
Diario de Igor Karkarov
Draco rápidamente subió a su habitación temporal, mientras les decía buenas noches a sus amigos, sin embargo, Harry fue el único en seguirlo a dentro. Decidió no tomarle importancia porque estaba ansioso de escribirle a Víktor sobre si tenía conocimiento del director de Durmstrang.
“¿Por qué le estás escribiendo a Krum?” fue la pregunta de Harry que estaba viendo sobre su hombro justo en el momento que escribía ‘Querido Víktor’ , su tono de voz se escuchó apagada “¿Has seguido manteniendo contacto con él? ¿Le escribiste todo este tiempo, pero no a mí? ¿Por qué?”
“¿Harry?” giró para estar frente a su amigo quien lo juzgaba y reprochaba con la mirada “¿Qué pasa?”
Harry soltó un suspiro para sentarse en la cama del rubio, se cubrió el rostro con sus manos para gruñir. Rápidamente Draco dejó su pluma para sentarse al lado del pelinegro quien no lo estaba viendo en ningún momento.
Suavemente tomó sus manos del rostro para retirarlas de ahí y verlo directamente a sus fascinantes ojos verdes.
“Todo estas semanas nadie me escribió, me sentí solo e incomunicado porque no sabía que estaba pasando con el regreso de esos dos desgraciados… creí que al menos tú me escribirías” susurró apretando la mano de Draco, Harry parecía cansado “Estuve enojado, muy enojado, pero… pero luego me puse a pensar que esto también es duro para ti. Un hombre que te hizo daño regresó” lentamente lo abrazó “Un hombre que creías muerto y que te quitó tanto, que te quitó a tantos. Me sentía tan egoísta”
Se quedó ahí abrazando a Harry, correspondiendo con fuerza su abrazo “Fue un final de año horrible para los dos, como me gustaría que hubiera sido diferente” sus palabras eran un eufemismo susurradas al oído de su amigo “Lo siento por no haber escrito, estaba muy perdido mentalmente, no te hubiera gustado estar cerca de mí en esos momentos” recordó lo horrible que fue con su padre, como quiso escapar muchas veces, como se apartó de todos “Era una bomba de tiempo, ahora estoy más tranquilo.”
Lentamente Harry fue acostando a Draco en la cama, poniéndose encima de él.
El rubio sintió un calor recorriendo su cuerpo de forma rápida e intensa ante este movimiento. Fue besado intensamente, un beso abrasador, devorador, sin embargo, fue un beso que lo llenaba de seguridad y amor. Harry presionó su cuerpo contra el suyo, tomando una de sus manos, mientras la otra la colocaba sobre la cintura de Draco.
“Igual me hubiera gustado estado cerca de tí, no me importa si estas furibundo o feliz, quiero estar cerca tuyo, apoyándote aunque sea con una hombro donde llorar o un oído donde quejarte” susurró luego de separarse unos centímetros, con los ojos brillosos “¿O solo te gustaría estar conmigo cuando estoy feliz?”
“No” dijo inmediatamente, obviamente no solo estaría con Harry en sus mejores momentos, también lo apoyaría cuando esté en lo más bajo, nunca podría dejarlo solo “Te quiero mucho, Harry” tomó su mejilla para acercarlo de nuevo para besarse “Mucho”
“En las buenas y en las malas, ¿verdad?” susurró Harry sobre los labios del rubio, intoxicando con su cercanía y calor.
“Si, siempre será así”
“¿Entonces, Krum, por qué le escribes?” dijo seriamente “Todavía recuerdo que dijiste que era atractivo y no me gustó esa cercanía” sus últimas palabras provocaron una risa en Draco… ahora podía darle un nombre a ese sentimiento que sentía el moreno. Celos.
Harry estaba celoso de Víktor, ¿pueden creer esa locura?
“Víktor es mi amigo y quiero saber si tiene información sobre Karkarov, ya sabes que he estado un poco preocupado porque es el padre de Morado” dijo una verdad a medias “Además, no debes estar celoso, para mí nunca habrá nadie más que tú” no creía capaz de enamorarse de alguien más que Harry.
Nunca nadie lo hizo sentir así, tan intoxicado con su presencia, con su calor, su aroma.
Harry, su mente simplemente gritaba Harry cuando estaban juntos.
Deseaba enterrar su nariz en su pecho o cuello y quedarse abrazados por mucho, mucho tiempo. Nunca soltarlo porque su sola presencia era un calmante en su cuerpo, nadie podría con una sonrisa hacer vibrar de esa forma su corazón.
Tal vez Morado pudo ser su primer amor… pero este sentimiento que tenía por Harry era superior, más fuerte, más cálido. Tan diferente porque era menos inocente.
Tomó suavemente el rostro de Harry y estuvieron besándose por largos minutos.
Podía sentir el calor del cuerpo de Harry aumentando a cada segundo, a cada nuevo roce de sus labios hasta que un ruido fuera de la habitación los hizo separar asustados, escucharon las risas de los gemelos quienes estaban molestando a Ron en su propia habitación temporal, soltaron un suspiro de alivio de que no fueran ni Severus o Gilderoy, estaban seguros de que si los encontraban ahí besándose, en una habitación semioscura, solos, no estarían nada felices.
“Deberías ir a tu habitación, Harry” comentó empujándolo para que dejara de estar encima suyo, el moreno solo se tiró boca arriba a su lado soltando un gruñido.
“No me han dado una habitación, ¿puedo quedarme contigo?”
Levantó una ceja divertido “¿Black no te dio una habitación propia en esta casa? Creí que el año pasado habíamos dormido ahí junto con Thuban” Draco se levantó para volver a sentarse en la silla y tomar en su mano una pluma para escribir la carta a Víktor “Además, no creo que sea correcto que te quedes aquí”
“¿Por qué? Quiero dormir contigo” Draco levantó su ceja curioso porque ahora su mente podía interpretar esa oración de dos formas distintas… las hormonas eran locas a esta edad, al parecer Harry también lo pensó porque sonrojado se levantó “Solo dormir, nada más que dormir”
Inclinó la cabeza con una falsa inocencia “¿Qué más haríamos?” por dentro suyo rió divertido ante el rostro avergonzado de Harry al no saber cómo explicarse “¿Harry?”
“Yo… yo… ¿nada más?” Draco no pudo evitar reír, siendo empujado por un avergonzado, falsamente molesto Harry “Lo hiciste a propósito, eres muy molesto, tonto”
Reír con Harry era tan fácil, sentirse bien a su lado era sencillo “Lo siento, lo siento, no volverá a suceder, pero debes irte a tu habitación”
“No me quiero ir” gruñó acomodándose mejor en la cama.
Luego de eso hubo un silencio que dejó continuar hasta que terminó de escribir la carta, ya con el sobre sellado se percató de que Harry se había quedado dormido envuelto en las sábanas. Rio con ternura por verlo tan cómodo, decidió no molestarlo más.
Antes de salir de su habitación temporal le dio un suave beso en la mejilla a su ‘casi novio’ “Ya regreso” susurró para dirigirse a la puerta.
Estaba empezando a amar a Harry Potter y eso le llenaba de felicidad, pero también miedo.
Salió de la habitación justo en el momento que sus padres también salían de la habitación de Thuban, rápidamente cerró la puerta de su cuarto para evitar que vieran a Harry en la cama completamente dormido en la cama, ello podría traer malos entendidos después.
“¿Draco, pasó algo?” susurró Severus levemente preocupado de verlo ahí en medio del pasillo “Iba a entrar a tu habitación para despedirme” entonces que bien que salió en ese momento.
“¿Despedirte? ¿Ya te vas?” no podía creer que en verdad dijo preocupado porque no quería que se fuera tan pronto, solo habían intercambiado pocas palabras y un abrazo, no era suficiente, nunca sería suficiente.
“Me gustaría quedarme” comentó su padre mientras se acercaba a él “Pero lastimosamente no puedo hacerlo” dijo mientras lo abrazaba “Pero quiero saber del por qué Albus te habló por tu nombre, Gilderoy ya me contó de que los dos estuvieron muy extraños antes de que los demás miembros de la Orden llegara” Draco le lanzó una mirada molesta a Gilderoy quien no parecía culpable por nada “¿Qué pasó?” intentó entrar a la habitación para tener una conversación privada, pero puso su mano en la manija evitando cualquier movimiento.
“¿Podemos hablar en la sala? Quiero estar lejos de la habitación, he estado mucho tiempo ahí adentro y deseo pasar el menor tiempo posible ahí” esperó haber sido convincente, sus padres solo se miraron como si supieran de qué estaba escondiendo algo, pero decidieron aceptar su solicitud.
Sentados en los sillones de Black decidió contar una mentira sobre lo sucedido con el director y la supuesta relación de ‘amistad’ que habían obtenido recientemente.
“¿Entonces me estás diciendo que el director se acercó a ti en el último día de clase para poder pedir una tregua entre ustedes?” sonó nada convencido Gilderoy que se encontraba sentado en el mismo sillón que Severus, quien lo estaba analizando con la mirada.
“¿No hay una mentira mejor?” ante lo dicho por su otro padre se tensó, especialmente cuando aquellos ojos negros parecían levemente decepcionado “Creí que habíamos acordado en no mentirnos”
Draco miró el suelo, se sentía muy culpable de haber mentido tan obviamente, pero no quería que se preocuparan por sus tontas decisiones.
“Solo te advierto Draco, cuando te involucras con ese hombre será difícil salir, intentará moldearte para hacer lo que él quiera, puede que ahora estemos unidos a él en esta tonta ‘Orden del Fénix’, pero no es porque estemos confiados en su plan, sino porque no hay otro grupo activo para ir contra Voldemort y ahora contra Novak” terminó Severus levantándose del sillón para sentarse a su lado, poniendo una de sus manos en el hombro muy preocupado por sus acciones.
“Lo siento, pero el enemigo de mi enemigo es mi amigo” soltó sin pensar porque necesitaba al menos creer que había algo inteligente en su pensar, pero sabía que era mentira. Uno no debe tomar decisiones cuando te encuentres tan mal mental y emocionalmente porque harás cosas estúpidas. Ahora lo comprendía totalmente.
“No es tu amigo Draco, especialmente cuando no sabemos hasta dónde podría llegar por sus metas” comentó Gilderoy también levantándose del sillón para acercarse a él “No queremos que tengas contacto directo con Albus, así que por favor si no piensas decirnos que pasó entre ustedes, al menos intenta no involucrarte más con él… no te llevará a nada bueno”
“Queremos lo mismo, pero lo buscamos de forma distinta. Mientras tú eres capaz de sacrificar a todos, yo soy capaz de sacrificarme por todos”
Un escalofrío pasó por su cuerpo, él mismo había dicho esas palabras y no estaba dando un paso atrás a su creencia y sus ideales de proteger a su manada aunque sea con su vida, pero darle aquel poder a un hombre que no le temblaría la mano a usarlo fue un mal movimiento… tal vez pudiera romper el trato.
Lo intentaría, después de todo no fue un ‘juramento inquebrantable’, ¿verdad?
Se despidieron en la puerta de la casa Black, le dijo a su padre que lo extrañaría mucho y que se protegiera, lo mismo dijo Severus hacia él y Gilderoy, que también protegieran a Thuban quien era el más sensible de todos. Antes de que se apareciera le entregó la carta a Víktor pidiéndole que por favor se lo mandara al búlgaro y la respuesta se lo entregue inmediatamente, además le entregó la mitad de la muestra obtenida del ‘dementor’ para saber si podría investigarlo y rastrear algo importante en ella.
Severus solo asintió para al final darle un abrazo a él y un beso a Gilderoy para salir de la casa, totalmente solo a las 3 de la madrugada.
Terminó dándole las buenas noches también a Gilderoy mientras ingresaba a su habitación temporal, cerró la puerta inmediatamente detrás de él para que no vean a Harry todavía durmiendo en la cama. Rápidamente se cambió en una esquina a su pijama y gateó sobre la cama, pasando encima de Harry porque este se había quedado en la esquina de la cama, por lo que el espacio que iba cerca de la pared estaba libre.
Se estaba preparando para dormir, pero en ese momento Harry lo abrazó por la cintura.
“Tardaste demasiado” dijo en un susurro, más dormido que despierto.
“Me estaba despidiendo de mi padre, no sé en qué momento lo volveré a ver y estoy preocupado por su posición en la Orden como espía” Draco giró levemente para poder estar cara a cara con un adormilado Harry Potter que estaba haciendo de todo para mantenerse despierto y escucharlo. Le pareció tan tierno, pero decidió darle un descanso tanto a él como a sí mismo “Buenas noches, Harry” susurró para darle un suave beso en el mentón.
“Buenas noches, Draco” dijo entre bostezos el moreno haciéndolo reír a Draco por lo lindo que podía ser, al final se quedó dormido mientras era rodeado por Harry, se sintió tan protegido.
:::
“¡Débil!” gritó Moody luego de atacar y neutralizarlo en el suelo con un sonido sordo por el golpe de su cuerpo al caer.
Draco se encontraba con los músculos y huesos adoloridos, sudado y tirado en el piso, considerando sus decisiones de la vida.
Estos ‘entrenamientos’ comenzaron al día siguiente de que Harry había sido instalado al Número 12 de Grimmauld Place, afortunadamente Black y Lupin trajeron sus cosas de la casa de sus tíos junto a la bella Hedwig quien estaba mordiendo los dedos a todos los que se acercaban por haberla abandonado, así que su amigo estaba pasando sus días intentando convencer a la lechuza de que no esté molesta.
Como semanas atrás no tuvo ningún conocimiento sobre Severus, sin cartas, sin información sobre su paradero y por lo tanto, no le llegó la respuesta de Víktor, así que creyó que sus días serían pasar el rato con sus amigos mientras esperaban más noticias de los miembros de la Orden quienes estaban en el exterior, pero no.
A la mañana siguiente de la primera reunión Moody interrumpió en su habitación haciendo escándalo y ordenándose alistarse porque iban a entrenar hasta que los músculos de su cuerpo gritaran por piedad. Tanto él como Harry saltaron asustados de la cama porque no creían que serían despertados de forma tan brusca.
Si no fuera por los gritos de Moody sobre levantarse y alistarse, tal vez se hubieran salvado de que nadie se enterara que Harry y él se habían quedado dormidos juntos, lastimosamente Gilderoy corrió inmediatamente a su habitación junto a la señora Weasley, que debía suponer ya estaba en la cocina, sus ojos se llenaron de sorpresa y susto de verlos en la misma habitación, peor, en la misma cama.
Jalaron inmediatamente a Harry afuera mientras él se quedaba en shock, cuando se cerró la puerta escuchaba como a la discusión entraban Black y Lupin que replicaban que Harry solo estaba durmiendo con Draco, que no creían que el único de los Potter hiciera ese tipo de cosas todavía, sin que sean al menos pareja.
Draco se sintió muy avergonzado y solo cumplió con la orden de Moody porque no quería ver a nadie a la cara hasta al menos una vida.
Creyó que ese entrenamiento sería de una vez, pero ha pasado una semana entera de que lo despertara a las seis de la mañana y lo arrastrara a una de las habitaciones más grandes de la casa de los Black, Moody les había advertido a todos los presentes de que no interrumpiera porque esto sería bueno para él en el futuro.
“Todavía no puedo creer que Albus me haya ordenado entrenarte, tienes demasiadas puntos débiles en tu defensa” gruñía mientras lo ayudaba a levantarse con un apretón de manos y jalándolo arriba con brusquedad “Debes aprender a cubrirte, tienes potencia mágica, pero tus únicas defensas son lanzarte a un lado o en otros casos extremos no cubrirte para atacar” comentaba colocándose frente a él.
Observó cómo se paraba de una forma única, equilibrando su pie izquierdo atrás junto a su brazo, por otro lado su parte derecha de su cuerpo estaba un paso adelante.
“Debes equilibrar tu cuerpo cuando lances un hechizo, lo suficiente para poder atacar como defender” analizó el movimiento de ataque y defensa que estaba mostrándole “¡Deja de ver y atácame!”
No iba a esperar para que se lo pida dos veces “¡Bombarda!” el hechizo explosivo fue dirigido hacia Moody quien de un movimiento rápido y fluido se alejó de la trayectoria del ataque, esquivando sin necesidad de usar un ‘protego’.
“Hazlo consecutivamente, así no voy a poder enseñarte nada, mocoso” Draco lanzó diversos hechizos, intentando golpear a Moody quien solo se dedicaba a esquivar o bloquearlo, pero en ningún momento le hicieron daño hasta que la luz de uno de los hechizos de Draco se disipó otro fue lanzado, pero no por su parte, sino por Moody quien golpeó de lleno al rubio.
“¡Ugh!” gruñó mientras su espalda se estrellaba con la pared “Eso dolió” gimió porque el golpe fue demasiado para su cansado cuerpo que era apaleado por un hombre mayor y con un pie de palo.
“Necesito que analices mis movimientos y mañana intentes imitarlo. Sé que puedes hacerlo, eres inteligente, usa aquel cerebro en más que para atacar” fueron las últimas palabras de Moody antes de salir de la habitación sin mirarlo.
Se tiró al suelo para mirar el techo mientras intentaba calmar su respiración, sentía que era un tipo de castigo por parte del director, pero se sentía bien poder mejorar sus hechizos y movimientos en la pelea y con Moody no tenía tiempo para parpadear. Era un maestro que no te tenía consideraciones.
Interesante.
“¿Draco? ¿Estás muerto?” fue el saludo de un tímido Ron asomando su cabeza por la puerta.
“No bromees con eso, Ron” sermoneó Mione ingresando a la habitación “Pero Moody si te ha apaleado, ¿eh?”
Asintió, agradeciendo de que le pasaran un vaso con agua para refrescarse.
“Se está desquitando conmigo por la ‘insolencia’ que le hicimos en nuestro primer encuentro, nuestro verdadero encuentro” salió de la habitación siendo seguido por sus dos amigos, mientras se secaba el sudor con la manga de su poleron “Es como un niño caprichoso que no acepta sus errores” dijo entre risas, haciendo reír a sus dos amigos.
Sus pasos se detuvieron cuando volvieron a escuchar los gritos de Kreacher con Black, esos dos no parecían aguantarse y al menos dos veces al día debían estar gritándose, en pocas ocasiones a ellos se unía el cuadro de la matriarca de la casa, se acercaron al origen del bullicio observando como el elfo doméstico parecía furibundo “¡Eso no es verdad, usted le rompió el corazón a mi ama, a la familia!”
“¡Por favor, Kreacher, esta familia no tiene corazón, todos ellos simplemente viven por la maldad que corre por sus venas!” gritaba Black señalando un gran tapiz en la pared, era la primera vez que lo veían y era asombroso… el dibujo de un gran árbol que en sus ramas estaban el nombre y rostro de diversas personas.
“¡Usted nunca se dio tiempo para poder acercarse a la familia, los odió siempre!”
“¡Obviamente los odio, maldito elfo, siempre me dañaron!” apuntó con su varita aquel tapiz, generando que el elfo graznara asustado de que lo queme “¡Todos los nombres que están escritos todavía en este tapiz son la maldad!”
“¡No, no es así, el amor Regulus no era igual a otros, tampoco lo es el amo Draco!” ¿Por qué lo estaban nombrando? “¡Tú lo que quieres es quitar al amo Draco de su posición y posesiones en esta casa! ¡Él es el verdadero heredero!”
Mierda, tal vez debería irse en ese momento, Draco estaba alejándose lo más silencioso posible junto a Ron y Hermione cuando Kreacher los observó.
“¡Amo Draco!” rápidamente lo tomó de la mano, evitando así la huida del rubio “¡Usted debe tomar la herencia de la familia Black, debe hacer el reclamo! ¡Así ese horrible no podrá seguir botando los objetos de la casa!” lo último lo dijo señalando a Black, haciendo gruñir al mayor.
“¡Vete a la mierda, viejo elfo decrépito!” empezaron a discutir teniéndolo ahora a él en el medio. Le pareció curioso la reacción de Black, él siempre insultaba al elfos, pero esta vez parecía estar disputándose algo con estos gritos. Nunca había actuado así antes, pero a veces ese hombre le entraba la locura así que decidió no tomarle importancia.
Draco bufó enojado… quería callarlos y sabía que eso acabaría si reclamaba la casa, pero… pero en verdad no quería ser un Black, pero al mismo tiempo tampoco quería ser un Malfoy, una difícil decisión para él.
Afortunadamente la llegada de Harry bajó el humor enojado de Sirius “¿Qué está pasando aquí?” preguntó mientras se limpiaba el polvo de su rostro, seguro había estado limpiando las habitaciones superiores que no habían sido ocupadas en más de una década.
“Harry” dijo Sirius dejando de gritar y acercándose al moreno “¿Cómo te encuentras? Molly ya me comentó que ha alistado un traje para que uses en el Ministerio”
El día de mañana Harry tendría que ir a declarar su caso en el Ministerio por el uso de magia siendo menor de edad y en un pueblo muggle. Draco solo tenía conocimiento de que como testigos lo tenía a él, a Ron y Hermione, por su caso Dudley no había sido considera como tal porque un muggles no podía ver a un ‘dementor’ así que el Ministerio ni siquiera pensó en contactarlo, aunque puede ser bueno porque ese idiota se fue a su casa temblando y gritando de que no quería volver a verlos, sus amigos habían sido obliviado sobre lo sucedido aquella tarde, mientras los dos jóvenes desaparecidos… bueno, tenía entendido que habían sido considerado como secuestrados.
Desde hace unos meses los muggles habían estado reportando diversas desapariciones en toda Inglaterra, que niños, adolescentes y jóvenes desaparecían sin dejar rastros atrás, era un gran problema que había estado manteniendo muy ocupados a los policías que no podían encontrarlos en ningún lado. Era como si se hubieran esfumado.
Draco y toda su manada sabían que estaba pasando.
Se los estaban llevando para experimentar con ellos.
Alrededor de 37 muggles han desaparecido.
Recién se enteraron porque el mundo muggle y el mundo mágico están muy alejados en noticias, es difícil poder tener conocimiento del otro por las muchas restricciones de los magos y brujas de interactuar con los muggles, solo se enteraron cuando Harry recordó que era una de las noticias sonadas en la radio y escrita en los periódicos, aunque luego de alrededor de dos meses de estos sucesos había empezado a perder fuerza e interés en los muggles. Obviamente no en la familia, pero si en los demás.
Sus confesiones fueron escritas porque como estaba escrito no podía haber ingreso de menores de edad en los juicios del Ministerio, salvo que el menor fuera juzgado. Al menos Harry podría ser asistido por el señor Weasley y Black para que no se sintiera solo frente a todas esas horribles personas que querían estar frente a un adolescente y crucificar sus acciones solo por defensa propia.
“Todo bien hasta ahora, intento no pensar mucho en eso para serte sincero” comentó Harry intentando mostrarse indiferente a la situación de mañana “Draco, ¿cómo ha ido tu entrenamiento? ¿Moody sigue siendo muy rudo contigo? ¿Necesitas que hable con él?” Kreacher al verse ignorado decidió huir a su habitación intentando llevarse todo lo que podía de las reliquias de los Black.
Ante la solicitud de Harry negó con la cabeza “Ni se te ocurra decirle nada, si intervienen no quiero pensar en lo que me hará como venganza” el moreno intentó acercarse para tomarle de la cintura, pero fue detenido por un carraspeo por parte de Gilderoy que recién bajaba las escaleras. Se separaron con un suspiro cansado, desde aquella vez que habían sido encontrados en la cama los demás adultos que conocía -salvo Black y Lupin- habían interferido en sus pequeños roces y toques. Estaban siendo vigilados y su tiempo cronometrado.
Cerró sus ojos cansado mientras se retiraba para tomar su desayuno, vivía en una casa de locos fue lo que pensó cuando Thuban también se unió al grupo para empezar a reclamarle a Harry sobre que no debía ni acercarse a su hermanito y robarle su inocencia siendo secundado por los gemelos, Ginny y Ron, empezando a ser regañado por Hermione y Harry, mientras por atrás Black y Lupin empezaban también a discutir con Gilderoy y la señora Weasley.
Se sintió tan avergonzado cuando Moody lo observó con una ceja levantada y una sonrisa divertida.
Locos, todos estaban locos por el encierro, no había otra razón.
A la mañana siguiente fue despertado por unos pasos que se iban acercando a su habitación, soltó un suspiro cansado pensando que podía ser Moody que querrá entrenarlo antes de que saliera el sol, así que se cubrió con la frazada la cabeza, quería dormir un poco más, pero para su sorpresa el que tocó su puerta fue el señor Weasley, le dio permiso de ingresar muy confuso.
“Hola Draco, disculpa molestarte tan entrada a la mañana” dijo porque eran las 4 de la mañana “Pero me encontré con Severus hace unos días” ante la mención de su padre sus sentidos se despertaron “Me pidió que por favor te entregara estas cartas” de su túnica sacaron dos cartas junto con un pequeño paquete y colocarlo en su mesita de noche “Eso es todo, si quieres todavía puedes dormir” le susurró mientras empezaba a salir de la habitación “Nos vemos luego, Draco”
“Gracias señor Weasley” antes de que cerrara la puerta volvió a hablar “¿Señor Weasley?” el hombre se giró a verlo en la puerta de su casa “Severus, ¿estaba bien?”
“Adelgazó y está pálido, pero cuando me habló de ti o de tu hermano o Gilderoy estaba feliz, está haciendo lo que puede con la situación en la que vive y no debes preocuparte o sino él se sentirá culpable” cerró la puerta dejándolo de nuevo solo.
Estiró su mano para alcanzar las cartas notando que una era de Severus y otra de Víktor, el de su amigo búlgaro venía unido junto al pequeño paquete de papel, tocándolo pudo percibir que era un cuaderno.
Curioso.
Decidió revisarlo cuando su cerebro esté más despierto que dormido. Se volvió a acostar a descansar.
No sabe cuánto tiempo se quedó dormido, pero otros pasos acercándose a su habitación le hizo semi-despertar, esta vez la persona que ingresó no se dignó a tocar la puerta, sino que solo ingresó, iba a reclamarle que lo dejen dormir, pero el aroma de Harry Potter inundó la habitación.
“¿Ingresando a una habitación sin permiso previo? Qué atrevido, señor Potter” dijo divertido todavía sin levantarse de la cama.
La risa de Harry le trajo paz, se sentó a su lado para luego darle un suave beso en su frente “Lo siento, quería verte antes de ir al Ministerio” susurró con vergüenza.
Draco se sentó para poder tocar su mejilla y acercarlo para darle un suave beso en los labios “Lo harás bien, esos idiotas no podrán decirte nada porque al fin y al cabo fue en defensa propia” intentó calmar su nerviosismo con palabras de aliento.
Harry asintió “Gracias, nos vemos más tarde. Descansa” susurró para darle de nuevo un suave beso en lo labios y empezar a retirarse de la habitación, sin embargo, antes de salir por la puerta se detuvo y giró a verlo con una sonrisa divertida “¿No parece esto como la despedida de un esposo a su pareja ya que se va a trabajar?” soltó, avergonzado a Draco quien le lanzó una almohada “Nos vemos cariño, me esperas para el almuerzo y con los niños” fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta, evitando así la almohada que iba a su cara engreída.
Era un idiota, pensó mientras cubría su rostro sonrojado, un completo idiota.
Moody lo levantó una hora después en donde había mostrado por primera vez para él una sonrisa cuando pudo imitar su pose para esquivar y defenderse, pudo darle más batalla y se estrelló menos en al suelo o las paredes, fue un gran avance para Draco.
“Bien hecho muchacho” dijo ayudándolo a levantarse del suelo porque le hizo una finta con un hechizo para distraerlo y atacar luego con otro “Aunque todavía necesitas seguir mejorando porque debes aprender todos los trucos para ganar”
De alguna rara forma ahora podía apreciar el avance en sus movimientos con la varita y su cuerpo, fue refrescante entrenar de forma tan intensa… Nunca le habían gustado los entrenamientos en su infancia, pero era una gran diferencia porque Moody aunque era un profesor muy exigente, no era capaz de hacerle daño intencionalmente.
“Gracias, Moody” susurró porque aquel hombre poco a poco se iba ablandando con él, dejando salir leves sonrisas, pero Draco se sintió satisfecho cuando lo felicitó.
“No debes agradecer, te estoy entrenando porque Albus me lo dijo, además… una guerra se acerca y quiero que logres salir con vida de ella” empezó a alejarse “Así que más te vale lograrlo, muchacho”
Se quedó solo en la habitación un poco sorprendido de que un tercero, alguien que era cercano a Dumbledore esperara viviera después de la guerra, fue un poco reconfortante saber que tal vez no todos los aliados de ese hombre sean igual de malas personas que él.
Pasó un leve rato al lado de sus amigos, contándoles sobre el comportamiento de Moody dejándolos sorprendidos por sus acciones. Después rápidamente se fue a su habitación temporal para leer la carta de Víktor, que en pocas palabras lo saludaba y decía que después de la tercera prueba no había vuelto a ver a su director, que los estudiantes regresaron solos al Instituto y que el sub-director asumió como director temporal porque nadie sabía del paradero de Karkarov.
Psdt. Draco te estoy mandando el ‘diario’ de Karkarov, antes de la tercera prueba me pidió de que si lo encontraba entre sus cosas te lo entregara solo si tu preguntabas por él, me pidió y rogó no leerlo, así que no sé que ha escrito ahí, pero me he asegurado de que no tenga ninguna maldición o algo oscuro, así que solo es un cuaderno.
Cuídate, amigo, espero que todo pueda mejorarse en Inglaterra pronto. Cuentas conmigo con lo que necesites.
Se encontraba sorprendido de que Karkarov le haya dejado un diario, lentamente abrió el paquete a su lado y observó un antiguo cuaderno, muy viejo.
XX/XX/XXXX
Anastas me entregó este ‘diario’ para poder escribir mis pensamientos, todavía creo que es una tontería, pero él se veía muy emocionado de darme un regalo que no pude negarme. En este momento me está viendo al otro lado de la mesa como escribo y se ve muy adorable… como lo amo.
—
XX/XX/XXXX
Hemos alquilado una pequeña casa a las afueras de Londres, no es muy grande como uno esperaría para un Uvarova, pero Anasta estaba muy emocionado de poder vivir juntos, además que está radiante de poder amueblarla a su gusto. Se ve muy adorable, en serio lo amo mucho.
Decidió saltarse algunas hojas, especialmente las primeras, porque eran demasiado íntimos, como si estuviera vulnerando aquella relación entre los padres de Morado, detuvo las hojas hasta un punto donde Karkarov dejó de escribir las fechas, eso le pareció muy curioso así que decidió comenzar a leer de nuevo.
Casi muero en esa misión.
Me estoy quedando en este momento en la mansión de los Lestrange porque no deseo que Anastas me vea así… decidí seguir escribiendo porque si un día muero al menos espero este diario llegue a él, que se de cuenta que en todo momento pensé en él, en que quería darle un mundo donde la pureza de nuestra sangre prevalecerá, especialmente porque los hijos de muggles y mestizos cada vez más empiezan a tomar posesión en Inglaterra mágica.
Los puestos de funcionarios, las casas, la amabilidad, las sonrisas solo se le han brindado a estos sangre sucias, han empezado a dejar de lado a los sangre pura creyendo que todos vivimos con dinero ancestral, no queriendo brindar puestos de trabajo a nosotros porque debemos hacer un mundo donde esos asquerosos tengan ventaja.
Los odio.
—
A veces pienso que este lado de la guerra está mal, pero al mismo tiempo bien.
No lo sé, me encuentro confundido, especialmente cuando el Lord empieza a torturar a unos de los nuestros. ¿No el fin de todo esto es la prevalencia de los sangre puras? ¿Entonces por qué los tortura, lastima? ¿Si los llega a matar?
¿Estoy cometiendo un error?
No lo sé, pero no creo poder hablar sobre mis dudas con alguien más, especialmente porque estoy completamente embarrado de sangre de los sangre sucias… no quiero regresar a casa así, me siento sucio estar cerca de Anastas, de tocarlo, de amarlo, cuando él es tan puro y yo estoy podrido.
—
Creo que escuché algo que no debía escuchar.
Lord Voldemort estaba presionando a los Malfoy sobre que le cedan a su heredero, no entiendo del porque tenía tanta necesidad de que le den a ese renacuajo, obviamente los Malfoy con mucho temor negaron su pedido y casi los matan, pero al final le dijeron que le entregarán un segundo hijo, que engendrarían un hijo paa dárselo solo para él.
¿Quién hace eso?
¿Quién solo tiene un hijo para entregarlo a un hombre que estuvo a punto de matarlos?
Huí de ahí cuando los ojos rojos del Lord se posaron en mí, me dio un escalofrío.
—
Llegué a casa luego de dos semanas afuera. Sentí que alguien me seguía, pero cuando me puse a revisar alrededor antes de entrar no encontré a nadie cerca.
¿Fue mi imaginación?
No lo sé, aunque espero que lo sea.
Al final de cuentas nadie sabe de mi casa junto a Anastas, no deseo que él sepa sobre esta vida oculta que llevo, todavía no.
Tuve que ingresar a casa cuando mi hermoso futuro esposo me llamó emocionado de volver a verme. Cuanto lo amo.
—
Anastas se fue.
Me dejó.
Me duele mucho. Lo siento, lo siento, querido, no sé que hice, no sé si lo descubriste, pero no valió la pena si tú te ibas a ir.
Lo siento tanto.
La siguiente hoja obviamente fue escrita recientemente, la tinta todavía era bien legible a diferencia de las anteriores que estaba levemente desgastada por el tiempo, años.
No, no, no, ese niño tuvo que haberme mentido, Anastas, mi Anastas no pudo haber tenido un hijo mío, él me lo hubiera dicho, ¿verdad? ¡¿verdad?!
Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda.
Debo visitar a Dmitri, él debe saber qué pasó con Anasta y cuando esté frente a él podré restregarle la mentiras a Draco, ese niño debe aprender a decir solo la verdad.
Es imposible que Anastas me haya ocultado esto.
Imposible.
—
Dmitri no sabe sobre el paradero de Anastas.
Todo este tiempo creyó que estaba en Inglaterra o Bulgaria. Y yo creí que había regresado a Rusia.
¿Dónde estás, cariño?
—
Nada, no importa cuánto pregunte a sus amigos de ese entonces, a su empleador en aquella cafetería muggle o a los vecinos de nuestra casa, en donde ahora viven una nueva familia, nadie sabe nada de aquel día… bueno, todos menos un viejo molesto que siempre observaba por su ventana.
No sé dónde podría encontrarlo, tal vez él sepa algo, siempre estuvo atento a todo el barrio.
—
Lo encontré y me dijo que aquella noche alguien ingresó a mi casa.
Luego nadie salió, no importó cuánto esperó, nadie salió así que debo suponer que se usaron un trasladador, pero ¿quién?
Solo mencionó un hombre mayor, calvo y con un bigote prominente.
Nunca he conocido a nadie así.
El vecino no llamó a nadie porque aquel hombre llevaba una bata de doctor, así que supuso estaba ahí para ayudar a Anastas.
¿Un doctor? ¿Por qué un doctor debería estar ingresando a mi casa?
Estoy regresando a Hogwarts, no puedo estar más tiempo afuera, se acerca la última prueba y luego de eso seguiré mi investigación.
—
Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder. Joder.
—
Estoy perdiendo la cabeza.
—
Anastas está vivo a manos de Voldemort y su lunático amigo.
¿Qué te han hecho amor?
Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento.
—
Me quiero morir.
—
Durante todo este tiempo he estado divagando, no sé si mi cuaderno será o no revisado en el futuro especialmente con las adversidades de estos momentos. Así que debo tener concentración como Severus y apretar mi corazón para mostrar mi unión a la causa de mi señor, al genocidio, a la guerra, daré todo por lo que creo, ese es mi compromiso y los sangre puras ganaremos esta guerra para crear un mundo mejor.
Esta es una gran oportunidad, quien más nos regalaría esta victoria, nadie lo lograría, se lo agradecemos a nuestro señor, al gran Lord Voldemort. Estoy agra decido porque me dieron el placer de ocupar el puesto.
—
Actualmente esto y en algunas reuniones con ‘Ojo Loco’ Moody o eso hacía creer porque descubrí para mi consternación que era Barty, ese mocoso llorón que siempre estaba pegado con el otro mocoso Black.
Al menos es muy útil, rápido en actuar y complacer, además de que generó un pla n para llev ar a Potter y Malfoy a nuestras manos. Mi utilidad en este increíble plan es lanzar los imperios a los que ‘grababan’ el torneo, además de modificar la copa para que sea un trasladador .
Estoy ansioso por lo que pasará dentro de unos días.
Además, me dijeron que este fin de semana podré pasar tiempo con Anastas, mi bello Anastas que no me reconoce, que no habla, pero sigue vivo. Estoy agradecido de que mi Lord y su amigo me den la oportunidad de poder verlo y estar a su lado.
Gracias mi Lord.
—
Ansioso.
Me encuentro ansioso porque hoy es la prueba final. Mis manos tiemblan porque ha habido más vigilan cia por parte de los profesores, al parecer alguien terminó hablando, creo que es ese mocoso de los Malfoy, mi Lord desde hace tiempo ya quiere tenerlo en sus manos.
Hogwarts ha puesto más vigilancia por parte de los aurores , aunque a mi creer son todos unos inútiles, son un hazme reír nadie podrá cambiar ese pensamiento. Mojigatos, inútiles, mentirosos, débiles.
Fácil de vencer, por eso ellos no me preocupan.
Los que en verdad me preocupan son los profesores del colegio . Ellos no querrán que toquemos más a sus niños.
Será difícil, pero espero que Barty pueda mantenerlos distraídos el suficiente tiempo para que no me vean acercarme al trofeo.
—
Escribo mientras me alisto para la prueba. No sé como todo terminará el día de hoy. Terminé la misión, lo convertí en un increíble trasladador que sé que funciona, los llevará al cementerio.
Con cada minuto que pasa me siento más nervioso con esta misión que dará inicio al resurgimiento de Lord Voldemort. Nadie nos detendrá.
Tomaremos lo que nos quitaron, lo que nos robaron.
Tomaremos la victoria.
Al final cambié mi plan de involucrar a Víktor de esto, debido a que no está preparadopara el cambio, hay una extraña amistad con Draco se han juntado y no confío en él. No encontré la confianza de poder involucrarlo en algo extraordinario. Tal vez tuve mucha confianza en los estudiantes de Durmstrang, pero al final temen las consecuencias que Bulgaria dará por culpa de Grindelwald.
Estoy acabando de escribir por ahora, intentaré volver a escribir lo que pasó después de la prueba con éxito en la misión, con el regreso de nuestro Lord, y el resurgimiento de los sangre puras sobre los asquerosos hijos de muggles y mestizos.
Con mucha fe en nuestravictoria.
Como di mi palabra, dejaré mi cuaderno a un lado de mi cama para que el idiota de Barty lo lea, no entiendo esas ganas de leer mis cosas. Así que cuando leas esto eres un vil cotilla, mocoso. Aún no entiendo porque no confían en mí. Imbécil.
Siguió pasando las hojas, pero nada más fue escrito. Estaba en blanco.
¿Qué pasó después con Karkarov? ¿Era aquel ‘dementor’ que terminó ‘muriendo’ ante las manos Black y su padre? No lo sabía, no lo sabía y eso le estaba molestando mucho porque sus palabras solo demostraban que al final se había unido a Voldemort todo por… por Anastas. Él estaba vivo… ¿La mamá o el otro papá? de Morado estaba vivo, pero no sabía en qué estado por lo que terminó escribiendo el antiguo director.
¿Qué te han hecho amor?
¿Qué vio Karkarov? ¿Por qué siguió al lado de Voldemort si le hizo tanto daño a su pareja? A menos que se hubiera unido para estar cerca de él, para poder intentar regresar a Anastas a lo que una vez fue, pero eso era ridículo porque esos monstruos solo seguiría torturándolo para obtener lo que querían de él.
Draco soltó un suspiro mientras volvía a leer una y otra vez lo escrito creyendo que tal vez algo nuevo aparecería en su vista, solo se percató de que algunas letras Karkarov las delineaba más fuerte, pero nada más importante, todo igual. Su intervención en la vida del mayor la cambió completamente ¿verdad?… ¿fue su culpa su declibe? No lo sabía.
Cerró los ojos cansado de tanto pensar.
“Karkarov, ¿qué te pasó?”
Al final de cuentas terminó siendo un simple mortífago si no peleaba contra Voldemort al menos para liberar a Anastas de su sufrimiento. Morir para salvarlo o informarle a alguien sobre los avances de esos lunáticos.
… Le decepcionó un poco …
Soltó un suspiro recordando los bellos ojos de Morado y que al final su padre se haya vuelto a unir al desgraciado que tanto daño les hizo fue doloroso. Sintió las lágrimas derramando sus mejillas porque aunque sea por Anastas, al menos hubiera intentado destruir a esos dos bastardos por su hijo muerto, pero no. No le importaba su hijo.
… Le decepcionó mucho …
Y se odiaba por eso.
:::
Se despertó un par de horas después porque las pesadillas regresaron con fuerza después de leer el diario de Karkarov, los susurros de la voz de su primera manada quienes gritaban ante la traición de alguien que debería amar a uno de sus miembros, junto con la voz de Cédric que le pedía vengar su muerte.
El corazón le seguía doliendo, su respiración seguía siendo un poco irregular, pero las pesadillas empezaban a darle menos miedo y más rabia, con ganas de poder destruir para siempre al doctor y a Voldemort.
Destruir a los monstruos de su vida.
Tomó aire mientras curaba sus ojos hinchados por haber llorado y se sintió mal por eso, era horrible quedarse dormido al llorar por tonterías, por un idiota traidor.
Pero joder, era el padre de Morado… ¿por qué no eligió el lado de ellos? ¿por qué eligió a los culpables de nuestro sufrimiento, de su muerte?
Draco estaba planeando levantarse y saber si había algo para almorzar o nueva información sobre la ubicación de los dos seres más buscados por la Orden, pero un brazo en su cintura lo detuvo, se sorprendió de no haber sentido a Harry entrando de nuevo a su habitación y quedándose dormido a su lado.
Ese idiota, no tenía miedo de que lo castigaran de nuevo.
Decidió simplemente sentarse en la cama para calmar sus pensamientos y emociones negativos, además de estar ahí para Harry, quien con su presencia y aroma lo reconfortaba.
Tomó la carta de Severus en el cual simplemente le daba una actualización sobre sus avances en el análisis de la muestra de sangre que le había dado, al parecer los datos eran más de una criatura mágica que humana, por lo que era difícil sacar una muestra de ADN o cualquier otra muestra genética.
Lo siento si no puede ser más útil, pero voy a seguir investigando sobre la genética.
Por mientras te advierto que Marcus Flint te ha asignado como el nuevo capitán del equipo de Quidditch de nuestra casa, fue muy convincente y exigente en sus puntos válidos del porqué deberías ser tú el capitán. Sabe que podrás darle la victoria a nuestra casa, además de que serás capaz de detener los gritos y ‘berrinches’ de Lesath, son sus palabras exactas. Así que ha puesto su confianza en ti.
Buena suerte capitán.
Con cariño Severus Snape.
Soltó un jadeo sorprendido, le parecía completamente loco que su capitán lo nombrara bueno, el nuevo capitán. Marcus Flint al fin se había graduado de Hogwarts así que estaba poniendo todas sus esperanzas de ganar el trofeo en él. Sonrió porque era increíble como la relación de los dos había crecido todos esos años, intentaría con fuerzas cumplir el deseo de Flint.
Pasó su mano por los cabellos negros de Harry. Aunque con Harry en el otro equipo será un poco difícil si no cambiamos de buscador.
“Umm” escuchó gemir a Harry quien fue abriendo sus ojos, aquellos hermosos ojos verdes se posaron en él, brillando con tanto amor y devoción que estremeció a Draco por la intensidad de los sentimientos.
“Me sigue sorprendiendo que puedas escabullirte en mi habitación, creí que estabas siendo más vigilado” dijo Draco sin dejar de acariciar esos salvajes cabellos negros “Amenazado por mis padres” rio ante la mueca de Harry al mencionarlos.
“Todos me tienen al ojo de la tormenta” se quejó “Tus padres, la señora Weasley, Thuban y los miembros del Wizengamot me tienen atado de manos”
En ese momento recordó que su amigo estaba de vuelta de su ‘investigación de magia ilegal’. “¿Qué tal te fue? No me vas a dejar solo en Hogwarts, ¿verdad?”
“Ni loco, al final salí libre solo con una advertencia, pero quiero ser reconfortado, esos viejos me intimidaron” dijo jalándolo para que volviera a echarse en la cama y abrazarlo completamente “Te extrañé” susurró sobre su cabeza.
Mierda, estaba tan perdido por este chico.
“¿Qué quieres que haga para que te sientas mejor, para reconfortarte?” preguntó abrazándolo también.
“Esto está bien, es increíble” susurró “Aunque un beso sería mucho mejor”
Golpeó con suavidad su pecho “Ya creo que fueron suficientes besos, ¿no crees? Me siento un fácil siendo que todavía no me has pedido ni siquiera ser tu novio”
Harry rápidamente se desenredó de Draco para mirarlo con un rostro decidido.
“Vamos” dijo levantándose de la cama y estirando la mano para que Draco lo tomara. El rubio con sorpresa lo miró, deslumbrando a Harry con aquellos bellos ojos plateados que siempre lo envolvían en un espiral, que lo atraían, que lo hacían amarlo. Draco sujetó la mano de Harry con una sonrisa deslumbrante, enamorándose cada vez más. El amor es así, las pequeñas acciones podrían provocar que el corazón latiera desenfrenadamente.
“¿A dónde me está llevando el señor Potter?” susurró Draco para no llamar la atención de los demás ocupantes de la casa, aunque lo más probable es que los adultos estén conversando sobre temas de la Orden, tal vez debería estar ahí pidiendo información, pero quería distraerse de todo este caos, del cuaderno de Karkarov y sus pesadillas sobre su manada.
“Una sorpresa” arrastraron a Draco hasta un piso de la casa que no había puesto ni siquiera un pie, fue llevado lentamente hasta una habitación en donde ingresaron.
Todo estaba oscuro.
“¿Harry?” preguntó porque en verdad todo estaba negro, ni una pisca de luz se podía ver, se asustó más cuando lo soltaron de la mano.
“Lo siento, cariño, ahora vuelvo a tomar tu mano, es que es mi mano dominante y necesito mi varita” luego de sus palabras la habitación se iluminó, no completamente sino que hubo diversas luces blancas rodeándolos, como si fueran estrellas, pero ninguna era conocida para Draco.
Lentamente tocó uno de esos puntos blancos, pero inmediatamente una pequeña nave voló delante de él asustándolo, dio un salto para atrás y se percató que diversas pequeñas naves volaban alrededor de ellos.
Si eran estrellas.
Rio porque era una de sus escenas favoritas de las películas de Star Wars, cuando acabó la guerra y destruyeron por segunda vez la estrella de la muerte. Cuando pelearon tanto hasta obtener su final feliz.
Un final feliz que Draco esperaba obtener también junto a su familia, su manada.
Sintió unos brazos rodeando su cintura justo en el momento que las estrellas lentamente empezaron a moverse a los lados formando la constelación Draco para darle paso a las letras características de las películas.
“Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…
existió un joven que se encontraba perdido en la vida,
que no le encontraba sentido y creía que siempre sería así,
pero un hermoso joven le abrió los ojos junto a su corazón
enamorándose, atrayéndolo y haciéndolo sentir seguro, fuerte, invencible.
Le gustaría poder siempre ponerle un sonrisa en sus labios,
hacerlo brillar con amor, cariño y aceptación en esos bellos ojos,
enrollarlo en amor y proteger su sensible corazón
porque no hay nadie más especial e importante para este joven.
La vida será dura, pero está seguro de que juntos podrán ir contra todo y todos,
cada vez que se sientan perdidos podrán tomar sus manos como guía, consuelo, amigo;
cada vez que haya dolor dará su hombro para que se desahogue;
tendrá un oído amigo, un abrazo reconfortante
porque después de todo el amor es la magia más fuerte del mundo.
Draco, ¿quieres ser mi novio sin importar el futuro incierto?
Porque yo estoy dispuesto a todo, no te fallaré, no tengo miedo de lo que vendrá
porque estando a tu lado todo es posible.”
Las lágrimas volvieron a salir, esta vez de felicidad.
Harry lentamente lo soltó para colocarse frente a Draco “¿Qué me dices cariño? ¿Quieres ser mi novio?” aunque pareciera confiado, el rubio lo conocía lo suficientemente bien para saber que se encontraba nervioso y ansioso por una respuesta. Harry lentamente sacó una cajita de terciopelo y le mostró un anillo sorprendiendo a Draco “No… no es de matrimonio, aunque me gustaría casarme contigo en un futuro obviamente, pero sé que todavía somos menores de edad. Así que es un anillo de promesa.”
“¿Promesa?”
“Una promesa de que daremos todo de nosotros para que esta relación florezca de forma hermosa” Draco se tocó el pecho por todo el amor que resurgió ahí, ¿qué había hecho para que la vida le diera a una persona tan hermosa como Harry? Quien le dio una pedida de noviazgo que sabía le gustaría.
Lo amaba.
“¿Entonces?” el nerviosismo en Harry aumentó mucho. ¡Oh, verdad! Todavía no respondía “¿Quieres ser mi no…?” Draco no lo dejó terminar porque lo besó, fue uno intenso y que derramó todo el sentimiento que tenía por el moreno.
Cuando se separaron para respirar unieron sus frente “Si, si, quiero ser tu novio, Harry” susurró con una sonrisa, una sonrisa que enamoró más a Harry “Rápido, ponme el anillo de promesa” susurró divertido haciendo reír al otro por sus exigencias.
“Como ordenes, tonto descarado”
Se quedaron observando ahí las estrellas y naves que volaban alrededor de los dos, era hermoso. Se encontraba feliz, solo esperaba que esta felicidad perdurará por toda su vida. Iba ser difícil, aunque no sabía si podría lograrlo con toda esta mierda que les lanzaron.
Decidió callar la situación sobre Karkarov, después de todo ya sabían que seguía siendo un mortífago.
No debían saber más.
EXTRA
Se encontraba siendo observado por todos esos miembros del Wizengamot quienes querían intimidarlo con sus presencias, idiotas, todos eran unos idiotas si creían que se intimidar así de fácil, ha pasado cosas mucho peores como para que unos simples magos le hagan temblar.
El único que podía hacerlo temblar era Draco, y siempre era de una buena forma que nadie podría lograr en sus vidas.
Así que le era divertido el actuar de estos adultos “¿Vamos a empezar o seguirán mirándome detenidamente? Eso no me intimida, ¿saben?” a un lado escuchó como Sirius se golpeó la frente con la palma de su mano y le susurraba:
“No seas tan descarado, te vas a meter en más problemas” susurraba Sirius a un extremo de la habitación, ingresó al juicio solo como su tutor, pero no como testigo. Solo rodó los ojos cansado de tanta burocracia así que se recostó en su silla con los brazos cruzados, intentando demostrar su aburrimiento, cabreando más a los jueces.
Era tan divertido.
Luego entre dientes empezaron a presentar cada miembro del Wizengamot que no presta atención porque esperaba no volver a verlos, cuando señalaron los cargos penales que le estaban imponiendo es que apareció Albus ‘jodido’ Dumbledore quien hizo sobresaltar a Fudge. Por su parte, a Harry no le gustaba tenerlo ahí porque no le agradaba, ese hombre era una de las personas que menos apreciaba en el mundo, solo unas escalas más arriba que sus tíos, pero no más.
Era muy obvio que ninguno de sus acusadores esperaba su entrada, pero bueno, en verdad no le importaba, solo deseaba que todo acabara para irse de nuevo a Grimmauld Place a dormir abrazando a Draco.
“¿Es usted Harry James Potter, residente en el número cuatro de Privet Drive, Little Whinging, Surrey?” preguntó Fudge, fulminando a Harry con la mirada por encima del pergamino que tenía entre sus manos.
“Si” respondió, aunque prefería residir en la casa de su padrino.
“Recibió una advertencia oficial del Ministerio por utilizar magia ilegal hace tres años, ¿no es cierto?”
“Sí, pero…”
“Y aun así…”
“Pero si hubieran hecho una investigación previa habrían descubierto que eso fue culpa de un elfo doméstico” levantó la voz, no como si gritara, aunque lo suficiente para callar a Fudge porque no esperó su intervención “Así que no intente inculparme sobre una falta de competencia de su parte”
Una mujer que parecía un sapo enorme y blanco se levantó bramando enojada “¡Cómo se atreve a hablarnos así! ¡Debe respetar a los miembros del Wizengamot! ¡Además, ese tema no es de importancia en este juicio! ¡Peguémonos al tema del uso de magia reciente!”
“¿Cómo le hablé? Solo dije lo que pasó y percibí” soltó Harry con neutralidad mientras Dumbledore también intervenía con:
“Me parece curioso que digas no es de importancia, siendo que el mismo ministro lo trajo a colación en la acusación” habló Dumbledore con una voz tranquila. La mujer cara de sapo se puso roja de rabia o vergüenza, creía más la primera opción.
De ahí los gritos comenzaron.
Hablaron sobre los dementores. Su lado intentaba demostrar que sí hubo un ataque de estas criaturas, pero el ministerio decía que sería imposible que hubieran sido capaces de ir hacia aquel pueblo muggle porque ellos tenían su control
“Eso es obvio, nadie ha dicho de que sean sus dementores” comentó Harry mirando a los presentes, era el momento de soltar todo. Sabía que Draco deseaba que todos supieran sobre estas criaturas, sobre el doctor “Ni siquiera podemos decir que sean verdader…”
“¡Tenemos un testigo!” gritó Dumbledore silenciando sus palabras, se sorprendió de que no pensara decirles sobre los experimentos porque era obvio de que no quería que dijera algo.
Trajeron a una squib y leyeron todas las declaraciones de los presentes sobre el ataque, pero se sorprendieron cuando las declaraciones de sus amigos no mencionan nada sobre que eran experimentos, sino de que eran simples dementores. Le lanzó una mirada a Sirius quien también parecía muy confundido, él había estado presente cuando habían escrito las declaraciones y se notaba de que lo leído no era lo escrito por sus amigos.
¿Dumbledore había alterado las declaraciones para callar la mención del doctor Novak? ¿Por qué no quería que el Ministerio lo supiera?
Los viejos del Wizengamot cambiaron su estrategia a que si hubo o no dementores no era de importancia en el caso.
“Obviamente ahora no es de importancia, ¿verdad? No cuando se ha demostrado con varios magos y un squib de que si estuvieron ahí aquellas criaturas, me sorprende mucho cómo intentan cambiar esto a su provecho” dijo Harry levantando una ceja, mirando directamente al ministro que estaba siendo analizado por los otros miembros del Wizengamot, por dentro estaba decidiendo si debía hablar o no sobre los experimentos “¿Así son todas las sesiones en sus juicios? Con razón mi padrino terminó yendo a Azkaban por casi 13 años siendo inocente.”
Algunos miembros parecieron avergonzados ante sus palabras, otros estaban incómodos.
“Lo que el señor Potter quiere decir es que en la cláusula número siete del Decreto estipula que se puede emplear la magia delante de muggles en circunstancias excepcionales, y dado que esas circunstancias excepcionales incluyen situaciones en que se ve amenazada la vida de un mago o de una bruja” intentó calmar los ánimos Dumbledore, lanzándole una mirada a Harry de que se callara si no pensaba decir algo amable.
¿Quería que fuera amable? Esos locos lo habían sacado de la cama a las 4:30 de la mañana, lo estaban haciendo perder toda una mañana y tarde de poder estar con sus amigos y su querido Draco, además de que lo habían amenazado de romper su varita. Amabilidad era lo último en su jodida lista.
“Este joven ha estado mintiendo numerosas veces, intentando encubrir el uso de magia fuera del colegio” decía Fudge buscando el apoyo de los demás que lo rodeaban “¡El primero fue con un hechizo levitatorio que terminó culpando a un falso elfo doméstico!”
Harry decidió tomar aire mientras Dumbledore solo recalca que el elfo trabajaba en Hogwarts, si quería podrían traerlo para declarar.
“¡¿Escuchar un elfo?! ¡No seas ridículo!” soltó el ministro molesto hasta que se le iluminó el rostro “¡También infló a su tía hace un par de años!”
Apretó con fuerzas sus puños al recordar ese suceso, la tía Marge merecía más que ser inflada por haber golpeado la mejilla de Draco, que bueno para ella no volver a aparecer frente suyo.
“¡No presentaste cargos porque supiste que fue magia accidental!” contraatacó su director.
Y siguieron discutiendo, algunas ocasiones se involucraba aquella mujer cara de sapo que ahora sabía se llamaba Dolores Umbridge. En esa discusión entendió del porqué no se había mencionado a los experimentos, el Ministerio estaba completamente ciego y cerrado ante la idea del regreso de Voldemort, obviamente estarían peor ante la mención de su asqueroso amigo.
Pero, ¿cuándo estarían listos de aceptarlo? Cuando los mortífagos u otras criaturas empiezan a asesinar magos y brujas.
Eran unos completos idiotas que estaban jugando con las vidas de los demás solo por miedo de reconocer que iban a ingresar de nuevo a una guerra.
Al final los miembros del Wizengamot votaron de que el uso de magia fue en defensa propia.
No hubo cargos y se encontraba feliz de poder regresar a casa, pero molesto ante la inconsciencia del ministro.
Estaban saliendo de aquella sala con un Sirius que lo abrazaba y felicitaba de no haber inflado a esa cara de sapo por lo molesta que era cuando fueron interceptados por Albus Dumbledore.
“Harry, hablemos” dijo caminando hacia un extremo del pasillo, mientras él y Sirius se observaron sorprendidos por la orden dada.
“¿No podemos irnos? Odio estar a solas con él” le susurró a su padrino mientras observaban al hombre que les daba la espalda.
“Al final de cuentas terminará acorralándote, será mejor que termines de una buena vez con él” comentó Sirius provocando un ruido de lamento de Harry “Para animarte tengo que decirte que esta mañana me llegó al fin el anillo que me pediste, a veces pienso que eres un loco enamorado, pero luego me acuerdo que eres hijo de James y se me pasa”
“Es… es un anillo de promesa”
“Ja, eso dile a alguien inocente, es obvio que es un anillo de compromiso que lo vas a hacer pasar de promesa” luego rió mientras lo empujaba hacia Dumbledore “¿O tal vez es de una promesa de que se van a casar? Intentaré comprar una de esas cámara de video para grabar la reacción de los padres de Malfoy, será divertido verlos perder la cabeza, aunque intentaremos salvar la tuya, ¿eh?”