
Están locos
—Entonces ustedes cruzaron esa puerta —Ginny señaló la gran puerta negra a un lado de la sala —, desde el 2021.
Teddy asintió con aire ausente, mirando a su alrededor como si estuviera buscando algo.
—Y eres hijo del profesor Lupin y Nymphadora Tonks —dijo Luna pensativa, no parecía tan abrumada como Ginny, pero tampoco se podía decir que estuviera relajada —. Y vas a nacer el próximo año.
—Ajá —respondió Teddy dándoles la espalda un segundo para mirar bajo una mesa —. ¿Dónde diablos está Al?
—¿Quién es Al? —preguntó Ginny curiosa por su búsqueda. Incluso mientras les explicaba toda la locura de su viaje, no había dejado de removerse en su lugar y mirar a su alrededor bastante distraído.
—El hijo del tío Harry —explicó, sin dar muchos detalles antes de saltar sobre un sofá con un movimiento demasiado planeado para ser natural.
—¡AAAAH!
—¡Ahí estabas! —gritó Teddy poniéndose de pie mientras un chico muy parecido a Harry se levantaba. Había estado cubierto por mantas y cojines, por lo que no habían notado su presencia. Y por su expresión malhumorada, claramente había estado tomando una siesta. Ginny se veía un poco como si se fuera a desmayar, primero viajes en el tiempo, ahora chicos de su edad diciendo ser hijos de su novio.
—¿Qué diablos, Teddy? —se quejó el chico moviendo los brazos —. Si ibas a despertarme me hubieras sacudido, no hacía falta que me aplastaras de esa forma.
—En realidad no estaba seguro de que fueras tú —admitió Teddy encogiéndose de hombros —. Solo vi tus zapatos ahí.
Señaló las zapatillas blancas que había junto al sofá.
—Oh, yo había pensado que alguien olvidó sus zapatos —dijo Luna sonriendo. Ginny la miró con diversión, eso era tan Luna —. A veces me pasa.
Sin darse cuenta, Al le dio la misma mirada de Ginny —Nunca cambies, tía Luna.
—¿Tía? —preguntó sorprendida —. Pero yo no tengo hermanos.
—Es de cariño —explicó Al agachándose a tomar sus zapatillas y colocárselas —. ¿Dónde están todos?
—En el comedor —Teddy señaló a sus espaldas —. ¿Vienes?
Al asintió, antes de mirar sus calcetines.
—Espera, ¿qué dices, Teddy? ¿Me los quedo o me los cambio?
Teddy los miró con atención antes de negar con la cabeza.
—Cámbialos si sabes lo que es bueno para la familia.
—¿Qué tienen de malo? —preguntó Ginny. Su hijo (no es que ella supiera eso) la miró casi sorprendido.
—A los quince no te ves tan aterradora como decías, mamá —murmuró antes de responder —. Están mal porque son iguales.
Ginny alzó las cejas con una clara pregunta. ¿Qué había murmurado antes?
—Sí, esa es la expresión que conozco —Teddy rio al oír el nuevo murmullo de Al —. Me gusta usar calcetines de distinto par.
—Es un fenómeno —asintió Teddy haciendo señas para que ambas chicas lo siguieran mientras Al se iba luego de sacarle la lengua a su hermano —. En realidad, es un juego que tenemos. Usaremos calcetines distintos hasta que Molly, la hija del tío Percy, se dé cuenta.
—¿La hija de Percy se llama Molly? —preguntó Ginny sorprendida por el descaro de su hermano más ingrato.
—Se disculpó por todo lo que pasó —le aseguró Teddy con una leve sonrisa, le encantaba como todos los hermanos Weasley iban directo a insultar a Percy hasta que se enteraban de que se había arrepentido —. Volvió con ustedes cuando más lo necesitaban y no volvió a desconfiar. Y ustedes lo perdonaron, así que fue como si nunca se hubiera ido.
Ginny apretó los labios, claramente teniendo cierto conflicto interior. —Lo perdonaré cuando se disculpe con mamá y papá.
—No te pido más —Teddy casi quería dar saltitos. ¡Ginny había captado su intención tal cual lo haría la Ginny del futuro!
—Hola —dijo el señor Miller acercándose en compañía del señor Nicoll —. Eh, el señor Lupin, bueno, su padre, Ted… Él dice que ya deberíamos comenzar a leer aunque sea un poco, antes de que tengan que irse a sus clases.
—¡Oh, claro! —Teddy asintió rápidamente antes de darse cuenta de que no había hecho las presentaciones —. Tía Ginny, tía Luna, ellos son los maestros muggles del tío Harry. El señor Miller, director de la escuela, y el señor Nicoll, profesor de historia. Señores, ellas son Ginny y Luna.
—Un gusto —dijo el profesor Jones mientras el señor Miller les sonreía a ambas con amabilidad.
—¿Por qué no se sientan? —sugirió Teddy señalando los sofás —. Voy a reunir a todos. Podremos leer un capítulo antes del fin del recreo.
Ginny y Luna se miraron y asintieron. No es como si tuvieran algo más que hacer.
—Son amigas de Harry ¿verdad? —preguntó el señor Miller buscando hacer conversación, pues apenas Teddy se había ido se había presentado un incómodo silencio.
A su lado, el señor Nicoll parecía bastante curiosamente alarmado por el aspecto estrafalario de Luna, mirando desde sus pendientes con forma de ciruela, hasta el collar de pequeñas perlas con un extraño corcho a modo de colgante que llevaba en el cuello. Y aunque el uniforme escolar se veía impecable, sus brillantes zapatos llenos de algo parecido a la brillantina se robaban toda la atención, junto con las enormes gafas multicolor que llevaba como diadema sobre el largo y desaliñado pelo rubio.
Ginny asintió a la pregunta, notando con diversión la mirada del maestro de ciencias. Luna parecía tan increíble para los muggles como lo era para los magos.
—Harry es un gran chico —sonrió Luna mirando a su alrededor, era una sala muy bonita—. Fuimos a una fiesta de navidad juntos y me divertí mucho.
—Oh —dijo el señor Nicoll sacando una rápida conclusión para que la conversación no muriera —. ¿Harry y usted son…?
—No —negó Luna sorprendida, como si no pudiera imaginar por qué pensaría algo así —. Fuimos solo como amigos por supuesto. Él tiene una novia muy agradable.
Ginny sonrió a Luna y asintió cuando ambos adultos la miraron, tratando de imaginar que entendía por “agradable” aquella jovencita rubia con extraña vestimenta.
—Harry fue muy amable al invitar a Luna como su acompañante para que no se perdiera la fiesta.
—Había un vampiro —se entusiasmó Luna aparentemente ajena a la expresión incrédula de ambos muggles —. Conocimos a mucha gente interesante y la comida era muy buena.
—¿Qué comida? —preguntó Harry acercándose de pronto. Parecía haber estado corriendo.
—La de la fiesta de navidad del profesor Slughorn —respondió Luna en absoluto sorprendida por su repentina aparición —. Hola, Harry.
—¿Cómo te va, Luna? —saludó él sentándose junto a Ginny dando un breve vistazo a sus espaldas. Sus antiguos profesores se preguntaban si siquiera había notado que estaban ahí, sin dejar pasar que no parecía encontrar alguna rareza en los accesorios de Luna o las gafas que ahora llevaba puestas. Debía estar acostumbrado.
—Muy bien —Luna señaló el aire sobre la cabeza de su amigo —. Estás agitado, los torposoplos están vueltos locos a tu alrededor.
—Oh —Harry se vio como si no supiera qué decir, así solo miró hacia el techo un segundo y solo dijo —. Genial.
—Iré a saludar a Neville y Hermione —dijo Luna de pronto, poniéndose de pie —. Nos vemos, Harry. Nos vemos, Ginny. Profesores de Harry
—Nos vemos, Luna —se despidieron ambos jóvenes mientras los adultos trataban de entender qué era un torposoplo. Y lo preguntaron, por supuesto.
—La verdad no tengo idea —admitió Harry encogiéndose de hombros —. Y dudo que existan, pero Luna cree en ellos, y a veces es mejor no llevarle la contraria.
Ginny le dio una mirada divertida.
—Luna es especial.
—Claro —dijo el señor Miller, ya lo había notado, así como también notó algo en la forma de ser de la joven que le recordó algunos anteriores comentarios —. ¿Se trata de la futura madre de Lysander? Creo que ese era su nombre.
—Esa es ella —asintió Harry antes de explicarle a Ginny —. ¿Recuerdas a Rolf Scamander? Es mayor que nosotros, se graduó hace unos años.
—¿Hufflepuff? —preguntó solo para confirmar —. ¿El nieto de Newt Scamander?
—Sí, ese —confirmó Harry —. Se casará con Luna al parecer. Su hijo mayor, creo, se llama Lysander. Ron dice que es una versión más agresiva de Luna. Aunque no ha nombrado a los nargles ni una sola vez.
—Curioso —dijo Ginny con una sonrisa. Y convenientemente ambos adultos muggles, dentro de su incomodidad por no entender de qué hablaban, recordaron que aquella pelirroja sería la esposa de Harry y madre de sus tres hijos. De modo que ella era la novia de la que Luna había hablado.
—Bueno, mi esposa nos llama —se apresuró a decir el señor Miller, no estaba seguro de cómo seguir la conversación, después de todo, no solo se encontraba ante la futura mujer de su exalumno, sino también de la futura cuñada de su hija. No quería dar una mala impresión solo por estar confundido —. Fue un placer conocerla, señorita Weasley. Y un placer hablar contigo, Harry.
—Igualmente —les sonrió Ginny, mientras Harry asentía, inseguro de si corresponder el cumplido, ya que técnicamente no había hablado nada con ellos.
Demasiado tarde, Ginny se dio cuenta de que en ningún momento había mencionado su apellido.
***
Teddy tuvo que correr por toda la sala y hacer varios paseos al 2021 para poder reunir a todos los de su generación. Había sido bastante gracioso para todos ver como obligaba a cada miembro de su familia a quedarse en su asiento.
—Si te mueves medio milímetro, Frederick George, te juro por Merlín que…
—Ya entendí, ya entendí —exclamó Fred II alzando las manos —. No puedo pararme de aquí sin tu permiso.
—Al menos tú puedes pedir permiso —masculló James II sacudiéndose en la silla a la que Teddy lo había atado con unas cuerdas salidas de quién sabe dónde —. Apuesto a que mamá amaría verme así de tranquilo.
—¡No te imaginas cuanto lo estoy disfrutando! —gritó una voz femenina desde la puerta del 2021, seguido de una carcajada de quien varios pudieron reconocer como Harry del futuro.
—¡MAMÁ! —se quejó James II a los gritos, haciendo reír a todos mientras Harry miraba el techo evitando la mirada que Ron le dio. Había suspendido su persecución por estricta orden de la señora Weasley, pero aún no estaba totalmente convencido de que su mejor amigo eventualmente se casaría con su pequeña hermana —. ¡Esto no es divertido!
—¡Depende de quién lo diga! —por el tono de Harry adulto, lo estaban pasando en grande.
—¡¿Tú también, papá?! —James II estaba indignado.
—¡Todos, querido! —esta vez fue otra voz femenina.
—¡Tienes que estar bromeando! —se volvió a quejar James II al reconocer la voz de su tía Hermione.
—Si mi mamá se unió a esa reunión, de verdad debe querer que te quedes quieto —aseguró Rose incapaz de contener su sonrisa. James II le sacó la lengua mientras Ron y Hermione prestaban más atención. ¿Esa había sido la futura esposa de Ron?
—Deben ser tremendos —murmuró el señor Jones a la maestra de matemáticas, la señora White.
—Casi agradezco no ser su profesora —susurró ella de vuelta mirando como todos los chicos del futuro se burlaban de James II —. Los hijos de Harry parecen ser muy hiperactivos.
—Harry parece ser hiperactivo —señaló el profesor apuntando a Harry con la barbilla, viendo como parecía estar teniendo un torneo de piedra, papel o tijera con Ron y los gemelos Fred y George. Ginny, Hermione, Luna y Neville eran los jueces.
No muy lejos de ellos, Remus, Tonks, James I y Lily I hablaban con comodidad de algo que hacía a James I reír a carcajadas y a Remus sonrojar. Aparentemente el que Tonks fuera sobrina del tal Sirius Black causaba una gran reacción.
Teddy salió entonces del pasillo de las habitaciones arrastrando a Fred y George, siendo seguidos por los Weasley del pasado y la señora Weasley de 1997.
—Quédense ahí —Teddy señaló los asientos con firmeza, antes de correr a la puerta del 2021 y cruzar de un salto.
—¡Sí! —gritó Ron cuando venció a George —. ¡Puntos para mí!
—Tramposo —resopló George cruzándose de brazos.
—Eres un mal perdedor, George —sentenció Tonks sentándose junto a Harry, Remus, James I y Lily I cuando Victorie insistió en que se quedaran en sus lugares (aunque en realidad lo decía como una burla a James II) —. Molly dijo que hicieron esto todo el verano. Ginny amenazó con tirarlos desde el techo del gallinero si Ron volvía a gritar “¡ROCAAA, LES GANÉ, PERDEDORES!”.
Al oír el último grito de Tonks, Harry, Hermione, Fred y George parecieron tener un ataque de risa mientras Ron saltaba.
—¡Eso era! —gritó un segundo antes de que Ginny le arrojara un cojín.
—¡No te atrevas a repetirlo! —amenazó mientras Hermione se sujetaba a Harry para no caer del sofá por el movimiento que hizo Ron para esquivar el cojín.
—¿Esa es Ginny? —preguntó Bill incrédulo, al igual que todos sus hermanos. Su pequeña hermanita había crecido, la pequeña niña sentada a su lado ya era toda una adolescente.
—¿Eres Bill? —cuestionó Ginny habiendo oído la pregunta, y recordando una vieja broma que Charlie solía hacer a Bill, decidió que podía meterse un poco con él —. Que joven te ves, no tienes ni canas.
Y tranquilamente se dio la vuelta a hablar con un divertido Harry mientras Bill se ponía pálido. ¿Canas? ¡Pero si no tendría más de 30 en ese año!
Toda la atención volvió a la puerta del 2021 cuando empezaron a oír voces otra vez.
—Y este día no para de mejorar —escucharon decir a Harry adulto segundos antes de que Teddy cruzara la puerta cargando sobre su hombro a Al, que se retorcía de un lado a otro —. Solo falta que secuestre a Lizzy.
—Lizzy no vendrá aún —dijo Teddy mirando a sus espaldas, claramente conteniendo la risa mientras sujetaba con más fuerza el cuerpo de su hermano.
—¿No estás dispuesto a considerarlo? Tener tres demonios atados es mejor que solo tener dos.
—¡Mamá! —volvió a gritar James II incrédulo, esta vez con Al coreándolo, mientras toda su familia se echaba a reír otra vez.
—Yo la amo —aseguró Victorie, sentada junto a la señora Weasley, que parecía incapaz de dejar de sonreír.
—La amaría más si no estuviera llorando de la risa con papá —dijo Al con malhumor mientras Teddy ataba sus pies a las patas delanteras de la silla. Harry sonrió, esos chicos eran un auténtico desastre, no le sorprendía que él y Ginny estuvieran tan contentos de verlos quietos —. ¿Nos dejarás libres más tarde?
—Cuando comencemos a leer.
—¡Por favor no los sueltes! —dijo alguien más en el 2021.
—¡Esta conversación no es contigo, tío Charlie! —gritó James II aún más indignado antes de mascullar —. ¿Qué sigue? ¿La tía Audrey tomando fotos?
—No —dijo Teddy sorprendido, como si no lo hubiera pensado antes —. ¡Tía Audrey, ¿quieres fotografías?!
—¡Pensé que nunca lo dirías! —y Audrey del futuro cruzó la puerta a la carrera con una cámara alrededor del cuello, como si de verdad hubiera estado esperando la señal.
—¿Audrey? —preguntó la señora Miller incrédula. ¡Esa era su hija! ¡la que tenía 13 años!
—Hola, mamá —saludó rápidamente la castaña antes de arrodillarse frente a Al y James II —. Ahora, mis niños, podemos hacer esto fácil o difícil, es su decisión.
Al y James II le dieron una mirada de derrota que tomó como una respuesta.
—Digan “dragones” —exclamó Audrey con alegría. Sus ojos oscuros centelleaban mientras ajustaba la cámara.
—Dragones —dijeron James II y Al con voz desganada antes de que sonara el clic al tomar la fotografía.
—¿Ella se casará con Percy? —preguntó George en susurros mientras Percy se hundía en su asiento, buscando evitar que sus hermanos se burlaran otra vez —. ¿Cómo?
—Soy el desastre que su vida necesita —Audrey lo había escuchado, por lo que respondió antes que nadie, moviendo un poco su pelo liso cuando le molestó en la cara.
—¡Dolor de cabeza querrás decir! —eso obviamente lo había gritado Percy del futuro.
—Es lo mismo, cariño —se burló Audrey revisando las fotos —. Creo que ya están.
—Oh, ¿en serio? —James II la miró todo lo sarcásticamente que pudo —. ¿No quieres también que…?
—No te atrevas a darle una idea o cambiaré la contraseña del wifi —amenazó Al tratando de mover la mano para señalarlo, pero como estaba atado solo se vio el movimiento de sus hombros.
—No puedes, nunca aprendiste cómo hacerlo.
—Bueno, puedo cancelar tu unión al grupo familiar de Spotify y YouTube Premium —dijo Al pensando en si eso era posible. (Por si lo preguntan, sí, es posible xd).
—Necesitas entrar al correo de Teddy —se burló James II, captando lo débil de su réplica apenas lo dijo.
—¿Y quién te dice que no sé su contraseña? —resopló Al rodando los ojos.
—No sabes mi contraseña —dijo Teddy frunciendo el ceño. Tonks sonrió al reconocer la expresión de Remus.
—Todos la saben —aseguró Louis mientras sus primos, e incluso Audrey, asentían.
—¿Qué? —Teddy miró a Victorie con los ojos entrecerrados.
—A mí no me mires, con suerte recuerdo las mías —se defendió ella.
—¿Entonces? —Teddy parecía más curioso que indignado.
—Es muy obvia —dijo Audrey encogiéndose de hombros, mezclar Victorie con la fecha de cumpleaños de Harry no era lo más creativo que Teddy había ideado —. Pero no te preocupes, no haremos nada malo.
—Más que suscribirnos a todo lo que sabemos vas a odiar si nos haces enojar —murmuró Louis lo suficientemente bajo para que nadie más que su primo Fred II escuchara.
—No confío en la mirada inocente de Fred II —Teddy se encogió de hombros antes de irse a buscar a algunos muggles que faltaban.
Varios minutos después ya estaban finalmente acomodados en los asientos. Incluidos Dumbledore, McGonagall y Moody, que tenía muy nerviosos a los muggles más asustadizos.
—¡Bien, ya están todos! —dijo Teddy moviéndose para dar paso a Audrey —. ¡Hora de leer!
***
—Resumen rápido para los recién llegados —dijo Teddy mientras hojeaba el libro buscando la página donde lo había dejado, debió usar el marcapáginas que le había dado su tía Hermione —. En el 2021 leímos sobre el día en que… ya saben, el tío Harry llegó con los Dursley, que si se lo preguntan están en esa caja de ahí, convertidos en gusanos.
Todos miraron hacia la caja que estaba a los pies del podio que usaba para leer. Harry alzó las manos para demostrar su inocencia cuando Remus lo miró.
—Fue él —aseguró señalando a James I, que asintió con orgullo.
—De tal padre tal hijo —suspiró Remus negando con la cabeza. No iba a negarlo, no podía enojarse estando tan feliz por estar con quienes tanto había echado de menos.
—Todo eso fue más como una introducción de contexto para los muggles y James y Lily, porque, ya saben, todos los magos de después del 81 conocemos la historia —continuó Teddy poniendo un dedo entre las páginas para marcar donde debía comenzar a leer —. Después, en el capítulo que leímos aquí, se habló un poco de la vida del tío Harry con los Dursley…
—¿Ah sí? —preguntó Tonks con interés.
—Nada que valga la pena mencionar —se apresuró a decir Harry apurando a Teddy para continuar con su resumen. Por esa vez, Teddy le hizo caso.
—Luego se los diré todo —masculló el metamorfo antes de seguir —. También leímos momentos de magia accidental y cosas así. No fue la gran cosa, en mi opinión lo bueno empieza cuando el tío Harry llega a Hogwarts, o en los otros libros cuando llega a la madriguera.
—¡La casa de la verdadera diversión! —exclamó Fred estirando la mano para que Harry chocara los cinco —. Este verano fue de locos. Dos meses completos de travesuras y alegría.
—¿Qué dices, Fred? —preguntó la señora Weasley sin borrar su sonrisa, aunque varios notaron que ahora no era una sonrisa alegre.
—Que fue un verano muy entretenido y educativo, donde todos aportamos para que Harry pasara un buen tiempo en la casa, sintiéndola como si fuera suya. Lo que prueba que podía llegar a estar ahí sin ningún vuelo irresponsable, desconsiderado y peligroso a Privet Drive —dijo rápidamente Fred haciendo reír a su gemelo, Harry,Ron y Ginny. Hermione parecía tener problemas para borrar su sonrisa mientras Luna miraba contenta como se reían y Neville trataba de descifrar la historia.
—Tengo que escuchar esa historia —aseguró Tonks viendo como Remus se apoyaba en el sofá con una gran sonrisa. Él conocía bien la historia, y no iba a negar que lo divertía enormemente.
—Lo leerán —prometió Teddy mirando casi con nostalgia como Fred sonreía con inocencia hacia su madre. Habría amado poder conocerlo mientras crecía. Y por las expresiones de su familia, pensaban exactamente lo mismo —. Bueno, creo que eso es más que nada lo que hemos leído. Ahora sigue el tercer capítulo del libro, y será el único que podremos leer antes del almuerzo y sus clases, así que será mejor que presten atención. Se llama Las cartas de nadie. (Insertar autora riéndose como si fuera una referencia a Percy Jackson)