Severus Prince el príncipe mestizo

Harry Potter - J. K. Rowling Percy Jackson and the Olympians - Rick Riordan
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G
Severus Prince el príncipe mestizo
Summary
Severus se entera que además de ser un mago es hijo de un dios griego.¿Como cambiara la caótica vida del príncipe mestizo ahora que es un semidios?
Note
No esperen mucho de esto
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capitulo 2

 

 02/08/1997

Hospital San Mungo

Severus

 

Siento mis ojos pesados al intentar abrirlos, una línea cegadora de luz me molesta y terminó por abrir los ojos. Los recuerdos llegan a mi de golpe, desde que encontré a mi madre hasta que me desmayé en los brazos de esa persona desconocida. Al sentarme puedo darme cuenta de que estoy en un hospital, traigo una pequeña manguera en mi brazo e intento quitármela sin éxito ya que otra mano toma mi muñeca de manera delicada deteniendo mi acción.

Es un hombre alto, y muy delgado con facciones asiáticas como mi madre y yo, su rostro me recuerda a ella solo que sus rasgos menos afilados. Me mira por un momento como si quisiera decirme algo, pero no se atreve, camina acercándose a mí para luego volverse a acercar, termina tomando asiento junto a mí en la camilla del hospital.

—Lo sé —murmuro con una voz que si no estuviera junto a mí no lo escucharía —. Mamá murió, esa bestia lo hizo.

—¿Bestia?

—Aquella bestia que vivía con nosotros, que nos maltrataba y que acabo con mi madre.

—Tu madre dejó una carta para ti, conmigo.

Extiende la carta sellada, y la tomó mientras el sale para que yo pueda tener privacidad para leerla. La tomo con temor y al abrirla y leerla muchas cosas toman sentido, pero a la vez era abrumador. Mamá se sacrificó por mí y mi seguridad, y ahora debo vivir sin ella, sin la persona que más amo y amare en mi vida. El simple hecho de vivir sin ella me revuelve el estómago. Saco el anillo que venía en el sobre, es negro en su totalidad, es una vid de sauce en forma de aro; al ponérmelo esta se transforma en una verdadera vid de sauce, larga y completamente negra dando un aura oscura.

—Antes la tenía a ella, y ahora no tengo a nadie.

—Nos tienes a nosotros —dice mi tío cuando regresa.

En sus manos lleva una pequeña maleta y me la entrega, dudo, pero termino tomándola y al abrirla encuentro un conjunto de luto negro y unos zapatos del mismo color. Comprendo de inmediato me dirijo al baño de la habitación, al verme al espejo noto el gran parecido con mi madre y vuelvo a llorar al sentirla tan lejos de mí, quisiera morir y seguir con ella.

Una vez me calmo, comienzo a vestirme rápido, al salir mi tío me ofrece su mano, la miro por un momento asimilando la incomodidad que sentiré al juntar las manos. Una vez en el pasillo nos detenemos frente a un hombre que deduzco es mi abuelo y uno de los doctores.

—Padre, Severus está listo —el hombre me mira con una expresión ilegible a excepción del ligero brillo en sus ojos al verme.

—Bien, Elena nos espera en el funeral. Severus: ¿sabes quiénes son la sangre pura?

—Si, mi madre me enseño, también etiqueta, temía que me metiera en problemas si llegaba a ser irrespetuoso.

—Eso es bueno, porque estás rodeados de ellos dándote el pésame. Mira, sé que esto debe ser difícil para ti, pero debes ser fuerte, no dejes que la muerte de tu madre sea en vano.

—Este año no iras al campamento mestizo, hablamos con el encargado e iras hasta el año siguiente, para que este te puedas adatar mejor y vivir tu luto – me dice mi tío.

Con voz suave antes de entrar a la chimenea, suelta algo de ceniza para después decir "Mansión Prince". Al teletransportarnos aparecemos en una sala decorada de tonos azules, plateado y negro, el olor a madera inundaba el lugar.

Me dirigen por un largo pasillo hasta llegar a un jardín grande, continuamos por un sendero que termina en un cementerio, a unos metros puedo ver un grupo de gente; vestidos con ropa cara, y las damas cubriendo su rostro con un velo negro. Ahora soy yo quien busca la mano de mi tío, quien me da una sonrisa suave y caminamos juntos.

Las personas no pierden tiempo y se acercan, a darme el pésame, algunos por pura formalidad, pero otros con profunda tristeza. Es una ceremonia donde cada uno de nosotros baña con su magia una rosa, que se deja dentro del ataúd. Al ser su hijo soy el primero, me acerco de manera lenta sé que será la última vez que veré a mi madre, puedo ver que a pesar de lo delgada que estaba, y de las heridas visibles seguía siendo la mujer más hermosa para mí. Acercó mi mano tocando la de ella, dejó la rosa entre sus manos, le pidió perdón por todo lo que ella hizo para protegerme. Las lágrimas salen sin poder detenerlas, debería ser yo quien está ahí y no ella.

Pero, así como ella murió por mí, yo viviré por ella.

Me acerco dejando un suave beso en la frente dejando que mis lágrimas ensucien su rostro. Mi tío y mis abuelos son los que siguen, cuando terminan mi tío me toma en brazos y oculta mi rostro en su cuello, mis manos aprisionan la tela de su camisa, pero parece no importarle.

—Está bien llorar, pequeño cuervo.

Mi cuerpo tiembla y ya no puedo reprimir más lo que siento, él comienza a alejarse del lugar para llevarme a uno más privado. Deja suaves palmadas en mi espalda, lloro más fuerte, siento que no puedo respirar, y pienso lo injusto que s que esa bestia este libre y vivo mientras mi madre está siendo enterrada tres metros bajo tierra. Perdí la noción del tiempo llorando que me quedé dormido en los brazos de mi tío.

Tranquilo.

Jamás había dormido también como esa vez.

 

 

 

14/08/1997

Mi jiujiu informó que iremos a Hogsmeade a comprarle ropas, túnicas y todo lo que fuera a necesitar. No dijo nada al respecto, tampoco pareció necesitar una confirmación; también sobre ir Gringotts. Me quieren cambiar el apellido y ponerme un segundo nombre.

Sin duda alguna la última vez que acompaño a mi tío a ir de compras

 Me probé cintos de prendas y dijo que solo eran las de primer año.

—Tengo el nombre perfecto para ti.

—¿Cuál es? — preguntó con curiosidad.

—Lo sabrás en un rato.

Nos adentramos al gran banco, donde el pasillo está lleno de duendes haciendo notas, sus caras arrugadas y de mala humor hacen un ambiente pesado en el lugar. Nos detenemos enfrente de uno de ellos, quien al vernos detiene sus tareas y dirige su toral atención a nosotros.

—Quiero hacer un cambio de nombre y una adopción.

El duende asiente y se retira por algo, al regresar nos indica lo que debemos hacer. Pincha mi dedo para que mi sangre caiga junto con le da miedo tío volviéndose una sola. La bebemos junto a una opción, él dijo que no cambiaría físicamente, y que él había adoptado de manera materna, ya que mi padre es un dios y no se puede reemplazar su genética.

—¿Cuál será su nombre?

—Severus Lian Prince —responde mi tío con una sonrisa —. También deseo traspasar la bóveda de Eileen Qing Prince a Severus Lian Prince.

—¿Causa?

—Deceso —Arrugo la cara un poco antes de la mención.

—¿Tiene la llave?

—Así es.

Mi jiujiu entrega la llave y el duende nos guía a un carrito extraño, al comenzar a avanzar me doy cuenta de que es enorme el lugar. Mi tío por otro lado está casi aburrido, viendo las bóvedas que pasamos camino a la de mi madre; ahora recuerdo que mamá una vez mencionó el nombre "Lian".

Curioso.

Mi tío baja del carrito al igual que el duende, introduce la llave y la abre. Me asombro por la cantidad de oro que hay en la bóveda, tío Qiao toma un poco. Y salimos de ahí, ahora yo soy el propietario de todo eso.

 

 

 

17/08/1997

—Te adaptas rápido a la situación.

Mi tío lleva sobre sus hombros mientras toma algunos libros, me ofrece algunos que yo acepto de manera gustosa. Solemos hacer eso, a ambos nos gusta leer sobre magia oscura. El no la ve como mala en sí, todo depende de su portador, algo con lo que estoy de acuerdo; Me pasa un libro de legeramancia y oclumancia algo que él quiere que aprenda rápido eso antes de ir a Hogwarts. Es difícil al principio, aún estoy fortaleciendo mis barreras de oclumancia y disminuyendo mi presencia al meterme en la de alguien más.

Es complicado, pero poco a poco lo estoy logrando.

Le mandé una carta a Lily contándole un poco de lo que pasó, omitiendo el hecho de que soy un semidiós, ella me contestó con rapidez, diciendo lo asustada que estaba y que era bueno que ahora estuviera con mi familia siendo protegida. También que nos reuniríamos en Hogwarts.

Hace unos días vino un señor de apellido Wei, dijo que tenía el deseo de conocer al hijo de Eileen, mi tío no quería, pero después de tanta insistencia me estresé yo y yo presenté, el de sorprendió del parecido con mi madre, pero su mirada tenía algo más que me ponía incómodo. No es el tipo de mirada que le das a un niño de once años. Intentó tocar mi brazo, pero mi tío le dije que no me gusta el contacto físico con desconocidos, y que mejor viniera otro día.

—Lo siento mucho, Lian —se disculpa acercándose para abrazarme —. Por Merlín, me siento como una mamá muy pegajosa. Perdóname Lian.

—Está bien, fui yo quién salió —le digo abrazándolo de regreso.

Suele abrazarme mucho y mimarme junto a los abuelos, dice que la razón es el a verme adoptado por sangre, su vínculo se formó desde el lado materno y eso lo hace más sensible conmigo. No me molesta, el es increíble y aunque amo a mi madre, mi tío es mi persona más importante en estos momentos, acude a mis pesadillas y tormentos, me enseña magia he idiomas, la dislexia ya no es un problema. Y sobretodo me enseñó un poco de defensa personal.

En dos semanas iré a Hogwarts.

Solo quiero que sea tranquilo.

 

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