
Regulus
“¿Pero qué mierda ha pasado?”
Es lo primero que vino a su mente al despertar esa mañana, su pecho desnudo y sábanas de un color muy distinto a las suyas, trato de ignorar eso mientras trataba de despertar del todo y fue entonces que se dio cuenta de lo encerrado que se sentía. No era raro que Barty y Evan a veces se quedaran dormidos en su cama tras una noche de alcohol y de despotricar contra sus padres juntos, simplemente tres amigos pasando el tiempo, sin embargo, no era usual que él fuese el que termina en medio, lentamente se sienta y empieza a mover el cuerpo a su izquierda.
-Oye, necesito ir al baño, muévete- Ordenó, pero al voltear a verle se congeló, ¿qué mierda hacía una mujer en su cama?
La chica se remueve y se queja, jalando las cobijas, y tras salir del shock es que lo nota, ese cabello pelirrojo lo conocía de algún lugar.
-¿Evans?- pregunta sin recibir respuesta, alarmado se voltea hacia el otro lado de la cama, topándose con una cabellera negra desordenada y un par de lentes inconfundibles en la mesita de noche- ¡¿Potter?!-
A como puede se escabulle por debajo de las sábanas y se levanta, retrocediendo confundido, dándose cuenta de que no estaba en su habitación para nada, recordando que Evans era delegada y tenía una habitación propia, retrocede hasta chocar con la pared y lentamente se desliza en esta, hasta terminar sentado en el suelo con las rodillas recogidas hacia su pecho. Seguramente era una confusión, después de todo Regulus es gay, seguramente él no habría hecho nada con Evans.
Suspira intentando recordar la noche anterior, flashazos pasan por su mente, Sirius arrastrándolo a una fiesta, una bebida y otra más, dejó de contar tras la sexta, una mano en su hombro, fuerte y posesiva, otra en su rodilla, tan suave y delicada. Sacude su cabeza y voltea a ver al par que aún dormía plácidamente, ajenos al remolino en su cabeza, otros recuerdos llegan de pronto a él, dos cuerpos presionando contra él al bailar, el dulce sabor a cereza de un par de labios delicados, y el fuerte olor a colonia que emanaba el chico que se presionaba contra su espalda mientras acariciaba su cadera sobre la ropa.
-Estoy jodido, estoy jodido- susurró, Sirius jamás le perdonaría haber besado a su hermano del alma, y él no quería ser tachado por ser quien rompió a la pareja perfecta de Hogwarts- Esto es un sueño- joder, Regulus era virgen, ¿Lo seguiría siendo? ¿Habrían los Gryffindor notado su estado alcoholizado y comprendido que no estaba en posición para aceptar nada? Pero si estaban en la cama... Joder, joder, joder.
En medio de su pánico no notó cómo la chica se movía, despertando y estirándose tranquilamente, se sienta en la cama y lo primero que ve es al menor en pánico total, recargado en su pared y escondiendo su rostro en sus rodillas, rápidamente le suelta un golpe a su novio y salta de la cama hacia el Slytherin.
-¿Regulus? ¿Regulus está todo bien?- pregunta acercándose y arrodillándose a su lado, evitando acercarse de más.
James despierta por el dolor que le causó el golpe de su amada, se retuerce y estaba a punto de renegar cuando la escucha susurrar llamando al otro chico, rápidamente se pone sus lentes y corre con ellos.
-¿Reggie? ¿Estás bien? ¿Qué pasó?- pregunta abrazándolo, claramente él no tenía el mismo reparo que su novia en considerar que el tacto podría empeorar su estado. Afortunadamente no fue así ya que el chico volteó a verlo con sus hermosos ojos grises llenos de lágrimas sin derramar.
-¿Potter?- él preguntó, como si no creyera que realmente le hablara a él, no con esa voz tan suave, ronca por ser sus primeras palabras al despertar, pero también llena de preocupación.
El mayor lo mira preocupado- Estoy aquí amor, tranquilo- sus palabras hacen que Regulus voltee a ver a Lily totalmente alterado, dispuesto a implorarle perdón, a decirle que no tenía idea porqué su novio le llamaba así, pero solo encontró la misma mirada de preocupación y cariño que portaba el de lentes.
-Todo está bien cariño, no te agobies- susurró, acercándose hasta tomar su mano- Estamos aquí-
Tras un par de minutos dejó de temblar en brazos de James y su respiración se calmó, lentamente el mayor lo soltó y se arrodilló junto a Lily, tomando la mano libre de Regulus.
-¿Quieres decirn...?- la pregunta de la chica quedó a la mitad cuando Regulus al fin encontró su voz.
-¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy en su cama?- pregunta asustado.
-Regulus, ¿Tú no recuerdas nada?- pregunta preocupado el mayor, y su cara se contrae de dolor al ver al de rizos negar.
-Oh, lo siento mucho, no pensamos que fueras a... Olvidarlo- susurró ella, sus hermosos ojos verdes llenándose de tristeza.
-Lo siento, ¿Qué pasó anoche?- preguntó, finalmente apretando de vuelta las manos que sostenían las suyas.