La aventura de Sirius Black

Harry Potter - J. K. Rowling
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La aventura de Sirius Black
Summary
Sirius siempre ha visto la vida como una gran aventura, James fue quien le mostro las maravillas de la vida. Y es Harry por el que su vida tiene sentido. Cuando a Sirius se le presenta la oportunidad de salvar a su querido niño, no duda y la toma.
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El maestro de la muerte

Para la Muerte, la humanidad siempre había sido un dolor de cabeza, lo invocaban siempre con el mismo fin:  querían “acabar con sus enemigos”  y tener “venganza de aquellos que los humillaron” o, en el peor de los casos querían “huir de la muerte”

Sinceramente era agotador tratar con los humanos. Los humanos  eran tan predecibles que la Muerte se cansaba de ellos.

Fue una bendición que de los tomos sobre cómo invocar a la Muerte se perdieran en el tiempo (no es que la Muerte los hubiera destruido; simplemente de manera accidental desaparecieron…) el punto es que después de vivir cientos de años, la muerte estaba aburrida.

 

Todavía recordaba la última vez que se sintió realmente viva (—o tan viva como puede sentirse la Muerte, claro). Los hermanos Peverell, genios maestros en su campo, fueron un respiro. Sus creaciones, su astucia, su habilidad para jugar con lo sobrenatural… La Muerte se divirtió mucho persiguiendo a esos mortales. Aunque fue una pena que su legado se extinguiera tan pronto, lo único bueno era que las reliquias aun existían (la muerte se divertía mucho, viendo a los magos buscándolas sin saber que todo este tiempo estaban en posesión de la muerte)

Después de eso, la vida volvió a su inmutable y aburrida rutina. Su hermana Destiny se encargaba de crear caos en el mundo, y la Muerte, como buen hermano mayor, se encargaba de limpiar sus desastres.

Ser la muerte era aburrido, papeleo y papeleo, anotar cuantas almas se van a renacer y cuales se extinguirán. Además de la tediosa tarea de encargarse de los señores oscuros que surgían… Grindelwald fue un dolor de cabeza. Su ascenso y caída trajeron consigo tantas almas perdidas que la Muerte ni siquiera tuvo tiempo de ir a perseguir el mismo al maldito. Se la pasó recogiendo fragmentos de vidas rotas, y aunque al principio podía ser entretenido ver la desesperación de los mortales al encontrarse con ella, después de 1500 años, la Muerte había perdido completamente el gusto por el proceso.

Finalmente, un respiro llegó cuando Grindelwald fue derrotado. La Muerte no pudo evitar enterarse de que la razón detrás de su caída fue una disputa amorosa (un tanto cliché, si le preguntas). Aunque, claro, quien es el para juzgar si la Muerte nunca ha tenido una amante ni un corazón que pudiera amar, así que no iba a juzgar. Además, en su defenza ser la Muerte no deja mucho espacio para las relaciones personales.

Después de limpiar el desastre dejado por Grindelwald “durante cuarenta años” (uff, lo que daría por tenerlo en sus garras y torturarlo por darle tanto trabajo. Pero el maldito estaba todavía vivo encarcelado y vivo, el desgraciado), pero bueno, cuando al fin la Muerte pensó que podría descansar. Otro Señor Oscuro emergió. ¡Lord Voldemort! Y esa fue la gota que colmó el vaso. La Muerte casi sufrió un infarto. Desesperado, rogó a su hermana Destiny que pusiera fin a este nuevo problema. Pero Destiny tenía otros planes. Un bebé. Ese era el héroe que, según ella, salvaría a todos.

Si la Muerte hubiera sabido que su hermana enviaría a un bebé a hacerle frente al mal, probablemente habría roto todas las reglas y hubiera matado el mismo a Lord Voldemort de una vez. Sin embargo, la Muerte era una deidad de clase, un ser con normas, y decidió esperar para ver qué sucedía. Tal vez el bebé tenía poderes místicos y ….¿disparaba rayos?

Fue una desgracia ver la muerte del señor oscuro, sinceramente la muerte de Voldemort fue… anticlimática. La Muerte no podía evitar sentirlo, pero no dijo nada. La muerte no se quejaría, para nada, si podía tener a este señor oscuro en sus manos. Ni un pío, diría.

No obstante, su enojo fue descomunal al enterarse de que Voldemort había logrado engañarla. ¡¿Cómo se atrevía?! A engañar a la muerte El lunático habia roto su alma en pedazos y la guardo en horrocrux.

Lo que siguió fue una larga temporada de furia y frustración. Su hermana Destiny diría que hizo un berrinche total, pero la malvada sabía muy bien el por qué su enojo. Le da un poco de vergüenza admitir que pasó años dándole vueltas a lo sucedido, hasta que un día, su hermana Viden le mostró algo que le cambiaría la perspectiva para siempre.

Un maestro. Un amo. Su maestro de la muerte.

Todos sus hermanos y hermanas tenían un mortal que había llegado a convertirse en su avatar, su maestro, el cual les permitía traspasar las capas de mundo mortal y conectar con la misma esencia de su ser. Y para la Muerte, el futuro de este maestro era lo único que realmente importaba.

La muerte observo detenidamente a su futuro maestro, muchas veces su pobre amo estuvo a punto de morir por sus parientes. La muerte no entendía exactamente el porque ¿Acaso los niños humanos necesitaban más alimento? O le faltaba que le diera más el sol a su maestro. No obstante, la muerte siempre intervino, después de todo su maestro no debía morir.

La Muerte se encargó de salvarlo cada vez…fue tal vez por eso que se equivocó.

La muerte no entendía las emociones humanas, ni las podía sentir. Es por eso que no vio nada malo en la vida de su maestro. No vio como con cada prueba su pequeño amo iba perdiendo su chispa vital, cada vez que la muerte lo salvaba, pero no salvaba a sus seres queridos, su amo se destrozaba.

La muerte no vio el problema, su amo era el único que importaba, el único por el que podía preocuparse. Así que cuando su amo lucho contra lord Voldemort, la muerte vio todo el suceso saltando de emoción. Su amo al fin estaría con él, cuando fue alcanzado su amo por el hechizo del señor oscuro, la muerte no se preocupó.

Cuando su amo apareció frente a el, casi se muere de la emoción. Su maestro, su amo. Su querido amo esta aquí .

Fue solo cuando su pequeño amo, no mostro emoción por ser el amo de la muerte y su rostro se torció en agonía y -Mátame-, le rogó.

 Fue en ese momento cuando la Muerte entendió lo que había fallado. La Muerte no entendía las emociones humanas, ni las podía sentir, y, por eso, nunca se dio cuenta del daño que causaba al niño con cada intervención. No había criado a su pequeño maestro para que tuviera motivación para vivir, lo había criado para morir. La muerte entendió que había hecho algo mal en la crianza de su pequeño amo.

Desesperado, casi al borde de un colapso fue a hablar con sus hermanas y hermanos en busca de ayuda

- Ayudedme- les suplico- ¿ que puedo hacer?.

Sus hermanas, sabiéndolo todo, se compadecieron de la muerte, pues sabían que si bien ellas conocían el amor y la vivencia humana, su hermano nunca había podido experimentarlo.

Así que le otorgaron un regalo, pues sabían que, aunque la Muerte comprendía la muerte, nunca había comprendido la vida. Así que le ayudaron.

Sejmet, diosa del poder, le tendió la mano -Hermano, te dejare usar a uno de mis humanos. Los Black me han adorado por años y Sirius Black será el indicado para ayudarte. Úsalo bien hermano-, le dijo.-Es un hombre fuerte, con un amor inquebrantable  y una lealtad que podría mover montañas. Sirius Black ha entregado su vida a ser el guardián de Harry Potter y estoy segura que no te defraudara-

La muerte agradecido, supo que no tendría otro oportunidad así que volvió con su maestro le agarro a su pequeño amo, le digo que le diera la mano y todo acabaría (puede que no explicara que todo) y al momento que lo hizo. La muerte tuvo su alma entre sus manos, y se la dio a Tueris.

Tueris, diosa egipcia de la fertilidad, tomo la alma con reverencia y sumo cuidado.

Higiea diosa de la salud tomo el cuerpo del humano de Seimet, para darle sanación al cuerpo destrozado del humano y su hermano Apolo dios de la eterna juventud y la belleza restauro las heridas del alma del humano, puliendo todos los bordes de aquella frágil alma.

Cuando Higiea y Apolo terminaron de restaurar al humano Tueris en un acto cargado de solemnidad y respeto, colocó el alma de su amo en el cuerpo del humano de Seimet

Y así la muerte se quedó con Sirius Black que ahora albergaba a su pequeño amo. Sirius sería el encargado de cuidar a su maestro. La muerte no entendía la humanidad, pero este humano lo hacía y tenía un ferviente deseo de proteger a su amo.

Y así la muerte se encamino al pasado, con ayuda de su hermano Chronos y Destiny.  Destiny movió los hilos del destino junto con Cronos dios del tiempo. Para que su amo pudiera crecer en una época donde pudiera sanar, y Harry no fuera reconocido y venerado como aquel que venció al señor oscuro desde bebé. De manera que su amo pudiera crecer en una época donde apenas Voldemort iniciaba a ganar poder, en una época donde pudiera crecer siendo el mismo.

Y a partir de eso momento Sirius Black. Se convirtió en Sirius Mordred, cónyuge de la muerte, esposo de Thanatos Mordred. Sirius seria la figura que cuidaría a Harry y madre de su maestro.

 

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