Draco Malfoy y el rapto

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y el rapto
Summary
Quinto año de Hogwarts y la noticia del resurgimiento de Voldemort junto con la aparición de un nuevo maligno ser no se ha esparcido por Inglaterra Mágica, por lo que comenzarán el año escolar con un gran dolor de cabeza, los ánimos decaídos, el dolor de la pérdida, el trauma por lo sucedido en aquel cementerio y siendo tachados como mentirosos cuando intenten advertir a todos sobre el mal que se acerca, sin embargo, los problemas no se detendrán ahí, nunca algo puede detenerse en sus vidas.
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'Dementor'

Dementores.

Sabía que estaban ahí aún cuando todavía no podía verlos, el sentimiento de tristeza y sufrimiento que estos transmitían, eran únicos. Pensaba simplemente irse de esta calle junto a sus amigos, pero lastimosamente no estaban solos, Dudley junto con sus compinches -dos que estaban despiertos y dos desmayados- también estaban cerca gritando aterrados por el sentimiento que las criaturas impregnaban a todos seres vivos cercanos.

Lastimosamente no podían dejarlos solos ya que era obvio que estaban rodeados.

“¡No se alejen!” gritó Draco intentando mantener a esos tres imbéciles cerca, pero en contra de su orden estos ya habían empezado a correr en diversas direcciones de la calle “Mierda” dijo tomando el pin de su pecho, si ellos corrían lejos no se iba a arriesgar, tal vez ni siquiera eran los objetivos y estarían a salvo.

Se detuvo cuando Ron y Hermione alumbraron la zona con un ‘Lumus’. Frente a ellos se encontraba flotando un dementor que estaba acercándose cada vez más a uno de los amigos de Dudley que se encontraba en el suelo, al parecer se había tropezado y caído doblándose el tobillo por lo que se estaba tocando y gimiendo con dolor

El dementor se acercaba lentamente al adolescente que tenía el rostro completamente pálido, con los ojos desorbitados y el sudor frío corriendo por su rostro. Se encontraba congelado en el suelo, sin moverse ni siquiera para soltar un grito cuando la cara de la criatura estaba de frente… esto era extraño, supuestamente los muggles no podían ver a los dementores, solo podían percibir la sensación cuando estaban cerca, pero nunca verlos, sin embargo, las pupilas del muggle estaba fijo ante la criatura.

Entonces, ¿qué estaba pasando?

No son dementores.

“¡Expecto Patronum!” Harry lanzó el hechizo sobre aquel ¿dementor? para poder darle tiempo al joven de escapar, pero la criatura no se inmutó, no se alejó como debía ser el comportamiento normal de estas criaturas, sin embargo, ignoró al lobo blanco como había sucedido en el cementerio.

Esto confirmaba su teoría, esa criatura no era un verdadero dementor, era un experimento.

No fue el único en el grupo de magos en saberlo.

No podían salvarlo.

“¡No!” gritaron en el momento que el ‘dementor’ de forma rápida y precisa tomó con su esquelética mano el brazo del adolescente, la criatura sujetó tan fuerte que provocó al joven soltar un grito desgarrador mientras lo arrastraban con velocidad hacia arriba, hacia el cielo negro.

“¡Canieci Saggita!” gritó desesperadamente Draco, no debían permitir que se lo lleven, no sabían dónde lo iban a dejar, si iba a vivir, no podían dejarlo morir de esa forma. Pero no importó lo rápido que lanzó el rayo de la punta de su varita, la criatura ya había alcanzado una altura que no pudo alcanzar, desapareciendo frente a sus ojos, como si nunca hubiera estado ahí aquel joven.

No había más gritos de ese joven, el silencio volvió a inundar aquella calle. Su voz se había perdido, aquel grito nunca saldría de su cabeza.

Sintió ganas de vomitar.

Dudley que estaba al lado de Harry gritó, rompiendo el shock de todos “¡Piers, maldita sea, Piers!” desesperado, asustado.

Llorando.

Podía entenderlo, era su amigo.

“¡Dudley, reacciona, debemos movernos!” gritaba Harry sacudiendo a su regordete primo que seguía viendo el cielo oscuro, empezó a arrastrarlo, pero se detuvieron cuando se percataron que otros dos dementores se dirigían a los dos jóvenes desmayados en el suelo.

Hermione sacó su varita y de forma rápida lanzó un “¡Bombarda!” logrando, para la sorpresa de los presentes magos, que uno de los dementores desviara su camino levemente, evitando tocar el calor de la explosión, aunque este desvió su ataque hacia Harry y su primo que estaba todavía en shock por lo sucedido con su amigo. El otro ‘dementor’ simplemente rodeó al grupo alejándose y desapareciendo de su vista.

Harry al percatarse de que su primo no iba a salir del camino, lo empujó a un lado “¡Bombarda Máxima!” lanzó el hechizo logrando golpear al ‘dementor’ que soltó un grito cuando la explosión le dio en el ‘rostro’, después la criatura con la capucha quemándose fue al cielo oscuro.

Con un dementor menos Hermione les gritó “¡Tomen a Malcon y vayan a Grimmauld!” corrió su amiga al segundo desmayado y activaba el trasladador que estaba en el pin para irse con el adolescente.

“¡Ve, Ron!” gritó Draco a su amigo quien corrió hacia Malcolm, mientras intentaba desviar a otro dementos con hechizos de fuego, al parecer esa era su debilidad. El pelirrojo tomó a Malcon y desapareció también en un segundo, por su parte, Draco estaba buscando a su amigo quien estaba ayudando a levantar a Dudley “¡Harry!” gritó cuando lo vio arrastrando a su primo quien parecía todavía muy asustado. Le tiró el pin de C3-PO “¡Aprieta la cabeza y pies para que les lleve a los dos a un lugar seguro!” le grito mientras señalaba a Dudley con la cabeza, como una sugerencia de que no se olvidara de ese idiota.

Al terminar de hablar, Draco esquivó el agarre de otro dementor que salió de la nada, este intentó tomarlo por detrás, sin embargo, cuando logró esquivarlo la criatura volvió subir al cielo oscuro, estaban usando la oscuridad de ese lugar para poder tomarlos por sorpresa. Así que también decidió alumbrar el lugar para poder saber por donde iban a atacar, todavía no se iba porque estaba seguro de que eran cinco idiota, dos habían sido salvados, uno estaba con Draco, otro fue llevado por los dementores, así que les faltaba uno. No podía escucharlo correctamente porque esta zona estaba invadida por los lamentos de los ‘dementores’ que eran un eco por todo el lugar, que calaba en tu corazón.

“Lumus máxima” levantó su varita sobre él, notando como sobre él descendía la criatura.

Iba tan rápido, con su mano derecha extendida para atraparlo, con una garras extendidas. Se lanzó a un lado esquivando por poco el agarre del ‘dementor’, sin embargo, no golpeó el suelo porque a un segundo de azotar contra este desvió su vuelo hacia dónde Draco se había lanzado.

El cerebro de Draco pudo proporcionar de que estás criaturas estaban yendo cada segundo más rápido, más errático “¡Incendio!” una gran llama de fuego golpeó directamente al dementor que aún así intentó alcanzarlo, pero solo a unos centímetros de él cayó al suelo respirando agitadamente, el aire alrededor de la criatura se iba volviendo más pesado, más frío.

Le estaba asustando.

Parte de la capucha se fue deshaciendo, notando de esa forma un rostro calavérico, con la cuenca sin ojos, pero con sangre derramándose de esta y manchando toda la piel grisácea “A… ayu… da…” susurró y por un segundo frente a Draco no había un experimento loco con ganas de llevárselo a quien sabe dónde, sino una persona que se encontraba en posición fetal, llorando, suplicando, sufriendo.

Por un segundo, pensó que podía ayudarlo, que podía salvarlo, al siguiente el ‘dementor’ saltó de nuevo hacia su persona, sino fuera de que Harry lanzó una bombarda lo había atrapado. Su amigo se encontraba mirándolo al otro extremo de la calle, ordenándole con la mirada de que se fuera mientras tomaba con fuerza a Dudley que parecía no querer irse de ahí sin todos sus amigos.

Salió de su aturdimiento cuando observó a unos 5 metros a su derecha al último adolescente faltante, se encontraba tiritando por el frío y miedo, sin poder moverse y retraído en el suelo susurrando una y otra vez de que era una pesadilla, que todo acabría pronto y se despertaría en su cama, en su hogar seguro.

Draco empezó a correr hacia al joven, queriendo alcanzarlo para teletransportarse lejos de todo este caos, el amigo de Dursley al ver que se estaba acercando y sabiendo que podía sacarlo de este infierno también corrió hacia él. El rubio extendió su mano derecha para tomar su mano, mientras la izquierda estaba preparándose en el pin para desaparecerse del lugar al mínimo toque de sus dedos, lastimosamente a un par de centímetros de que se tocara al joven desapareció de su vista.

Una sombra negra se lo llevó.

Giró su cabeza a la derecha viendo cómo el joven gritaba lleno de terror mientras lo arrastraban hacia un jardín, estrellándose con un árbol y rompiéndolo, escuchó el crujido de algo romperse.

El joven, que no sabía su nombre, se desmayó inmediatamente… o al menos eso esperaba. Luego el ‘dementor’ con su presa lista ascendió al cielo negro, dejando en tierra a un shockeado Draco. Estaba a centímetros de llevárselo, si hubiera sido más rápido lo habría salvado, estaría a salvo con él, no en un lugar incierto o muerto.

¿Siempre debía fallarles a todos?

No pudo salvar a este desconocido.

No pudo salvar a Cédric, a Aquiles, a Nhung.

No pudo salvar a su primera manada.

Era un completo fracaso, siempre perdía a todos los que confiaban en él.

“¡Draco!” salió de sus pensamiento cuando un dementor de la nada apareció frente suyo, lo tomó del rostro, enterró sus garras a los lados de su cara y empezó arrastrarlo contra el suelo, el golpe directo a su cabeza lo aturdió y le hizo soltar su varita. A los segundos fue elevado al cielo oscuro y se llenó de desesperación.

Estiró sus manos y clavó sus garras en el brazo delgado de la criatura para que lo suelte, lo único que logró fue que las garras se enterraron más y que su otra mano apretaba sobre su cuello.

Asfixiándolo.

Rápidamente palmó su pecho, desesperado por buscar su pin. El aire se iba acabando, su ojos iban lagrimeando cada vez que se iba apretando más aquella mano en su cuello, si seguía así iba a quebrarlo.

Mierda, mierda, mierda.

Sintió el frío metal del pin, sin embargo, al último momento se detuvo. Si se aparecía en Grimmauld Place, entonces estaría llevando al ‘dementor’ ahí, alertando al que lo mandó donde estaban residiendo.

No podía hacer eso, no podía poner a su familia en peligro. No podía arriesgar a su familia llevando consigo a esta criatura que era difícil de derrotar.

Decidió solo apretar el pin para lanzar la señal de ayuda, esperaba que su padre venga rápidamente.

“¡Bombarda Máxima!” escuchó detrás suyo, el hechizo logró quemar la capa del ‘dementor’. Harry volaba sobre su escoba, la saeta de fuego, a la velocidad más rápida que lo había visto ir alguna vez “¡Suéltalo maldito imbécil!” gruñó volviendo a apuntar con la varita hacia el dementor “¡Confringo!” la maldición explosiva le dio de lleno a la espalda de la criatura que provocó que empezara a descender lentamente, Draco se sorprendió cuando por la mano del ‘dementor’ empezó a derramarse sangre… una extraña sangre negra que embarró su rostro.

Ignorando esto decidió volver a clavar sus garras en el brazo de la criatura que al fin lo soltó, pero no sin antes soltar el grito más desgarrador, ensordeciendo momentáneamente. El rubio sintió como sus oídos pitaban por el ruido tan cercano de su rostro, sin embargo, eso no fue su mayor problema sino que seguían en pleno vuelo.

Su primer pensamiento cuando la gravedad lo estaba arrastrando con fuerza hacia el suelo fue de que tuvo una corta, pero pesada vida; mientras el aire golpeaba su rostro y el suelo se iba acercando, pensó de que era un idiota, tomó el pin y pensaba teletransportarse, pero no sabía si también caería del cielo o cerca de Grimmauld Place.

Mierda, le tocaba dar un salto de fe.

Estando apunto de irse a Grimmauld y saber si aparecería en el suelo a salvo o estrellado, pero se percató de que su caída desaceleraba. Harry de forma rápida llegaba hacia él, sobre él se encontraba Gilderoy en una escoba y con su varita apuntando hacia su persona, al ver que su caída iba lento una tranquilidad se plasmó en su rostro, al siguiente esquivó el ataque de otro dementor quien quería atraparlo.

“¡Harry, llévate a Malfoy!” gritó Black apareciendo y golpeando a la criatura con una gran llamarada de fuego “¡Nosotros lo retendremos, pero váyanse!” junto a Gilderoy empezaron a intentar neutralizar a dos dementores quienes parecían erráticos en su ataque.

Harry lo terminó tomando en sus brazos y colocándolo delante suyo en la misma escoba para abrazarlo con delicadeza “Me alegra que estés bien, no sabes lo asustado que estaba cuando te llevaron, cuando estabas cayendo” Harry enterró su rostro en la curva del cuello de Draco, inhalando su aroma.

Por su parte Draco no estaba tranquilo “Papá” susurró preocupado porque no quería dejarlo ahí con dos criaturas locas.

Al parecer Gilderoy sabía su preocupación por lo que le gritó que regresara y se pusiera a salvo, que no debía cuestionar su orden esta vez. Draco parpadeó sorprendido, pero rápidamente tomó el pin, sintiendo de forma extraña en la lejanía una esencia que sabía era de Mione y Ron, ordenándose ir hacia ellos, así junto a Harry desaparecieron de la oscuridad en el cielo del pequeño pueblo de Little Whinging.

Con un pequeño revoltijo en el estómago aparecieron volando sobre el número 11 y 13 de Grimmauld Place, se encontraban sobre las casas y sintió un poco de paz en poder observar la luna y las estrellas, de que el cielo no esté envuelto en la oscuridad, además, estaba esperando que su padre y Black aparecieran pronto.

Sin embargo, se estaba desconcentrando un poco porque el sentir la respiración de Harry sobre su cuello, una parte de su cuerpo muy sensible para él, le estaba provocando un leve estremecimiento, obligando a su mente ir a zonas que no debía estar sintiendo en ese momento.

Tenía sus piernas temblorosas solo porque Harry lo tocaba o respiraba en su cuello… ¿qué pasaría si lo lamiera?

Rápidamente guardó en una caja muy recóndita de su mente para no abrirla. No quería saber esa respuesta, menos cuando estaba preocupado por su padre.

“Gracias, Harry por salvarme” Draco decidió entablar una conversación mientras guiaba la escoba para aterrizar, notando como en el suelo se encontraban Remus conversando con Hermione y Ron, mientras a su lado estaban los dos jóvenes todavía desmayados, Dudley estaba perdiendo la cabeza gritando y entrando en un tipo de locura por la vivencia, la señora Weasley intentaba calmarlo sin ningún éxito “Harry, el tonto de tu primo está causando problemas.”

Su amigo todavía sin alejarse de Draco gruñó “Sabía que tuve que dejarlo en aquella calle, pero no, tuve que lanzarle el pin para que se protegiera, ahora debemos aguantar sus gritos y berrinches” Draco solo pudo pensar en los futuros dolores de cabeza “Nosotros podemos seguir disfrutando de la noche mientras los demás se encargan del ‘Gran D’ ¿no crees?”

“¿Y dejarle el trabajo a los demás? ¿Estás loco?” dijo alejando a Harry de su cuello porque ya estaban aterrizando y sus amigos se acercaron aliviados de verlos “Vamos” dijo bajándose de la escoba, sin dejar de ver el cielo esperando que su padre regresara con Black y si se fue con otras personas más.

Su ¿amigo? pelinegro soltó un suspiro no muy convencido “Lo sé, todavía debemos de averiguar que les pasó a esos otros chicos, no sé donde podrían estar o que haremos si no vuelven, además también estoy preocupado por el profesor Lockhart y Sirius” en realidad Harry estaba muy preocupado “No me agradaban el tonto grupo de matones de Dudley, nunca me agradaron, pero tienen familia y ellos estarán destrozados si no regresan” Harry comentaba mientras con un pulgar limpiaba el líquido espeso negro que se encontraba secándose en el rostro de Draco. Esto les decía tanto a él como a todos que se estaban acercando al verlos aterrizar.

Agarró el rostro de Harry y le dio un suave beso, un beso que intentaba transmitirle de que estaba ahí con él, que lo ayudaría en todo lo que pudiera hasta recuperar a esos idiotas. Se separó y junto sus frentes “Iremos paso a paso, ¿bien? Cuando estemos todos juntos de nuevo hablaremos que hacer a continuación, Gilderoy y Black pronto estarán aquí y podremos ver que posibilidades tenemos”

Intentó alejarse porque creía que ya habían sido demasiado íntimos frente a los demás presentes quienes estaban sorprendidos y con la boca abierta -obviamente menos Mione y Ron quienes ya sabían sobre su ‘cuasi’ relación romántica- por el beso, pero Harry volvió a besarlo con más intensidad.

Sintió sus mejillas más rojas porque escuchaba las risas de los gemelos y Ginny, mientras los adultos soltaban un jadeo sorprendido. Lo empujó levemente porque no era el momento ni el lugar para besarse, todavía seguía preocupado por su padre por lo que lo reprendió “Harry” gruñó todavía sonrojado y con un ceño fruncido.

Lastimosamente él era quien dio el pae libre a este afecto público.

Sin embargo Harry parecía poder olvidar sus preocupaciones solo para ser un coqueto “Debía besarte una última vez antes de que me mantengan vigilado, aunque por tí soportaría todas las ‘manos fueras’ que me digan”

Esas palabras solo lograron que riera levemente, este tonto podía distraerlo tan fácilmente “Eres un idiota, Harry Potter”

“Lastimosamente tendrás que cargar con ese idiota, ¿eh, Draco?” soltó Fred acercándose con una sonrisa ladina, uniéndose a la conversación.

“Lo besaste primero así que ahora este hombre hambriento no te va a soltar nunca” siguió George divertido por toda la situación.

“Tú mismo te pusiste la soga al cuello, me das pena Draco, pudiste hacerlo mejor” Ginny también dijo aguantando una carcajada, pero los tres pelirrojos fueron reprendidos por la señora Weasley.

Obviamente Hermione decidió ignorar todas las payasadas para abrazarlos con los ojos llorosos.

“¡¿Por qué tardaron tanto en venir?! ¡Estábamos preocupados cuando pasaron los minutos y …!” lloró su amiga pasando sus pulgares por sus mejillas por las garras del dementor que había clavado ahí “¿Qué te pasó? ¿Te atacaron?”

Sabía que no valía mentirle a su amiga “Un dementor me atrapó, pero aquí Harry, mi caballero de brillante armadura me salvó junto a mi papá y Black” dijo preocupado todavía mirando el cielo, esperando que lleguen inmediatamente, pero todavía no había señales de ellos.

“¿No vieron a Alastor?” preguntó sorprendido Remus acercándose mientras saludaba a Harry con un abrazo “Él también fue…” no recordaba haber visto a ese hombre, aunque para su defensa estaba más asustado porque iba a quedar estrellado con el suelo.

“¿Moody? Creo que lo vi, pero fue muy rápido el momento así que no puedo estar seguro” Harry susurró alzando los hombros, mientras pasaba un brazo por la cintura de Draco. El rubio estaba sorprendido porque nunca creyó que Harry fuera tan táctil… sabía que siempre habían estado sujetándose de las manos, pero este agarre se sentía más íntimo y Harry se veía tan natural, como si siempre lo hubieran hecho.

Decidió dejarlo porque se sentía reconfortado ante la falta de su padre todavía en Grimmauld, además de que en verdad le gustaba Harry y los toques aunque sea mínimo siempre eran bienvenidos y le llenaban de alivio, consuelo.

Escuchó el sonido de alguien apareciéndose cerca, junto al aroma de su padre.

Inmediatamente volteó para observar a su padre quien tenía su rostro machado también con aquella viscosidad negra. Se soltó del agarre de Harry y corrió para abrazar con fuerza a Gilderoy.

“¡Papá!” se sintió aliviado de verlo entero. Su padre le devolvía el abrazo con mucho cariño, estaba tan feliz de que estuviera bien, de que no hubiera sido herido, solo parecía un poco cansado y pálido por el sentimiento que los ‘dementores’ te provocan.

“Y a que nosotros nos parta un rayo, ¿eh?” dijo burlón Black acercándose a Harry, pero sintiendose todavía un poco incómodo estando al lado de Remus.

“Eres importante hasta que llega su papá” comentó burlón Fred también acercándose para saludar a Black quien soltó una pequeña risa tensa por el comentario “Pobre Harry”

“Siempre espectador, nunca protagonista” soltó Ron para reír levemente cuando fue empujado por Harry y regañado por Mione.

Luego de que ingresaran a la casa ancestral de los Black, decirles a los presentes sobre el ataque de los ‘dementores’ y el secuestro, fueron interrumpidos a media historia por los gitos indignados y molestos de Dudley Dursley quien seguía conmocionado y culpaba a todos sobre lo sucedido a sus amigos, especialmente a Harry, especialmente a él.

Su gran cuerpo se cernió sobre Harry, sin embargo, lo que no contó ‘Gran D’ era de que su primo también había crecido y se había enfrentado a verdaderas personas aterradoras, la presencia de Dudley o de su familia no volverían a aemorizarlo nunca más “¡Esto no hubiera sucedido si te hubieras mantenido lejos de nosotros!” decía el primo de Harry enojado, gritando directamente en su rostro “¡Papá siempre tuvo razón tú con tus amigos raros, tu rara ‘habilidad’ sería nuestra ruina! ¡Mis amigos están desaparecidos por tu culpa, probablemente muertos!” gritaba caminando frente a dos sillones donde estaban descansando los otros dos amigos que les quedaba.

“¡Lo que pasó ahí no fue culpa de Harry!”

“¡No me jodas, ustedes con su magia son molestos!” volvió a gritar Dudley a Hermione, siendo ella la que había hablado, pero fue protegida por Ron quien no permitiría que alguien le grite.

La mirada que le lanzó el pelirrojo fue tan aterradora que provocó que Dudley dirigiera de nuevo su furia a Harry quien ni se inmutaba, además de que había dado una orden con la mano a los demás presentes para que no se metieran “¡Nunca tuviste que regresar a nuestra casa, nunca tuviste que ser parte de nuestra familia! ¡Solo eres un jodido bicho raro!”

Draco frunció el ceño y tenía ganas de darle un buen golpe a ese imbécil rechoncho, solo apretó los puños impotente porque Harry no quería ayuda.

“¿Terminaste?” dijo calmadamente Harry provocando que Dudley se desencajara por la pasividad en su respuesta, como si no le importara sus gritos.

“¡¿Terminé?! ¡¿Terminé?! ¡Eres un lunático, estás mal de la cabeza, maldito y asqueroso bicho raro!”

Harry soltó un suspiro “¿No conoces nuevos insultos, Dudley? Esto se está volviendo muy repetitivo y me sorprende que sigas siendo tan envalentonado siendo que estás rodeado de las personas a quienes te refieres como ‘bichos raros’ así que será mejor que guardes silencio y nos dejes saber qué hacer”

“¡Eres un…!” cayó desmayado, haciendo reír a Draco.

Parpadearon sorprendidos por cómo cayó al suelo con fuerza “¡Ugh! Ya estaba cansado de ese mocoso, no estamos aquí para discusiones familiares, tenemos asuntos más importantes que atender” habló el verdadero Alastor Moody caminando hacia ellos con su cojeo y ceño característicos.

Aquel hombre todavía ponía de los nervios a Draco, Harry, Mione y Ron por lo sucedido el año escolar pasado, sabían quién les hizo tanto daño no era ese hombre, era Bartemius Crouch Junior, pero la voz, el porte, el rostro fue del hombre que les había dañado durante esos largos meses. Tal vez tardarían un tiempo para poder separar las acciones provocadas con esta persona.

El hombre se acercó para observar a Mione, Ron y Draco muy molesto, con una vena palpable en su frente. Ahora creían que podía ser que Bartemius Junior si interpretó bien a este mago “¿Me pueden decir que estaban haciendo en Little Whinging, mocosos insensatos, …?” gruñó en sus caras, pero fueron apartados rápidamente por Gilderoy, Black y la señora Weasley ya que se veía muy aterrador y a un paso de atacarlos con su varita en mano.

“Alastor, cálmate”

El hombre soltó un bufido “Ahora debemos de buscar una buena excusa del porque usaron magia frente de muggles, seguro ahora les estará llegando un…”

En ese momento dos cartas aparecieron de la chimenea.

“Justo lo que dije” gruñó acercándose a las cartas y leerlas “Granger, Potter, felicidades uno tiene una citación con el Ministerio, mientras el otro le van a romper la varita junto a una expulsión inmediata de Hogwarts.”

“¡¿Qué?!”

“Por el uso de magia en presencia de muggles, ustedes al ser menores de edad están limitados y prohibidos de usar hechizos en barrios muggles. Felicidades, esto es lo que pasa cuando no cumplen con las advertencias.”

“¿Advertencias? ¿Qué advertencias nos dieron?” soltó molesto Draco.

“Pero… pero…” Hermione estaba a un segundo de llorar.

“Malfoy y Weasley están a salvo porque al ser magos sangre puras tienen una mayor contacto con la magia por sus relaciones familiares así que es difícil estar siguiéndonos constantemente el paso a ellos y su uso con la magia, felicidades a los dos, se salvaron de una reprimenda, expulsión y que rompan sus varitas” dijo Moody pasando las carta a los involucrados quienes rápidamente se pusieron a leerlas asustados.

“¡Fue en defensa propia!” ¡No pueden expulsar a Harry por defensa propia!” lastimosamente gruñía Hermione mientras leía que ya habían decidido el veredicto del pelinegro, no tenía ni siquiera una reunión con el Ministerio para defenderse.

Moody caminó cojeando hacia la chimenea de nuevo “Voy a necesitar que todos los menores de edad se queden aquí en la casa, no se muevan, no salgan y si pueden no respiren” gruñía mientras inspeccionaba a todos los menores con su único ojo con una amenaza “Los demás, voy a necesitar que ustedes” señaló a Gilderoy, Black y Remus “vayan a la zona donde fue el ataque e intentan investigar todo lo que puedan sobre aquellos dementores y señora Weasley vigile a esos mocosos problemáticos, que no asomen sus narices fuera de la casa, si lo hacen desmáyelos”

Draco giró su rostro hacia Gilderoy esperando que diga algo, que abogue por él y le den permiso de acompañarlo. Su padre estaba abriendo la boca, pero Moody gruñó molesto y dio un fuerte golpe al suelo con su pie de madera, silenciando el lugar.

“Ese niño no irá, esta es una misión importante para los adultos, no permitiré que menores se involucren a menos que sea necesario, además de que ahora están siendo vigilados por el uso de magia, lo más seguro es de que quieren separar a ese grupito, tal vez sea lo mejor” miró fijamente a Gilderoy quien le dio una sonrisa que transmitía confianza “Nuestra primera obligación es saber dónde se fueron los dos muggles, no podemos dejar que solo desaparezcan sin un motivo.”

“¡Pero…!”

“Intervinieron, causaron caos y ahora debemos salvar el trasero a dos de tus amigos, así que ¿me dejas hacer mi trabajo de hablar con el Ministerio para que uno no sea expulsado y otro no tenga una mancha en su expediente escolar?” Draco detuvo cualquier diatriba porque entendía de que Moody estaba creando grupos para moverse más rápido y quería evitar que Harry sea expulsado “Gracias” soltó con sarcasmo antes de desaparecer por la chimenea.

Todo quedó en silencio por unos segundos hasta que Gilderoy habló “Que gruñón, un poco más y nos absorve el alma” dijo rompiendo el hielo haciendo reír un poco a los presentes “Bueno, iremos a investigar, mientras tanto…” le lanzó una mirada a Draco para que lo dejara continuar “... mientras tanto revisarás a los heridos, y a ti mismo, luego vendremos y les diremos todo lo que hemos encontrado, ¿está bien? Si crees que pude haberme pasado algo por alto, te dejaré ver mis recuerdos, ¿de acuerdo con ello?”

Con un puchero Draco asintió porque ante ese tono de su padre no podía discutirle, además de que no deseaba volver a tener una pelea con él.

Gilderoy se terminó yendo junto a Black y Lupin, mientras la señora Weasley los estaba acurrucando en sus brazos por lo preocupada que había estado, después de unos abrazos y regaños Draco tuvo que revisar a los amigos de Dudley quienes solo tenían leves moretones por la pelea que habían tenido antes de la llegada de los ‘dementores’.

Ilesos.

Rápidamente los curó porque eran heridas superficiales -afortunadamente Harry había podido agarrar su varita cuando se le cayó de las manos hace menos de 30 minutos y ya se la había entregado-. Mientras en su caso se miró frente a un espejo para poder notar la gravedad de sus propias heridas.

En el lado derecho de su rostro había cuatro punzones profundos de donde salía un poco de su propia sangre, mientras en el lado izquierdo solo había un punzón, además de que en su cuello se había marcado la mano y dedos del ‘dementor’. Y como guinda del pastel había manchas negras en su cara, como un recordatorio de la sangre de aquellas criaturas.

Lentamente guió la sangre negra sobrante en un frasco de pociones esterilizadas para investigarlo más tarde junto a Severus y Gilderoy, dos de las personas más inteligentes que había conocido, y luego procedió a curarse.

Una hora más tarde, se encontraba en la habitación de Thuban leyéndolo en la gran cama el libro de ‘Los cuentos de Beedle el Bardo' como Severus le contaba a él en su primer y segundo año, fue una experiencia que sentía le acercaba a su padre, sin embargo, fueron interrumpidos por un suave toque en la puerta.

Su hermano se sobresaltó y se cubrió completamente con las frazadas, todavía no quería que lo vieran en su versión de licántropa, aunque ahora estaba tranquilo cuando Draco y Gilderoy estaban cerca.

No sabía quién podía ser, ya le había dicho a sus amigos que iba a estar con Thuban porque no quería dejarlo solo y la señora Weasley aceptó que los dos se quedaran juntos en la habitación mientras vigilaba a los demás adolescentes, mientras menos tenga que vigilar, mejor para la mujer, especialmente con sus gemelos que estaban haciendo travesuras con las apariciones.

“¿Draco, Thuban, puedo ingresar?” la voz de Gilderoy se escuchó detrás de la puerta, rápidamente el rubio se levantó para abrir la puerta y arrastró a su padre dentro de la habitación.

Se encontraba feliz de que hubiera regresado sano y a salvo. Su padre fue abrazado por él y Thuban quién los levantó en sus fuertes brazos a los dos magos.

“Cariño, ¿quieres escuchar sobre esto?” le susurró directamente a Thuban quien negó con la cabeza rápidamente.

“No, mientras menos sepa mejor, no quiero saber nada… nada, al menos no todavía” sus ojos se fijaron en una urna donde estaban las cenizas de Nhung, habían querido llevarlo a la sala, pero Thuban se puso rabioso con eso, no quería alejarse de su única hermana.

Salieron de la habitación para dejar descansar a Thuban que gruñó por el dolor en su cuerpo.

Estando fuera se encontraron con que ojo Loco ya había regresado a la casa y estaba contando a sus dos amigos de que Hermione solo tendría una advertencia que no mancharía su expediente, mientras que Harry tendrá que ir al Ministerio para defender su caso del uso de magia frente a muggles ya que esta era su segunda advertencia.

“¿Descubrieron algo?” les gruñó a Gilderoy, Black y Lupin cuando los vio a todos juntos en la sala, ellos asintieron “Bien, dentro de unos minutos vendrán los demás miembros de la Orden para poder tener nuestra primera reunión sobre este jodido problema” empezó a caminar hacia el comedor de la casa mientras hacía señas a los presentes mayores para que los siguieran, pero cuando los menores intentaron ir también los detuvo con un golpe de su bastón “¿A dónde?”

“Obviamente a la reunión, debemos saber lo que está pasando” dijo Ron lo más normal posible, como si creyera que Moody fuera un idiota por preguntar.

“Ustedes, niños, no deben ingresar” siseó enojado, su nivel de tolerancia bajaba cada vez más rápido.

“¡¿De qué estás hablando? Somos los más involucrados!” gruñó Harry plantándose frente al hombre quien solo levantó la ceja de su único ojo “Tenemos información y queremos saber lo que tus hombres saben”

Moody bufó divertido “No me hagas reír niño, esta no es una reunión para ustedes, mocosos imper…”

“Suficiente, Moody, ya es demasiado” interrumpió Black interponiéndose entre aquel gruñón hombre y Harry que estaban cada vez más cerca de empezar a hechizarse “Harry tiene razón, ellos han vivido de cerca lo sucedido en Privet Drive, deberán narrarnos lo que pasó” se plantó Black siendo respaldado por los otros adultos presentes.

“Son solo niños, Black, su palabra no es muy confiable, solo necesitamos un pensadero para saber lo que pasó esta noche”

“Yo no permitiré que uses un pensadero en ellos, sin muy invasivos, y estoy seguro que ninguno de sus tutores tampoco lo aprobarán”

“¿No estamos del mismo lado? Estoy seguro de que Albus apoyará mi idea” en eso de la chimenea apareció el mencionado, se encontraba erguido en toda su altura con una sonrisa amigable lanzada para todos los presentes.

El viejo director saludó a cada persona con sus nombres hasta que se quedó al lado de Moody “Entonces, ¿a qué se debe esta nueva discusión? Deben saber que en momentos oscuros todos debemos estar juntos, afianzando nuestros lazos y no batallando entre nosotros, eso solo nos hará más débiles” pasó del lado de Moody para frenar frente a Draco “¿Verdad, Draco?”

Todos los presentes que sabían sobre la hostilidad entre el rubio y el director se tensaron ante el uso del nombre del primero. Nunca había usado su nombre, solo era Malfoy, siempre había sido Malfoy y ahora lo llamaba Draco… era sospechoso para todos.

Por su parte Draco estaba insultando por dentro al director de Hogwarts, lo odiaba, lo odiaba demasiado y fue un estúpido en hacer un trato con él.

 

“Quiero hacer un trato contigo” dijo con el corazón apretado por el dolor, con la vista nublada ante la pérdida, con la desesperación porque su mundo se estaba tambaleando por el mismo hombre que le había quitado todo una vez y quería hacerlo de nuevo. Por eso estaba frente a otro hombre que podía ser útil, no bueno, pero si útil para destruirlo de una buena vez por todas al doctor.

El director lo miró con una ceja levantada “¿Qué podrías brindarme que me sea interesante y útil? ¿Y qué necesitas de mí?” fue directamente al punto, no queriendo dilatar mucho la conversación.

Dio unos pasos adelante hasta apoyar sus manos en el escritorio con un rostro decidido, pero unos ojos nublados por el dolor, la pérdida, el fracaso “Queremos lo mismo, pero lo buscamos de forma distinta. Mientras tú eres capaz de sacrificar a todos, yo soy capaz de sacrificarme por todos” proteger a su manada actual era su prioridad, no permitirse que alguno de ellos sea herido… asesinado.

Ni uno más.

Los rostros de su familia, de sus amigos Gryffindor, sus amigos Slytherin, los padres de Mione y Ron, Tonks, todos sus rostros brillaban con intensidad en su cabeza, recordando que ellos son el motivo del porque vendería su alma al diablo… a este diablo.

Los brillantes azules del hombre mayor brillaron con interés “Sacrificio, ¿eh?”

“Sé sobre el doctor Novak, soy lo que busca, puedo ayudarte a derrotar a esos dos monstruos porque Tom aprecia al otro, son un paquete”

El hombre solo lo miró por un par de segundos para luego sonreír “¿Qué te daría yo? Tú me das tu sacrificio a la causa y conocimiento completo sobre este hombre, ¿qué quieres de mí?”

“Pases libres”

“¿Qué?”

 

Frunció el ceño porque él mismo se ató la soga al cuello cuando aceptó el trato con aquel hombre, se encontraba en una momento muy sentimental, temperamental y sus decisiones no eran las mejores pensadas.

“Si, director Dumbledore, debemos mantenernos unidos por eso le estábamos diciendo a Moody de que debíamos ingresar a la reunión para informar sobre lo sucedido en Privet Drive” respondió el rubio con una sonrisa muy amable y linda, demostrando que no existía ninguna animosidad entre ellos, pero por dentro los dos se estaban matando.

“Ese caso de los dementores, ¿eh? Claro, el grupo de Harry debe estar aquí, nos deben informar qué pasó, luego de eso se retiraran” le dijo con una sonrisa a Moody quien parecía listo para pelear esa decisión “¿No, Moody?” el hombre se silenció.

El director ingresó al comedor mientras era seguido por Moody junto con otras personas que acababan de llegar.

“Más tarde me vas a avisar que sucedió entre ustedes dos, Draco” dijo en susurro Gilderoy siendo apoyado por sus Gryffindor “Solo espero no hayas hecho una tontería” supo que sería castigado, de nuevo.

“No es justo, yo también quiero ingresar a la reunión” comentó uno de los gemelos que fueron botados por su madre, ordenándoles que se vayan a sus habitaciones.

“Esto es favoritismo” dijeron mientras desaparecían fuera de la habitación.

Ginny solo los miró por unos segundos para luego retirarse “Suerte con ese grupo de gruñones” comentó mientras subía las escaleras.

Estando sentados en aquel comedor fueron observados directamente por alrededor 15 personas, eran completamente desconocidas. Afortunadamente la presencia de su padre, la señora Weasley, Black y Lupin eran unos escudos protectores ante los ojos indiscretos hacia sus personas.

No conocía a estos 15 individuos, pero ya estaban juzgándolos.

Todos estaban en silencio, con una silla vacía al lado de Gilderoy.

Sabía a quién estaban esperando, a su otro papá.

Severus Snape, que de forma dramática y altiva ingresó a la habitación, miró a los presentes con desagrado, salvo a él y a Gilderoy que al tenerlos fijamente su iris negras se ablandaron. Draco no pudo evitar levantarse para poder abrazarlo con fuerza.

Escuchó los jadeos sorprendidos de todos los que no sabían de su relación padre e hijo.

Lo había extrañado tanto… Nunca habían pasado tanto tiempo lejos, casi dos meses sin verse ni saber de su papá, fue una tortura mental, pero le dolía el corazón porque aunque su padre intentara mostrarse como siempre, podía apreciar que bajó varios kilos ese tiempo, que su piel se encontraba grisácea y el temblor en sus manos era muy visible cuando devolvió su abrazo.

¿Qué le habían hecho a Severus Snape?

Sintió mucho más enojo hacia Voldemort, hacia el doctor por haber torturado a su padre, porque él conocía esos efectos… cruciatus.

“Es momento de comenzar la reunión, por favor, todos tomen asiento” comentó Dumbledore desde la cabeza de la mesa, interrumpiendo la reunión de Draco con su padre “Y por favor, no interrumpan nada de lo que estos jóvenes nos dicen, al final responderemos toda las dudas”

Pasaron la primera media hora hablando sobre el ataque en Privet Drive, sobre cómo aparecieron los ‘dementores’, de cómo se llevaron a unos muggles e intentaron llevarse a Draco también.

Los dos rubios intentaron ignorar la mirada asesina que Severus les lanzaba por aquel descuido.

“Un dementor que ignora un patronus, esto no es muy creíble para mí” comentó uno de los hombres desconocidos rodando los ojos “Estos niños nos están tomando el pelo, Albus, además de que ni siquiera son buenos para mentir, ni siquiera saben lo básico de las criaturas mágicas.”

Iban a replicar, pero el director levantó una mano “Elphias, no están mintiendo”

La conmoción estalló en la sala, los magos gritaron de que eso no era natural, de que los dementores huían ante la aparición del patronus, eran los contrastes entre la luz y oscuridad, sin embargo, el director no se inmutó, permitió que todos los adultos que no estaban involucrados sobre el doctor dijeran todo lo que tenían hasta que se calmaron.

“He descubierto que Voldemort” varios se estremecieron ante el uso del nombre “Ha estado trabajando con otro mago” Draco y sus acompañantes fruncieron el ceño porque el doctor no era un mago, pero decidieron callar para saber que estaba planeando decirle a todos “Este mago logró hacer algo impensable para la mente humana, reformar los cuerpos de magos o muggles a su conveniencia, transformándolos en criaturas oscuras y controlándolas a su placer” el jadeo colectivo se escuchó, varios rostros estaban espantados, otros querían no creerle, más quisieron vomitar.

“¿Cómo descubriste esto, Albus? ¿Cuáles son tus fuentes?” dijo un mago alto y moreno, levantándose y golpeando la mesa con fuerza “Lo que dices es una abominación, aberración” se encontraba escandalizado.

Una pequeña parte de Draco se sintió insultado, porque él era una de esas aberraciones. Solo mordió con fuerza sus labios para no decir nada.

“Severus es mi fuente confiable y creo completamente en su descubrimiento. Como saben él es nuestro espía, ha arriesgado su vida y posición para poder contarnos del ejército que Voldemort quiere crear. Estos falsos dementores atacaron a mis estudiantes, quisieron llevárselos, pero miembros de la orden pudieron evitar esta catástrofe, además de que ellos también pudieron defenderse simplemente obteniendo una advertencia grave”

“¿Advertencia?” dijo una mujer.

“Eso no importa ahora, Emmeline, lo sobresaliente es sobre este mago” interrumpió otro mago con un sombrero de copa morada para mirar a Severus “¿Dónde podemos encontrarlo? ¿Cómo podemos detener estas abominaciones?”

Severus levantó la voz “No son abominaciones… diles experimentos” hubo una amenaza tácita en sus palabras que logró estremecer a las dos personas que usaron esos apelativos “Por ahora no he descubierto su ubicación, es información muy confidencial, solo Voldemort tiene el conocimiento”

“Entonces estamos a ciegas” comentó el mago moreno “Debemos descubrir dónde se esconde, si sigue creando estas abomi…” tosió en su puño cuando los ojos asesinos de Severus se fijaron en él “... estos experimentos podrá tomarnos por sorpresas si no sabemos cómo derrotarlos”

Un mago con mandíbula cuadrada gruñó “Todavía no puedo creer lo que me dicen, es ridículo, me estas diciendo que estas personas son sobrenaturales, anormales y …”

“Creo que ya es suficiente de apelativos, ¿no?” gruñó Gilderoy, mientras Harry era retenido por Black que quería golpear a ese mago “Estas personas no tienen la culpa de lo que le hicieron, son víctimas.”

El director soltó un suspiro para sacar unas hojas y multiplicarla para pasarla a todos los presentes. 

Draco decidió leerlas para olvidar todos los adjetivos que le dijeron hace poco. Al abrir estas aparecieron diversos expedientes de reos, alrededor de 20 fotos e información de aquellos muggles.

Leyó cada nombre, apellido, donde vivian y los delitos que habían cometido, ninguno había cometido un delito grave como asesinato, pero si como máximo de robo a mano armada. Observó detenidamente cada foto porque aquellos rostros le eran tan familiares, pero a la misma vez tan confusos, vistos una sola vez…

 

El rougarou rodeado de una luz oscura salió de su varita, atacando a cada uno de los ‘dementores’ que estaban llegando hacia su persona, que querían hacerle daño a él, a Harry, a Cho. Mientras estos caían muertos sus cuerpos iban disolviendo aquella figura espectral de la criatura y daba paso a una forma humana.

A muggles.

Recordó aquella conversación antes de ser atropellado: “He escuchado de distintos compañeros que trabajan en la penitenciaría hubo un aumento de escapes de otros reos, están aumentando la vigilancia.”

Fue una conversación tan trivial, una simple conversación entre dos amigos muggles que lo había pasado inadvertida.

 

Habían estado moviendose bajo su nariz y él nunca se había percatado.

Sintió ganas de vomitar al comparar aquellos rostros vivos de esos reos con los rostros pálidos y deformes cuando cayeron muertos. Soltó como si quemara aquellos expedientes.

“Estos muggles fueron encontrados en el cementerio donde Voldemort regresó” continuó el director cuando el señor de la mandíbula cuadrada empezó a quejarse de que esto no le decía nada “Sus cuerpos estaban esparcidos por todo el lugar y he estado inspeccionando junto a unos sanadores y enfermeros su sangre” Draco frunció el ceño, ¿estaba experimentando con sus cadáveres? “La última hoja muestra sus muestras genética, ha sido modificado completamente”

“¿Muestras genéticas? ¿Qué es eso?”

“Es una estudio sobre su cuerpo, y lo que hemos encontrado es que sus genes han cambiado, no son muggles, son otra cosa muy distinta” el rubio no pudo evitar revisar el cariograma notando que había una gran diferencia en el que deberían tener, había sido completamente vulnerado y deformado.

No eran humanos.

Él lo sabía, pero tener una confirmación científica de esta revelación le dolía porque eso significaba que sus genes deberían ser iguales.

Escuchó que varios magos no entendían los ‘extraños dibujos’, pero fueron guiados por Dumbledore que parecía muy orgulloso de brindar esta información a sus ‘seguidores’ que se encontraban perdidos.

Los ojos grises de Draco pasaban por cada imagen, intentando pensar en como el suyo propio podría estar modificado. ¿Así se veía el cariotipo de los dementores? ¿O era algo de los experimentos? Se fijó en Lupin quien parecía intentar comprender las imágenes… ¿qué tan diferentes podrían ser?

“En resumen lo que nos enfrentamos ya no son humanos, no son muggles, tal vez una vez lo fueron, pero ahora solo son seres no pensantes, ni sintientes, seres que cumplen con las órdenes de este mago y por consecuente las órdenes de Voldemort” terminó de decir Dumbledore a los demás presentes.

 

“Mátenme, por favor mátenme” lo repetían una y otra vez, rodeándolos, asustándolos.

“A… ayu… da…” susurró y por un segundo frente a Draco no había un experimento loco con ganas de llevárselo a quien sabe dónde, sino una persona llorando.

 

“Eso en mentira” susurró, pero ante el silencio de aquella sala por el shock de los presentes ate la información lo escucharon “Ellos son pensantes y sintientes” apretó los papeles con fuerza “Todavía hablan y piden ayuda” un escalofrío pasó por su cuerpo “Quieren ser salvados”

“Draco, estás confundido, ellos son más criatura que humano y…”

“Eso no evita que sean humanos, en menor porcentaje, pero siguen siendo muggles y buscan ser liberados” si ellos son como él, como los primeros experimentos del doctor, tal vez puedan mantener su consciencia a flote, sacarlos de la subordinación, tal vez puedan darles un cuerpo humano de nuevo “Además, si son más criatura como dices, ¿me estás diciendo que las criaturas mágicas no sienten dolor, tristeza?”

Dumbledore se levantó con el ceño fruncido “No es así, ya he hablado con algunos medimagos y sus funciones cerebrales como el habla y el dolor han sido neutralizados para ser ‘soldados’ perfectos, sin miedo a morir, sin dolor a los ataques.”

Se levantó y estampó los papeles en la mesa con rudeza “¿Has estado frente a ellos? ¿Has peleado con ellos, los has escuchado? No importa si son más criatura que humano, los dos son seres sintientes y el dolor es muy común para cualquier ser vivo”

“¿Los has escuchado? ¿No habrá sido lo que tu mente te presentó en aquellos momentos de pánico?” sus ojos azules se fijaron en Harry quien se tensó “¿Los has escuchado, Harry?” el mencionado lo miró como intentando saber qué decir “¿Hermione, Ron? Ustedes también estuvieron presentes, ¿los escucharon?” también ellos se tensaron.

¿Solo él los escuchó? ¿Se estaba volviendo loco?

Los Gryffindor abrieron sus bocas y Draco supo que estaban listos para mentir por él.

“Digan la verdad” susurró volviendo a sentarse, ya sabía la respuesta.

“No los escuché”

“No oí nada”

“Tampoco los oí” Harry fue el último en decir “Pero estábamos muy lejos… tal vez no los escuchamos porque estábamos ocupados intentando salvar nuestra vida, Draco siempre ha tenido un mejor sentido de la escucha que nosotros, ¿no, chicos?”

“Si, Harry tiene razón, Draco siempre ha podido oír muy bien, superior a nosotros”

“O simplemente no dijeron nada” terminó contundentemente Dumbledore “Terminado con esta discusión quiero recalcar que debemos estar atentos, estas criaturas no se espantan como los ‘dementores’ ante un patronus y la reacción que provoca en magos como muggles es iguales, sin embargo, no sabemos si pueden dar aquel beso succionador de almas.”

“Se pueden vencer con el calor, el fuego más fuerte que puedan lanzar” dijo Gilderoy cubriendo con su cuerpo la vista de Dumbledore sobre Draco, no quería que sigan observando al menor, menos con tanta molestia por la interrupción “Con Black hemos podido acabar con uno, lamentablemente se prendió hasta las cenizas, no pudimos detenerlo”

“¡Oh, sí!” Black dio una palmada para que Kreacher apareciera con su rostro enojado de siempre “Kreacher trae lo que te mandé a guardar” el elfo desapareció con un gruñido molesto y al siguiente apareció de nuevo con una varita “Lo encontramos donde tuvo que haber caído el cuerpo, estaba entre su ropa, no sé si podamos rastrear a su dueño”

“¿Una varita? ¿Por qué tendría una varita un muggle?” alguien soltó la pregunta.

“A menos que no sea un muggle, sino un mago” dijo Severus, provocando que todos empezaron a hablar entre ellos, por su parte el hombre se acercó a toma la varita en sus manos para revisarla de cerca, dio un respiro un poco profundo “Karkarov” susurró, tanto Gilderoy como Draco lo vieron sorprendidos por lo dicho. 

“¿Estás seguro?”

Severus asintió.

¿Igor Karkarov? ¿Ese fue el ‘dementor’? ¿Por qué ahora estaban transformado a los magos?

Necesitaba escribirle si o si a Víktor Krum.

“Nunca lo utilizó, parecía que ni siquiera supiera que lo tenía” siguió hablando Black “Fue muy extraño.”

Dumbledore le dio la varita al mago moreno “Kingsley, por favor, averigua a quién le pertenece aquella varita, luego de eso investigaremos si este o no se encuentra desaparecido” el mago lo guardó en sus túnicas con sospecha por el portador “Esta es toda la información que sabemos sobre los experimentos, necesito que estén atentos porque no creo que se mantengan solo en estas criaturas, podrían empezar a experimentar con más, así que mandaré a un grupo a estar en constante alerta por si un grupo de personas van desapareciendo tanto muggles como mágicos”

Varios estuvieron de acuerdo, él también preferiría saber ello, debían proteger a la mayor cantidad de personas posibles.

No podían permitir que siga secuestrando.

“Ahora, Draco, Harry, Hermione y Ron, por favor pueden retirarse” los cuatro se levantaron para debatir, el tema de Voldemort también era de su importancia “Lo que se va a discutir son posiciones de algunos espías, los únicos que pueden ser parte de estas reuniones son los capaces de proteger sus mentes para que esta información no sea extraída”

En ese momento no le importaba escuchar más, su misión ahora era escribirle a Víktor, para que le informe sobre el paradero de Igor Karkarov, no lo había vuelto a ver después de la tercera prueba… tal vez pudo haberse despedido de su alumno favorito.

 

EXTRA

Quedó sorprendido ante la explosión de Malfoy.

El silencio inundó aquel pasillo mientras Black observaba como las lágrimas se acumulaban en los ojos azules del jodido Gilderoy Lockhart, quien simplemente apretó sus ojos con su pulgar e índice para quitar las lágrimas.

No sabía qué decir o que hacer para hacerlo sentir mejor, ni siquiera sabía porque quería hacer sentir bien a ese diablo con cara de ángel, pero sabía que aquel hombre estaba muy estresado y triste por lo que estaba viviendo.

Podía entenderlo, tu mundo se derrumbaba, tus personas amadas estaban en su límite o lastimados o no sabías nada de su paradero y estado.

“No hay nada que ver aquí, será mejor que se vayan, chicos” les dijo a los elfos par que no sigan observando al roto hombre, se acercó y pasó un brazo sobre su hombro “Tú y yo vamos a tomarnos un trago de whiskey de fuego, no aceptaré un no como respuesta.”

Lo jaló hacia su habitación mientras lo obligaba a sentarse en una silla cerca de su escritorio, mientras que él se sentó en su cama. Llamó a Kreacher para que les trajera una botella de aquella bebida, quien se lo trajo muy gruñonamente.

Sirvió dos vasos y le pasó uno a Gilderoy quien simplemente lo dejó en el escritorio, por su parte Black dio un trago entero a su vaso sintiendo el ardor de la bebida alcohólica bajando por su garganta “¿No piensas tomar?” comentó al hombre que solo estaba sentado, muy pensativo.

“Hace años que no tomo” susurró observando de lejos el vaso lleno “A Severus no le gustan las bebidas alcohólicas, además no me gustaría estar indispuesto por si mis hijos me necesitan”

“Es solo un vaso, para poder descargar todos los problemas.olvidarlas aunque sea por un rato”

Gilderoy se lo quedó viendo por unos largos segundos “Sabes que eso no es saludable, ¿verdad?”

Black se sirvió de nuevo un vaso con el whiskey para tomárselo de una muy molesto “¿Estás molesto de cómo enfrento mis problemas? Esta es la única forma que conozco” ahora quería botar a ese hombre de su habitación, ¿quién se creía en ricriminarle sobre sus costumbres?

El rubio simplemente se desparramó en la silla, mandó su cabeza hacia atrás mientras cubría su vista con el antebrazo, se veía tan agotado mentalmente.

“¿Cómo descargas tus problemas si no es con el alcohol?” dijo para romper la tensión que se había formado, odiaba tener que ayudar a Gilderoy, pero… pero se la debía, le debía su libertad así que se iba a morder la lengua para ayudarlo también y estar a mano.

El rubio sonrió levemente “Hablando con Severus” se quitó el brazo de los ojos para mirarlo “Cada vez que sentimos que algo nos sobrepasa lo hablamos y todo se siente mucho mejor, como si simplemente estando al lado del otro todo fuera mejor” sus ojos azules se fijaron en las sombras, como si recordara esas conversaciones y con ojos llenos de amor y alegría “Luego iba con nuestros hijos y nos divertíamos” soltó un suspiro “Lo extraño, ¿sabes? Severus es el corazón de nuestra familia y ahora no está aquí, haciendo que estemos todos perdidos.”

Black se sorprendió, hace muchos años nunca hubiera creído que Queji… Severus fuera tan importante para alguien, en su mente todavía seguía siendo aquel niño que le gustaba la magia oscura, crear maldiciones, enfrentarse con su grupo, quien odiaba a todos los que se acercaban, que miraba con desagrado a todos, quien parecía tan inalcanzable y superior, creído, pero no se había percatado de que ese niño ya no existía, no existía desde hace más de 14 años o tal vez menos tiempo.

Ahora Severus Snape era un padre, una pareja, alguien que había avanzado, dejado atrás sus disputas infantiles -que Black llevó más allá de lo infantil en aquel quinto año- y se había superado.

Severus Snape era un hombre amado.

Y sintió celos.

Celos de que Severus hubiera tenido todo lo que él una vez buscó. Una verdadera familia, una familia que perdió por culpa de Voldemort.

Dolió mucho porque se había estancado y Severus tenía lo que él tanto quería.

“Albus se comunicó conmigo ayer, me avisó que a comienzos de Agosto se dará la primera reunión de la Orden y Severus también vendrá” dijo para calmar a la familia de Severus, lo envidiaba porque su propia presencia o la sola mención de su nombre nunca haría de que alguien se viera tan esperanzado y enamorado como Gilderoy “Así que esperen un poco más, ¿bien? Además, debes solucionar este problema con tus hijos, estoy seguro que si Queji… Severus” corrigió el nombre ante el ceño fruncido de Black “… los ve tan mal se preocupará” gruñó volviendo a tomar un nuevo trago de whiskey.

Gilderoy sonrió, no de esas sonrisas falsas que le daba a todos, sino que una sonrisa verdadera “Me alegra que me comunicaras ello, no sabes cuanto lo extrañamos”

“Lo puedo suponer” dijo Black buscando algo entre sus cajones, encontrando una poción para dormir “Tómatelo para que a la mañana siguiente puedas conversar con esos hijos tuyos, son tan problemáticos que me han empezado a dar un dolor de cabeza” gruñó.

“Gracias, Black, fue agradable conversar contigo” dijo empezando a salir de la habitación, pero antes de cerrar la puerta dejándolo al fin solo se detuvo, estaba en conflicto.

El pelinegro levantó la ceja curioso “¿Pasa algo?”

Gilderoy se notaba culpable “Solo… solo te aconsejo de que tires tu shampoo, puedes o no hacerlo, es tu decisión” una sonrisa culpable fue su despedida.

“¿Qué?”

¿Qué le había hecho a su shampoo ese loco?

Odiaba a esa familia.

Tenía que ser la familia de Severus Snape.

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