Draco Malfoy y los Dioses Mitológicos

Harry Potter - J. K. Rowling Percy Jackson and the Olympians - Rick Riordan
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Draco Malfoy y los Dioses Mitológicos
Summary
Draco estaba jodido en términos generales.Él no sabe el momento exacto en el cuál todo se fue a la mierda. Sólo recuerda que estaba con su Madre en Londres muggle -por favor, no le digan eso a su padre o lo matará, gracias- y apareció esa cosa con una apariencia grotesca con cuerpo delgado y alas de murciélago. Probablemente hubiera estado encantado como el fanboy que era de la Mitologia al ver a una criatura tan parecida a una furia si no fuera porque esa criatura lo estaba persiguiendo para matarlo, literalmente. No entiende porqué ningún muggle lo ayudaba -después de todo, nunca creyó en todos esos prejuicios que su padre pasaba dia y noche intentando que aprendiera- ¡y en definitiva no estaba siendo nada discreto al pedir ayuda!. Al menos que se considere que gritar a todo pulmón como una niña y empujar de todo para que esa cosa no lo encuentre sea muy discreto.Volviendo al caso del porqué estaba jodido, pues cuando intentaban escapar de esa cosa sin éxito, su madre le tiro un traslador, que tal parece estaba mal configurado, porque al final terminó cayendo desde 𝘮𝘶𝘺 alto. ¡Oh! Además puede que haya golpeado a una chica con una piedra antes de desmayarse rodeado de extraños en un campamento del cual no sabe
Note
...𝘼𝙣𝙙 𝙮𝙤𝙪 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙨𝙘𝙧𝙚𝙖𝙢, 𝙙𝙤𝙣'𝙩 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙢𝙚 '𝙠𝙞𝙙', 𝙙𝙤𝙣'𝙩 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙢𝙚 '𝙗𝙖𝙗𝙮'.𝙇𝙤𝙤𝙠 𝙖𝙩 𝙩𝙝𝙞𝙨 𝙜𝙤𝙙𝙛𝙤𝙧𝙨𝙖𝙠𝙚𝙣 𝙢𝙚𝙨𝙨 𝙩𝙝𝙖𝙩 𝙮𝙤𝙪 𝙢𝙖𝙙𝙚 𝙢𝙚...
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Tensiones - The Archer

"¿Michel?" Pregunto sorprendido. ¿Qué hacía su amigo ahí? ¿Acaso él también...?

 

"¿Draco?" Le pregunto él, Draco asintió suavemente. "¡Draco!" Grito Michel empezando a correr hacia él.

 

"¡Michel!" Le devolvió el grito feliz, corriendo también. Pero paro en seco al ver como su amigo cambiaba su mirada feliz a una más enojada, ¿pero qué? "¿Michel?" Volvió a preguntar.

"¡Draco Regulus Malfoy Black! Ven aqui ahora mismo" le exigió Michel corriendo más rápido. Lo siento, él quería vivir un poco más, así que se fue corriendo hacia la dirección contraria. "¡Draco!" Grito tirándose encima de él y haciendo que ambos tengan que rodar. "¿Me puedes explicar qué haces aquí? ¡Tú y tu madre llevan todo el verano desaparecidos! El señor Malfoy estaba devastado" Le siguió gritando encima suyo.

 

Draco giró su cabeza viendo como todos los miembros del campamento se habían reunido al ver el pequeño espectáculo, entonces decidió que le daría este problema a un profesional, osea Luke.

 

"Él te lo explicara todo" dijo dirigiéndose a Luke. Michel lo corto diciendo que ya lo sabía, su madre se le había explicado lo básico camino aquí. "Oh, entonces... supongo que creo que tengo muchas cosas que explicar" hablo rascándose la nuca y luego de presentar rápidamente a Michel con sus amigos -Silena, Luke y Will- se fueron sin mirar atrás hacia el lago.

 

"Te extrañe mucho, ¿sabes?" Empezó murmurando Draco dejando caer los hombros como si acabara de librarse de una carga invisible. Había algo en la presencia de Michel que siempre lo calmaba, como un ancla en medio de su caos. Lo miró con una mezcla de nostalgia y alivio, como si estuviera viendo un pedazo de su hogar perdido.

 

Michel, con su semblante sereno pero inquisitivo, se acomodó junto a él, atrayendolo a un abrazo. "Bueno, yo también te extrañé" respondió con una sonrisa que no logró ocultar del todo el destello de preocupación en sus ojos, ese era su amigo. "¿Cómo es este lugar? ¿Dónde está tu madre? ¿Te tratan bien? ¿Tú estas bien aquí?" Draco no pudo evitar reír ante la clara preocupación de su amigo, había sido así desde pequeños pero cada vez parecía aún más sobreprotector con él.

 

"Sí, aqui es genial siendo sinceros, a algunos no les caigo bien, la historia de siempre" explico con brevedad. "Y con respecto a mi madre... bueno, todo empezó cuando nos fuimos al mundo muggle... "empezó a relatar su historia para Michel. La historia que le seguia doliendo en el fondo, salió con total facilidad con él, aunque no era de extrañarse.

 

Michel era su mejor amigo, quien siempre estuvo ahí apesar de que su padre lo mirará mal por ser un mestizo. Quien le apoyo y ayudo a perfeccionar sus habilidades en el voleiball, haciendo que después de tantos años de practicar juntos sean una dupla perfecta. Michel era quien siempre lo motivaba a más, cuando se quería rendir con la katana por lo estresante que también llegaba a ser. Si, Michel siempre estaba ahí.

 

Era su amigo.

 

Era seguridad, paz.

 

Michel era su persona.

 

Así que le contó todo. Como la furia los había encontrado y perseguido, como tuvo que dejar atrás a su madre para sobrevivir. Como ella posiblemente estaría muerta en estos instantes. Y volvió a llorar, un gran llanto esta vez, pero se sentía seguro ahí, en los brazos de Michel que lo consolaba como nadie más, que no lo paro y estuvo con él. Le contó sobre su desastrosa llegada al campamento, en la cual cayó encima de Luke y por un accidente se ganó el odio de La Rue, de como sus días aqui eran buenos con Silena y Will, apesar de que Chase lo seguia mirando mal. De cómo aunque no todos lo amen, se sentía querido y en casa ahí dentro. Sin embargo, también le contó de lo solo que se sentía en las noches, de como constantemente se preguntaba si su padre lo estaría buscando, y por suerte Michel le había dicho que si, su padre lo buscaba día y noche con desesperación. Y le aseguró de que aunque él sea un mestizo, lo seguiría amando. Ambos sabían que esa tal vez no sería la realidad, pero a Draco le consoló que al menos se lo dijera.

 

Tampoco no todo era malo, también hablaron de que harían cuando fueran a Hogwarts ‐ya que, aunque Samantha no sepa que Draco estaba ahí, seguro encontrarían la manera de llevarlo consigo-, de como podían adoptar a un chico tímido de por ahí. De cómo podrían pasar el único mes que tenían en el campamento y realizaban planes para vengarse de La Rue cada vez que los heche a un bote de basura. 

 

En toda esa charla, no se habian dado cuenta de que había oscurecido ya y que Draco se había perdido todas las actividades que iba a hacer con los demás. Esto, hablar todo el tiempo sin parar, era algo tan común para ellos, siempre olvidandose de todo lo demas ya que, en esos momentos, eran solo ellos dos, Michel y Draco. Así que a paso lento mientras seguían la conversación se dirigieron hasta el lugar donde cenarian. La mayoria ya estaban ahí alborotados y tragando lo que podia así que fue facil hacerse un espacio en la mesa de Hermes pasando desapercibidos.

 

Hasta que, claro, reclamaron a Michel.

 

Justo arriba de su cabeza, un caduceo, que consistia en un bastón alado con dos serpientes entrelazadas apareció brillando. Sus hermanos se pusieron a festejar y felicitar a Michel como un nuevo hermano, Michel sonrió, incómodo pero feliz, dejando que lo rodearan, lo felicitaran, lo aceptaran. Su sonrisa creció al mirar a Draco, quien aplaudía desde un rincón, claramente orgulloso de su mejor amigo. Todos festejaban menos Luke, que yacía en la otra punta de la mesa con los brazos cruzados y una expresión que intentaba ser neutral, pero que claramente mostraba su molestia. Draco no entendía del porqué de su molestia, ¿tal vez era solo que ese día estaba de malas?

 

“No puedo creerlo,” escucho a Luke murmurar para sí mismo, mientras que él y Michel chocaban los cinco, para que este lo levantará en sus hombros mientras iba feliz. "¿Viste eso Draco? ¡Soy un hijo de Hermes!" Grito emocionado sin soltarlo.

 

"Ya te lo había dicho antes Michel, eres especial" le sonrió enormemente Draco, lo llenaba de alegria que él fuera reclamado. "Ahora como oficial miembro de la cabaña, tendrás una cama propia para ti, tendrás que dejarme escabullirme de vez en cuando, ¿eh?" Pregunto Draco juguetón, aún en los brazos de Michel.

 

"Me debes estar jodiendo" suspiro Luke que luego agrego sin moverse de su lugar "Bien por ti, Michel" Su voz sonó fría, apenas audible entre el bullicio de la mesa.

 

"¿Estás bien, Luke?" preguntó Draco con una genuina preocupación en sus ojos grises, ¿qué andaba mal con él?

 

Él solo se encogió de hombros, fingiendo indiferencia. "Perfectamente" respondió, antes de girar e irse de la mesa sin mirar atrás. Lo vio marcharse, y una ligera preocupación arrugando su frente, tenia que ir a ayudarlo, pero no entendía por qué Luke estaba actuando así, tan raro ahora cuando en la mañana estaba perfectamente normal. Sin embargo, una parte de él sabía que no era el momento para preguntar. No con Michel sonriendo tan ampliamente a su lado.

 

~~~❤︎~~~

 

Con su mejor amigo a su lado en este campamento de cuarta, todo se volvía mucho mejor. Mucho.

 

Obviamente le habían dado una cama como nuevo hijo de Hermes, y como Michel es la mejor persona que pudo existir en todo el universo, lo dejo dormir a su lado todas las noches, algunos otros no reclamados los miraban mal, pero Draco solo les sacaba el dedo del medio y decía algunas palabras y problema solucionado. ¡Así que adiós, vieja y fea bolsa de dormir! Hola cama caliente y cómoda que compartía con Michel. Luke ya lo había intentado sacar de ahí muchas veces, pero él se aferraba a la cama con uñas y dientes, hasta llegó a hacer una alianza con los hermanos Stoll con ayudarlos con sus bromas, si es que ellos le hacían una muy mala a Luke cada que lo intente separar del tercer amor de su vida -la cama-. Eso llevó a que en tan solo una semana, el pobre maldito fuera víctima de una broma de parte de los hermanos cada día.

 

Bueno, eso le pasaba por meterse entre él y su cama.

 

Otra cosa que mejoro fueron los entrenamientos, como era nuevo y odiado por las cabañas de Ares y Athenea sus opciones para combatir eran escasas, pero con Michel consigo no tuvo que hacer mucho para convencerlo. El chico estaba siempre con él, lo seguia a todas partes y en todo momento, podría sonar un poco Acosador de su parte, pero así Michel 'se aseguraba de que estuviera bien' en sus propias palabras. De vez en cuando por petición directa de Luke le decían que cambien de parejas, pero eran escasas esas veces desde que casi nadie podía seguirle el paso. 

 

Con estas semanas en un campamento lleno de guerreros reales le habían dado mucha experiencia, y él que nunca se rinde esto lo llevó hasta el límite y sumandole que nadie sabia mucho sobre katanas hacia que sus ataques fueran sorprendentes para muchos. A Michel tampoco le estaba yendo nada mal, él tampoco había elegido un arma tradicional griega, en cambio, opto por un 'morning star' que consistia en un palo alargado que en el final tenía una cadena que conectaba una bola con pinchos. Esa resultó ser un arma muy efectiva para él, y como era algo completamente nuevo y desconocido era divertido y aterrador entrenar contra él. ¡Hasta habían ido juntos a por un hijo de Hefesto para que les confeccionará a ambos un arma bien! Y el chico llamado Charles Beckendorf acepto con un poco de ayuda de Silena. Por eso las chicas eran geniales.

 

Y ni hablar del voley, básicamente habían estado jugando juntos toda su vida, eran como culo y calzón, uña y carne. Draco era un armador excelente y Michel su rematador estrella.

 

Él también le ayudaba a recolectar fresas, y Draco estaba muy agradecido por eso. Aunque la creencia popular diga lo contrario, él en verdad es un asco con la naturaleza. Si, es toda muy hermosa y de más, pero igualmente sucias y simplemente no, no era para él. Así que fuera tierra, germenes y trabajo manual, si quería relajarse podía ir junto asi pegasa Rosemary.

 

Y hablando de pegasos, ahora mismo estaban yendo junto a Silena a ver a los pegasos y cuando llegaron junto a ella, la chica parecía... ¿incomoda?

 

"¿Lena? ¿Estás bien?" Preguntó Draco acercandose, ella asintió con la cabeza aunque seguía apareciendo incomoda. "Vamos, suéltalo, sabes que puedes decirme lo que quieras"

 

"¡Si, lo sé! Solo es que... ven conmigo un rato" empezó y lo llevo hacia una esquina alejada de Michel. "Conner y tu han estado todo el tiempo juntos toda esta semana y... sé que son amigos desde hace tiempo, pero... esto era algo solo nuestro, Draco. Y... "  

 

Draco parpadeó, sorprendido por la confesión de Silena. Se rascó la nuca con incomodidad, sin saber exactamente qué responder, ¿que era lo mejor que podía hacer?. "Lena... No sabía que... bueno, no creí que te molestara," dijo finalmente, con una voz suave. "Michel y yo hemos pasado mucho tiempo juntos porque... ya sabes, hacía tiempo que no lo veía y habían cosas que contar, pero eso no significa que me olvide de ti o de lo que compartimos."

 

Ella bajó la mirada, mordiéndose el labio con nerviosismo, no era algo muy común de ella, ya que podria aruinar su perfecto pinta labios. Si que era malo, entonces. Además había algo en sus ojos que no podía disimular, una mezcla de celos y vulnerabilidad que Draco no esperaba de alguien tan segura como Lena.

 

"Es solo que... tú y yo teníamos esta cosa especial," continuó Silena en un susurro. "Las bromas sobre moda, las escapadas para combinar ropa, incluso los días en los que me arrastrabas a jugar voleibol esos dias que tanto te gustaban. Y ahora siento que... que te estoy perdiendo un poco, Draco." Confesó mirando al suelo.

 

Oh no, si que la había cagado.

 

Había hecho sentir mal a su amiga, ¿qué clase de amigo era?

 

Dio un paso hacia ella, colocando una mano reconfortante sobre su hombro apesar de que ella sea más alta que él. "Len, eso nunca va a pasar. Eres mi amiga. Mi familia aquí. Y sí, Michel es muy importante para mí, pero eso no cambia lo que tu también significas para mí."

 

Parecia estar evaluando sus palabras, esperaba que hubieran sonado sinceras, porque lo eran. No queria lastimarla. Finalmente, dejó escapar un suspiro y asintió. "De acuerdo, pero no puedes desaparecer con él cada vez que hay algo divertido. Los pegasos son nuestro momento, ¿vale?"

 

Solto todo el aire que sin darse cuenta habia estado conteniendo y sonrio en grande, relajando la tensión. "Por supuesto, juro solemnemente no volver a robarte el tiempo de los pegasos. Es más, te dejaré elegir al primero que montemos. ¿Qué te parece?"

 

Silena esbozó una pequeña sonrisa, la incomodidad finalmente cediendo. "Trato hecho. Y, Draco, solo... prométeme que si alguna vez necesitas algo, seguirás contándomelo. No importa qué tan ocupado estés con él o con cualquier otra persona."

 

Draco asintió solemnemente, apretando su mano brevemente. "Lo prometo, Silena. Siempre contarás conmigo. Y ahora, vamos a ver a esos pegasos antes de que se impacienten."

 

Juntos regresaron hacia Michel, quien los esperaba con una sonrisa despreocupada, ajeno a la conversación que acababa de ocurrir. Rápidamente le explico como él tendria que irse sin hacer que se sienta mal, y aunque no parecia muy de buenas, Michel acepto, yendose a buscar las armas a la cabaña de Hefesto. Aunque sabía que con Lena ahora todo estaba bien, mientras caminaban, no pudo evitar sentir una leve punzada de culpa. 

 

Era verdad lo que había dicho, los estaba dejando de lado. A todos.

 

Sin darse cuenta últimamente había estado demasiado ensimismado con Michel, y muy probablemente Silena no era la única que se había sentido desplazada.

 

Mierda.

 

Tenía mucho que arreglar.

 

...

 

Draco estaba recostado en una de las camas de la enfermería después de un largo día de entrenamiento. Aunque no estaba herido de gravedad, le habia insistido a Michel de dejarlo ir solo a la enfermeria, hace tiempo que recordaba lo poco que habia hablado con Will en estos dias, y ¿qué mejor forma de abarcar eso que una emboscada a la enfermeria?. Y como si fuera obra del destino, justo ahi estaba Will, revisando algunas hierbas en una mesa cercana, moviendo los frascos con movimientos mecánicos. Pero su habitual sonrisa brillante no estaba ahí, y Draco lo notó de inmediato.

 

"Hey Willy, ¿planeas matarme con silencio o solo estás practicando para un concurso de caras largas?" Intentó bromear, para tratar de aligerar el ambiente un poco. Spoiler, no lo logró. Will no respondió de inmediato, simplemente siguió organizando los frascos, pero su mandíbula estaba tensa. "Will" insistió, esta vez con un tono más suave. "¿Qué te pasa? Estás raro".

 

El hijo de Apolo finalmente suspiró y se giró hacia él, cruzando los brazos. "No es nada" dijo al principio, pero sus ojos brillaron con una mezcla de frustración y tristeza que traicionaba sus palabras. Él arqueó una ceja, dejando claro que no le creía ni por un segundo. Este también era el problema que venía a arreglar, el menor llegaba a ser sentimental con él muchas veces, y no quería que se sintiera igual que Lena.

 

"Oye vamos, sabes que soy muy bueno leyendo expresiones. Y ahora mismo parece que quieres arrancarme la cabeza o lanzarme un rayo... aunque lo último sería bastante irónico" por suerte esta vez si logro que Will soltará una risa suave, pero todavía había algo en su mirada que no desaparecía. Sería un trabajo duro, al parecer.

 

"Es solo que... últimamente estás muy ocupado, ¿sabes? Con Michel, Silena... con todo el mundo, menos yo, parece"

 

Draco parpadeó, sorprendido. '¿Eso te molesta?' Iba a preguntar, pero gracias a Hecate se dio cuenta antes de lo tonto que sonaba.

 

Will apretó los labios y bajó la mirada antes de seguir. "No es que me moleste. Es solo que... al principio éramos tú y yo, también la pasabas con Silena y Luke, pero yo estaba presente, estaba ahí, contigo ¿recuerdas? Cuando caiste del cielo... yo te ayudé a adaptarte, a entender cómo funcionaba el campamento, pasábamos las tardes juntos practicando tiro con arco o hablando aquí. Pero ahora..." hizo una pausa, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras." Ahora siento que apenas me ves, que apenas y te acuerdas de mi con el chico Conner a tu lado, ni siquiera te presentaste a nuestra sesión de entrenamiento del arco ayer... "

 

Se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que acababa de escuchar. Carajo, él tenía razón, lo había olvidado por completo. "Will, no tenía idea de que te sentías así" empezó finalmente, sentándose en la cama. "No estoy tratando de dejarte de lado, ¿sabes? Es solo que... bueno, todo esto es nuevo para mí, y la llegada de Michel fue como un salvavidas, un respiro de un aire ya conocido pero igual de fresco. A veces siento que me estoy ahogando tratando de mantenerme a flote con todo lo que pasa aquí, y aunque eso no lo justifique, creo que si me sobrepasó" él lo miró con una mezcla de comprensión y tristeza. Will siempre lo entendía.

 

(Pero, ¿quién entiende a Will?)

 

"Yo.. yo lo sé, Draco. Y entiendo que quieras estar con él, ya que es tu amigo desde antes y parte de tu lugar natal, esta bien tener otros amigos... sin embargo, no quiero que pienses que soy solo el chico de la enfermería que está aquí para curarte cuando te lastimas. Quiero ser más que eso para ti" no sabia si habia ahí un mensaje entre líneas o no, eso no le importaba -no ahora, al menos- solo sabía que había hecho sentir mal a su amigo. Draco sintió un nudo en el estómago. Había algo en la forma en la que Will lo miraba, que lo hacía casi retorcerse de culpa.

 

"Tú ya eres mucho más que eso para mí" afirmo con sinceridad. "Eres mi amigo. Probablemente uno de los mejores que tengo aquí" Will sonrió, pero era una sonrisa débil, como si no estuviera del todo convencido.

 

"Entonces no me olvides, ¿vale? No quiero ser solo un espectador en tu vida, Draco"

 

Él asintió, sintiendo una extraña mezcla de culpa y agradecimiento. "No podrías serlo, incluso si lo intentaras. Ahora, ¿vas a quedarte ahí mirándome como si fuera una obra de arte o vas a ayudarme a salir de esta cama?" Pregunto juguetón y Will finalmente soltó una carcajada, y aunque no todo estaba resuelto, creía que había un nuevo entendimiento entre ambos.

 

Haría un esfuerzo para seguir junto a Michel sin dejar de lado a los demás, tenía que hacerlo. No quería perderlos, eran importantes para él.

 

Así que llegaba al último eslabón, la parte final a la que le tenía más miedo por las multiples posibilidades de salir mal.

 

Luke.

 

....

 

Draco ya sabe, ya se dio cuenta y se quito la venda de los ojos para ver que en verdad, estaba dejando a sus amigos de lado con Michel, y no repetiría el mismo error con él. Por ende, Michel lo acompañaba junto a Silena y Will a buscar a Luke. Necesitaban todas sus armas para esto.

 

Al llegar al campo de entrenamiento y ver como Luke parecía una bestia total mientras peleaba con La Rue y la humillaba con total furia.

 

Draco tragó saliva mientras observaba mejor la escena frente a él. Luke estaba completamente concentrado en su pelea con La Rue, moviéndose con una gracia que solo podía describirse como letal. Cada golpe era preciso, cada movimiento calculado. Pero lo que realmente le llamó la atención no fue solo la habilidad de este sino la intensidad que había en sus ojos, como si toda su furia reprimida estuviera canalizada en esa pelea.

 

Silena soltó un leve suspiro junto a él, como si estuviera igual de atrapada por el espectáculo. "Wow, Luke está... encendido hoy, ¿no?" murmuró Michel rompiendo el silencio. Will que aún parecía algo incómodo en su presencia le respondió. "Ha estado así desde que... bueno, desde que llegaste" intentó no sonar hiriente, pero Michel que apesar de todo era un rollito de canela, estuvo cabizbajo. Okey, lo entendía, si tu hermano mayor quien también es de vital importancia para el campamento pareciera estar en contra tuya él tampoco estaría muy feliz la verdad.

 

Pero Draco no respondió de inmediato. Estaba demasiado ocupado pensando cosas que definitivamente no debía pensar en ese momento. 'Concentrate Draco Regulus Malfoy Black,  no es momento para imaginar que estas en una de esas telenovelas viejas y baratas' se reprendió mentalmente, aunque su cerebro parecía empeñado en ignorar sus propias advertencias.

 

Luke se giró con un movimiento rápido, desarmando a La Rue con una facilidad que era casi insultante. La lanza de la hija de Ares cayó al suelo con un estruendo, y ella retrocedió con una expresión mezcla de sorpresa y rabia. Oh, cómo le encantaba esto. Eso se lo merecía por tantas veces tirarlo a un bote de basura.

 

"¿Eso es todo?" espetó él, con una voz baja pero cargada de desprecio. "Pensé que los hijos de Ares eran mejores que esto". Tuvo que luchar contra el impulso de aplaudir. ¿Cómo alguien podía ser tan increíblemente irritante y atractivo al mismo tiempo?

 

"Deja de mirarlo como si fueras a devorarlo vivo" susurró Will, inclinándose hacia Draco con una sonrisa divertida pero claramente incómoda y que no llegaba a sus ojos.

 

"No sé de qué estás hablando" respondió sonrojado cruzando los brazos y fingiendo indiferencia.

 

"Claro que no. Solo que tu cara está más roja que el cabello de un Weasley" intervino Michel, rodando los ojos. Y draco no dude en darle un codazo, mientras que Silena y Will no entendían la referencia.

 

Draco iba a responder con una réplica mordaz, pero en ese momento Luke se giró hacia ellos, su mirada aún cargada de esa intensidad peligrosa. Por un momento, puede jurar que se sintió como si estuviera clavado en el lugar. "¿Qué hacen aquí?" preguntó él con una voz más fría de lo habitual.

 

Decidió dar un paso al frente, ignorando la tensión en el ambiente. Digno de un Gryffindor a su parecer, no cualquiera se acercaría a Luke en estos instantes. "Te estábamos buscando. Tenemos algo importante que discutir, pero parece que estabas ocupado humillando a La Rue" Luke arqueó una ceja, dejando escapar una leve risa que se fue rápidamente al ver a Michel.

 

"¿En serio? No me lo esperaba, tú, hablándome por voluntad propia. Últimamente pareces estar siempre ocupado, Draco" dijo con un tono mordaz. "Dime ¿Qué necesitas?"

 

Draco tragó saliva de nuevo, intentando recordar por qué estaban allí en primer lugar, ya que entre la adrenalina del momento y las miradas del mayor, su cerebro estaba peligrosamente cerca de desconectarse.

 

'Concéntrate Draco, enfoque" se recordó una vez más, decidido a no dejarse llevar. Pero, sinceramente, no podía pensar muy bien en ese momento. Bueno, no pueden culpar a Draco por pensar que si, él fuera un poco más mayor definitivamente se acostaria con Luke.

 

Draco inhaló profundamente, consciente de la tensión creciente en el ambiente. Dio un paso más hacia Luke, quien, aunque aún sostenía su espada con la misma fuerza, bajó la guardia lo suficiente como para enfrentarlo directamente.

 

"Mira, sé que he estado algo... distante" comenzo, levantando las manos en un gesto de paz.

 

Luke soltó una risa seca, que no tenía ni un ápice de humor. Uh, tal vez esto si seria más dificil. "¿Algo distante? No me hagas reír, Malfoy. Has estado prácticamente desaparecido desde que tu mejor amigo decidió aparecer de la nada y monopolizar todo tu tiempo" Él solo parpadeó, sorprendido por el tono acusatorio. Además, ¿Luke no debería estar feliz por su nuevo hermano?

 

"Eso no es justo. Solo intentaba ponerme al día con él" refuruño un poco.

 

"¿Ponerse al día?" Luke avanzó un paso, su mirada fija en los ojos grises de Draco. "Te has pasado una semana entera ignorándonos. Will y Silena estaban destrozados. Yo... " sintió un tirón en el pecho al notar cómo Luke evitaba terminar su frase. Su voz, siempre tan segura, flaqueó por un instante antes de recuperarse. "Yo estaba mal también".

 

"Lo sé" admitió en voz baja, inclinando ligeramente la cabeza. "Y no tienes idea de cuánto lo lamento" no sabia que más decir, las palabras no eran lo suyo. 

 

Silena, que había permanecido en silencio, trató de intervenir con un tono conciliador. Su amiga siempre a su rescate. "Vamos, Luke, nosotros ya lo hablamos antes. Draco nos explicó todo y... "

 

Él levantó una mano para detenerla, su mirada todavía fija en Draco que le ponía los pelos de punta -por suerte, no literalmente-. "¿'Ya lo hablamos'? ¿Eso es todo lo que se necesitó para que te calmaras? ¿Un par de palabras bonitas y ya? ¿Tan rápido te convenció? "Se giró hacia Will, quien estaba de pie a un lado, con la cabeza baja. "¿Y tú, Will, qué me dices tú? ¿También te convencio con un simple 'lo siento'?" El hijo de Apolo alzó la mirada, visiblemente incómodo.

 

"Yo... no es eso, es solo que..."

 

"Déjalo, Luke" interrumpió Draco, adelantándose para enfrentar la mirada del hijo de Hermes. "Si tienes un problema conmigo, dilo. Pero no metas a Will y a Lena en esto" la gente se empezó a amontonar. No, ¿acaso no podían dejar de ser metiches un solo día?

 

"¿Ah, sí?" Luke dejó escapar una risa amarga y señaló a Michel, que había estado observando en silencio desde un lado. "Y él, ¿también lo vas a defender? ¿El chico perfecto que te tiene completamente cegado?"

 

Draco apretó los dientes, dando un paso más hacia Luke.

 

"Michel no tiene nada que ver con esto. Él no hizo nada malo" no iba a dejar que le pasarán por encima, no cuando él lo había defendido tantas veces antes. El mayor se cruzó de brazos, su expresión endurecida.

 

"Claro, claro. Porque es tan perfecto que ni siquiera puedes darte cuenta de lo que está pasando frente a tus narices. Mejor vete con tu novio, Draco. Seguro que él tiene tiempo de sobra para ti"

 

Sintió como su rostro comenzaba a  arder, con una mezcla de ira y algo más que no podía identificar. "¡No es mi novio!" espetó, su voz resonando en el campo de entrenamiento. Llamando la tensión de todos, genial. Michel, que hasta entonces había mantenido la calma, levantó las manos en señal de rendición.

 

"Oigan, no quería causar problemas..."

 

"No te metas, Conner" gruñó Luke, lanzándole una mirada asesina antes de volver a enfocarse en Draco. "Y tú..." exhaló con frustración, como si intentara controlar las palabras que amenazaban con salir. "Olvídalo. Quédate con él si tanto te importa"

 

Todo el peso de las palabras se sentía como un golpe inesperado. Por un momento, el aire en el campo de entrenamiento se volvió pesado, y el silencio entre los presentes amplificaba la tensión. Michel hizo un intento de acercarse, pero Draco levantó una mano, indicándole que se quedara donde estaba. Era su culpa, no lo metería a él en esto.

 

"Luke..." volvió a empezar, tratando de suavizar el ambiente. "No estoy aquí para discutir contigo, vine para hablar de esto. Sé que cometí errores, y estoy tratando de arreglarlos"

 

Él se giró bruscamente, sus ojos brillando con una mezcla de furia y algo más profundo, algo que no podía identificar bien. "¿Arreglarlo? ¿Cómo, exactamente? ¿Diciéndonos que lo sientes y luego volviendo a ignorarnos?" Su tono era sarcástico, pero había un temblor en su voz que lo traicionaba. "Porque, honestamente, eso parece ser tu especialidad últimamente. Con Silena, con Will... y ahora conmigo, y ya te lo digo, eso no va a bastar"

 

Se puso a pensar y respiró profundamente, recordando las palabras de Michel días atrás sobre enfrentar los problemas directamente. Muy sabio, pero difícil de realizar.

 

"No estoy ignorándolos, Luke. Solo... me dejé llevar. Michel es mi amigo desde hace mucho tiempo, y cuando apareció, me recordó una parte de mi vida que creí haber perdido para siempre" intentó explicarle sin revelar demasiado.

 

"¿Y qué hay de... nosotros?" intervino Luke, señalando a Will y Silena. "¿Qué pasa con los que hemos estado aquí para ti desde que llegaste? ¿No contamos ya que él esta aquí?"

 

"¡Claro que cuentan! Por supuesto que lo hacen" exclamó, sintiendo que su voz se quebraba. No, no iba a llorar frente a todos. "Ustedes son mi familia aquí, Luke. Nunca quise hacerlos sentir menos importantes"

 

Will dio un paso adelante, su mirada triste pero comprensiva. "Draco, no es solo eso... "comenzó en voz baja. "Es solo que nos duele verte tan feliz con alguien más, mientras nosotros... "no logró terminó la frase, pero sus ojos hablaban por él. ¿Tan mal la había cagado? ¿En serio? ¿Por qué apesar d etener magia no podía chasquear los dedos y resolver todo?

 

"No fue mi intención hacerte sentir así, Will. Ni a ti, Silena, ni a nadie."

 

Lena, siempre la más empática del grupo, intervino con cautela.

 

"Sabemos que no lo hiciste a propósito, Draco. Pero... Luke tiene razón en algo: nos dolió. Y quizás lo que más duele es que ni siquiera te diste cuenta "

 

Draco bajó la mirada, sintiendo el peso de sus palabras.

 

Le dolía porque tenían razón.

 

No se había dado cuenta, olvidándonos completamente.

 

Y en esos momentos, no habia sentido ni una pisca de culpa, no hasta que se desmoronó todo.

 

Michel, que había estado escuchando en silencio, finalmente habló, con su voz firme pero tranquila. "Quizás fui yo quien lo monopolizó demasiado. No quería causar problemas entre ustedes" intentó.

 

Luke soltó una risa amarga y se volvió hacia él su mirada llena de resentimiento. "Oh, claro. El amigo perfecto aparece de la nada, y de repente Draco no puede ver más allá de ti. ¿Qué esperabas que pensáramos? ¿Qué esperabas que hiciéramos? ¿Qué te recibieramos con los brazos abiertos por quitarnos a nuestro amigo?"

 

"¡Luke!" Grito Draco interponiéndose entre él y Michel. "No hables así de Michel. No tiene la culpa de nada, y si alguien la tiene, ese soy yo"

 

El mayor lo miró directamente, sus ojos llenos de algo que parecía una mezcla de celos y dolor. "¿De verdad no lo entiendes?" murmuró, su tono más bajo pero lleno de veneno. "Todos te importamos, claro, pero al final siempre eliges a Conner. Así que, ¿por qué no te vas con tu novio y nos dejas en paz?"

 

Draco sintió que su pecho se apretaba.

 

"¡Ya te dije que no es mi novio!" gritó tan fuerte que toda su voz terminó resonando en el campo.

 

El silencio que siguió fue ensordecedor. Will y Silena lo miraban con una mezcla de preocupación y pena, mientras que Michel permanecía inmóvil, con una expresión entre culpabilidad y resignación. Luke soltó una última risa seca, negó con la cabeza y se dio la vuelta.

 

"¿Sabes qué? Haz lo que quieras, Draco. Al final, siempre haces lo que quieres"

 

Se quedó quieto observando cómo Luke se alejaba, su espalda rígida mientras desaparecía entre los árboles. Se quedó allí, con las palabras atrapadas en su garganta, y una sensación incómoda de que, aunque había intentado arreglar las cosas, todo se había complicado aún más.

 

Al ver a Luke, su amigo, quien lo había atrapado la primera vez que llegó al campamento y a quien quería consigo irse, así sin más. Un tremendo dolor apareció en su pecho, uno fuerte, mortal, desgarrador.

 

El cielo parecía estar de acuerdo con sus sentimientos, ya que empezó a llover de repente. No era una suave llovizna antes del la verdadera tormenta, no. Era todo un huracán lleno de rabia. Los chicos se fueron a refugiar de forma rápida, y estaban llamándolo para que vaya con ellos.

 

Genial, estaba enojado, triste, empapado hasta los huesos y totalmente solo.

 

Si que era su día.

 

A Luke tampoco parecía importarle toda el agua que les caía encima, porque siguió su camino sin mirar atrás, como si ni siquiera sé hubiera dado cuenta del pedazo de tormenta que estaba rompiendo el cielo.

 

¿Acaso valía tan poco para él?

 

¿Acaso no le importaba? ¿Era por eso que no quería luchar por su amistad?

 

¿Acaso todo había sido falso? ¿Sólo una vil mentira?

 

No, no lo era. Él solo estaba enojado, y un poco herido tal vez, era solo eso ¿verdad? Si, era eso. Así que Draco, como el ser Black que es, también tenía pensamientos egoístas. Draco era un Black hecho y derecho, y como todo buen Black que es, no sabia rendirse, nl sabia dejar ir. Era egoista, lo admitia, y no se iba a disculpar por eso. Quería a Luke en su vida, apesar de todo.

 

Como sus abuelos, como sus tías, como su madre, él mismo había sido participe de la maldición de sus genes.

 

Era egoísta y por eso quería tener a Luke para él, sin importar si el quisiera o no.

 

Así que corrió.

 

Corrió con todas sus fuerzas directo hacia Luke , llegando con él en cuestion de segundos y derribandolo en el proceso. Lo oyó maldecir pero eso no le importaba en ese instante. Encima de él, hizo lo que nunca pensó que haría.

 

Le dio una cachetada.

 

Vio la incredulidad en los ojos de Luke, pero antes de que él pudiera decir algo lo agarro por la parte del cuello de su horrenda camisa naranja que tanto odiaba.

 

"Escúchame bien, Luke Castellan" escupió con autoridad, sin prestarle atención a todos los ojos inquietos que los seguían mirando apesar de la tormenta. "Eres un pedazo de idiota, narcisista con complejo de mil cosas, eres un completo cabeza dura, un imbécil arrogante y egoísta que no sabe cómo manejar sus emociones! Pero eres mi cabeza dura, mi imbécil, mi amigo. Así que no te atrevas a salir de mi vida como si no fueras nada, porque te lo advierto, Castellan, volveré a buscarte, así tengas que correr hasta el mismísimo Tártaro". Luke parecía petrificado escuchándolo debajo de él, pero sin quitar la vista de los ojos de Draco, y aunque haya una distancia considerable, aún podía escuchar los 'Uuuuh' de los hermanos Stoll. "Y como dije, eres mi amigo, y yo no soy de dejar ir fácilmente a mis amigos. Así que vamos a hablar, no, mejor tú me vas a escuchar. Si, puede que los haya dejado de lado cuando Michel apareció, y si, puede que sea un total imbecil por eso. Y sí, también soy egoísta, narcisista, y todo lo que quieras agregar, pero no soy un cobarde. Así que ahora mismo, me vas a escuchar, aunque tenga que mantenerte aquí bajo la lluvia todo el maldito día. Podras pensar que solo estoy loco, y que me volveré a olvidar de ustedes, pero no es así, me arrepentí, me disculpe y lo hice de verdad. Sé que estás en todo tu derecho en no querer hablarme más, pero lo harás, porque eres... porque eres importante para mí, Luke. Mucho más de lo que quieres admitir, y no pienso dejar que esto termine así. ¿Entendiste? ¡No voy a dejar que te alejes como si no me importaras, porque lo haces!"La tormenta parecía intensificarse con cada palabra, como si el mismo Zeus estuviera presenciando el drama y disfrutándolo. Luke abrió la boca para decir algo, pero Draco lo interrumpió. "¡Y no me mires con esa cara de 'pobre yo'! Sí, sé que cometí errores, pero tú también, Luke. No voy a disculparme mil veces solo porque te gusta revolcarte en tu enojo. Somos un equipo, ¿recuerdas? Y los equipos se arreglan las cosas, no se abandonan".

 

Luke finalmente reaccionó, sus manos subiendo lentamente para agarrar las muñecas de Draco y apartarlas de su camisa. Había algo en sus ojos, una mezcla de ira, sorpresa, y... algo más que tampoco pudo identificar del todo. Con él, casi nunca lo hacía. "¿Tienes idea de lo loco que suenas ahora mismo?" murmuró, su voz baja pero llena de emoción.

 

"¿Cuerdo? Nunca dije que lo fuera", respondió Draco con un tono desafiante, pero dejó que él se pusiera de pie. "Pero si tengo que volverme loco para arreglar esto, lo haré. Porque no voy a perderte, ¿me oíste?"

 

Luke lo observó durante un largo momento, mientras la lluvia seguía cayendo. Finalmente, suspiró y apartó la mirada, aunque había un leve toque de una sonrisa, casi imperceptible, en sus labios.

 

"Eres imposible, ¿sabes eso?"

 

"Y tú eres un idiota. Así que creo que estamos a mano", respondió juguetón cruzándose de brazos y tratando de no temblar bajo la lluvia. Él negó con la cabeza, una risa suave escapando de él.

 

"Está bien, Draco. Hablemos. Pero no aquí. Prefiero no morir de neumonía".

 

Draco sonrió, una sonrisa pequeña pero sincera.

 

"Te escucho".

 

"Yo... No sé por dónde empezar", admitió en voz baja, apartando la mirada por un segundo. "Aunque supongo que lo haré con esto: lamento haberte hecho sentir como si no fueras importante. Porque lo eres, Luke. No solo para mí, sino para todos aquí. Pero especialmente para mí." La confesión salió más rápido de lo que Draco esperaba, como si al decirlo en voz alta se liberara de un peso invisible. Él frunció el ceño, seguro sin saber si debía responder o esperar asi que continuó, su voz quebrándose ligeramente, pero con una firmeza que no había sentido antes. "Michel es importante para mí, sí. Es mi mejor amigo. Es mi persona. Pero eso no significa que tenga que sustituirte a ti. Lo que tú y yo tenemos... es diferente. Eres el primero en mucho tiempo que me ha hecho sentir que pertenezco a este lugar," Por un momento, la lluvia fue lo único que rompió el silencio entre ellos. "Me duele que pienses que te estoy dejando atrás", admitió, con las manos temblando ahora no por el frío, sino por el miedo a ser rechazado. "Pero si me das una oportunidad... prometo que no volveré a cometer ese error. Porque tú... tú me importas más de lo que soy capaz de entender. Tu, Will, Silena y Michel, son todo para mí"

 

Él pareció vacilar. Su mandíbula se tensó, y en lugar de alejarse, como temía, Luke dio un paso hacia él, casi invadiendo su espacio personal.

 

"Draco, no es solo Conner", dijo al fin, su voz baja y cargada de honestidad. "Es que, cuando estoy contigo, siento que estoy compitiendo con algo más que él. Es como si... como si nunca pudiera alcanzar lo que esperas de mí. Y eso me asusta, ¿sabes?" Susurró, apenas audible.

 

El peso de esas palabras cayó sobre Draco como un trueno. Nunca había pensado que se pudiera sentir inseguro. Para él, Luke siempre había sido alguien fuerte, decidido, inalcanzable. Y sin embargo, aquí estaba, admitiendo que también tenía miedos, que también luchaba con su lugar en todo esto. 

 

Le sorprendió.

 

Negó con la cabeza, acercándose un poco más. "No estás compitiendo con nadie, Luke. No tienes que ser nada más que tú. Y te prometo que haré lo que sea necesario para demostrarte que siempre vas a tener un lugar conmigo" Luke lo miró por un momento más, y aunque no dijo nada, había algo en su mirada que parecía aligerarse. 

 

Tal vez no todo estaba resuelto, pero este era un comienzo. 

 

Y mientras la lluvia seguía cayendo sobre ellos, sintió, por primera vez en horas -tal vez minutos, en realidad- que todo podía arreglarse.

 

~~~❤︎~~~

 

"¿Cómo sé supone que le diremos a la tía Samy que me tiene que llevar contigo?" Pregunto Draco a Michel mientras recolectaban fresas.

 

Solo faltaban dos días para que Michel se vaya a Londres junto a Samy, ya que tenia que hacer las compras para su primer año de Hogwarts. Pensaron exactamente mandarle una carta, pero las lechuzas no llegaban y ni salían de ahí.

 

"Sabes muchos hechizos, ¿verdad?" Le devolvió la pregunta Michel, él asintió. "Tal vez puedas expandir mi bolso, te metes ahí de contrabando y cuando lleguemos le dirás '¡Hola tía! Aunque pensabas que estaba muerto pues no, también había ido al campamento y soy un Semidiós', yo estaré al lado de ella para cuando se caiga al desmayarse" qfirmo con total seguridad, como si fuera la mejor idea del mundo. Draco le dio un sape.

 

"Tonto, no quiero matar a la tía Samy"

Draco dejó caer las fresas al suelo mientras miraba a Michel como si estuviera a punto de declararlo loco. "Michel, esto no es un juego. ¡Tu madre cree que estoy muerto! ¿Cómo se supone que voy a entrar a tu casa, vivito y coleando, sin que piense que soy un fantasma o un fraude?"

 

Él se apoyó en el cesto de fresas con una expresión que mezclaba diversión y falsa inocencia. "Bueno, Draco, no todos los días puedes fingir una resurrección. Podrías hacerlo épico, como si fueras un héroe que vuelve del inframundo."

 

Draco lo fulminó con la mirada. "Eso es exactamente lo que estoy intentando evitar. ¿Qué tal si pensamos en algo menos teatral y más... realista?"

 

Se encogió de hombros. "Está bien, esta bien, algo simple. Llegamos juntos y le decimos la verdad. 'Hola,  sé que pensabas que Draco estaba muerto, pero en realidad sobrevivió gracias a un traslador que lo llevó a un campamento lleno de semidioses, que es el mismo al que me llevaste y bueno, aquí estamos, ambos siendo Semidioses"

 

"Sí, porque 'hola, tu sobrino que creias muerto tambien es un semidios' suena completamente razonable para alguien que ha creido por meses mi muerte" respondió con sarcasmo. "Ahora en serio Mich, entonces, ¿qué propones, niño genio?"

 

Su mejor amigo suspiró y cruzó los brazos, pensando. "Primero, yo hablo. Le digo que hay algo importante que necesita saber sobre lo que ha pasado este verano. Luego introdusco el tema de los dioses y los semidioses, pero suavemente, para que no entre en pánico. Y después aparece el supuesto fantasma de su sobrino muerto y le da un infarto"

 

"¡No soy un fantasma, Michel!" exclamó, frustrado.

 

"Es broma, broma," dijo Michel, levantando las manos en señal de rendición. "Está bien, después de que le explique todo lo de los dioses, tú entras. Con calma, sin dramatismos. Aunque... tal vez deberías usar la camisa del campamento, para hacerlo más creible"

 

"No, ni en mil años voy a usar la remera fuera de aqui, es un insulto a la moda y a todo el mundo en si. Además, ¿crees que le importa mi ropa cuando va a ver a su sobrino muerto caminando por la puerta?"

 

Michel fingió pensarlo. "Hmm, tal vez no. Pero si me preguntas, deberías empezar diciendo algo emotivo. Algo como 'Hola, tía Samy. Lamento no haber podido escribir antes. Estuve ocupado sobreviviendo a un montón de niños qur me odian porque golpeé con una piedrita a su lider llorona'"

 

No pudo evitar soltar una pequeña risa, a pesar de sí mismo. "Eres imposible, ¡y dijismos que nunca volveríamosa hablar de eso!"

 

"Lo sé. Pero también soy tu mejor amigo. Así que, si todo sale mal, puedes esconderte detrás de mí mientras intentamos explicarle todo."

 

"Espero que tengas razón. Porque si esto sale mal, no solo voy a perder a tu madre, sino también mi dignidad" se recostó en el hombro de su amigo.

 

"Por lo menos no perderás las fresas," le respondió con una sonrisa amplia, señalando el cesto que aún sostenía.

 

"Silencio, Michel."

 

Los dos rieron mientras continuaban trabajando, aunque el peso de lo que estaban por enfrentar seguía en el aire. Sabían que no sería fácil, pero si alguien podía manejarlo, eran ellos dos juntos.

 

...

 

"Sabes qué puedes llamarme por mensajería Iris cuando quieras, ¿verdad?" Le pregunto Lena por decimos quinta vez. Hoy era el día en el que él y Michel se irían del campamento. "Te deje un par de conjuntos que confecciones yo misma, y no lo olvides, eres hermoso así que lucete. Aquí ya nos acostumbramos a tí, pero allá en ese internado de Londres no, ¡así que a por todo, Dray!" Le apoyó.

 

La mentira del internado era lo más cercano que podía decirle de Hogwarts, Quiron ya les había explicado que los panteones no se podían juntar, así que ambos guardaron silencio.

 

"¡Dr- Draco!" Lo llamo Will detrás suyo, que venía con su amada katana. "Charlie me dijo que por fin la tenía lista, puedes hacerla un brazalete si hace falta" le explico dándosela.

 

La espada era magnífica, la hoja, larga y ligeramente curva, brillaba como si la luz misma la eligiera para reflejarse en ella. El acero, forjado con tal precisión que parecía casi líquido al moverse, llevaba grabado un delicado patrón que serpenteaba como un río en calma. A lo largo del filo, la línea del hamon parecía un rayo atrapado, un recordatorio constante de que la belleza podía ser tan peligrosa como poderosa.

 

La empuñadura, envuelta en seda negra tejida con maestría, se adaptaba perfectamente a su mano, como si estuviera hecha a medida para él. Los pequeños detalles de piel de tiburón bajo la seda daban un contraste que resultaba tan elegante como práctico. Los menuki, escondidos bajo la envoltura, eran pequeñas serpientes doradas enroscadas, un guiño al linaje de su familia y a su propia astucia.

 

La guarda de la katana, con su diseño intrincado de dragones enfrentándose en una tormenta. Incluso la funda, un saya de madera negra lacada con detalles dorados, parecía diseñada para contener algo divino. Cuando Draco desenvainaba la katana, el sonido del acero deslizándose era una melodía que hablaba de precisión, disciplina y poder.

 

Era hermosa.

 

El sol empezaba a ocultarse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y púrpuras mientras los campistas se reunían alrededor del camino que conducía fuera del campamento. Draco, con su katana envainada y una pequeña maleta al hombro, se mantenía erguido, pero cualquiera que lo mirara lo suficiente podría notar la tensión en sus labios y la forma en que sus dedos jugueteaban nerviosamente con el asa de la maleta.

 

Silena, la mejor chica que había conocido en el mundo, fue la primera en romper el silencio, abrazándolo con fuerza. "¿Vas a escribir, verdad?" preguntó, con una voz que intentaba no quebrarse.

"Por supuesto, Lena" Draco le sonrió, tratando de transmitirle una seguridad que ni él sentía. "Si no lo haces, juro que cruzaré el Atlántico para buscarte" añadió, mientras lo soltaba y le daba un ligero golpe en el brazo.

 

Will fue el siguiente, el osito cariñosito Will fue el siguiente . "Tienes que regresar, ¿sí? Al menos para visitarnos" le dijo mientras trataba de mantener su compostura. Pero sus ojos, siempre tan brillantes, estaban cargados de emociones. "Intentaré no hacer demasiados desastres para que Quirón y mi padre me dejen volver" respondió, haciendo un esfuerzo por bromear, aunque su voz sonaba un poco más grave de lo habitual. Lo abrazó fuerte, como los iba a extrañar.

 

Luke fue el último en acercarse. Al principio, parecía dudar, pero finalmente dio un paso adelante y extendió la mano. Draco, sin embargo, lo ignoró y lo abrazó directamente. "Cuida del campamento mientras no estoy, Castellan" Luke se tensó, pero después sonrió de lado, devolviéndole el abrazo rápidamente antes de apartarse. "Intenta no meterte en problemas con tu padre. Aunque, siendo tú, seguro lo harás "

 

Michel lo esperaba junto al carro de Quirón, quien los llevaría hasta el punto más cercano al mundo muggle. La tía Samy ya los esperaba allí. Durante el trayecto, Michel no dejó de hablar, como si intentara llenar el silencio con historias sobre Hogwarts y cómo sería su primer año allí. Draco solo escuchaba a medias, sus pensamientos volando hacia lo que vendría a continuación.

 

¿Qué haría al volver?

 

Cuando llegaron, Samy estaba de pie junto a un coche, con los brazos cruzados. Su expresión se iluminó al ver a Michel, pero cuando sus ojos se posaron en Draco, el tiempo pareció detenerse. "¿Draco?" preguntó con un hilo de voz. Él se adelantó, sintiendo el peso de la mirada de Michel y Quirón detrás de él.

"Hola, tía Samy" la saludo, esbozando una pequeña sonrisa.

 

Michel intervino, intentando suavizar la sorpresa de su madre. "Mamá, es una historia larga, pero... Draco no está muerto. Se ha estado escondiendo por su seguridad, y bueno, resulta que también es un semidiós como yo"

 

Ella se tambaleó ligeramente, y Draco con reflejos impecables, la sostuvo antes de que cayera. "Prometo explicarte todo en el camino" añadió rápidamente.

 

El viaje hasta el aeropuerto fue silencioso al principio, pero finalmente, Samantha empezó a hacer preguntas. Michel, como siempre, tomó el mando, describiendo el campamento, los dioses y los peligros que enfrentaron (contando tambien la parte de la llegada de Draco y como un chico de la cabaña de Hermes se le habia confesado -ahi Draco casi se tira del auto, era que mo iban a hablar sobre eso-) pero también él agregó detalles aquí y allá, asegurándose de que su tia entendiera que había estado a salvo, o al menos tanto como podía estarlo con toda la cabaña de Ares odiandolo.

 

Cuando finalmente convenció al par de que él podía ir a la Mansión solo, Samantha se giró hacia Draco. "No estoy segura de cómo procesar todo esto, pero... me alegra que estés bien. Y espero que estés listo para enfrentar a tu padre, cariño... te extrañé tanto" Finalizó abrazándolo.

Draco asintió, intentando proyectar más confianza de la que sentía.

"Siempre lo estoy, y yo también te extrañe"

 

Michel lo abrazó una última vez. "Recuerda, si las cosas se ponen feas, me mandas un mensaje. O mejor, ven directo a mi. Y en Hogwarts, estoy seguro de que puedes entrar en Ravenclaw conmigo"

 

Draco rió suavemente. "Te mantendré informado Mich. Nos vemos pronto"

 

Dio la vuelta y comenzó a caminar, sabía donde tenía que ir exactamente para pedir alguna chimenea para ir a la Mansión a salvo -sin ningún traslador extraño que lo lleve a otro campamento-. No sería muy difícil convencer a alguna bruja mayor para que lo ayudará, teniendo de amigos a la mayoría de la cabaña diez se aprendían muchas cosas además de chismes y moda.

 

El campamento había sido un hogar inesperado, un refugio temporal. Ahora, volvía al mundo que había dejado atrás, hacia un padre que no sabía si estaba listo para enfrentar.

 

Ah, verdad, también tenía que hablar con su padre.

 

(...)

 

Oh no, tenía que hablar con su padre.

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