Chapter 1
Hace tiempo que ninguno se sentía así. Tan asustado. Los seis estaban contra la pared, en frente suyo, se encontraba un niño flotando, llevaba un pijama de estrellas. Hace menos de dos segundo había lanzado a aquella cosa de aspecto viscoso a la otra punta del puente. Ellos habían tardado horas, días en derrotar a Belos, y llegaba este niño y... Con un simple toque de su dedo lo impulsa hasta hacerlo pedazos.
Luz, sintió que su brazo era apretujado, miró a un costado, su novia Amity se aferró a ella, con miedo, pero con los ojos fijos en la figura del niño.
Luz habia vivido bastantes cosas desde que llegó a Las Islas Hirvientes, casi muere más de una vez, ha peleado con el supuesto brujo más poderoso, sin embargo, ese chiquitín de pijama superaba con creces el poder de cualquier otro brujo. Y eso no le gustaba. La aterraba. Luz miró a sus costados, aún tratando de regular su respiración. Hunter, su amigo mas novedoso, estaba tendido en el suelo, Willow a su lado, ayudándolo debido a su brazo inutilizado. Gus estaba justo a su lado, de pie, mirando de igual forma al niño.
Hunter tenía la mirada perdida en lo que quedaba de Belos. Aquella masa verde estaba esparcida por toda la pared y goteaba hasta el suelo.
A un lado de Gus, en el otro extremo del grupo de niños, estaba Nova, y aunque todos habían cambiado en el tiempo que Luz estuvo con ellos, se podía notar sobre todo en ella. Su pelo antes largo ahora estaba corto y en una coleta desordenada por sus rizos. Y aunque su cara seguia siendo redondeada y aniñada, la marudez inundaban sus ojos.
—Que lento.—Rió el pequeño niño al ver a Belos contra la pared.—Vosotros también lo parecéis. ¿Os doy ventaja?
—¡Hey! ¡Hey! ¡Coleccionista! ¡Campeón! Amigo ¿Recuerda lo que hemos hablado? Si no ayuda a mis amigos de fuera, no vamos a poder jugar a Casa Búho…
—¿Eh? ¿Casa Búho? ¡Ay va! Me encanta ese juego…
—Te deja recuerdos imborrables.—Amity se aferró al brazo de Luz, quien la miró de reojo, tratando de consolarla.
—¡Yo juego todos los días!
—¡Yo a todas horas!—Sigue Gus al comentario de Willow.
—¡Es el mejor juego de todos!—Añade Nova con los ojos fijos en su pequeño amigo Rey.
Cuando el coleccionista fijó su mirada en Hunter, aún en el suelo, el joven rubio solo pudo hacer un ruidito de afirmación, aún conmocionado por la reciente muerte del que creía su único familiar.
—Luego le explico las normas.—Sigue hablando Rey.—Pero recuerde, necesitamos muchos jugadores.
El coleccionista se asomó al gran hueco que habia en la pared, los seis chicos corrieron al otro extremo, tratando de no acercarse mucho al niño.
—¿Estáis bien?—Preguntó Nova a sus dos amigas, quienes solo pudieron asentir, aún mirando al niño.
—Um... Mmh... ¡Vale!—Y con un simple movimiento de su dedo la luna se separó del sol, dando fin al eclipse y al hechizo drenante.—¡Boom!
Gus miró a su amigo, las lineas doradas, que inutilizaban su brazo desaparecieron, igual que el dolor.
—¿Mmh?—Murmuró el niño. Los seis adolescentes retrocedieron, Rey dio un pequeño paso hacia atrás, no queriendo llamar la atención del niño de las estrellas.—Vale. Pues si vamos a jugar a Casa Búho... ¡Nos va ha hacer falta una estupenda Casa Búho!
Con un pequeño salto y una suave palmada las paredes que quedaban se rompieron y comenzaron a flotar.
—¡Wuuu! ¡Nos lo vamos a pasar en grande, amiguitos!
El suelo bajo los pies de Willow comenzó a partirse, la bruja retrocedió con miedo, buscó desesperada una salida o lugar para esconderse.
—¡Por aquí! ¡Creo que hay una salida!
Luz se agachó a la altura de Rey y lo cogió en brazos mientras todos comenzaban a correr en dirección contraria al coleccionista.
—¡Luz!—Llamó Nova, al ver a su amiga mirando al niño.
—Es que... Esa gente... ¡Eda! No puedo abandonarlos, Nova...
—Luz... Por favor...—Las lagrimas se aglomeraron en los ojos de ambas mujeres, a unos pocos metros, Amity las miraba con los ojos llorosos, esperando impaciente a las dos chicas.
Luz cerró con fuerza los ojos, asintió y Nova la agarró de la mano, tirando de ella y de Rey para llegar al portal.
—¡Vamos!
—¡Hunter!—Llamó Gus cuando lo vio indeciso al cruzar. El antiguo Guardia Dorado cerró los puños y corrió junto a sus amigos, pasando por encima de lo que quedaba de Belos.
Aquella puerta con un ojo en el centro, estaba situada en una plataforma azul grisacea, que de igual forma comenzó a desarmarse. Hunter miró la puerta durante unos segundos y con la mano temblando cogió el pomo, al abrir la puerta pudieron observar una fuerte lluvia.
—Tranquilos, es lluvia humana.—Advirtió Gus, Willow, Hunter y él corrieron hasta pasar la puerta.
—¿Luz?—Amity se giró al no ver a su novia correr junto a ella.
—¡Luz! ¿Que estás haciendo?—Preguntó Nova.
—¡Corred! ¡Tengo que ir a por Eda! ¡Tranquilas! Os encontraremos—Luz mantenia las manos estiradas, tratando de que las enredaderas que habia creado no se rompieran y en consecuencia el portal.
El coleccionista, aún flotando entre los escombros, miró hacia el grupo de amigos.
Los ojos de Luz derramaban lagrimas gruesas.
—¡Luz!—Reprochó Nova, sintiendo de igual forma las lagrimas correr por sus mejillas para caer a la plataforma.
—¡Vamos! ¡Vamos! ¡No podré aguantar el portal mucho más tiempo!
—¡Luz!—Chilló Rey cuando sintió una fuerza invisible tirar de él.
—¡Rey! ¡Prometiste jugar conmigo! ¡Hicimos un trato!
—¡Luz!—Gritó Amity mientras corría hacia su novia.
—¡Rey! Hay que seguir unidos... Hay que seguir unidos...
Aquella fuerza comenzó a llevarse también a Luz, Amity corrió a su auxilio, igual que Willow, Hunter y Gus, que volvieron a pasar el portal.
—Lo siento... Esta vez no... Pero si puedo salvarte.
—¡No!
—¡Luz!
—Luz... Me ha encantado que fueras mi hermana mayor...
Rey soltó un chillido agudo, y usando sus poderes de titán tiró al grupo de adolescentes a través del portal, que al instante siguiente se descompuso.
—¡No!
Un resplandor rosa surgió de la nada y segundos después una gran luz azulada en vertical cayó del cielo. Los seis jovenes sintieron que se elevaban. Y de pronto... Ya no estaban en la sala destruida. Pero tampoco en la descompuesta casa de madera por la que había entrado Luz una vez...