
Una chica desconocida.
Scorpius y Albus estaban abrazados en el cuarto que compartían, mientras el chico rubio sostenía un libro con una mano, con la otra jugaba con el cabello de Albus, él en cambio estaba abrazado a su novio.
—No puedo creer que no nos veremos en todo el verano.
—La relación de nuestras familias no es buena. No creo que a tu familia le guste mucho, mi familia les hizo mucho daño en el pasado.
—Ya sé. Pero tú no les has hecho nada.
—Bueno, al menos no han intentado separarnos.
—Si lo sugirieron, pero no han hecho esfuerzos.
—Es suficiente para mí, el siguiente será nuestro último año, una vez graduados podremos irnos a viajar por el mundo ¿A menos que desees estudiar algo?—preguntó Scorpius apartando la vista del libro.
Albus mostro un mirada cansada.
—No, no me gusta nada realmente, solo estoy en Hogwarts por ti.
—Yo quiero ser historiador.
—No me sorprende, amas la historia.—dijo viendo cariñoso a su novio.
—Albus, te apoyaré en el camino que decidas seguir, así que tomate tu tiempo, lo último que quiero es que hagas algo que odies solo porque no sabes que hacer con tu vida.—dijo Scorpius mientras acariciaba la mejilla de Albus.
—Como ser Auror, mi papá y Teddy lo sugirieron pero, no me gusta en lo más mínimo, James y mamá hablaron del quidditch, me gustaba verlo cuando era joven...no soy un gran aficionado actualmente.
—¿Es por lo que pasó en los campeonatos de la escuela?—preguntó triste Scorpius.
—Ya sabes la respuesta, no pude ir a los partidos sin que todos me observarán porque: si apoyaba a Gryffindor era un traidor a mi casa, pero si apoyaba a Slytherin era un traidor a mi familia...me hicieron resentir los partidos, no ayudo que nunca fui bueno jugando, siempre hacían bromas de darme al otro equipo cuando jugaba con la familia.
Scorpius dejo su libro totalmente y abrazó a Albus.
—Podemos ir a ver partidos juntos, fuera de Hogwarts, sin esa presión.
—No estoy listo.
—La oferta está disponible para siempre.
Scorpius intento besar a Albus pero se alejo mareado.
—Sigues enfermo.
—Sólo es estrés por los exámenes no te preocupes por mi.—dijo poniéndose una mano en la boca.
—¿Náuseas otra vez? Se acabó, nos vamos a la enfermería.
—No, solo es estrés, pero si te tranquiliza, si no se me pasa en una semana, iré a San Mungo.
—Promesa, no te retractes.
—No lo haré.
El recuerdo terminó y Albus despertó en la oficina de Aurores, otra vez se quedó dormido en el trabajo, otra vez pudo volver a ver a Scorpius en su sueños.
Estaba investigando sobre la Augurey y los nuevos mortífagos, esto no era lo que esperaba estar haciendo cuando era joven, tampoco le gustaba ahora que era un adulto, no fue vocación, fue necesidad...necesidad de saber que pasó con su novio.
El día que empezó su último año en Hogwarts no recibió noticias de Scorpius Malfoy, la persona más importante en su vida, lo último que supo fue que seguía enfermo.
"No es nada grave, papá solo está paranoico, pero no te preocupes, una vez el sanador confirme que estoy bien, tú y mi papá podrán dejar de exagerar"
Pero nunca supo que dijo el sanador, no hubo más cartas, no apareció en Hogwarts ese año, la directora McGonagall no sabía nada, así que envio varias cartas a Draco, finalmente Harry Potter fue en calidad de Auror a ver para que Albus se calmara...encontraron el cuerpo de Draco , el del Elfo doméstico que le servía, muchas cosas fueron robadas, esto se comprobó cuando varias cosas fueron encontradas en el mercado negro...de Scorpius no se supo nada.
Ya pasados 17 años, aún no sabía nada.
Hasta ese día donde su padre llegó a su cubículo, con una carta y una varita partida por la mitad.
Unas horas antes, Neville Longbottom estaba intentando calmar a una alumna, tenía ojos oscuros como la noche que contrastaban con su pelo rubio, casi blanco, estaba llorando y el director no entendía que quería decir, cuando llegó a su oficina encontró a la chica sentada en la puerta.
Terminaron en la enfermería porque la chica seguía llorando. Madame Pomfrey le dió un vaso de agua para calmarse ya que se veía perturbada cuando alguien la apuntaba con una varita.
Una vez pudo gesticular algo más coherente.
—Señor...¿Po-podría entregarle mi carta al señor Harry Potter? Es urgente.
Neville accedió pero cuando pregunto por la carta, la chica no la había hecho aún, tampoco tenía con que hacerla así que le dieron papel y tinta, la chica derramaba lágrimas y preguntaba como escribir una que otra palabra básica para una chica de 16 años.
Madame Pomfrey le dió un chocolate para calmarla, la chica pidió más dulces y se los dieron.
Una vez terminó su carta la estudiante se fue en dirrección a la puerta, dejo una varita rota sobre ella, cuando Neville vio que decía el papel alzo la mirada perpleja a la alumna.
Pero ella salió corriendo y desapareció en los pasillos.
Al poco tiempo Harry y un grupo de Aurores llegó para verificar lo que decía la carta, según hoy llegarían el Augurey y algunos mortífagos para secuestrar a Remus "Remi" Lupin, único hijo de Teddy y Victoire y que dejaba la varita rota de Scorpius Malfoy como evidencia de sus palabras.
Neville informo que no encontraban a la chica, nadie tenía una alumna de esas características en su clase, Remi tampoco aparecía, apenas leyó la carta mandó a buscarlo, fueron hasta a la sala común de Hufflepuff y su habitación pero nadie lo encontraba.
Harry y los Aurores empezaron a buscar pero fue un horrible grito lo que los alerto, estaba a las afueras de Hogwarts.
Al llegar encontraron a Remi tirado en el piso y a una chica de Slytherin siendo torturada.
—Vaya, no esperaba la llegada del gran héroe y no viene solo, su hijo e ahijado también.—dijo la voz de la mujer antes de reir.
Una risa muy parecida a la de Bellatrix Lestrange.
Remi logró correr hacia ellos pero uno de los mortífagos arrastró a la chica en su dirección y se la llevaron.
Teddy y Harry estaban viendo el bienestar de Remi, Albus estaba acercándose para ver lo mismo, la carta tenía una pésima caligrafía y la ortografía era algo deficiente, la carta no era de él...¿De dónde salió la varita?
Remi una vez compuesto comento lo que pasó, estaba camino a sus clases y una chica lo encontró, se veía desesperada y le pidió ayuda, así que la siguió, pero en un punto no sabía a dónde ir, hasta que se pregunto por el guardian del bosque.
—¿Hablas de Hagrid?
—Si, él es grande y las bestias lo cuidan, ahí no te encontrarán.
Entonces la guío a la cabaña, la chica no sabía ni donde se encontraba, fue con ella porque ir donde Hagrid no era algo peligroso, pero cuando llegaron al bosque oscuro los mortífagos los encontraron.
—No estabas en el punto de encuentro.
—Augurey, escuché, por favor.
—Eres igual de inútil que tu familia, no sé porque confíe en alguien que es peor que los sangre sucia.
—Mi señora, él también es nuestra familia...no merece ser torturado hasta morir.
—¡Un descendiente de traidores de la sangre no es nada mío!
La chica estaba temblando y llorando pero no desistió:
—¡Somos los descendientes de las hermanas Black! ¡No deberíamos destruirnos entre nosotros!
—Andromeda es una traidora de la sangre, Narcisa una traidora a la causa, sólo mi madre fue leal hasta el final.
Remi intento pelear pero lo desarmaron y empujaron contra un árbol, la chica fue torturada con Cruciatus y se desplomó sobre la varita de Remi.
Después de oír la historia, los tres Aurores estaban confundidos:
—Ya veo.—dijo Teddy con tono dudoso.
—Entonces esa mujer es la que proclama ser la hija de Voldemort y Bellatrix.—dijo contundentemente Harry antes de continuar.—La otra chica debe ser descendiente de Narcissa, pero no es posible.
—¿Seguro?—preguntó Teddy.
—Si, además Malfoy era hijo único, al igual que su hijo, ¿De dónde saldría una chica de 16 años?—preguntó sin esperar respuesta.
—Scorpius Malfoy lleva desaparecido 17 años, las edades concuerdan.—dijo Teddy.
—No. Él no sería capaz de tener un hijo con alguien y no decirme.—hablo por fin, Albus.
—Aún entre amigos hay secretos, Al.—dijo en tono comprensivo Teddy.
—No, por las fechas para que esa niña fuera concebida, Scorpius tendría que haberme sido infiel y él nunca haría eso.—dijo sin dudarlo.
Esto no era algo que él hubiera rebelado, la relación de sus familias seguía sin ser buenas para cuando paso la tragedia. Así que nadie sabía de su relación.
Madame Pomfrey que estaba cuidando a Remi, se unió a la conversación:
—Creo que tengo la respuesta.
—No, debe ser un malentendido, él nunca me sería infiel con ninguna chica y menos tendría una hija con ella.—no había duda la voz de Albus.
—Mi teoría no tiene ninguna infidelidad, señor Potter.
Los cuatro hombres la vieron muy confundidos.
Ella explico que hace muchos siglos varias familias para mantener la sangre pura en los magos, usaron la magia para que los varones llevarán ellos mismos los bebés cuando no habían mujeres elegibles en su generación, con el tiempo ya no fue necesario, pero algunos de sus descendientes heredaron la habilidad, aunque es demasiado raro que aparezca, casi imposible, la única manera de detectarlo es cuando el embarazo ya esta avanzado.
Teddy y Harry vieron a Albus, Remi se sentía más culpable si es que era posible, Albus no dijo nada, hasta que cayó de rodillas, Harry fue a sostenerlo.
Albus se quedó en blanco mirando al frente, sin enfocar su vista, parecía que su alma había abandonado su cuerpo, a los pocos segundos Harry Potter tuvo que usar más fuerza ya que su hijo se desmayo mientras aún sostenía la varita de su antiguo novio.