Derry Boys

Harry Potter - J. K. Rowling Derry Girls (TV)
F/M
Gen
G
Derry Boys
Summary
Severus Snape esta muriendo desangrado en la casa de los gritos apunto de morir a manos de un hombre lobo, en medio de su agonia lo único en lo que puede pensar es en los fragmentos de una vida que no es suya pero que podría llegar a serlo, una vida en la que murió por guerra en la que no gano nada y lo perdió todo.Una vez que se despierta en la enfermería decide que ya no soporta un minuto mas en esta escuela y en el mundo mágico... Nunca debió intentar pertenecer a un mundo que lo odia por el simple hecho de existir. Su mayor error fue pensar que algún día podría encajar en en el mundo de la magia.Y todos saben que cuando Severus se propone algo lo cumple, así que cuando habla con su padre alcohólico y abusivo acerca de salir de esa escuela de fenómenos y abandonar el mundo magico para mudarse con él a su lugar de origen, Irlanda del Norte, y vivir como un muggle por el resto de sus días su padre hace las cosas bastante sencillas.Pero abandonar la guerra mágica no significa abandonar toda guerra y mientras Severus sobrevive a los turbulentos años 70s en Derry sin darse cuenta pronto se hace un Derry Boys más. Las consecuencias serán enormes en el mundo mágico y muggle.
All Chapters Forward

El ataque en la casa de los gritos

Severus Snape estaba al borde de la muerte y sinceramente no podría haberle importado menos. Hace solo una fracción de segundos tuvo una epifanía, no estaba muy seguro de que era, si eran recuerdos de una vida pasada, si eran un gran sueño profético o si de algún modo Dios o quien sea se estaba burlando todavía más de su miserable vida y había decidido exponer un futuro desalentador.

Era sencillo, un mestizo sucio como él jamás podría encontrar un lugar dentro del mundo mágico. Este mundo era demasiado pequeño, demasiado problemático y nadie lo quería en él. Después de todo quién querría a un mestizo pobre dentro de la noble casa Slytherin, pero quien le daría una mano a un mago destinado a caer en la oscuridad. Nadie cuestiona que ese será su futuro, lo decidieron desde el momento en que lo vieron llegar a Hogwarts con solo once años, con las ganas de estar en la misma casa que su madre y aprender en el increíble mundo de la magia que tanto tiempo había anhelado.

Que estupido sueño infantil, eso se hizo añicos la primera semana cuando el grupo de Gryffindors comenzó a usarlo como saco de boxeo y blanco de todas sus burlas. Se convirtió en cenizas desde el momento en que ningún profesor le dio más de una mirada por arriba del hombro y desestimó cualquier participación suya, se rompió cuando escucho al resto hablar de su futuro como un mago oscuro o desde que comprendió que no tenía lugar en Slytherin más allá de ser un peón para mantener la paz. Todo se destruyó en cuanto llegó a este mundo mágico de promesas vacías y su única amiga se distanció de él, cuando poco a poco se dio por vencida y apenas lo escuchaba en estos días.
No podía seguir así, su vida ya era horrible en casa… no tenía porqué seguir de ese modo en la escuela, está seguro de que su padre no tendría ningún problema en sacarlo de esta escuela de mierda y enviarlo a vivir la vida como un muggle. Eso sería muchísimo mejor que terminar jugando a ser un espía en una guerra en la que nunca debió estar, vivir amargado en un mundo que nunca lo aceptó. Todavía tiene la mitad de un mundo para vivir, la mitad de un mundo al cual pertenecer. Se niega a dejar que esta escuela, que estos magos hagan de su vida algo más lamentable de lo que ya es.

De repente, volvió a la realidad, consciente de que el hombre lobo se abalanzaba sobre él, movió su cuerpo lo más rápido que pudo, aún cuando le costaba respirar y sus pulmones sangraban por el esfuerzo inhumano de mantenerse en pie con las heridas y golpes que le proporcionó la bestia, sintió que lo tiraban hacia atrás y que la bestia chasqueaba los dientes justo donde debería haber estado mordiendo su cabeza. Un dolor agudo se extendió por su espalda y le recordó la horrible sensación de cuando su padre se enfadaba lo suficiente como para usar su cinturón. Podía sentir su camisa empapada en sangre y las costillas sobresaliendo de forma extraña, estaba seguro de que debian estar rotas y que la adrenalina era lo unico que le impedia sentir el dolor antes de que todo se volviera negro.

Cinco años de lunas llenas hicieron que madame Pomfrey estuviera preparada, tenía pociones y una cama lista para el Gryffindor de siempre. Para lo que no estaba preparada era para que James Potter irrumpiera en su puerta horas antes del amanecer con su enemigo acérrimo cubierto de sangre, heridas en todo el cuerpo e inconsciente

—¡¿Qué has hecho?! —exclamó Pomfrey. Era muy consciente de su relación, ya que a menudo tenía que lidiar con las consecuencias. Además del señor Lupin, el señor Snape era por lejos su paciente más frecuente debido a las travesuras de Potter, Black y sus amigos… por no mencionar las ocasiones en la que sus compañeros de cuarto decidieron usarlo como saco de boxeo.

Pero esto… esto estaba en un nivel completamente diferente, Snape estaba al borde de la muerte y aunque a Pomfrey le doliera un aparte de ella no dudaba de que los Gryffindors eran más que capaces de llevar la situación a este extremo

—No hice nada —dijo James con voz áspera. Estaba agitado y la enfermera pudo vislumbrar un poco de nerviosismo en sus palabras Ignorando al muchacho de lentes colocó al Slytherin con cuidado sobre la cama y corrió al gabinete por posiciones para restablecer sus niveles de sangre, trajo más pociones de las que podía cargar, cuando volvió su mirada a la cama donde reposaba el Slytherin la bruja contuvo la respiración.

Sangre, oscura y espesa extendiéndose rápidamente por las baldosas blancas del suelo de la enfermería y empapando las sábanas con un horrible tinte rojo.

Snape yacía allí, inmóvil, su pálido rostro contrastaba con el creciente charco carmesí. Su cuerpo parecía extrañamente inmóvil, un terror invadió a madame Pomfrey cuando por un segundo pensó haber visto a Snape dejar de respirar y su cuerpo aparentaba más ser un cadáver que el cuerpo inerte de un adolescente malherido.
Potter a su lado solo se limitó a mirar a la enfermera, demasiado conmocionado como para hacer algo vagamente útil.

—¡Por merlín Potter haz algo! ¡Haz presión en la herida!—

James se movió rápidamente hasta donde la bruja le indico, le temblaban las manos al presionar una cantidad exagerada de algodón contra la profunda herida en la garganta de Snape, intentando desesperadamente detener el flujo incesante. El algodón se empapó enseguida, inútil contra la marea. El chico maldijo en voz baja y luego presionó con más fuerza, usando su peso en un intento desesperado por detener la hemorragia.

Pomfrey se dedicó a frenar la hemorragia en el cuello y la espada del muchacho, esperaba, no, imploraba que el chico no muriera desangrado mientras frenaba la sangre y suturaba las heridas con los hechizos y pociones. Después de lo que parecieron horas la sangre dejó de fluir.

Pomfrey evaluó la escena con precisión experta, sintiendo un tremendo dolor al ver la herida irregular y la enorme cantidad de sangre que iba desde la garganta hasta el pecho y la otra horrenda cicatriz en su espalda. Inmediatamente sacó un paño esterilizado y lo presionó firmemente contra el cuello de Snape para limpiar los restos.

—Tiene el pulso débil —murmuró, más para sí misma que para algunos de los dos estudiantes—Pero está vivo... Apenas—

—Quédate conmigo, Severus —murmuró, inclinándose para comprobar su respiración. Era superficial, pero estaba presente. Trabajó con rapidez, lanzando otro hechizo para estabilizarlo mientras intentaba desesperadamente reponer la cantidad desbordante de sangre que perdió.

James Potter se movía por el pasillo de la enfermería, retorciéndose las manos nerviosamente. —¿Va a...?—

—¡Necesito silencio! —espetó Pomfrey, con más rudeza de la que le había dirigido a cualquier estudiante en todos sus años de trabajo, con la mirada fija en el rostro lívido de Snape—Si quieres ayudar, llama al profesor Slughorn inmediatamente. Él sabrá cómo llegar a Dumbledore ¡Vete!—

El chico dudó, mirando el rostro pálido y ensangrentado de Snape antes de salir corriendo por la puerta con lo que debían ser cientos de pensamientos por segundo.

Pomfrey exhaló, fortaleciéndose con su determinación mientras continuaba su trabajo — Hoy no, Severus. Así no, has soportado mucho más que esto… no puedes— susurró

Metió la mano en su bolso, sacó un frasco de Poción Reconstituyente de Sangre y vertió con cuidado una pequeña cantidad en su garganta, asegurándose de que no se ahogara. Su pecho se elevó débilmente y, por un instante fugaz, un alivio la invadió.

No por mucho.

Los ojos oscuros de Severus se abrieron brevemente, vidriosos y desenfocados. No había rabia en ellos, ni miedo, solo una calma vacía y resuelta. Era como si el acto de levantar su mirada no naciera del pánico ni del dolor, sino de una férrea determinación. Pomfrey nunca había visto una mirada tan desoladora como la que el chico le estaba dando y tan rápido como abrió los ojos los cerró de vuelta.

La enfermería quedó en silencio, el sonido de la respiración de Severus era apenas un pequeño suspiro, demasiado frágil como para pertenecer a alguien con vida, pero no lo suficientemente débil para un muerto. La puerta se abrió estridentemente seguido de unos pasos sonoros.

James Potter ligeramente ensangrentado y con la camisa empapada en sangre había vuelto… sin Slughorn y sin Dumbledore. —¿Dónde está Slughorn? —

—El… el profesor dijo.. que ya venía en camino… fue a… a… hablar con Dumbledore— La última parte fue dicha en un pequeño susurro, James estaba temeroso de las consecuencias una vez que llegara el director

El rostro de la bruja se ensombreció y dejó de tener cualquier rastro amable al voltearse a mirar al Gryffindor. Potter tenía las manos temblorosas y manchadas de sangre, incapaz de mirar a la cara a cualquiera de los dos magos frente a él, Pomfrey identificó la vergüenza… el tipo de vergüenza cuando cometes un error demasiado grande como para mirar de vuelta a los involucrados, y con esa mirada la bruja quedó sin ninguna duda de que el estado de Severus fue causado por Potter y sus amigos.

—¿Qué demonios hicieron esta vez? Por las barbas de Merlin Potter dime que esas marcas no son lo que creo que son—
James desvío su mirada para evitar observar los ojos furiosos de la enfermera, murmuro algo por lo bajo con la esperanza de que esto no fuera más que una pesadilla, que la amable enfermera no estaba frente a él preguntándole sobre esto… esperando salir de ahí de algún modo.

—Di algo Potter siempre tienes algo que decir— exclamó furiosa

—Yo.. lo siento Señora Pomfrey, no, no tenía idea de que… lo llevaría tan lejos—

—No tenías idea… tu y tus amigos nunca tienen idea de lo que hacen, o debo recordarte lo que pasó el año anterior cuando usaron ese hechizo ilegal para agrandar la cabeza de Bertram Aubrey, el pobre chico estuvo tres semanas aquí, lo tuvieron que llevar a San Mungo y todavía no escucha bien por el oído izquierdo gracias a lo que hicieron… han hecho esto muchas veces como para no saber el daño que causan—

—Yo… eso es … diferente— gruñó James

—¿Por qué es Snape?—
—Es un Slytherin un mago oscuro—

—Hay magos mucho peores a los que jamás les han hecho nada como el chico Avery o Mulciber… ellos si que causan problemas y jamás les han hecho este tipo de cosas… entonces lo volveré a repetir ¿Por qué?—

—¡No lo se, por existir!—

—¡James Potter retractate inmediatamente—

—¡Yo no lo hice! Fue Sirius —soltó James. Sus hombros se hundieron al instante, como si fuera un alivio poder decirlo finalmente y dejar de lado la mirada absolutamente consternada que Pomfrey no le sacaba de encima

La mujer levantó la vista y miró al Gryffindor a los ojos —¿Qué?—

—Fue Sirius —repitió—Él le contó a Snape sobre la condición de Lu-Remus. Le dijo cómo entrar a la Casa de los Gritos… Fue él—

Un escalofrío recorrió la columna de Pomfrey. Es sabido que la familia Black no cuenta con un linaje precisamente cuerdo, pero este nivel de locura, Dios los libre, por que Sirius Black está absolutamente desequilibrado.

Se oyeron pasos retumbantes por el pasillo y las dos personas de mayor estatus entraron a la enfermería seguidos por el profesor Slunghorn con el rostro pálido al contemplar la horrible escena frente a sus ojos.

—Oh, Merlín… Severus— Susurro Slughorn con voz temblorosa

La profesora McGonagall observó el suelo cubierto de sangre y por un momento temió lo peor al notar el cuerpo inmóvil de su estudiante. Dumbledore no tenía el brillo característicamente afable en sus ojos cuando miró de reojo a su estudiante predilecto… James Potter.

—Por el amor de Dios, ¿Que fue lo que ocurrió? Poppy… no fue mordido, ¿Verdad?— preguntó cautelosa la profesora

—No, estuvo apunto de serlo, pero afortunadamente solo tiene cicatrices por las heridas que Remus le ocasionó con sus garras… me temo que esto traerá grandes consecuencias en el joven Snape y su cuerpo quedara permanentemente desfigurado en esas zonas—

—James Potter ¿Que hicieron con Severus?— Volteó a preguntarle la subdirectora.

El gryffindor jamás había visto a cualquiera de sus maestros tan molestos como lo estaban ahora, Sirius la cago y la cago a lo grande.. ¿Que iba a ocurrir ahora? ¿Qué castigos les traería eso… que iba a pasar con Remus

—Fue idea de Sirius pro-profesora, yo, no me enteré de todo el plan hasta que fue muy tarde. Solo pense que seria una broma mas, nunca imagine que Sirius le diría cómo entrar al sauce en luna llena— confesó Potter

— Y puede decirme señor Potter, ¿cómo es que ustedes sabían la entrada al túnel? Y por que el señor Lupin no estaba atado como lo deja Siempre madame Pomfrey? — habló por primera vez el director con un brillo en los ojos que James nunca había visto, esa mirada le causó escalofríos por la espalda

—Yo… nosotros… sabíamos sobre Remus hace mucho y lo estábamos ayudando a lidiar con su… pequeño problema peludo—

La luz de la luna baño las ventanas de la enfermería mientras Potter comenzaba a confesar todo lo que llevó a esta fatídica noche, mientras el cuerpo de Severus permanecía inmóvil ante los acontecimientos.

Forward
Sign in to leave a review.