CICATRIZ DE RAYO.

La casa de Slytherin al menos el primer año estaba sumido en caos. Tuch lo culpaba.

El miércoles en la mañana todos habían seguido a los prefectos desde la sala común hasta el Gran Comedor, habían recibido su horario y habían ido a clase. El sufrimiento de Harry aumentaba con cada minuto que pasaba ya que gracias a sus sueños tenía los suficientes conocimientos teóricos como para no necesitar repasarlos durante toda una semana.

Tener que recibir miradas de traición y odio por parte de los Gryffindor tan temprano en la mañana no era como planeaba iniciar su semana.

Su primera clase de transfiguración lo había decepcionado, ni siquiera ver un animago en vivo cambio ese hecho. La profesora McGonagall lo miraba con una extraña expresión de decepción y a pesar de que fue el primero en convertir una cerilla en una aguja solo recibió dos puntos.

Incluso su coyote, Liab como ella lo presento, lo miraba fijamente.

Pociones fue un fracaso, pero Harry ya lo esperaba Snape repartió preguntas imposibles al aire y luego lo miro con desconfianza cuando las respondió correctamente. Draco Malfoy unos asientos más adelante tenía la misma expresión.

La poción que Snape les dejo preparar, la poción hinchadora tenía el color esperado y era todo gracias a sus sueños. El otro Harry con el tiempo aprendió que había una diferencia entre cortar en cubos y cortar en rodajas después de todo.

Cuando la poción de Neville se desbordo y sus manos comenzaron a hincharse Snape le grito a Hermione quien se había sentado junto a él.

“… demasiado ansiosa por responder preguntas, dígame, señorita Granger ¿Por qué no le advirtió al señor Longbottom que el jugo de jengibre se agrega después de la orquídea molida y no antes?"

La pobre chica estaba a punto de llorar, su paloma revoloteaba sin saber que hacer, las manos de Neville ya tenían el tamaño de pequeñas calabazas y Cora chillaba frenéticamente. Era un desastre.

“Cinco puntos menos por su incompetencia.” Hermione sollozo. “Y acompañe al señor Longbottom a la enfermería.”

Ambos salieron viéndose miserables, sus Daemonions los acompañaban tratando de tranquilizar a sus respectivos humanos. Harry miro nerviosamente a Daphne Greengrass, pero la chica parecía tener todo bajo control incluso si su daemonion estaba firmemente escondido dentro de su caparazón.

Al final de la clase Snape miro con disgusto su muestra, pero la acepto sin hacer comentarios.

“De tarea.” La mitad de la clase se quejó. “Veinte centímetros sobre la importancia de seguir los pasos en la elaboración de pociones.”

Cuando salieron del deprimente salón Daphne Greengrass se mantuvo a su lado y con ella vino Tracey Davis.

Malfoy había tratado de burlarse de él en uno de los pasillos, el cuerpo estudiantil oliendo la sangre en el agua se había quedado en silencio esperando.

“Es tu primer día y ya tienes dos novias Potter.” El rubio ataco. Los labios de la Heredera Greengrass estaban juntos en una apretada línea, Arus su tortuga la cual se encontraba sobre su libro de pociones volvió a esconderse en su caparazón.

Tracey estaba tratando de esconderse detrás de ella. Su ave acomodada en su hombro tratando de parecer más pequeña.

Harry supo que tenía que intervenir, no solo lo estaban rebajándolo a él sino también a las primeras personas que se pusieron abiertamente de su lado.

“Sería un honor que la Heredera Greengrass me considerara digno de cortejarla” Comenzó y una sonrisa apareció en sus labios cuando el rostro de Malfoy comenzó a decaer. “Desafortunadamente no está en mis planes establecer un contrato de matrimonio por ahora.”

Había utilizado un tono de voz que denotaba cuanto lo aburria tener que responder los intentos de humillación de un niño y por el rostro de Malfoy que había pasado de un saludable pálido a un alarmante rojo se había dado cuenta, el gato a su lado tenía el pelaje erizado.

Se habían ido antes de que pudiera pensar en una respuesta y cuando llegaron al Gran Comedor a almorzar Daphne Greengrass le permitió llamarla por su nombre, Arus incluso se mantuvo fuera de su caparazón, Drovu el ave de Tracey se había acomodado sobre este. Ninguna hizo comentarios sobre su falta de Daemonio.

¿Eso los hacía amigos? Era una pregunta complicada, hacer amigos en Slytherin, verdaderos amigos era complicado. Siempre existía la posibilidad de que solo te estuvieran utilizando. Harry decidió no pensar en eso.

Eso no significaba que confiara plenamente en ellas.

Harry nunca se había detenido a pensar en el resto de sus compañeros de cuarto. Sabía que la mayoría de ellos eran hijos de mortifagos y era la principal razón por la que llevaba su baúl con él, era mejor prevenir que lamentar. Era un poco complicado no pensar en ellos cuando Malfoy y su gato seguían lanzándole miradas fulminantes y Nott lo miraba como si fuera un problema de aritmancia especialmente difícil.

El más fácil de llevar era Zabini, ambos se evitaban mutuamente y actuaban como si no se hubieran conocido en el barco, Sala por otro lado solía mirarlo y parpadear lentamente.
Harry nunca lo menciono.

Las clases no mejoraron, por el contrario. Harry lucho valientemente contra el sueño durante historia de la magia, había decidido aprovechar la hora libre por lo que se encontraba leyendo Magia en la Historia, la magia de las casas, Daphne seguía mirándolo de reojo y parecía querer decir algo. Se contuvo, era una dama de pocas palabras.

Harry creía que el mundo mágico le había hecho algo a Voluspa Lovegood, no había otra explicación. En su libro contaba sin tabúes sus teorías cada una más escandalosa que la anterior sobre las familias mágicas y el origen de sus magias, al parecer la Casa Burke tenía una magia especial que tenía que ver con los secretos. ¿robaban secretos?¿veían secretos? Voluspa no lo sabía, pero la longevidad de tal familia probablemente se debía a eso.

Harry ni siquiera se dio cuenta del tartamudeo de Quirrell, su mente estaba distraída en lo que eso podía significar. ¿Tenían los Potter magia familiar? Probablemente sí, pero en sus sueños no se mencionaba nada de eso.

Mas tarde cuando el pequeño grupo fue a la biblioteca a hacer su tarea de Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras, Harry se dedicó a investigar. Ya había terminado su tarea de pociones y no tenían defensa hasta el martes de la próxima semana. Con pergamino en mano camino entre los estantes tratando de encontrar libros que mencionaran los regalos de la casa Draiocht.

Al final se decidió por dos libros; Animagos y Animales: para el animago moderno y Siente la magia: guía para principiantes.

“¿Por qué estas buscando libros sobre Animagos y magia?” Una voz lo hizo saltar en su lugar. Tuch murmuro enojada sobre no poder protegerlo estando escondida.

Theodore Nott lo miraba fijamente y Harry casi resoplo. Que su Daemonion tomara forma de cuervo tenía que ser a propósito, ambos tenían la misma mirada calculadora detrás de esos conocedores ojos negros brillantes.

“Estamos en una escuela de magia y nuestra profesora de transformaciones se convirtió en un gato.” Harry trato de explicar.

Nott lo miro sin decir nada, parecía no creerle. Y como no era su problema Harry simplemente se encogió de hombros y regreso a su mesa.

Daphne parpadeo al ver los títulos que tenía.

“¿Ya terminaste la tarea de pociones Harry?” Tracey tenía un gran pergamino en sus manos. Harry asintió.
“¿Te importaría revisar mi ensayo?”

La chica lo miro esperanzada y Harry supuso que una ojeada rápida no estaría de más. Nott se sentó en la mesa junto a ellos y pareció tener una competencia de miradas con Daphne.

“El ejemplo que pusiste aquí está mal.” Harry señalo y Tracey suspiro con frustración. “El geranio colmilludo se agrega hasta el final para que el efecto de la poción de odio sea más fuerte y dure más tiempo no porque reaccione mal a la tármica.”

“Gracias Harry.” La chica no parecía muy agradecida.

“Te dije que le preguntaras antes de agregar ese ejemplo, ahora tienes que hacerlo todo de nuevo.” Drovu se quejó.

Harry sonrió con diversión.

Media hora después ya no sonreía, en cambio suspiro con cansancio mientras dejaba caer su cabeza contra la mesa.

“Apuesto a que esa librería si tendría respuestas.” Refunfuño Tuch desde su escondite. Harry estuvo de acuerdo.

Daphne rompió el silencio. “¿Estas buscando magias familiares?”

Nott levanto la mirada del libro que tenía frente a él. Sutil.

“Algo así.” Guardo silencio unos minutos tratando de pensar en cómo explicar lo que buscaba, decidió no poner todas sus cartas sobre la mesa. “Me preguntaba si una persona puede tener más de una forma animaga.”

La rubia parpadeo, su Daemonion miraba a Harry como si fuera estúpido. Nott dejo de fingir que no estaba escuchando.

“Solo los tocados por la magia pueden hacerlo Potter.” El chico explico.

Harry frunció el ceño. ¿Cómo sabia alguien que había sido tocado por la magia?

Cabello rojo y vestido azul.

Harry frunció más el ceño.

“Son solo historias Harry.” Daphne le lanzo una mirada helada al chico.

“Es real, Merlín y Morgana tenían más de una forma animaga.” Eso llamo la atención de Harry.

Daphne apretó los labios, pero no dijo nada, Nott lo vio como una oportunidad para seguir hablando.

“La forma animaga principal de Morgana era un cuervo.” Señalo al cuervo a su lado que se acicalaba con orgullo. “Pero hay registros históricos en donde se cuenta que podía tomar forma de serpiente. Merlín por otro lado tenía forma de tigre y de águila.”

Harry parpadeo tratando de darle sentido a la nueva información. ¿Tal vez el máximo de Animagos era dos?

“… por eso el escudo de su Casa es la quimera-“

“¿Qué?” Harry interrumpió habiéndose perdido el resta de la explicación.

“¿Escudo de su Casa?¿Morgana y Merlín eran hermanos?” Tracey tenía una mancha de tinta en la barbilla. Su ensayo olvidado.

“Morgana y Arthur Pendragon eran medios hermanos.” Daphne intervino.

“Hay rumores.” Comenzó Nott. Daphne hizo algo muy impropio, ella resoplo. “De una casa creada por la magia misma, su escudo era una quimera.”

La cabeza de Harry daba vueltas.

“¿Por qué una quimera?”

“Al parecer Merlín y Morgana no solo tenían dos formas animagas, sino que también podían realizar una media transformación.” Tracey miro a Nott con incredulidad. El chico se defendió. “Eso dicen los libros.”

“Pero una Casa creada por la magia misma.” Daphne olisqueo. “Eso es imposible.”

“Voluspa Lovegood parece pensar que la magia está viva.” Harry se apresuró a agregar.

“Los Lovegood están locos.” Daphne tenía una mueca de desprecio en su hermoso rostro. “No puedo creer que estuvieras leyendo ese libro en Historia de la Magia.”

“Yo que tú me mantendría alejada de los Burke Daphne, al parecer pueden ver secretos.”

Por segunda vez en el día Daphne Greengrass resoplo.

Theodore Nott decidió sentarse al lado izquierdo de Harry durante el desayuno, Daphne estaba a su derecha y Tracey frente a él. Y como todo de lo que hacían los Slytherin tenía un significado oculto Draco Malfoy quien se encontraba un par de asientos más abajo se sonrojo furioso.

“¿Cómo se atreve?” Su elegante gato gris siseaba enojado.

Zabini los miro con una ceja elevada pero no se movió de su lugar al lado de una Pansy Parkinson que los miraba indignada, su Daemonion gruñía en su dirección. Por la intensa mirada que le daba Sala a su humano estaba a nada de morderlo. Crabbe y Goyle no sabían si comer su desayuno o parecer amenazantes y la pobre de Millicent miraba de Draco a Harry con nerviosismo, el pequeño ratón frente a ella se estremecía cada que el perro de Pansy gruñía.

Los Slytherin mayores miraban con interés a los de primer año.

Era viernes, eso significaba que la jerarquía de los de primer año ya debía estar establecida y Nott al sentarse a su lado acababa de poner en peligro el liderazgo de Malfoy. Si para la cena nadie desertaba del lado de Malfoy este obtendría el liderazgo de su año.

Las clases estaban más tensas de lo normal y ya que compartían la mayoría de sus clases con los Gryffindor quienes le seguían lanzando miradas de traición Harry sentía que caminaba por un campo minado.

Al parecer Malfoy tenía algo que demostrar ya que cuando Harry fue a recoger los ingredientes necesarios para la poción de la memoria que Snape les había dejado preparar le cerro el camino casi provocando que se le cayera el pie de león en conserva.

“Tenga cuidado señor Potter, en mi salón de clases no tiene permitido derrochar como seguramente está acostumbrado.”

Algunos Gryffindor se rieron, Malfoy sonrió complacido, su gato se acicalaba tratando de verse elegante.

La clase siguió sin problemas con Snape respirando en la nuca de los que eran lo suficientemente tontos como para mostrar debilidad. Harry se preguntó por un momento como es que su Daemonion no era un sabueso.

“Es demasiado tierno y no encaja con él.” Murmuro. Daphne lo miro de reojo.

Percibiendo que hablaban de él Snape se abalanzó a su mesa de trabajo con una mueca en su feo rostro.

“Señorita Greengrass deje que el señor Potter participe en la creación de la poción.” Daphne apretó los labios y dejo que Harry agregara el jugo de bulbo rebotador sin problemas. Snape resoplo y se fue a molestar al Weasley más joven.

Afortunadamente para todos nadie necesito visitar la enfermería. Las manos de Neville temblaban cada que se acercaba al caldero y el daimonion de Hermione parecía más un halcón que una paloma.

“Para la próxima semana” Neville se estremeció cuando el profesor le entrego su tarea. “Quiero veinte centímetros en donde expliquen como el cuidado de la Mimbulus Mimbletonia afecta su uso en las pociones.”

El ensayo de Harry recibió una nota Insatisfactoria.

En la clase de vuelo Tracey se acomodó al lado de una muy confundida y nerviosa Millicent, Nott ocupo su lugar a regañadientes al lado de Zabini el cual no dejaba de mirarlo con diversión. Draco miraba a ambos con el ceño fruncido y el rostro sonrojado por la ira, pero no había mucho que pudiera hacer ya que Madame Hooch les había ordenado que se acomodaran al lado de una escoba.

“Cuando les indique tienen que llamar a sus escobas diciendo arriba.” Indico. “¡Ahora!”

Un coro de niños llamando a sus escobas resonó por el lugar, su escoba llego a su mano con un pequeño temblor, hubo alumnos que no lo lograron Millicent Bulstrode estaba entre ellos. Su mano temblaba levemente, Tracey se inclinó y le susurro algo al oído. Bulstrode le dio una sonrisa temblorosa.

Harry miro a Daphne, tenía una escoba en su mano y el fantasma de una sonrisa adornaba sus labios. Lo volteo a ver y con su mirada helada lo desafío a decir algo. Harry sabiamente cambio su atención a las instrucciones de Madame Hooch.

La clase termino con el pobre de Neville viajando a la enfermería.

“Dos veces en la primera semana.” Nott murmuro mientras veía como Madame Hooch salía con el chico. “Muchos dicen que su magia es… inestable.”

Harry frunció el ceño y trato de recordar todo lo que sabia del chico gracias a sus sueños.

En el mundo Alfa Neville había llegado a ser un mago reconocido. Obtuvo una maestría en Herbología y había descubierto nuevos usos para varias plantas, su ferocidad había sido tal que cuando finalmente murió a los 112 años convirtió parte de Londres en un bosque destruyendo las oficinas de una organización que experimentaba con seres mágicos. Por más que lo intentaron el bosque había sido indestructible.

¿Por qué el Neville de este mundo tenía problemas con su magia?

Lo añadió a su lista mental de cosas por revisar.

Esa tarde Bulstrode y Zabini aparecieron en la biblioteca.

“¿Qué saben sobre animagos y magia?” Nott miro a ambos con una sonrisa.

“Y pociones.” Agrego Tracey.