"Banco de Luz"
La fría brisa nocturna se filtraba por la ventana del despacho de Albus Dumbledore, iluminada por la luz de una vela. Harry Potter se encontró de pie frente a su mentor. El silencio en la habitación era pesado, hasta que la voz de Dumbledore rompió la quietud.
"Mi muchacho, cuentame, que pasó en esa habitación. Que te dijo ese traidor", preguntó con voz espectante.
"No tuvo tiempo de decir nada profesor" respondió harry con voz firme, esperando ser creido.
Dumbledore permaneció en silencio por un largo momento, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, se levantó de su asiento y caminó hacia él.
"Harry, mi muchacho, ten mucho cuidado, recuerda que eres el elegido, el mundo mágico necesita un nuevo comienzo, una nueva era, y tú eres la clave para eso. Si recuerdas algo aquí estará, te dejaré descansar" le dijo con voz incerta, esperando.
Harry simplemente se despidió y salió.
Llegando a su habitación se sentó en su cama y se quedó mirando fijamente el techo, sus pensamientos dando vueltas en su cabeza. La revelación de Sirius lo había dejado con demasiadas preguntas, siempre dicen "el Elegido" sin preguntarse jamás por qué o cómo. Harry tenía que entender todo lo que estaba pasando: su propia identidad, su verdadero linaje y sobretodo la verdad escondida.
La mañana siguiente se caracterizó por un crujido de aparición, la mirada de Harry dirigida hacia la verdad "Banco de sangre", lugar sagrado y casi inaccesible, ubicado en un puesto desconocido y remoto. Puertas grandes, adornadas con símbolos antiguos. Nadie sabía lo que pasaba dentro de esos muros "securitatem et secretum" eran las palabras fundamentales en este lugar. Solo algunos pudieron acceder a dicho lugar, aquellos con un linaje puro, antiguo o poderoso.
Con una mezcla de nervios, se acercó ante el guardia del banco.
"Quiero realizar una prueba de sangre. Necesito conocer la verdad sobre mi linaje.”
El guardia lo miró con seriedad, preguntando con su mirada el porque de su presencia en el lugar antes de permitirle el acceso. El lugar era grande, majestuoso ya lo largo de las interminables escaleras, se dirigió a una sala privada, una gota de su propia esencia fue vertida sobre un antiguo libro de hechizos.
Las luces del grimorio comenzaban a brillar con fuerza, Harry vio que el libro se llenaba de información: nombres, fechas, eventos. El proceso fue doloroso y revelador, como si su propia magia le estuviera siendo arrancada para revelar la verdad que había permanecido oculta durante tanto tiempo.
Nombre: Hadrian Riddle Snape Black
Madre: Severus Tobias Riddle (Snape)
Padre: Tom Marvolo Riddle
Pareja: Lucius Abraxas Malfoy
Hijos: Draco Lucius Malfoy-Potter; Scorpius Hyperion Malfoy-Potter; James Abraxas Malfoy-Potter
Padre: James William Potter (adopción de sangre) "fallecido"
Madre: Lily Evans (adopción de sangre) "fallecida"
"¿Qué?" exclamó Harry, incapaz de procesar. Más y más información se imprimia, sus ojos las seguían como loco, no podía creer lo que leía. "¿Snape? ¿Mi madre? ¿Hijos? ¿Malfoy? ¿Poción de odio?...Eso... eso no puede ser posible."
"Nada de lo que está escrito es estos libros sagrados es mentira, chico" comentó con voz dura el duende.
El crujido se escuchó por segunda vez, seguido por las conocidas náuseas después, Harry salió del banco desconcertado por todo lo que había descubierto, su mente giraba sin cesar. Su identidad, todo lo que había construido en su vida, parecía ahora una mentira. Dumbledore lo había manipulado, borrando su memoria y distorsionando la realidad. Al regresar vio a sus amigos, Hermione, Ron y Ginny. Estos se dirigieron hacia la oficina del director mientras murmuraban palabras que Harry no podía escuchar.
" Estaran preocupados por mi " piensa harry corriendo para detenerlos y contarles todo.
"¿Qué vamos a hacer?" preguntó Hermione con inquietud, viéndolos, sumidos todos en sus propios pensamientos.
Harry sintió como un frío helado le recorría la espalda. Se quedó quieto, oculto tras una columna, escuchando atentamente. ¿ De qué hablaba?
Ron, con sobrebia, respondió. "No lo sé, Hermione. Ese estupido de Harry no está en su habitación, ya estoy cansado de seguirlo y cuidarlo como un niño idiota".
"Si, estoy cansada también de tener que fingir estar enamorada de él", añadió Ginny con una mueca y un tono cargado de desden.
Harry sintió una profunda angustia recorrerlo. Las palabras de sus amigos le atravesaban con dolor. No podía entender cómo, después de todo lo que habían vivido juntos, podía pensar eso. Hermione, Ron y Ginny hablaban de él como si fuera una amenaza, como si su mera existencia fuera el mal.
Harry simplemente los siguió.
"...Lo entiendo profesor, pero parece que nunca dejamos de ser 'los amigos de Harry Potter', incluso ahora, después de todo lo que pasó, todo sigue girando en torno a Harry." Dice Hermione suspirando profundamente
"Para él, siempre se trata de sus padres muertos y sus traumas. Soy solo la chica tonta que se supone que lo entiende todo. ¿Pero quién me entiende a mí?". Agrega Ginny rodando los ojos
"Harry Potter nos salvó" dice Ron con voz petulante y llena de burla. "Sí, lo hizo, pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Acaso no fuimos parte de eso también? ¿Que somos? ¿Sus ayudantes? ¿Seguidores?".
El mentor los observó en silencio, con una sonrisa maliciosa.
"Mis muchachos, recuerden que Harry es nuestra herramienta y el peón más importante. Tenemos un propósito, necesito que sigan como lo están haciendo hasta ahora"
"Entonces, ¿qué hacemos con él? Porque sinceramente, no sé cuánto más puedo aguantar su actitud de 'soy el mejor'. Gruñe Ginny cruzando sus brazos.
Con tono sombrío y lleno de resentimiento sonó la voz del mentor.
"No sé que se preocupen mis muchachos, esto pronto acabará"
Harry, oculto detrás de la puerta, se queda pasmado al escuchar esas últimas palabras. La traición de sus amigos y su mentor era como dagas.
Ese mismo día, después de escuchar esa horrible conversación, Harry no pudo más. Necesitaba enfrentar su situación y las personas principales en ella, y ¿quién mejor que el profesor Severus Snape, o mejor dicho, Su Madre?.