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Draco estaba emocionado, por fin conocería a Harry Potter, su ídolo desde que tenía memoria, y lo mejor, irían juntos a Hogwarts, ya que tenían la misma edad.
Draco se despidió bastante emocionado de su madre, su padre no pudo ir a despedirlo, ya que tenía trabajo que hacer, pero a Draco poco le importó, estaba demasiado emocionado por conocer al famoso Harry Potter.
Al entrar en el tren, se encontró con sus amigos, Gregory Goyle y Vincent Crabbe. Así que juntos caminaron un rato por los vagones de primero para encontrar al chico de la extraña cicatriz. Al fallar terriblemente, se sentó en un vagón apartado con sus amigos, estaba enojado, quería ver a Harry con sus propios ojos, quería ser su amigo.
Unos veinte minutos más tarde y Draco ya se encontraba dormido en el vagón, pegado contra la ventana. No había podido dormir la noche anterior por la emoción.
Al llegar a Hogwarts, Crabbe y Goyle remaron el pequeño bote, él no hizo nada, ellos no lo dejaron, pero no le importaba, estaba lo suficientemente enojado como para que le importara.
Cuando la profesora que los guió hacia unas escaleras, la cuál se presentó como la profesora Mcgonagall los dejó solos unos minutos para hacer quién sabe qué, Draco pudo verlo, y por primera vez desde que había bajado del tren, sonrió.
—Es cierto, lo que decían en el tren, Harry Potter ha venido Hogwarts. —muchos de los chicos murmuraron sorprendidos, Draco sonrió aún más.— Ellos son Crabbe y Goyle. —Señaló a sus amigos detrás de él. Luego, se presentó, con toda la elegancia que le habían enseñado antes de que siquiera supiera hablar. Se paró frente a Harry.— Yo soy Malfoy, Draco Malfoy.
Un chico junto a él, pelirrojo, ahogó una risa, lo que hizo que Draco se sintiera incómodo y un poco enojado, pero también triste, recordó que sus padres le habían dicho, que muchas personas juzgaban a su familia, él no entendía por qué, luego recordó también lo que su madre le había dicho sobre no dejarse llevar por sus emociones, aunque su padre le enseñó que nadie debía humillarle jamás. Se debatió unos segundos, escudriñando al pelirrojo con la mirada, haciendo a este encogerse en su lugar.
—¿Qué te causa tanta gracia, Weasley? —Preguntó, tratando de sonar sereno y tranquilo. El pelirrojo solo se encogió de hombros, el rubio lo ignoró y miró a Harry. Extendiéndole una mano— Como decía, soy Draco Malfoy.
Harry miró su mano unos segundos y luego a Ron, quién apartó la mirada, finalmente aceptó la mano de Draco.
—Es un gusto conocerte, Draco.
Draco sonrió tontamente y cuando vio a la profesora Mcgonagall aproximarse, se paró junto a Harry, esperando las órdenes de la profesora.
Debían sentarse en un taburete y probarse un sombrero para que los seleccionaran en sus casas correspondientes, Draco sabía que iría a Slytherin, es decir, toda su familia había ido a Slytherin, todos los Malfoy y todos los Black, excepto Sirius, pero nadie hablaba de él.
La profesora fue llamando a cada uno, nombre y apellido, mientras iban seleccionados en diferentes casas. Sus amigos, Gregory y Vincent fueron a Slytherin, él les sonrió, cuando ellos pasaron frente a todos los estudiantes y se sentaron en la mesa de Slytherin. Cuando fue el turno de Draco, se sentó en el taburete, un poco nervioso. La profesora puso el sombrero sobre su cabeza, este le tapó los ojos, así que estaba a oscuras, mientras una voz sonaba sobre su oído, parecía como si viniera de su cabeza.
“Mmh, esto es curioso, un Malfoy.”
“Tienes astucia, eso sí, pero también eres valiente, tienes coraje.”
“Es sorprendente decir esto, pero...”
—¡Gryffindor! —Gritó el sombrero seleccionador, la sala se sumió en un silencio espectral, mientras Mcgonagall quitaba el sombrero de su cabeza, unos segundos después, ella le dió un leve empujón, él la miró, asustado, temblando, ella señaló la mesa de Gryffindor, y él sin saber cómo, caminó hacia allí, sentándose junto a unos pelirrojos, y mirando a la nada.
No sabía que diablos había pasado, pero debía ser un error, él no era un Gryffindor, era un Slytherin, siempre lo había sido, sus padres siempre le decían que debía ir a Slytherin. Y sus padres. Oh, sus padres estarían furiosos.
Acabarían con él. Estaba seguro.