Draco Malfoy y El Diario de R.A.B

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y El Diario de R.A.B
Summary
El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor.Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo.Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad.Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.
Note
Este libro va dedicado a mi querida Beta: Majo y a mi querida Gala, quienes me acompañaron en la escritora de este libro capitulo por capitulo :3
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Entrenamiento en el septimo piso

8. Entrenamiento en el septimo piso.

 

Severus ordenó a todos los alumnos de slytherin que vayan al Gran Comedor por órdenes del director. Parecía bastante molesto. Draco jamás había visto a su padrino así de afectado.

Iba a indagar en eso luego.

Theo se encargó de llevar en un morral con hechizos de ampliación en donde coloco las sábanas, almohadas y algunos peluches que Luna le regaló sin que Draco lo notara. Draco por su parte, dejó el diario de Regulus en su baúl, se cortó la mano con un abrecartas y aplicó hechizos de seguridad de sangre, las más poderosas que su libro de magia oscura tenía entre sus páginas.

“Vamos, Millie también llevará sabanas y Luna quedó en que llevaría almohadas” dice Theo extendiéndole la mano “¿Estás seguro que estaremos a salvo?” pregunta serio “Sino para armar un plan de ataque”

“No va a pasar nada, tranquilo”

En el camino al Gran Comedor, Millie llega con un bolso.

“Le dije a Parkinson sobre Black” dice Millie.

“Vaya, ¿y esa amabilidad?” pregunta Draco con una ceja alzada, pero sintiéndose orgulloso de sus chicas.

“Se ha portado decente en el dormitorio con mis amigas. Ya no molesta a Lily por ser mestiza” dice simple.

Esa era su Pansy.

Llegaron. Draco se apresuró a acercarse a un grupo de Hufflepuff y vio a su tejón con su saco de dormir en un espacio entre los tejones.

“Justin, vamos. Armaremos un fuerte” dice Draco al chico.

“No te preocupes, Malfoy. Preferimos que Justin se quede en nuestra casa. Entre todos nos vamos a cuidar” dice amable Cedric Diggory.

Draco se queda quieto. Era demasiado raro ver al tejón. En su mente el cuerpo sin vida del Hufflepuff se reproducía una y otra vez.

“Gracias, Cedric, pero me iré con Draco” responde Justin con una sonrisa.

“Bien, pero sabes que, si quieres volver, estaremos aquí” responde Cedric de manera amable a su compañero de casa como el prefecto que era.

Draco se lleva al tejón y observa a lo lejos el único fuerte armado y a un Weasley que Draco no recordaba parado pareciendo molesto.

“El director Dumbledore dejó sacos de dormir. No dijo nada de permitir fuertes. Así que desarmen eso y vayan a sus sacos” dice firme el pelirrojo.

“Percy, por favor” dice Ronald cansado.

“¿Qué está pasando aquí?” pregunta Draco serio.

“Están rompiendo las reglas. Deben de estar en sus sacos, no creando un fuerte” dice el chico con los brazos cruzados.

Draco mira el pecho del muchacho. Era un premio anual.

“Bueno, iré con mi jefe de casa para pedir permiso, señor premio anual” dice sarcástico Draco.

“No vamos a molestar a un profesor por esto” dice serio “Así que vayan a sus sacos”

“Draco, creo que debemos obedecer” dice Justin con temor.

“Hablaré con mi jefe” dice serio Draco “No me lo puedes prohibir”

Comienza a caminar director a ver a Severus, quien estaba parado cerca de la puerta.

“Profesor Snape” dice serio “El premio Anual Weasley no nos permite crear un fuerte para pasar la noche. Quiero solicitarle su permiso”

“¿Por qué cree usted estudiante que le daré preferencias como al resto?” pregunta Severus de forma pausada y algo molesta.

“Porque usted sabe de mis problemas de ataques de pánico y prefiero tenerlos oculto entre sabanas y no entre todos los alumnos de las cuatro casas y humillar a nuestra casa de esa manera” dice serio.

Iba a sacrificarse por tener a sus amigos en la privacidad de las sábanas.

Severus lo mira molesto, pero le da permiso al final.

Draco regresa, le dice al estúpido pelirrojo que tiene el permiso del profesor Severus Snape y el premio anual se aleja rojo de la rabia. Todos sus amigos le aplauden emocionados. Luna, Millie y Theo se encargan de armar todo, ya conociendo la mejor manera de que quede estéticamente bonito. Draco agranda los peluches de Luna y Theo para colocarlos por todo el lugar. Hermione suspira contenta y saca un libro para leerlo.

“Wouh” dicen Tanto Potter como Ronald al ver el lugar por dentro con los hechizos de ampliación que colocó Draco.

“¿De verdad creen que estaremos a salvo aquí?” pregunta Justin asustado “Creo que deberíamos sacar a Potter, es a él a quien Black está buscando” dice casi lloriqueando mientras apuntaba a San Potter.

Hermione, Ronald y Potter mirando de mala manera al Hufflepuff, quien chilla y se esconde detrás de Draco, siendo que él junto a sus serpientes se reían a gusto de eso.

Chico listo, lastima que no podían sacar a Potter.

“no te preocupes, Justin. No tendremos que sacar a Potter. Yo te protejo. Puedes dormir conmigo y Luna” consuela Draco a su tejón, quien lo abraza agradecido.

“Fincht-Fletchley” dicen de forma amarga tanto Theo como Potter. Ambos se miran y se cruzan de brazos a la vez.

Millie ríe por eso.

“¿Están seguros que no nos escucharán? No quiero que Percy vuelva a molestar” dice Ronald incomodo.

“No te preocupes, ya apliqué los hechizos silenciadores. Podremos escuchar perfectamente todo lo del exterior, pero nadie nos escuchará acá dentro” dice orgulloso Draco.

Hermione parece contenta por eso. Comienza a sacar pergaminos para estudiar a gusto. Luna se acomoda sobre las piernas de Draco, mientras Justin apoya su cabeza en el hombro del rubio. La pequeña rubia comienza a cantar de forma delicada. Ronal y Potter solo quedaron ahí mirando todo en silencio, hasta que Theo sacó una caja de ajedrez mágico y Ronald consiguió tener una partida con el Slytherin.

Potter era el único que estaba incomodo en una esquina. Parecía preocupado. Claro, Black había logrado ingresar al castillo supuestamente seguro y estuvo en la torre de Gryffindor. Draco en su lugar estaría preocupado.

Millie saca un pergamino y un libro de Quidditch. Draco no puede evitar querer distraer a Potter.

“Mills, por favor” pide Draco a su serpiente.

Potter lo mira, había escuchado eso. “Ven, Potter. Quería perfeccionar jugadas con este libro de Quidditch, puedes ayudar” dice Millie mirando al niño.

Potter le sonríe a Draco y se apresura a estar al costado de Millie para sumergirse en el Quidditch, teniendo la intervención de Draco de vez en cuando.

Al final, Draco se quedó dormido con Justin y Luna encima suyo. Ignorando las conversaciones de afuera teorizando como Black ingresó.

“Así que, mi padrino cree que alguien esté ayudando a mi tío” dice Draco recién levantado con el cabello hecho un desastre y aún abrazado por el Hufflepuff y la Ravenclaw.

“Sí, además. Estamos a salvo de los dementores” añade aliviado Ronald, con Harry asintiendo.

“Si Severus dice eso, es porque hay alguien aquí que tuvo una relación con Sirius” dice Draco “Black y Severus son contemporáneos, de la misma generación, como tus padres, Potter”

Potter abre la boca por eso.

“Dices que… ¿Severus conoció a mis padres?” pregunta el chico con indignación “Él conoce a mis padres, pero yo no. Eso es…”

“Lo sé, injusto, luego te lamentas. Ahora debemos protegerte” dice Draco severo “Luna, cariño. Levántate. Justin, también levántate por favor” acaricia las cabezas de ambos.

Justin termina empujando a Draco del espanto, para luego disculparse. Por el movimiento, Luna se despierta para mirar alrededor algo perdida, estirándose como un gato.

“Draco tiene razón, Harry. Debemos cuidarte. Black logró burlar las protecciones. No estás a salvo en el castillo”

“Entrenar” dice Theo serio “todos debemos entrenar. Expandir nuestros conocimientos. Trabajo duro”

Draco le sonríe a Theo por eso.

“Theo tiene razón. Black fue un auror, nosotros tenemos lo básico de defensa personal porque recién este año nos decidieron dar un maestro decente para DCAO” dice Millie.

“¿Qué están queriendo decir? ¿Entrenar? ¿Cómo haremos eso?” pregunta Ronald incrédulo.

“¿Draco?” pregunta Potter al rubio.

“Sé cómo, deja averiguo que debemos de aprender y comenzaremos. Estoy esperando una carta”

Así, todos desarman el fuerte. Draco encoge los peluches y Luna los guarda en su bolsillo, pero antes le dio un tigre de peluche a Justin para que el niño tuviera compañía en las noches.

Draco en todo ese tiempo, no dejó de pensar en el posible cómplice de Black. Llegando a las mazmorras comenzaría a leer el diario de Regulus. Estaba seguro que mencionaría a los amigos de su hermano.

Draco observa el diario de Regulus…

Era momento de leer de la vida privada de su tío muerto. Los pensamientos de un supremacista como lo fue él. Debía prepararse mentalmente.

“1 de setiembre de 1972- 11 años.

Acabo de ser seleccionado en la casa de Salazar Slytherin. De cierta manera, traeré tranquilidad al corazón de mi madre luego del nefasto acontecimiento del año pasado con Siri en Gryffindor. Mi hermano parecía decepcionado, pero ¿por qué? Él debería de estar aliviado de que esté en esta casa, así podré protegerlo de madre. Ella lo hubiera culpado si acababa en esa horrible casa de esos tontos y salvajes Gryffindor's.

¿Dónde están mis felicitaciones?

Mañana le enviaré una carta a madre para informarle la maravillosa noticia.

En mi habitación está el heredero de los Rosier y los Crouch. Espero poder generar lazos para los futuros negocios en el futuro. También, noté al heredero de los Malfoy junto a Cissy, sé que existe un compromiso a futuro entre nuestras familias. Ella siempre ha sido una bruja muy inteligente, por algo es mi prima favorita. Supongo que ella será la elegida.

Se hace tarde, debo de dormir. A madre le disgustaría que cambie mis hábitos para dormir.

 

“2 de setiembre de 1972- 11 años.

Potter es un idiota. Maldito traidor a la sangre. ¿Cómo se atreve a hablarme así? ¿Quién se cree que es? No tiene ni la mitad de pureza que mi familia tiene o el dinero.

¡Niño rico por pociones baratas que un niño pudo haber inventado!

¿Cómo se atreve Sirius a no defenderme? Si no fuera por Rosier y Crouch, hubiera sido completamente humillado. No lo perdonaré.

Toleré la falta de cartas el año pasado, no esta falta de respeto contra mí. Madre tenía razón, Sirius no es bueno. Es cruel, me lastimó.

Me duele.

Pero no importa ser rechazado. Soy mejor que ellos, mucho mejor. Le demostraré a ese Potter que se va a arrepentir por haberme humillado. Le haré llorar y sus rodillas sangrarán cuando me persiga de rodillas.

Soy Regulus A. Black.”

 

“3 de septiembre de 1979- 11 años.

Sirius no ha venido a disculparse. Se la pasa pegado a Potter. Comienzo a creer que mi hermano es gay. Aunque lo fuera, jamás debería priorizar un niño feo como Potter por mí, su sangre.

¿Dónde está la frase de la familia no se abandona? Cissy me dijo que él vendría a disculparse porque somos familia, pero parece más hermano de Potter que mío.

Lo odio. Odio a Potter, me está robando a mi hermano.

Madre me envió una carta felicitándome junto a chocolates. Al fin hice algo bien por la familia. Seguiré así.

Al menos mamá nunca me cambiaría como Sirius. Mis padres jamás me humillarían, ellos me aman”

 

“24 de diciembre de 1979- 11 años

Hogwarts ha sido tan interesante. Conocí a una niña muy bella llamada Pandora, ella fue mi compañía. Como es la vida, creí que solo tendría a Sirius en Hogwarts como compañía, pero él no me habla.

¿Qué hice mal?

Nada, claramente. Es Potter. Jodido James Potter. Lo odio.

Intenté llamar la atención de Sirius, pero él solo me grita.

Prefirió quedarse en Hogwarts con los estúpidos Gryffindor. No lo necesito.

Madre me dio el doble de regalos y padre me dejó entrar a su despacho a leerle las reglas de la familia. Fue emocionante. No me golpearon. El Yule se sintió tan cálido y me dejaron prender las velas.

Creo que es mejor así.

No necesito a Sirius.

 

14 de febrero de 1979- 11 años.

El niño Potter le dedicó un poema cantado a la sangre sucia pelirroja que es amiga de Severus Snape, un Slytherin un año mayor que nosotros y algo tétrico.

Es un ridículo. Evans lo rechazó, para ser una inmunda sangre sucia, es inteligente.

Que mal por mi hermano. Teniendo que como la persona que le gusta le dedica poemas a otra persona. Se lo merece por elegir a un chiflado en vez de a mí, su hermano.

Traidor a la sangre. Asqueroso idiota.

Pandora me dedicó una bonita canción de la amistad. Me siento mal, no le di nada. Creo que le regalaré uno de mis anillos, se verá linda"

 

“1 de marzo de 1979- 11 años.

James Potter es un cerdo presumido. Lo detesto. Predica ser un mago que odia la magia oscura, pero ataca a Snape con hechizos agrandadores de cabezo, lo pudo haber matado.

No importa cuantas veces se acerque a intentar convencerme de que es una broma, se lo conté a la profesora McGonagall, ahora esos ridículos están castigados, Incluso Lupín, el que se cree es un santo con sus estúpidos libros, es igual de culpable. Si fuera buena persona, detendría a sus estúpidos amigos.

¡Ja! Mi venganza por la humillación recién está comenzando. Cissy está orgullosa. La opinión de Andy poco me importa y Bella da muy buenas ideas para envenenar a esos ridículos leones.

Haré que Sirius se arrepienta”

Draco dejó leer. Ya tenía lo que necesitaba, pero eso no significaba que iba a olvidarse por completo de lo que leyó.

Regulus era como su versión del pasado cuando fue rechazado por Potter. Tenía ese mismo rencor. Los dos odiando a un Potter… no, Draco no pensaría en eso. Tener cosas en común con su tío mortifago y en muerto no era una buena señal.

Era mejor creer que eran coincidencias graciosas.

Ahora, Lupín.

Debía tener un ojo encima sobre Lupín.

Otro asunto que Draco no había pensado realmente era… si Sirius estaba enamorado de James Potter, ¿quién fue el responsable de llevar a Voldemort hasta la casa de los Potter?

Una parte de él le costaba entender, la otra había formado una teoría demasiado fría.

Sirius sí era el traidor, pero lo hizo para deshacerse de Potter y su madre, solo para quedarse con James Potter. Sí Regulus tenía algo de razón y Sirius estaba enamorado, haría cualquier cosa para deshacerse de la competencia y tener a James Potter para él solo.

Merlín. Si no fuera por el jodido trato, buscaría Sirius Black para sacarle toda la verdad.

 

Querido primo:

Te estoy enviando la primera guía que me entregaron en la academia. Si serías tan amable de cambiarle la tapa para evitar futuras represalias contra mi persona, sería una muy buena idea. Técnicamente estoy incumpliendo leyes entregándote ese libro, sé cuidadoso.

Por favor, cuídense ustedes. Con la experiencia del final de año con ustedes yendo por una piedra extraña me dejó en claro que son problemáticos. Eso es cool, pero deja de serlo si se van a matar por eso.

Por cierto, no te olvides de responderle a mamá más seguido. Ella adora tus cartas.

Con amor,

Tonks, tu aurora de confianza.

Mientras Draco terminaba de leer la carta, Hermione sostenía el libro grande y pesado, antes de que un Potter molesto llegara.

“No es justo, solo porque Black está detrás de mí, debo de ser observado por Hooch” dice molesto Potter.

“¿Qué?” dice Hermione por todos.

“¡Sí! Un profesor me debe de estar observando, es injusto”

Draco deja de lado su carta para mirar al niño que vivió con una ceja alzada.

“Eres consciente que un lunático va detrás de ti, ¿verdad?”

Potter se sonroja, pero asiente.

“Sí, lo sé. Es solo que… no soy débil”

“Eres un adolescente, Potter. Para rematar, eres Gryffindor, claramente eres un blanco fácil”

Potter parece querer decir algo al respecto, pero Theo y Longbottom llegan a la mesa.

“¿Dónde estuvieron?” pregunta Millie al ver ambos chicos completamente sucios.

“No voy a descansar hasta mejorar en Herbología. El accidente de esa clase no se puede repetir” dice serio Theo, con los brazos cruzados.

“Chico listo, nadie mejor que Longbottom para enseñar Herbología” dice Draco sonriéndole al león, quien se sonroja por las palabras de Draco.

“Gracias” dice tímido.

Draco iba a decir algo más, pero el ronquido de Justin sobre un libro de cocina lo distrajo.

En fin, era un buen día para estar con sus amigos.

La clase de DCAO dictado por Severus fue un completo desastre, pero Draco miró con respeto a Ronald por haber saltado a defender a Hermione de la humillación. Millie le aplaudió cuando Ronald salió al último con un castigo desastroso, mientras que Theo solo le decía a Hermione que debía aprender a no buscarse esos problemas de esa manera.

Ser inteligente no significaba tener que decir todas las respuestas. Eso, de cierta manera, era molesto.

Hermione parecía avergonzada. Draco tuvo que disminuir la dureza de Theo, porque al final del día, ellos conocían a Theo, pero los leones no.

“Draco” dice Hermione al oído del Slytherin “¿Qué sabes del profesor Lupín? Se me hacía sospechoso que te pusieras a la defensiva con él, ahora quiero saber la razón” demanda la Gryffindor.

Draco mira a la niña.

“No lo sé” miente.

La niña mira a Draco a los ojos, pero termina rindiéndose y aceptando.

Debido a los horarios de Hermione, Draco y las fechas del primer partido cerca teniendo a Millie y Potter estresados, tuvieron que postergar los entrenamientos para después.

Así, llegó el día para el partido.

Draco sintió algo de pena por Potter y Millie por tener que lidiar con ese horrible clima.

Draco junto a Theo, Luna y Justin se sentaron en las gradas de Slytherin. Todos vistiendo los colores verde y plateado con orgullo. Pansy estaba ahí con ellos con un cartel grande con el nombre de Blaise escrito con brillantina y un sonrojo en el rostro.

Era verdad. En ese año Pansy comenzó a sentir interés en Blaise, Draco lo había olvidado.

“¿Emocionada?” pregunta Draco mirando sugestivamente a su amiga.

“Cállate, solo estoy siendo una buena amiga” chilla la niña.

Draco ríe por eso, pero sus ojos se centran en las gradas reservadas para la familia de los jugadores.

Su padre y su madre estaban ahí.

Draco dejó de sentirse feliz por eso. Ellos jamás habían venido a un partido que él jugó… aunque bueno, solo participó en un partido el año pasado, pero eso no significaba que doliera ver como para Blaise si vinieron.

No disfrutó nada del partido. Cuando Potter cayó, Draco tuvo imágenes que no le pertenecían y cree que son solo de Potter. El grim era la imagen que más se repetía. Pero esa imagen venía con una magia conocida, porque le recordaba a la magia de su madre. La magia Black.

Slytherin gana, Draco debe ir a felicitar a Blaise, aunque eso implicaba ver como a su padre hacer cosas que antes hizo por él.

“No vayas” dice seria Pansy “Ya te dijimos, si tú no te cuidas, lo haremos nosotras. Vamos, si no quieres celebrar el triunfo de Blaise, vete a ver cómo está tu Potty”

“Pero, debo de felicitar a Blaise” dice en un hilo de voz.

“Lo harás cuando no esté tu padre. No fingirás que no te afecta si realmente te afecta. Ahora vete con tus amigos” dice seria.

Draco asiente como un niño regañado. Se acerca a Theo, Luna y Justin, quienes lo reciben curiosos por su rostro.

“¿Estás bien?” pregunta Justin preocupado.

“No” dice serio “Pero lo estaré, iré a ver cómo está Potter. Vayan a festejar con Millie, que no note mi usencia por el momento. Iré más tarde” avisa decaído.

Draco no pudo evitar sentirse como el clima. Frio y desolador.

“¿Quieres que te acompañemos?” pregunta Luna con dulzura.

“No, creo que ocuparé mi tiempo en ver qué diablos con Potter y los dementores. Tal vez haya algo interesante, le avisaré” dice tratando de forzar una sonrisa. La imagen del Grim vuelve.

Theo le agarra de las manos.

“En la noche hablaremos” dice serio.

“Sí, Justin te recomiendo que lleves un pijama” dice Luna con una sonrisa al tejón.

Justin asiente y se deja llevar de la mano por Luna. Theo va detrás de ambos chicos, dedicándole una última mirada a Draco.

Potter termina levantándose luego de algunas horas. En ese tiempo, trajeron la escoba destrozada de Potter y Draco no pudo evitar hacer una mueca de dolor.

Una buena escoba destrozada por un árbol que da golpes. Madera destruyendo madrera, que rara era la vida.

“Dumbledore está muy enfadado” cuenta Hermione asustada “Nuca lo había visto así. Corrió al campo mientras tú caías…”

Draco cierra los ojos y mira todo de nuevo en cámara lenta. Cada imagen. Los dementores, la snitch y el Grim.

Ahora, con las palabras de su leona, recordaba todo.

Cuando los leones le mostraron la escoba rota, Potter se lamentó por un momento, pero Draco se sentó a mirarlo seriamente.

“¿Qué pasó?” pregunta serio “¿Qué viste antes de desmayarte?”

“Amigo, lo vimos. Fue atacado por dementores, no hay ciencia detrás de eso” dice Ronald.

“Ron” dice Hermione “Deja que Draco pregunte”

“Vi al Grim” responde Potter con honestidad.

“¿Solo lo viste? ¿No hizo nada? Es demasiado extraño que los dementores hayan estado ahí, cuando deberían perseguir a Black”

“¿Qué dices?” pregunta Ronald con el ceño fruncido “¿Quieres decir que Black estaba ahí?”

“¿Qué?” dice Potter.

Hermione solo lo mira con seriedad.

“no estoy seguro, pero que hayan estado esa cantidad de dementores ahí no es coincidencia” dice con seriedad “Dejaremos que Potter descanse esta semana, pero debemos comenzar lo antes posible los entrenamientos”

“¿Por qué siento que estuvieron planeando cosas sin nosotros?” pregunta Ronald curioso “No dijeron nada de esos entrenamientos”

“Draco cree que debemos entrenar para poder enfrentar a Black si este logra volver a entrar en el castillo” explica “Por tu seguridad y de todos nosotros que estamos contigo, porque no te vamos a abandonar, Harry”

“Sí, cara rajada. Ahora eres parte de la vida de mis serpientes, mi prima y Justin. Vamos aprender a pensar como los aurores para poder vencerlos. Sirius fue uno”

“¿Qué hay de la parte mortifaga?” pregunta Ronald con una ceja alzada “Si va detrás de Harry, debe ser un sirviente de Voldemort”

Draco se llevó disimuladamente una mano al brazo. Podía sentir la mirada lastimera de Hermione sobre él.

“De esa parte me encargo yo”

“Draco, no quisimos” dice Potter mirando al chico con arrepentimiento.

“Potter, da igual. Sacaremos provecho de esto”

Mientras Potter y Ronald pensaban en su padre mortifago, para Hermione y él estaba la marca tenebrosa y el pasado que jamás se irán de la mente de Draco Malfoy.

“Draco” dice Hermione antes de que él se fuera “¿Sabías de esto?” pregunta seriamente.

“mione” suspira cansado “Sí, creo que con todo esto simplemente me olvidé ¿bien?”

“No te estoy culpando, de todas maneras, no hubieras podido hacer algo al respecto sin parecer sospechosos, es solo que con esto… me di cuenta que realmente lo que viene va a ser aterrador y tengo miedo” admite con dolor.

Draco entendía, ella era una chica de catorce. No debería estar luchando con esto.

“No te preocupes, Mione. Yo me encargaré de todo. Ustedes estarán a salvo”

“Tampoco es así, todos nos debemos de cuidar. Si solo le dijéramos a Ron y Harry, podríamos facilitar el problema” sugiere la niña “Ellos también merecen saber. Es también de Harry ese futuro que conoces”

Draco siente frío. Mira a Hermione como si fuera algo más de Potter que de él y dolía.

“Es mi secreto, Hermione” dice tratando de tranquilizarse “Y solo quiero que mis amigos lo sepan”

“Ron es tu amigo, Harry se está esforzando por ser tu amigo ¿no te basta?”

Draco retrocede. Mira de forma dolida a Hermione.

“¿Tú crees realmente que, si les confieso que fui un mortifago, ellos me van a aceptar? ¿Qué Potter no me volverá a acusar de ser alguien terrible?” pregunta Draco.

Hermione se queda callada.

“Eso es lo que pensé”

“no quise, perdóname” dice Hermione al ver como los ojos de Draco se humedecían.

“Déjalo así, iré con el resto de los chicos. Millie acaba de ganar, no debería estar acá perdiendo el tiempo preocupándome por Potter, pero lo estoy haciendo por ti y tu simplemente… en fin, nos vemos mañana, Hermione”

“¡Draco!” llama su leona, pero Draco no se detiene.

“Listo, un fuerte grande y calentito” dice Luna colocando el último peluche.

Draco se apresura a entrar. Millie y Theo se miran entre sí preocupados.

Libra maúlla y se sube al pecho de Draco para dejarse acariciar y así calmar a su dueño.

“¿Todo bien, Draco?” pregunta Millie preocupada.

“No” admite.

Draco extrañaba eso. Las reuniones dentro de los fuertes con sus serpientes, su águila y un nuevo integrante que se encontraba en el baño colocándose su pijama.

“¿Qué pasó? ¿Qué te hizo Potter o Weasley?” pregunta serio Theo.

Draco hace una mueca por eso. Su corazón duele.

“No jodas, ¿Qué hizo Mione?” pregunta Millie siendo la primera en entender.

“Quiere que les diga a sus leones la verdad… pero no puedo, ¿creen que esté cometiendo un error?”

“¿Eso te dijo?” pregunta molesta Millie “Mione, me va a escuchar”

“no, para nada… solo que ella cree que Potter merece saberlo, pero eso implica decir que fui un mortifago y no quiero que me vuelva a ver como si fuera un…”

“Draco” dice Luna, antes que Millie hable “Creo que, en casos como estos, es mejor dejar que el tiempo se encargue ¿vale? Dejemos que Potter demuestre que realmente merezca saber todo, si no es así, Hermione va a entender que te estás priorizando. Ella te ama, lo entenderá”

“¿Estoy siendo egoísta?” pregunta Draco.

“Para nada, solo te estas cuidando” responde Luna con una sonrisa “Y estoy orgullosa que sea así”

“Luna tiene un punto. Igual hablaré con Hermione. Ella debe entender que no porque también sea mejor amiga de Potter y Weasley te va a obligar a decir cosas que no quieres. Bastante ya haces con ver el asunto de Black”

Draco asiente.

Theo estaba a punto de decir algo, pero el grito de Justin los alerta y salen rápido de su fuerte.

“¿Justin? ¿Qué pasa?” pregunta Millie preocupada.

Draco observa como su tejón estaba varios metros alejados de Blaise, Greg y Vincent. El primero mirando con asco al Hufflepuff.

“¿Cuánta más deshonra quieres traer a esta casa, Malfoy?” pregunta Blaise “Primero sangre sucias de Gryffindor, ahora sangre sucias de Hufflepuff ¿qué es lo siguiente? ¿Sucios Squib? Bueno, te he visto con Longbottom estos días”

La varita de Draco comienza a mostrar su disgusto, como Draco.

“Blaise, por favor. Deja de asustar a Justin. Tu problema es conmigo, no con mis amigos”

“Había olvidado que nadie debe de tocar a tus mascotas” se burla Blaise “¿Me viste jugar? Fui mucho mejor buscador que tú, de hecho, mi padrino Lucius Malfoy me alagó eso. Dijo que debería darte clases”

Draco camina, toma la mano de Justin y lo lleva al fuerte de almohadas.

“¿Qué? ¿Ya te vas? ¿No querías solucionar las cosas? Para eso mandas a Pansy a indagar sobre que pienso sobre ti, ¿no? ¿O acaso ese Hufflepuff ya te hizo olvidar que me usaste? Si yo fuera tú, Hufflepuff, me alejaría de este mentiroso. No va a dudar en usarte y desecharte cuando dejes de servirle. Yo abrí los ojos, hazlo tú mientras puedas o terminarás con el cerebro lavado”

Draco siente como la mano que sostenía Justin es tirada a un lado. Draco siente el dolor por eso, pensando que Justin lo hizo porque sintió asco de él, pero deja de sentir cualquier cosa cuando ve a ese Hufflepuff tembloroso y miedoso correr a empujar a Blaise.

“¡No le hables así! ¡Draco es amable!” dice furioso “él… él me perdonó, aunque no tenía por qué hacerlo. Él me dio nuevos amigos cuando estaba solo ¡Draco es un ángel!”

Vincent y Greg sacan sus varitas, pero Blaise alza la mano para detenerlos.

“Si es un ángel como tú dices, ¿por qué me lastimó tanto y no ha hecho nada para que lo perdone? En cambio, busca otro amigo y hace cero intentos de hablarme” dice lo último en un hilo de voz “¿Por qué no me ha felicitado por ganar?”

Justin retrocede.

“Blaise” dice Draco con dolor.

“Solo cállate” dice el mago moreno, saliendo de la habitación siendo seguido por Greg y Vincent.

“Eso fue… Justin, bienvenido a la familia” dice Millie siendo siempre la que rompe el silencio.

“¿Cuántos días de vida me quedan?” pregunta Justin totalmente presa del terror.

“Una semana” responde Theo.

“Eso no es para nada gracioso” regaña Luna “Estarás bien, Draco se encargará” consuela Luna.

Pero no estaba bien. Draco no se sentía capaz de encargarse de nada.

El domingo llega. Draco sale con sus amigos a tomar desayuno. Ginny viene corriendo hacia la mesa de Slytherin para sentarse con Luna y mirar a Draco con emoción.

“Harry está en enfermería” dice la leona con una sonrisa.

Draco mira a la pelirroja preocupado por como parecía festejar eso.

“Merlín, salió rarita como los gemelos del demonio” se queja Draco.

“Lo que Ginny intenta decir” habla Luna con una sonrisa “Es que le dije que podría enviarle una carta cantada para que se sienta mejor”

“Y dijiste que me ibas a ayudar. El poema que le hice el año pasado fue terrible” admite avergonzada “y bueno… lees mucho, creo que eres mejor en literatura. Oí que en la clase muggle están leyendo a ese muggle que escribe bellas poesías”

Draco suspira. Ahí estaban sus consecuencias de querer ser celestino de Ginevra.

“A Potter no le va a gustar” murmura.

“Pero es lo que quiero hacerle” dice la niña ilusionada.

Draco pasa el resto de la mañana ayudando a la pelirroja con su carta. Elige los colore y pone su colonia en el papel para mejorar la presentación. Luna canta el poema con dulzura y Ginny agradece feliz cuando Draco le coloca un hechizo para que crear una ilusión de una snitch volando alrededor de quien la abriera.

“Gracias, Gracias” chilla la niña, corriendo a la enfermería.

Draco nota que pasó toda la mañana en el comedor. No había nadie más que Luna y Theo leyendo unas sillas apartadas.

“¿Millie y Justin?” pregunta curioso.

“Millie quería entrenar y Justin quería estar alejado de Blaise, así que están practicando afuera. No te preocupes, Justin solo está lanzando los Bludgers”

Draco se siente.

“Luego, ¿podemos ir a ver a Harry?” pregunta Luna “Debo asegurarme que no tenga torposoplos, son terribles en estas épocas del año. Mucha nostalgia por estar cerca navidad y el invierno.

Draco recuerda a Hermione, no la puede ignorar así.

“Sí, después del almuerzo”

Millie, Theo, Justin, Luna y Draco llegaron a la enfermería. Hermione y Ronald saludan a los chicos. Millie jala a Hermione y hablan en una esquina, mientras Draco deja algunos libros para dejar en claro a Hermione que no estaba molesto.

“Hola, Draco” dice Potter rojo “Gracias por la tarjeta encantada, pero pudiste habérmelo traído tú y no Ginny. Fue raro, por un minuto pensé que algo malo tenía la carta” acepta culpable.

Draco se queda quieto. ¿Cómo diablos es que Ginevra se encargó de que Potter creyera no solo que ella es rara, sino de que la carta sea de él? ¿Qué tan difícil era dar una carta a la persona que te gusta por amor a Merlín?

“yo no te hice ninguna tarjeta” dice con el ceño fruncido.

“Pero… tiene tu olor” eso hace sonrojar a Draco “Y una parte de la letra dice cara rajada y tiene la voz de tu prima, pensé que… ¿no es tuya?”

“Ayudé a Ginny, no voy a mentir, pero la tarjeta es exclusiva de ella”

“¿Tú hiciste la snitch?” pregunta el niño esperanzado “Es lo que más me gustó”

Potter abre la tarjeta, la snitch se manifiesta y la bonita voz de Luna se escucha.

 

Salvador del mundo caído del cielo

Tus ojos verdes como esmeraldas brillantes

Héroe de guerra con piel caramelo

Mis deseos sinceros para que mejores

Que tu brillante cara rajada, recordatorio de tus hazañas

Se recupere para que vuelvas al mundo

Que te vanagloria como mereces: en cuclillas

¡OH! ¡Que viva por mucho tiempo nuestro gran soldado!

 

Draco terminó rojo luego de escuchar eso. Sí, muchas de esas eran sus letras, no era culpa suya que la pelirroja solo sepa usar palabras muy… rupestres como sapos y escabeche.

“No, en definitiva, no escribiría algo así”

“Pero ayudaste” dice Potter con una sonrisa “Y me encantó”

Draco se sonroja. Se cruza de brazos y se muerde el labio para no soltar una risilla avergonzada.

¿Esto era una victoria para Draco el celestino?

Sí, lo tomaría. Vamos Ginevra ¡ra, ra, ra! Vas a conquistar.

“Draco” dice Hermione caminando hacia a él con Millie y Theo detrás “De verdad, cuanto lo siento”

“No hay nada que lamentar, solo no vuelvas a sugerirme algo así por favor. Yo sabré cuando decir mis cosas”

Hermione se apresura a abrazar a Draco, disculpándose entre susurros.

“Que linda ilusión de Snitch, ¿cómo es que Potter pudo hacer una?” pregunta Millie mirando a la pelotita dorada brillar en la habitación.

“Draco la hizo para mi” explica Potter orgulloso y feliz.

“¿Oh? No me sorprendo. Draco siempre tan detallista con sus amigos” celebra Luna.

“¿Amigos?” pregunta Potter emocionado “¿Draco?”

Draco solo suspira.

“Digamos que ahora eres agradable” se encoge de hombros “Pero no, no somos amigos”

“Déjalo, te aseguro que a final del año escolar serán amigos” dice Luna con una sonrisa.

“Espera, ¿teníamos que ganarnos la amistad de Draco? Draco, ¿no somos amigos?” dice Justin triste.

“Claro que somos amigos, Justin. Eres demasiado encantador como para no tenerte como amigo” va y abraza al Hufflepuff.

“Justin” dicen molestos Theo y Harry.

Si a Draco le dieran una moneda por cada vez que eso sucediera, tendría dos… lo cual era poco, pero que sucedieran más de una vez era curioso.

“Bien, bienvenidos a la primera reunión para enfrentar a Sirius Black” dice Draco con los brazos cruzados “¿Alguna duda?”

“¿Por qué me incluyeron?” pregunta Longbottom con la mano alzada.

“Porque confío en tu potencial, Longbottom” responde Draco honesto.

Quería entrenar al asesino de Nagini. Cuanto más rápido muriera ese horrible animal, mejor.

“¿Otra pregunta?”

“¿Por qué estoy aquí?” pregunta Justin “Soy una pérdida de tiempo, no soy bueno para nada y soy un cobarde. Seré una carga”

Luna se acerca a abrazar al tejón. Draco hace una mueca.

“No creo que seas una carga” dice serio “Pero si no quieres entrenar, está bien. Buscaremos en que seas bueno, porque acá todos tienen un talento”

“Draco” dice Pansy “yo te dije que no me interesaba pelear. Es más, si fuera por mi dejo que se lleven a Potter antes de arriesgar a que mi maquillaje le caiga polvo”

“Sí, ¿qué hace la princesita mimada aquí?” pregunta Millie tratando de provocar a Pansy, lográndolo por la clara molestia en el rostro de Pansy.

“No todos necesitan verse como salvajes para ser peligrosos, Millicent” dice molesta “Pero creo que en ti funciona. Igual eres fea como para pretender ser bonita”

“¡retráctate!” dice ofendida “Draco, soy bonita, ¿verdad?”

“Eres preciosa, Pansy discúlpate”

“Que no me moleste primero” apunta molesta Pansy a Millie.

“Deja de querer ser el centro. Pudiste irte en silencio, la puerta está libre” responde Millie mirando con enojo a la pelinegra de ojos verdes.

Theo tose. Ambas niñas dejan de pelear para ver al Slytherin enojado.

Draco se sienta y observa en silencio con los demás como las chicas comienzan a gritarse hasta cansarse.

Sí, no pensó muy bien a la hora de reunir a ambas en la sala de menesteres.

“¿Deberíamos pararlas?” pregunta Hermione.

“Merlín, no lo hagan. Jamás vi como dos serpientes se pelean. Por favor, sería genial si se comienzan a jalar el cabello” dice emocionado Ronald.

“Ron, no” dice Potter mirando a su amigo sin palabras.

“Déjalas, es mejor que se saquen todo el rencor ahora”

Luego de diez minutos, ambas chicas para por el bien de sus gargantas. Millie molesta bufa y se sienta con Luna, quien solo la regaña con la mirada. Pansy se sienta sola.

“Como decía. Aquí todos vamos a aportar a la supervivencia. Pansy, no puedes irte. Te quedaste a la charla de los traumas internos, ahora te aguantas”

Todos menos Potter, Ronald y Justin entiende a que se refiera Draco. Pansy solo suspira.

“Y Justin, está bien. No eres un inútil. Si no eres bueno en duelos o no quieres aprender, está bien. Hay muchas maneras en las que puedes aportar. ¿Has pensado en aprender hechizos curativos?” pregunta Draco al niño.

“No… nunca”

“Perfecto. Trabajaremos en esto después. Ahora. Todos a hacer parejas para prácticas lo más básico en defensa”

Potter parece conocer a que se refería.

“¿Hablas de Expelliarmus?” pregunta Potter con una sonrisa.

Draco sonríe.

“Cinco puntos para Gryffindor” le concede el placer de regocijarse al león, quien infla el pecho orgulloso.

Así, comienzan los entrenamientos en el séptimo piso del castillo de Hogwarts. No solo preparándose para enfrentar a Sirius Black, sino para más adelante.

La guerra era inevitable, pero eso no significaba que deban dormirse en sus laureles.

 

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