CICATRIZ DE RAYO.

Harry Potter - J. K. Rowling His Dark Materials - Philip Pullman
G
CICATRIZ DE RAYO.
Summary
Harry Potter recordaba haber muerto rodeado de sus familiares y los pocos amigos que aun seguían vivos.Entonces, ¿Por qué estaba arrodillado en una habitación vacía frente a un grupo de seres extraños que gritaban sobre líneas del tiempo, destino y magia? ¿Y que es eso de salvar al mundo mágico?
Note
Se que no es un titulo muy innovador pero no sabía cual ponerle y al guardarlo mientras escribía decidí poner ese y simplemente se quedó. Debo aclarar que no habrá parejas hasta mínimo tercer grado.Bienvenidos a este fic que a sido francamente todo un viaje, espero que lo disfruten como yo disfrute escribiéndolo.ACTUALIZACIONES TODOS LOS VIERNES.
All Chapters Forward

FELICITACIONES Y SECRETOS.

El viaje de regreso había sido extraño. Se había instalado con su grupo de amigos en un vagón vació, cada uno de ellos compro cantidades insalubres de sus dulces favoritos y decidieron compartirlos entre todos. Tracey compró tarros de cucarachas y moscas de café con leche, su daemonion amaba los últimos con locura. Daphne no se dignó a probarlos pero Harry si y mordió una cucaracha crujiente que resulto estar rellena de mermelada de grosella. Theo y Millie compartieron calderos de chocolate y Blaise traumo a todos al dejarles palpar su estómago y sentir como los sapos de menta saltaban dentro de él. Harry se compró suficientes ranas de chocolate para alimentar a un pequeño ejército y Daphne se mantuvo fiel a su dulce favorito: Las varitas de regaliz.

Después del bajón de azúcar cada uno se distrajo a su manera. Tracey y Millie parecían turnarse para pintarse las uñas. Sus respectivos Daemonions se acicalaban suavemente. Daphne platicaba en voz baja con Arus quien le respondía en susurros. Theo y Blaise estaban en el suelo jugando ajedrez mágico, Harry en realidad no tenía idea de quien iba ganando pero las piezas de ambos gritaban estrategias y movimientos al aire que eran ignoradas por los dos magos.

Harry decidió terminar su tarea. Le quedaban pendientes un ensayo de Herbología y uno de Transformación, con las amenazas de Tuch de acusarlo no quería tener que hacer planas y aparte ensayos. Su Daemonion en cuestión parecía intrigada por el juego de ajedrez y gritaba con emoción cada que una pieza era destruida.

En algún punto Neville había asomado su rostro en su vagón seguido por Hermione.

“Les deseo un feliz Yule Heredero Potter, Heredera Greengrass, Heredero Nott, Heredero Zabini.” Hizo una pequeña pausa y agrego. “Señoritas Davis y Bulstrode.”

Se escucho a Hermione murmurar a sus espaldas tal vez preguntando por la diferencia de saludos. Al parecer la joven bruja estaba aprendiendo sobre el delicado equilibrio social del mundo mágico.

“Feliz Yule Heredero Longbottom.” Un coro de felicitaciones después Harry agrego. “Feliz Yule Señorita Granger.”

Hermione se asomó detrás del hombro de Neville sorprendida por ser tomada en cuenta, las felicitaciones a la chica fueron un poco más forzadas. Tracey se veía extrañamente complacida por el giro de las cosas y Daphne se mantuvo en silencio después de eso.

Neville se hizo a un lado casi entrando en su compartimento y asintió en dirección a Hermione. Al parecer la chica le había contado como Tracey la había defendido de los feroces Ravenclaws, desde el punto de vista de Harry era muy Gryffindor de su parte visitar una guarida de serpientes.

Hermione les deseo un feliz Yule a todos tropezando un poco con las palabras. Al finalizar tenía las orejas ligeramente rojas, intercambio una rápida mirada con Neville y tomo aire.

“Quería agradecerle Señorita Davis por interceder ese día.” Theo elevo una ceja por su formal elección de palabras. “No paraban de preguntarme si era una bruja oscura y-“ Cora siseo suavemente interrumpiendo a la chica quien volteo a ver a la Marta indignada. “No digo que sea algo malo solo.. no lo sé en los libros no dicen nada sobre eso y de todas formas mis padres son muggles pero estaban diciendo cosas horribles sobre ellos.”

Theo se removió ligeramente incomodo en su lugar. El juego de ajedrez olvidado, las piezas en protesta habían comenzado a escalar a los dos chicos. Sala mordisqueaba a las piezas lo suficientemente tontas como para acercarse a ella.

“Lo que quiero decir.” Hermione suspiro pasándose una mano por el cabello logrando que se crispara aún más su paloma se removió indignada por el movimiento. “Es gracias.”

Los dos leones salieron de su compartimento no sin antes recibir una invitación para sentarse juntos en el viaje de regreso lo que le gano varias miradas sucias por parte de sus amigos. Después de eso una ronda de Herederos y miembros de familias de sangre pura de primer año pasaron a dejar sus buenos deseos.

Cuando volvieron a estar solos Theo miraba la puerta como si estuviera esperando algo. Después de unos veinte minutos suspiro negando con la cabeza.

“¿Qué es?” Harry dejo de escribir sobre como afectaba a las plantas el encantamiento Lumos solem en lugar de recibir luz natural del sol.

“Malfoy no vino a dejar sus buenos deseos.” Harry no sabía porque era tan importante, era obvio para todos que Malfoy parecía odiar a Harry y más aun después de perder el liderazgo de los de primer año. “Y su madre es una Black.”

Daphne apretó los labios y Harry suspiro. Había otra cosa que no sabía sobre el mundo mágico. Abrió su bolso y pensó en su diario plateado este voló a su mano desde donde lo había dejado en su mesita de noche, lo abrió lanzándole una ráfaga de magia que hizo que Millie se estremeciera.

“¿Qué haces Harry?” Zabini estiraba su cuello para poder ver mejor el diario. Harry termino de anotar su nuevo proyecto (como si no tuviera suficientes) de investigación. ¿En qué se relacionaba la familia Black con la Navidad? Si era honesto no parecía que tuvieran un gran espíritu navideño.

“Anotándolo para investigarlo más tarde.” El moreno se burló de él y se ganó un hechizo punzante de Daphne.

“Estamos en Kucios.” Dijo la chica como si eso significara algo, cuando se dio cuenta de que no tenía ni idea continuo. “En la víspera del solsticio de invierno, es común que durante este tiempo las personas se reconcilien, se perdonan las deudas..”

Harry asintió comprendiendo. Nunca había oído hablar de esa festividad pero si era algo especifico de los sangre pura no lo sorprendía.

La rubia continuo. “La familia Black es especialmente devota. Que Malfoy no respete el Kucios es... extraño.”

Todo se volvió un poco incomodo después de eso, como si hubieran captado que habían expuesto una parte muy privada de su mundo. Harry no hizo más preguntas esperando que eso los relajara un poco. El único sonido que se oía eran los dulces de Tracey revoloteando y las piezas de ajedrez que ahora parecían estar librando una guerra por todo el suelo de su compartimento. Daphne y Theo intercambiaban miradas cada pocos segundos y Harry fingía que no los notaba.

 

Una voz robótica anuncio su llegada a la estación 9 ¾ y todos comenzaron a guardar las cosas que habían sacado de sus baúles en las casi seis horas. Tracey se dio por vencida después de intentar atrapar a sus cucarachas y en su lugar aplastar a varias de ellas. Se necesito del trabajo en equipo de Millie, Theo, Blaise y Sala para poder guardar el juego de ajedrez. Daphne se mantuvo sentada con dignidad en su asiento juzgando a todos con la mirada.

“Tienes una mancha de tinta en la barbilla.”

“¿Qué?” Harry se froto la barbilla frenéticamente, la risita de Tuch quien se encontraba escondida en su típica bufanda de estrellas lo hizo fruncir el ceño. “No es gracioso Daphne.”

Las comisuras de la boca de la chica se elevaron.

Millie se dejó caer en su asiento con fuerza, Pert había encontrado su lugar sobre el baúl de la chica. “¿Van a escribir durante las vacaciones verdad?”

“Claro que sí Millie.” Tracey ya estaba abriendo la puerta de su compartimento pero se detuvo a lanzarle una suave sonrisa a la otra chica, Daphne quien estaba de pie a su lado suspiro con dramatismo.

 

Harry salió de la estación de trenes luciendo como un típico niño de once años. Heka había volado de Hogwarts directo a Grimmauld Place por lo que Harry guardo la jaula dentro de su bolso. Se pidió un taxi y le dio una dirección a dos manzanas de distancia de la casa Black. Cuando pago seguía teniendo una gran cantidad de cambio.

Camino el resto del camino manteniendo los ojos abiertos por si veía a personas sospechosas o animales que no deberían de estar en la zona. Cuando finalmente llego a la casa estaba cansado y un poco congelado, el cambio de clima lo hizo detenerse unos instantes en lo que sus extremidades rígidas se descongelaban.

“El intruso regreso.” La voz de Kreacher resonó en el pasillo, el pequeño elfo lo miraba como si estuviera evaluándolo. Tuch salió de sus escondite siseando amenazas.

“¡Tráelo aquí, Kreacher!” Harry avanzo sin querer que lo regañaran.

Walburga Black lo miro en silencio. Harry trato de no moverse bajo el peso de su mirada.

¿Debería preguntar sobre el Kucios ahora o más tarde?

“Tienes esa expresión en tu rostro.” Harry trato de mantener su rostro neutral al parecer no lo logró porque Stom resoplo. “¡Pregunta!”

“Buenas tardes, Señora Black.” Harry se inclinó ligeramente en una muestra de respeto, no le deseo un buen día porque bueno, estaba muerta pero era la tradición lo que contaba. “Mis compañeros mencionaron algo llamado Kucios, me explicaron que es pero dijeron que la familia Black era devota a algo.”

La madre de Sirius sonrió, la locura Black se reflejaba en sus ojos a pesar de ser solo una pintura.

“Sube a refrescarte tenemos mucho por delante.” Harry no corrió por las escaleras porque según la señora Black eso sería indigno, en su lugar avanzo apresuradamente.

Cuando llego a su habitación suspiro, dejo que Tuch se deslizara por su cuerpo hasta llegar al suelo, su daemonion exploro el lugar mientras Harry avanzaba hasta el baño adjunto. Tomo una ducha rápida y se cambió de ropa por una mucho más elegante que había aparecido en su armario como por arte de magia. Tuch nuevamente se burló de él por tener que usar túnicas medio formales para bajar a cenar con un retrato.

La señora Black frunció el ceño al notar que no se había puesto la corbata pero por lo demás no dijo nada, Harry se había dado cuenta de que de repente había retratos en blanco por toda la casa y miraba a la mujer con cautela.

“Es la hora de cenar del intruso.” Harry siguió a Kreacher hasta el comedor, la elegante mesa de madera de ébano estaba puesta para solo una persona. Era un poco triste pensar en todas las personas que se reunieron ahí mismo en las mismas fechas.

Ahora solo estaba él.

El pan recién horneado era un acompañante delicioso de la sopa de calabaza que al parecer era el primer tiempo. Kreacher tenía la costumbre de servir comidas de tres tiempos y murmuraba planes de venganza en voz baja si quedaba algo de comida en los platos. Estaba por iniciar su segundo plato, pato asado con verduras cuando la señora Black apareció en el marco en blanco que se encontraba al otro lado de la mesa.

Harry controlo el impulso de gritar, en su lugar tomo aire y miro fijamente a la mujer que tenía una sonrisa en su rostro.

“Disfruta tu comida Harry y cuéntame cómo te ha ido en Hogwarts.” Traducción: Cuéntame cómo te va reuniendo poder sin levantar sospechas y más te vale estar haciendo un buen trabajo tramando algo.

Harry termino de masticar un bocado de pato para ganar tiempo antes de tener que hablar. “Hogwarts está bien, la teoría es fácil y las clases prácticas no son tan difíciles como pensaba.” Corto otro pedazo de su comida y la señora Black asintió con la cabeza. “Hubo un ataque en la escuela, un troll lastimo a una alumna-“

“Si, sí. Pobrecita.” La señora Black hizo un gesto con su mano indicándole que pasara a otro tema. Harry apretó los labios con fuerza pero obedeció. “Escuche que le enviaron un aullador a Dumbledore, ¿sabes algo sobre eso?”

Harry tomo otro bocado y considero que decir. La señora Black tenía una forma de enterarse de lo que sucedía en otras partes entonces ¿Qué probabilidades había de que le dijera a alguien más cualquier cosa que le contara?

“Había rumores de que era de padres enojados o de un antiguo amante.” Walburga resoplo.

“El único amante conocido de ese hombre está en la cárcel.” La mujer estudio su reacción, o más bien la falta de ella y continuo. “Pero eso ya lo sabias.”

“Había escuchado los rumores, sí.” No podía decirle que había soñado con eso y que lo había traumado ligeramente.

Terminaron la cena en relativo silencio. Harry le contaba sobre sus amigos, Walburga le preguntaba sobre sus planes para el futuro. Cuando llegó el postre (helado de cereza acida) Harry tenía dolor de cabeza.

“El día de mañana acompañaras a Kreacher a buscar un árbol para quemar durante el Kaledos.” Harry abrió la boca para preguntar pero la señora Black respondió antes. “El Kaledos es similar al Yule, se quema un tronco, se pide por un año de prosperidad y paz. La principal diferencia es que se lee el humo del tronco y otras hiervas esperando tener visiones del futuro.”

Una mueca de tristeza apareció en el rostro de la mujer, su daemonion se acurruco contra su costado como si pudiera darle consuelo a pesar de ser una pintura. “Si hubiera más personas entonces realizaríamos un Aukuras, cantaríamos las Dainas.”

Harry la miraba en silencio sin entender nada, pero había algo en la forma en la que la mujer hablaba. Una reverencia que hizo que a Harry se le pusieran los pelos de punta.

Esa noche Harry soñó con una mujer a la cual solo podía describir como café, ojos, cabello y piel. Todo era del mismo tono. El único color diferente sobre ella era el blanco de sus tatuajes.

Era extraño pero se le hacía conocida de alguna forma, como si la hubiera visto antes en algún lado.

La mujer bailaba y brincaba, sus movimientos eran elegantes y su falda se movía al compás de la música la cual parecía provenir de los árboles y el bosque, las joyas que tenía en el cuello, muñecas y tobillos sonaban con cada movimiento aumentando la sensación de misticismo. Bailó hasta el amanecer que fue cuando Harry despertó sintiéndose como si hubiera dormido semanas.

Le conto sobre su sueño a Tuch mientras se arreglaba para desayunar, la serpiente lo miro a través del espejo. “No quiero saber si sueñas con mujeres Harry.”

“ No fue esa clase de sueño Tuch.”

“Lo que tu digas.”

El desayuno consistió en tostadas, tomates y champiñones asados, salchichas y huevos revueltos. Comparado con la simple avena que el elfo solía hacer cuando llego era una gran diferencia.

“El intruso debe comer para tener fuerzas y poder cortar el tronco.” Fue la respuesta de Kreacher.

¿Cortar el tronco? ¿Esperaban que Harry de 11 años cortara el tronco?

“Es tradición.” Había dicho la señora Black cuando le pregunto, el desayuno estaba terminado por lo que ahora tomaba una taza de té mientras esperaban a que se hiciera más tarde para poder salir. “El menor de la familia (capaz de lanzar magia) es quien corta el tronco. Es una forma de representar el renacimiento y un futuro próspero.”

Los siguientes minutos la mujer en el retrato le enseñó el hechizo correcto para cortar un tronco de tamaño considerable.

“¡Mueve más la muñeca!”

“Levanta más el brazo, el árbol es más grande que tú, si no lo levantas el tronco de Yule solo ardera una hora en lugar de un mes.”

No está de más decir que para cuando partieron Harry estaba tan cansado que no creía poder cortar un árbol gigante, ni siquiera tenía fuerzas para cuestionar porque Kreacher llevaba un cuadro en blanco en sus manos.

 

Debería de haber preguntado.

Walburga Black, incluso muerta era una fuerza para tomar en cuenta.

El bosque donde los había aparecido Kreacher era hermoso con nieve cubriéndolo todo, había una sensación en el aire que indicaba que era un lugar mágico. Harry podía apostar a que los muggles no lo habían descubierto.

“¿Dónde estamos?” Tuch estaba firmemente escondida en uno de sus bolsillos y ni siquiera se quejaba por tener que estar encerrada.

“Estamos en el bosque Generalio Resuma.” La señora Black explico desde el cuadro que llevaba Kreacher, Harry nunca había escuchado el nombre. “Es un bosque que está ubicado en un foco mágico, sobre la unión de 3 corrientes mágicas.”

“¿Corrientes mágicas?” La señora Black resopló.

“No me sorprende que no lo sepas, desde que iba a la escuela habían dejado de enseñar ese tipo de cosas en Hogwarts. La magia está en todos lados, en el aire, en nuestros cuerpos y también en la tierra.” Mientras explicaba Kreacher y él avanzaban con cuidado sobre la nieve. “Esa es la razón por la cual existen las plantas mágicas. La magia se mueve como pequeños ríos y crecen dependiendo de la cantidad de magia que llevan.”

“El bosque prohibido de Hogwarts es así de grande y denso porque se alimenta de la magia que se filtra del castillo. Hogwarts fue construido sobre un foco mágico.” Harry frunció el ceño sin saber que era un foco mágico, la señora Black interpreto bien su silencio porque rápidamente explico. “Cuando varias corrientes de magia se unen se le llama foco mágico.”

Después de eso avanzaron en silencio. El Harry del mundo alfa no había tenido ni idea de la existencia de las corrientes mágicas. ¿Por qué algo que parecía ser tan importante no lo enseñaban en Hogwarts?

“¿Por qué ya no lo enseñan? Es algo que todos deberían de saber.” Se escucho un suave suspiro. Habían alcanzado la línea de árboles pero ninguno parecía tener el tamaño correcto.

“Porque los focos mágicos son los mejores lugares para hacer rituales y los rituales son considerados oscuros por el ministerio.” La señora Black guardo silencio por un par de segundos y después agrego. “Y por eso fueron prohibidos, si descubren a alguien haciendo un ritual es una sentencia segura a Azkaban.”

Harry captó lo que no se dijo. Que la mayoría de los sangre pura habían crecido aprendiendo estos rituales, incluso puede que la misma señora Black haya realizado algunos y todo ese conocimiento se perdió, pero ¿por qué?

Tendría que preguntar en otra ocasión, habían llegado a una zona donde las ramas de los árboles eran tan espesas que filtraban la luz del sol. ¿Existirían más bosques como este?

“El intruso debe de sentir los árboles.” Kreacher le informó. “Sentir su magia.”

Tuch murmuro sobre indicaciones inadecuadas mientras Harry se concentraba en la extraña sensación que había en el aire y que parecía pegarse a su piel cuando se quedaba un rato sin moverse. No notó cuando cerró los ojos ni tampoco cuando comenzó a avanzar al lado de los árboles, cada uno se sentía diferente de la misma forma que había personas que decían que el agua de los ríos sabia diferente a la de los manantiales.

Era como si tuviera un sentido extra, podía sentir el cosquilleo de la magia sobre su piel cada que estaba en un lugar lleno de magia como el Callejón Diagon y Hogwarts pero poder diferenciar la magia de los árboles se sentía diferente. Algunos de ellos parecían casi muertos mientras otros parecían tener menos de diez años.

Avanzó y avanzó, podía escuchar los pasos de Kreacher detrás de él (e incluso sentir su magia). Había algo que parecía llamarlo y se adentró en el bosque siguiendo ese sentimiento.

Se sentía antiguo pero fuerte, era un árbol que tenía años si no siglos por delante. Harry se detuvo frente a él sin saber exactamente qué hacer con la sensación de picazón que parecía enfocarse detrás de sus ojos.

Finalmente no pudo evitarlo y los abrió. Se encontraba frente a un inmenso abeto blanco, un jadeo escapo de sus labios cuando notó las pequeñas líneas que rodeaban el árbol, parecían luces de navidad minúsculas de color azul pálido y fluían desde la base del árbol hasta cada una de las ramas.

“Muy bien hecho Harry.” La voz de la señora Black rompió su concentración y las pequeñas luces desaparecieron. “Ahora como practicamos.”

Harry tomó un par de respiraciones profundas para concentrarse en la tarea que estaba por hacer. Elevó el brazo casi levantándose sobre las puntas de sus pies y antes de lanzar el hechizo le pidió perdón y permiso al árbol.

“Tu vida llegara a su fin pero tu cuerpo alumbrara nuestro futuro.” Murmuro su pequeña plegaria al árbol sintiendo que su nariz había comenzado a doler por el frio. “Atriurus ligno.”

Una luz amarilla como el caramelo quemado impacto el tronco, un par de segundos después se inclinó peligrosamente hacia el frente. Kreacher chasqueo los dedos y el tronco apareció frente a ellos, el resto del árbol también estaba ahí. Harry se llevó la mano al pecho, su corazón latía como loco.

“Pensé que moriría aplastado.” La sonrisa que le dio Kreacher era siniestra.

 

Regresaron a Grimmauld Place y Harry fue directamente a la cocina, Kreacher al parecer se apiado de él porque había chocolate caliente esperándolo. Harry lo tomó y se dirigió a una de las tantas salas de estar que había en la casa. Era obvio que el elfo había limpiado el lugar mientras estuvo en clases. Antes solo la cocina, la biblioteca y un estudio estaban limpios (relativamente) esta vez Harry había notado varias puertas entreabiertas y al asomarse las habitaciones estaban relucientes (no había intentado entrar a ninguna después de casi perder un ojo al asomarse).

Tuch en algún momento había salido de su bolsillo y ahora se calentaba cerca del fuego, Harry se terminó su chocolate caliente mientras pensaba en la mejor forma de conseguir salir de la casa y llegar hasta el Callejón Diagon. Podría pedirle a Kreacher que lo dejara pero era probable que el elfo lo ignorara, tendía a hacerlo si la Señora Black le ordenaba hacer otras cosas y con las celebraciones cerca el elfo estaría ocupado.

El fuego y el chocolate caliente lo adormilaron lo suficiente como para que Harry se quedara dormido donde estaba sin notar a la mujer que lo miraba con una pequeña elevación en sus labios.

 

Kreacher apareció para llevarse la taza sucia y se detuvo a observar al pálido chico por unos segundos para después salir de la sala de estar.

Su ama ya había regresado a su retrato. Desde que se consiguieron más retratos en blanco para que se pudiera mover entre ellos había estado de buen humor.

“El intruso se quedó dormido Ama.”

“Hizo un buen trabajo el día de hoy. Déjalo descansar Kreacher.”

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