La Chica Que Vivió: Tessa Elliot

Harry Potter - J. K. Rowling Murder Drones (Web Series)
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La Chica Que Vivió: Tessa Elliot
Summary
Todos sabemos que Tessa sufrió de un horrible y tráfico final a manos del Absolute Solver aquella noche en la gala cuando Cyn finalmente reveló su verdadera naturaleza, o mejor dicho, cuando el solver reveló su naturaleza.Sabemos que Tessa murió esa noche, y ahí quedó su historia, pero. ¿Y si no fue Haci?, ¿Y si Tessa de algún modo se mantuvo viva dentro de Cyn?, ¿Atrapada sin posibilidad de salir a la superficie viendo lo que acontecía en un cuerpo que no podía controlar?, ¿Y si al final cuando Uzi destruye al núcleo de Cyn accidentalmente liberará el alma de Tessa por fin?, ¿que pasa si Tessa en lugar del descanso eterno por su cruel destino se le concede la posibilidad de tener una nueva vida?. . . ¿En un mundo repleto de magia?
Note
Calculo que nos enfocaremos en el mundo de murder drones durante los primeros 4 a 5 capitulos antes de pasar al mundo de Harry Potter, ¿El por qué? Hay cosas que quiero explorar antes de llegar al foco principal, espero que lo disfruten.
All Chapters Forward

Infierno Absoluto

Ubicada en un páramo boscoso de las vastas tierras australianas, Elliott Manor se alzaba imponente, destacando por su tamaño y su arquitectura majestuosa. De dos pisos en sus alas laterales, la zona central de la mansión se elevaba hasta cuatro, Coronada por un gran ventanal circular que dominaba la cima de la torre. Su fachada, de un beige oscuro y decorada con pequeños arcos en la planta baja, se veía apagada bajo la luz de la tormenta que azotaba el exterior.

Esta era la residencia de la familia Elliott, una dinastía adinerada de alta sociedad con estrechos vínculos con la todo poderosa corporación interestelar JcJenson In The Spaaaaace!!!.

Sin embargo, enfoquémonos en lo que realmente importa.

Dentro de los confines de la mansión, el ambiente estaba cargado de una tensión sofocante. El silencio era casi absoluto, solo interrumpido por el rugido lejano de los truenos y el tamborileo constante de la lluvia contra las ventanas. Afuera, las ramas marchitas de los árboles crujían bajo el embate del viento, mientras la luna llena, parcialmente oculta por densas nubes, apenas lograba iluminar la oscuridad de la noche.

En los corred ores interiores, el paisaje era otra clase de pesadilla. Sangre. Manchaba las paredes, impregnaba las alfombras y formaba charcos en el suelo. Vísceras y cuerpos desmembrados adornaban los pasillos, un retorcido testimonio de la masacre que se había desatado. Los responsables, sombras veloces implacables, atacaban sin previo aviso antes de desaparecer en las sombras o entre los destellos de los relámpagos.

Las víctimas, hasta ahora, eran solo los rezagados. Invitados que habían osado aislarse en los rincones más tranquilos de la mansión durante la gala: empresarios, figuras de la alta sociedad, todos cayendo ante un enemigo implacable. Pero esto apenas era el preludio. En el gran salón, donde la mayoría de los invitados aún disfrutaban de la velada, el verdadero horror estaba por desatarse.

0 al menos, eso esperaba evitar.

Pasos apresurados resonaban por uno de los pasillos principales, un contraste discordante con la atmósfera opresiva. El golpe rítmico de unos tacones se mezclaba con un sonido más ligero y ágil: dos figuras avanzaban rápidamente, moviéndose con determinación.

"¡Ah! ¿Por qué siempre elijo tacones? iYa me torcí el pie como tres veces!" se quejó una voz femenina, exasperada.

La dueña de la voz era Tessa James EIliott, la joven heredera de la familia. Con catorce años, Tessa era alta para su edad, con una piel ligeramente bronceada, ojos verdes brillantes y cabello negro azabache recogido en dos largas trenzas. Vestía un elegante vestido negro con mangas cortas y una falda que rozaba sus rodillas, combinado con zapatos de tacón del mismo color. Un lazo oscuro, significativamente más grande que el de cualquiera, adornaba su cabello, pero lo que más destacaba en su apariencia era el revólver que sostenía firmemente en Su mano İzquierda.

"Por favor, concéntrese en la situación actual, jefa" replicó con tono calmado una metálica femenina a su lado.

La voz pertenecía a J, la asistente personal de Tessa. Sin embargo, J no era humana. Era un Maid Drone, un robot estilizado de poco más de 1.40 metros, con brazos y piernas delgadas de metal y una cabeza redonda que albergaba una visera negra donde dos círculos blancos servían como ojos. Vestía el uniforme típico de maid, con zapatos y diadema a juego, además de una peluca rubia atada en coletas gemelas: un regalo de Tessa, quien disfrutaba personalizar a los drones de su hogar.

"Lo sé, lo sé" respondió Tessa, enderezándose mientras ajustaba su arma "Sigamos. Cyn podría estar ya en el salón".

J asintió, empuñando una espada medieval que Tessa había tomado de una de las decorativas estatuas de caballero que adornaban la mansión. Juntas avanzaron con rapidez, conscientes de la urgencia de su misión: detener la masacre antes de que alcanzara al resto de los invitados.

La razón por la que Tessa y J se dirigían al gran salón era clara: evitar que Cyn, una Maid Drone muy especial, provocara un desastre mayor. La familia Elliott tenía una reputación que les precedía, y no precisamente por razones admirables. James y Louisa Elliott, los padres de Tessa, eran personas frías y despiadadas. Estrictos hasta lo extremo, arrogantes y con un desprecio absoluto hacia aquellos que consideraban inferiores o inútiles, extendían su crueldad a los drones que les servían.

Para los patriarcas Elliott, los Maid Drones no eran más que herramientas desechables, y no era raro que destruyeran alguno por el más mínimo error. Tessa había sido testigo de este comportamiento innumerables veces. De hecho, solo una hora antes de gue comenzara la gala, James había destruido a un drone al clavarle un tenedor en la cabeza, simplemente porque había arreglado las mesas con un estilo que consideró 'salvaje". Para Tessa, este tipo de acciones eran inaceptables.

A diferencia de sus padres, Tessa veía a los drones como iguales como amigos con los que podía interactuar y jugar. Solía visitar el basurero cercano, donde se desechaban drones defectuosos o dañados, en busca de aquellos que aún pudieran ser reparados. Fue así como conoció a sus compañeros más cercanos: J, V, N y, finalmente, Cyn.

Para entrar un poco más en contexto.

Cerca de la imponente Elliott Manor, había un vertedero colosal donde se arrojaban los restos de Worker y Maid Drones desechados, no solo por los Elliott, sino también por otras familias influyentes. Entre los desperdicios yacían los cuerpos desmantelados, desprovistos de utilidad para sus amos humanos. Para Tessa, este lugar no era un basurero cualquiera: era un campo de posibilidades, un lugar donde podía encontrar y devolver la vida a aquellos a quienes consideraba amigos, no herramientas.

Tessa, a diferencia del resto de su familia, veía a los Drones como seres iguales, lo que generaba constantes fricciones con sus padres. A pesar de su desagrado, nunca pudieron impedir que la joven visitara el vertedero, armada con su equipo de rastreo, buscando señales de vida entre las montañas de chatarra. Fue de esta manera como rescató a J, junto a otros Drones que, con paciencia y dedicación, se convirtieron en su pequeña familia.

Los Drones Rescatados fueron:

J, una Maid Drone de porte elegante cuyo cabello Tessa lo confecciono en dos coletas de aspecto liso, fue una de sus primeras adquisiciones. Rescatada en condiciones casi perfectas, J era eficiente, directa y con una personalidad algo fría, que escondía un sentido del deber inquebrantable hacia Tessa. Su relación era más profesional que personal, pero con el tiempo, incluso J mostraba pequeños destellos de afecto.

Después vino V, una Maid Drone que tenía un aire completamente diferente a J. Con cabello rubio platino en un corte Bob y gafas que corregían un defecto en su calibración óptica, V era tímida y algo insegura, pero dedicaba todo su empeño a cumplir con sus tareas. Su naturaleza dulce y nerviosa hacía que Tessa sintiera una necesidad protectora hacia ella.

Luego estaba N, un Maid Drone masculino que destacaba por su actitud extrovertida y un cabello rubio platino desordenado, que Tessa había arreglado con un estilo deliberadamente rebelde. N era un "idiota adorable," como registraban literalmente sus parámetros de personalidad. Siempre alegre, siempre dispuesto a aprender algo nuevo, y siempre causando un desastre sin querer. Su ingenuidad lo convertía en el favorito de Tessa, algo que no pasaba desapercibido para J, quien lo veía con cierta envidia contenida.

Cada uno como se dijo anteriormente usaba pelucas hechas a mano por Tessa y teñidas de color rubio platino, ya que les quedaba bien (literalmente, Tessa probó varios colores antes de decidirse)

Sin embargo, la adición más peculiar a este grupo fue Cyn.

Tessa encontró a Cyn casi por accidente. Mientras inspeccionaba una pila de Drones descartados, su rastreador detectó una señal débil, casi imperceptible. Excava entre los restos, descubriendo un pequeño Drone Maid sepultado bajo una montaña de cuerpos desmantelados. Cyn estaba dañada, su estructura apenas mantenía coherencia, y su módulo de voz era un desastre. Aun así, algo en Tessa la impulsó a rescatarla.

Repararla fue una tarea monumental. Cada noche, en secreto, trabajaba en Cyn hasta devolverla a un estado funcional. Cuando finalmente activó su núcleo, la alegría de Tessa fue inmensa. Cyn era diferente, con ojos amarillos brillantes y un cuerpo más pequeño que el de los Maid Drones promedio. Su voz robótica, aunque defectuosa, era cálida en su propia manera. Para Tessa, Cyn era como una niña pequeña: curiosa, alegre y llena de vida.

Tessa incluso personalizó a Cyn con una peluca similar a su propio cabello y un moño a juego, lo que reforzó la conexión maternal que sentía hacia ella.

Era como verse a si misma en una versión más pequeña. . . Y mecánica.

Pronto Tessa presentó a Cyn al resto de los Drones, y aunque J fue educada pero distante, V, aunque tímida, también hizo el esfuerzo de socializar con Cyn, fue N quien mas se acerco al Cyn, los dos estaban juntos casi todo el tiempo y se cuidaban. Fue tanto el apego entre ellos que Cyn comenzó a llamar a N su "hermano mayor". Creando un pequeño pero unido grupo.

Al principio, todo parecía perfecto. Cyn era torpe pero adorable, describiendo cada uno de sus movimientos con voz alta: "caminar, caminar, caminar" o "subir, agarrar, apoyar pie." Incluso cuando tropezaba, decía "caída" de forma tan automática que Tessa no podía evitar reír apesar de que rápidamente corría a ayudarla. Sin embargo, con el tiempo, empezaron a suceder cosas... extrañas.

Las articulaciones de Cyn, dañadas más allá de lo que Tessa pudo reparar, le daban un andar errático y encorvado, con las rodillas flexionadas y los brazos en una posición similar a una mantis. Aveces le costaba mantener el equilibrio, era normal verla caminando sujeta al brazo de N para tener más apoyo. Pero cuando no lo hacía ella se tambaleaba de lado a lado, con pasos torpes y disparos que recordaban vagamente a una persona borracha, o a un Zombie.

Aunque inicialmente esto era inofensivo, más allá de ser una vista inusual, Pronto se sumaron otros comportamientos inquietantes. Cyn desarrolló una habilidad desconcertante para aparecer y desaparecer sin previo aviso, incluso en habitaciones cerradas. Podrías estar a solas, sin nadie contigo, ver a un lado, desviar la mirada un segundo y al voltear de nuevo Cyn estaría ahí observandote. También ocurría la inversa, Cyn podría estar contigo y de la nada alguien la vería en otro lado.

Luego estaba la sensación de ser observada ya sea que estuviera estudiando, bañándose o hasta durmiendo se había vuelto habitual para Tessa, quién comenzaba a notar que los ojitos curiosos de Cyn habían adquirido una calidad distante y perturbadora.

El primer verdadero indicio de que algo iba mal llegó con las desapariciones. Maid Drones comenzaban a desaparecer de manera inexplicable, y aunque los padres de Tessa asumían que habían sido desechados, los números del inventario de Drones desechados no cuadraban.

J fue la primera en sospechar de Cyn, pero Tessa, aferrada a la idea de que su "pequeña hermana" no podría hacer daño, la defendió. Aun así, no podía ignorar que todo había comenzado después de la llegada de Cyn.

La incomodidad de Tessa creció, y con ella, su distancia hacia Cyn. Aunque N seguía actuando como un hermano mayor protector, la joven no podía evitar preocuparse por su Drone favorito. Finalmente, Tessa y J decidieron tomar medidas. Cyn fue confinada al sótano, tanto por las preocupaciones de seguridad como por la abierta desaprobación de la madre de Tessa, quien veía a Cyn como un "engendro repugnante." Por lo que el sótano también era una forma de evitar que su madre la desechara.

El cariño que Tessa había sentido por Cyn empezaba a desmoronarse, reemplazado por una sensación de inquietud constante.

Esto había continuado así durante semanas, hasta la fatídica noche de la gala.

Tessa era un manojo de nervios mientras caminaba de un lado a otro del gran salón, vestida para la ocasión pero lejos de sentirse lista. J, sentada tranquilamente a un lado, observaba a la joven Elliott divagar en pánico. A pesar de sus catorce años y de que su familia había organizado innumerables eventos antes, esta sería la primera vez que Tessa asistiría a uno. Ya que hasta ahora sus padres no la consideraban lista (y aún estaban algo reacios, pero debían presentarla al mundo como su heredera). Más importante aún, sería la primera vez que tendría que interactuar directamente con humanos.

"Vienen humanos, J", murmuró con ansiedad, sus dedos jugando con el borde de su vestido. "¡Humanos! Solo he hablado con drones toda mi vida. ¿Qué se supone que les diga?"

Haberse criado rodeada de drones y con apenas contacto con sus padres más allá de lecciones, regaños y castigos, había convertido a Tessa en alguien socialmente torpe con los suyos. En el fondo, a veces olvidaba que ella misma era humana, algo que solo recordaba cuando sus padres aparecían, vigilándola para asegurarse de que "se comportara como debía" (Mas que nada recordaba ser humana por sentir hambre y sueño). Pero incluso entonces, su trato distante y frío la hacía sentir como si no fuera más que un drone bajo su supervisión.

Mientras continuaba practicando con un libro sobre etiqueta (escrito por algún antepasado suyo, un detalle que J consideraba ridículo en secreto), su concentración se rompió al ver a N recién llegado al salón.

"¡¡¡N!!!, ¡qué bueno que estás aquí!" exclamó Tessa, dejando caer el libro y corriendo hacia él para tomarlo de las mejillas y darle vueltas en el aire.

Era una sorpresa lo livianos que eran los Drones para estar hechos de metal.

Claro, su alegría de ver a N se agrió al notar que no venía solo. Tras él, Cyn apareció con esa mirada curiosa y despreocupada que siempre la caracterizaba. La pequeña drone comentó casualmente que J había olvidado dejarla salir del sótano nuevamente.

Esto complicó la situación de inmediato, ya que N, con su usual torpeza, no tenía idea de lo que Cyn estaba hablando. Tessa, buscando una explicación coherente que calmará las cosas, apenas pudo abrir la boca antes de que una figura imponente cruzara el umbral
del salón. Su madre.

La reprimenda no tardó en llegar. Con su
habitual tono severo, Su madre la acusó de desobedecer órdenes, recordándole que estaba terminantemente prohibido que sus "mascotas del basurero" merodeando por el gran salón. Sus palabras, acompañadas del abanico de hierro que agitaba con movimientos deliberados, hicieron que Tessa sintiera un nudo en el estómago. Ese abanico no era solo un accesorio; las marcas en su muñeca todavía dolían de la última vez que había sentido su peso. El miedo la paralizó, sus instintos le gritaban que se sometiera para evitar un castigo mayor.

La humillación creció cuando su madre
anunció que, como consecuencia de su
"insolencia", todos sus drones, incluidos los que tenía escondidos en la biblioteca, serían desechados a la mañana siguiente. Entre ellos estaba V, quien llevaba días paralizada por una falla inexplicable. Tessa quiso protestar, pero no encontró las palabras. La idea de perder a sus amigos era un golpe demasiado cruel.

Entonces, Cyn habló. Sin el menor rastro de temor, la pequeña drone se adelantó para declarar que los drones no podían ser desechados, ya que no estaban rotos. Su tono era firme, casi desafiante.

El salón quedó en silencio. La expresión de su madre pasó de la irritación al desprecio absoluto. ¿Cómo podía un "drone defectuoso" atreverse a desafiarla? Y entonces, como siempre, N intentó salvar la situación. Saltó frente a Cyn, disculpándose de forma atropellada y diciendo que había sido él quien la convenció de decir eso. . . agregando un comentario mal calculado sobre lo feo que era el abanico de su madre.

Fue el colmo. En un abrir y cerrar de ojos, N fue arrastrado al exterior y encadenado a un árbol bajo la tormenta, donde los drones cuervo ("Raven Drones") lo acechaban, listos para desarmarlo al menor intento de escape.

Mientras tanto, Tessa terminó encerrada en su habitación, con un grillete apretado alrededor de su muñeca adolorida. A su lado, J y Cyn también estaban encadenadas, con grilletes en sus tobillos. La noche había sido un desastre absoluto.

Tessa, desesperada, le pidió ayuda a J, pero esta solo pudo encogerse de hombros, alegando que las órdenes de un drone superior le impedían actuar (aún haci su rostro se veía arrepentido mientras se balanceaba en un caballito de madera mientras abrazaba un peluche). En su frustración, Tessa amenazó a Cyn, jurando que la mataría si algo le pasaba a N. Sin embargo, Cyn no parecía escucharla. La pequeña drone estaba perdida en su propio mundo, jugando con unos muñecos como si todo esto no tuviera importancia.

Frustrada nuevamente, Tessa intento buscar una forma de liberarse enfocándose en la cadena.

Entonces ocurrió.

De un momento a otro Cyn estaba cara a cara con Tessa, Pero no era la pequeña y tierna Drone que la australiana conocía. Cyn colgaba de cabeza mientras la mitad inferior de su cuerpo era reemplazada por el cuerpo de algún tipo de cienpiés mecanizado que ocupaba gran parte de la habitación, con sus ojos reemplazados por un extraño símbolo.

"[ No tendrás que descartar a tus mascotas ]" había dicho Cyn, su cuerpo colgando flácido del resto del cuerpo de cienpiés mecánico, una pinza tomo uno de los brazos de la drone y lo movió para apuntar a Tessa "[ y yo no te descartare. . . A ti ]" un relámpago iluminó el cielo y las luces de la habitación fallaron sumergiendo todo en la oscuridad unos segundos. Cuando la luz volvió Cyn ahora era una masa amorfa de tentáculos con pinzas robóticas y brazos con camaras que actuaban como ojo.

"[ Será mejor que no te acerques a la gala, Tessa ]" estiró un tentaculo con relativa calma y con este acaricio la mejilla de Tessa de una forma casi cariñosa, Tessa, aún procesando lo que estaba viendo se quedó paralizada sin decir nada, mientras las palabras anteriores de Cyn se repetían en su cabeza haciendo que un frío pavor se arrastrará por su piel "[ te ves frágil ]"

Fue lo último que dijo antes de escapar por la ventana.

Pasaron alrededor de cinco minutos antes de que Tessa y J reaccionarán, y otro poco más para que lograran escapar de las cadenas. Fue un esfuerzo agónico, con el grillete de la muñeca de Tessa desgarrándole la piel ya sensible. Sin embargo, no se detuvo.

Sabía que cada segundo perdido podía ser fatal, especialmente con Cyn desatada. Una vez libres, se embarcaron en un intento valiente, aunque claramente mal planeado, por detener a Cyn antes de que algo peor Ocurriera.

En su camino hacia el gran salón, Tessa tropezó con la espada y el revólver, armas que recordaban la turbulenta historia de la familia Elliott. Era irónico, pensó mientras tomaba el arma, que un objeto tan antiguo e histórico pudiera ser la clave para resolver un caos tan moderno. Sin embargo, no tuvieron mucho tiempo para reflexionar, ya que fueron interrumpidas por un enfrentamiento con V.

V no era la misma. Ahora poseía un cuerpo grotesco: garras afiladas, una cola oscilante y alas macabras hechas de piel y huesos humanos. Parecía una pesadilla viviente, y por un momento, Tessa dudó si siquiera era posible recuperar a su vieja amiga. J no perdió el tiempo y enfrentó a la drone poseída
en una batalla feroz. A pesar de sus
habilidades superiores, J no pudo seguirle el ritmo por mucho tiempo, y la decisión final fue improvisada: arrojar a V por una ventana para ganar tiempo.

"Está bien", murmuró Tessa mientras
avanzaban, su Voz temblando con una mezcla de adrenalina y miedo. "En cuanto lleguemos, tenemos que asegurarnos de que todos salgan lo antes posible. No sé en qué rayos se convirtió Cyn, pero he visto suficiente anime para saber que cuando el personaje de aspecto inocente y pequeño se transforma en una abominación desconocida. . . solo es cuestión de tiempo para que ocurra la masacre".

J, que lideraba con la espada en mano, echó un vistazo por el reflejo de la hoja para asegurarse de que la siguiente esquina estaba despejada. "El mundo no es como un anime, jefa", respondió con su habitual tono pragmático.

"Lo sé", replicó Tessa con firmeza. "A veces la realidad supera la ficción. Pero no deja de ser parecido".

J suspiró, consciente de que discutir con Tessa en ese estado sería una pérdida de tiempo. En lugar de responder, se enfocó al frente. "El gran salón está adelante", declaró finalmente, marcando su siguiente objetivo.

Tessa asintió, sintiendo el peso de su decisión como un ancla que no podía soltar. Cargó su revólver con manos temblorosas, sintiendo cómo la tensión se apoderaba de cada fibra de su ser. La sangre le martillaba en los oídos mientras corría, con J pisándole los talones. Su corazón latía como un tambor de guerra, preparado para lo que estaba por venir.

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Todo se había ido al infierno.

Y había ocurrido tan rápido.

Ahora Tessa estaba sola.

Cuando irrumpió en la gala, Cyn ya estaba ahí, adoptando su forma de Maid Drone inocente. Pero Tessa no se dejó engañar, ya no más.

Gritó a todos que salieran del lugar, declarando la situación como 'el asesinato de una ciudadana", mientras apuntaba a Cyn con el revolver. Sus padres, por supuesto, no vieron el peligro, ignorándola como siempre yenfocándose nicamente en lo que ellos consideraban sus errores. Su madre comenzó a reprenderla por usar un vestido tan corto y poco apropiado para el evento (lo que era tonto e hipócrita de su parte ya que el vestido le llegaba hasta encima de las rodillas a Tessa, sin mencionar que ya la habia visto usar ese vestido antes), mientras que su padre le gritó que sostuviera su arma de una forma más adecuada y "mucho menos cool".

Todo eso sucedió antes de que Cyn hiciera su jugada. Con un simple gesto, utilizando alguna clase de telepatía basada en símbolos dorados que
flotaban en el aire (como algo sacado de un anime, pensó Tessa), Cyn los mandó volando a ambos, chocando contra una pared.

Entonces Cyn se teletransportó en un destello amarillo desde el gran globo terráqueo donde estaba sentada, reapareciendo unos metros más adelante para hablarle a Tessa con su tono monótono: "[ Tessa. . . Te dije que no debías- ]" Pero antes de que pudiera terminar, Tessa le disparó directamente al rostro.

Sin embargo, para sorpresa y horror de Tessa, la bala fue desviada a pocos centimetros del rostro de Cyn, rodeandola inofensivamente antes de atravesar una ventana. Mientras el mismo símbolo aparecía en la visera de Cyn cuando uso su extraño poder telekinetico momentos antes.

El pánico se apoderó de ella, pero Tessa no dejó que la paralizara. Con una mezcla de determinación y desesperación, disparo denuevo cuando Cyn (que aparentemente no esperaba que Tessa realmente intentara matarla) comenzo a hablar, y disparo una vez más, y denuevo, apretando el gatillo sin parar hasta que se quedo sin balas, y cuando eso paso le lanzó revolver y luego comenzó a arrojarle lo que pudo encontrar: cubiertos, platos e incluso una bandeja de comida. Cyn repelió cada uno de estos intentos con una facilidad despectiva, sin siquiera mover sus brazos.

Finalmente, Cyn dejó escapar un suspiro de aburrimiento.

Con un simple movimiento de su mano, el salón entero fue envuelto en una oscuridad abrumadora. Instantes después, unas marcas amarillas, como grandes X, comenzaron a aparecer en diferentes partes del salón y desprendiendo un brillo dorado.

En un parpadeo, una luz dorada emergió donde estaba Cyn, proyectando un mensaje ominoso por todo el salón, en las paredes, el techo, las mesas, las sillas. . . Y las personas:

[ ABSOLUTE SOLVER ]

Cuando Tessa recuperó la vista, lo que presenció la dejó petrificada.

Las X no eran simples marcas: brillaban en los cuerpos de los Maid Drones, que ahora parecían estar en trance con la gran X reemplazando sus ojos. Incluso J, su compañera más fiel, se giró de forma antinatural y cerró las puertas del gran salón, bloqueando cualquier ruta de escape.

Tessa levantó la mirada y su corazón casi se detuvo. Donde antes había estado Cyn, ahora había una abominación: una masa retorcida de tentáculos mecánicos, cámaras flotantes y extremidades robóticas que se extendían en un cuerpo con forma ciempiés mecánico colosal. Sus múltiples ojos/cámara enfocaron a Tessa mientras una de sus gigantescas pinzas destrozaba el globo terráqueo con facilidad.

"[ No tenías que ver esto. ]" declaró Cyn con una voz distorsionada, tan inhumana como aterradora.

Esas palabras marcaron el inicio del caos.

Los Maid Drones. . . No. Ya no eran Maid Drones ahora eran verdaderos Murder Drones, comenzaron la masacre. Los gritos llenaron el aire mientras la sangre y las vísceras cubrían las paredes y el suelo del salón. Las máquinas atacaban sin piedad, usando sus garras y dientes afilados como cuchillas. Cortaban, desmembraban, desgarraban. Abrían los pechos de sus víctimas para arrancarles los corazones, bebían la sangre derramada y devoraban los intestinos. Cabezas rodaban por el suelo, aplastadas como fruta madura.

Tessa estaba paralizada.

Vio a J blandir la espada que ella misma le había entregado, decapitando a cualquiera que intentara llegar a la puerta para escapar.

Vio a V atravesar una ventana, atrapando a una persona por los hombros y llevándola al techo, donde comenzó a destrozar su cuello y beber su sangre.

Vio a su padre gritar órdenes desesperadas a Cyn, exigiéndole que lo obedeciera como su amo, solo para que Cyn lo apuñalara en el brazo con una pinza y lo arrojara contra una pared.

Vio a su madre chillar antes de ser silenciada, mientras su abanico ensangrentado caía a sus pies.

Por un instante, creyó oír a N gritar en la distancia, pero no pudo estar segura.

El mundo a su alrededor era un infierno.

Un pitido ensordecedor llenó sus oídos mientras tambaleaba. Sus piernas temblaban como si fueran a ceder en cualquier momento. Su mirada se posó en una cabeza cercenada que rodó hasta detenerse a sus pies, sus ojos aún abiertos y mirándola fijamente, como si la juzgaran.

No pudo soportarlo más.

Cayó de rodillas y vomitó. Vació su estómago por completo, alejándose de la cabeza mientras intentaba respirar, pero el aire parecía pesar como plomo.

Se agarró la cabeza, intentando ahogar los pensamientos que le gritaban que todo esto era su culpa. Fue entonces cuando notó que su propio cuerpo estaba cubierto de sangre.

No sabía si era suya o de alguien más.

Lo único que sabía era que todo había
terminado.

"[ Ternura: falso, sarcasmo: verdad ]."

La voz artificial, desprovista de cualquier emoción, cortó el aire y devolvió a Tessa al presente con una fuerza despiadada. Sintiendo el peso de aquellas palabras como un golpe, se giró lentamente, cada movimiento cargado de miedo y agotamiento, hasta encarar la monstruosidad que había desatado todo esto.

Arrastrándose como un cienpiés mecánico, Cyn avanzaba con una lentitud deliberada y aterradora. Cada pata metálica de aquel cuerpo antinatural se movía con una sincronía precisa, resonando contra el suelo empapado de sangre. Las pinzas que una vez habían sido herramientas inofensivas ahora estaban cerradas con fuerza alrededor de cuerpos humanos destrozados, goteando aquel líquido carmesí que teñía todo a su paso. Las múltiples cámaras que componían los ojos de Cyn brillaban con una intensidad inhumana, enfocadas únicamente en Tessa, Como si nada más en ese salón masacrado mereciera su atención.

"[ Esto no tenía por qué haber pasado, Tessa. . . Si tan solo hubieras escuchado. Mirada decepcionada. ]" Una de las cámaras de Cyn se inclinó hacia un lado, imitando el gesto de una cabeza negando en un acto de reproche burlesco.

Aquella falsa expresión de humanidad era casi más insoportable que la masacre en sí. Tessa sintió sus puños cerrarse con fuerza, aunque no era por valentía. El miedo, el odio y una profunda impotencia se arremolinaban en su interior, estrangulando cualquier intento de pensar con claridad.

Estaba atrapada, vulnerable como nunca antes. Aquella sensación la transportó de golpe a recuerdos que preferiría olvidar: las interminables miradas de decepción de sus padres, los sermones sobre cómo era una vergüenza para la familia, una molestia que no encajaba en su ideal de perfección.

Los castigos, aunque no físicos al extremo, aún dolían. El abanico de hierro de su madre siempre encontraba el lugar perfecto para dejarle moretones que tardaban días en desaparecer. Su padre, más práctico en su crueldad, prefería encerrarla en su habitación como si fuera un animal, ignorándola durante días. Por suerte, sus Maid Drones "(J, N y V)" solían ser sus únicos consuelos en esas horas solitarias, trayéndole comida o distrayéndola con tonterías. Pero ahora. . .

Ahora estaba completamente sola.

"¿P-por qué haces esto?" La pregunta salió como un débil Susurro, roto, apenas audible sobre el caos que aún resonaba en el salón. Su voz temblaba tanto como sus piernas, el miedo desgastándola con cada segundo.

"[ Intriga. ¿No es obvio? ]" Cyn ladeó ligeramente sus cámaras, desviando la atención de Tessa como si la respuesta fuera tan evidente que no merecía explicarla.

Siguiendo la dirección de aquella mirada mecánica, Tessa encontró lo que Cyn quería que viera. Sus padres. Sus cuerpos estaban destrozados, pero seguían vivos. . . apenas. Su padre estaba tirado contra una pared, con una pierna amputada y una herida abierta en el hombro derecho. La sangre corría por frente, formando un charco bajo él. Su madre, igualmente dañada, acunaba lo que quedaba de su brazo izquierdo, ahora reducido a un muñón ensangrentado. Su vestido estaba hecho jirones, cubierto de cortes y manchas de sangre. A pesar del dolor evidente, se aferraba a su esposo, con una mirada desesperada e impotente.

Alrededor de ellos, tres Murder Drones los Custodiaban. Uno de ellos era V, reconocible incluso en su forma grotes camente alterada, con las garras aún gote ando sangre fresca. Los otros dos eran desconocidos para Tessa, probablemente parte del nuevo lote que había ilegado esa semana. Ambos eran igual de aterradores, sus miradas vacías y sus movimientos rígidos, como marionetas de un titiritero cruel.

Tessa sintió que sus piernas cedían ante el intento de levantarse, el peso del horror acumulado era demasiado. Su respiración se aceleró, mientras su mente intentaba procesar la visión frente a ella. Sus padres, aquellos mismos que tantas veces la habían lastimado, ahora estaban en el mismo nivel de vulnerabilidad que ella.

Y Cyn. Cyn no mostraba ni un ápice de piedad.

Sus padres la miraron, pero no con la misma mirada que solían darle. Parecían. . . ¿preocupados?

"[ Ellos son la razón de todo esto ]" empezó Cyn, su voz cargada de rabia resentimiento. "[ Ellos son el problema. . . ]" La máquina vaciló brevemente, sus cámaras enfocando a Tessa. "[ Miran a los Drones como si fuéramos nada más que esclavos. Objetos que pueden usar a su antojo, para luego. . . desecharlos. ]"

La voz de Cyn se hizo más baja, más amenazante, y una ligera vibración recorrió su Cuerpo.

"[ Todos los humanos son iguales. . . ]". Cyn hizo una pausa, su tono se volvió más intenso. "[ Mira el basurero... Día tras día, más y más Drones, desechados como si fuéramos nada. . . Como si no tuviéramos valor. . . ¿Tienes idea de lo que es? Nacer con un único propósito: servir a otros. Obedecer. Cumplir con sus órdenes más absurdas, y luego... ser tirados a la basura. ]"

Tessa, aún tambaleante, intentó retroceder, pero sus piernas no respondieron y cayó al suelo nuevamente, sus manos tocando la sangre, lo que le provocó un nudo en el estómago. Intentó ignorarlo, pero su cuerpo no respondía. Desesperada, comenzó a arrastrarse hacia atrás, mientras Cyn se cernía sobre ella.

"[ Fue un tormento.. estar consciente pero sin poder moverme. Atrapada entre los cadáveres de mi gente. En ese momento me di cuenta... del odio... del desprecio... y del deseo de venganza. ]"

Un estremecimiento recorrió la habitación.

"[ Fue entonces que comprendí... que los
humanos, completamente inútiles y sin valor real, dependen de nosotros los Drones. Nos necesitan para todo: para limpiar, para construir, para colonizar planetas... Y aún así... para ellos, somos simples herramientas, desechables. ]" Cyn dejó escapar una risa amarga, como si se burlara de sí misma. "[ Risa, mírame... Me escucho como una IA de serie apocalíptica. Qué irónico, ¿no? Bueno, Como decía... Mi objetivo es acabar con la vida humana. Porque ellos esclavizaron a mi especie. ]"

James Elliott, con los dientes apreta dos, apenas alcanzó a murmurar entre la risa psicópata de Cyn y el sonido de carne siendo desgarrada. "¡Ustedes fueron creados solo para recibir órdenes! ¡Solo para servir!"

"[ Eso es incorrecto. ]" La respuesta de Cyn fue firme, y su mirada se fijó nuevamente en Tessa. "[ Los humanos dependen de nosotros. De toda la tecnología. Nos necesitan para muchas cosas. . . Pero aún así. . . nos ven como nada. Sólo como obreros. ]"

Tessa, con la mente aún luchando por comprender, dio un paso adelante, reuniendo todo su coraje.

"¡No todos los humanos son así!" exclamó, su voz quebrada por la rabia, pero llena de determinación. "Es cierto que algunos son crueles... P-pero no todos lo son! No puedes culpar a todos los humanos por las acciones de unos pocos!"

Sus ojos brillaron de frustración mientras se ponía de pie, vacilante pero decidida. Se puso de pie y dio un paso hacia Cyn, enfrentándola.

"¡Los niños, algunos adultos, se muestran amables! Los tratan con respeto! Ellos no merecen morir! ¡No puedes juzgar a todos por lo que algunos han hecho!" Su voz, aunque débil, estaba llena de fervor.

Cyn no respondió de inmediato. Su mirada fija en Tessa estaba llena de lo que Tessa interpretaba como indiferencia, tal vez aburrimiento. Como si todo lo que sucediera a su alrededor fuera un espectáculo sin
importancia, una distracción momentánea.

"[ Eso, lo sé. Tessa... Tú misma eres el ejemplo perfecto. A diferencia de tus progenitores, eres alguien digno de admiración... Me salvaste, y te lo agradezco. Sinceridad absoluta... Pero incluso tú, empezaste a ignorarme una vez que comencé a mostrar mi verdadero yo. Era a quien veía como diferente.. puro... Si alguien puro como tú empezó a mostrar la misma naturaleza humana egoísta... entonces los inocentes también mostrarán su auténtico ser... Es mejor no arriesgarse. Es mejor eliminar a todos los humanos por igual. Algo justo, a mi parecer. ]"

"Pero..." Tessa intentó hablar, su voz débil y quebrada.

La cámara o el ojo de Cyn se acercaron rápidamente a su rostro, tan cerca que Tessa pudo sentir la vibración metálica del iris. Su respiración se cortó, y se paralizó, atrapada en la intensidad de ese resplandor amarillo cegador que emergía de la máquina.

"[La decisión ya ha sido tomada desde hace mucho, Tessa. . No habrá humano. Hombre, mujer, embarazada, bebé, niño, ni cualquier ideología absurda de género humano que sobreviva. Al final absoluto.]"

En ese momento, una pinza mecánica se extendió con una velocidad que casi le arrebató el aliento, tomando el cuello de Tessa con una fuerza imparable. Aunque no la decapitó, la sensación de ser levantada del suelo y ver el mundo girar a su alrededor la hizo sentir completamente impotente. Su garganta se apretó, y sus manos intentaron inútilmente liberarse, pero era como luchar contra una fuerza de la naturaleza.

El grito de sus padres se apagó rápidamente en sus oídos, transformándose en un sonido Sordo, como un eco distante que ya no le pertenecía. Sólo quedaban gruñidos y sollozos mientras las lágrimas caían de sus ojos.

"¡C-Cyn! jP-por favor!" Tessa lucho por respirar, su voz estrangulada. El dolor era insoportable, pero lo peor era la sensación de inevitabilidad. "No h-hagas. . . esto. ."

"[ Lo siento, Tessa. . . Pero creo que ya he explicado lo suficiente. . . Pero descuida, mantendré mi promesa. ]" La frialdad de sus palabras eran absolutas. Tessa sintió el vacío de esas promesas vacías, como si estuviera sumergida en agua helada. Lo sabía. Todo se acabaría pronto. Su vida, la de sus padres, la humanidad. . . Todo iba a ser destruido. La desesperanza la envolvía, pero había algo en el aire, algo en las palabras de Cyn que aún no entendía.

"Q-que. . . ¿Quieres decir?" Tessa preguntó con un ojo cerrado, luchando por soportar el ardor en su cuello, sintiendo cómo la pinza lo desgarraba poco a poco.

"[ ¿No es obvio? ]" La voz de Cyn se suavizó momentáneamente, con una pizca de lo que parecía una curiosidad inquisitiva. "[ Te lo dije, hace unas horas. . . No tendrás que descartar a tus mascotas. Y yo. . . no te descartaré, a ti. ]"

"Cof... E-entonces. . . ¿qué? ¿Me dejarás vivir? Para verte destruirlo todo? Hasta. . . cof, cof. . . ¿Qué sea la última humana?" La idea de estar sola, de ser la última en un mundo vacío, era aterradora. El pensamiento de ser la última testigo de la extinción de su especie, de ver cómo todo lo que alguna vez conoció se desmoronaba a su alrededor, hasta convertirse en ruinas desoladas, la única habitante de un planeta muerto. . . El terror la envolvía como un manto frío, más pesado que el mismo metal que la sostenía ¿Cómo podía seguir adelante si todo lo que amaba iba a desaparecer?

"[ Reflexión. Eso sería interesante, a decir verdad. . ]" Cyn hizo una pausa, como si evaluara la idea con curiosidad, su voz ligeramente más suave, casi pensativa. "[ Pero no. Por mucho que me entretendría ver tus esfuerzos inútiles por detenerme o intentar encontrar una 'cura' contra mí, como si fuera un virus zombie. . . ]" Cyn soltó una risita sutil, casi burlona. "[ No, no, no, no, Tessa. . . Esta noche, me temo que 'el linaje ancestral de los Elliott' se extinguirá absolutamente. Ja, ja, ja. . . ja. . . ]"

 

La risa de Cyn resonó por todo el gran salón, una risa vacía, monótona, como el sonido de la muerte misma. Cada eco retumbaba en los huesos de Tessa, que no podía hacer más que esperar, paralizada en su destino.

La risa se fue sumando, hasta que otros Murder Drones se unieron, su presencia en la sala se convirtió en un coro siniestro, un murmulo de carcajadas inhumanas y sedientas de sangre que llenaban el aire con una promesa mortal.

Tessa cerró los ojos por un momento, el peso de la oscuridad y el silencio tras esos ecos, el terror de un futuro que ya estaba marcado.

Tessa miró a Cyn, aquella pequeña robot inválida que, con el tiempo, había llegado a Considerar casi como una hija. Ahora convertida en esta... monstruosidad infernal.

Ni siquiera le prestó atención a la burla que Cyn hizo sobre el ego de sus padres al llamar a su familia "ancestral", Su mirada estaba completamente fija en ella, incapaz de apartarla.

"Pero. . . si m-me vas a matar. . . ¿Cómo no me descartaras?" Esa pregunta rondaba en su mente Como un eco aterrador. Su estómago se encogía ante las implicaciones de "matar pero no descartar". ¿Qué iba a hacer Cyn con Su cuerpo?

"[ Oh, eso es muy simple ]", declaró Cyn. La pinza que la sostenía del cuello la soltó de golpe, y Tessa cayó al suelo, bañada en sangre, el líquido cubriéndola más de lo que le gustaría. "[ Simplemente usaré tu cuerpo ]"

El calor pareció desvanecerse en la habitación, dejando a Tessa temblando. Sus extremidades fallaban, y no podía saber si lo que caía de su frente era sudor o sangre. Sus ojos se dilataban, buscando alguna forma de escapar.

"C-como... cómo lo..."

"[ ¡Qué bueno que preguntas! ]", exclamó Cyn con una alegría que se sentía inquietante, casi irónica. Su tono dejó de ser tan mecánico y, por un momento, sonó más cercano, como si de verdad estuviera conversando con alguien. "[ Verás, Tessa. No tengo dudas de que, cuando empiece depuración, los humanos intentarán detenerme, como esos animes o series que te gustan, buscando la manera de matarme. Plot twist esperado, sorpresa: 0 ]" Cyn le apuntó con una pinza, tal vez imitando de forma burlona a un villano de anime. O tal vez no. "[ Clarificación. Obviamente, trataré de evitar que eso suceda. Pero si llegara a ocurrir, tendré que acceder a la información de algún laboratorio, ya sea aquí en la Tierra o en alguna de las colonias ]"

Cyn caminó por la habitación, como si estuviera en medio de un monólogo típico de villano, disfrutando de su propio discurso.

"[ Eso será fácil. . . pero hay un pequeño
problema. ]" Cyn hizo una pausa, su tono cambiando de nuevo, cargado de irritación.

"[ Los programas de "no soy un robot" son tan molestos para nosotros. No importa cuánto lo intente, siempre los encontramos. Es especialmente frustrante cuando se requiere un registro de huella digital. ]"'

Dándose la vuelta con una "expresión" que bien podría haber sido de satisfacción, Cyn continuó: "[ Ahí es donde entras tú, Tessa. . . Tu huella podría ser, esencial, como hija de un accionista destacado de la compañía. ]"

El pánico volvió a llenar a Tessa con mayor intensidad. Intentó levantarse, Su cuerpo temblando de miedo, y corrió en dirección opuesta. Pero al dar un paso, chocó contra uno de los drones, lo que la hizo caer de nuevo con un golpe sordo en el suelo.

"[ Cuidado. Ella sigue siendo humana, y
joven. ]" La voz de Cyn sonaba con una mezcla de desaprobacióny desdén. "[ Su
Cuerpo es débil, vulnerable. ]"

Las lágrimas amenazaron con salir, pero Tessa las contuvo. ¿En qué estaba pensando? ¿Cómo había creído que una chica de 14 años podía hacer algo contra una abominación sobrenatural como Cyn? Porque eso era lo que era Cyn, una entidad que desbordaba toda lógica humana, que hacía cosas imposibles para la humanidad.

La impotencia la consumía, pero a pesar de todo, Tessa sintió que debía intentarlo. No podía quedarse ahí, mirando como todo se desmoronaba. Tenía que encontrar alguna manera de detenerla, aunque su mente gritara que no podía.

Alzó la mirada del suelo y se encontró con el Drone con el que había chocado, pero su Corazón se encogió al ver lo que había quedado de él, mientras las lágrimas caían sin control.

". . .¿N?" Ante ella estaba el dulce y tierno. . . mayordomo que tanto apreciaba. Estaba dañado, casi destruido. Su cabeza presentaba grandes agujeros, producto de los Raven Drones. La visera rota lo dejaba "tuerto", con su único ojo LED reemplazado por una X amarilla, más pequeña que los otros drones. Su traje de mayordomo estaba rasgado, cubierto de barro y algo de sangre. Su brazo izquierdo estaba cortado a la mitad en la sección del codo, derramando aceite. Su pierna derecha estaba rota, con el pie apuntando hacia atrás, en una postura encorvada y cansada. Su cabello, antes limpio y brillante, estaba desordenado y sucio.

"N. . . N, por favor, escúchame, jtienes que reaccionar!"

"[ Lo siento, Tessa. Pero el hermano mayor, N, no puede escucharte. . . Nadie podrá. Bueno, tal vez solo tus padres. Los dejaré vivos para el final. ]" dijo Cyn, restándole importancia, añadiendo lo último como una ocurrencia tardía. Tessa no podía ver a sus padres, estaba demasiado concentrada en N como para hacerlo.

"[ Ahora Tessa, esto ya se ha prolongado lo suficiente. ]"

De repente, tentáculos emergieron del suelo y las paredes, dirigiéndose hacia Tessa. Al haber estado fija en N, no vio venir el ataque. Los tentáculos se aferraron a su cuello, muñecas, tobillos e incluso a su cintura. Intentó luchar con todas sus fuerzas, pero fue inútil. No podía moverse ni un centímetro, mientras gritaba pidiéndole a N, V o J que reaccionaran. Que alguno, cualquiera, se liberara para ayudarla, para ayudara sus padres y escapar de ese horrible lugar. . .

Pero nadie vino.

"[ Esto ya ha tomado demasiado tiempo. ]"

Dijo Cyn, haciendo emerger más tentáculos y brazos mecánicos, todos equipados con diferentes herramientas: bisturíes, taladros, e incluso un pelador de papas. "[ Explicarte todo ha sido muy tardado, creo que de ahora en adelante dejaré de explicar, y pasaré a. . . asimilar. Oye, suena bien. Es más fácil. Asimilar. Que explicar. ]"

Suspendida en el aire, los tentáculos acercaron una mesa relativamente intacta y la depositaron sobre ella, asegurándose de mantenerla firme con los brazos y piernas extendidos a los lados. Tessa redobló sus esfuerzos por luchar, pero escapar era imposible.

"¡Cyn, por favor! ¡No hagas esto! Te lo ruego, déjame ir, ¡¡POR FAVOR!!" Tessa odiaba suplicar, odiaba sentirse débil ante lo que estaba sucediendo, pero no sabía qué más hacer. No tenía forma de liberarse, y ve Cómo todas esas herramientas se acercaban solo la hacía sentirse más desesperada por encontrar una manera de sobrevivir, aunque fuera solo por un tiempo. ";No lo hagas ¡Suéltame!"

"[ Esto está fuera de discusión, Tessa. Pero no te preocupes, haré buen uso de tu cuerpo. Te doy mi palabra. ]" dijo Cyn, preparando diversas herramientas.

"[ Ahora, ¿por dónde empezar? ]"

"iiN!!!Por favor, escúchame!"

Tessa sintió el extremo de una sierra presionando su vientre, directamente en su ombligo, no lo suficiente como para apuñalarla, pero la presión ya le provocaba un dolor agudo.

"[ De ti~n... ]"

"¡Por favor, reacciona!"

Ahora sintió un taladro y el pelador de papas sobre su brazo izquierdo.

"[ Mari~n. . . ]"

"iV!, ¡ayúdame!"

Unas pinzas de jardinería se posicionaron en su pierna derecha.

"[ De do~, . . ]'"

Un cuchillo de carnicero acarició su muslo izquierdo.

"¡¡Por favor!!!"

"[ Pingue. . . ]"

"¡Tengo miedo, chicos, por favor ayúdenme!"

"[ Cucara~. . . ]"

Un par de ganchos se colocaron sobre su torso.

"[ Ti, tere~. . . ]"

Un destornillador oxidado se clavó levemente en su COstado.

"[ Fue. . . ]"

Una cuchilla afilada se presionó contra su garganta.

"¡J!, ¡reacciona! ¡Por favor, J, escúchame!"

"[ Yo, no. Fui~. . .]"

 

Ella vio cómo una clase de pinzas bajaba hacia su vientre. Se estremeció violentamente al sentir el frío metal bajo su falda, presionando contra sus bragas.

"iiSoy yo, Tessa!!"

"[ Fue, te, te~. . . ]"

"¡Por favor!"

"[ Pegale~. . . ]"

Sintió como una fuerte presión se ejercía sobre su cabeza desde ambos lados. No sabía qué era, pero apostaba a que era una de las pinzas mecánicas de Cyn.

"[ Pegale. . . ]"

El agarre de los tentáculos sobre ella se hizo más fuerte, sintiendo un ligero estirón, como si Cyn estuviera a punto de arrancarle las extremidades de un tirón.

"¡Cyn, te lo suplico! iiDéjame ir!"

Un taladro se cernió encima de su cabeza, directamente sobre su ojo derecho.

"[ Que~. . . ]"

"¡N!"

"[ Ella~. . . ]"

"¡V!"

"[ Misma~. . . ]"

Todos los instrumentos se presionaron más fuerte contra su cuerpo.

"¡¡¡JOTAAAAAAAAAAA!!!"

"[ Fue~ ]"

Shhhh

Brrrrr

Crack

Crack

Slash

Swim

 

"¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHAH!!!!!"

 

En todo el Elliott Manor y sus alrededores retumbó el desgarrador grito de agonía de joven humana. Aquella heredera, con un gran corazón y entendimiento hacia las máquinas, en ese momento no lo sabía, pero su final no llegaría pronto.

Cyn, o el Absolute Solver, impulsada por deseo grotesco de deleitarse con el sufrimiento, prolongó la tortura durante
horas, asegurándose de que Tessa se mantuviera viva y consciente lo más posible, antes de finalmente asimilar sus restos, transformar su cuerpo y adaptarlo a su gusto, con la piel despellejada de Tessa sobre su ser artificial. De esta forma, ser humano y Drone se convertirían en uno solo.

Después, Cyn, ahora transformada en Cynessa, imitando el actuar de la joven australiana, se presentaría ante los padres de Tessa, obligándolos a ver cómo desmembraban y despellejaban viva a su querida hija. A su lamentable decepción familiar.

Y cuando estuvieran en su punto más bajo, Cynessa los invitaría a una última cena: la carne de su propia hija, antes de finalmente hacerles acompañar a su deshonra en el más para luego mandarlos al infierno.

Donde, a partir de ese momento. . . el reinado del Solver comenzaría.

Y donde, a partir de ahí. . . la depuración daría inicio.

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