El comienzo de todo.
—Harry Potter ha muerto—gritó Voldemort.
Al escuchar esas palabras mi mundo que giraba en torno a Harry Potter se detiene en seco.
Sus bellos ojos verdes. Su cabello despeinado. Su sonrisa bondadosa. Todo ha desaparecido.
Mi vista se nubla, y las lágrimas fluyen por mis mejillas sin control. No me importa si Voldemort me ve, o sus malditos mortífagos. No me importa nada sin él.
Sin tener la fuerza de voluntad para enfrentar el cadáver de la única persona a la que he amado, me aparezco en la Mansión Malfoy. Las defensas de Hogwarts, que siempre consideré mi segunda casa, han caído.
Hogwarts ha caído.
Camino rápidamente hacia el despacho de mi padre.
Debí ser más valiente. Debí ser más fuerte. Debí saber que no todo es como parece.
Que Crabbe haya muerto, que torturaran a Granger, que mis compañeros Slytherin fueran heridos, que Dumbledore esté muerto, todo es mi culpa. Todo es mi culpa.
El mundo mágico no puede vivir sin Harry Potter.
Yo no puedo vivir sin Harry Potter.
Entro al despacho de mi padre, ahora ocupado por Voldemort. Todo ha cambiado desde la última vez que estuve aquí. No hay cuadros familiares, ni adornos. Solo hay oscuridad y desolación.
Mi padre una vez me contó la historia del giratiempo de la familia Malfoy. Es una herencia de la época de Merlín, que ha pasado de generación en generación, acompañada de una carta con las instrucciones para su uso. Afortunadamente, mi padre nunca pudo descifrar la verdad de la carta.
El giratiempo es peculiar, solo requiere dos cosas para viajar en el tiempo: amor y sacrificio. Sin embargo, la carta advierte que puede no funcionar.
Me dirijo a la caja fuerte oculta en la pared derecha del despacho, que solo un Malfoy puede abrir.
Coloco el giratiempo alrededor de mi cuello.
No tengo nada que perder.
Saco la daga del bolsillo de mi túnica. Sin vacilar, la hundí en mi corazón.
Sangre brota de mi boca y de la herida en mi pecho, tiñendo el giratiempo de un rojo intenso.
Confío en el amor que tengo por Harry Potter. Confío en mi sacrificio. Ahora, debo confiar en que esto funcione.
El giratiempo brilla con un dorado intenso antes de que cierre los ojos.
Draco Lucius Malfoy ha muerto, sin saber que alteraría y modificaría toda la línea del tiempo actual.
