CICATRIZ DE RAYO.

Harry Potter - J. K. Rowling His Dark Materials - Philip Pullman
G
CICATRIZ DE RAYO.
Summary
Harry Potter recordaba haber muerto rodeado de sus familiares y los pocos amigos que aun seguían vivos.Entonces, ¿Por qué estaba arrodillado en una habitación vacía frente a un grupo de seres extraños que gritaban sobre líneas del tiempo, destino y magia? ¿Y que es eso de salvar al mundo mágico?
Note
Se que no es un titulo muy innovador pero no sabía cual ponerle y al guardarlo mientras escribía decidí poner ese y simplemente se quedó. Debo aclarar que no habrá parejas hasta mínimo tercer grado.Bienvenidos a este fic que a sido francamente todo un viaje, espero que lo disfruten como yo disfrute escribiéndolo.ACTUALIZACIONES TODOS LOS VIERNES.
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TOMANDO FORMA.

Finalmente había sucedido, dos semanas antes de su cumpleaños número once Tuchronny (puedes llamarme Tuch, Harry) había adoptado su forma final.

El día había ido relativamente bien, la señorita Manes no lo regaño por copiar cuando entrego su tarea y solo hizo un comentario sobre su cabello largo, pero Harry le tenía demasiado cariño por lo que no quería cortarlo (también ayudaba que tapara su cicatriz un poco). Durante el almuerzo se había escondido en la biblioteca leyendo todo lo que podía sobre política, sabía que la política del mundo mágico era diferente pero algunas ideas y conceptos eran los mismos. Debió de haber sospechado cuando la bibliotecaria la señorita Lerto le dio un dulce, ella siempre los regañaba por comer en la biblioteca. Era muy estricta con el cuidado de los libros.

El camino a casa fue agradable, Dudley iba a pasar la tarde en casa de uno de sus amigos jugando video juegos, la madre del niño los había recogido a todos por lo que no había nadie que lo molestara durante su trayecto.

Todo iba demasiado bien y esa debió de haber sido la señal de que algo iba a salir terriblemente mal.

Una vez en casa Tía Petunia la mujer lo había puesto a preparar la cena, preparo un pastel de carne que no se quemó y cuando termino fue enviado a deshierbar el jardín ya que al parecer su Tía quería disfrutar de un tiempo a solas sin Dudley y el Tío Vernon, a Harry se le había enseñado a no hacer preguntas y no iba a comenzar ahora.

Con Tuch haciendo guardia como de costumbre Harry se puso a practicar mantener el control de su magia. Ahora podía levitar diferentes tipos de objetos (entre más pesaban más se le dificultaba) también podía abrir la puerta de su armario, encender una luz blanca sobre sus manos, así como apagarla. En una ocasión notable el cartero lo había visto levantando un gran montón de tierra, en un momento de pánico Harry se congelo, pero su magia salió de él cómo un látigo y lo siguiente que sabia es que el cartero lo miraba con los ojos ligeramente desenfocados.

“Buen trabajo de pala el que tienes ahí.” Había dicho el hombre después de entregarle el correo.

Harry decidió no comentar nada, pero no volvió a practicar en esa parte del jardín, al parecer era visible desde la calle.

Su control sobre la magia había ido creciendo, pero estaba lejos de ser lo que esperaba entonces cuando lo mandaban a hacer tareas fuera de la casa no discutía, Tuch estaba impresionada ya que el Harry de antes solo podía hacer cosas como esa cuando estaba muy enojado o con miedo. Había sido una experiencia de aprendizaje para ambos.

“¿Puedes volar?” Una linda y pequeña ave blanca revoloteaba a su alrededor.

Harry lo intentó. No paso nada, pero Tuch jura que se elevó unos centímetros del suelo.

“¿Puedes cambiar de forma?” Tuch incito “Podríamos volar juntos si pudieras.”

Ese había sido un día muy estresante, Harry había intentado convertirse en un ave y se vio atrapado más de media hora con un pico donde debería de estar su boca, muchos graznidos y un ataque de pánico después Harry volvió a la normalidad, aunque su voz sonaba extrañamente aguda y cantarina.

La voz severa de una bruja lo reprendía desde el otro mundo. “La transfiguración humana es peligrosa, no lo intenten nunca solos.”

Harry y una pequeña rata se miraron fijamente.

“Nunca hablaremos de eso.” Espeto Tuch.

Harry estuvo de acuerdo.

 

Tío Vernon llego a casa media hora antes de lo esperado, azoto la puerta del carro y abrió la puerta de la casa con tanta fuerza que Harry estaba seguro de que la abollaría, Tuch estaba nerviosa cambiando de animal en animal, cada uno más amenazante que el anterior.

De la mariposa que estaba utilizando para vigilar cambio a un escorpión, después una tarántula, una rana de un amarillo brillante que no había visto nunca, cuando finalmente llego a un pulpo con extraños círculos azules la voz de Tío Vernon resonó desde el interior.

“¡Chico ven aquí!” Harry salto.

Distraídamente se preguntó si los vecinos habían escuchado todo el alboroto.

Sin querer tentar más su suerte, Harry, entro a la casa con cuidado se limpió rápidamente los zapatos rotos en el desgastado tapete y apresuro sus pasos hasta la sala de estar que es donde se encontraba su Tío, tenía un sorprendente color morado en su rostro. Harry podía ver las gotas de saliva salpicar de su boca cada que la abría, Tía Petunia estaba parada a medio camino en las escaleras y llevaba un camisón morado el cual apretaba alrededor de su cuerpo con nerviosismo. Harry podía sentir a Tuch acomodarse dentro de su camiseta haciéndose tan pequeña que tal vez era una hormiga.

“¡Después de todo lo que hice por esa empresa, así es como me pagan!” Los pies de Harry estaban fijos en la entrada de la cocina sin querer llamar la atención sobre sí mismo.

El Tío Vernon siguió farfullando y salpicando saliva por todos lados, de vez en cuando apretaba los puños o hacía grandes gestos. Harry incluso llego a pensar que se había salvado hasta que en medio de su diatriba Tío Vernon se giró y lo miró fijamente.

“Y tu chico” Comenzó. “Todo esto es tu culpa, trayendo problemas a nuestra buena familia.”

Con cada palabra daba un paso en su dirección, su rostro ahora estaba tan morado que era preocupante y sus pequeños ojos negros parecidos a los de un cerdo contenían una ira maniaca.

“No debimos haberte aceptado.” El hombre se detuvo frente a él.

Harry se sentía entumido, sus instintos le gritaban con fuerza que estaba en peligro, pero sabía que si trataba de huir las consecuencias serían peores.

“Ya no podemos permitirnos alimentarte.” Un gordo puño se agito frente a los ojos de Harry. “Debería terminar contigo ahora.”

“¡Vernon!” Tía Petunia chillo. “Sabes que no puedes.”

“¿Y quién va a detenerme?” Y con eso levanto el brazo para golpearlo.

Harry cerro los ojos y se encogió levemente tratando de protegerse, aunque sea un poco pero el golpe nunca llegó, sintió algo enrollarse en su cuello y escucho a Tío Vernon gritar de dolor seguido de Tía Petunia bajando las escaleras con pasos rápidos.

“¡Vernon! ¡Vernon!”

Finalmente abrió los ojos, Tío Vernon estaba tirado en el suelo gritando de dolor y Tía Petunia revoloteaba a su alrededor sin saber que hacer.

¿Qué había pasado?

“¿Qué es lo que le hiciste monstruo?” Tía Petunia lo miraba con terror y con ira.

“Son las consecuencias de sus acciones.” La voz de Tuch vino de alguna parte cerca de su cuello, los ojos de Tía Petunia siguieron el sonido y palideció considerablemente.

“Eres como ellos después de todo.” Negó con la cabeza.

Tío Vernon volvió a gritar y el pequeño momento terminó.

¿Era como quién? ¿La magia realmente existía en este mundo? ¿Ella lo sabía?

Sus preguntas nunca encontraron respuestas Tía Petunia estaba frenética hablando por teléfono y pidiendo una ambulancia, pero considerando las circunstancias del otro mundo no las necesitaba.

“Este lugar ya no es seguro Harry, tenemos que irnos.”

La voz de Tuch lo saco de sus pensamientos y se dirigió a su armario sin dudarlo, todavía estaba confundido sobre lo que había pasado.

¿A dónde iba a ir?

Una vez en su “habitación” sintió algo escamoso moverse por su cuerpo y finalmente pudo ver a Tuchronny, era una serpiente de un bonito gris oscuro casi negro, no podía medir ni un metro siendo todavía muy pequeña. La serpiente (Tuch) saco la lengua levemente.

“¿Está bien?” Sonaba vacilante.

“Eres muy hermosa Tuch.” Harry sonrió y extendió una mano para que ella trepara.

“¿No te molesta que esta sea mi forma final?”

“Acabes de salvar mi vida, no podía importarme menos.” Le recordó, la serpiente parecía extrañamente complacida.

“Vamos, salgamos de aquí.” Ella dijo y Harry se apresuró a buscar sus pocas posesiones.

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