La Magia De La Familia Que Elegi

Harry Potter - J. K. Rowling
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La Magia De La Familia Que Elegi
Summary
Sintió una fuerte punzada en la cabeza y de golpe todo fue oscuridad...Harry Potter y Hermione Granger dos niños normales, con vidas normales, ocultan un pequeño secreto... ambos poseen magia, van a una escuela magica, donde les pasa de todo menos cosas normales. Pero mientras se mantengan juntos saben que pueden superar lo que sea.
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Chapter 2

CAPITULO 2

BLANCO

Hermione nunca había golpeado a alguien, ni siquiera en defensa propia, además ni siquiera era tan fuerte. Pero en ese momento todo aquello se le olvido, cuando vio a un niño gordo golpear a Harry y a su cabeza golpear con un ruido seco el borde de la banqueta, se enfureció, y lo hizo aún más cuando eso al niño no le importo y lo siguió pateando, Harry no se movía.

Hermione atravesó la calle corriendo, el chico gordo estaba de espaldas a ella así que no la vio venir.

―¡¡Ey tu idiota!! ― Dudley no volteo, así que Hermione lo giro, le dio un golpe en la cara y luego otro en la entrepierna, el niño aulló del dolor mientras caía de rodillas.

El padre de Hermione había ido tras su hija, y se asombró de la fuerza que utilizo para voltear al niño y golpearlo en la cara, reacciono a tiempo para que los otros tres que estaban con el niño gordo no la golpearan pues en cuanto lo vieron salieron corriendo en dirección el arcade, la mamá de Dudley tenía que saber esto de inmediato.

―¡Harry despierta! ― Hermione se había arrodillado junto a Harry para intentar ver como estaba― Papá haz algo no se mueve.

El padre de Hermione, un hombre alto, pelinegro de cabello rizado y de ojos color miel, de nombre Ethan Granger, era dentista, pero igual había llevado un curso de primeros auxilios cuando hizo su servicio militar, así que de inmediato tomo el pulso del chico, y se relajó visiblemente al ver que, aunque débil su pulso estaba ahí, lo cual le sorprendía, había sido un golpe duro y en un mal lugar de la cabeza, definitivamente había que llevarlo a un hospital.

― ¡Jean! ― Grito el hombre a su esposa, entonces Jean Granger una mujer castaña de ojos color verde se acercó a ellos corriendo― el chico esta grave y no podemos esperar una ambulancia, hay que regresar el hospital― la mirada de Jean paso de una preocupada a una de gran de terminación.

―De acuerdo, Hermione abre la puerta de atrás del auto, yo conduzco―

Ethan cargo a Harry y su cara de asombro no pasó desapercibida.

― ¿Qué sucede papá? ― Hermione había salido de su trance y ahora se preguntaba que sorprendió tanto a su padre

― Está muy ligero― Eso no era bueno- Hay que darnos prisa― Ethan podía sentir cada una de las costillas del niño al que cargaba, y eso no le daba buena espina.

Ninguno se percató de la pareja que había salido de un local y los observaba de lejos, o que el niño gordo se había recuperado del dolor y ahora corría a sus padres con la nariz ensangrentada y llorando ruidosamente.

De camino al hospital Hermione termino de contarles a sus padres todo lo que sabía de Harry y porque creía que era maltratado. A Ethan y Jean no les costó trabajo creerle a su hija.

El camino al hospital se sintió abrumador, cuando llegaron, la chamarra de Ethan estaba cubierta con la sangre de Harry, los doctores los atendieron de inmediato, algunos de ellos eran amigos de los señores Granger así que el papeleo quedo para después.

Harry ahora estaba siendo atendido, pero los tres Granger decidieron quedarse a esperar, los dos adultos no solo se sentían responsable del niño, sino que estaban sumamente preocupados y Hermione también, pero gracias a todo el movimiento de la ultima hora, se quedó profundamente dormida en la sala de espera.

― ¿Qué vamos a hacer Ethan? ―Jean acababa de hablar con el médico, el niño tenía una clara desnutrición, varias lesiones anteriores a las de esa tarde y un estigmatismo que en definitiva no iba con la graduación de sus lentes.

―Vamos a hablar con una trabajadora social, ese niño no volverá con sus tíos― Ethan no estaba del todo seguro si hablando con una trabajadora social el niño estaría mejor, pero por ahora no se le ocurría una mejor idea.

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24 de Junio de 1987

La trabajadora social era una mujer mayor, por lo blanco de su cabello se podía decir que tenía unos 60 años, su nombre, Aurora Tonks.

―Muy bien señores Granger, ¿Entonces esto es lo que sabemos del pequeño Harry? ― dijo Aurora revisando de nuevo sus notas, tenía el nombre del niño y el de sus tutores, incluso una dirección, que en muchos casos eso era lo difícil de conseguir.

―Así es señora, lamentamos no poder ayudar más― contesto Jean

-Por lo que me dijo el doctor, básicamente le acaban de salvar la vida al niño, señora Granger eso ya es decir mucho. ― Aurora volvió la vista a sus papeles, pero ahora revisaba los del expediente médico, el niño no estaba registrado en el sistema de salud, y eso era considerado una privación al derecho de una atención y cuidado medico, el primer chequeo del niño había sido esa misma tarde, y ese chequeo no era precisamente alentador, tenía desnutrición, anemia, varias fracturas mal sanadas en cada hueso de su cuerpo,  y que decir de la cara de las enfermeras cuando vieron las cicatrices en la espalda y torso del pequeño, esa misma tarde Aurora levanto una orden de cateo para el número cuatro de Privet Drive además de una orden de arresto domiciliario para Vernon y Petunia Dursley.

Los Granger por muchas razones decidieron no regresar a casa, así que se quedaron en un hotel cerca del hospital en donde se encontraba Harry.

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25 de Junio de 1987

Harry no tenía idea de lo que había ocurrido, solo recordaba un grito y un golpe, luego cuando tuvo un poco más de conciencia vio una luz blanca cegadora y volvió a cerrar los ojos, oía voces de fondo, pero él se sentía en otro lugar, y básicamente así era, era un largo pasillo, el camino para ver si llevaba a algún lado pero parecía ser infinito, se rindió de eso y simplemente se sentó en el suelo a esperar, no sabia que, pero el esperaba que pasara algo, en un inicio creyó que sus tíos lo habían llevado a algún lugar para gente rara como solían decirle a él, pero en su caminata no encontró a nadie más, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí, se estaba poniendo nervioso, y de vez en cuando escuchaba voces, el gritaba para que lo oyeran pero nadie aparecía, sentía que llevaba una eternidad ahí.

―El tiempo aquí es diferente no debes preocuparte por ello― dijo una voz que inmediatamente sobresalto a Harry y estuvo a punto de echarse a correr, pero un tono rojizo entre tanto blanco lo detuvo.

― ¿Quién ere…? ― Harry no termino la pregunta, ese rostro lo había visto… siempre que se quedaba dormido y soñaba… con una mujer pelirroja que gritaba, no estaba seguro y tampoco quería darse falsas esperanzas― no puede ser… ¿mamá? ― volvió a preguntar con un hilo de voz y los ojos bañados en lágrimas.

Lily solo pudo asentir, y su pequeño Harry corrió hacia ella para envolverla con un fuerte abrazo que claro ella correspondió, los dos lloraban y no supieron cuanto tiempo pasaron de ese modo, tampoco les importo.

―Mamá por favor llévame contigo, no quiero volver con mis tíos, por favor seré un niño bueno, pero déjame ir contigo― lloro Harry y a Lily se le partió el corazón.

―Hijo…― Era la primera vez que Harry escuchaba esa palabra dirigida a él, se sentía muy bien― no puedes venir conmigo, por mucho que me gustaría pasar mas tiempo contigo debes entender…― A Lily se le corto la voz, pero Harry lo comprendido.

―Si me voy contigo… ¿tendría que morir cierto?­­― Lily murmuro un si en la cabeza de su hijo― Pero no sería tan malo, no hay nadie que se preocupe por mí, nadie me extrañaría si yo muriese― las palabras de su hijo hicieron un profundo agujero en su corazón.

―Harry… no por favor no pienses eso, hay gente en este mundo que te ama, y que se preocupa por ti― Harry aun parecía incrédulo así que Lily uso su plan de emergencia, él sabía lo que pasaba por la cabeza de su hijo, incluso antes de venir a verlo, así que hizo el ademan de abrir una puerta y como si de eso se tratase se dejó ver una camilla de hospital con un niño pelinegro en ella y a su lado una niña de pelo revoltoso que Harry reconoció

― ¡Hermione! ― grito Harry, y una sonrisa apareció en su rostro, para inmediatamente borrarse, se había dado cuenta de que el niño en la cama era el― ¿Qué hago yo ahí sí estoy aquí contigo? ¿Qué hace Hermione aun lado de mi cama? Parece que me cuida― Harry se giró hacia su mamá en busca de respuestas

―Es lo que hace Harry, ella hizo lo que yo no pude― una lagrima rodo por el rostro de Lily y Harry la seco de inmediato, no le gustaba ver gente llorar― ella te defendió de tu primo y gracias a ella no volverás con tus tíos.

― ¿Pero si no vuelvo con ellos entonces con quién? No tengo más familia y nadie querrá cuidar de un fenómeno como yo― aseguro Harry― mejor me quedo aquí contigo― eso parecía animar a Harry, pero entristeció a su madre, sabía lo que había sucedido con su hijo y ella no pudo hacer nada.

―Harry quiero que me escuches muy bien― Harry asintió listo para obedecer― tienes un gran futuro por delante, tus tíos no volverán a tocarte jamás, no puedo contarte todo ahora, porque se me agota el tiempo y además no me creerías, pero tú eres especial, así como tu padre y como yo― Lily no veía muy convencido a Harry así que agrego― y como tu amiga Hermione, se que te han pasado cosas raras por las que tus tíos te dijeron fenómeno, a mi me pasaron, y a Hermione también, puedes preguntarle― Eso ánimo de sobremanera a Harry― cuando cumplas 11 años alguien vendrá por ti para que te lo explique mejor, para entonces lo entenderás, y no te preocupes, que yo vere que sean personas de confianza.

―Mamá― Harry tenia una gran duda, siempre la había tenido, se sentía mal por pensar así, pero no podía sentir otra cosa― ¿Por qué me dejaste con mis tíos si sabias como me iban a tratar? ― Harry había vuelto a llorar, pero ahora por impotencia

―Harry, tu padre y yo dejamos en claro que no debían llevarte con ellos si nos pasaba algo― Harry miro los ojos de su madre, verdes como los de él, y supo que no mentía― fue a causa de las creencias de una vieja cabra en la que deje de creer hace años, el te mando ahí, perdóname por no poder evitarlo― ahora era Lily la que lloraba de impotencia.

―Voy a volver― afirmo el lleno de decisión, eso hizo sonreír a su madre.

―Estoy orgullosa de ti Harry, vive y se feliz, te prometo que nos volveremos a ver, antes de lo que te imaginas― Lily volvió a abrazar a su hijo― te amo― susurro.

―También te amo mamá― susurro el de vuelta.

 Así con susurros madre e hijo se despidieron.

Harry se sintió incomodo de repente, su madre ya no estaba y el gran pasillo blanco empezó a brillar. Cerro los ojos y cuando los volvió a abrir ya no estaba en aquel pasillo, estaba en una habitación que de hecho era blanca, al girar la cabeza se topo con una mata de cabello castaño que parecía se había quedado dormía mientras leía, Harry sonrió… y volvió su vista hacia enfrente, una pared blanca fue lo que vio, estaba seguro de que tonto blanco lo iba a marear.

 

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