
El grupo crece
—O el futuro es un caos, o nuestros hermanos son un desastre criando —susurró Fred I a su gemelo cuando Dominique saltó a la espalda de un dormido Al con la importante misión de despeinarlo aún más.
George asintió, sus ojos fijos en Fred II, que tenía dos trozos de madera en sus manos y parecía batallar consigo mismo para unirlos.
—¿Qué haces, mini Fred? —preguntó Fred I siguiendo la mirada de su hermano.
Fred II alzó la vista, un poco curioso ya que nunca lo habían llamado “mini Fred”, y miró a su tío y a su padre.
—¿Qué? —preguntó de vuelta pasando la mirada entre ambos como si no creyera lo que veía.
—Que qué haces —repitió George sonriéndole con burla —. ¿Para qué la madera?
Fred II miró la madera en sus manos casi con frustración.
—Fui a casa del tío Harry en la mañana y mi primo Louis se estaba quejando que no encajaban, aunque deberían —explicó intentando unir de nuevo los trozos llamando la atención de una de sus primas que iba pasando junto a ellos —. Así que estoy intentando que encajen para ganarle en esto y con eso ganar nuestra guerra semanal.
—Si sabes que te dijo eso para que lo dejaras en paz en su plan real ¿verdad? —dijo Rose sentándose a su lado y cruzando sus piernas.
Fred II miró a su prima con el ceño fruncido, mientras su tío y su padre comenzaban a reír, entendiendo que el tal Louis había logrado que Fred II perdiera una hora de su vida intentando encajar dos piezas que no encajarían por mucho que lo intentara.
—No hablas en serio —aseguró Fred II incrédulo.
—Hablo muy en serio —Rose sonrió y le quitó la madera —. Esto es del nuevo escritorio de Lily, el que aún no arman porque James se niega a que lo ayuden, aunque no tiene idea de lo que hace. Esto —le mostró el trozo más grande —, va en el cajón. Y esto —le mostró el otro —, va en la parte de abajo, como un pequeño estante, bajo el cajón.
Fred II parpadeó varias veces, antes de ponerse de pie y caminar con tranquilidad a la puerta que daba al 2021, abrirla y gritar con fuerza: —¡LOUIS WEASLEY! ¡ESTÁS MUERTO, MALDITO!
—Uno menos —dijo Teddy saliendo del pasillo que llevaba a su cuarto. Dio un bostezo mientras miraba a su alrededor, su pelo desordenado evidenciando la siesta de la que acaba de despertar —. ¿Dónde están todos?
—Mi papá de 11 y el papá del tío Harry están jugando una partida de ajedrez en el comedor —explicó Rose bostezando también, habiéndose contagiado del bostezo de Teddy —. Tiene un gran público. Los muggles están vueltos locos con el ajedrez mágico.
Teddy rio y miró a los gemelos, que habían comenzado a cuchichear entre sí.
—Me sorprendió su reacción hace un rato —comentó, mirando a Fred II con atención. Era tan extraño verlo, así como era extraño ver a George con las dos orejas —. Pensé que perseguirían al tío Harry por todas partes gritando "¡roba hermanas!" o algo así.
—Que Al haya intentado hacer eso con Lorcan no quiere decir que ellos también deban —se burló Rose rodando los ojos.
—Y Harry nos agrada —señaló Fred I encogiéndose de hombros. Harry tenía su eterno agradecimiento desde que fue el primero en creer en su sueño y ayudarlos a cumplirlo, y lo conocían tan bien que solo podían agradecer que su hermana se haya fijado en él.
—Sabemos que es un caballero y tratará bien a nuestra hermana —continuó George. Su línea de pensamiento muy cercana a la de su hermano.
—Así que no hay motivo para perseguirlo y hacerlo sufrir —asintió Fred I antes de intercambiar una mirada.
—Aún —puntualizaron al unísono con sonrisas inocentes.
Rose y Teddy se miraron, un poco aturdidos por el ritmo de la conversación, y un único y doloroso pensamiento cruzando sus mentes. Ese intercambio, esa complicidad, era lo que George más extrañaba en el futuro.
***
—¿Estás bien? —preguntó Tonks mirando a Remus con preocupación. Él le dio una breve mirada antes de suspirar. Estaban en el corredor del séptimo piso, pero Remus no parecía dispuesto a entrar.
—Ellos están ahí dentro —dijo casi en un susurro, señalando con la barbilla la pared donde aparecería la puerta de la Sala de Menesteres —. James y Lily.
Tonks le sonrió levemente, extendiendo su mano para apoyarla en su hombro.
—Lo están —asintió —. Y estoy segura de que estarán encantados de verte.
Remus sacudió la cabeza.
—Lo sé, lo espero, es solo que… —tragó saliva —. Ha pasado tanto tiempo… He llorado tanto por ellos. Han sido quince años, Dora… Tenerlos aquí va a ser…
—¿Caótico? —sugirió Tonks buscando el término en su mente, pero sin lograr dar con la palabra adecuada.
—Algo así —asintió Remus apoyándose en la pared tras él —. No sé cómo voy a entrar y actuar como si no… quiero decir…
—Lo entiendo —Tonks se apoyó junto a él suspirando —. Pero no estás solo, Remus. Me tienes a mí. Y tienes a Harry. Estoy segura de que él está tan abrumado como tú.
Una sonrisa se posó en el rostro de Remus ante la mención de Harry.
—Debe estar emocionado —dijo casi soñadoramente —. Ha pasado tanto desde la última vez que lo vi sonreír de verdad.
Una expresión oscura cruzó por su rostro, y sin necesidad de ser experta en leer mentes, Tonks sabía que los gritos de Harry después de perder a Sirius aún lo atormentaban. Si por Remus fuera, Harry ni siquiera sabría como se sentía el dolor, pero no todo podía ser como quisiera y allí es donde radicaba su molestia.
—Volverá a sonreír —aseguró Tonks con firmeza —. Harry es el muchacho más fuerte que conozco, sobrevivirá y volverá a sonreír.
Remus la miró y asintió.
—No tienes idea de cuánto espero que así sea —susurró mirando hacia el pasillo.
Tonks acercó su mano a la de él para entrelazar sus dedos. —Yo también lo espero. De todo corazón.
Remus la miró, sonrió y cuadró los hombros, sin soltar su mano.
—Debemos entrar —dijo, su mente pasando del recuerdo de la sonrisa de Harry al recuerdo de una sonrisa casi idéntica, una que había extrañado cada día los últimos quince años. La de James.
Alguien se aclaró la garganta cerca de ellos y ambos se voltearon casi sobresaltados.
—Hola —saludó Harry, divertido por haberlos asustado, su mirada deteniéndose un segundo en sus manos entrelazadas —. ¿Llevan mucho tiempo aquí?
—No mucho —negó Tonks acercándose a abrazarlo —. Solo unos minutos. ¿Cómo estás, Harry?
—Excelente —aseguró devolviéndole el abrazo, mirando a Remus sobre el hombro de la mujer —. ¿Qué tal ustedes?
—De maravilla —sonrió Remus acercándose a saludarlo —. ¿Nervioso?
—¿Por ver a mis padres muertos? —se burló Harry, aunque el movimiento inquieto de sus manos lo delataba —. Por favor, eso es lo típico de un jueves.
—¿Y Ron y Hermione? —preguntó Tonks mirando por la esquina del corredor. No se veía a nadie.
—Hermione necesitaba unos libros de la biblioteca y necesitaba ayuda para cargarlos todos —explicó Harry —. Yo vine aquí porque tal vez Neville había llegado antes y no queríamos hacerlo esperar. Pero parece que no ha llegado aún.
—No lo vimos aquí —dijo Tonks antes de señalar el tapiz frente a ellos —. ¿Así que conoceremos el centro de control del ED?
Harry asintió.
—Supongo que sí. Conocieron a Teddy, ¿verdad?
Remus se sonrojó un poco mientras Tonks sonreía como si fuera el mejor día de su vida.
—¡Es genial, ¿verdad?! —dijo dando un saltito —. Y se ve que se lleva muy bien contigo en el futuro.
Harry sonrió, él también había notado que Teddy parecía tenerle mucho aprecio.
—¿Y quiénes más vendrán? —preguntó con curiosidad. Sabía que no vendría toda la Orden, pero quería saber más —. ¿Qué tal la reunión?
—Fue una locura —aseguró Remus —. Molly y los gemelos ya están aquí. Charlie llegará mañana porque tiene que reservar un traslador, pero Arthur y Bill y Fleur vendrán un rato durante el almuerzo. Kingsley tiene problemas para dejar de la nada el cuartel de aurores y Dedalus y Hestia deben revisar unas cuantas cosas de la Orden antes de venir.
—Y Ojoloco está interrogando a Dumbledore en el despacho del director —dijo Tonks muy alegre, antes de darle un codazo a Harry —¿Qué tal si entramos a esta sala rara y pateamos unas cuantas expectativas?
—Me encanta como trabaja tu mente —rio Harry comenzando a caminar frente a la pared. La puerta se materializó a la tercera pasada, mientras Remus lo miraba con fijeza. Había algo en él, algo diferente, pero no raro. Lo más notorio era su forma de caminar, sus pasos eran más ligeros, y su risa salía un poco más fácil.
—Te ves feliz —señaló con curiosidad —. Pero no es una felicidad conocida.
Harry lo miró con confusión.
—¿Eso qué significa?
—Que te ves tan feliz que es sospechoso —exclamó Tonks con emoción. Ella también lo había notado, pero había creído que se había engañado por su conversación anterior —. Nada ha cambiado fuera de Hogwarts, así que debe ser algo de aquí. ¡Oh, Merlín!, ¿estás saliendo con alguien?
Harry se apresuró a abrir la puerta.
—No sé de qué hablan.
—Sabes perfectamente de qué hablamos —dijo Remus caminando tras él, apenas mirando a su alrededor —. ¿Qué no me has contado?
—Ganamos la copa de Quidditch —dijo Harry dejando su mochila en un sofá y buscando a sus padres. Rose alzó la vista de su libro cuando entró y le señaló el comedor, como diciendo que estaban ahí sin que él le preguntara.
—Eso ya lo sabemos —resopló Tonks mirando con curiosidad a la niña pelirroja y al chico pelinegro que dormía boca abajo en uno de los sofás —. Nunca sabré qué tienen tú y los Weasley con ese juego.
—¿Nunca te has subido a una escoba para un partido? —Harry estaba sonriendo demasiado burlón para el gusto de la metamorfomaga, aunque su vista estaba fija en el pelinegro del sofá. Al parecer no lo conocía.
—Muy graciosito, Potter —dijo Tonks rodando los ojos —. ¿Con mis dos pies izquierdos me crees capaz de jugar un partido?
—Nunca está demás intentar —rio Harry entrando al comedor, viendo a todos rodeando a Ron y a James I en plena partida de ajedrez.
—¡Me quieres ver muerta! —exclamó Tonks sacudiendo la cabeza —. ¿Escuchaste eso, Remus? Harry está loco. Y es pésimo cambiando de tema.
—Yo no cambié de tema —se quejó Harry agitando su mano como saludo a su versión pasada, que al igual que varios, había notado su llegada —. Ustedes estaban haciendo suposiciones.
—¿Suposiciones falsas?—Tonks se acercó a entrelazar su brazo con el de Harry —. ¿O es una suposición real que te da pánico admitir frente a nosotros?
—¿Planeas dejar el cuartel de aurores por un curso de psicología? —preguntó Harry alzando las cejas —. Porque creo que te morirías de hambre.
Remus rio ante la expresión indignada de Tonks.
—¡Solo dime quién es! —rogó Tonks haciendo un puchero —. ¡Quiero saber!
Harry la miró con escepticismo.
—¿Qué tal vas tú, Tonks? —preguntó —. Veo que tu pelo está mucho más brillante. ¿Algo que me quieras contar o que yo deba saber?
—Listillo —Tonks le sacó la lengua notando entonces que tenían cierta audiencia, y la atención de James y Lily Potter, a quienes solo conocía por fotos de la orden —. ¿No me presentas a tus padres?
Harry miró de reojo a Remus, quien de pronto parecía casi paralizado, sin quitar la vista de su mejor amigo, que examinaba a Tonks con curiosidad, como reconociéndola. Decidió darle un poco más de tiempo para que respirara.
—Ella es Nymphadora Tonks —dijo con simpleza, señalándola con su mano libre —. Y es una entrometida.
—No sería entrometida si fueras más abierto conmigo, ¡y no me digas Nymphadora! —exclamó la metamorfomaga empujándolo suavemente antes de acercarse a Lily I y James I, que había acordado una pausa con Ron cuando advirtieron la perdida de atención de su público —. Es un placer y una locura conocerlos. Me han hablado mucho de ustedes.
Lily I le sonrió, al igual que James I, que pensaba que esta chica era perfecta para su amigo.
—El placer es todo nuestro —aseguró Lily I encantada, notando entonces a Remus, que seguía de pie detrás Harry. De pronto le entraron ganas de llorar, su amigo se veía tan triste, tan esperanzado.
—¿Lunático? —preguntó James I casi en un susurro. Miraba a su mejor amigo con dolor, viendo las cicatrices que cubrían su rostro, las líneas de expresión y las canas. Se veía tan deprimido que su pecho dolía. ¿Qué tanto había pasado su amigo sin él, sin Sirius?
Remus cerró los ojos con fuerza, la familiaridad de la voz de su amigo golpeando con fuerza en sus recuerdos. Dolía escucharlo de nuevo, dolía saber que podía reconocer su voz, pero por recuerdos que tenían más de 15 años de antigüedad. Se dio cuenta con profundo pesar que de verdad había olvidado la voz de su amigo, aunque había intentado retenerla con tanta fuerza que había temido perder parte de su corazón cuando no consiguió evocar el recuerdo de su risa, de su entonación, sus burlas o sus comentarios sarcásticos.
Sintió la mirada preocupada de Harry en él, y abrió los ojos otra vez. Nunca pensó que volvería a tenerlos a ambos en la misma habitación, nunca pensó que Harry tendría la oportunidad de ver a su padre o que James podría ver a Harry tan grande. Todos esos sueños y planes se habían roto más de una década atrás, y ahora volvían con más fuerza. [“WHAT ABOUT THE PLANES WE MADE??????” TIK TOK T ODIOOOOOOOOOOOO]
Miró a su amigo, armándose de valor y forzando una sonrisa en su rostro. Dolía sonreír cuando solo quería llorar por la injusticia que suponía considerar el regreso de su mejor amigo un milagro.
—Hola, Cornamenta —dijo, su voz un poco ronca mientras se giraba hacia su amiga —. Hola, Lily.
James I no pudo soportar más esa mirada deprimida en su rostro y pensó con seriedad en qué demonios hacer para quitarla.
—¡Oh, vamos! —exclamó sonriendo para eliminar un poco la tensión que veía en Harry y Remus. La sala estaba en gran silencio, los muggles miraban de James I a Harry y de Harry a Remus, como preguntándose quién era y cómo lo conocían. Harry, en especial, parecía muy interesado —. ¿Me vez por primera vez en años y lo primero que dices es “hola, Cornamenta”? ¡Yo quiero un gran señor abrazo!
Y viendo que su amigo no parecía poder moverse, él se acercó y lo abrazó con fuerza, sabiendo que eso era lo que quería, pero no sabía cómo acercarse. Lily I sonrió, uniéndose al abrazo cuando James I la buscó.
Ninguno hizo comentarios, ni habló, ni susurró. Solo se abrazaron, ignorando la forma en Remus se aferraba a ellos con tanta fuerza que dolía, o como sus lágrimas caían en el hombro de James I. Merlín, los había extrañado tanto.
—Como que de pronto quiero llorar —susurró Tonks aún de pie junto a Harry.
Él la miró, su labio temblaba un poco mientras Tonks pasaba un brazo por sus hombros.
—A Sirius le habría encantado esto —murmuró Harry tragando saliva.
—Sí —Tonks suspiró, dejando que la primera lágrima resbalara por su mejilla y secando rápidamente la que se le escapó a Harry —. Le habría encantado.
***
Hicieron falta varias lágrimas más, muchas presentaciones y una larga pausa para que James I dejara ir a su amigo (a quien aseguraba deber tres mil años de abrazos) para que todos estuvieran de nuevo actuando con normalidad.
Tonks estaba encantada con el pequeño Harry.
—¡Solo mírate! —exclamaba sonriéndole mientras él se veía un poco alarmado por su emoción —. ¡Eres tan pequeño! ¡y nada chistosito y reservado como mi Harry!
—No le hagas caso —pidió Harry sentado junto a Lily I —. Está loca.
Tonks le sacó la lengua. —Loca por saber con quién es tu nueva novia.
Harry suspiró y miró al techo mientras todos lo miraban con interés. ¿Tenía novia?
—Merlín dame paciencia.
—¿No le vas a decir a la querida Tonks quién es tu novia, Harry? —preguntó Fred I exagerando una expresión de sorpresa —. Que malo eres.
Tonks entrecerró los ojos con una sonrisa victoriosa.
—¡Así que SÍ hay una novia! —canturreó dando un saltito —. ¡Te lo dije, Remus!
Remus miró a Harry con abierta curiosidad.
—Habla ya —ordenó señalándolo con un dedo.
Harry los miró con incredulidad.
—Quién los entiende —murmuró poniéndose de pie —. Creo escuchar a mis amigos, deben estar afuera. Iré a buscarlos.
—¿A Ron y Hermione les agrada tu novia? ¿Le agrada a Ginny? —preguntó Tonks interesada.
—Quiero vivir —dijoHarry saliendo del comedor.
—Eso en un sí —aplaudió Tonks antes de señalar a los gemelos —. La ex de Harry no les agradaba a Ron y Hermione y Ginny omitía comentarios, así que hablen ya, par de copias. ¿Quién es la chica?
—Me sorprende que aún no lo hayas descubierto —comentó George recostándose en su asiento —. El hijo de Harry está por allá y no se han molestado en mirarlo para evaluar los parecidos.
—¿Qué? —Remus los miró con sorpresa —. ¿Hijo de Harry? ¿Dónde?
—Mira esto —FredI sacó una bolsa de dulces de su bolsillo y la agitó —. Descubrimos que, si haces sonar un paquete de algo mucho tiempo, al menos uno de los chicos del 2021 aparece.
—Y funciona el cien por ciento de las veces —asintió James I riendo, había participado del experimento y había sido muy divertido.
—¿Qué tiene que ver eso con el hijo de Harry? —preguntó Remus mirando a James I y Lily I con una sonrisa nostálgica. Había extrañado tanto la risa de ambos.
—Esto —George se unió a su hermano y comenzó a agitar otra bolsa.
Ni dos minutos después, Teddy asomó la cabeza por la puerta.
—¿Quién está comiendo dulces sin compartir? —preguntó mirando a todos en busca del origen del sonido, confundido cuando varios se echaron a reír y otros sacudieron la cabeza divertidos —. ¿Y a ustedes qué les pasa?
—¡Teddy! —exclamó Tonks encantada de verlo de nuevo —. ¡Ven aquí! En la Madriguera no pude verte bien.
—Porque estabas ocupada bailoteando en tu mente ¿verdad? —se burló Fred I, sonriendo inocente ante la mirada fulminante que le dio la metamorfomaga.
—Cállate, Fred —dijo antes de voltear de nuevo a Teddy, que se acercaba a paso lento, pasando la mirada de ella a Remus casi con maravilla —. Merlín bendito, te pareces tanto a Remus.
Teddy sonrió, tragando saliva con fuerza en un intento de recuperar la voz.
—Sí, eso me dicen —susurró mirando a los pocos muggles congregados en el comedor. La mayoría se había retirado cuando vieron que James I no parecía dispuesto a continuar perdiendo contra Ron, y ahora estaba enseñándole a Harry y Hermione a jugar, pero aun así el público era considerable.
—Teddy es agradable —dijo James I, sonriéndole a Remus con verdadera alegría.
—Es muy simpático —asintió Lily I sentada entre ambos, su cabeza apoyada en el hombro de su prometido mientras ambos miraban a su amigo —. Es tan bueno como su padre.
Remus rio levemente y movió su cabeza como si estuviera abrumado, mirando a Teddy de reojo.
—Estoy sorprendido aún —admitió mirando sus manos —. Yo realmente creí que nunca…
—Oh, tus estupideces siguen en tu cabeza —rodó los ojos James I, extendiendo su mano para apoyarla en el hombro de su amigo —. Asúmelo de una vez, Remus, eres increíble. Y tendrás una familia preciosa, como mereces.
Remus los miró, extrañándolos más que nunca a pesar de tenerlos en frente.
—Gracias —murmuró, conteniendo las lágrimas otra vez —. En serio, gracias. Creo que nunca se los dije, pero… gracias.
Lily I sonrió, inclinándose a abrazarlo otra vez, mientras James I se estiraba a tomar su mano con fuerza.
—Ni siquiera la muerte puede separarnos, Lunático —aseguró James I con firmeza —. Somos amigos, somos familia. Lo recuerdas ¿verdad?
Remus lo miró, su rostro, sus ojos, su mirada segura de que podía confiar en sus amigos. Maldita sea, era tan James que dolía. Y Harry se le parecía tanto.
—Siempre te recuerdo diciendo eso —dijo sonriendo con tristeza —. Tan seguro de que los amigos no se abandonan, ni se traicionan.
—No es como si tuviéramos que preocuparnos de eso —se burló James I con una risa —. Sé que ustedes nunca me fallarían.
Lily I fue la única que advirtió la forma en que Remus se tensó, pero James I notó como la mirada de su amigo se oscureció y su sonrisa se apagó.
—¡Neville está aquí! —exclamó Ron entrando al comedor, impidiendo que alguno de los dos pudiera preguntar por qué esa reacción —. Oh, hola, chicos, Tonks. Lupin.
—¡Hermano! —exclamaron los gemelos, sin apartar la mirada del tablero de ajedrez. Ron estaba dándole una paliza a Hermione.
—¡Ron! ¡Hola!
Agradecido por la interrupción, Remus se puso de pie y le sonrió al pelirrojo.
—Hola, Ron —dijo, manteniendo apenas un poco la compostura. ¿James y Lily no sabían de la traición de Pettigrew? —. ¿Dónde está Harry?
—Está contándole todo a Neville con Hermione —respondió Ron mirando a su versión pasada con curiosidad, ¿estaba jugando ajedrez? —. Están por allá si quieres hablar con él.
—Oh, no importa, mejor dejaré que le cuente todo con calma —decidió, suspirando un poco nervioso —. ¿Puedo hablar contigo un minuto?
—Claro —dijo Ron un poco sorprendido. Podía ver por la mirada de Tonks y todos a su alrededor que no sabían qué pasaba. El papá de Harry parecía realmente curioso por la actitud de su amigo.
Una vez estuvieron apartados de todos y dándoles la espalda, Remus se inclinó poniendo una mano sobre su hombro y le preguntó.
—James y Lily no tienen idea de por qué murieron ¿verdad?
Ron parpadeó, se había esperado cualquier cosa menos eso.
—Eh, creo que no —se rascó la cabeza intentando recordar. Miró a Teddy, seguro de que él sabía, y le hizo una seña para que lo ayudara. Él la captó, porque dejó la conversación que compartían él, Tonks, Lily I y James I para acercarse.
—¿Saben lo que pasó con Colagusano? —preguntó Ron una vez lo tuvieron cerca.
Teddy se vio alarmado por un segundo.
—No —dijo, casi como si no se le hubiera ocurrido —. No quisimos contarles aún, esto de descubrir que todos sus amigos morirán es bastante abrumador por ahora creo yo.
—¿Todos? —preguntó Remus preocupado. ¿Acaso él también…?
—Eh —Teddy se mordió la lengua, consciente de que había hablado demás. Su escape apareció en forma de su hermano —. ¡James! ¡¿Dónde estabas?!
—En… ¿casa? —James II acababa de entrar al comedor, y se veía confundido por el pelo rojo de su hermano —. ¿Por qué estás nervioso?
—No estoy nervioso —volvió a su color natural antes de hacerle señas para que se acercara —. Querían saber con quién sale el tío Harry, ¿verdad?
—¡SÍ! —gritó Tonks cortando la frase de James I y volteando a ver a Teddy y al recién llegado—. ¿Tú eres el hijo de Harry?
—Su favorito —asintió James II encantado. Teddy le dio un golpe en el brazo —. ¡Ay! Asúmelo, Teddy, me quiere más a mí.
—¡JA! —gritó Teddy sentándose junto a Remus —. Y Lorcan es su Scamander más querido.
James II rio. —Nadie puede querer a ese tonto.
—Tu hermana lo hace —se burló Rose entrando al comedor delante de Harry, Hermione y un abrumado Neville —. Y hasta donde recuerdo, ayer Lorcan era de tus mejores amigos, Jim.
—¡Cállate, Rose! —exclamaron Teddy y James II como si hubiera dicho el peor de los insultos, pero Rose solo se echó a reír.
Tonks se acercó y señaló a Rose. —¿Quiénes eres?
—Rose Weasley —dijo la pelirroja —. Hijo de Ron.
—Hija de Ron —repitió Tonks muy pensativa pasando la mirada entre ella, James II, Harry¸ y Ron —. Y tú eres el hijo de Harry.
—Ajá —asintió James II confundido por su análisis.
—¿A dónde quieres llegar? —preguntó Harry un poco preocupado. La sonrisa de Tonks no auguraba nada bueno.
—Ya sé con quién es tu novia —dijo victoriosa la metamorfomaga.
—¿Ah sí? —preguntó Remus sorprendido.
—¿Sí estás saliendo con alguien? —preguntó James I sorprendido —. Creí que te estaba molestando.
—¿No saben que ya estás saliendo con mi mamá? —James II se agachó para esquivar el golpe que Rose quiso darle —. ¡¿Y eso por qué, loca?!
—¿Qué ya sale con quién? —Ron miró a su amigo buscando una explicación mientras Hermione parecía a punto de explotar de emoción, sujetando el brazo de un sonriente Neville. Harry y Ginny eran excelentes personas y una gran pareja, lo hacía feliz que siguieran juntos.
—¡SABÍA QUE ERA TU MADRE! —gritó Hermione finalmente señalando a James II —. Ayer dijiste algo sobre ella, y creí que estaba alucinando, pero después vi que Harry también se dio cuenta y luego volviste a decir algo, y esta vez estábamos casi seguros de que ella era tu madre, y comencé a tener esperanza…
Harry cubrió su boca mientras miraba con miedo a Ron, y los gemelos, que parecían terriblemente divertidos con todo. Ellos sabían algo. De pronto se le ocurrió hacer la pregunta que podría salvar su vida.
—¿Dónde está la señora Weasley?
—Está en la cocina con todos los otros… —Teddy pensó un segundo cómo decirlo —, ¿niños Weasley? Los del 90.
—Gracias —dijo Harry, antes de escapar más rápido de lo que nadie esperaba.
Y Ron reaccionó. Se puso de pie y miró a James II con curiosidad.
—¿Ella es realmente tu madre? —preguntó.
James II sonrió. —¿Tú que crees, tío Ron?
Ron corrió tras Harry. —¡ESCONDERTE CON MI MADRE NO FUNCIONARÁ!
Hermione suspiró y miró a Neville. —¿Quieres acompañarme? Será divertido.
Neville se encogió de hombros, y asintió. —No será lo más raro que pase hoy.
Miró una última vez a los padres de Harry, al futuro hijo de Harry, a la futura hija de Ron y al futuro hijo del profesor Lupin. Sí, había cosas más raras que ver a Ron queriendo matar a Harry.