Constelaciones & Estaciones

Harry Potter - J. K. Rowling Harry Potter and the Cursed Child - Thorne & Rowling
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Constelaciones & Estaciones
Summary
Miré a Draco, sus ojos brillaban con una intensidad que siempre me había parecido fascinante.- Draco- comencé - Siempre he encontrado algo increíblemente interesante en ti. Me gusta cómo tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona. Esa luz en tus ojos, es como si estuvieras mirando a las estrellas- .Draco sonrió, su dulzura y gentileza siempre me habían cautivado.- Eres como una estrella, Draco. Brillante, hermoso, y siempre iluminando mi camino. Me recuerdas a las noches estrelladas, llenas de belleza y misterio...- Miré a Draco, y luego al cielo.- Somos como el sol y la luna, Draco. Diferentes, pero de alguna manera, perfectamente alineados. Tú eres la luna, tranquilo y sereno, y yo soy el sol, ardiente y apasionado. Y aunque estamos separados por el cielo, siempre encontramos la manera de encontrarnos. Y al igual que las constelaciones y las estaciones, nuestro amor cambia y evoluciona, pero siempre permanece. Siempre estaremos juntos, Draco, a través de todas las constelaciones y todas las estaciones.
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El baile de las estrellas

El Gran Comedor de Hogwarts zumbaba con la emoción anticipada del otoño que se avecinaba. Las hojas doradas y rojizas comenzaban a caer en los terrenos del castillo, anunciando la llegada de una nueva temporada llena de magia y misterio.

Me encontraba sentado en la mesa de Gryffindor, charlando animadamente con mis amigos sobre las próximas clases y aventuras que nos esperaban, cuando la voz serena y melodiosa de Dumbledore cortó el murmullo de conversaciones.

Me giré en mi asiento para mirar hacia el frente del Gran Comedor, donde Dumbledore se encontraba de pie, con una expresión enigmática en su rostro arrugado.

—Queridos alumnos —comenzó Dumbledore con su voz profunda y resonante—, con el otoño a punto de comenzar, es hora de anunciar una celebración muy especial para nuestra querida escuela.

Mi corazón comenzó a palpitar con anticipación mientras me preguntaba qué sorpresa nos esperaba.

—Dentro de unas semanas, celebraremos el Baile de las Estrellas —anunció Dumbledore, sus ojos azules brillando con un brillo misterioso que capturó mi imaginación—. Será una noche de magia y encanto, donde las luces del cielo y los destellos de las estrellas nos acompañarán en nuestra celebración.

Una ola de emoción recorrió el Gran Comedor, los estudiantes intercambiando miradas emocionadas y susurrando entre ellos sobre los posibles preparativos y trajes para el baile.

Esperaba con ansias la oportunidad de sumergirme en la magia de la noche y disfrutar de la compañía de mis amigos mientras bailábamos bajo el cielo estrellado de Hogwarts.

— Espero verlos a todos allí, disfrutando de la compañía de sus amigos y sumergiéndose en la magia de la noche — concluyó Dumbledore con una sonrisa cálida antes de retomar su asiento.

El Gran Comedor estalló en aplausos y vítores, mientras la emoción por el Baile de las Estrellas inundaba cada rincón de Hogwarts. Era evidente que esta sería una celebración que recordaríamos por mucho tiempo.

Sentado entre mis compañeros de casa en Slytherin, mis pensamientos divagaban por un momento, pero de repente mi mente se centró en Draco Malfoy. ¿Debería invitarlo al baile? La idea se agitó en mi cabeza, pero antes de que pudiera decidir, capté fragmentos de conversaciones entre mis compañeros de Slytherin que estaban cerca de mí. Pansy, Damián y Blaise murmuraban sobre Harry, y cómo estaba considerando invitar a Draco, aunque parecía indeciso.

Recordé los tumultuosos encuentros entre Harry y Draco en el pasado, las tensiones que siempre habían existido entre ellos. No quería entrometerme en asuntos ajenos, pero una sensación de inquietud se apoderó de mí al pensar en la posible decepción de Draco si Harry lo rechazaba. Sin embargo, mis dudas se desvanecieron al observar que Harry no se acercaba a Draco, sino que, en cambio, se dirigía hacia Ginny Weasley, la hermana menor de Ron.

Una mezcla de molestia y desilusión me invadió al ver cómo Draco se quedaba allí, con una expresión que oscilaba entre la sorpresa y el dolor. Era como si su corazón se estuviera rompiendo ante la indiferencia de Harry. Me pregunté si Harry realmente merecía la atención y el afecto de Draco, si entendía el valor de lo que tenía delante de él.

Decidí mantenerme al margen por el momento, pero la incomodidad persistió mientras observaba la escena. ¿Debería intervenir? ¿Debería hablar con Harry y hacerle ver el daño que estaba causando? Mis pensamientos daban vueltas mientras consideraba mis opciones, pero finalmente opté por quedarme en silencio y observar cómo se desarrollaba todo.

En otro rincón de la sala, Harry se acercaba a Ginny con una sonrisa nerviosa. — Hey, Ginny — dijo, tratando de sonar casual. — ¿Te gustaría ir al Baile de las Estrellas conmigo?—

Ginny levantó una ceja, sorprendida pero complacida. — ¡Claro, Harry! ¡Será genial! — respondió con entusiasmo.

Harry parecía aliviado, pero una parte de él se sentía incómoda. Miró de reojo a Draco, que estaba solo en un rincón, con una expresión que Harry no podía descifrar del todo. Una punzada de culpa lo atravesó, pero rápidamente la ignoró. Después de todo, ¿qué importancia tenía Draco cuando Ginny estaba aquí, aceptando su invitación?

Sin embargo, una vocecita en su cabeza le susurraba que tal vez debería haber sido diferente. Que tal vez debería haber tomado la iniciativa y haber invitado a Draco, en lugar de esperar a ver si él se acercaba. Pero Harry sacudió la cabeza, tratando de deshacerse de esos pensamientos. Ginny era quien estaba aquí ahora, y eso era lo que importaba.

★・・・・・・・★・・・・・・・

 

Los días habían pasado y todos estaban emocionados por el baile, aquella mañana me sentía con algo de cansancio y después de haberme levantado de la cama decidí que era mejor tomar un baño.

 

Avancé con cautela por el pasillo, anhelando la tranquilidad del baño de prefectos en el quinto piso. Sin embargo, mi paz se vio interrumpida por el sonido de voces elevadas que provenían del interior. Reconocí de inmediato las voces de Draco y Harry, en medio de una discusión que resonaba con un aire de tensión palpable.

 

A medida que me acercaba, las palabras de Draco se volvían más audibles. Su tono estaba impregnado de amargura y resentimiento, reprochándole a Harry el haber invitado a Ginny al Baile de las Estrellas en lugar de extenderle la invitación a él. Cada palabra resonaba con un dolor profundo, revelando el sentimiento de exclusión y desprecio que Draco experimentaba en ese momento.

 

― No puedo creer que me hayas dejado fuera de esto, Potter ―espetó Draco con un dejo de furia en su voz―. Después de todo lo que hemos compartido, ¿así es como me tratas?

 

Por otro lado, Harry intentaba defenderse, tratando de explicar que había tomado esa decisión para evitar cualquier complicación innecesaria.

 

― Draco, sabes que no es tan simple. Tenernos en el baile podría levantar sospechas y poner en riesgo todo lo que hemos construido.

 

Sin embargo, sus intentos de calmar la situación parecían caer en oídos sordos ante la furia de Draco. Las palabras de Harry estaban impregnadas de frustración, tratando de hacer entender a Draco que su relación debía mantenerse en secreto por el bienestar de ambos.

 

― Lo sé, Harry ―respondió Draco, su tono ahora más apagado pero aún cargado de resentimiento―. Pero ¿por qué siempre tengo que ser el que se esconde? Estoy cansado de esta situación. Merezco más que ser relegado a un segundo plano una y otra vez.

 

La tensión en el aire era palpable mientras la discusión continuaba, con ambos expresando sus puntos de vista con una intensidad que dejaba claro lo mucho que esta situación les afectaba emocionalmente. Mientras escuchaba la disputa desde la distancia, me debatía internamente sobre si intervenir o no. Quería ayudar de alguna manera, ofrecer mi apoyo como amigo, pero temía entrometerme en un asunto tan personal.

 

Decidí no esperar más y salí de mi escondite, decidido a intervenir y ofrecer mi apoyo a Draco en ese momento de conflicto. Mientras me acercaba, pude ver la tensión en sus rostros, pero también la sorpresa al notar mi presencia.

 

― Apolo, ¿qué estás haciendo aquí? ―Draco preguntó con una mezcla de incomodidad y sorpresa.

 

― No puedo quedarme al margen mientras ustedes dos están teniendo esta discusión ―respondí con firmeza. ―Han estado ocultando su relación durante demasiado tiempo, y ya es hora de que tomen una decisión.

 

Harry miró con sorpresa y un poco de aprensión, mientras que Draco parecía incómodo con mi intervención, pero también un poco agradecido.

 

― Apolo, esto no es asunto tuyo ―respondió Harry  con un tono algo cortante.

 

― Pero sí lo es ―repliqué sin temor. ― Soy compañero de Draco, y no puedo ignorar lo que está sucediendo. Además, han estado juntos durante tanto tiempo que ya es hora de que dejen de esconderse.

 

Con determinación, me dirigí a Draco. ― Draco, sé que te gustaría asistir al Baile de las Estrellas con alguien que realmente te valore. ¿Qué tal si vamos juntos?

 

La sorpresa se reflejó en el rostro de Draco. Titubeó por un momento, pero luego asintió con una sonrisa agradecida.

 

― Gracias, Apolo ―dijo Draco, su voz llena de gratitud. ―Aceptaré tu oferta.

 

Sin embargo, no pude evitar notar la incomodidad en la expresión de Harry. No dijo nada, pero su mirada lo decía todo. Era evidente que no estaba contento con la idea de que Draco y yo fuéramos juntos al baile.

 

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