Draco Malfoy y El Diario de R.A.B

Harry Potter - J. K. Rowling
F/F
F/M
M/M
Multi
G
Draco Malfoy y El Diario de R.A.B
Summary
El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor.Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo.Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad.Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.
Note
Este libro va dedicado a mi querida Beta: Majo y a mi querida Gala, quienes me acompañaron en la escritora de este libro capitulo por capitulo :3
All Chapters Forward

Escobas confiscadas y peleas

13. Escobas Conficadas y Peleas 

 

Draco intenta dormir un poco más. Ignorar sus problemas… pero a este punto aceptar que sus planes nunca iban a salir como él los planeaba era lo que cualquiera con dos neuronas debía de aceptar. Era jodido, no mentiría al respecto… pero Draco ya había vivido un año con el corazón roto, podía seguir adelante.

Debía seguir adelante.

Por ello, a Draco no le sorprende el poco tiempo que tuvo para pensar sobre todo lo que había pasado en menos de treinta minutos, porque la puerta se abre de manera dramática dejando ver a sus padres.

Narcissa Malfoy parecía la representación de la pena y desolación con solo ver su rostro. Sus ojos grises apagados presos del dolor y el alivio que eran opacadas por ojeras marcadas que indicaban las pocas horas de sueño que tuvo durante muchos días. Si Draco hubiera desaparecido más de un mes, era seguro que hubiera perdido peso. Su cabello estaba torpemente amarrado en un moño y aun así tenía una apariencia desordenada y sucia. Cualquiera no reconocería a Lady Malfoy si la viera de lejos, porque no había glamour ni clase, solo una madre a la que le arrebataron un hijo y lo estaba recuperando.

Lucius Malfoy también tenía ojeras marcadas, el cabello en una coleta que no sujetaba todos los mechones. Draco notó lo poco cuidado que lucía su padre. Draco solo podía recordar pocas las ocaciones donde Lucius se dejó ver así de desarreglado y cada una era cada que su familia caía en desgracia. La guerra, los juicios... la muerte. 

“Hijo mío” la voz de su madre se rompe.

Draco abre los brazos y deja que ella lo asfixie con el abrazo que le dio mientras besaba su cabello y sollozaba aliviada. Cierra los ojos para disfrutar ese momento. Cada beso de su madre aliviaba algo dentro suyo que no había notado. La situación de Sirius Black si le había asustado. Tuvo miedo de morir y fracasar, solo que ahora lo estaba notando al sentirse a salvo con su madre. No tenía que fingir ser fuerte. 

La garganta se cierra. Los ojos pican, pero estaría bien en los brazos de Narcissa Malfoy. 

“Mi dragón. Ya estás a salvo mi dragón” repite una y otra vez Narcissa.

“Mamá, estoy aquí. No fui a ningún lado” dice Draco con cariño, fingiendo que no pasaba nada. Las ganas de llorar se enterraron dentro de él. Para el mundo, Draco no tenía recuerdo. ¿Cómo podia lucir afectado por algo que borraron dentro de su mente? 

Su madre vuelve a llorar. Ella se separa para secarse las lágrimas de manera inútil. Se aleja de Draco para mirar a su esposo, quien se había quedado parado frente a la cama mirando el reencuentro de madre e hijo. Narcissa se levanta para intentar hablar con su esposo, pero Lucius avanza y abraza a su hijo por la parte del cuello mientras deja que sus dedos se enreden con el cabello rubio tan parecidos al de él. 

“Padre” dice Draco totalmente sorprendido. Su corazón comenzó a latir más, la tormenta dentro de él se incremente y la fuerza para resistir pronto iba a mermar. 

Su padre no dice nada, solo lo abraza con una firmeza que no permitiría a Draco alejarse si quisiera. No iba a hacerlo, en cambio, Draco rodea sus brazos en la cadera de su padre mientras aspira el perfume de Lucius Malfoy grabando en su memoria todo esté suceso, ya que, no sabría cuándo volvería a ser abrazado.

“Te mantuviste con vida” dice Lucius con la voz cargada de sentimientos que se perdían en la manera en la que arrastraba las palabras “mi heredero se mantuvo con vida. Estoy tan orgulloso” dice lo último de forma honesta. 

Esas palabras llenan el corazón de Draco. Siente que ya no puede más. Estaba tan cerca de llorar. 

"te amo, papá" dice con la cara cubierta por las túnicas de Lucius. 

"Yo también te amo, hijo" responde con sinceridad. Un acto que casi reconstruye todo lo que Lucius había destruido por tantos meses "Y te vamos a proteger"

“Tu padre tiene razón. Mientras te atendían, comenzamos a ver maneras. Aún podemos viajar a Francia. Tu padre se puso en contacto con Beauxbatons” dice su madre acercándose a su familia con una emoción recuperada “hablé con tus amigos. Ahora sé lo importante que son. Por eso, pagaríamos los estudios de Millicent, Luna y Theo. La señorita Granger se negó a mudarse a Francia, pero podríamos ver la manera de que se vean en vacaciones. Tu padre está de acuerdo con que la señorita Granger pase parte de las vacaciones de verano contigo. El asunto de su prima no importa, no tendrás que preocuparte de todo de ahora en adelante. ”

Draco mira a su padre, quien parece resignado ante toda esta situación. Una verdadera prueba de que estaba dispuesto a ceder eso con tal de tenerlo lejos del peligro. 

“Mande a los elfos a limpiar tu casa favorita y si lo deseas añadiremos una sala de juegos para tu mascota. Vi que tienes nuevos amigos, así que podríamos comprarte más búhos para que estés en contacto en todo momento con ellos”

Draco nota lo desesperada que estaba su madre de llevarlo. El secuestro la había asustado tanto.

“Madre” dice Draco “no quiero” esas palabras hicieron que se madre perdiera el brillo. Ella mira al piso mientras se mordía el labio dando la apariencia de una niña a punto de iniciar una rabieta “Mi vida está aquí. Ya te dije mis motivos y este secuestro no va a cambiar mis opiniones. Me quedaré. No me obliguen por favor o veré la forma de quedarme y no quiero eso. No quiero gastar mi energias en tratar de quedarme, mamá... por favor”

“Draco” habla su padre con seriedad “¿Qué más quieres de nosotros? Estás lastimando a tu madre, deja de ser egoísta con está situación. Estamos queriendo protegerte. Darte todo para que no tengas motivos para quejarte y solo pareces nunca estar satisfecho. Ya basta”

Draco aprieta las sábanas. Mira a su padre con impotencia, provocando que Lucius dejara de hablar. 

La situación con Sirius Black le había hecho cambiar bastantes cosas. No podía simplemente pasar por alto la palabra "proteger" como si nada, cuando nunca fue así. Los recuerdos del año pasado llegan a él. El libro, la petrificación, los golpes y la última pelea que tuvo con su padre. Todos simplemente llegó de golpe. Lo poco que se reparó se convirtió en pedazos más pequeños. 

“No me han protegido por dos años y era un niño. Ahora, ya no soy un niño padre. Tampoco soy un adulto, pero tuve que serlo porque todos los adultos en mi vida me fallaron en esos dos años” dice molesto.

Siente como la voz de Millie se instala en su cabeza y copia cada palabra que ella le dice. Puede ver a Hermione, Luna y Pansy orgullosas.

“Ustedes simplemente piden, piden y piden” su madre se tapa la boca “Y como un imbécil les obedezco, pero no con esto. Ya hice mi vida en Hogwarts. Todos mis amigos están aquí. Todas mis metas están aquí, Mis sueños, mi felicidad. Hablas de protegerme, pero no eres capaz de renunciar a tus estúpidos ideales por mi ¡eso no es proteger! Lo lamento padre, lamento que seamos diferentes. No sabes cuanto lo lamento por no ser lo que quieres en esta vida, pero te amo tanto que soy capaz de renunciar a ser tu orgullo con tal de salvar a esta familia. Padre, se la verdad. Los mortifagos caerán, como su estúpido líder”

“¿Qué harás, Draco? En una guerra, ¿te atreverás a apuntar una varita en contra de tu padre?” Pregunta Lucius mirando a los ojos de su hijo.

“No, no es contigo contra quien en realidad estaré peleando. Solo eres un peón que sirve como bóveda de dinero para el verdadero jugador en esta tabla de ajedrez y créeme padre, no ganará”

“Solo eres un niño, no sabes nada de esto. Pero no te preocupes, hijo. Tu padre está aquí para protégete cuando fracases y te equivoques. La verdad está en la pureza. Solo estás siendo un niño idiota. No sé que hicismos para que te vuelvas un error” suelta con rabia. 

Draco quiere reír de esas palabras, porque no sabe que más sentir o hacer, pero su madre reacciona antes.

Narcissa se para delante entre su esposo y su hijo con su varita en mano y la mirada decidida.

“Vete, Lucius” dice sin dudar la bruja “Ya es suficiente, no le hablarás a nuestro hijo de esa forma. Draco tiene razón, no fuimos buenos padres durante todos estos años ¡ni siquiera teníamos una foto para poner en El Profeta! ¡Por Circe! Antes teníamos demasiados cuadros de él ¿En qué nos estamos convirtiendo?” Narcissa suena tan dolida “Así que vete, no dejaré que lo vuelvas a tratar así”

“Narcissa, estás cometiendo una equivocación malcriando de esa forma a Draco, cuando el señor Tenebroso regrese y ustedes actúan como traidores de sangre, no podré cuidarlos”

“No tendrías que cuidarnos si simplemente abandonas todo esto” habla Narcissa “Lucius, sé que nos amas, jamás pondré en duda eso” gira para ver a su hijo “Pero estamos destruyendo esta familia y ya estoy cansada. Te amo, pero amo más a Draco. Así que vete. Si no tienes nada bueno para él, solo vete”

“Lo malcrías, Narcissa. Por eso está así. Yo jamás me hubiera atrevido a decirle no a mi madre. Estás mal, Narcissa. No puedes simplemente dejar que él se salga con la suya. Debimos ser duros desde el inicio. Si me hubieras permitido destruir esa varita”

Narcissa abofetea a Lucius. Draco siente que se le corta la respiración.

“¡vete! ¡¿Cómo te atreves a decir eso de nuevo?! ¿Quitarle el derecho a nuestro hijo de tener magia? Solo vete, Lucius Malfoy y regresa cuando realmente quieras ser bueno para Draco” empuja al mago rubia.

“Ustedes dos se van a arrepentir cuando El Señor Tenebroso gane” repite Lucius mientras se alisaba las túnicas y se giraba.

Narcissa observa como su esposo se va. Se gira para ver a su hijo, camina hacia él y lo abraza con amor.

“Estaremos bien, dragón. Mamá está aquí” dice “Perdón por pelear frente a ti, no lo mereces. Andrómeda me mostró tu carta, lo lamento si pensaste que es tu culpa. No tienes ninguna culpa, amor. Solo yo, solo yo” aclara con amor.

Draco se deja abrazar. Ignora la opresión en su pecho.

“mamá” dice con la voz rota “Quiero ver a mis amigos”

Narcissa besa su frente con amor antes de alejarse para abrir la puerta y salir.

Draco se limpia la cara. Todo se siente tan irreal, pero una parte de él simplemente dejó de darle importancia a sus sentimientos más catastroficos. Se arregla el cabello y se acomoda la ropa holgada para distraer su mente. Si le dejaba a su mente pensar sobre ellos, los trozos pequeños se volvrían ceniza y se perderían dentro de él. De esas cenizas no emergería ningún fénix para dar esperanza... no con Lucius, su padre, quien parecía que iba a cambiar. Lo único bueno parecía ser que su madre lo defendería hasta el final. Al final de la guerra, podría abrazarla cuando regrese a casa. Si la tenía con él, el camino a volver a tener una buena relación con su padre no se desvanecería. 

Cuando la puerta se abre nuevamente, no es Lucius quien entra para disculparse o aceptar sus errores, sino mucho mejor. Millie, Hermione, Luna y Pansy entran con velocidad, para correr a sus brazos y comenzar a llorar nombrándolo una y otra vez. Draco se deja apretujar, aunque muchas partes de su cuerpo dolía.

“Señoritas, señoritas” habla su madre entrando junto a Potter y Theo.

“Draco, Draco” repiten una y otra vez todas.

“¿Qué te hizo?” pregunta Hermione entre el llanto “Draco ¿qué te hicieron? ¿Te lastimó? ¿Te duele algo?”

“Lo voy a matar. Lo haré sufrir. ¿cómo se atreve a llevarte?” lloriquea Millie.

“Draco, por favor. No te vayas como mamá. No quiero que te vayas como lo hizo mamá” llora Luna, siendo la más afectada. Temblaba entre los brazos de Draco.

“Draco. Hablaré con mis padres. Buscarán a Black. Ese malnacido no se saldrá con la suya” dice Pansy como puede antes de que su labio le fallara y comenzara a temblar. Ella se rompe y se apoya en Millie, quien la acepta y también llora abrazada a la pelinegra de ojos verdes.

Draco mira más allá de sus chicas. Theo está reteniendo las lágrimas, puede notarlo por su mandíbula tensa y sus ojos brillosos junto a su nariz roja. Potter, en cambio, parecía estar hecho una fiera.

Draco gimotea. Se siente como un ciervo en medio de una autopista antes de ser arrollado por un automóvil. En un instante, la magia de Potter lo golpea. Si no fuera realista, creería que una pequeña explosión sale del niño que vivió provocando que sus cabellos hondearan y su piel quemara. Era asfixiante y protector.

Era Harry. Su Harry en el juicio.

Un Harry Potter furioso que buscaba intimidar al enemigo. Solo que ese enemigo ahora era su padrino del cual desconocía su inocencia.

Y Draco se siente mal. Muy mal por sentir tantas cosas cuando ahora era pareja de Theo. Ese Theo que estaba tratando de ser fuerte por sus chicas.

Draco se sintió fatal. No se merecía a Theo.

“Theo” llama solo para quitarse esa culpa.

Le gustaba Theo. Solo necesitaba sentir su calidez una vez más para olvidar que estaba siendo asfixiado por la magia bruta de Potter.

Theo no espera otro llamado. Camina hacia él. Se une al abrazo. De hecho, él como puede rodea a todas las chicas y conecta su frente con la de Draco, mientras lo mira directamente con un brillo protector. Un brillo de alivio. Dejó que las pocas lágrimas que tenía cayeran, ya que, ahora con Draco allí dejaba de ser fuerte por un instante para ser él mismo.

Y Draco se siente en su hogar. Puede compararlo como en su niñez antes de que su padre se volviera Lord.

Sí. Podía amar a Theo.

Pero por alguna extraña razón, su corazón seguía latiendo de emoción al ser rodeado por la magia de Potter.

“Draco” dice Theo “Te amo. No sabes cuanto miedo me diste. Pero ahora estás aquí. Estas con nosotros y te aseguro que no volverá a pasar. Mataremos a ese hijo de perra”

“Lo mataremos” dice Millie.

“Lo cruciaremos” añade Pansy con sed de venganza.

Hermione y Luna no dicen nada, pero su mirada es más que suficiente para estar de acuerdo.

“Yo lo mataré” dice Potter, dando un paso adelante con el ceño fruncido “Debo ser yo quien lo haga. Pagará”

Su madre suspira sorprendida por escuchar esas palabras de solo niños. Ella vio crecer a dos de ellos. No podía darse crédito a lo que escuchaba, pero luego sonríe satisfecha.

Su dragón era así de amado.

“Potter-” Draco no puede decir nada más, porque la puerta se abre dejando entrar a la otra mitad de su grupo.

Neville y Ginny llegan con flores recién cortadas de lo que seguro era parte de la sección de Herbología. Justin carga un pastel casero decorado con crema pastelera blanca y con letras cursivas hechas de chocolate que decía “Te amamos, Draco” con un corazón deforme pero encantador. La letra se notaba algo desprolija, como si la persona que lo hubiera escrito tuviera problemas para dejar de temblar. Ronald en cambio, entra suspirando para pararse alado de Potter como siempre.

“Draco” dicen los chicos, caminando hacía él.

Draco seguía siendo abrazado por Millie, Hermione, Luna, Pansy y Theo. Se veía incomodo, pero para ellos era perfecto.

“¡Abracemos a Draco!” dice Ginny, caminando con los ojitos tristes.

Justin camina a Ronald para darle su pastel. Este le agarra confundido, pero emocionado de poner su diente sobre un pedazo de ese pastel. El tejón corre para unirse.

“Niños. Los cortes por despartimiento no se curan tan rápido” intenta impedir Narcissa que aplasten a su bebé, pero todos la ignoran.

Draco es sumergido en un abrazo.

Theo rompe el abrazo. Se separa y se sienta al costado con el rostro sonrojado.

“Es demasiado para mi” es lo único que dice.

Draco entiende. Es finalmente liberado, pero Luna es la única que no se aleja. Sigue temblando, pero su respiración se estaba regularizando lentamente.

“¿Cómo te sientes?” pregunta Justin “Te hice un pastel. Te gustan las manzanas, así que es de manzana. Perdón la letra. Soy tan inútil que no dejé de temblar, pero es que” Justin se rompe y comienza a llorar “Draco tenía tanto miedo. Te secuestraron y no hicimos nada. Perdón”

Draco suspira. Sí, su grupo estaba hecho un desastre. Debía dejar en claro esto. Él conocía el futuro, sabía lo fuertes que eran todos y como sobrellevaron la guerra.

“Teníamos tanto miedo” dice Neville “Los aurores ya te daban por… por…”

“Muerto” completa Theo de forma fría “Esos inútiles creían que estarías muerto y ni si quieran habían pasado tres días. Esos malditos”

“Draco cariño, creo que me retiro” dice Narcissa “Necesitas tu propia privacidad”

Draco mira a su madre. Ella claramente no quería alejarse de su hijo, pero lo iba a hacer por él. Ella comprendía que no debía de estar ahí.

“Madre” dice.

“Perdón el lenguaje, tía Narcissa” dice Theo apresurado “Procuraré evitar ese comportamiento vulgar. Mil disculpas”

“Oh, cariño. No te preocupes. Fui joven, sé cómo se manejan. Solo me retiro para que hablen a gusto”

“Madre, luego regresas. Tengo algo importante que contarte” dice mirando a Theo.

Sí. Era mejor decirle en persona a su madre de su relación con Theo.

Narcissa sonríe.

“También tengo algo que decirte o, mejor dicho. A alguien que te quiere saludar”

Draco asiente. Su madre se va.

Bien. Es momento de empoderar a su grupo o no sobrevivirían a una guerra.

“Chicos” dice serio “Lo sé. Sé que están mal por todo lo que pasó”

“¿Cómo quieres que no estemos?” pregunta Pansy molesta.

“Pansy tiene razón, Draco. Fuiste secuestrado”

“Lo siento, no me acuerdo de eso” dice Draco.

Debía seguir en su papel como victima de un hechizo de borrado de memoria.

“Merlín nos salve. Es verdad. Tú fuiste obliviado” dice Ginny totalmente incrédula “El director nos dijo cuando nos lo topamos en el corredizo, pero no creímos”

“Que horrible” dice Neville totalmente pálido.

“Draco, ¿realmente no te acuerdas de nada?” pregunta Theo mirándolo a los ojos.

“Nada. Absolutamente nada” miente.

Theo claramente no le cree.

Millie, Pansy y Luna frunce en el ceño. Hermione parece dudosa, como si estuviera descubriendo algo nuevo en Draco.

“Pero ese no es el punto” decide desviar ese problema “Aunque me acordara, igual les diría estas palabras. Lo sé. Fue horrible que Sirius Black me haya llevado, pero no pueden permitir que esto les rompa el corazón. Gryffindor’s. Son valientes. No pueden dejar que la pena les quite esa valentía. Hufflepuff” mira a Justin, quien lo mira con temor “Eres demasiado fiel, así que espero que esa fidelidad y trabajo te haga seguir adelante. Piensa que eso es lo que yo o alguien de aquí quisiera y aférrate a eso. Trabaja duro para seguir adelante” Justin asiente, pero parece muy temeroso “Ravenclaw” mira a Luna, quien seguía abrazada a él “eres ingeniosa, inteligente y curiosa. Usa eso para seguir adelante. El dolor no debe detener tu sed por conocer al mundo e impresionarlo con tu creatividad y tus pensamientos. Slytherin. Con ustedes confió que el dolor que sientes lo convertirán en gasolina y quemarán todo lo que les molesta. Chicos. Ustedes son mis amigos y puedo decir con seguridad que cosas como estas van a venir. Si no murieron con lo que me pasó, lo demás pasará”

Draco mira a sus chicos. Luna se separa. Seca sus lágrimas y le besa la mejilla antes de caminar hacía Ginny. Ella lo recibe.

“Lloren ahora que pueden, pero no bajen la cabeza por eso. Regresé, siempre regresaré a ustedes. Es verdad que daría mi vida por ustedes, pero si tengo la oportunidad de regresar con vida para ahorrarle ese dolor, lo haría mil veces”

“Draco” escucha que dicen algunos

“Voldemort sigue afuera. No ha muerto”

Escucha como Ginny, Neville y Justin suspiran asustados.

“En los bosques de Albania” dice Potter “El director Dumbledore dijo que se refugia en esos bosques. Draco tiene razón. Pero está débil y solo es un alma”

“Potter, basta que un mortifago quiera ayudarlo para que regrese” dice Draco seguro de sus palabras “Solo basta un pequeño error y estaremos jodidos todos. La segunda guerra vendrá y tendrás que luchar”

“Mataré a Sirius Black” dice Potter decidido “Él te secuestró. Él traicionó a mis padres y seguramente querrá ayudar a Voldemort o lo estará ayudando ahora. Por eso va tras de mí. Porque Voldemort seguramente le ordenó. Ahora lo veo”

“Potter, no seas idiota. Te quedarás dentro del castillo con Dumbledore cerca. No vas a salir afuera. Mejor ponte un maldito moño en la cabeza y vete a ese maldito bosque para darte de regalo a ese maldito sin nariz”

“¡No!” grita Potter, caminando para mirar.

“¡Harry!” grita Hermione.

“¿No? ¿Qué no lo ves? ¿Eres idiota?” pregunta Draco parándose.

“¡No lo entiendes! ¡Nadie lo entiende! ¿Acaso escuchaste a tu madre gritar suplicando por salvarte la vida cuando viste al dementor? ¿Acaso tus padres están muertos, Draco? ¡Te secuestro! ¡no me pidas que no haga algo cuando Sirius Black está dañando todo lo que me importa! Te volviste mi amigo y él te llevó a los días”

Draco no sabe que decir por eso. Sus piernas fallan al sentir la magia de Potter incrementar. Su interior se incendia y su respiración se dificulta.

“Potter, deja de ser un idiota” repite tratando de ignorar todo lo que su corazón sentía “Escucha, estás molesto, pero creo que si me logró secuestrar significa que realmente es un peligro. Tranquilízate”

“¡Te lastimó!” grita Potter todavía más molesto “¡Justo cuando nos hicimos amigos! ¡No! Lo mataré”

Potter se da la vuelta y sale de la habitación. Ronald suspira.

“Hablaré con él” dice frustrado “Draco, gracias por regresar con vida, amigo. Realmente me preocupaste” y así el pelirrojo comienza a intentar salir del lugar.

Draco miró con cariño al pelirrojo. Que haya dicho esas cosas, significaba que realmente le importaba. Deja de lado la situación de Potter para apreciar eso.

Ron Weasley. Jamás se imaginó que sería amigo de ese pelirrojo.

“vamos, Ron. Soy Draco Malfoy. Necesitarán mucho más que un lunático para detenerme” bromea.

Ronald se gira solo para rodar los ojos “Por favor, ambos sabemos que ni la muerte te quiere” y sale.

“Eso fue” dice Millie, quien había dejado de llorar, pero seguía viéndose frágil y cansada.

Draco mira a Ginny, quien luce tan fascinada con su querido Harry Potter. Sí, a él también le encantó.

“Ron se encargará” dice Hermione, decidiendo quedarse y no seguir a un molesto Potter.

“Solo quiero que sigan adelante” retoma su discurso “Por favor, no estaré tranquilo si no son fuertes. Es injusto, pero no tenemos elección”

“Draco tiene razón” habla Luna “El dolor no trae más que oscuridad y torposoplos. Si queremos alcanzar la felicidad, no podemos sumergirnos en la tristeza. La vida se trata de eso. De cambios. Buenos y malos, pero nosotros decidimos como tomarlos. Todo lo malo como lo bueno tienen un final, no importa cuánto tiempo pasen, siempre terminan”

“Eso es hermoso, Luna” dice Neville.

“Gracias. Mamá siempre decía cosas así”

“Tú madre fue una gran persona” añade Theo con cariño.

“Lo fue” concuerda Luna “Y ella me enseñó a valorar lo bueno que me da la vida. Los valoro a todos aquí. Seamos fuertes para cuidar este hogar. Cada uno de nosotros en este grupo formamos una parte del hogar. Incluso Harry y Ron que no están aquí ahora forman parte de nuestro hogar”

“Luna tiene razón” dice Draco “Y debemos cuidar nuestro hogar”

“Lo cuidaremos” dicen todos

Draco sonríe orgulloso. Sus chicos se miraron decididos. Era mejor así. Que no se derrumben por el dolor.

El pastel había sido cortado. Todos habían elogiado a un avergonzado Justin, mientras Draco se ponía al día de los sucesos que pasaron en su ausencia.

“¿Realmente lanzaste un zapato?” pregunta con una sonrisa a Millie.

“Ese infeliz se atrevió a decir que tú estabas muerto ¿qué querías que hiciera?” pregunta molesta Millie, quien seguía teniendo la nariz roja.

Draco ríe.

“Hermione se puso a leer todos los libros de maldiciones que encontró” dice Pansy “Ahí le agarré un nuevo respeto a tu leona. Es agradable cuando desea sangre. Puedo hacer que ella mejore”

Hermione se sonroja, pero no flaquea. En cambio, se cruza de brazos y alza la cabeza.

“No podíamos salir a buscar a Draco sin conocimiento. Sería hacer un acto suicida”

“Sí, esa es mi Mione” dice orgullosa Millie.

Hermione se sonroja más.

“Debiste ver a Justin” dice Luna con una sonrisa.

Theo ríe.

“Debo admitir que nunca entendí porque decidiste acoger a Justin al grupo” dice Theo como siempre directo “Hasta que lo vi ayudar a Hermione a buscar libros. No entendía nada de lo que leía, pero parecía tan dispuesto a aprender. Fue interesante. Jamás creí ver a un Hufflepuff así de molesto”

“Justin es un encanto” dice Draco mirando con cariño a su masita de amor, quien se encogía avergonzado.

“Lo lamento Draco, solo quería ser útil. Soy tan inútil”

“No lo eres” dice Luna “Preparaste un hermoso pastel y está delicioso”

“¡Sí!” dice Ginny con el ceño fruncido “Deja de decir que eres inútil”

“Justin” dice Millie mirando al chico castaño, quien la mira como si ella fuera la luna más brillante “Te patearé el trasero si vuelves a decir que eres un inútil”

Justin se sonroja demasiado fuerte y asiente.

“Gracias” dice.

La puerta se abre en ese momento e ingresan personas que Draco no esperaba ver. Primero, Magna, quien lucía una cabellera rubia mucho más corta de lo que recordaba y parecía estar muy arreglada para ser ella. Segundo, una mujer aterradoramente parecida a Bellatrix Lestrange, pero con una diferencia destacable: su tranquilidad y cordura.

“Cariño, te presento a mi hermana. Andrómeda Tonks” introduce Narcissa a su hermana.

Draco abre la boca.

Ella era la tía Andy.

Draco sin pensarlo mucho se pone de pie. Avanza lentamente hacia esa mujer, antes de garrar impulso en los últimos pasos y salta a abrazar a Andromeda para ser recibido por una magia muy parecida a la de su madre, pero menos cálida y conocida.

“Hola, Draco. Un gusto” dice Andy “Eres realmente precioso, demasiado parecida a mi Cissy”

“Tú eres hermosa, tía” halaga Draco.

“Cuidado, princesa. No te atrevo a intentar robarte el cariño de mi madre. Tienes demasiado amor en esta habitación y seguramente de una personita” dice con dobles intenciones.

“Nymphadora, compórtate” regaña tía Andy a su hija.

“mamá” responde exasperada Dora, mirando a un lado donde coincidentemente estaba Magna, quien abrazaba a Millie y le daba palabras de aliento.

“Está bien tía. Sé cómo es Dora” añade con una sonrisa “Me alegro que tú y mamá hablen”

“Créeme, Draco” habla su madre con honestidad “Nunca voy a olvidar como mi sobrina trajo a mi hijo de regreso a mis brazos. Dora siempre tendrá un espacio en mi corazón por traerte con vida, dragón. Y ¿cómo no aceptaría a mi hermana si se toma el tiempo de ayudarme a buscarte? Somos familia. La familia”

“Nunca se abandona” responde tía Andy, Dora y él.

“Eso es muy lindo” dice Magna, quien se acerca para mirar a Draco “hola pulga rubia. Nunca más vuelvas a hacer esto. Juro que casi me muero cuando vi tu cara en El Profeta”

Draco deja los brazos de su tía para abrazar a Magna.

“No prometo mucho” dice bromeando, solo para ser piñizcado con cariño por parte de la rubia.

“No es gracioso” dice bromeando Magna “Bueno, ya vi que estás bien. Regresaré a mi entrenamiento. Estoy cerca de entrar a las reservas oficiales de las arpías de Holyhead”

“Lo lograrás. Si eras la mitad de buena como lo es Mills jugando, sé qué harás maravillas”

Magna ríe. Se va a la puerta.

“Yo también me voy retirando. Espérame Magna, te puedo llevar a casa ¿sabías que los aurores somos muy buenos con las apariciones?” dice Dora apresurada.

Draco alza una ceja. Mira a su madre y su tía, quienes se miran con una sonrisa cómplice.

“También nos retiramos cariño” añade Narcissa “Estarás a salvo aquí. Nos vemos”

“Esperen” dice Draco, mirando a ambas dándose valor “Quería decirles algo”

“Oh, es verdad” dice Narcissa avergonzada.

“Theo” llama a su novio.

Theo camina hacia él con esperanza en su mirada.

“Mamá, tía. Les presento a mi novio. Theodore Nott”

Su madre y su tía se miran extrañadas. Su madre parece confundida. Draco podía notar que su progenitora quería preguntar algo, pero Andy se adelanta.

“Vaya, es agradable ver que tienes como pareja a un jovencito tan preocupado por ti”

Theo se sonroja. Draco le besa la mejilla feliz por esas palabras.

“Estamos felices por ti dragón” añade Narcissa “Bienvenido a la familia, Theo. Le informaré a tu padre sobre esto. Si deseas, hablaremos con el señor Nott para iniciar con los planes para la futura unión”

“no” dicen Theo y Draco al mismo tiempo, mirándose entre ambos aliviados de estar de acuerdo con eso.

“Madre, ahora todo es casual. Sí, somos pareja, pero queremos seguir conociéndonos de este modo. Cuando estemos listos, podremos seguir con las tradiciones familiares”

“Sí, tía Narcissa. Yo respeto mucho a Draco, no me atrevería jamás a faltarle el respeto a él o a ustedes deshonrándolo en ningún sentido. No se preocupe, si no quiero ser así de formal, es porque estoy de acuerdo con Draco en conocernos” dice Theo con diplomacia.

Narcissa por alguna razón parece aliviada por eso.

“Veo que realmente toman esta decisión con responsabilidad. Estoy tranquila. Draco, si tienes dudas al respecto, no dudes en enviarme una lechuza. Mamá vivió tantas cosas para poder aconsejarte”

“También estoy aquí para ti. No estás solo”

Draco parpadea. Sonríe y asiente.

“Gracias, ahora lo sé” dice honesto.

Theo deja de estar tan tenso para mirar a Draco con felicidad.

Pero Draco logra oír como su tía Andy le pregunta a su madre sobre Potter. Sobre pensar que Potter era realmente el chico de Draco y no Theo.

Lo ignora. No es importante. Su chico es Theo y espera que siempre sea Theo.

Draco regresa a su cama esa misma noche. Luna, Millie, Hermione y Pansy logran convencer a Severus de pasar una noche en las mazmorras con Draco.

Bueno… Luna lo hace sola.

Theo prepara todo como siempre mientras Draco lleva a Libra a su baño para poner hechizos silenciadores y la reprende para luego castigarla sin salidas. Libra parece molesta por eso, bufando y mirando orgullosa a otro lugar que no sea Draco.

Dramática como una Malfoy.

Cuando sus chicas llegan al fuerte. Millie deja caer mascarillas y cremas para cabello. Pansy gime de emoción y por primera vez mira a Millie con agrado.

Pequeños avances.

“No sabía que tenías todo esto” dice Pansy “Pensé que tenías una bonita piel por genética. Tú hermano mayor está para comérselo”

Millie hace una mueca de asco, antes de mirar agría a sus manos.

“Al menos tú puedes ver a mi hermano. Me estado ignorando todos estos meses” dice triste.

Draco no había notado que su serpiente tenía esos problemas. Se molesta por ser un idiota, pero Pansy se adelanta.

“va, lo que tiene de guapo lo tiene de cavernícola. Es un idiota. Las chicas de sexto año dicen que piensa con la cabeza de abajo”

Hermione suelta un sonidito de impresión mientras Millie sonríe con gracia. Deja de verse agria para mirar a Pansy con agradecimiento.

“lo sé. Me acuerdo cuando aprendí a leer y sumar, siempre venía a pedir que le ayudara con sus tareas. Es un idiota” concuerda Millie.

Draco alza una ceja cuando Pansy le dedica una sonrisa sincera a Millie.

Raro.

“Chica lista. Me agradan las chicas listas”

“Me agradan las chicas que no se dejan encantar por el idiota de mi hermano”

“Y a mí me encanta que dejen de coquetear, gracias” dice Theo rodando los ojos.

Draco mira mal a Theo, porque esa conexión entre Millie y Pansy se rompe.

“Va, Theo eres un idiota” dice Pansy molesta “Claramente no sabes sobre el apoyo entre mujeres. Como nadie te apoya nada”

Millie y Luna ríen por eso.

“Como digas, Pansy” responde Theo.

“Theo” dice Draco molesto.

“Uy, Theo. Problemas en el paraíso” bromea Millie. Pansy suelta una risita y Millie se regocija.

“Eso” dice Luna “Estamos fortaleciendo nuestro lazo. Puedo verlo. Las auras de Millie y Pansy se conectan al fin”

“Luna” dice Hermione.

“Luna nada” dice Millie mirando a Hermione “Bien Luna, lo que digas”

Hermione suspira y asiente. Cede esta vez.

“Luna podría explicarme sobre las auras y podríamos investigar”

“Eso sería agradable, Hermione. Amarás saber sobre las auras. Puedo ver que la tuya y la de Ron combinan muy bien”

Hermione frunce el ceño. Parece incrédula, luego parece entristecer.

“no, ahora me odia”

Draco quiere preguntar, pero Theo pone una mano sobre su mano.

“No dilatemos más esto” dice Theo “Draco, ¿qué pasó?”

Draco suspira. Mira su mano. Su marca.

“Sirius Black es”

Su lengua queda completamente estática. Abre los ojos por eso. Frunce el ceño.

“¿Draco? ¿Qué es Sirius Black?” pregunta Hermione nerviosa.

“¿un imbécil? ¿un idiota? ¿Un malnacido?” pregunta Millie.

Draco saca su varita de entre sus pantalones. Siente la clara magia de advertencia.

Draco recuerda la experiencia con el anciano. Sabe que alguien lo había protegido y la amenaza del anciano era solo impotencia pura… pero si su varita había elegido matar a su gata antes de permitir que Sirius hablara con Draco, debía de temer cuando esta interviniera.

Ella sí podría castigarlo. O peor aún, tocar a sus amigos.

“Es la varita, ¿verdad?” pregunta Hermione deduciendo todo.

Draco asiente.

“Bien. No nos puedes decir, ¿eso tiene que ver con el anciano?” pregunta Theo con el ceño fruncido.

Draco asiente.

“Mierda” dice Pansy “Corazón, ¿podrías dejar de meterte en problemas por solo cinco minutos? Realmente comenzaré a buscarte talismanes de protección” suspira cansada.

“Tengo algunos” dice Luna “Draco y yo explorando su libro de magia negra creamos muchas de protecciones de sangre, pero estas deben crearse con un propósito en concreto”

Draco siente la varita molestarse por esa insinuación de buscar protección en otro lugar que no sea ella.

Draco niega con la cabeza.

“No, no está permitido ¿verdad?” pregunta Hermione.

Draco asiente. Maldice por no haberse detenido a explicar cada orden que el anciano le dio.

“Si no puedes decir nada, significa que hiciste algo que está prohibido y no debemos de saber” dice Theo serio “Dijiste que haces todo lo que dice el anciano, es por un motivo. ¿ese motivo tiene que ver con las cosas que puedes o no cambiar el futuro?”

Draco asiente.

Theo abre los ojos. Parece comprender muchas cosas.

“El trato no fue por una necesidad externa a ti… fue una medida de seguridad” dice Theo, provocando que tanto Millie como Pansy gimieran sorprendida.

“¿Medida de seguridad? ¿Qué hablan?” dice Hermione, siendo la única que no llegaba a esa conclusión… porque no importa que tan inteligente sea, le faltaba esa capacidad de deducción aguda de un Slytherin.

Luna, en cambio, podía seguir el ritmo porque era un Ravenclaw. Su mente prodigiosa por naturaleza la hizo comprender.

“Hermione, creo que debes comprender algo” dice Luna con delicadeza “Esta vida está gobernada por el equilibrio. El destino. Y la Magia. No podemos ir en contra de esas tres. El equilibrio para evitar el caos. El destino para evitar el estar perdidos. La magia porque es nuestra fuente de vida. Es todo lo que nos dicen como niños… bueno… de padres mágicos. Mamá solía hablar sobre la madre naturaleza y era muy curioso” Pansy le pide que no se distraiga y ella asiente “Oh, perdón. El anciano al dar a Draco la capacidad de viajar al pasado, pone en peligro el destino y la el equilibrio. Draco dijo que personas van a morir. Personas nacen y personas mueren al mismo tiempo en el mundo. Eso es lo primordial, por eso existen tantas ceremonias de magia. A mamá y a la abuela les hicieron unas”

Hermione abre los ojos y ahora entiende perfectamente.

“No puede ser… no deberíamos de saber esto” dice Hermione “Draco, no debiste habernos dicho eso ¿verdad? Ahora te has metido en problemas. Dios mío” se lleva la mano a la cara preocupada “caracoles hervidos, ¿qué hemos hecho?”

Draco baja la mirada frustrado. No lo había pensados así. Luna había dejado más que claro la situación. Sus padres nunca le hablaron de eso. Bueno, ellos para ser sangre puras supremacista solo celebraban el yule e ignoraban el resto de celebraciones de la rueda del año.

Su mente recuerda cosas aparte de eso.

Sirius Black moría en quinto año. El destino decía que Voldemort debía regresar en cuarto año. Algo conectaba ambas cosas y el anciano quería asegurarse que Draco no intervenga.

Lástima que Draco se había encariñado con Sirius Black y le habían dado seguridad. El anciano estaba jodido.

“Bien. Draco está jodido” dice Theo, Draco frunce el ceño “Lo siento, amor. Es la verdad”

Draco se sonroja por el apodo.

“Eso quiere decir que no nos puedes decir nada” dice Hermione “Tantas cosas que no nos podrás decir. Está, podemos con esto. Tu seguridad es más importante”

“Pero me encargaré que todo salga bien” habla por fin Draco “Confíen en mí. Cuando les pida ayuda y no pueda decirles, confíen en que todo estará bien”

La varita lo había dejado en paz al decir esas palabras.

“Bien, eso suena mejor. Por tu seguridad, es mejor que no nos digas nada” dice Pansy.

“Ya veremos como manejaremos esto” añade Theo “Encontraremos formas, por ahora tomaremos ese camino”

“Joder” se queja Millie “Bien, si Draco no nos puede decir nada de Sirius Black, ¿skin care?”

Al final de la noche, todos terminan con mascarillas y con una pequeña alianza entre Millie y Pansy para ayudar a salvar el cabello de Hermione Granger.

Draco solo sintió algo de enojo con toda esta situación. Antes del suceso de libra, Draco planeaba hablar con sus amigos sobres los Horrocruxes y demás problemas, pero ahora no habría oportunidad. Por un instante mira en su cofre donde estaba descansando el objeto. Lo primero que hizo regresando a su cuarto fue eso.

El día siguiente llega. Draco despierta con Millie y Luna abrazándolo fuerte. Pansy echada a un lado como una princesa, mientras Theo y Hermione están casi en la misma posición: abrazados a sus respectivos libros.

Draco baja a desayunar con sus chicos, pero es detenido en la puerta. Vincent y Greg bloquean el paso con una mirada decida. Pansy los saluda y comienza a caminar para saludar a Blaise, quien la recibe, aunque parezca molesto por verla salir de aquel fuerte de almohadas. Pansy parece decirle algo, pero Blaise niega con la cabeza para luego sujetarle la mano y salir de la habitación. Draco decide ignorar como su Pansy parece suspirar de amor por ser llevada de esa manera tan brusca por Blaise Zabini.

Su chica… su tonta chica.

“Chicos” dice Draco incomodo.

“Oigan” dice Theo cansado “Si se van a meter con Hermione, espero que sepan que esto es una estupidez”

“No, no nos importa la sangre sucia” dice Vincent mientras Greg siente.

“Oigan, idiotas. ¿Cómo se atreven a llamar a Hermione así?” pregunte Millie molesta.

Draco saca la varita y apunta a ambos chicos.

“Digan lo que quieren decir y lárguense” dice molesto Draco.

“Te acompañaremos” dice Vincent “Te vamos a cuidar, Draco”

“Sí, tu padre nos ordenó cuidarte y eso haremos. No nos importa si convives con sangre sucias, mestizos o traidores de sangre. Te vamos a cuidar, como en los viejos tiempos. Te extrañamos”

Draco siente pena por ellos. Estaban tan cegados por la educación sangre pura, pero parecía que querían cuidarlo de forma sincera por esas últimas palabras.

Y no quiere otro Blaise en su vida.

“Bien, pero no vuelvan a llamar sangre sucia a mione”

Greg y Vincent fruncen el ceño.

“Pero eso es ella” dice Vincent.

“Vincent” advierte harto Theo “No lograrán nada haciendo enojar a Draco”

“bien, no llamaremos sangre sucia a la sangre sucia” acepta a regañadientes Greg y Vincent asiente.

Draco suspira. Sería un gran camino.

“¿Draco? ¿En serio? De Pansy lo entiendo, pero ¿ellos?”

“¿Desde cuándo es Pansy?” pregunta Draco en cambio.

Millie suspira exasperada. Hermione solo ríe y la consuela diciendo que realmente no le afectó esas palabras y Luna termina por desviar el tema preguntando sobre la posibilidad de que el conejo de Pascuas era un animago defectuoso que nunca más logró volver a ser humano. Hermione mira a Draco suplicando que la deje intervenir. Draco niega, provocando que la niña mordiera su libro y Millie riera.

Draco es recibido en la mesa Gryffindor con amor. Los pocos que quedaron aplaudieron su valentía al regresar con vida ante el secuestro de su propio tío, provocando que Draco se quedara sin palabras.

Joder… nunca se había imaginado eso.

¿Era respetado por los Gryffindor?

¿Tan bajo había caído?

Greg y Vincent fueron enviados a un costado junto a su snap explosivo para que se entretengan. Ron parece querer preguntar y quejarse, pero la mirada severa de Draco lo hace callar. Era mejor que las cosas entre sus dos nuevas serpientes y el resto de la mesa Gryffindor sean pacificas… es decir, cero contactos.

Draco se sienta en la mesa y comienza a llegar lechuzas. Draco siente un deja vu quemarle el estómago al ver algunas lechuzas cargar una clara escoba envuelta. Draco abre la boca al ver como las lechuzas dejan aquel regalo extraño en la mesa delante de Potter, quien seguía molesto.

“¡caramba! ¡ábrelo, Harry! ¡Mira que escoba es la que te dieron!”

Draco frunce el ceño. Él reconocía una de las lechuzas. Fue la misma con la que envió una carta a Dora.

Sirius. Un idiota.

Potter parpadea. Desgarra el papel y deja ver a una hermosa Saeta de Fuego.

Ahora Draco entendía todo. Sí, esto debía de pasar. No podía hacer nada al respecto. Sirius Black viviría un día más, pero no se salvada de regañarlo en cuanto lograra reunirse con él para entregarle a la rata.

“¡una saeta de fuego! Es la mejor del mercado” brama Millie completamente celosa.

“¿verdad que sí, Millie? Es para nosotros. Ahora tendremos más oportunidades de ganar la temporada” dice Ron emocionado. Millie gruñe molesta, bramando que eso no era cierto.

Draco no podía ignorar como los ojos antes oscuros de Potter se iluminaban. Draco reconocía esa mirada. Era de alguien estaba formando un plan malvado en su mente. No, no le permitiría hacer esa estupidez, pero Hermione está ahí para controlar a tonto uno y tonto dos.

“Oh, Harry ¿Quién te la ha enviado?” pregunta la leona con una sonrisa.

Draco mira su plato. Sí, esto no se pondría bonito.

“No tengo ni idea. No trae tarjeta” comenta Potter.

“¿Qué te ocurre?” escucha que pregunta Ron con disgusto y algo de apatía dirigido a Hermione.

Draco ahora si alza la mirada solo para controlar al pelirrojo.

“¿No ven lo que yo veo? Es una escoba hermosa, debe ser carísima”

“Es carísima” interrumpe Millie, quien llama la atención de todos “Me la pasé llorando todo un fin de semana porque mis padres jamás me darían ni siquiera para cubrir la mitad de lo que cuesta esa escoba”

“Te la compro, Mills” habla Draco sin dudar.

“Merlín, no. Ni te atrevas”

“Bien, la compramos entre ambos” se mete Theo tranquilo.

Millie se sonroja, paro asiente con emoción.

“De todas maneras, les debo regalos de navidad” comenta Draco y Theo suspira.

“Nadie de aquí celebró la navidad realmente. Lo único aparte de tu secuestro que pasó ese día fue esa loca profesora de adivinación y sus predicciones de muerte”

Draco alza una ceja. Quiere preguntar, pero el grito de Ron distrae a todos. No había notado que esos tres leones habían continuado su conversación.

“¡Va! ¡¿Qué harás?! ¿Acusarlo? Vamos, sé que quieres arruinar más nuestras vidas” grita molesto Ron.

Draco frunce el ceño. La mano de Theo lo detiene.

“Déjalos, no es tu asunto”

“Es mi asunto si lastiman a mi leona” contrataca Draco, pero decide ceder cuando el agarre de Theo baja a su mano.

 “Por supuesto que no. Solo piénsalo un momento Ron. No sabemos de quien es esa escoba. Secuestraron a Draco hace unos días. Sirius Black está desesperado” se justifica Hermione con lágrimas en los ojos.

“Hermione” habla Potter cansado “Déjalo así. Es mi regalo, creo que yo soy quien debe decidir sobre él ¿no?”

Hermione se para molesta. Comienza a caminar lejos de la mesa.

“Déjala. No tiene respeto por las mascotas ajenas. Seguro hará su drama” comenta Ron.

Draco alza una ceja, pero el quejido de Justin sobre quedar pocos días para realizar las tareas provoca que la conversación gire en torno a organizarse para estudiar.

Como era vacaciones, decidieron pasar más horas en el comedor. Así que estuvieron cuando McGonagall apareció teniendo detrás a una avergonzada Hermione Granger. Todos se quedaron callados cuando la profesora pidió que tanto Potter como Ron y la escoba la acompañaran.

“Oh, Mione” dice Millie decepcionada “Los ha acusado. Eso no se vale”

Theo parece concordar, pero Draco solo rueda los ojos. Hermione hizo lo que tenía que hacer para proteger a esos idiotas, sobre todo a cierto niño con cicatriz que parecía planificar cosas con ese objeto.

“No, creo que eso está bien” dice Justin “Los está cuidando. La profesora McGonagall se asegurará de que sea seguro para Potter. Eso es bueno ¿no?”

“Si, Justin. Es bueno” responde Draco.

“No, los acusó” se mete Ginny “Es una escoba hermosa ¿cómo ganaremos los partidos ahora? Harry no tiene escoba”

“Le daré la mía. Aún conservo mi Nimbus 2000” responde Draco “Pero esa escoba debe ser revisada”

Su varita parece ronronear contenta por esas palabras. Draco rueda los ojos. Ya no le agradaba su varita para nada.

Cuando llegaron sin la escoba, Draco no esperó que la pelea lo dejara sin palabras.

“¡¿No entiendes?! Es mi escoba, ¿Cómo pudiste?” escucha la voz de Potter gritar enfadado.

Hermione se detiene cerca de la mesa con los brazos cruzados y el cabello demasiado desordenado. Potter parecía apunto de saltar a zarandear a la leona de lo enojado que estaba.

“Harry Potter, no sabemos quién fue quien te envió esa escoba y la profesora McGonagall estuvo de acuerdo conmigo” habla Hermione para luego retomar su camino a su asiento. Sus ojos castaños se conectan en los ojos curiosos de Draco, quien la alienta con la mirada, provocando que Hermione se tranquilizara.

“¡Hermione estamos hablando!” grita Potter, antes de que sus ojos se quedaran en Draco y eso solo aumentara su enojo “Lo arruinaste todo”

“¿Arruiné qué? ¿Qué estabas planeando Harry Potter?”

“¡no importa si Harry estaba planeando algo! ¡No tienes ningún derecho a acusarlo así! ¡Esa escoba nos hubiera ayudado a ganar la temporada!” grita Ron molesto también acercándose a la leona.

“¡Ron! ¿No te importa la seguridad de Harry? Secuestraron a Draco hace unos días, no podía simplemente dejar que Harry usara esa escoba. La profesora McGonagall se encargará. Hice lo correcto”
“No hiciste nada” dice Harry “Arruinaste todo. Con esa escoba hubiera salido a buscar a Sirius. Vengar a Draco y a mis padres, pero tú lo arruinaste”

“¿Estás demente?” gruñe Hermione “¡¿Harry en que estás pensando?!”

“¡en que alguien así pague! ¿Qué vas a saber tú de eso? Si tienes dos padres que te quieren y no tienes la culpa de que se hayan llevado a Draco. Si no hubiera insistido en ser amigo de Draco, no se lo hubieran llevado” suelta el niño antes de mirar a un lado avergonzado.

“¡Y no respetas a las mascotas de otro!” grita Ron molesto haciendo que Hermione retrocediera hasta chocar con una silla “Nunca te perdonaré que no hayas hecho nada cuando tu estúpido gato de comió a Sccabers”

“Ron, no vimos si él lo hizo… Además… además los gatos tienen instintos” comienza a llorar Hermione “Y no puedes estar de acuerdo con Harry, Ron. Quiere ir detrás de Sirius Black. No puede hacerlo”

“Bueno, al menos Harry es un amigo que se preocupa por sus amigos, no como tú que no sientes empatía por mi rata”

Ron toma del brazo de Harry y se van dejando atrás a Hermione, quien apenas podía respirar mientras lloraba cayendo al piso. Millie se apresura a levantar para hacerla sentar en la mesa.

Draco mira enojado las espaldas de esos dos niños, antes que las palabras de Ron lo golpearan.

“Sccabers… ¿fue comido?” pregunta Draco totalmente preocupado.

¿Cómo es que eso era posible si es un animago?

“Sí” responde Ginny “Ron hizo todo un escándalo esa mañana de navidad después de regresar del desayuno. Las mantas con sangre y el pelo de gato que claramente le pertenece a Crookshanks”

Draco abre la boca.

“¿Hubo cadáver?” pregunta temeroso.

“no dejó ni la cola” responde Ginny, provocando que Hermione se levantara de la mesa totalmente triste y arrepentida para alejarse.  

Draco se cubre el rostro. Esto era un jodido desastre.

Claramente Peter Pettigrew escaparía antes de que Draco regrese para llevárselo ante Black como su perro de caza. Eso era la mayor prueba de que Sirius Black decía la verdad. Esa rata no debía ser subestimada. Si fue capaz de mentir a los padres de Potter o al mismo Sirius, era porque sí razonaba.

Draco debía decírselo a Sirius Black.

Ya sabía a quién recurriría. Dora era una buena opción, pero tenía una mucho más efectiva, después de todos, la magia de los elfos en el castillo tenía muchas libertades.

“Joder, creo que esto me sobrepasó” dice Draco “Pero eso no le da el derecho a ninguno de esos idiotas de tratarlas así”

“Draco” dice Theo “Salimos a buscar a Libra en pleno invierno en grados casi bajo cero solo por ti. ¿acaso Weasley no tiene derecho a llorar por su rata?”

Todos en la mesa se quedan impresionados por Theo. Luna es la primera se aplaudir a Theo, quien la mira con cariño. Draco pasa por alto un suspiro muy sospechoso solo porque no vio de quien salió, pero claramente alguien en esa mesa tenía sentimientos por su novio.

“Vale. Tienes razón” responde Draco.

“Sí, una mierda” concuerda Millie “iré a ver a Mione”

Draco se para. Millie le dice que era mejor que ella vaya sola, pero Draco solo anuncia que irá a la lechuzería a escribirle a su madre y tía Andrómeda.

Kreacher.

El motivo de esta carta es pedirle un favor adicional al que ya le había pedido con respecto al tapiz de la casa Black, pero de la misma importancia. Necesito que vayas y busques al elfo de nombre Dobby. Fue recientemente liberado por mi padre, pero necesito que vaya a Hogwarts por motivos personales. Dile que no es por nada malo y trátalo con respeto, por favor. Sé que es un elfo liberado, pero como tu amo Regulus, le tengo un gran cariño a mi antiguo Elfo.

Gracias.

El heredero de las casas Malfoy y Black, Draco Malfoy.

Draco va a hablar con Severus ese mismo día con la excusa de coordinar su nuevo horario. Toca la puerta de su despacho y se sorprende al ver como las protecciones parecen casi desaparecer con él, solo que había una leve magia que lo invitaba a pasar.

Eso calentó el corazón de Draco.

“Padrino” dice Draco ingresando.

Debía seguir con el papel de ser Obliviado. No había rata para demostrar que lo que decía era verdad y algo en su interior gritaba que mencionar a Sirius Black de forma positiva lo iba a meter en problemas con su padrino.

Severus podía ser igual de dramático que él. Por algo es su padrino.

“¿Cómo te sientes, Draco?” pregunta, caminando a su escritorio para abrir un cajón y sacar un pote de ungüento.

“Bien, las heridas ya están mejor. Puedo moverme sin que me duelan. Solo pica” responde sincero.

“Ese animal” escucha que Severus dice entre dientes “Toma. Está hecho con díctamo. Úsalo y así lograremos que se borren la mayoría de tus cicatrices, aún estás a tiempo”

Draco abre el envase y se apresura a colocárselas en el rostro. Severus rueda los ojos.

“El director comentó que debo de informar que cursos decidiste darte de baja. ¿ya pensaste? ¿o los dramas que hacen tus molestos amigos en los comedores te han distraído?”

Draco suspira.

“De hecho, ¿puedo tomar tres cursos?” pregunta Draco.

Severus asiente cansado antes de sentarse en su sillón como su perdiera la fe en su sobrino. Draco sonríe por eso.

“bueno, el primero es estudios muggles” decide ir por lo más detestable para su padrino a lo aceptable.

Severus frunce el ceño, pero no dice nada.

“Adivinanza” su padrino abre los ojos y lo mira con el ceño fruncido.

“¿Por qué mi pomposo ahijado elegiría un curso con tal despropósito de existencia?”

Draco hace una mueca.

“Bueno, me parece interesante”

Se siente avergonzado de pensar en Potter en ese momento. Su padrino parece notarlo porque gruñe, pero no le dice nada.

“Termina por acabar con mis esperanzas de tener un ahijado competente”

“Aritmancia. Deseo estudiar aritmancia” termina por decir.

Severus no parece contento.

“¿Eres consciente que ninguno de esos cursos se relaciona entre sí? Estás en tercer año, pero pronto llegarán tus TIMOS y deberás elegir una profesión”

Draco asiente.

“Lo pensaré mejor el próximo año, lo prometo” dice.

“¿Qué exactamente estudiarás?” pregunta Severus con una ceja alzada.

“Medimagia” responde Draco “Quiero ser medimago”

Severus no es esperaba esa respuesta, pero asiente.

“En vacaciones veremos ese asunto con tu madre. Ahora, ¡fuera!”

Draco sonríe y camina a la puerta. Se da un momento para ver a su padrino mirando cansado el techo, pero parecía relajado. Eso solo alegró más a Draco.

Draco llega con el pote del ungüento a su cuarto. Mira su mano y la cicatriz. Recuerda el Horrocrux. Pone el ungüento en su mano. Observa fascinado como la marca deja de tener ese color rojizo para casi desaparecer. Un par de aplicaciones más y quedaría como nueva la mano.

Era mejor así.

“Bien, Libra” mira a su gata, quien maúlla “Es momento. Veamos la manera de destruir esta cosa”

Eso no parece agradar a su varita. A Draco no le importa, pero siente como en su mente el cuaderno donde escribe el anciano aparece. Gruñe molesto y camina a buscarlo. Lo saca y esta se abre para dejar una frase que enojó a Draco.

No debes destruir ese Horrocrux. Se lo darás a Harry Potter en séptimo año.

Draco quiere maldecir por eso, pero siente como su varita le quema entre sus dedos.

“Jodido anciano de mierda” cierra el libro de golpe antes de arrojarlo a la cama. Mira su baúl. Dentro de él en una caja estaba el horrocrux. La impotencia de tener la posibilidad de destruirlo, pero no poder hacerlo, estaba allí.

Draco estaba tranquilo de que estaba siendo protegido, pero tampoco sería un idiota Gryffindor para desafiar al anciano las veces que quiera. Así que decidió obedecer esa orden, aunque eso le provocaba tanta rabia.

Los días pasaban. Millie a veces por la noche aparecía para dormir con él o era Pansy. Ambas parecían haber sido víctimas de pesadillas y Draco se sentía culpable porque no era un idiota para no notar que esos sueños eran sobre él. Luna también pasaba el mayor tiempo cerca de él. Justin ahora se lo miraba a cada momento para luego suspirar agradecido. Hermione… ella parecía estar siempre triste. Theo era el único que se podría decir que se mantenía normal, pero cuando agarraba la mano de Draco… solo se podía describir ese nivel de miedo a dejar de tocar a la persona que quieres si lo has vivido en carne propia.

El año nuevo llegó rápidamente y todos se reunieron para celebrarlo juntos. Menos Ron y Potter, quienes parecían estar demasiados enojados con Hermione como para acercarse.

Draco no confiaba en que Potter se tranquilizara por la falta de escoba. Ese día con una corona de flores amarillas en la cabeza por creación de Luna, camina a hablar con ese par. No, con Ron.

Ron era el único que podría mantener a raya a Harry James Potter de sus deseos de ser un héroe con su situación.

“Ron, hablemos” dice Draco con el ceño fruncido.

Ron y Potter se giran a verlo. Draco ignora olímpicamente como el rostro de Potter se pintaba de rojo y boqueaba. Ron por su parte parece entender algo y frunce el ceño.

“Amigo, si me vas a hablar de Hermione, puedes irte. No quiero hablar de ella por el momento o tal vez nunca. Ella hasta ahora no se ha disculpado”

Draco rueda los ojos.

“no, es un favor que te quiero pedir. Eres el único que me puedes ayudar”

“Yo también puedo ayudar” dice Potter “Sé que no te he hablado todo este tiempo, pero no estoy molesto contigo. Solo no quiero hablar con Hermione ahora, no eres tú”

Draco mira totalmente confundido a Potter. El chico parecía muy nervioso y Draco no entendía.

“Bien, de todas formas, trata sobre ti y nada mejor que pedirle esto a la persona que más resultados me dará” responde simple.

“¿Sobre mí? ¿Piensas en mí?” pregunta con emoción Potter.

Draco se sonroja, pero decide enterrar su nerviosismo. Esto era importante.

“Quería pedir a Ron que te cuidara. Porque te conozco y eres un idiota que sería capaz de ir detrás de Sirius Black completamente solo. Así que solo era eso. Que Ron me asegurara de mantenerte vigilado”

Ron hace señas intentando callarlo, pero es tarde.

Potter está enojado.

“¿Por qué pedirías algo así? No soy un niño”

“Bueno, hacer tonterías como intentar escapar de un castillo cuando hay un loco allí afuera queriendo tu cabeza, obviamente me pondría a cuestionar tus acciones o tu mente”

“Amigo, creo que mejor hablamos de esto en otro momento” intenta decir Ron.

“¡Cállate, Ron!” gritan ambos a la vez.

“Solo quiero que él pague. Tú también desearías lo mismo si se hubieran llevado a Nott”

“Sí, pero la diferencia está que a mí no me están buscando Potter. Me importas demasiado como para dejarte salir allí. No sabes ni la mitad de hechizos qué sé yo” contrataca.

“¿Y dónde están esos hechizos cuando te llevaron? No lo entiendes. Me siento culpable, solo quiero” Potter mira a otro lado “Solo quiero que él pague por todo. Justo cuando nos hacemos amigos y con lo de Hermione, parece que el mundo no quiere que te tenga cerca como quiero”

Draco se muerde el labio. Se acerca y lo agarra del rostro para que lo mire.

“Deja de ser un estúpido. Si sales allí afuera, tu solito harás que no me tengas cerca, porque no te lo perdonaré. Ahora te quedarás aquí y te cuidarás como una persona normal. Tranquilízame de esa forma, porque me importas pedazo de idiota. Ahora eres mi amigo, te aguantas”

Potter lo mira directo a los ojos.

“¿Te importo más que Nott?”

Draco lo suelta totalmente sorprendido. Da unos pasos atrás y siente como toda su cara se pone como un tomate. Podría competir con el cabello pelirrojo de Ron.

“¿Qué tiene que ver Theo? No respondas, no quiero saber. Ron. Ya sabes. Si ese idiota se escapa, es mejor que hayas ido con él o te mataré”

Draco no espera respuestas de Ron, se da la vuelta y huye. Lo último que escucha es Ron preguntarle a Harry con clara extrañeza.

“Hermano ¿qué carajos fue eso?”

 

Forward
Sign in to leave a review.