Constelaciones & Estaciones

Harry Potter - J. K. Rowling Harry Potter and the Cursed Child - Thorne & Rowling
F/M
M/M
G
Constelaciones & Estaciones
Summary
Miré a Draco, sus ojos brillaban con una intensidad que siempre me había parecido fascinante.- Draco- comencé - Siempre he encontrado algo increíblemente interesante en ti. Me gusta cómo tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona. Esa luz en tus ojos, es como si estuvieras mirando a las estrellas- .Draco sonrió, su dulzura y gentileza siempre me habían cautivado.- Eres como una estrella, Draco. Brillante, hermoso, y siempre iluminando mi camino. Me recuerdas a las noches estrelladas, llenas de belleza y misterio...- Miré a Draco, y luego al cielo.- Somos como el sol y la luna, Draco. Diferentes, pero de alguna manera, perfectamente alineados. Tú eres la luna, tranquilo y sereno, y yo soy el sol, ardiente y apasionado. Y aunque estamos separados por el cielo, siempre encontramos la manera de encontrarnos. Y al igual que las constelaciones y las estaciones, nuestro amor cambia y evoluciona, pero siempre permanece. Siempre estaremos juntos, Draco, a través de todas las constelaciones y todas las estaciones.
All Chapters Forward

Conversación en francés

A medida que los días pasaban en Hogwarts, los rumores sobre la posible relación entre Draco y Harry continuaban circulando por el castillo. La tensión en el aire era palpable, y aunque traté de mantenerme al margen, no pude evitar sentirme atrapado en el centro de la tormenta.

Mientras tanto, los murmullos y las miradas furtivas hacia Hermione Granger también persistían, alimentando los rumores de que yo, Apolo, podría estar interesado en ella. Aunque al principio lo tomé como una simple tontería, me encontré cuestionando mis propios sentimientos hacia ella y preguntándome si había algo más que admiración en mi corazón.

Sin embargo, mis pensamientos se vieron interrumpidos por la inesperada distancia que Harry comenzó a poner entre él y Draco. Noté cómo Draco se volvía cada vez más reservado y sombrío, como si estuviera luchando con sus propios pensamientos y emociones.

Decidí abordar el tema con él y hablar sobre lo que estaba sucediendo entre él y Harry. Me dirigí hacia la sala común de Slytherin con determinación, preparado para enfrentar lo que fuera necesario para ayudar a mi amigo.

Al entrar en la sala común, encontré a Draco sentado solo en un rincón, con la mirada perdida en la lejanía. Me acerqué a él con cautela y me senté a su lado, buscando su mirada con preocupación.

—Draco, ¿cómo estás? —pregunté con suavidad, esperando no interrumpir sus pensamientos.

Draco levantó la mirada y me miró con sorpresa, como si no esperara verme allí. Por un momento, pareció indeciso sobre si abrirse o no, pero luego suspiró y asintió con resignación.

—Estoy bien, Apolo. Solo... lidiando con algunas cosas —respondió vagamente, su voz cargada de emociones que no podía ocultar.

Decidí no presionarlo más y en lugar de eso, decidí compartir mis propias dudas y confusiones con él.

—Entiendo lo que estás pasando, Draco. Este último tiempo me ha dejado bastante confundido. No puedo evitar cuestionarme cómo es que te sientes bien con una relación así —confesé, esperando que Draco comprendiera mi inquietud.

Draco pareció sorprendido por mi franqueza, pero luego suspiró y asintió con comprensión.

—Lo sé, Apolo. A veces también me pregunto lo mismo. Pero supongo que siempre supe que algo así podría llegar a pasar —admitió, su voz llena de resignación.

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos sumidos en nuestros propios pensamientos. Sin embargo, de repente, recordé algo que había olvidado mencionarle a Draco y decidí compartirlo con él.

—Por cierto, Draco, ¿sabías que soy francés? —le dije de repente, esperando sacar una sonrisa en su rostro.

Draco pareció sorprendido por mi revelación, pero luego una sonrisa juguetona se formó en sus labios.

— Je ne savais pas que tu étais français, mais au moins j'ai quelqu'un avec qui parler un peu, Apolo. —  (No sabía que eras francés, pero al menos tengo con quién hablar, Apolo.)

Había dicho demasiado emocionado y no comprendía que era lo que me decía.

— No entendí lo que me dijiste... — Draco dejó escapar una risa suave ante mi confesión, sus ojos grises brillaban con diversión.

— Eso es realmente curioso, Apolo. ¿Cómo es posible que seas un chico francés que no sabe francés? —preguntó, todavía sorprendido por la ironía de la situación.

— Bueno, la mayor parte de mi vida la pasé en Estados Unidos, hablando inglés. Mi madre intentó enseñarme francés cuando era más joven, pero nunca lo dominé del todo. Apenas puedo distinguir algunas palabras aquí y allá, pero supongo que lo suficiente para pasar desapercibido —expliqué, encogiéndome de hombros con una sonrisa.

Draco asintió con comprensión, su expresión suavizándose mientras procesaba mi respuesta.

— Entiendo, tiene sentido. Aun así, es impresionante que no manejes el francés de forma tan fluida, considerando tus circunstancias —comentó, mostrando un destello en sus ojos.

Me sentí halagado por su elogio y agradecí su comprensión. Aunque mi dominio del francés era limitado, me alegraba que Draco lo valorara de alguna manera.

— Gracias, Draco. Supongo que siempre es útil tener un as en la manga, ¿no crees? —respondí, tratando de restar importancia a mi falta de fluidez en el idioma.

Draco sonrió, asintiendo con complicidad.

— Definitivamente. Nunca se sabe cuándo podría ser útil saber un idioma adicional —concordó, antes de cambiar de tema y sumergirnos en una conversación sobre otros temas más ligeros.

A medida que continuábamos hablando, sentí que nuestra amistad se fortalecía aún más. Había algo reconfortante en compartir nuestras experiencias y descubrir que, a pesar de nuestras diferencias, teníamos más en común de lo que inicialmente habíamos pensado.

— ¿Te gustaría aprender francés? —me preguntó de repente, con una chispa de interés en sus ojos grises.

— Creo que sí. Me llamaría la atención tener con quien practicarlo, ¿sabes? —respondí con una sonrisa, sintiendo una punzada de emoción ante la posibilidad de aprender algo nuevo.

Draco asintió con entusiasmo y, sin perder el tiempo, comenzó a pronunciar algunas palabras en francés. Aunque reconocí vagamente algunas de ellas, como "bonjour" y "merci", la mayoría me resultaban completamente desconocidas.

— ¿Qué te parece si empezamos con lo básico? —propuso Draco, notando mi confusión. — ¿Cómo te llamas en francés?

Fruncí el ceño, intentando recordar cualquier lección pasada que mi madre me había dado sobre el idioma. Finalmente, con un poco de esfuerzo, respondí:

— Je m'appelle Apolo.

Draco asintió con aprobación, alentándome a continuar.

(Muy bien Apolo) — Très bien, Apolo. Ahora, ¿cómo dirías "hola" en francés?

Incapaz de recordar la respuesta, sacudí la cabeza con frustración.

— Lo siento, Draco. Solo puedo distinguir unas pocas palabras aquí y allá —admití, sintiéndome un poco avergonzado por mi falta de conocimiento del idioma.

Draco me miró con una sonrisa tranquilizadora, aparentemente sin preocuparse por mi falta de habilidad.

— No te preocupes, Apolo. Poco a poco irás aprendiendo. Y mientras tanto, estaré aquí para ayudarte en lo que necesites —me aseguró, su voz llena de confianza y amabilidad.

No pasa mucho cuando Draco me confiesa su plan de empezar a hablarme en francés fluido para que no comprenda lo que dice y así no pueda entender cómo se siente. Me siento un poco mal y confundido ante esta revelación, sin comprender por qué Draco querría hacer eso.

— ¿Por qué harías eso? —le pregunto, desconcertado.

— Porque a este paso, Apolo, no estás aprendiendo rápido —responde Draco con tono franco—. Voy a empezar a hablarte en francés de forma fluida para que no entiendas lo que estoy diciendo. Así no podrás comprender cómo me siento.

Sus palabras me golpean, sintiendo una mezcla de incomodidad y confusión.

— ¿Qué? No entiendo por qué harías algo así —digo, tratando de comprender su razonamiento.

— Si quieres entender mi francés, tienes que esforzarte más —me replica Draco—. Además, si hablo demasiado rápido, tu mente no podrá procesar la información y te quedarás tratando de descifrar cada palabra.

La idea de no poder entender lo que dice me resulta frustrante y me hace sentir aún más presionado por mejorar mi aprendizaje del francés.

Decido tomar un momento para reflexionar sobre lo que Draco ha dicho. Aunque su enfoque puede parecer duro, tiene cierta lógica. Sin embargo, aún me siento incómodo con la idea de que intencionalmente hable un idioma que no comprendo con fluidez.

— Entiendo tu punto —respondo con sinceridad—. Aprecio que quieras ayudarme a mejorar en francés, pero creo que podríamos encontrar una forma más constructiva de hacerlo.

Draco parece considerar mis palabras por un momento antes de asentir lentamente.

— Tal vez tengas razón —admite—. No quiero causarte frustración, solo quiero ayudarte a progresar.

Respiro aliviado al ver que está dispuesto a buscar una solución que funcione para ambos.

— ¿Qué te parece si seguimos practicando juntos, pero a un ritmo más pausado? —sugiero con cautela.

Draco sonríe y asiente.

— Me parece bien. Juntos podemos encontrar la mejor manera de aprender francés sin causarnos problemas.

Nos quedamos unos momentos más discutiendo sobre cómo podemos adaptar nuestra práctica del idioma para que sea más efectiva y menos estresante para mí. A medida que conversamos, siento que nuestra relación se fortalece y estoy agradecido por tener a alguien como Draco dispuesto a apoyarme en mi proceso de aprendizaje.

Forward
Sign in to leave a review.