Draco Malfoy y El Diario de R.A.B

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y El Diario de R.A.B
Summary
El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor.Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo.Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad.Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.
Note
Este libro va dedicado a mi querida Beta: Majo y a mi querida Gala, quienes me acompañaron en la escritora de este libro capitulo por capitulo :3
All Chapters Forward

El gato perdido

9. Gato perdido 

“20 de octubre de 1979- 17 años

Mi señor acaba de pedir que ponga a su disposición a mi elfo doméstico. Madre está orgullosa de que Lord Voldemort me haya dado una orden así de directa.

Daré lo mejor.

Le pedí a Kreacher que regrese con vida y me cuente todo. Tengo un mal presentimiento con respecto a todo. Bella me sacaría los ojos si leyera esto.

James me envió una carta. Dos años sin saber de él y me envía una misera carta luego de robarse a mi hermano. Maldito. Lo odio. Ojalá se muera. Destruyó a mi familia…

El entrenamiento con Bella fue menos doloroso. Ella está feliz. A ella también le confiaron un objeto, estuvo presumiendo con Barty, quien se volvió su pupilo principal. Evan también se ha estado distanciando de nosotros últimamente. Ahora en los ataques semanales va por su propio rumbo. Así no podremos protegerlo y terminará muerto por uno de esos estúpidos aurores, debemos estar juntos por Circe.

Esta semana acabaremos la segunda guía de entrenamiento de aurores. Son seis en total. Dos por año y su entrenamiento dura tres años…. Este año los idiotas de los merodeadores terminan.

Joder”

Draco decidió leer paginas al lazar luego del primer entrenamiento. Le frustraba ver como algunas partes de las hojas estaban tachadas. Solo había podido comprender el Maldito y Destruyó a mi familia.

¿Hablaba de su hermano?

Lo que también le causaba curiosidad era saber de qué hablaba con respecto a Voldemort. Su curiosidad le llevó a la última hoja.

Una hoja con la letra desprolija pero que se notaba pertenecía a Regulus, algunas partes parecía que le había caído gotas de agua por lo corrido que se encontraba la tinta.

“31 octubre de 1979- 17 años.

Eso es todo. Este es el final diario. Espero que Cissy te encuentre y te queme, porque no tengo valor de hacerlo. Fuiste un regalo de mi madre… dejaré sola a mi madre. No debía de ser así, padre ya está muy enfermo. Debería estar con ellos, pero lastimaron a Kreacher y debo vengarlo. 

No sé si regresaré con vida, siento que este es el final. No sé porque deseo tanto morir, pero ya estoy cansado.

Y me arrepiento de tantas cosas. La primera no haber huido con Sirius.

¡¿Cómo pude ser tan idiota?! ¿Cómo pude permitir que lastimaran a mi elfo? ¿Así se siente?

¿Así se sintieron los nacidos de muggles cuando matamos a sus familiares sucios? ¿Así terminarán todos los elfos cuando ganemos?

¿Eso es lo que James me quería hacer entender? Acabo de leer su carta, como desearía poder responderla, pero no sé ni donde está o con quien. Antes sabía siempre donde estaba en Hogwarts y él siempre sabía de mí…

Sí el futuro se parece a todo lo que estoy sintiendo con Kreacher lastimado. No lo deseo. Me tengo asco. Creo que es mejor así. Le arrebataré a ese desgraciado el jodido Horrocrux por el cual casi mata a mi querido Kreacher. Lo destruiré y buscaré el resto. Sé que a Bella le dieron uno.

No importa si muero en el proceso. Tal vez así algún día deje de quemar mi brazo y me sienta menos sucio. Que irónico.

Espero que mi hermano sepa todo y cuanto lo siento. Que James sea feliz con su sangre- con Evans. Que tangan muchos hijos, no me importa. Que sea feliz, porque yo lo arruiné. Ahora puedo verlo. Pero ya es tarde. Ya es demasiado tarde. Voldemort ha destruido mi vida y no tengo salvación. Soy un mortifago y siempre seré un mortifago.

Lo arruiné. Todo por mi odio y mi rencor. ¿Qué tal si hubiera sido distinto? Tal vez en vez de esa estúpida pelirroja, sería yo quien me estaría casando. Todo por rencor, por venganza.

No importa. Es el final.

Iré esta tarde a esa cueva, le quitaré el estúpido guardapelo, creé otro falso y lo dejaré en esa cueva con una nota, una última burla a ese imbécil de Voldemort. Que aprenda a no meterse con los elfos de otros.

Espero que tu destino sea mejor que el mío, diario. Gracias por durarme tanto.

Regulus A. Black. El heredero de la casa Black.

Draco cerró el libro y lo tiró lejos. Se abrazó las piernas y trató de controlar su respiración, pero no podía.

Libra estaba en la cama de Theo, él estaba completamente solo dentro de la suya.

Un mortifago siempre va a ser un mortifago.

Como pudo se alzó la manga de su brazo, mientras trataba de que sus manos dejaran de temblar. La piel estaba limpia… pero una vez hubo una marca ahí.

Siempre mortifago… siempre.

Lo que más le daba terror era que esas palabras… esas palabras pudieron haber sido suyas. Todos esos pensamientos. Desde huir, porque Blaise en su anterior vida se lo propuso antes de irse a Italia, pero él decidió quedarse o en esta cuando su madre le propuso lo mismo pero esta vez ir a Francia. Hasta los deseos de morir y sentirse sucio estaban ahí.

Su abuelo tenía razón. Él se parecía a Regulus Black… tuvo la vida de Regulus Black.

Pero ahora, ¿seguiría siendo Regulus Black? Merlín quiera que no, porque ese trágico final no lo podía tener.

Solo si sus padres murieran, lo tendría. No le quedaría nada.

Draco ignora un pequeño susurro casi fantasmal que le decía que no era cierto. Solo estaba alucinando. Él sin sus padres no era nada, estaba solo… completamente solo.

Comienza a llorar más por esa línea del pensamiento. Se olvida que no colocó hechizos silenciadores porque solo planeaba leer algunas páginas y dormir tranquilamente, pero casi ninguno de sus planes funciona realmente. Es por eso que minutos después se abre su cortina dejando ver a un despeinado Theo sosteniendo a una preocupada Libra.

“¿Pesadillas?” pregunta Theo preocupado.

Draco se lanza a los brazos de Theo.

Se quedan abrazados por un tiempo largo. Draco tratando de controlarse, mientras Theo solo estaba quieto. Él no era el que tenía el papel de consolar, para eso estaba Millie, Luna y Hermione Granger. Solo espera paciente hasta que Draco hable.

“Perdón, te mojé el pijama” dice Draco con dificultad.

“Es la primera vez que dices algo tan tonto” dice Theo rodando los ojos.

Draco sonríe por eso, tenía razón. Fue tonto.

“Estaba leyendo el diario de mi tío y creo que recordé cosas que creí olvidadas como mortifago” murmura, pero Theo lo escucha.

“Deberías tener más cuidado. Blaise también te escuchó y no sabemos qué cosas le cuenta a tu padre por cartas” dice serio, para luego llevar ambas manos al rostro de Draco “Y deja de decir tonterías. No eres más un mortifago, eso lo dejaste atrás, ese es el propósito de los viajes en el tiempo. Las cosas que hiciste ya no existen en este momento. Si te dejas atormentar, no podrás tener tu mente vacía para cosas más importante y fallarás de nuevo. Estamos aquí contigo, pero tú eres el que nos guía y si estas a ciegas, todos estaremos así”

Draco mira a esos ojos verdes más apagados que los de Potter. Pero ahora, brillaban. Las manos de Theo eran cálidas. Se sentía bien, como ser arrullado por su madre o abrazado por sus chicas.

Y lo vuelve a besar.

Es un casto beso. Theo no intenta profundizarlo y deja que Draco sea quien decida terminarlo.

“Creo que lo necesitaba” murmura Draco.

“No estás solo Draco, estamos aquí. Si vuelves a pasar por esto, ve a mi cama a dormir. Somos amigos, idiota. No solo Millie, Luna y Hermione pueden consolarte. Bueno, no tengo la más mínima idea como hacerlo, pero aprenderé porque me importas”

“Lo hiciste bien y también me importas” responde Draco con una sonrisa.

Theo se sonroja y Draco lo vuelve a besar. Después, ambos se abrazan y Libra se acurruca entre ambos.

“¿De verdad crees que no soy un mortifago?” pregunta Draco con temor.

“Draco, ambos crecimos con verdaderos mortifagos y no nos parecemos a nuestros padres. Si no confías en ti mismo en cómo te percibes, solo pregúntame. Si alguna vez actúas como un mortifago, yo mismo me encargaré de decírtelo ¿bien?” dice con seriedad.

“Gracias”

“Somos amigos, si no puedo decirte cuando estás siendo un idiota, entonces no vale la pena serlo” responde simple.

Draco lo patea y Theo le peñizca el brazo. Ambos ríen para tratar de dormir después.

Al día siguiente, Draco entendió las palabras de Theo.

Se sumergió tanto en su pánico por ser igual que Regulus y sus temores a ser siempre un mortifago que no notó algo de mucha importancia.

Horrocruxes.

Regulus fue a destruir uno. Tu tía Bella tenía escondido uno por ahí.

Con eso, sería tres Horrocruxes en total.

Faltaban cuatro.

Draco pasó el resto del día distraído por eso. Debía comenzar a pensar en eso también. ¿Cómo los iba a reconocer? ¿Existían hechizos para detectarlo?

No, había leído demasiado sobre ellos, pero simplemente no lo suficiente. Debía seguir. Intentar encontrar la manera de averiguar más.

“Tomaré clases con el profesor Lupin” dice Potter a todos en la mesa “hablé con él sobre el suceso del partido. Me explicó sobre ellos” mira a Draco quien estaba picoteando su plato de comida sin ganas “Dijo que ellos se acercaron porque estaban hambrientos y no se resistieron a ir al partido”

Draco consideró esa posibilidad, pero había algo en ese grim… una magia que percibió demasiado extraña. Familiar. Black.

“No, estuvo ahí. Lo sé” dice serio.

Todos se quedaron en silencio.

“¿Qué más hablaste, Potter?” pregunta Millie dejando de lado su comida para mirar al chico con cicatriz “Tal vez nos sirva de algo esas clases que mencionaste”

“Sí. Me enseñará a cómo defenderme de los dementores” responde con esperanza.

“¿Un patronus?” pregunta Draco con la ceja alzada “Perfecto, podrás enseñar a todos aquí, porque yo no tengo la más mínima idea de cómo hacerlo”

“¿Qué?” dice Harry sorprendido “¿Me dejarás enseñar? Pensé que tú serías el que llevara todos los entrenamientos”

“Potter, si tienes el conocimiento, para que desperdiciarlo” responde simple.

“Draco tiene razón. Si es él quien nos enseña, es porque tiene mayor conocimiento” ayuda Hermione.

“Oh, señor” dice Ronald “Es la primera vez que Hermione admite algo así. Rápido. Pidan un deseo”

Todos se ríe por eso menos Hermione, quien bufa ofendida.

“Pero el profesor me enseñará después del trimestre” informa el niño con cicatriz mirando a Draco.

“Bien, de todas maneras, deben seguir aprendiendo lo básico de defensa para ir a cosas avanzadas. Vimos Expelliarmus, mañana veremos los protegos. Así hasta poder abrir la guía de aurores que me entregaron. Primero explotaremos todos los libros de defensa de la escuela”

Potter solo se le queda mirando con mucha intensidad. Draco se pone nervioso y agradece cuando Hermione lo arrastra a la biblioteca para hacer los trabajos más pesados como los únicos con el horario así de pesado.

Hoy iban a practicar hechizos de protección. Draco estaba en el centro sin su corbata de Slytherin, su túnica y las mangas remangadas para evitar que sus gemelos especiales sean dañados por cualquier incidente. Su cabello no era tan largo como Draco deseaba como para usar algunos ganchos.

Pronto crecería.

“Bueno, todos aquí como la práctica pasada deben estar en parejas, pero esta vez las elijo yo” dice serio.

Draco el celestino de nuevo en acción.

“¿Es en serio?” pregunta Pansy molesta “Trabajé perfectamente bien con Longbottom”

Draco rueda los ojos.

“Pansy y Millie primera pareja” dice mirando con una sonrisa a su amiga pelinegra de ojos verdes de ascendencia japonesa.

“Eres un” gruñe Pansy, caminando hacia Millie.

“Vas a caer princesita” se burla Millie con maldad.

Draco rueda los ojos. Ahora se arrepentía de sus decisiones.

“Ron con Hermione”

Hermione mira al pelirrojo y este sonríe como si hubiera ganado la lotería.

“Será fácil. Gracias Draco” se burla Ronald con una sonrisa victoriosa.

“Pobre de tu alma, pelirrojo barato” dice Millie “Hazlo mierda, Mione” alienta a la violencia.

“Sí” dice molesta la nombrada. Sí, hoy correría sangre, aunque en realidad estaban practicando escudos.

“Potter con Ginevra” canturrea malicioso. Escucha de fondo como Luna suspira. Sí, un día de estos su prima haría algo en su contra, se lo estaba ganando.

Potter parecía decepcionado. Ginevra está brillando de felicidad y le agradecía con la mirada al rubio.

“Daré lo mejor” dice la pelirroja corriendo para acercarse a Potter.

Draco decide ignorar su malestar y mira a Neville y Luna con cariño.

“Neville y Luna, preciosa”

Luna ríe cansada y camina a donde estaba el Gryffindor, quien la recibe con una sonrisa.

“¡Hey! No es justo, elegiste quedarte con tu novio” se queja Ronald mirando que solo Theo era el único sin pareja.

Draco ríe por eso. Camina a donde está Theo y le besa la mejilla.

“No seas amable” le susurra.

“Te haré mierda, Draco” responde Theo decido.

“Theo, que feo coqueteas” se burla Millie.

Theo rueda los ojos. Draco solo ríe y se aleja para ponerse al medio. Indica a todos que calienten un poco estirándose, porque tendrán que esquivar hechizos que les van a rebotar si realizan de forma perfecta sus escudos las personas que deben protegerse.

Draco mira a Ginevra casi como una estatua mientras Potter se estira incomodo. Sí, demasiado trabajo. Debió escoger a Cho. no. Le caía mal esa bruja.

“Existen muchos hechizos de protección. La protección te mantiene vivo” mira a todos de forma seria “Así que les pido que todo lo que les enseñe hoy nunca se olviden. Es mejor que protegerse de ataques que atacar y morir. En una pelea real, si no eres un experto dualista, es mejor asegurarse mantener el cuello a salvo y huir”

“¿No sería mejor atacar?” pregunta Potter, siempre buscando darle la contra a Draco “No podemos simplemente huir, eso nos haría ver como cobardes”

“Harry tiene razón” dice Ronald mientras Hermione asiente de fondo.

“Potter” dice Draco en un suspiro “La guerra real no es fácil. Habrá demasiado en ese momento y es preferible que lo primero que te venga a la mente sea un escudo que un ataque débil. Deben permanecer con vida”

“¿Por qué? ¿Para qué vivir si realmente no estamos haciendo nada para ayudar al resto?”

“Porque ayudas mejor estando vivo que muerto” dice severo Draco.

“Además” habla Luna “De esta manera, podrías sacarle información a la persona cuando más dura la pelea. Millie suele decir cosas mientras está concentrada en otras cosas, será lo mismo en las peleas” explica despacio, pero muy segura de sus palabras.

“Y no se lastima a nadie realmente y con los escudos puedes proteger a otros. Ayudar.” dice nervioso Justin de fondo.

Los leones se quedaron mirando a Draco, quien suspira.

“Justin tiene un punto, pueden usar esos hechizos de protección en otros” esas palabras satisficieron a los leones “Como decía. Para que puedan protegerse y proteger al resto, existen una serie de hechizos. Comenzaremos con lo básico y subiremos de nivel con forme avancen. Al final de la clase, armaremos pequeños duelos con diferentes parejas para variar y no se sientan cómodos, porque en una pelea real nunca sabrás el estilo de pelea de tu oponente”

Todos se miraron entre todos con un brillo malicioso.

“Con respecto al Expelliermus que aprendimos para aprender el entrenamiento corto que tuvimos, olvidé de decirles que cuando tengan la varita de los magos en sus manos, las rompan”

Pansy y Theo soltaron un sonido totalmente sorprendidos por esas palabras.

“¿Perdiste la cabeza, Draco?” chilla Pansy “Estamos hablando de las varitas, en nuestra culturan son sagradas ¿cómo nos pides hacer esa cosa tan horrible?”

“Draco, creo que yo nunca podría hacer algo así. Es como insultar a la magia” concuerda Theo.

“Es supervivencia pura. Theo, Pansy. La magia sin varita es una magia demasiado difícil. Puedo decir con seguridad que solo he visto a mi padrino hacer lo en todos mis años. Si los mortifagos se quedan sin varita, será una ventaja para nosotros”

Severus, Dumbledore, Bellatrix y Voldemort. Nadie más que ellos.

No solo romper las varitas era por supervivencia. Era una bella cachetada a la supremacía de sangre.

“No podría, lo siento” dicen ambos a la vez.

“No pido que lo hagan, solo les doy esa opción.”

Él nunca los iba a forzar a dejar atrás esa educación. Estaba orgulloso de cuanto habían crecidos sus serpientes.

“Hay que practicar” dice Millie diabólica “Ronald tu varita”

“Aléjate, es nueva” se queja Ronald, comenzando a ser perseguido por Millie para aliviar la tensión.

Draco se acerca a Hermione y Potter. Observa como Ronald pide ayuda mientras Millie le lanza expelliarmus que el pelirrojo apenas logra esquivar.

“¿Estás bien con eso?” pregunta Potter “Dejarás que ellos no lo hagan ¿No dirás nada? Son las varitas de los mortifagos lo que vamos a romper, ¿no es eso bueno?”

“Potter, no los obligaré a hacer algo que no quieren. Son mis amigos y estoy tratando de ponerme en su lugar. Fuimos criados de maneras distintas” mira de frente a esos ojos verdes y encendidos “De una manera que llegó a manipularnos por años. Dejaré que ellos decidan en el momento. Sé que piensas que ellos lo hacen por supremacía, pero es mucho más. No hay blanco y negro. Es todo gris”

Potter asiente por esas palabras.

“Eres tan… increíble” suelta Potter mirándolo con un brillo que a Draco asustó.

Así que huirá.

“Millie ya deja en paz a la comadreja, nunca lo vas a alcanzar” decide llamar a su amiga y alejarse de Potter por su bien.

“Dejaré que Mione les explique la teoría. Vamos, Mione. Habla de los hechizos protectores básicos que leímos” llama a su leona, quien brillantemente se paró en el medio de todos.

“Comencemos con lo básico” dice Hermione parándose al centro repitiendo la pose y las palabras arrastradas como Draco pronuncia “Tenemos al encantamiento escudo: Protego. Es un encantamiento que protege al lanzador con un escudo invisible que refleja hechizos y bloquea entidades físicas. Los hechizos en ocasiones pueden rebotar directamente de vuelta al lanzador, o en otros casos pueden ser disparados en otras direcciones o disipados al momento de golpear el escudo. De ella, nacen otras variaciones más complejas”

“Eso es todo, gracias Mione” corta a su chica o se quedarían toda la tarde escuchando los conocimientos de su leona “Comencemos con esta. Luego, el protego Duo lo harán uno por uno conmigo. Si nos alcanza el tiempo, tendremos al protego horriblis, pero seré yo quien de las demostraciones por ahora a partir de ahí, porque solo son usadas para hechizos más complejos”

“Presumido” dicen a la vez Ronald y Millie, para sonreírse y chocar los cinco.

Draco le enseña la manera y comienzan a trabajar entre ellos. Se queda observando con una sonrisa como Luna manda a volar a Neville con su expulso que el Gryffindor no logró bloquear. Justin corrió a ver si el chico estaba bien.

Sí, exceso de ternura para su alma.

Miró a Ginevra a lo lejos. La niña temblaba mientras sujetaba su varita y Potter estaba comenzando a molestarse por estar esperando a la pelirroja.

“Ginevra, coraje leona. Muestra coraje. Alguna chispa” dice sin poder evitarlo.

¿Cómo piensa enamorar a Potter si no muestra personalidad?

Ginevra asiente nerviosa. Cierra los ojos y dice su hechizo que termina dando por la espalda a Millie, quien cae al piso y Pansy comienza a reír apuntando a la bruja, para luego ser jalada y termine también en el piso y comiencen a empujarse.

Draco no podía creer que en verdad esto le estuviera pasando. La tentación de buscar a Cho le llega.

“No puedo con ellos” gruñe molesto y camina a Theo, quien estaba esperando tranquilo.

“¿Te vas a rendir, profesor?” se burla.

Draco lo empuja molesto y vuelve a su lugar para ponerse en posición para lanzar hechizos tal como su tía Bella le había enseñado.

“Bien, Theo. Solo usaré Rictusempra. Es tu decisión reír o no como un idiota”

Theo le sonríe y comienzan a practicar. Uno de los rictusempras le cayó a Neville, quien comenzó a reír en el piso y Theo se apresuró a ayudarlo.

Con el protego duo, la cosa comenzó a tornarse difícil. Neville terminó al borde las lágrimas al no lograr tener un protego decente, pero un avance hubo. Diferente a Luna, quien fue de las primeras en lograr un escudo junto a Potter, Hermione y Pansy. Theo tuvo que recibir muchos riptusempras antes de hacer un escudo. Millie se sentó cansada de tanto caer por la misma situación y Ronald terminó humillado por Hermione, quien le restregó en la cara su victoria. Ginevra ni siquiera lo estaba intentando por los nervios. Justin terminó cansado de estar correteando en el salón asegurándose que todos siguieran vivos. 

“Bien. Dejaremos esto aquí antes de que alguien en verdad necesite ir a la enfermería. Continuaremos con la clase de protecciones hasta completar todas las variaciones”

“¿No habrá duelos?” pregunta Potter decepcionado.

“Bien, Potter. ¿A quién quieres retar?” pregunta curioso Draco.

Potter lo apunto.

“Un duelo. Solo tú y yo”

Draco se quedó quieto.

“Bien, un duelo tú y yo” dice Draco levantándose para pararse en el centro.

“¡Hazlo mierda, Draco!” chilla Millie.

“Solo pueden usar expelliarmus y protego” dice seria Hermione.

“Le quitas diversión a la vida, Mione” se queja Ronald, siendo apoyada por Millie.

“Para un buen duelo de varitas, es importante el saludo” dice Draco con una sonrisa “Que gane el mejor”

“No sabrás que te golpeo, Draco” dice emocionado.

Draco le devuelve la sonrisa.

Ambos se dedican una reverencia formal. Potter adquiere una pose muy mala, pero de demostraba que estaba preparado para pelear. Draco adquirió la pose de su tía Bella que aprendió a base de castigos e insultos.

“Expelliarmus” dice Potter rápidamente.

Draco apenas logró hacer un escudo no verbal. Podía sentir la magia poderosa y letal de Potter esparcirse alrededor de su escudo invisible como polvo.

“¿Qué hiciste? ¡No dijiste ni una palabra!” se queja.

“Magia no verbal” responde Theo por Draco totalmente sorprendido “Draco sabe magia no verbal”

Draco evita decir que la aprendió a base de crucios por parte de su tía Bellatrix. Que lo convirtió en un soldado para Voldemort.

Hermione se encarga de decir en voz alta que era la magia no verbal y el nivel de dificultad. El mago debía de tener un conocimiento avanzado de magia para ser capaz de usarla sin decir los hechizos en voz alta. Así aumentando el nivel de peligrosidad, porque el enemigo no sabrá que hechizos estás usando porque no lo pronunciarás.

Perfecto para duelos. Perfecto para matar.

“Expelliarmus” vuelve a decir Potter rápido.

Draco la bloquea, se agacha y se mueve con destreza como un depredador. Lástima que no estaba acechando a una presa, sino a otro depredador que aún estaba aprendiendo, porque si supiera como él, Draco sería la presa.

“Expelliarmus” dice apuntando a un punto débil que Potter no estaba cubriendo.

“Protego” grita el muchacho.

Y Draco lo nota. Potter no necesita fijarse que parte debe proteger, porque su magia se encarga de crear un escudo lo suficientemente grande que cubra cada parte, hasta los cabellos más desordenados de ese nido de pájaros sobre su cabeza. El niño que vivió ni siquiera necesitaría usar otro tipo de Protego con la cantidad de magia que estaba soltando sin ni siquiera estarlo realmente intentando. Y lo que más emocionaba a Draco era que Potter no era consciente de su poder.

“Expelliarmus” grita Potter.

Draco lo esquiva. Rápidamente aun encorvado por esquivar el hechizo, grita.

“Expelliarmus”

No le da tiempo a Potter de reaccionar. La varita del niño que vivió sale volando de las manos y sale disparado a otra parte de la habitación. Draco la quería en sus manos, pero no fue así. Incluso perdiendo, la magia de Potter se encargaba de beneficiar a Potter, porque la varita cayó cerca del pelinegro. 

“Gana Draco” dice Hermione como si no fuera muy obvio.

Potter lo mira con ese brillo en los ojos. Draco se queda quieto porque queda atrapado en esos ojos verdes. El dueño de esos ojos avanza y le extiende la mano a Draco.

“Estuviste muy bien, Draco. Lo mejor de mi tarde. Gracias” confiesa con una sonrisa brillante y con leves gotas de sudor cayendo por su mandíbula en formación.

Draco acepta la mano. El mundo se detiene por un instante. Solo ellos dos con las manos juntas.

“Serás un buen dualista, Potter. Que nadie te haga creer lo contrario” no puede evitar decir.

“Pero me ganaste” dice Potter sin entender.

“Tengo experiencia y aun así me diste batalla”

“Que dices, no duraron mucho” dice Ronald de fondo con maldad.

“¿Podrían callar a la comadreja?” se queja Draco, agradecido de poder huir de nuevo “Como sea, se terminó la clase. Vamos Justin, tienes que comer. No te vi comer bien en el almuerzo”

Justin corre hacia él y Draco lo abraza por los hombros. Luna se une al abrazo y jala a Neville y Ginny con ella y caminan felices siendo seguidos por Theo, Millie y Pansy. Hermione esperó a que sus chicos se pusieron a cada lado para unirse a la caminata.

Querido Dragón:

Las fiestas se acercan rápidamente y quiero preparar a tu padre para recibir a tus amigos. Los quiero en la cena principal, así que debo comenzar temprano a convencerlo de quedarse, aunque sea un par de días.

Sí eres tan amable de enviarme una lista de quienes van a asistir o si solo seremos los cuatro con Blaise, sería encantador.

Estoy orgullosa de ti.

Con amor,

Narcissa Malfoy.

Pasan las semanas. El grupo siguió practicando con los hechizos de protección hasta perfeccionarlos solo por Draco. Él quería asegurarse que sus amigos pudieran protegerse en caso los hechizos que usen de la guía salieran de forma desastrosa.

La fecha para ir a Hogsmeade se da. Hermione se alegra de poder hacer las compras navideñas.

Ella y Ron se quedaría con Potter. El niño dorado debía ser cuidado en Hogwarts cerca de Dumbledore. No en una mansión con un jodido mortifago que en el futuro volverá a ser activo.

No con Draco el hijo que fracasó en rescatar a su padre de ese futuro.

Draco se sentía frustrado por eso. Había planeado enseñarle a Hermione las costumbres de los sangre pura. Luna creando muchas coronas de flores. Prender una vela junto a Theo para aclarar una vez más que iba en serio y que si hablaba con Potter era solo porque sus sentimientos del momento no le iban a impedir ser amable con el Gryffindor. Era una serpiente progresista.

Aclarar que solo buscaba de una vez tener solo una amistad con el niño que vivió. Si iba a dejar atrás su vida pasada, también quería enterrar eso.

“Te ves triste” dice Justin a su lado.

“Solo estoy pensativo” responde con una sonrisa cansada.

El asunto de los Horrocrux no llegó a nada más de lo que él sabía. Como crearlos, su naturaleza. No había manera de detectarlos. La magia que les cubría los hacía prácticamente repelentes a la magia. Solo el fuego maldito y el veneno de basilisco los destruían. Nada realmente nuevo.

Las cartas de su tía llegaban con más historias de ella y su madre. Se notaba la melancolía y el anhelo en cada letra. Las cartas de Dora sobre sus entrenamientos eran un respiro de tranquilidad que necesitaba.

El asunto de ser el celestino no avanzaba. Ginevra era sin duda un caso totalmente desesperante. La niña no lo ayudaba para nada. Debía tener una charla sería con esa mocosa. Parecía tener una necesidad terrible de parecer un saco rojo sin personalidad. En cada entrenamiento que lo ponía junto a Potter, terminaba con Potter queriendo duelos con Draco (que él rechazaba por el bien de su corazón) solo porque Ginevra no hacía ni sudar una gota al niño que vivió.

Pero eso se acabaría.

“Ginevra” dice mirando a la pelirroja.

Todos dejan su momento de paz en la biblioteca para ver al rubio curiosos.

“¿Draco?” pregunta la niña nerviosa.

“Hablemos, quiero conversar” dice inexpresivo.

“Ginny, ¿qué flores quieres?” pregunta Millie de fondo.

“Ahora no, Mills. Vamos” se para y camina escuchando los pasos de la pelirroja detrás de él.

Ginny lo sigue en silencio. Llegan a una parte alejada de la biblioteca y Draco mira a la niña.

“¿Realmente quieres algo con Potter?” pregunta serio.

La niña asiente.

“Más que nada. Él es… es asombroso y lindo” murmura avergonzada y completamente enamorada de Potter.

“No parece” dice Draco “Escucha, estoy tratando. Realmente quiero que estes con Potter, sé que harán una bonita pareja, pero no me ayudas Ginevra. Deja de parecer una muñeca de trapo sin vida. A Potter le gustan personas que destacan… deberías invitarlo a jugar en las escobas, hablarle en las sesiones de duelo. Algo que haga que él solo piense en ti”

Ginevra se sonroja terriblemente.

“El sábado iremos a Hogsmeade. Iré, llevaré a mi gata a conocer ese pueblo… pero no lo haré si Potter queda solo. Así que, no estropees esto. Irás, le dirás para pasar una tarde interesante. Aunque no sean ustedes dos, mete a Luna. Solo pasa el día con él, muéstrate como eres y no intentes parecer una cara bonita”

Ginevra arruga la cara.

“No soy una cara bonita” dice molesta.

“¡Eso! Al fin una personalidad. Sé una Gryffindor. A Potter le gustará como eres”

“¿Cómo estás seguro?”

Draco no responde, solo se queda pensando en ese par yendo de la mano por Hogwarts mientras él apenas dejaba que Pansy le acariciara el cabello porque temía que a ella le saliera la marca de su brazo.

“No lo sé, pero al menos lo vamos a intentar”

La pelirroja asiente “Gracias, de verdad. Y perdón si las cosas que te dije el año pasado te ofendieron. Eres realmente agradable”

Draco le sonríe.

“Merlín, si termino en una especie de amistad con toda tu familia, creo que me coronaré como la serpiente más progresista”

Ginevra rueda los ojos. Intenta empujarlo, pero Draco solo corre. Ella lo sigue y cuando están a salvo en el pequeño espacio que Draco creaba para que pudieran hacer ruido, comienzan a reír llamando la atención de todos.

“Pensé que ibas a matar a Ginny” murmura sorprendida Millie.

“Solo quería hablar con mi amiga” responde Draco mirando a la niña. Esa disculpa derritió su corazón. No podía odiar a esa niña. Además, era la mejor amiga de su prima, debía hacer las paces con un conflicto interno del cual la niña pelirroja no tenía ni idea que existía.

Ella parecía brillar por eso.

“No es justo, Ginny ni siquiera habla y es tu amiga” se queja Potter de fondo.

“Harry” Hermione le regaña mientras Ronald comienza a reír.

“¿De verdad nos alcanzarás?” pregunta Millie con una ceja alzada.

“Sí, solo quiero asegurarme que Ginevra en verdad haga compañía a Potter” dice con una sonrisa.

“no sé qué pensar del hecho que quieras que mi hermana se quedé todo el día con mi mejor amigo” dice Ronald de brazos cruzados.

Draco rueda los ojos.

“¿Qué pasa si no funciona? Ginny… sabemos cómo es Ginny”

Draco suspira.

“Me quedaré con Potter”

Libra entre sus brazos parece entender y comienza a maullar molesta.

“Creo que esta señorita quería conocer el pueblo” habla Theo mirando a la gata con una sonrisa.

No parecía celoso por eso. Parecía resignado a que Potter sea una constante en Draco.

“Llévala por mí” dice Draco con una sonrisa. Estaba encantado por eso. Como Theo seguía ahí. Fiel.

Su pecho se calentó de nuevo.

Theo la recibe y Draco no puede evitar darle un casto beso en los labios. Ignora los suspiros de sorpresa de algunas personas alrededor.

“La cuidaré” asegura Theo con una sonrisa brillante. Si se hizo ideas en la cabeza, parecían haber desaparecido por ese beso.

Draco solo observa cómo se van. Potter no había ido hasta ahí, quedándose cerca de su torre. Se gira para ver a las brujas un año menor. Luna estaba mirando a las nubes mientras Ginevra estaba sonrojada y lista para lo que venía.

“No sabía que lo tuyo con Theo era serio” dice la niña pelirroja mirando con alegría a Draco “Creo que ahora sí tomaré más en serio tus consejos, eres el primero en el grupo con pareja”

“Dejamos que fluyan las cosas” responde Draco con una sonrisa “Vamos rápido. Así no pierdo el carruaje” dice con una sonrisa.

Ambas niñas lo siguen a la torre.

“¿Sabes que dirás?” pregunta a la pelirroja con paciencia.

“Sí, por supuesto” asiente decidida.

Draco le sonríe y observa como la pelirroja se aleja.

Con Luna se quedan esperando, pero la pelirroja regresa con una mueca triste luego de un rato.

“Estuvo hablando con los gemelos por un rato, cuando se fueron me acerque a invitarlo a pasar la tarde conmigo y Luna, pero me rechazó” dice frustrada.

Mendigo Potter.

Draco frunció el ceño. Joder.

“Lo siento Draco, tal vez contigo en el plan tal vez acepte, pero tú te perderás tu tarde en Hogsmeade y yo…” la pelirroja se detiene para morderse el labio mi mirar al piso.

“Oh, Ginny” dice Luna “ven, vamos al lago a dar de comer a los peces. Ayúdame a intentar aprender el idioma, estoy segura que saben demasiadas cosas del colegio”

“Ve, Ginny” dice Draco “Volveremos a intentar más lento después. No te rindas” trata de consolar a la pecosa.

Ginny se deja llevar por Luna.

Draco suspira. Está a punto de emprender un camino a donde está Harry Potter, pero el niño aparece sosteniendo un mapa y estaba agitado, como si hubiera corrido.

“Hola” saluda con una sonrisa “Funciona”

“¿Qué funciona?” pregunta Draco tratando de fingir que no tuvo un pequeño ataque por la aparición de Potter como si supiera donde estaba.

“Esto” apunto emocionado.

Un mapa.

Draco se acerca y mira. Era un mapa de Hogwarts. Lo que le dejó sin palabras fue notar los nombres en tinta de Potter y de él ahí en el pasillo cercano a la torre de Gryffindor. Miró por curiosidad y encontró los nombres de Luna y Ginevra avanzar rápidamente hasta el lago.

“Oh, Merlín. ¿Cómo?” pregunta Draco totalmente sorprendido.

“Fred y George me lo dieron. Vi tu nombre y esperé para venir a decírtelo. ¿No es asombroso? Tengo la capa de invisibilidad, podríamos ir los dos a Hogsmeade” propone brillante.

Potter ni siquiera le preguntó que hacía ahí o porque no estaba de camino a Hogsmeade como dijo que haría para llevar a Libra a conocer el lugar.

No, solo quería que lo acompañara a una aventura.

“Solo si algún día me dejas poner mis manos en ese mapa” dice con una sonrisa.

“Es todo tuyo” responde Potter con firmeza.

Draco ríe y deja que Potter extienda la capa para los dos. Draco lo sigue. No lo cuestiona cuando llegan a una estatua y le aplaude cuando usa un hechizo para entrar. Comienza a quejarse cuando caminan por más de treinta minutos por un túnel sucio y algo húmedo.

Y llegan a Honeydukes. Las piernas de Draco temblaban por la larga caminata, pero habían llegado.

“No, Harry no querrá de estos. Creo que son para vampiros” la voz de Hermione se escucha.

“Perfecto, serán para Draco” dice Ronald con una sonrisa maliciosa.

“Dámelos y se los daré de comer a tu rata” gruñe Draco, provocando que Potter ría.

“¡Draco!” grita Hermione “¿qué haces aquí? ¿Dónde estás?”

Harry baja la capa y los deja al descubierto. Hermione parece molesta, mientras Ronald los festeja detrás por romper las reglas.

“¡Eso es tan irresponsable de su parte!” les regaña Hermione.

Harry comienza a contarles del mapa. Draco escucha atento y se queda quieto con la palabra merodeador.

Los merodeadores. Regulus.

Más por leer. Esta vez sería más juicioso, leería todo desde el comienzo. No importaba cuanto tiempo le tomara. Además, una parte de él quería saber de Regulus como persona. Como pasó de ser un sangre pura purista a convertirse en alguien miserable como él.

“Harry no se quedará con eso” dice Hermione severa “Se lo entregará a la profesora McGonagall, ¿verdad, Harry?”

“¡No!” contenta Potter firme.

“¿Estás loca?” secunda Ronald más molesto que el mismo Potter.

“Mione, este mapa es muy útil” agrega Draco mucho más gentil. No le iba a hablar mal a su leona. Para hablar mal, tenía a Ronald.

“Pero, ¿qué hay de Sirius Black?” se queja Hermione insegura “Él podría ingresar por uno de los pasillos ¡Los profesores deben de saberlo!”

Potter comienza a intentar tranquilizar a Hermione con la información de los pasillos. Ronald apunta a un anuncio del ministerio y se burla de Black tratando de escapar de los dementores.

“Mione” dice Draco para rematar “Si esto fuera peligroso, sería el primero en quemar el papel”

Hermione no parece convencida.

“¿Me vas a delatar?” pregunta Potter mirando a su amiga.

Draco aplaude eso. Potter acaba de ganar la discusión. Ni él lo había logrado. Su estómago se retorció por eso. Maldito Potter.

“No, para nada” responde Hermione.

“Bien, solucionado todo. Veamos la comida y busquemos luego a Theo” dice Draco tratando de pensar en Theo.

Theo. Theo. Theo. Solo Theo. La persona que le estaba comenzando a gustar. Lo iba a besar cuando lo viera.

“Si lo vuelves a besar, te arrojaré mis golosinas” se queja Ronald.

“¿Qué?” pregunta Potter sorprendido.

“Ven, Ronald. Te daré besitos” bromea Draco, siendo empujado por el pelirrojo que se escondió detrás de unas de las mesas llenas de dulce.

Hermione solo suspira y pasan el resto de la tarde los cuatro juntos. Hermione se encarga de enseñarle a los dos todo el lugar, aunque Draco los conocía todos de memoria, pero fingió desconocimiento en caso de que Potter recordara que pasaron la primera visita a Hogsmeade en la oficina de Lupín tomando el té.

Terminan en las tres escobas tomando cerveza de mantequilla. Ronald es quien va a buscar las bebidas. Draco nota a lo lejos al resto de sus amigos. Theo con su preciada princesa. Millie con Justin, quien abrazaba el brazo de la adolescente mientras la escuchaba hablar con un brillo distinto en los ojos.

Bueno, Draco no tendría ningún problema si Justin quería salir con Millie. En más, amenazaría a Millie si se atrevía a corromper a su tejón.

Y luego, antes de que Draco se levantara a buscar a Theo, aparecieron McGonagall, Flitwick, Hagrid y el ministro. Comienzan a hablar del caso de Sirius Black, del asunto de los Potter y la clara traición. Como es que fue mejor amigo de James Potter y el padrino de Potter (algo que Draco no sabía, pero le causó un vacío en el estómago. La única persona que podría rescatar a Potter de sus tíos era el responsable de que sus padres…) y el guardián secreto de la casa de Harry Potter y se encargó de llevar a Voldemort ahí.

Mencionó a Peter Pettegrew… un nombre que creía haber escuchado antes… pero no recuerda donde.

Draco pensó en otras posibilidades. Si no era Black el culpable, alguien cercano al matrimonio es el culpable. Alguien que supiera de la casa. Otro motivo para leer bien el diario de Regulus. Hasta ahora, solo sabía de Black, Lupin y al parecer Pettigrew. Tal vez haya más, mucho más.

Y luego la mención del señor tenebroso. El causante de todos los problemas de Potter y de él. La posibilidad de que alguien se reuniera con él le hizo recordar una vez más que ese monstruo estaba ahí afuera a la espera de que un mortifago se acercara.

No va a preguntar en dónde. Pensándolo mejor, era mejor no preguntarle a Potter sobre eso. No sabe que cosas el niño comience a pensar sobre él ahora que sabe cómo funciona su mente. Potter era listo, más de lo que Draco pensaba. Solo tenía que conocerlo.

¿Quién sería el mortifago que buscara a Riddle?

Y una pequeña parte de él pensó en su padre… Sonaba tan esperanzado en ese monstruo.

Pero cuando nombraron a Potter, recordó que no era el único que estaba sufriendo. Potter acaba de escuchar como el mejor amigo de su padre los había traicionado. Como es que fue el trasfondo para que se diera la muerte de ellos y la cicatriz en su frente.

Parecía destruido. Estaba pálido. Con lágrimas en los ojos. Estaba destrozado. Roto como él.

Ambos víctimas de guerras. Potter de la primera y él de la segunda.

“Amigo” dice Ronald “Toma un poco de tu cerveza de mantequillas, te va a calmar”

“Cállate” ordena Draco “Potter, no irás a buscar a Black” dice serio.

“¿Por qué no debería? Es el asesino de mi padre. Él… él llevó a Voldemort a la casa de mis padres y pides que no vaya a buscarlo. ¿Sabes lo que oigo cuando se acercan los dementores? Escucho el grito de mi madre. Ella está implorando por mí. Si ustedes escucharan a sus madres gritar así, si hubieran descubierto que alguien en quien confiaban los ha traicionado…”

“Lo mataría con mis propias manos” dice Draco de frente. Eso sobresaltó a Potter.

Los tres Gryffindor's quedaron pálidos por esas palabras. Nadie realmente se creía que Draco había dicho esas palabras sin duda o temblar. No eran palabras que un adolescente de trece debería decir.

Draco no era un adolescente normal.

“Draco” dice Hermione asustada.

“Hermione” responde Draco serio “Estamos hablando del posible responsable. Lo mataría. Buscaría a ese infeliz, lo mataría y luego me suicidaría, porque ese sería mi único propósito de vida. Acabar con el responsable de la muerte de mis padres”

“Draco, basta. Eso es horrible” dice Ronald “Nos estamos precipitando. No vamos a ir detrás de Black, será como entregarnos en bandeja de plata al señor tenebroso” trata de ser la voz de la razón, porque Hermione estaba temblando.

“Lo haría, ¿tú lo harías Potter?” mira directo al nombrado como si hubiera despertado de un trance “Porque una vez que matas, no hay vuelta atrás. ¿Sería capaz de convertirte como el responsable de las muertes de tus padres? Ellos fueron de la luz, Potter. ¿Te gustaría ser un mortifago? Yo soy hijo de uno, mi mano no temblará en aceptar la marca si con eso salvo a los que amo. Si eso significa regresar a casa y tener a todos ahí a salvo ¿qué hay de ti?”

“no” dice totalmente pálido “Pero él”

“Entonces no vayas a buscar a Black” interrumpe Draco mirando a Potter a los ojos “Lo que les pasó a tus padres es horrible, pero no pienses con la cabeza caliente. No seas un Gryffindor. Ahora estas molesto, pero no harás nada así. Solo morirás y el sacrificio de tus padres será en vano”

“No hables del sacrificio de mis padres. No tienes derecho” gruñe Potter molesto “No sabes cómo me estoy sintiendo”

“No lo hago” admite “Pero tú mismo te respondiste. No sería capaz de las cosas que haría yo, así que estoy evitando que vivas arrepentido toda tu vida. No te preocupes. Si Black tiene que pagar, haremos que pague. Pero no harás esto solo. Nos tienes aquí. Quemaremos el mundo todos juntos, no separados”

Con esas palabras, Draco comprendió muchas cosas que sus amigos le dijeron antes. Entendió el valor de la unidad. Les diría de los Horrocruxes, contaría todo. Investigaría todo con ellos. Nada de secretos. Ahora lo entendía.

Potter lo mira a los ojos sin palabras. Esos ojos verdes devorando a Draco.

“Hermano, eso fue intenso” dice Ronald “Draco tiene razón, Harry. Además, ir así a buscar a Black, estás buscando la muerte. Si es así, mejor busquemos nosotros a Voldemort, quien es el que en verdad mato a tus padres con su varita”

“Ron, no le des ideas” gruñe Hermione “Harry, tranquilízate. Termina tu cerveza de mantequilla y regresemos”

“Draco” dice Potter mirando al rubio “¿Me ayudarás a vengar a mis padres?” pregunta directo.

Draco mira a esos ojos verdes intentos. Da un poco de su alma en las palabras que dice a continuación.

“Potter, eso es lo que amigos hacen idiota” dice serio “Quemaremos todo juntos”

Con eso, Potter termina su bebida de cerveza y regresa al castillo. No hay conversación en todo el camino por el túnel. Cuando llegan, esperan a los carruajes. Ahí venían sus serpientes, pero había algo que a Draco no le gustó.

Sus serpientes venían sin su preciada princesa.

“Lo sentimos tanto Draco” dice Millie con los ojos rojos “Ella simplemente comenzó a correr detrás de un perro grande y negro y la perdimos” comienza a llorar más fuerte.

“¿Theo?” pregunta Draco mirando a la persona a la que le confió a su niña.

Theo desvía la mirada avergonzado y cierra los ojos para dejar caer lagrimas silenciosas.

“Fue el Grim” dice Justin “Era el Grim quien se llevó a Libra”

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