañana será el día en que todos vayan a Hogsmeade y tú no podrás ir como yo… me preguntaba si querrías pasar el día conmigo” pregunta con un guiño.

Claramente una manera de decir que se fugarán con la capa de invisibilidad.

No podía pasar un día con Potter. Además, mañana es San Valentín.

“No, gracias. Mañana es San Valentín” Potter deja de estar tranquilo y casi feliz por hablar con él para verse algo molesto por esa mención “y como todos saben, tengo novio. La pasaré con él. Nunca hemos tenido una cita correcta” se sonroja por ser un pésimo novio, mirando al piso. Al hacer eso no nota como la molestia de Potter se vuelve mucho peor y tiene un gesto como si hubiera chupado un limón o deseos en convertir en jalea a Theodore Nott “Así que la tendrás que pasar solo. Entiendes, ¿verdad?”

“Sí, claro” dice Potter de la forma más falsa posible.

A Draco no le importa. Bueno, finge que no le importa.

Draco se acerca a Theo, quien parecía molesto viendo a Potter tan desesperado por salir con su novio.

“Theo, ¿pasarías el día de mañana conmigo?” pregunta alto y claro “¿Una cita de novios?”

Theo sonríe. Le agarra de la mano.

“Claro, amor” responde simple.

Draco lo besa y ambos se acercan a seguir viendo a su pequeña águila ser la estrella de la tarde.

El día siguiente llega. Draco suspira mientras es llevado de la mano por Theo a tomar el desayuno. Libra está entre los brazos de Draco. Una pequeña punzada de deja vu le invade. Esta vez ella no iría a Hogsmeade ni tampoco Theo. El agarre en la mano se intensifica.

“Ahí vienen los tortolos con su cita” se burla Millie con cariño “Mientras Justin y yo nos quedaremos completamente solos”

Justin se sonroja por eso. Sus ojos azules parecen emocionarse por eso.

Draco siente como Theo se tensa y se molesta. Extraño.

Vincent y Greg intentan quedarse, pero Justin menciona su temor a Sirius Black provocando que se peguen al tejón como perros guardianes. Draco aplaude eso con cariño.

“¿Qué planeas primero?” pregunta Theo con una sonrisa.

Draco mira a través de la mesa, donde Potter parecía tratar de matar a la comida de su plato, mientras Ron parecía apunto de suplicarle que parara. Ginny se acerca a hablar con él y siente tranquilidad. Su pequeña leona lo intentaba. Eso estaba bien.

“¿Qué tal si vamos a la cocina a hacer cosas para tener un picnic en el lago negro?” pregunta con una sonrisa.

Theo pestañea, ríe y asiente. Ambos chicos comienzan a correr por El Gran Comedor, llamando la atención de todos.

“¡cuídense par de tortolos!” grita Millie feliz.

“¡Lo haremos!” responde Theo y Draco, antes de reír juntos.

“¿Cómo es que no puedes cortar zanahorias, pero sí tus ingredientes para pociones?” pregunta Theo con las mangas de su camisa remangadas.

Draco mira su anillo de Lady Malfoy mientras se cruza de piernas al estar sobre una mesa.

“Vamos, Theo. Dame un respiro de ser perfecto” dice Draco con una sonrisa.

Theo rueda los ojos.

“¿Por qué las zanahorias?” pregunta.

“Porque es bueno para la visión” responde simple.

Sería algo que llevaría a una cita. Zanahorias cortadas. Delicia incomprendida.

“Eres raro, cariño”

Draco se derrite.

“Así te gusto, soporta” responde simple.

Theo rueda los ojos. Deja el cuchillo para acercarse. Draco le rodea el cuello y lo jala para mirarlo con cariño.

“¿Qué planeas, pequeño Malfoy?” pregunta Theo curioso.

“Planeo una cita perfecta y conquistar al mundo”

“Diablos, será un desastre” se burla Theo.

Draco lo empuja.

“Idiota”

Theo bufa y regresa a su corte de zanahorias.

Draco vuelve a su tarea de remover una masa para hacer panqueques. Unos de los elfos le habían indicado que podrían usar una de las cocinas. Draco agradeció, mientras Theo solo asentía sin mirar dos veces a la criatura.

“Panqueques, zanahorias ¿qué más sigue?”

“Um, hay fruta. Así que… ¿hay algo para tomar? ¡Toppy!” llama.

El elfo aparece.

“Toppy está aquí para servir” dice nervioso el pequeño elfo.

“¿Hay algo para tomar?” pregunta Draco con una sonrisa.

“Hay cidra de manzana, señor” responde el elfo.

“Perfecto, danos dos botellas”

“Toppy regresa en un momento, señor”

Draco sonríe.

“Eres muy amable con los elfos” dice Theo “¿Dónde quedó ese chico que trataba mal a su elfo?” pregunta Theo con una ceja alzada.

“En el mismo lugar que está el chico supremacista y mortifago” responde Draco.

“Me alegro que hayas separado eso de tu vida” Theo se acerca “Porque no lo eres más y si lo fueras, no dudaría en tomar la marca para estar contigo”

“¿Por qué eres mi novio?” pregunta Draco con curiosidad.

“Porque eres mi mejor amigo, idiota. Haría lo mismo por Luna y Millie”

“Eres increíble, ¿te lo he dicho?”

Theo asiente.

“Toppy tiene la sidra que el señor pidió” el elfo interrumpe.

Draco se baja de la mesa, saca de su bolsillo un galeón y se lo da.

“Toma, tu pago”

El elfo chilla feliz. Agradece y desaparece.

“Sí, demasiado bueno” dice Theo agarrándole de la mano.

Draco le corresponde.

Ambos continúan con su labor. Llevan la canasta con comida a un lugar apartado, donde nadie los vería y comienzan a arreglar todo.

“¿Sabes? Podría acostumbrarme a esto” dice Theo “Nada de lujos, solo nosotros en una cabaña alejados”

“Cuando acabe la guerra, te prometo que así será” responde Draco “Solo nosotros”

“Millie se quejará si no llevamos cosas muggles”

Draco parpadea. Él creyó que solo serían él y Theo, pero al parecer su chico había incluido a sus chicas. Eso le alegró.

Sí, debía intentar amar a este chico, era asombroso.

Draco se sienta para tener su cita perfecta, pero el sonido característico de la aparición élfica lo detiene de sus planes.

Así, estaban Dobby y Kreacher luego de demasiado tiempo desde que envió la carta.

“Kreacher trajo al elfo Dobby como el amo Draco pidió”

“Dobby vino lo más rápido que pudo cuando el elfo Kreacher le dijo a Dobby que su amigo Draco lo necesita”

Draco sonrió. Era la primera vez que uno de sus planes fallidos le había alegrado el día.

 

 

Forward
Sign in to leave a review.