
TOCADO POR LOS DIOSES.
Como sociedad siempre ha existido la necesidad de tener una religión, de tener deidades y las comunidades mágicas no eran diferentes en ese sentido. Tenían deidades y tenían fe.
Tenían.
Los dioses contrario a lo que se podría pensar no desaparecen cuando dejan de tener creyentes y aunque eso sucediera los siete grandes dioses de la comunidad mágica de Gran Bretaña están lejos de extinguirse. Son un secreto a voces, un secreto que las familias más antiguas comparten, un secreto que podría enviarlos de por vida a la prisión mágica más despiadada del mundo.
Uno de esos secretos se encontraba en la enfermería del renombrado Hogwarts Colegio de Magia y Hechicería. Sentada al lado de la incómoda camilla del hospital se encontraba la diosa del destino, Hemsut. Considerando todas las opciones que había frente a ella. Sabía que no podía tomar una decisión sola ya que no solo la afectaba a ella, pero tal vez con un buen plan podría convencer a Iahat, diosa del tiempo y la más difícil de sus hermanas.
“¿Has terminado de considerar sus opciones cariño?” La voz de su esposa la conecto con el ahora, pero sus ojos seguían nublados mirando algo que solo ella podía ver.
“La paloma fue domesticada y abandonada.” Pangu, diosa de la realidad y su esposa ya acostumbrada a su parloteo aparentemente sin sentido la ignoro, en su lugar tomo su mano que descansaba sobre el estómago de la chica. Las joyas incrustadas en las manos de la diosa estaban frías al tacto lo que la ayudo a anclarla, un suave apretón en sus dedos le saco una sonrisa. En algún lugar en el castillo una mujer demasiado borracha para ser tomada en serio repitió sus palabras.
La matrona salió de su oficina apretando sus manos con nerviosismo, Pangu la miro sin decir nada dejándola concentrarse, cuando finalmente salió de su ensoñación noto su sonrisa cansada, su cabello de plumas verdes estaba alborotado. Los ojos de la diosa se dirigieron a la forma dormida y vulnerable frente a ella. El Daemonio de la joven estaba acurrucado sobre su corazón esperando que la conexión los ayudara a sanar más rápido, la chica tenía la mitad del rostro cubierto con vendas húmedas en alguna poción, había frascos vacíos en la mesita a su lado y sobre su cabeza brillaba un hechizo de color naranja rojizo indicando su estado delicado. Pero nada más. No había tarjetas, ni ranas de chocolate, ni flores solo dolor y soledad.
La diosa frunció el ceño. Su pesada corona se movió sobre su cabeza.
“Las palomas son sociales después de todo, mantener a una paloma sola reduce su esperanza de vida.”
Su esposa asintió comprendiendo. Apretó una última vez su mano y se puso de pie. La matrona paso justo a su lado sin notarlo y al llegar a la puerta la diosa desapareció.
“Vive paloma, vive y demuestra que lo vales.”
ºxº
Harry se dio cuenta que Hermione Granger tardo dos semanas en regresar a clases y cuando lo hizo estaba extremadamente pálida y parecía que le costaba caminar, su paloma Bee no se separaba de ella en absoluto y miraba con nerviosismo a su alrededor. Ahora estaba más callada y cuando Draco Malfoy hizo una broma sobre como debieron de traer al Troll antes Harry tuvo que ser detenido físicamente por Blaise y Theo para no romperle la nariz al rubio frente a todos en el Gran Comedor.
Que Malfoy comenzara a utilizar ropa de invierno y pareciera estremecerse cada que abría la boca no era asunto de Harry. Y si lo era no era consiente de eso.
Lo único bueno que salió del ataque del Troll fue que Hermione comenzó una amistad tentativa con Neville. Se les podía ver trabajando juntos en herbología donde la chica tomaba notas de todo lo que murmuraba el pobre Neville y después lo arrastraba a la biblioteca para atormentarlo con libros de pociones y plantas mágicas. Harry no sabía lo que estaban haciendo, pero habían dejado de tener problemas en la clase de pociones.
Por otro lado, Harry tenía un dilema. La piedra filosofal.
Sabía dónde estaba, sabia como pasar los obstáculos (si es que eran los mismos que en el mundo Alfa) pero no sabía qué hacer. ¿Debería robar la piedra? Tuch pensaba que sí. ¿Debería dejar que las cosas siguieran su curso? Harry lo había considerado todas las noches desde el ataque del Troll por lo que sus horas de sueño eran prácticamente inexistentes.
“Solo roba la piedra y deja de preocuparte por eso.” Fue la sencilla respuesta de Tuch.
“¿Y dónde la escondería Tuch? Aparte ¿para que la quiero?” Su serpiente lo había mirado como si fuera estúpido mientras se estiraba sobre su estómago.
“Tienes una casa dentro de una mochila.” Harry se sonrojo levemente pues no lo había considerado. “Y podrías utilizarla después, dijiste que sus dueños son personas importantes. Que estén en deuda contigo puede ser bueno.”
Harry tarareo, ese sería un buen plan.
Y retrasaría a Voldemort un año.
Si Voldemort lograba robar la piedra regresaría antes y el desastre de su regreso lo acompañaría. Harry no estaba listo para eso, tenía varias cosas que hacer. Había tanto por aprender, Harry quería hacer algo con su vida más que simplemente sobrevivir y la comunidad mágica en su conjunto no estaba preparada para enfrentarse a los muggles no importa lo superiores que pensaran que fueran.
Su lista mental estaba un poco cargada en este momento y contrario a lo que Tuch decía Harry no creía que fuera justo delegar sus problemas en los demás.
Había necesitado pedir más diarios encantados (había encontrado una linda tienda llamada Secreto Perfecto que vendía diarios para todo tipo de propósitos) ahora tenía dos de color rojo con los recuerdos de su vida pasada, cada que recordaba algo o cada que le surgía una pregunta lo agregaba. Harry agradecía por el hechizo que le había obligado a agregar Tuch que organizaría por temas lo que escribiera y le mostraría un índice para que identificara todo más rápido.
Un diario plateado era para sus investigaciones sobre familias y magias familiares. Hasta el momento solo tenía lo que había encontrado en libros y lo que habían dicho Theo y Daphne.
Por último el diario negro y el que tenía tantas guardas de seguridad que era incluso sorprendente que Harry pudiera abrirlo (su primera carta había regresado sin respuesta cuando pregunto por guardas de sangre y de magia pero 15 galeones después recibió el diario tal como lo quería) era para su plan imposible de esconder al mundo mágico de los muggles.
Hasta ahora estaba vacío.
¿Debería hacerse amigo de Hermione solo para no tener que investigar tanto? No, eso sería cruel.
Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que la clase de herbología había terminado hasta que Tracey tuvo que sacar sus manos de la maceta en la que estaba trabajando. Se sonrojo levemente y Tuch se burló en voz baja de él a pesar de que su tono de voz era tenso.
Iban de regreso al castillo con Blaise delante de ellos y Sala pasando entre sus piernas como un juego. Daphne y Theo iban en la retaguardia susurrando entre ellos, Tracey comenzó a hablar después de lanzarle una mirada preocupada a Millie.
“Estaba pensando que podríamos intentar convertirnos en animagos.”
Harry se detuvo provocando que su pequeña caravana lo siguiera y la miro fijamente tratando de adivinar si estaba bromeando o no, Drovu estaba sobre su hombro tratando de parecer más grande, por si acaso agrego. “Somos muy jóvenes y no tenemos alguien que haga la poción por nosotros.”
Tracey frunció el ceño confundida. “Pensé que quieras convertirte en animago, estuviste investigando sobre eso por días.”
“Tal vez más adelante.” Cuando vio que la chica estaba a punto de abrir la boca agrego. “La transfiguración humana es peligrosa.”
Reprimió un escalofrió al recordar su pequeño e inofensivo intento de volar. Intentarlo siendo tan jóvenes e inexpertos era peligroso.
Tracey acepto a regañadientes, su Daemonion lo miró fijamente y después se inclinó para susurrarle algo al oído. Comenzaron a caminar nuevamente, tenían clase de encantamientos por lo que tuvieron que apurar su paso para no llegar tarde. Estaban doblando una esquina cuando Millie pregunto.
“¿Entonces por qué pareces tan preocupado?” Blaise resoplo, tal vez por la falta de sutileza de la chica al hacer la pregunta.
“No estoy preocupado.” Blaise resoplo con más fuerza y después se quejó. Daphne probablemente le había lanzado un hechizo punzante.
“Harry, Tracy tuvo que sacar tus brazos de una maceta.” Por su tono de voz Harry sabía que la rubia tenía la nariz arrugada delicadamente. “Tienes algo en mente.”
Suspiro sin poder evitarlo. ¿Tal vez podría pedirles su opinión sin contarles todo? Tuch presiono suavemente sus costillas , era su manera de darle ánimos.
“Les contare en la biblioteca.” Afortunadamente para él en el mundo Alfa podía lanzar el hechizo muffliato a la perfección.
ºxº
Todos se habían acomodado en su mesa, aquella que incluso otros alumnos habían comenzado a dejar vacía. Estaba cerca de una ventana con vistas al lago y detrás de un par de estantes que hablaban sobre familias extintas por lo que nadie se aventuraba a acercarse.
Daphne había dejado a Arus frente a ella para que analizara en silencio al resto de su pequeño grupo, ella como siempre se encontraba a la derecha de Harry con Theodore a su derecha pero esta vez no susurraban entre ellos sobre teorías conspirativas sobre familias muertas, su atención estaba fija en Harry quien saco su extraña varita e hizo un círculo completo provocando que un extraño silencio cayera sobre ellos.
Así era el chico al cual había decidido seguir, extraño pero no excéntrico ni perdido en ilusiones imposibles de alcanzar. Daphne frunció levemente el ceño por el curso que habían tomado sus pensamientos.
Miro a su alrededor y asintió para sus adentros cuando nadie pareció notar nada. Harry espero unos segundos y saco un pequeño libro color rojo, ¿era un diario? y lo abrió después de lanzarle lo que pareció ser una ráfaga de magia que la hizo estremecer, era helada y poderosa.
Daphne compartió una mirada con Tracy, ¿Por qué Harry Potter tenía un diario que necesitaba tanta seguridad?¿Que escribía en el?
“Bien entonces.” El chico se aclaró la garganta y pareció buscar algo en las páginas. Daphne no intento leerlo, seria indigno pero podía notar como Tracy se removía ligeramente, un extraño siseo salió de la bufanda de estrellas que llevaba Harry y la chica se quedó quieta.
Blaise miro fijamente a un Theo que sonreía como si hubiera ganado algo, Nova se acomodaba sus plumas con elegancia.
Daphne sabia de su pequeña apuesta sobre el Daemonion de Harry y pensaba que era de mal gusto, si Harry mantenía a Tuch escondida debía tener una buena razón.
“Hay algo que ha estado rondando en mi cabeza desde algún tiempo.” Desde el ataque a esa chica hija de muggles, Daphne lo había notado. “Hay algo que..”
Pareció no saber cómo ponerlo en palabras porque se quedó ahí con el ceño fruncido mirando a la nada. La dura voz de su familiar le susurro algo lo suficientemente bajo como para que Daphne pudiera oírlo pero al parecer Arus si lo hizo porque parpadeo lentamente, su señal para indicarle que hablarían más tarde.
“Hay un objeto.” Comenzó de nuevo. “El objeto por sí solo no es peligroso, lo que quieren hacer con el si lo es y quiero robarlo.” Tracey abrió la boca sin tapujos.
Al final fue Millie quien logro salir del shock más rápido que los demás. “¿Es seguro hacerlo?”
No era la pregunta que esperaba al parecer, Harry parpadeo un par de veces y asintió sin mucha convicción. “No estoy completamente seguro pero creo que puedo robarlo.”
Daphne lo considero con cuidado. Había un objeto en la escuela que Harry Potter quería robar, un objeto que de alguna forma estaba relacionado con el ataque de Troll ya que el comportamiento de Harry había comenzado a cambiar después de eso. Eso quería decir que alguien más quería robar el objeto, un adulto quería robar el objeto y Harry Potter esperaba (y afirmaba) poder lograrlo antes que él.
¿Qué clase de objeto seria y por qué se arriesgaría tanto por obtenerlo?
“Si robas este objeto, ¿Qué obtienes a cambio?” Daphne esperaba que fuera algo importante y no lo estuviera haciendo solo por esa chica.
Hubo más murmullos agresivos de Tuch y más parpadeos lentos de Arus antes de Harry respondiera.
“Primero, sus dueños me deberían un favor.” Era un buen motivo pero desde su punto de vista no era suficiente para arriesgarse. “Y evitaría que un mago poderoso la tuviera en sus manos.”
Todos lo consideraron en silencio. ¿Qué cosa podría ser tan importante que valiera la pena obtener un favor de sus dueños y para que tres magos poderosos la desearan? Eso incluía a Harry en su opinión, el chico había demostrado tener conocimientos (al menos teóricos) muy adelantados para su edad.
Se pareció llegar a una conclusión y todos la miraron para que hablara primero. Parecía ser que Harry no lo había notado pero todos en la camara tenian un rol que cumplir, él era el líder y Daphne su mano derecha. Como hasta el momento no tenian consejero recaía en ella darle consejos a Harry.
“Si los riesgos no son mayores que los beneficios no veo porque no deberías robarla.”
Tracey asintió. “Igual deberías decirnos cuando planeas robarla.” Harry abrió la boca para interrumpirla pero Tracey se apresuró. “No te acompañaremos si no quieres pero queremos saber.”
“También queremos saber si tienes éxito.” Blaise agrego recibiendo una mirada indignada de Theo por robarle su turno para hablar.
Harry pareció reacio ante la idea de contarles tanto pero al final asintió. Saco una pequeña agenda y reviso lo que había anotado. Esta vez Tracey no trato de espiar.
“Creo que sería bueno hacerlo esta noche.” Blaise se atraganto y Daphne lo miro con ojos agudos. “Es viernes y no tendría que preocuparme por no dormir.”
“Harry llevas semanas sin dormir bien.” Tuch lo interrumpió y Harry la ignoro, pero sus orejas estaban rojas.
Esa misma noche cuando Harry estaba vagando por el castillo buscando lo que sea que fuera a robar Daphne, Tracey y Millie se reunieron en la cama de la primera a contar sus descubrimientos.
“El diario de Harry está encantado, no pude leer lo que decía.” Tracey había terminado de colocar una barrera en las cortinas. Pansy era la única que no estaba en la camara pero no querían que las escuchara hablar por error. Daphne apretó los labios para evitar comentar en lo indigno que había sido el comportamiento de la chica.
“Arus menciono que hablaban de una piedra.” Su tortuga asintió con la cabeza y el ave de Tracey que se encontraba en su caparazón grazno.
“¿Por qué Harry querría robar una piedra?” Millie las miro en busca de respuestas y Tracey se encogió de hombros.
“Considerando todo lo que dijo puede que tenga una idea.” Espero hasta que ambas chicas y sus Daemonions la miraran fijamente para continuar. “Creo que se trata de la piedra filosofal.”
Millie inhalo con fuerza y Tracey tenía la boca abierta una vez más.
“¿La piedra filosofal?” Le preguntó en un susurro mientras miraba a su alrededor como si no acabara de colocar una barrera para evitar ser escuchadas ella misma. “¿La piedra filosofal está aquí en Hogwarts?”
“No estoy segura pero sus dueños; los Flamel son poderosos, que Harry tenga una deuda de ellos sería bueno.”
“¿Quién querría robar la piedra filosofal?” Millie interrumpió con el rostro pálido.
Ninguna tenía una respuesta para eso por lo que en su lugar continuaron hablando de sus investigaciones privadas. Daphne les conto sobre las familias que habían descubierto (de fuentes confiables) que tenian magias en específico. Hasta ahora la más obvia era la Familia Black con los metamorfomagos y la Prewett (ahora Weasley) con su magia de gemelos. Por la forma en la que las dos chicas huían de su mirada no eran las únicas familias con magias secretas.
Theo quería agregar a los Lovegood alegando que tenian un don de alguna forma y a los Ollivander por hacer varitas pero Daphne no estaba segura de que fueran dones reales por lo que estaban en un tregua incomoda en donde Theo buscaba pruebas y Daphne buscaba más familias en fuentes confiables. No ayudaba para nada que la familia Greengrass le guardara rencor a los Lovegood por la muerte de Pandora Lovegood nee Greengrass.
Al final Pert el pequeño ratón de Millie les tuvo que recordar que tenian que dormir y cuando la chica lanzo un tempus eran casi las dos de la mañana. A regañadientes cada una se fue a su cama y pronto el sonido de respiraciones pausadas era todo lo que se escuchaba.
En uno de los cómodos sillones que había en la habitación se encontraba una mujer pelirroja con un maravilloso vestido azul que parecía brillar y mantenerse unido gracias a la magia, la luz iluminaba los pequeños cristales que tenía en el cabello creando un extraño resplandor. Tenía una sonrisa suave en su rostro y movía su mano como si estuviera acariciando un cachorro.
“No pensé en encontrarte aquí Renet.” Una voz femenina la saco de sus pensamientos. La diosa de la magia se giró y su sonrisa creció al ver a su traviesa hermana.
“Hemsut, que agradable sorpresa.” Recibió una mirada desagradable lo que hizo que su sonrisa creciera aún más. “Estaba a punto de irme, lo juro.”
“¿Y no planeabas intervenir en el espectro humano antes de irte?”
“No menos que tu al parecer.” Ambas diosas se miraron fijamente por unos segundos. El dorado chocando contra el morado.
Eran las que más se parecían a su padre Hundkuk dios del caos. Hemsut se quejaba sobre Renet afectando el destino de las personas con su magia pero al mismo tiempo intervenía en los planes del resto de los dioses y alegaba que era el destino.
“Solo una pista, es lo que puede soportar el destino.” Renet aplaudió. Ambas se miraron cuando sintieron a su chico elegido robar la piedra, cambiando sin saberlo el destino de la magia.
La diosa del brillante vestido azul se inclinó sobre la chica del cabello color chocolate, su elegante ave miná descansaba sobre su pecho y se elevaba con cada respiración. Acaricio un mechón de su cabello dejando que su magia lo impregnara.
Mañana sería un nuevo día. Nacería nueva magia y nuevas ideas.